Parece que todas las obras de este director son pretenciosas y lentas, pero “Sky Crawlers” es la que se me hace insoportable.

Las batallas aéreas están bien, como lo están los aviones diseñados del revés, pero el énfasis nos lo ponen en los momentos de transición, que hemos visto en todas y cada una de las películas de género bélico, y que aquí se hacen lentos y aburidísimos.

Lo de dejar un plano estático en silencio funciona para obras anteriores del director (“El huevo del ángel”, que me vi ayer sin saber que era de él mismo) por su surrealismo y detallismo, pero aquí todo es demasiado ordinario, demasiado conocido; lo hemos visto mejor hecho y más ágil.

La historia estaría bien, de admitir el director su simplicidad. Es un concepto interesante, el de un gobierno que clona niños para que peleen entre ellos, porque el populacho necesita guerra incluso en tiempos de paz, pero me podías haber contado lo mismo en 40 minutos.

En serio, ya me he dado cuenta que ese personaje tiene la costumbre de doblar el periódico de esa forma concreta, no me lo pongas dos veces más, que me duermo.