Poco se puede añadir a la guerra de las galaxias de George Lucas que no se haya dicho ya. Con un guión original y más aún para la época, y un argumento que crea enganche gracias a unas competentes actuaciones, marcó un antes y un después en el cine fantástico y de ciencia ficción.
La música, es de lo mejor de la cinta, con un inconmensurable John Williams que dejará una banda sonora inolvidable para el recuerdo, y también destacable una fotografía futurista para aquel entonces que no dejó a nadie indiferente, y que ayudó a crear una serie de seguidores incondicionales de la singular zaga.
Otro de los platos fuertes son los efectos visuales y sonoros, que son espectaculares y fascinantes, creando gran ambiente de asombro a todo aquel que visiona la película. Al igual que los montajes que son personales y atrevidos estéticamente hablando.
Para finalizar, mencionar los vestuarios y caracterizaciones que están trabajados al detalle, sin dejar nada al azar, por lo que en definitiva, es un film totalmente recomendable para los seguidores de zagas inolvidables e imprescindibles dentro del séptimo arte, y de visión obligada a los amantes de los clásicos inigualables.