Recuerdo muy bien la primera vez que vi “La mano que mece la cuna”, una thriller realmente bueno que recordaba hasta hoy.

Recuerdo como me enganchó cuando lo vi la primera vez, la historia es realmente intrigante y no te deja respirar hasta el final, casi es una película de terror.

Al ver quien es el director y algunas películas anteriores, he podido ver que Curtis Hanson es especialista en retratar a psicópatas sociales o llamados también, sociópatas, un término nuevo en psicología que sirve para identificar a estos psicópatas refinados, personas que se adentran en tu alma hasta destruirla, y todo ello de una manera muy sutil.

Anteriormente ya dirigió la película “Malas influencias”, algo muy parecido, un hombre atractivo se va introduciendo poco a poco en la vida de un hombre hasta controlarla totalmente.

“La mano que mece la cuna” es casi lo mismo, una mujer hermosa se adentra en una familia para vengarse y va manipulando los hechos para crear conflictos internos hasta límites extremos.

Cuando vi la película la primera vez, me enganchó la intriga de la historia y cuando la veo veinte años más tarde, leo otro mensaje, una psicópata que podemos encontrar en cualquier lugar, esos manipuladores capaces de destruirte el alma, son ingeniosos en todos sus actos, personas encantadoras, agradables y son tan sutiles en sus actos que no te darás cuenta del mal que están haciendo a su alrededor.

Si hay algo que me gusta de esta película es la dirección, todo está tan bien dirigido que plasma perfectamente los actos de una psicópata, actos que enumeraré en la siguiente parte.