En su momento, ya alabé la labor de Andy Muschietti con “Mamá”, una película de terror muy fresca, entretenida y eficaz, pues realmente daba miedo.
Esperar algo de esta nueva adaptación de “It” era arriesgado. No solo porque últimamente está habiendo demasiadas adaptaciones de Stephen King (y no todas buenas ni mucho menos), sino porque encima es un “remake”. Es cierto que la de Tim Curry tiene bastante años y no dejaba de ser una miniserie televisiva, pero para muchos fans de King que la vimos en su momento, nos impactó y la tenemos un poco mitificada por la nostalgia.
Sin embargo, han acertado de pleno. Para empezar, el toque de nostalgia viene por otro lado. ¡Han retrasado la acción de 1955 a finales de los 80! Ya tenemos mucho ganado con eso. La ambientación en esa época nos toca la fibra sensible a muchos, y de ahí el éxito de “Super 8” o “Stranger things” (con la que comparte precisamente a uno de sus actores).
Además, no cometen el error de compresión de “La torre oscura”, sino que solo nos cuentan la primera parte de la historia cuando los personajes son niños. Así da tiempo de sobra a contar todo de forma más que aceptable.
El nuevo aspecto de Pennywise también es un logro, pues da incluso más miedo que antes, haciendo que nos olvidemos de la otra versión.
El largo metraje permite que nos muestren con tranquilidad muchas cosas que estaban en la novela pero no en la otra versión, como por ejemplo lo de la casa vieja con el pozo en su interior, que precisamente es una de las mejores secuencias del film.
Muschietti no solo respeta la obra original, sino que la enriquece aportando nuevas ideas que no estaban en aquella, pero que en pantalla quedan realmente bien, sobre todo en el tramo final. Se atreve incluso a introducir pequeños cambios, pero como lo hace para mejorar, no me importa en absoluto.
Consigue además producir algo de miedo e inquietud. Personalmente me dan bastante más grima los escenarios de la casa y de las alcantarillas que las propias apariciones del payaso. Se nota un buen trabajo de diseño de producción en estos entornos.
Además, las actuaciones y la dirección son estupendas. Como suele pasar en las películas con protagonistas infantiles, han debido hacer un “casting” tremendo para llegar a dar en el clavo con estos jóvenes intérpretes. Yo destacaría especialmente al protagonista tartamudo, y sobre todo a la chica que hace de Beverly Marsh. Su personaje es el más complicado, y la muchacha logra hacerlo muy creíble.
Lo único que quizás se le puede echar en cara es que la banda sonora no es tan buena como todo lo demás y no está a la altura. Ese coro de niños cantando en susurros trata de dar miedo pero en mi humilde opinión no les ha quedado excesivamente bien.
Por lo demás, es una película de terror estupenda, que trata con respeto la obra original (cosa que no hacen muchos de los que adaptan a King), y que además es una historia muy buena sobre la amistad y la infancia, cuando cualquier cosa es posible, incluso enfrentarse a una poderosa criatura sobrenatural que se alimenta del miedo.