Poca cosa que decir para un film tan plano que tuve ocasión de ver en visita a Dublín. Después de unos minutos iniciales donde poco a poco va desapareciendo el brillo que deslumbra de ver juntas en pantalla a estrellas de la talla de Jane Fonda o Diane Keaton la realidad se deja ver en esta especie de versión de la tercera edad feminina de las famosas “Las cincuenta sombras de grey”.

No hay nada imprevisible en un guion anodino, refrito de muchos diálogos perdidos en la memoria de sus guionistas. Tan solo se salvan sus cuatro protagonistas y alguna escena que consigue arrancar un esbozo de sonrisa, pero muy poco más. No sé si llegará esta película a estrenarse en España, pero de hacerlo debería ser este verano, entre tanto estreno estival de fácil consumo y más fácil olvido.