Vaya por delante que considero a Otomo uno de los mejores creadores de animación de Japón, pero aquí se le fue la mano.

La historia apenas da para una hora de película (lo cual le hace pensar como hubiera resultado en forma de OVA) y el virtuosismo de la animación (explosiones, maquinaria...) termina por cansar cuando uno descubre que la película no es más que una sucesión de maquinas de vapor, explosiones y carreras.

Mejor suerte la próxima vez, Katsuhiro.

Ah, por cierto... un consejo de amigo: intenta que tu gusto por la tecnología no te ciegue a la hora de buscar una historia para convertir en filme.

De monstruos tecnológicos sin alma ya andamos sobrados últimamente gracias a Hollywood.

He aquí uno de esos filmes que demuestra como de vez en cuando el cine mundial puede tratar de tú a tú al cine norteamericano.

No sólo el montaje y el estilo visual son dignos de un Scorsese del siglo XXI, sino que además la historia posee la fuerza de lo real (todas las venganzas, asesinatos y salvajadas del filme poseen una base verídica), lo cual termina por completar una joya de esas que se ven muy de vez en cuando.

Que Hollywood preste atención: cineastas como Meirelles y Lundi son gente como la que ellos necesitan.

Trataré de ser telegráfico, ya que este filme no se merece una crítica en profundidad.

Los puntos buenos: Jennifer Connelly (comedida, creíble) y los FX de ILM (el Hulk digital es prodigioso).

Puntos negativos: un héroe sin carisma (Eric Bana), un villano sobreactuado (Nick Nolte), maniobras visuales horteras (¿a qué viene tanto dividir la pantalla?), un guión grave y aburrido (algo así como "Recuerda" + "Aflicción" pero con rayos gamma), una BSO fuera de lugar (¿música árabe en una peli de Marvel?) y un superhéroe verdoso que apenas aparece.

Esto es lo que ocurre cuando un cineasta con ínfulas de autor toma una historieta sencilla y divertida y la enfoca a su manera.

"Hermanos de sangre" es lo que ocurriría si convirtiéramos "Salvar al soldado Ryan" en una miniserie de tv.

Las bondades de la misma son enormes: guiones documentados y bien escritos, actores que se toman en serio sus papeles, una fotografía digna de un filme de Hollywood... y un presupuesto (presumiblemente elevadísimo) que permite plasmar la II con impactante veracidad.

Series así elevan sobremanera el listón de la tele y nos hacen esperar futuras joyas producidas por Spielberg en formato televisivo.

Nefando filme de principio a fin, "Batman y Robin" no sólo está penosamente escrito y torpemente interpretado, sino que además posee uno de los diseños de decorados y vestuario más abyectamente horrorosos (con mayúsculas) de la historia del cine.

En conclusión: Joel Schumacher y sus más directos colaboradores debían estar hasta las cejas de LSD mientras diseñaban y filmaban esta película, porque si no no hay manera humana de comprender que les llevó a dar a una película de superhéroes la estética de "Priscilla, reina del desierto".

En fin...

Vergonzante muestra de ¿comedia? interpretada (es un decir) por el soso Stallone. Solo con ver la imagen de Silvester en pañales ya le dan a uno ganas de esconderse tras un sillón y colocarse en posición fetal.

Compadezco a aquellos que la hayan visto ya.

Os acompaño en el sentimiento.

Un clásico. Esta maravilla de Spielberg es uno de los mejores filmes de aventuras de todos los tiempos.

Plagiada hasta el aburrimiento, "En busca del arca perdida" es una de las cumbres de la carrera del "rey Midas de Hollywood".

Y no hace falta seguir hablando de esta peli, porque una palabra basta para resumirla: ENTRETENIMIENTO.

El esperpento se une al satanismo Hollywoodiense en este entretenidísimo filme rodado con pocos duros y mucho sentido del humor.

Cualquiera que no haya visto este filme en España (dudo que quede alguien) se topará con una de las películas más divertidas jamás hechas en la piel de toro.

Death Metal, FX de gran calidad y una historia tan absorbente como desternillante.

Imprescindible.

Que Amenábar controla los sentimientos del público es algo que quedó meridianamante claro hace ya algún tiempo.

Sin embargo, este filme lo hace con tretas y manipulaciones, jugando con el público de manera hollywoodiense y escasamente fidedigna con la realidad, embelleciendo la muerte y transformando a Sampedro en un ideal, en un ser irreal al que es imposible no querer o amar.

Por otra parte, Amenábar gano el Oscar. Y eso significa que el filme es bueno.

¿O no?

He aquí un filme dirigido por Peter Jackson cuando era apodado (con razón) el "rey del gore".

Todo aquel que tenga un estómago resistente puede acercarse a este filme sin miedo, porque en el hay mucha diversión: desde un cartoonesco bebé zombi hasta un cura kung fú, pasando por mil y una chifladuras salidas de la creativa mente del orondo cineasta de Nueva Zelanda.

Una peli a recuperar ahora que Jackson es respetado por todo el mundo.

Este filme es brillante, está bien escrito, muy bien interpretado y mejor fotografiado. La banda sonora es portentosa y la ambientación excelente. Sin embargo, el ritmo es excesiva (e irritantemente) parsimonioso y la necesidad de un giro final al ya clásico estilo Shyamalan daña el resultado final.

Lo recomiendo, pero con reservas.

No es lo mejor de Fincher, pero es un filme que te coge y no te suelta. Los giros de guión son inesperados y el estilo visual (esa cámara que se mueve a través de paredes y techos) es capaz de dejar pasmado al más pintado.

Harto recomendable.

Vaya por delante que no soy un fanático del cine negro, pero este filme es genial: las piezas encajan con la precisión de una jugada de ajedrez y tanto la estructura de su guión como su legendario final han sido imitados y plagiados hasta la saciedad.

Otra muestra de talento de Kubrick, que tan solo tenía 26 añitos cuando la dirigió. Guau.

Cruda y sarcástica hasta más no poder, "La naranja mecánica" es una de las películas más radicales de la historia del cine. La atrevida unión de música clásica, ultraviolencia y sátira dan como resultado un filme de alto voltaje crítico que agrada y desagrada por partes iguales, que crea adeptos y detractores allá por donde pasa, que hiere y que encanta.

Podría explayarme mucho más, pero es por todos sabido que este filme es uno de los mejores de uno de los más grandes: el inmenso Stanley Kubrick.

Y a Kubrick, igual que a esta película, se le ama o se le odia. No hay medias tintas.

El robobo de la jojoya es otra "joya" de este director (y van...) rodada con notable torpeza, escrita con estulticia, interpretada (es un decir) de auténtica pena y con el sentido del humor de un chiste de leperos.

Poco más puedo decir de semejante aberración.

EVITAD SU VISIONADO A TODA COSTA, POR FAVOR.

Vuestras neuronas os lo agradecerán.

No hay mucho que decir sobre semejante truño cinematográfico, salvo que Álvaro Saenz de Heredia es uno de los más bochornosos cineastas de la historia desde Ed Wood.

Y hay algo más: en su momento el filme me hizo reir. ¿Será porque este es uno de esos filmes que de tan malos por exceso se pueden llegar a convertir en buenos por defecto?

Realmente... no tengo la respuesta.

NOTA: atentos todos a la aparición en la peli del niño Naim Thomas, futuro "triunfito".

Inenarrable pedazo de celuloide, oigan.

Este filme es probablemente uno de los más modernos de los últimos diez años: usa narrativa no lineal y cada tipo de plano que puedas imaginar. Es un regalo para los ojos y tiene suficiente miga como para hacerte reflexionar. Además, es la mejor aproximación que el cine haya logrado al estilo narrativo de un videojuego.

¿Recuerdas lo que se siente cuando tu personaje muere en medio de una partida y has de reiniciar la fase? ESA sensación es la que se siente viendo "Corre Lola, corre". La sensación de estar viendo un videojuego cinematográfico.

En resumen: esta película es lo más parecido que vayas a encontrar a un filme interactivo. Auténtico cine del futuro, vaya.