Hace falta mucho valor (o locura) para rodar hoy en día una película de zombis, un género explotado hasta la saciedad, que reconozcámoslo, ha dado muy buenas producciones (se me ocurren, por ejemplo, “28 días después” o “Dawn of the Dead”). Tanto es así que en los últimos años, si no fuera por la serie The Walking Dead o alguna cinta más que prescindible, era un género abocado al olvido, por hastío en su fórmula, que al igual que la inteligencia de los propios zombis, no daba más de sí. Por ello su director, Manuel Carballo, le dió la enésima vuelta a la tuerca para innovar, y vistos los resultados parece que lo ha conseguido.

Tras haberla podido ver en su preestreno la pasada semana, salí del cine con la certeza de que era la película de zombis que más me había agradado en los últimos 12 años, ¿el motivo? muy sencillo, no es una película de zombis. Valga la propia definición asociada a la descripción, que expone muy fielmente que los retornados no son zombis, que son personas infectadas por una desconocida enfermedad que les obliga a tomar una medicina diaria de por vida si no quieren convertirse en zombis (o lo que sea).

Aceptado y asumido este pretexto tan banal, la trascendencia que tienen estos infectados en la trama es mínima, casi circunstancial. Lejos de encasillarse en el típico largometraje de hordas de seres come-cerebros que devastan la humanidad a su paso, Manuel Carballo ha conseguido elaborar una compleja alternativa fundada entre dos géneros muy distantes, el thriller y el drama, otorgando a estos particulares zombis un papel secundario, más de justificación argumental que de protagonismo.

Estos dos géneros se distribuyen según la perspectiva ofrecida en cada momento, el objetivo de la historia que se transforma aleatoriamente de lo general a lo particular, siendo desde una tensa cuenta atrás, rebosante de perturbadora intriga, hasta una emotiva historia de amor y amistad, donde los más extremos sentimientos se imponen a las adversidades o sucumben derrotados por ellas, pasando por una evidente crítica hacia la sanidad pública y a la manera que tiene la sociedad de apartar o reciclar a determinados colectivos (llámense retornados o infectados de VIH).

Un trabajo digno de ver, te gusten o no las historias de infectados, ya que aporta otros sólidos motivos que la convierten en una interesante y (casi) reflexiva película, que proporciona gracias a su exquisita ambientación una razón de ser lógica, que no hace chirriar el sentido común del espectador.

Hacia mucho, mucho tiempo que no me divertía tanto viendo una película. He de reconocer que me encontraba un tanto escéptico por el planteamiento de Guillermo del Toro. Una serie de gigantescos monstruos alienígenas (kaijus) atacan la tierra y los humanos, para defenderse de estos, crean un ejercito de robots (jaegers), también gigantescos obviamente, lo que viene siendo un Mazinger Z VS Godzilla vamos. Estos robots son pilotados por dos rangers que van en su interior y conectan su mente para sincronizar movimientos, compartiendo recuerdos y emociones, pilar fundamental donde se sustenta toda el argumento.
Rápidamente la película logra sumergirte en la acción, evitando que el desarrollo de la historia te haga perder interés por ella. En unos frenéticos minutos el espectador conoce los porqués, los comos y los cuandos necesarios y se centra en la batalla final.
Una exhibición de efectos especiales que no eclipsan la lucha humana, una mezcla de personajes valientes y carismáticos con otros caricaturescos y cercanos que proporcionan al film la conexión ideal para no perder la "credibilidad", unos personajes que se entrelazan de manera magnifica, y que incluso bifurcan la trama para no atosigarnos con monstruos y robots, lo cual es de agradecer.
Excelente la aportación de los dos científicos, sin ninguna duda el toque de humor personal del director. Inconmensurable Charlie Hunnam, que deja atrás su registro de motero macarra y peligroso para convertirse en un humilde y afligido piloto de jaegers con mucho caracter, capaz de echarse el peso de la película a sus espaldas.

Una de las películas más confusas que haya podido ver últimamente por su dificultad de ser encasillada en un determinado género cinematográfico. Comienza siendo una comedia, una parodia del patetismo que lleva a un hombre triste, un fracasado sin ninguna capacidad especial a querer convertirse en superheroe. Pero el componente humorístico se pierde pronto en el antagonismo que caracteriza esta película y que logra encandilar al espectador. Una fascinante mezcla de conceptos, unas situaciones desmesuradamente grotescas propias de una mente desequilibrada que adquieren una caricaturesca normalidad homenajeando a las películas de acción de serie B, para dar paso en su desenlace a un drama, un final que dejará a todos pasmados por su lógica extrañeza y su emotiva normalidad.

91 Minutos de puro dialogo metafísico entre dos bestias de la interpretación. Samuel L.Jackson y Tommy Lee Jones debaten cara a cara en la mesa de un cochambroso apartamento sobre temas tan existencialistas como la religión, el suicidio, la pobreza o el bien y el mal, ideologías enfrentadas determinadas por sus circunstancias vitales, como el paso por prisión o la muerte de los seres queridos.
Película realizada para televisión, quizás por su falta de interés para el público generalista, con un componente teatral magníficamente desarrollado. Un film que si no fuera por la entidad y magnitud de sus protagonistas, podría incluso considerarse underground y alternativo, para un espectro de espectadores muy reducido.

Expectacular.
Tragedia humana en estado puro, 3 historias con un punto en común: los perros, que narran como la desesperación, el odio y la frustración dominan el resto de sentimientos pudiendo arruinar cualquier vida, por perfecta que sea.
Cine de autor con gran trasfondo social y transmisor de emociones extremas, sin compasión hacia sus personajes y sus desgarradoras historias
Me atrevería a decir que es la mejor película mexicana que se ha rodado, y posiblemente una de las mejores sudamericanas. Mención aparte para Gael García, importante descubrimiento de este joven actor.

Una bella fabula oriental inspirada en los principios budistas y con clara intención didáctica, una poesía animada y silenciosa encuadrada en la más exuberante naturaleza repleta de lecciones vitales. Una película sencilla que narra cómo su protagonista madura a través de las estaciones de la vida de manera metafórica y moral, sin apenas hacer uso de la palabra pero en la que cada línea de dialogo está repleta de sabias enseñanzas. Rebosante de simbolismo que compara la vida humana, la mente, el espíritu y la relación con el mundo exterior con la isla en medio del lago, la puerta del embarcadero, el valle y los personajes externos. Un cuento que intenta mostrar el fracaso del ser humano en encontrar la paz interior y la felicidad superando a su instinto más irracional, influido de un ambiente pesimista y una visión fatalista de la existencia, contraponiendo de la manera más básica el bien y el mal, el amor y el odio o incluso la vida y la muerte. Presenta las relaciones humanas con una simplicidad pasmosa, reduciendo la niñez a la inocencia, la adolescencia a la sexualidad, la juventud a la rebeldía y la madurez a los remordimientos.
Puede ser una película difícil de digerir debido a su simbolicidad y falta de dialogo pero que recompensa a los espectadores capaces de verla y comprenderla con una hermosa moraleja.

Aunque pueda tener ciertos aspectos semejantes con Matrix, esta película tiene personalidad propia y destaca gracias a su trabajado guion y la grandísima interpretación de Christian Bale (y para de contar, los escasos actores restantes pasan de manera desapercibida). Una profunda crítica social en un futuro en el que el gobierno ha suprimido cualquier sentimiento humano para evitar una posible 4ª guerra mundial causada por las consecuencias del odio, ira, furia o envidia. Una sociedad gris, dócil y sumisa sin ningún recuerdo pasado que pueda hacer brotar los sentimientos erradicados gracias a un medicamento que están obligados a inyectarse diariamente para evitar cualquier tipo de emotividad y ser ejecutados por la autoridad.
Una película con muchas más posibilidades de las que desarrolla, al comienzo puede parecer una película que marque historia pero esa sensación se diluye por el camino, sin ambición, finalizada de manera superflua y comprimida y con un gran pero en su transcurso: la acción. Es difícil de admitir la invulnerabilidad del clérigo en las escenas de lucha, no importan los adversarios que se le pongan por delante ya que tranquilamente los va eliminando uno a uno sin despeinarse, podría incluso calificarlas de ridículas. Si el guión se hubieran orientado más hacia un componente dramático que de acción y un final menos predecible este filme hubiera ganado muchísimo. El resultado final es frio, posee muchas lagunas argumentales importantes e incongruencias en cómo se trata el tema de los sentimientos.
A mi parecer no es innovadora ni original, ya que como digo muchas de sus bases pueden recordar a la película de los hermanos Wachowski, aunque si es más profunda y elaborada. Incomprensible además que no haya sido estrenada en España, ni en cines ni en DVD.

Quizás algo descafeinada, pero la tensión y el riesgo emocional omitido es sublime, si ambos personajes no hubieran estado casados, se hubiera perdido todo el sentido a la pelicula. Juegan con que los dos sienten algo por el otro pero saben que tienen a otra persona esperando
y eso le da a la película mucha intensidad

FASCINANTE!! Hacia tiempo que no tenia el placer de ver una película tan original y comprometedora. 3 horas de filme donde se suceden 6 vidas en épocas muy alejadas en el tiempo. 6 Historias que narran como las mismas personas en diferentes tiempos son capaces de sobreponerse a las adversidades y repetir su destino, con una única fuerza común.
Infinitamente imaginativa, visualmente admirable, no puedes desconectarte ni un solo instante si no quieres perderte debido al ritmo y a la frenética forma de entrelazar las historias, un enrevesado trabajo recompensado de manera emocional.

Una película romántica diferente, reflexiva y critica hacia la soledad que sufren las personas en una gran ciudad como es Buenos Aires y las frustraciones que provoca una sociedad desordenada y contradictoria llena de trabas y complejos, en un continuo paralelismo con la arquitectura metropolitana. La voz en off aunque recurrente me parece un recurso muy acertado para transmitir la sensación de individualismo que reflejan los protagonistas. Las constantes referencias psicológicas y sociológicas le dan un aire filosófico muy interesante que contrasta con ingeniosas alusiones como ¿Donde está Wally? y Woody Allen y su cinta "Manhattan", de la que se aprecian claras influencias.
Por poner un punto negativo, la voz doblada de Pilar López de Ayala.
La que comparto es un remake de la original rodada en 2004, que también caerá ^^