El primer juego mola bastante, por novedad, fotografía y puesta en escena. Te deja con ganas de más.

El segundo no está mal; crea una tensión especial. Los obsesivos compulsivos que quieren que la pizza se corte en cuatro cuartos exactos, en seguida empatizarán. Visualmente también atrae, por el enorme contraste de un lugar luminoso y colorido con el sombrío destino del que casque la galleta.

Tira y Afloja, a mi parecer, pierde un poco, pues hace repetir escenario al quinto, pierde la luz y a mi parecer tiene poco tirón y flojea. El anciano, ¿también va encadenado a la cuerda? Esas trampitas deberían justificarse en estas historias de juegos que mezclan sadismo y acertijos. Deberían, porque en la meticulosidad de sus pruebas está la gracia. Cube, Saw, o más recientemente El Hoyo, no lo cumplen demasiado y aun así resultan entretenidas. En el calamar se cuida un poco más, pero también las tiene: personajes que aparecen detrás de otros en el momento oportuno sin que estos les hayan visto ni oído, ni siquiera el que está de frente… o al que le van a pillar y cuando gira la cámara se ha escondido detrás de una puerta… o los diez minutos que pasan cuando el cronómetro marcaba que quedaban dos.
Estos suspenses gratuitos no molan y menos en estas pelis, donde atacan directamente a su naturaleza.
Pero están tan globalmente aceptados, que los directores los cuelan sin cortarse un pelo.
Hay un segundo tipo de trampas en este género, subgénero, topic, o lo que sea: la casualidad.
Siempre te puedes excusar en ella, pero a veces las probabilidades son demasiado desmesuradas: ¿existen doscientos tipos que acepten un trabajo que incluye matar a sangre fria? ¿el hermano que busca el poli, es precisamente el número 1 (realmente el 2)?

En el de las canicas se regresa al escenario infantil y nos enseñan distintas maneras de jugar a parte del gua, pero se resuelve de manera forzada y previsible.

El quinto juego es el mejor. Potencias de dos. Probabilidades, rencores, vértigos, envidias, tiene de todo un poco.

El sexto juego es el peor. Sobra claramente. La pelea entre el bueno y el malo, la lluvia y las frasecitas antes de morir, no son inevitables. Se pueden no rodar. Así de fácil. No creo que sean necesarias para vender. No creo que las reclame el público. Los productores viven engañados, enganchados y obcecados en que tienen que estar ahí, en todas las pelis y series comerciales. Aparecen incluso en muchas obras de autor.

en definitiva, un buen pasatiempo sin novedades morales, ni símiles sociales exquisitos, pero con un poderío narrativo y visual y una producción tan esmerada que van a hacer difícil que haya remake americano.

Mas entre el señor que llama, el falso idiota, mifune, la hija de la madre que dice llama a Kayama y la mujer del cuadro se montan un folletín dramatizado en exceso, lento en exceso, aburrido en pajares, largo en ozores y lo peor: de personajes insostenibles, que no hay quien lo aguante de un tirón.
He puesto todo de mi parte, incluso siguiendo los consejos de Pumares, que decía que nos parecen lentas por que miramos las escenas de izquierda a derecha y había que hacerlo al revés con las pelis japonesas. Lo he intentado de derecha a izquierda y en diagonal inversa, pero dos horas de lloriqueos y celestineos es demasiado en cualquier dirección.
Kurosawa se monta un universo donde las mujeres se enamoran de un hombre por su bondad. Y en una tarde. Osea, Ciencia Ficción. Miro la ficha pensando que sería su primera película, pero no. Lo que me extraña es que no sea la última y le dejasen rodar más.

No hay peli ni serie que se precie en la que no salga algún protagonista cantando empalmadísimo alguna canción, generalmente mientras conduce. Aquí se utiliza para que a continuación, cuando muere la teniente Maya, o capitana, o lo que sea, te impacte más. Bajón letal después del subidón, como gustan gastarlas los nipones.
Pero si la humanidad (!La Humanidad!) ha muerto, ¿porqué iba a darnos pena que se muera la sargento Maya?
Y no sólo a nosotros: ¡a ellos mismos! A ver: si te enteras de que todos los seres que conoces están a punto de morir, si es que no se han muerto ya, la abeja Maya te la suda. TE LA SU DA.

Bueno, al final quedan el blanquito, la negrita, y su futura hija. Ellos tratarán de mantener la especie. Qué bonito dicen algunos, pero claro porque no se han parado a pensar. Para mantener la especie, mínimo el incesto. Porque si no tienen un varón, habrá que tirar del padre. No sé, da mucho asco todo.

Que copian de otras pelis, bueno, sí, y en qué peli no? Pero hay escenas en la nieve que están muy muy bien. Lo mejor de la peli, sin duda.

Lo que es inaguantable es que el melodrama familiar se meta tan a saco en la ciencia ficcion. Desmerece a la ciencia y entorpece la ficción. No sé si la culpa la tiene aquel "Vader Ramón, el hijo es tuyo", que nunca entendí qué tiene de emocionante, pero lo de mezclar exoplanetas con hijos enfadados chirría en demasía.

Tampoco se cree nadie el buenrollito de la nave.
Si algo hemos aprendido de La Isla de los Famosos es que 8 personas conviviendo bajo una mínima presión no aguantan más de 2 semanas en armonía antes de envidiarse, odiarse, traicionarse, malmeter, insultarse y retirarse la palabra.
Imagínense 5 seres, 2 años, sin salir de un zulo metálico comiendo soylent green y sin saber si volverán a casa en lo que les queda de vida. ¿Y todavía se gastan bromitas y puyas amables de coleguitas que se entienden con la mirada porque están en un nivel de sociabilidad superior al que ni tú ni yo jamas podremos llegar? Pero qué asco, señor.

Y el final, con la chica tecleando, como después de los informativos, aguantando con entereza el embiste de la cámara, dejándonos entrever lo interesante que es ella y todo lo que acabamos de ver. Qué pretencioso y absurdo es todo, que ni una mueca le dedica al hecho de que toda la vida conocida, con su civilización, se vaya al garete.

Que vuelvan a rodar todas estas pelis sin niños y sin colegueo chachi inmediatamente. Y quiten la sorpresita final porque ya no se sorprende nadie. Y metan algún astronauta feo, joder, basta ya.

He blanqueado dinero de un narco.
Vale.
Me han torturado.
Vale.
He puesto en peligro la vida de mis hijos.
Vale.
He matado a un cura.
Vale.
Me ha intentado asesinar una adolescente.
Vale.
Mi mujer me ha puesto los cuernos.
¡No me jodas!