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Críticas ordenadas por:
La virgen de los sicarios
La virgen de los sicarios (2000)
  • 6,4
    3.612
  • Colombia Barbet Schroeder
  • Germán Jaramillo, Anderson Ballesteros, Juan David Restrepo ...
7
LOS AMORES DE UN SICARIO
Barbet Schroeder es un director muy peculiar. Antes de asentarse en Estados Unidos, donde ha dirigido películas de interés dispar, produjo en los años 60 y 70, a través de su compañía Les Films du Losange, obras de Eric Rohmer, Wim Wenders, Marguerite Duras y Jacques Rivette. Su carrera, muy irregular, se caracteriza por alternar cine de autor con proyectos de encargo. Películas tan interesantes como "El misterio von Bülow", "El borracho" y "Mujer blanca soltera busca..." dan paso a otras, mediocres y de rápido consumo, como "Antes y después", "Medidas desesperadas" y "El sabor de la muerte".

"La virgen de los sicarios", adaptación de la novela del escritor colombiano Fernando Vallejo, puede servir como ejemplo de cine independiente, personal y comprometido que tanto le atrae a su director. Rodada en video de alta definición en las calles de Medellín, hablada en castellano, esta coproducción franco-hispano-colombiana, nos describe una ciudad en descomposición, donde la violencia de las mafias de la droga hace estragos y la esperanza de vida se acorta peligrosamente. Fernando (Germán Jaramillo) regresa a la ciudad que le vio nacer. Sus padres han muerto y el Medellín de sus recuerdos se ha transformado en una pesadilla. En un burdel de chicos conoce a Alexis (Anderson Ballesteros), un chaval que se prostituye y que forma parte de una pandilla de sicarios. Se enamora de él e intenta salvarlo de un destino más que evidente. A su vez, Alexis será el guía que le abra los ojos ante la terrible realidad que asola la capital.
Barbet Schroeder imprime a la película un tono documental que ayuda a darle verosimilitud a la historia. Rueda, a pesar de los riesgos que implica, en las calles de Medellín, improvisa escenas cuando las circunstancias lo demandan, no hace concesiones al público. La violencia urbana asoma en cada plano y el retrato de una juventud asalariada a los grandes capos de la cocaína, esclavizada por las drogas y sacrificada en los altares de la riqueza fácil de los cárteles internacionales, provoca un profundo malestar en el espectador. Lástima que el guión, alargado innecesariamente (la repetición del romance gay con otro sicario, Wilmar, se me antoja innecesaria, y sólo puede comprenderse por la voluntad de hinchar el relato más de la cuenta) , y la caracterización de los personajes, superficial y de brocha gorda, lastre una historia de amor entre el maduro y desencantado escritor y el adolescente homosexual y de gatillo fácil, que podría haber sido apasionante.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los pájaros
Los pájaros (1963)
  • 7,8
    56.936
  • Estados Unidos Alfred Hitchcock
  • Tippi Hedren, Rod Taylor, Jessica Tandy ...
9
APOCALIPSIS CON AVES
"Los pájaros" pertenecen a la etapa de madurez de Alfred Hitchcock, la misma que dió frutos tan magníficos como "Vértigo", "Marnie la ladrona" y "La ventana indiscreta". Mucho se ha hablado de esta película, de lo inusual y poco representativa en una filmografía como la del genio británico. De lo que quiso decir el director. De su final abierto.
Hay que reconocer que "Los pájaros" es una de las obras más arriesgadas de Hitchcock, más allá del aspecto formal, cuyo mayor experimento es "La soga". Situemos la película en su contexto. El Free Cinema inglés y la Nouvelle Vague en Francia eran la vanguardia del séptimo arte. Bergman estaba ofreciendo sus más complejas muestras de genialidad en su cinematografía. Hitchcok, que nuna fue un director acomodaticio, ni siquiera en la época de decadencia, se interesaba por todo lo que estaba ocurriendo en Europa, por las innovaciones de un Antonioni, las travesuras y pedanterías de un Goddard, la crítica social de un Tony Anderson.
Situemonos ahora en el contexto histórico. La guerra del Vietnam, el incipiente movimiento hippie, la ruptura de los valores tradicionales.... Todo eso creaba en occidente un estado de expectación, de malestar que se veía reflejado en el cine. ¿El ecologismp? Tal vez, aunque nunca he considerado que fuese el tema principal de esta película, sino el miedo y el desasosiego.
"Los pájaros", el mejor, aunque no el primer intento de mezclar comedia y tragedia por parte del genio del suspense (el humor negro aparece incluso en una película tan macabra como "Psicosis") , empieza casi como un adaptación de un vodevil de enredos y malentendidos. Chico conoce chica, chica se enamora y busca chico, chico y chica se reencuentran y... a partir de ahí un elemento extraño, amenazador, irrumpe y rompe la cotidianeidad de los personajes principales . Las aves parecen rebelarse, al principio, casi anecdóticamente, luego, cada vez con más fiereza. Hitchcock rueda alguna de las escenas más terroríficas y complejas de su cine (la famosísima del patio de la escuela y el ataque a la gasolinera), dando muestras de un virtuosismo ejemplar. La angustia se abre paso, acechando a la pareja primero y luego a todo el pueblo costero donde se desarrolla la acción. Por cierto, no falta en "Los pájaros" la madre castradora, elemento casi indispensable en toda la obra del director inglés.
Para mí, esta película es la cumbre de su arte creativo, por encima incluso de la celebérrima "Psicosis". Alfred Hitchcock demostró estar a la altura del reto que el espíritu de los tiempos reclamaba
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soñadores
Soñadores (2003)
  • 7,0
    32.161
  • Reino Unido Bernardo Bertolucci
  • Michael Pitt, Louis Garrel, Eva Green ...
7
MENAGE A TROIS
Los inicios de Bernando Bertolucci fueron fulgurantes. Uno de los mejores directores europeos de su generación que firmó obras tan importantes como "La estrategia de la araña", "Novecento", "El conformista" y "El último tango en París". A partir, sin embargo, de su inevitable seducción por parte de la gran industria norteamericana, que puede señalarse con "El último emperador", película con la que se rinde con armas y bagajes a la convención y al mercantlismo de qualité, su carrera se hace desigual y cada vez menos interesante. Parece que Bertolucci, afortunadamente, en los últimos tiempos, ha regresado a sus orígenes gracias a producciones modestas, pero más incisivas.
"Soñadores" es, hasta el momento,la última
película que ha estrenado. Cuenta la historia de un trío( Mathew, un estudiante norteamericano, y una pareja de hhermanos de su misma edad), envueltos en una extraña relación donde cine y sexo se dan la mano. El trasfondo histórico es el París del Mayo del 68, la época memorable de la revuelta estudiantil a ritmo de las canciones de Edith Piaf. Pero eso le preocupa poco al director. Curiosamente, pues él debió vivir ese momento y participar del mismo. Quizá la óptica histórica, su inconformismo, ha evitado teñir de tintes idealizados esa fecha paradigmática y, tomando la debida distancia, la analice de una forma esquiva a través de la historia de los jóvenes personajes.
Bertolucci parece decirnos que lo esencial del Mayo del 68 fue el intento de liberación sexual (cosa que, por otra parte, tiene su razón de ser y su enorme importancia), pero el fantasma del reduccionismo deja el mensaje demasiado ambigüo y poco desarrollado). Mathew, Isabelle y Theo resultarían metáfora de las ilusiones de corto vuelo, del amor al cine, del sexo como tabú y represión burguesas que debe ser (y en eso estoy de acuerdo) liberados del concepto de pecado. "Soñadores" sería, en tal caso, un epígono bastardo de otras películas del director italiano mucho más afortunadas. Me refiero, cómo no, a "El último tango en París" (una de sus obras maestras) donde también la relación sexual empieza como experimentación y termina en la soledad y la frustración, y a "La luna", en la cual se trata el amor incestuoso ( entre una madre y su hijo).
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A dos metros bajo tierra (Serie de TV)
A dos metros bajo tierra (2001)
Serie
  • 8,0
    42.030
  • Estados Unidos Alan Ball (Creador), Alan Ball ...
  • Peter Krause, Michael C. Hall, Rachel Griffiths ...
8
COMO LA VIDA MISMA
La televisión a veces nos depara agradables sorpresas y permite que disfrutemos con una serie de culto inesperada. Es el caso de "A dos metros bajo tierra". Una funeraria, un padre que muere en el primer episodio, dos hijos, uno gay, el otro enamorado de una chica desquiciada, una hija porreta y con tendencia a interesarse por chicos psicópatas o suicidas, y una madre obsesiva... Y sobre todo, la muerte, un tabú para muchos, se convierte en la protagonista indispensable para que la vida, en todas sus complejidades y matices, surja con toda su fuerza episodio tras episodio.
Porque de eso trata esta serie a través de una gama de personajes aparentemente frikies, pero que al final funcionan como un espejo de nosotros mismos. Todos los temas de calado universal son tratados con profundidad e ironía, desde las relaciones de pareja, el sexo, la intolerancia religiosa, la soledad, el miedo.... Unos guiones magníficos y unos actores inspirados y entregados a sus respectivos papeles, una música sugerente y una dirección fluida (los directores son varios y se reparten la labor en cada episodio) son los puntos fuertes de "A dos metros...". El creador de la serie, Allan Ball, y uno de los directores indispensables, Michael Cuesta (director además de esa película tan arriesgada como es L.I.E.), son los puntales de referencia de una serie que ya forma parte de la historia de la televisión.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi Idaho privado
Mi Idaho privado (1991)
  • 6,7
    16.667
  • Estados Unidos Gus Van Sant
  • River Phoenix, Keanu Reeves, James Russo ...
10
HISTORIA DE UN CHAPERO
Estamos ante la obra maestra de Gus Van sant y ante una de las rarezas más ilustres del cine independiente. El director, antes de venderse a las grandes multinacionales, ya había rodado otra gran película "Drugstore Cowboy", pero, sin duda, "Mi Idaho..." es su logro más celebrado.
El guión es tan alucinante que cuesta creer que pudiera llevarse a cabo sin un descalabro total. Para empezar es una adaptación de algunas obras de William Shakespeare, entre ellas "Las alegres comadre de Windsor" y "Henry V". Se trata de un extraña vuelta de tuerca a la versión de "Campanadas a medianoche" que Orson Welles dirigió en España. Pero, y ahí reside su gran hallazgo, la acción se traslada al mundo marginal de los chaperos. "Mi idaho privado" trata de uno de esos temas recurrentes en el cine norteamericano independiente: la ausencia del padre, unido a una trama habitual en las grandes tragedias familiares, el incesto.
River Phoenix, como Mike Waters, un prostituto narcoléptico, borda un papel lleno de sensibilidad y tristeza. Por su parte, Keanu Reeves demuestra que es capaz de actuar convincentemente. La fotografía es innovadora, muy conseguida. La música, adecuada para recrear esa atmófera híbrida, entre el realismo sucio y la ambigüedad onírica.
El tono underground y vanguardista puede incomodar a más de uno, pero yo aconsejo a todos los cinéfilos que se arriesguen y disfruten de una de las historias de amor más auténticas y poco conocidas que el cine de los 90 fue capaz de ofrecer, aunque surgiera de lo restringidos márgenes de los grandes estudios. La obra de un creador arriesgado, a veces genial, como ha demostrado en los últimos tiempos con otra gran película, "Elephant" . Una muestra poco habitual de arte inclasificable. Muy recomendable.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El rey Arturo
El rey Arturo (2004)
  • 5,6
    25.823
  • Estados Unidos Antoine Fuqua
  • Clive Owen, Keira Knightley, Ioan Gruffudd ...
5
UN ROMANO EN LA CORTE DEL REY ARTURO
La leyenda artúrica, popularizada por Chretien de Troyes, Thomas De Malory y Wolfgang Von Schenbach entre otros, ha tenido variada fortuna en sus adaptaciones cinematógráficas. Desde "Los caballeros de la tabla redonda" interpretada por Robert Taylor hasta la magnífica "Excalibur" de John Boorman, pasando por apuestas interesantes como el "Lancelot Du Lac" de Bresson o bodrios impresentables como "El último caballero" y parodias descacharrantes como la versión de los Monthy Pytton, Arturo, Merlín, Ginebra y Lancelot han representado sus aventuras, desgracias y adulterios en las salas de cine muchas veces.
"El rey Arturo" de Antoine Fuqua es la última muestra de que ese variopinto material mediaval sigue interesando a la industria y al público. La novedad de esta versión reside en el pretendido transfondo histórico que se le ha dado. No entraré a valorar la versomilitud o no de esta propuesta, aunque no deja de prsentar dos riesgos. El primero , en cuanto al purismo con que algunos valorarán la película (no se trata de género histórico, sino mítico); la otra, que pueden provocar un rechazo porque la nueva adaptación sea menos atrayente que la consagrada por los textos literarios.
A partir de aquí, la crítica propiamente dicha. "El rey Arturo" tiene suficientes atractivos para conseguir un cómodo aprobado. La reconstrucción de la Britania romana es verosímil, con esa muralla de Adriano que pronto no habrá de contener a las huestes sajonas que llegan del Norte. El vestuario y el diseño de producción son notables. Más discutible es la caracterización de los pictos y el manejo que hacen de las máquinas de guerra romanas. La acción no es excesiva, desmesurada , y los personajes no aparecen como héroes sobrehumanos. La fotografía es sugerente y el director aúna una ténue belleza estética con un sentido épico que se nutre, a pesar de la aparente recreación histórica, de la fuerza mítica de los antiguos relatos.
En el aspecto negativo, resaltar un casting fallido, donde, incluso Clive Owen carece del relieve necesario para otorgar el vigor y el carismo a su personaje de Arturo; un guión irregular, con grandes momentos como la batalla sobre el lago helado con otros más tópicos e innecesarios. La nueva forma que reviste Ginebra tampoco es convincente y la pasión de Lancelot no se sabe muy bien a quién va dirigida, a ésta o al propio Arturo.
La película, para concluir, es un pasatiempo digno, al que quizá le falte un mayor sentido del humor ( aunque tiene una magnífica escena en ese sentido cuando los monjes católicos son emparedados una y otra vez por romanos y sajones, pues despiertan el desprecio de todos), y una mejor caracterización de los personajes.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mirada de Ulises
La mirada de Ulises (1995)
  • 7,5
    3.648
  • Grecia Theo Angelopoulos
  • Harvey Keitel, Maia Morgenstern, Erland Josephson ...
7
LA IMPORTANCIA DE LA MIRADA
Theo Angelopoulos es el director de cine heleno más prestigioso e influyente de las tres últimas décadas. El autor de "El viaje a Citera" y la extraordinaria "La eternidad y un día" dota a sus películas de una profunda textura intelectual a la que no es ajena una intensa y contenida emoción que brota de sus imágenes. El paso del tiempo, el desarraigo, el viaje como aventura reveladora que se escuda en el pretexto de la meta, la capacidad del creador para plasmar la visión de una realidad que se filtra a través de la necesaria mirada sobre el mundo, la muerte... son temas recurrentes en el cine de Angelopoulos. "La mirada de Ulises", por supuesto, no es una excepción.

A partir de una anécdota autobiografíca del propio director (Angelopoulos tuvo conocimiento de una película filmada en 1905 por los hermanos Manakis, los Lumiere griegos, y se interesó por su paradero hasta encontrarla), "La mirada de Ulises" es a la vez metáfora y compendio de un siglo, el pasado, y de un nuevo medio artístico que se gestó en sus orígenes y que en él alcanzó su máximo desarrollo, el cine.
El protagonista, "A", interpretado magníficamente por el veterano actor Harvey Keitel, trasunto del director, regresa a su país natal, Grecia,después de un largo exilio en Estados Unidos. apartentemente regresa para presentar su última película, pero la verdadera razón es emprender la búsqueda de las tres bovinas filmadas porMiltos y Yannakis Manakis. Un pretexto que pone en marcha la fascinante historia de este nuevo Ulises a través de una Europa que ve sorprendida y aterrada el ocaso de las grandes ideologías. desde Grecia, "A" recorre Albania, Macedonia, Bucarest, Constanza,y Belgrado para llegar finalmente al Sarajevo convulso de la guerra fratricida entre serbios y bosnios. Un periplo vital que revela la tragedia de un país y la decadencia de todo un continente. Pero no sólo eso.A la vez, "A" necesita recuperar una mirada, la suya, sobre este mundo que agoniza ante sus ojos. Una mirada que ha perdido a causa de la banalización del arte y la falta de compromiso del artista. La recuperación de una mirada inocente, virgen, ajena al negocio del arte, otra forma de llamar a la prostitución. Su viaje, lleno de riesgos y sobresaltos, tiene su orígen en la desesperada necesidad de hallar en la película olvidada de los hermanos Manakis la capacidad de ver de nuevo, de transmitir lo visto a través del cine.
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6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nombre de la rosa
El nombre de la rosa (1986)
  • 7,8
    99.388
  • Alemania del Oeste (RFA) Jean-Jacques Annaud
  • Sean Connery, Christian Slater, F. Murray Abraham ...
7
ELEMENTAL, QUERIDO ADSO
Jean-Jacques Annaud se dió a conocer ante el gran público y la crítica con una excelente recreación de la vida del hombre en sus orígenes titulada "En busca del fuego". Pero alcanzó cotas de popularidad y beneplácito especializado nunca superado en el curso de su carrera con "El nombre de la rosa".
Adaptación de la celebérrima novela del semiólogo y escritor italiano Umberto Eco, autor, además, de otras obras de ficción como "El péndulo de Foucault", "La isla del dia de antes" y "Baudolino", todas ellas de éxito irregular, Annaud consigue sintetizar una trama prolija en digresiones teológicas, facciones religiosas enfrentadas y crímenes sangrientos, salpicado con párrafos literalmente escritos en latín, para sacar de la historia el meollo y retratar fidedignamente a los personajes desarrollados por Eco en su novela.
"El nombre de la rosa" nos relata la llegada del monje erudito Guillermo de Baskerville, junto a su aprendiz, el novicio Adso de Melk, a una abadia donde, según el abad, el demonio está suelto. Una serie de crímenes misteriosos y sangrientos que retan a la mente intuitiva y lógica de Guillermo, más científico que hombre de fe. Un enigma que se remonta a ciertos tratados filosóficos escritos por Aristóteles sobre la benéfica influencia de la risa parecen ser la causa de los asesinatos...
Umberto Eco, muy hábilmente, urde una historia de misterio con ribetes teológicos (muchísimo más conseguida que el archifamoso Código de Dan Brown), protagonizada por un precursor medieval de Sherlock Holmes (el Baskerville que revela el orígen de Guillermo está sacado de uno de los relatos del detective misógino y melómano creado por Conan Doyle). Para muchos lectores las numerosas amplias elucubraciones sobre cuestiones bizantinas de las mentes ociosas de los hombres de la iglesia debieron resultar especialmente farragosas (aunque son, según mi parecer, interesantísimas para ver cómo una religión es capaz de derramar sangre por tales memeces). Al adaptar la novela, Annaud, que participó en el guión, redujo drásticamente estos elementos que son fundamentales para Eco y algunos de sus lectores, pero serían un lastre al trasladarlos a la gran pantalla.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El misterio de Wells
El misterio de Wells (2002)
  • 5,4
    2.033
  • Reino Unido Paul McGuigan
  • Paul Bettany, Willem Dafoe, Vincent Cassel ...
6
EL OTRO GILLES DE RAIS
"El misterio de Wells" es una película fallida, pero simpática. Se trata de una producción británica-española, dirigida por un director de breve filmografía, Paul McGuigan. En España sólo se ha estrenado una película suya, "Gangster nº1", interesante, pero poco más.
Adaptación de una novela de Barry Unsworth, titulada "Morality play", desarrolla una trama que mezcla a partes iguales intriga e historia. Ambientada en la Edad Media, se narran las desventuras de un sacerdote, Nicholas (Paul Bettany), pillado in fraganti cuando cataba mujer ajena y viéndose por ello obligado a huir de la cólera del marido cornudo. En el bosque se encuentra con un grupo de comediantes itinerantes, liderado por Martin (Willem Dafoe), y se une a ellos, a pesar de las reticencias del primer momento. Cuando llegan a un pueblecillo abigarrado dominado por un señor feudal, Robert De Guise, se encuentran con la luctuosa noticia del asesinato de un niño llamado Thomas Wells. Su cuerpo, estrangulado, no es el único que aparece en el lugar, como pronto descubren Martin y el resto de la trouppe. Una curandera sordomuda , Martha (Elvira Mínguez), es considerada culpable y condenada a morir en la horca. Entonces Martin tiene una idea revolucionaria, escenificar la muerte de Wells para todas las gentes del pueblo. Para ello empiezan a investigar y lo que descubren abre flecos peligrosos para su propia seguridad...

"El misterio de Wells", como he dicho, es una película interesante, especialmente en cuanto al tratamiento que da a la evolución del teatro y cómo las obras basadas en la realidad dejarán obsoletas las representaciones de tema sacro. Lástima que el director, por miedo a un clasicismo mal entendido, haga uso de flash backs post-modernos y cierto suciedad estéctica prescindible, pues empaña la brillante factura visual de la obra. En definitiva, nos encontramos ante un melodrama de corte histórico con trazas de intriga policiaca, que nos remite a la excelente "El nombre de la rosa" de Jean-Jacques Annaud, dirigido con eficacia, bien interpretado, bellamente fotografiado, pero que no consigue levantar el vuelo a causa de un guión irregular, donde el malo de la función (el siempre perverso Vincent Cassel) queda relegado a un papel demasiado secundario. Por cierto, su Robert de Guise es un émulo del Mariscal Gilles De Rais, compañero de Juana de Arco y culpable de la violación y el asesinato de más de 300 niños (según las actas de la Inquisición que mucho de fiar no son) . Curiosamente Cassel interpretó a Gilles en otro filme de época, "Juana de Arco" de Luc Besson.
Recomendable para amantes del cine de intriga sin demasiadas pretensiones. El trasfondo histórico no deja de ser un pretexto, así que los aficionados al género no verán cumplidas sus espectativas.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alatriste
Alatriste (2006)
  • 5,5
    37.765
  • España Agustín Díaz Yanes
  • Viggo Mortensen, Elena Anaya, Unax Ugalde ...
6
ÉPICA ESPAÑOLA
Debo confesar que no me he leído ninguna de las novelas que forman la saga sobre el Capitán Alatriste, personaje creado por el escritor Arturo Pérez Reverte. Hago mención de esta circunstancia porque mi crítica no se verá empañada por el recuerdo de los originales literarios y, por lo tanto, no estaré sometido a las odiosas comparaciones entre dos fenómenos culturales distintos, regidos por modos narrativos divergentes. Así pues, la mirada del que escribe a la hora de ver y valorar esta película puede considerarse virgen.

Lo primero que llama la atención de "Alatriste" es el casi fragmentario discurso narrativo que tanto ha sorprendido (y disgustado) a muchos espectadores. Los meandros argumentales, las digresiones de la trama, ponen en entredicho el desarrollo convencional de la película. No ha sidol a intención del director, Agustín Diaz Yanes, en connivencia con el propio escritor, elaborar un guión basada en los típicos tres actos (principio, nudo y desenlace). Todo lo contrario. Bebiendo en las fuentes del cine europeo, "Alatriste" da más importancia al detalle, a lo anecdótico, y, sobre todo, al personaje protagonista que a la historia propiamente dicha. Lo que nos cuenta, en definitiva, esta excelente película, es la vida de un hombre, el Capitán Diego Alatriste, y un entorno, la España de Felipe IV. "Alatriste" está más cerca de "La reina Margot" e, incluso, de "Alejandro Magno" de Oliver Stone que, por ejemplo, "El reino de los cielos" y de "Troya", donde lo importante es la trama novelesca y no el trasfondo histórico, mero pretexto para la acción. El ritmo es fluído y el guión obliga al espectador a participar, a desentrañar algunos acontecimientos elípticos, característica que ha desagradado a los que están acostumbrados a recibirlo todo mascado, y que, sin embargo, consigue darle aún más rudeza y verosimilitud a la historia. Por ejemplo, Iñigo es detenido bajo la acusación de espionaje para el rey de Francia. Es obvio que se trata de un cargo falso que el Conde de Guadalmedina ha pertrechado con la ayuda del inquisidor Bocanegra. La escena está, pero no se remarca. Según mi opinión favorece el aliento épico de semejantes películas esta brusca forma de narrar. Por cierto, las escenas de esgrima son soberbias, secas, expeditivas, poco coreografiadas.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dolce vita
La dolce vita (1960)
  • 7,7
    25.747
  • Italia Federico Fellini
  • Marcello Mastroianni, Anita Ekberg, Anouk Aimée ...
8
EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESIA
Tras una primera etapa bajo la influencia del neorrealismo y de cierto costumbrismo provinciano con títulos como "El jeque blanco" (1951), "I Vitelloni" (1953), "La strada" (1954), "Almas sin conciencia" (1955) Y "las noches de Cabiria" (1957), Federico Fellini dirige "La dolce vita" (1959), primer intento de sumergirse en las profundas aguas de su desbordante imaginación visual. A ésta, seguirán obras maestras como "Ocho y medio", "Satyricón" y su peculiar visión de "Casanova".

Despiadado retrato de una sociedad en descomposición, pero llena de vida, "La dolce vita" gira en torno a un periodista, Marcello Rubini, que vive en una Roma decadente, cínica, depredadora. A través de una serie de episodios (la estructura de la película es fragmentaria, enlazada por la figura de Marcello), Fellini disecciona tanto a la aristocracia, que se mostró encantada de alquilar sus palacios y mansiomes e, incluso, de colaborar como extras, para luego escandalizarse por la imágen que el director da de ellos en la película, como el resto de clases sociales.
"La dolce vita" empieza con una escena demoledora, una gigantesca estatua de Cristo Obrero, colgada de un helicóptero, sobrevolando la ciudad de Roma camino de la Plaza de San Pedro. Un grupo de turistas en bikini la saludan, primer indicio de la banalización de la simbología religiosa. No será la única. Más adelante veremos cómo dod niños afirman que en las afueras de la ciudad se les ha aparecido la Virgen. Los enfermos y los menesterosos acuden en masa para presenciar un milagro. La retransmisión televisiva del supuesto milagro mariano revela el fanatismo, la ignorancia y el oportunismo de las clases populares.

La visita de Marcello a su amigo Steiner, intelectual casado y con dos hijos, sirve al director para hacer una (efectista) denuncia del nihilismo imperante. Steiner, asqueado por la vulgaridad del entorno, la bajeza moral del mundo en que estos personajes deambulan sin rumbo, se suicida, pero antes asesina a ... sus dos hijos. El espejo donde el periodista se miraba con envidia se resquebraja y deja en evidencia la locura.
Marcello consigue ser invitado a una fiesta en un castillo. La escena de una orgía nocturna entre los las ruinas y las telas de araña, se transforma en una metáfora descarnada de una aristocracia agonizante, cuyos herederos son meros fantasmas, sombras de un pasado esplendoroso.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos nos llamamos Alí
Todos nos llamamos Alí (1974)
  • 7,7
    3.689
  • Alemania del Oeste (RFA) Rainer Werner Fassbinder
  • Brigitte Mira, El Hedi ben Salem, Barbara Valentin ...
8
LA XENOFOBIA LIBERAL
Rainer W. Fassbinder es, sin lugar a dudas, un director singular. Su prolífica carrera, su apabullante capacidad creativa, la voluntad de desplazar hacia el ámbito del discurso político los fundamentos genéricos del melodrama y su interés por experimentar con las formas del lenguaje cinematográfico, lo convierten en un referente obligado de la cinematografía de la década de los 70 y principios de los 80. Su prematura muerte en 1982 privó al viejo continente de uno de sus más radicales creadoras, junto al malogrado Pier Paolo Pasolini.

"Todos nos llamamos Alí" es una película de inaudita vigencia. Como un nuevo Tiresias, el director germano nos ofrece un premonitorio discurso sobre el fenómeno de la inmigración, el desarraigo que padecen tantos hombres y mujeres que han de huir en busca de oportunidades que su país de orígen les niega y cómo los resortes del odio, de una xenofobia apenas embozada, despierta a los viejos fantasmas del nazismo...
A partir de un originalísimo tratamiento melodramático que le sirve a Fassbinder para huir del discurso directo, tan fácil de ser desautorizado por los hipócritas, voceros de ideologías ultraconservadoras, "Todos nos llamamos Alí" cuenta la historia de un extraño romance. Emmi (Brigitte Mira), una mujer de más de 60 años, viuda y que de joven había formado parte de la sección femenida de las Hitlerjugend, conoce en un bar nocturno a Selim (El-Hadí Ben Salem), un marroquí mucho más jóven que ella. Selim, sólo en una sociedad hostil que apenas a digerido la barbarie nazi y que trata con indisimulado desprecio al extranjero, se enamora de Emmi, la única capaz de ofrecerle atención y ternura. No es casualidad que Fassbinder elija a dos personajes que pueden clasificarse entre los sectores más marginados de las sociedades actuales, los inmigrantes y los ancianos. Puede resultar chocante pero no deja de ser coherente que los nuevos parias encuentren en mútua compañía el afecto que les niega una sociedad neo-liberal y salvajemente competitiva.
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24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Querelle
Querelle (1982)
  • 6,5
    2.176
  • Alemania del Oeste (RFA) Rainer Werner Fassbinder
  • Brad Davis, Franco Nero, Jeanne Moreau ...
8
EL ÁNGEL LÚBRICO DE BREST
Rainer Wener Fassbinder fue uno de los cineastas alemanes más reconocidos de la década de los 70. perdió prematuramente a causa de una mezcla letal de cocaína y barbitúricos, cuando la crítica especializada lo había situado entre los mejores de su generación, junto a Wim Wenders y Werner Herzog. Su cine, iconoclasta,desafiante y terriblemente independiente, le apartó de los circuitos comerciales hasta que logró el reconocimiento gracias a "Todos nos llamamos Alí", extraordinario alegato contra el racismo en una Alemania que aún arrastraba la mala conciencia del genocidio. La Trilogía sobre la postguerra que padeció su país, compuesta por "El matrimonio de María Braun" (1978), "La ansiedad de Veronika Vöss" (1982) y "Lola" (1981) lo encumbró definitivamente.. "La ley del más fuerte", una de sus mejores películas, y su "Berlin Alexanderplatz", serie televisiva que adaptaba el original de Alfred Döblin, aumentaron su presencia en los medios de comunicación especializados. Su obra póstuma fue "Querelle", una de sus películas más ambiciosas y polémicas.
"Querelle" es una fiel adaptación de la novela de Jean Genet, escritor maldito por excelencia. Autor de vida turbulenta, reo, prostituto ocasional, ladrón impenitente, Genet , apóstol del erotismo homosexual, de la marginalidad más arrabalera y lujuriosa, de las pasiones que explotaban en ráfagas de violencia hosca y brutal había escrito ya "Nuestra señora de las flores", "El milagro de la rosa" (ésta, en la cárvel), antes de abordar las trágicas aventuras de los hermanos Querelle.
Fassbinder realizó una adaptación polémica de este clásico de la literatura gay. Su opción estética disgustó a muchos por considerarla una traición al realismo sucio, casi pornográfico, que define el estilo de Genet. La teatralidad de la película, su acentuado cromatismo, alejan al Querelle fílmico del original. La crítica suele olvidar que una adaptación, para que sea realmente interesante, debe pasar por el filtro del responsable que la hace suya. Un ejercicio de vampirismo inevitable que convierte en personal una obra, cuyo máximo riesgo reside en ser fotocopia anodina de un clásico respetado. El ejemplo de "Don Quijote" sirva para dejar
en evidencia precisamente el peligro de un respeto demasiado extremo a los grandes nombres de la literatura.
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24 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
El quimérico inquilino
El quimérico inquilino (1976)
  • 7,5
    14.075
  • Francia Roman Polanski
  • Roman Polanski, Isabelle Adjani, Melvyn Douglas ...
7
EL GRITO
Después del gran éxito de su particular revisión del género negro, "Chinatown", Polanski se atrevió con una propuesta más modesta y radical, "El quimérico inquilino". Adaptación de una novela del dibujante, ilustrador, dramaturgo y novelista Roland Topor, esta película muestra numerosas similitudes con "Repulsión", otra de sus obras mayores. Un viaje a la locura a través del esperpento que se oculta tras la convención que toda sociedad erige para defenderse de sus propios demonios.

"El quimérico inquilino" cuenta el descenso a los infiernos de Trelkovsky, un personaje tímido, cordial, interpretado por el mismo Polanski, en el momento que alquila la habitación donde Simone Schoule (Dominique Poulange) vivió antes de lanzarse por la ventana. La presencia cada vez más inquietante del resto de los vecinos, monstruos de anodina apariencia, mezquinos ejemplares de la bellaca moral imperante, provoca en el protagonista una angustia que le lleva a proyectar sus miedos sobre una realidad que siente como hostil. Trelkovski queda preso de un mundo irreal, enfermizo, de atmósfera turbadora, aterradora...
Polanski ha conseguido conjugar en esta magnífica película los aciertos de la novela original con otros más personales. Bien es cierto que las afinidades entre él y Topor, ambos polacos de nacionalidad francesa que tuvieron que enfrentarse a los horrores del nazismo, son numerosas. Pero Polanski no era por aquel entonces un mero y anodino ilustrador. Al contrario que en su adaptación de "Oliver Twist", académica y encorsetada, el director de "El baile de los vampiros" consigue en "El quimérico inquilino" una película cuyos innegables méritos deben ser en buena parte atribuidos al inmenso talento que despliega tanto en su complejidad descriptiva como en la capacidad para crear texturas absorbentes. A través de una visión surrealista, siniestra, rebosante de cinismo y humor negro, Polanski potencia las obsesiones creativas de Topor con las suyas propias y le da a su película un tono de profundo delirio, de belleza salvaje y ponzoñosa, de fascinante imaginería psicoanalítica sólo comparable a la ya mencionada "Repulsión" y "Cul de sac".
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6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Remando al viento
Remando al viento (1988)
  • 6,4
    3.728
  • España Gonzalo Suárez
  • Hugh Grant, Lizzy McInnerny, Valentine Pelka ...
7
LOS DEMONIOS ROMÁNTICOS DE VILLA DIODATI
"Remando al viento" es una magnífica producción española dirigida por Gonzalo Suarez. De vez en cuando la industria de nuestro país se atreve con proyectos de calado artístico y cultural. Un modo de tratar el cine que puso en boga la ya fallecida y muy criticada (injustamente por la derecha rancia del P.P.) Pilar Miró. La película de Suarez lleva el mismo sello de "qualité" que "Los antos inocentes", "La colmena" y "El perro del hortelano", por poner algunos ejemplos. Un tipo de cine que, con todos sus defectos y pretensiones, hay que reivindicar por encima prejuicios y desconfianzas.
Interpretada por Hugh Grant (convincente en el papel de Byron), Valentine Pelka (un Percy Shelley demasiado envarado desde mi punto de vista), una acertada Liz Hurley (Clare), Virginia Mataix dando vida a la ilustre creadora de Frankenstein) y Jose Luis Gómez (inadecuado Polidori). "Remando al viento" nos narra la vida de dos de los más señalados poetas del romanticismo inglés. Uno, Lord Byron, autor de "Las peregrinaciones de Childe Harold", "Caín", "Manfred" y "Don Juan"; el otro, Percy Beshee Shelley, al que debemos el "Prometeo liberado", entre su breve pero intensa obra. Situemos la acción: Shelley, su amante Mary, acompañada de su hermana Clare, visitan al Lord exiliado a Suiza, donde vive en Villa Diodati, junto al lago Leman con su médico y amigo Polidori. Durante estos días de pasión, sexual y literaria, nacen el celebérrimo "Frankenstein" y el menos conocido pero muy interesante poema "El vampiro" de Polidori. Los demonios románticos, su deseo de romper tabúes, de enfrentarse a las convenciones; el anhelo por lo oscuro, transidos por el dolor del infinito, del ansia prometeica... se dan cita en los corazones rotos de tan extraordinarios personajes en forma del monstruo creado por Mary Shelley, espejo de sus miedos y pasiones.La acción continúa abarcando sus vidas hasta la muerte de Shelley, ahogado tras salir a navegar cuando amenazaba con tempestad y la de Byron en Missolonghi, donde había viajado para luchar por la independencia de Grecia.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El club de los poetas muertos
El club de los poetas muertos (1989)
  • 7,6
    118.647
  • Estados Unidos Peter Weir
  • Robin Williams, Robert Sean Leonard, Ethan Hawke ...
8
COGED, VÍRGENES, LAS ROSAS
He aquí una película que ha dejado huella indeleble en el recuerdo de los que la vimos siendo adolescentes. ¡Cuánto aprendimos con el profesor John Keating! A amar la poesía, a rebelarnos cuando nuestros valores y sentimientos así lo indicaban, a conocer el riesgo de tomar decisiones por uno mismo... a luchar por lo que uno cree. Acaso no sea la mejor película de la historia del cine (que no lo es), pero tiene el honor de ser una de las que han provocado en los corazones jóvenes mayores emociones y alegría.
Dirigida por el australiano Peter Weir, autor de unas cuantas obras maestras como "La última ola" y "picnic en Hanging Rock" y de otras que casi lo son, "El año que vivimos peligrosamente" y "Master & Commander", "El club de los poeta s muertos" es, sin duda, su película más aclamada por el público. La historia cuenta el giro que da la vida de un grupo de estudiantes al conocer al profesor de literatura John Keating, de cómo les enseña qué es la vida y en qué consiste. Cómo, a partir de la poesía, comprender que el destino de cada uno de ellos estará marcado por su voluntad de enfrentarse honestamente a su destino a pesar de los inconvenientes. Al grito de ¡Carpe Diem! (Aprovecha el momento, en latín), los chicos abrirán los ojos a la realidad que los envuelve y a ser conscientes de que hay que luchar contra las imposiciones de una sociedad en general y un entorno familiar en particular que decide por ellos. El desenlace, hermoso y trágico, doloroso hasta verter lágrimas, da una última lección magistral. De la oportunidad, del instante adecuado, de la capacidad que uno tenga para plantearse qué, cómo y cuándo ha de llevar a cabo el esfuerzo de intentar ser uno mismo dependerá el éxito y el fracaso del intento. "El sueño de una noche de verano" es invocado para apuntalar la ambivalencia entre los sueños (y el arte) y la realidad, la delgada línea que separa el dolor de la hermosura, la belleza y la muerte. Interpretada por un muy contenido Robin Williams, que, así y todo, no prescinde de algunos tics marca de la casa, y por un elenco de actores jóvenes magnífico, del que cabe destacar Robert Sean Leonard (su carrera no se afianzó, aunque logró algunos éxitos con "Esperando a Mr. Bridge" y "Rebeldes del swing". En la actualidad podemos verlo en la aclamada série "House" que emite el canal 4 ) y Ethan Hawke (el actor- escritor , intérprete de "Reality bites" y de "Trainning day").
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maurice
Maurice (1987)
  • 7,0
    2.373
  • Reino Unido James Ivory
  • Hugh Grant, Simon Callow, James Wilby ...
7
AMOR OMNIA VINCIT
James Ivory es el paradigma de director culto, refinado, amante de las adaptaciones literarias (especialmente del gran novelista británico E. M. Forster), cuyas películas suelen resaltar por una cuidada reconstrucción de la época en la cual se desarrollan, una hermosa fotografía y una afortunada dirección de actores. "Una habitación con vistas", "Lo que queda del dia", "Las bostonianas" y "Maurice" son ejemplos claros de lo que puede esperarse uno del buen hacer de Ivory como director.
"Maurice" adapta la obra póstuma de Forster. Novela inédita, sólo publicada tras su muerte, pues el miedo a ser condenado por homosexualidad le llevó a mostrársela a unos pocos de sus amigos más cercanos. En ella se cuenta el despertar a la sexualidad del protagonista, Maurice Hall, y de su amor hacia un compañero de universidad. La represión de los sentimientos, la sublimación como válvula de escape de ésta, el corsé social que obligaba a un matrimonio convencional, el terror al destino que tuvo que sufrir otro gran escritor y dramaturgo, Oscar Wilde, llenan de angustia y de rabia las páginas de una novela destinada, como dejó escrito Forster, "a tiempos mejores".
James Ivory realiza una versión muy fiel al original, pero lo complementa con algunos elementos críticos de cosecha propia. La transgresión de Maurice, en la película, no sólo es de tipo sexual, sino también social y cultural. Si bien en la novela estos aspectos están, más o menos desarrollados, el guión los acentúa al poner el dedo en la llaga de la sociedad puritana y clasista de la época. Cuando Maurice(James Wilby) se acuesta con Alec, el guardabosques interpretado con gran encanto por Rupert Graves, destruye todos los tabúes impuestos por la sociedad y aceptados por él hasta el momento. Al contrario de su primer amor, el timorato y cobarde Clive Durham (Hugh Grant en un papel muy bien llevado) que prefiere casarse y ocupar el rol que corresponde a un miembro bien considerado socialmente, Maurice se enfrenta a sus miedos, rompe con todo, y huye con su amante. Un final abierto y aparentemente esperanzador abre las puertas a un futuro inequívocamente incierto...
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26 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Scaramouche
Scaramouche (1952)
  • 7,5
    4.061
  • Estados Unidos George Sidney
  • Stewart Granger, Eleanor Parker, Janet Leigh ...
8
LA VENGANZA EL BUFÓN
"Scaramouche" de George Sidney, extraordinario director de la época dorada de Hollywood, autor de obras como "Magnolia", firmó esta auténtica maravilla del cine de aventuras que, junto a "Los tres mosqueteros" y "El conde de Montecristo", es uno de los máximos exponentes del cine de capa y espada.
Dirigida en 1952, es una de las mejores adaptaciones de una novela de aventuras, en este caso de Rafael Sabatini. Cuenta la historia de André (divertidísimo Stewart Granger), mujeriego y alegre petimetre de la época pre-revolucionaria. Cuando su mejor amigo muere a manos del marqués De la Tour (Mel Ferrer en uno de sus más inolvidables papeles), decide vengarse del implacable aristócrata, con el pequeño inconveniente de que su enemigo es un maestro en el arte de la esgrima y él no sabe apenas cómo manejar una espada. La acción está aderezada por amorios varios, todo presentado con un colorido exuberante y una alegría de vivir contagiosa y exultante.
George Sidney, un maestro artesano de la MGM, le imprime un brío narrativo, una fluidez a la acción, que sólo los mejores directores son capaces de mostrar sin ápice de vanidad autoral. Stewart Granger, uno de esos actores ágiles y muy simpáticos, está excelente en el papel de Scaramouche, al igual que Mel ferrer, el marqués De la Tour. Ambos comparten, sin lugar a dudas, uno de los duelos más largos y mejor rodados en la historia del cine, una verdadera gozada acrobática, cumbre de esta obra maestra de aventuras de todos los tiempos.
La fotografía, exuberante en su cromática luminosidad, y la B:S.O , memorable, ponen la guinda a ese magnífico "Scaramouche".
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Roma, ciudad abierta
Roma, ciudad abierta (1945)
  • 8,1
    17.445
  • Italia Roberto Rossellini
  • Aldo Fabrizi, Anna Magnani, Marcello Pagliero ...
7
EUROPA EUROPA
Roberto Rosellini, considerado junto a Vittoriuo De SIca, el padre del neorrealismo, dirigió esta magnífica película, "Roma ciudad abierta" en 1945, justo después que las tropas aliadas entraran en la capital de su país. De ahí el realismo de las imágenes, la cercanía a los hechos que, poco antes, habían sucedido y que inspiraron la historia que nos cuenta. Un relato de resistencia contra el invasor, de lucha contra el verdugo alemán. La otra cara de la película "Amén" de la que ayer escribí unas líneas apasionadas.
"Roma ciudad abierta" es la primera de la trilogía que completan "Germania anno zero" y "Paisá", todas ellas relatos casi documentales del fin del III Reich y sus consecuencias. Pobreza, picaresca, colaboracionismo se entrecruzan con otros sentimientos como valor, dignidad y sacrificio. Rosellini describe unos personajes familiares para los que vivieron los últimos días del nazismo en Roma y la inmediata postguerra, donde los ajustes de cuentas y la merecida loa a los resistentes (que hoy muchos llevados por la confusión y la ceguera confundirían con terroristas) eran necesarios para empezar a restañar las heridas abiertas durante la ocupación.
Las tribulaciones del joven comunista, Manfredi, perseguido por la policía secreta, la temible Gestapo, los padecimientos de su novia, Pina, embarazada y la ayuda que reciben de un simpático cura (no hay que olvidar que el director era católico) , Don Pietro, que, finalmente, da su vida luchando por la libertad, son personajes, síntesis de uno o varios sacados de la experiencia real, que acaban convirtiéndose en estereotipos por su constante repetición en otras películas del mismo género. Aquí, sin embargo, aún rebosan una autenticidad, que, por ejemplo, es más dudosa en otras obras posteriores de Rosellini como "El general De La Rovere" , más cercana al melodrama que a la verosimilitud documental de esta película.
Sorprende la crudeza de algunas imágenes. Las torturas que los verdugos de la Gestapo practican sobre el torso desnudo de su víctima por medio de un soplete; la prostitución como degradación que lleva a colaborar con los nazis; la (poco afortunada) pincelada de lesbianismo y drogas para atrapar la voluntad de la confidente; el desesperado intento de la novia del protagonista, cayendo al suelo embarazada, al tratar de impedir que se lo lleven al cuartel de policía; la ejecución final del sacerdote ante la mirada atónita de un crío...
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo, Claudio (Miniserie de TV)
Yo, Claudio (1976)
Miniserie
  • 8,3
    9.465
  • Reino Unido Herbert Wise
  • Derek Jacobi, Sian Phillips, John Hurt ...
9
EL VIEJO REY LEÑO
Tuve la suerte de ver esta serie cuando era adolescente y aun ahora me parece de las mejores que he visto en mi vida. Se trata de uns adaptación de las dos novelas escritas por Robert Graves sobre el emperador Claudio "Yo, Claudio" y "Claudio el dios y su esposa Mesalina", llevada a la pequeña pantalla por la productora inglesa BBC durante la década de los setenta. La serie, de trece episodios, está dirigida por Herbert Wise, narra la historia de los Césares desde Augusto hasta Nerón. Es decir, casi toda la época en que Roma estuvo gobernada por la dinastía Julia-Claudia. El tono de la serie es claramente teatral, no hay exteriores, y la acción se reduce a las relaciones entre los distintos integrantes de la familia imperial. Por esta razón la importancia de la labor del plantel de actores y actrices, todos soberbios, y del guión, magnífico, son fundamentales.
El primer episodio empieza con la celebración de la batalla de Accio por un Octavio ya maduro (interpretado por Brian Blessed) y las argucias de su esposa Livia ( Sian Phillips siempre será recordada por este papel) para lograr que su hijo Tiberio se convierta en sucesor del César . Sus maquinaciones se desarrollarán en los siguientes capítulos, donde las intrigas, los engaños, las traiciones y los asesinatos
serán los jalones de la ambición de poder. El hilo conductor es el hijo de Antonia la Mayor, Claudio (Derek Jacoby en una interpretación histórica) , que se convierte en testigo mudo de las luchas implacables en el seno de su propia familia. Cojo y tartamudo desde su nacimiento, es descartado inmediatamente del cursus honorum. Considerado como un pariente tonto e inofensivo puede ser el confidente de sus demás parientes, espectador desde el palco de la tragedia que se desvela a sus ojos. Su supuesta imbecilidad le protege de las insidias y artimañas que sufre el resto. Pero el destino que la Sibila le ha profetizado le lleva al trono después del desgraciado reinado de su sobrino loco Calígula (un John Hurt inolvidable), para ser luego víctima de su tercera esposa, Agripina, que lo asesina con un plato de setas venenosas. La serie termina con el inicio del gobierno de Nerón, su hijo adoptivo.
"Yo Claudio" es una verdadera joya, una apuesta por educar a los que se asomaban a la pantalla chica de la época en que la televisión aún no había arrojado la toalla y trataba a los espectadores con respeto.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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