Filme intenso donde las variantes se apoderan de la atención del espectador debido al grado de inquietud que la narración en sí transmite.
Es una historia fuerte, quizás peque en algunos momentos de inverosímil, pero en rasgos generales atrae y mantiene tenso gracias al pulso narrativo de Curtis Hanson. Una venganza despiadada, muy bien urdida por parte de una mujer que ha perdido la posibilidad de ser esposa y madre. Una película que nos transporta a una situación engañosa, de falsas apariencias y de intereses ocultos con el agregado especial de una obsesión enfermiza que verdaderamente asusta. Por momentos, la cinta adquiere tintes de thriller psicológico donde vemos cómo una familia perfecta se desmorona ante las maldad que irradia un desquite perfectamente maquinado. La figura inocente de una encantadora niñera se funde magistralmente con la crueldad más vil salida del ser humano.
El tema de las actuaciones me han parecido acordes a la intensidad del relato, destaco a Rebecca de Mornay en un personaje auténtico, convincente y arrollador.
Por momentos el filme logra gran dramatismo y suspenso, pero lamentablemente a la hora del desenlace, el mismo es demasiado abrupto y quizás no tan elaborado como para que la cinta posea un cierre a la altura de las circunstancias.