El cartel recoge muy bien la asustada mirada de su protagonista, una mujer que tiene extrañas visiones, desconectando de su realidad de cajera de una tienda de manualidades.

Al principio piensas en ella, como una chica sencilla asaltada por dudas, miedos; incluso en ciertos momentos me hizo recordar la magnífica película dirigida por Paul Newman "Raquel, Raquel"

https://www.filmaffinity.com/es/film968038.html

Comparte con ella cierta estructura, aunque los finales de ambas se asemejen poco, y la complejidad de Raquel, Raquel se ofrezca superior.

Alison Brie, recrea con precisión una vida que vas descubriendo a través de sus ojos, y las reacciones que en los demás provoca. Muy entretenida, aunque tal vez falle es en su tramo final; es mi opinión, y naturalmente no voy a hacer spoiler, ni siquiera en la zona destinada a ello. Hay que descubrirla, el trayecto siempre merece la pena.

Sin pretensiones, es una película para niños... Ben Schwartz funcionando con piloto automático, con una interpretación que entrega lo que se exige y poco más.

He sentido un poco de nostalgia al ver a Jim Carrey, tratando de recuperar su histrionismo exacerbado de otros tiempos, pero aquí lo hace con poco convencimiento; el paso del tiempo no se ha mostrado generoso con él.

Se han mezclado en esta especie de coctelera visual, momentos entretenidos, con otros de relleno, absolutamente prescindibles.

Le daré un 4 y probablemente sea injusto, pero es lo que con honestidad mi cabeza y mis dedos han marcado.

Siempre me he preguntado como se consigue posicionarse en el mercado de los dioses de Hollywood, construyendo películas que la simplicidad de algunos, sitúan como cumbres de la cinematografía, y que de ser analizadas sin conocer el encumbramiento, probablemente alguna de ellas pasarían totalmente ignoradas y muy desapercibidas.

El cine te puede gustar, o no, dependiendo del género, la pericia de director y actores para llevar a buen término el proyecto. Manhattan es una inmensa y grandiosa ridiculez que a finales de los 70 esos personajillos underground convirtieron en una obra maestra del cine del mundo mundial, dentro de la galaxia, nuestra misma.

Lo que menos me gustó es que participase en ella la actriz más nominada a los Oscar, de todos los tiempos: Meryl Streep.

Es una película que se aloja en las emociones, y no en todas... más bien lo hace en esas que permanecen en los recuerdos más sencillos y emotivos, los de las miradas, los gestos, los abrazos.

No tiene un gran argumento, flojea en la consecución y el ritmo. Aunque en mi desató sentimientos, tristezas y me hizo recordar otro tiempo cercano donde era feliz, y aunque disfruté de ello... lo he perdido.

Por eso tal vez yo, me enfrenté a ella desde una posición diferente, y lo que al final, hace a una película grande, siempre es, lo que en cada uno desata, o provoca.

Deliciosas actuaciones, sensibles, sinceras... en todo momento conmovedoras.

Lo mejor de esta pobre película es la interpretación de Cate Blanchett, generando una profundidad que no poseen el resto de personajes, lo cual quiere decir que tampoco es virtud de su director, sino de la propia intérprete.

No me ha gustado, es más, me aburrió, y me sentí muy lejos de la historia, en ningún momento conecté con ella. En ocasiones, antes, pensaba que era yo quien fallaba, me he dado cuenta que es la manera de relatar. Da igual el tema, si el guión el director y sus actores cumplen cada uno con el engranaje, el producto de la máquina... llega.

Un final gestionado de manera oportunista para provocar la emoción del espectador, todos conocemos la historia real, sabiendo perfectamente como concluyó.

La historia se esconde dentro de si misma, y las historias que se cruzan diluyen el interés porque pierdes el ritmo. No voy a analizar si el planteamiento es acertado o no. Los espectadores solo debemos juzgar los resultados, y mi opinión, es que resulta francamente aburrida.

La historia donde participa Kim Basinger pudo haber dado más de si, de centrarla en el personaje, familia... Danny DeVito se aseguró la participación, al ser productor de la misma, pero no termina de encajar del todo.

La narración en off, que habitualmente me gusta, aquí se queda desdibujada, incluso incluyendo un par de acertadas frases, una de ellas la he utilizado para dar título a mi comentario.

El argumento ocupa según mis cálculos, alrededor de un 2% del total de ese estallido de acción desorbitada. Ryan Reynolds, cumple de manera desenvuelta con su papel, haciéndolo muy creíble.

Magníficas coreografías bien estructuradas con golpes maestros, peleas y cabezas explosionando por los balazos. Todo un absoluto despropósito, altamente entretenido.

Puede que sea una de las películas más violentas del año, y a la vez, resuelta con ritmo feroz que no deja tiempo a que pensemos... porque ya sabéis que estas son para no pensar.

Tendría que valorarla con un 6, pero solo le daré un cinco, calificarla como interesante no me parece propio.

Es una historia visual, dominada por una estética ambiental cuya resolución no es lo que interesa mostrar, sino esa sucesión de hermosas imágenes derivadas de un guión sin complejidad ni recursos, que su director Terrence Malick, parece querer evidenciar, sin un buen aval a través del texto que lo sustenta.

Encontramos a Matthias Schoenaerts, tal vez en una de sus mejores y más genuinas interpretaciones. Un actor que va ganando espacio en los últimos años, y parece conocer cada vez más, la manera de encauzar su carrera acertadamente.

Me sorprendió durante los tres primeros capítulos, incluso carecía de ese surtido de escenas superfluas para rellenar minutos, tan utilizado en las series.

Hacia el final del tercer capítulo comienza a sumirse en algún giro ridículo... debemos aceptarlo porque el recorrido hasta ese momento resulta envolvente y muy entretenido.

Descubrí hace tiempo que, quizá en base al interés de captar la atención del público, se generan expectativas sin considerar la resolución final de la trama, que en ocasiones como esta, pasa por salidas desesperadas, moviendo el guión sin demasiado acierto.

En conjunto nos enfrentamos a una serie donde las trampas, las mentiras... en definitiva: El engaño, son la principal baza en la tramitación del contenido, y en lineas generales, he de admitir que funciona.

La indignación en algunos usuarios es grande. Si, por supuesto... se enfadan por una parodia películera y no lo hacen cuando toda esa supremacía se refleja en nuestra cotidianidad.

Esto es lo que hay, y no debe extrañarnos. En el cine, con frecuencia se destacan actitudes que forman parte del día a día... y parece no estar mal visto que todo ello se reboce en una violencia cinematogáfica absurda, portagonizada por Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead y la payasería compulsiva de las que se hacen acompañar.

No hagamos de lo peligroso algo común, y lo aceptemos como ordinario... o tal vez nosotros mismos concluiremos, como "Aves de presa" pero no en una versión humorística, para el cine.

Pero participa en ella John Hamm y tiene una hermosa canción formando parte de su banda sonora: Crash Test Dummies – Mmm Mmm Mmm Mmm. Tan deliciosa como extraña y arrebatadora... ¡¡Que pedazo de recuerdos!! De los más hermosos de mi vida.

Al parecer está basada en una historia real, aunque a mí me parece que no puede ser que unos hombres adultos participen de algo así, y mucho menos el día de la boda de uno de ellos.

Perfectamente olvidable, aunque no sé si para alguien ha podido resultar divertida porque la media supera el 5 en unas décimas. Si podéis escuchar la canción, es algo mágico.

Nunca me han gustado los western, porque son películas de machos muy machos, realizadas para machos... Ahora bien, cuando nos encontramos ante un trabajo como este, uno debe dejar de lado ciertas cuestiones y rendirse ante la evidencia.

Magníficamente interpretada por Rusell Crowe y Cristian Bale, con un buen grupo de secundarios que cumplen acertadamente su cometido. Espléndidos escenarios, vestuario, ambientación... Una joya que tal vez pasó bastante desapercibida en su momento.

Estoy pensando que no seria mala idea actualizar algunos de aquellos guiones de las décadas más emblemáticas del cine clásico. Vistas hoy aquellas películas se quedan desfasadas por interpretaciones engoladas, muy lejos de lo que hoy se exige. "Y este Tren de las 3:10" pudiera servir como buen ejemplo.

Entretenida serie brasileña de la plataforma Netflix. Lo que más me atrajo fue esa poderosa vigilancia de la que no nos hallamos lejos, en nuestra vida cotidiana.

"Omnisciente", se enmascara en la seguridad, relatando la manera en que entregamos nuestra privacidad ¿gustosamente? para evitar cualquier acto vandálico o criminal. ¿Es un justo precio? Creo que hacia allí nos dirigimos.

La serie está bien interpretada, a través de un guión planificado, con los "alargamientos" necesarios e imprescindibles para rellenar horas. En ocasiones tengo la sensación de perder el tiempo, con tanta escena superflua que parecemos aceptar complacidos.

Apareció delante de mis ojos y la vi... sabiendo de antemano que no me gustaría, que ella y yo carecemos de elementos comunes para empatizar.

Es liviana, con personajes centrados en historias que a muchos espectadores les llegan porque viven alejados de un entorno familiar sano. Cualquier enfermedad, y mucho más si se trata de un problema mental, arrasa en una familia, y como nos lo presenta María Ripoll, es muy común a multitud de películas con la misma temática y parecido desarrollo.

No me interesaba lo que me decían, y excepto el drama "banalizado", el resto es puro relleno para conseguir un metraje convencional.

Se parece a las olas de un mar en calma, que pueden ocultar una fuerte marejada. Se aproxima a la trágica vida de Judy Garland, pero no se hunde en sus miserias mas desastrosas, ni siquiera afronta de manera solvente, las inseguridades que la marcaron.

Tal vez el problema de la gran actriz, fue que nunca la quisieron, solo explotaron su poderosa voz, aprovechándose de su vulnerabilidad y su cautivadora imagen ...

Es una historia triste, dentro de una mala película, quizá en gran parte, por Renée Zellweger, inadecuada para un papel que bajo mi opinión no supo gestionar.

Anclada en el esperpento, lo dibuja y se complace. Resulta extravagante, pero en ningún momento ni original ni arriesgada.

El llamado Séptimo Arte, ha llegado a un absurdo tal, que para diferenciarse en los grandes certámenes cinematográficos, acuden a películas que hubieran debido pasar directamente al mercado del despropósito, pero dada la necesidad de continuar fabricando salchichas visuales, se ven obligados a destacar "gilipeneces" de inexpugnable erudición humana dentro de si mismas por ellas mismas y... así.

Me dormí por dos veces, la tercera la terminé a trozos, creo que si... la terminé pero tampoco estoy seguro...

Poco tiempo después de abandonar "Los Ángeles de Charlie" Farrah Fawcett rodó esta película con la productora que tenía con su esposo Lee Majors.

La actriz deseaba alejarse de esa imagen explosiva que la serie había dado de ella, para centrar su carrera como actriz en papeles de mayor calado, totalmente alejados del lugar en que iba a ser encasillada. Algo que no correspondía mucho con la carátula donde podía verse a la actriz en el mismo perfil del que parecía necesitar huir.

Aunque contó con la participación de Jeff Bridges, en aquel momento muy conocido y posicionado en Hollywood; la película no pasó de un liviano entretenimiento, con guión sencillo, bastante convencional, sin apenas repercusión.

Se puede ver en Youtube, doblada al español.

Siento atracción por las personalidades transgresoras dentro del cine (y también en mi entorno cotidiano) y esta película pudiera pensarse que está abarrotada de ellas. No es así.

La encuentro dispersa, con personajes muy cercanos al trastorno de conducta. Del resto me resulta difícil destacar algo aparte de la interpretación de Kieran Culkin; y no... a mi no me resultó parecida al personaje Holden Caulfield, de la novela "El Guardian entre el Centeno" como alguien ha subrayado.

Susan Sarandon trabajando casi con piloto automático, en un papel nada destacable. Tampoco me ha gustado Ryan Philippe, un actor que me agrada por su calidad y aptitud. Aquí se nos presenta con el pelo abarrotado de mechas y unas escenas que no parecía creerse cuando las interpretaba. En el año 2.002 se encontraba bastante alejado de su calidad y aptitud frente a las cámaras, que surgiría con el tiempo y una mayor experiencia.

"Capullo perverso" es como llama Kieran Culkin, a su "hermano" Ryan Philippe, en una escena de la película.

Rodeada de una atmósfera claustrofóbica. Desentraña durante algo más de hora y media, el desgarro de unos personajes que se manejan en la desesperación contenida.

Retorcida, enfermiza, bordeando siempre ese lugar donde la tensión se manifiesta de manera rotunda. Tiene mucho que ofrecer en la frontera donde el mal se mueve lejos del bien.

Interpretaciones sobrias para una historia que las agradece. Un 4

Tal vez pretendía asumir un roll diferente al que hemos recibido como espectadores. Al principio me recordaba en su estructura, al cine que Carlos Saura nos entregaba durante los años sesenta aquí en España. Un cine rompedor con los cánones establecidos, y a la vez roto en su contextura, lo que lo hacía profundamente apetecible.

Cuando comencé a ver esta Mujer sin Cabeza, la encontré dotada de una fuerte claridad en su planteamiento, con secuencias de un costumbrismo que apetecía descubrir; buceando a la vez en esa sociedad argentina, que aparentaba, nos iba a descubrir.

Poco a poco se va hundiendo en una oscuridad narrativa y visual que, en mi caso, me distanció de ella.