Auténtica joya cinematográfica la que he descubierto en la Seminci de Valladolid.
Deslumbra más por como lo cuenta que lo que cuenta, sin desmerecer esto último para nada.
Da la impresión que el espacio (la arquitectura) es el verdadero protagonista de la historia de amor de dos personas de distinto extracto social.
Maravilloso montaje, mezclando imágenes de arquitectura, con pequeñas animaciones y una voz en off poderosa que acompaña a todos los elementos narrativos.
No tengo adjetivos suficientes para describir lo que he visto: Original, ingeniosa, deslumbrante, soberbia...

La he visto en la Seminci de Valladolid y me ha encantado.
Esta ópera prima de Avelina Prat es una mezcla entre la fábula y el realismo social.
Los protagonistas son un actor búlgaro, Ivan Banev, que no sabía castellano cuando empezó a rodar y Karra Elejalde dentro de un registro no habitual en él.
Toca el tema de un emigrante diferente, con gran cultura a varios niveles y descubrimos como es denostado.
Según contó la directora en la rueda de prensa está basado en un caso real que vivió su padre.
Te invita a reflexionar pero sin alegatos políticos.
Buen guión, con los actores perfectamente sincronizados y un buen sentido del humor.

Es una historia que alguien tenía que contar. En 1942 los judíos del gueto de Varsovia eran 400.000,de los que sobrevivieron 50.000. Un grupo de teatro seguía haciendo representaciones a pesar de los nazis, los chivatos, el frío y el hambre. Esa lección de vida es la que nos cuenta esta película con guión dirección, montaje y parte de la música de Rodrigo Cortés.
Todo va encaminado a un gran final, donde se te encoge el estomago y te agarras con fuerza a la butaca.

En la rueda de prensa de la Seminci de Valladolid, la directora dijo que está basado en una historia real que conoció a través de la televisión sobre lo que ocurrió en un pueblo de Kosovo contado por una mujer: Fahrije.
Visitó el pueblo y los personajes, entre ellos, a esa mujer fuerte que había vivido la fatal experiencia de que se llevaron a su marido y desapareció. Compartió con ella la historia y se involucró en el proyecto que le llevó 8 años.
A pesar de que las mujeres habían perdido a sus maridos, hermanos o padres, en esa situación tan difícil, hacen piña sacando adelante un proyecto de fabricación de salsa Advar, lo que más tarde convirtieron en una fábrica, salvando además las presiones y amenazas de una sociedad patriarcal conservadora.
Destacar la gran interpretación de Yllka Gashi en el papel de Fahrije, llevando todo el peso de la narración.

Duro drama psicológico y emocional, con la guerra interna entre el servicio secreto israelí y el de la resistencia palestina, todo ello con mujeres como moneda de chantaje.
En la rueda de prensa de la Seminci de Valladolid el director dijo que hace veinte años se enteró de esta historia real y se decidió hacerla ahora, aunque alguno de los personaje es ficción.
También expuso que utiliza en sus películas la traición como tema recurrente y que hay una causa para ello: “cuando tenía 11 años, traicioné a alguien y para librarme culpe a un amigo, al cual el maestro castigó. A mis 60 años, todavía me siento tan culpable como entonces”

Mezcla de documental y ficción, Neus Ballús ha conseguido una película que desprende frescura y gran sentido del humor.
En la rueda de prensa de la Seminci de Valladolid contó que eligió como protagonistas a tres fontaneros para que se interpretasen a ellos mismos en las diversas chapuzas que van haciendo por las casas.
El mérito es enorme, al rodarse cronológicamente y en función de las diversas reacciones de los actores.
70 horas filmadas y un montaje que ha durado 9 meses da fe de la complejidad del proyecto.
Un gran reto llevado a buen puerto por la joven directora, que ya ha sido valorado en varios festivales, como Locarno o Toronto.

Es una película que me ha impactado, por su frescura y por el magnífico trabajo de las cuatro actrices protagonistas.
También por esa naturalidad que transmite y como la directora ha conseguido que tan pronto te hace reír como al rato llorar, y eso no es nada fácil, sobre todo en una ópera prima.

Antes de ver la película, yo ya había leído la novela del mismo título, escrita por Héctor Abad (hijo), que me pareció impresionante.
Ahora la he visto en pantalla y me ha parecido una buena película, que a través del hijo te va presentando en diversas etapas ese entorno familiar y político donde se desenvuelve su padre (Héctor Abad Gómez), ese médico defensor de los derechos humanos cuyo nombre y trabajo merece la pena conocer.
En la primera parte el tono es más distendido utilizando el color, mientras que en la segunda parte se hace más dramática y utilizando el blanco y negro
Con una buena dirección y el gran trabajo actoral de Javier Cámara, hay muchos momentos que me llega a emocionar.
El discurso final de Héctor Abad Gómez te deja huella.
Recomiendo verla, pero también leer la novela, que ahonda en más detalles.

Esta ópera prima te sumerge en las vivencias, sobre todo, de una niña de 11 años, en esa edad tan díficil y con unas condiciones familiares particulares. La joven actriz Andrea Fandós hace un trabajo impecable y te hace vivir sus dudas y su aprendizaje con gran fuerza.
Valoro que para ser su primera película la dirección está a gran altura.
Sin embargo, me da la impresión que la directora no ha desarrollado del todo el guión y se queda sin ser esa obra maestra que esperaba ver.

De entrada la película refleja lo que les pasa a muchas mujeres para su realización personal: tienen en la familia su principal escollo.
Pero el envoltorio que nos presenta Icíar Bollaín me parece que no funciona.
Promete ser una comedia berlangiana, pero nada más lejos.
No funciona, salvo secuencias sueltas y no me consigue arrancar una sonrisa en ningún momento. Bien los actores.
Una pena, por que desde que discubrí en la dirección a Icíar en la Seminci con “Hola, estás sóla”, todo su cine me ha gustado.

He visto muchas películas sobre el nacismo, pero esta es distinta, desde el momento que son niños los autenticos protagonistas de esa barbarie.
Imposible no llorar al verla, pero no por ello hay que dejar de hacerlo. Ojala que hechos como los que vivieron estos jovenes no se repitan en un ningún país.

Un corto de animación de apenas 6 minutos que me ha parecido una obra maestra por su originalidad y lo mordaz que llega a ser.
Sátira del mundo del trabajo donde las personas poco importan.

Basado en hechos reales de la propia directora, esta denuncia de la situación en Argelia de las mujeres me ha parecido una buena película.
Destaca la gran interpretación de la actriz Khoudri, que lleva todo el peso de la narración con gran frescura y naturalidad.
A pesar de ir nominada a los Oscar, aún no se ha estrenado en Argelia.

Rompedera en su tiempo, tanto por lo que cuenta y sobre todo como lo cuenta.
Fragmentando la narración y con un ritmo trepidante te sumerge en la acción de cada personaje de forma frenética, con el sentido del humor propio de Tarantino.
Es ya un clásico del cine mundial.

Original y conmovedora visión de una joven con parálisis cerebral, que quiere vivir su propia vida siendo una artista del comic.
Muy bien contada y no sólo nos enseña como ella lucha contra sus limitaciones sino que va más allá, adentrándose en como quiere acceder a esas otras necesidades que tenemos las personas que nos consideramos normales.
En definitiva, nos la quiere mostrar como persona y la verdad es que lo consigue.
La directora acierta al dar el papel a una joven amateur con la misma dolencia que la protagonista y lo que consiguen ambas es transmitir veracidad con grandes dosis de sensibilidad.
Quizás en la parte final no está tan acertada como en la primera parte, pero a pesar de ello el resultado es muy recomendable.

Sencilla e interesante película, donde se adentra en el universo personal de tres mujeres que han superado la barrera de los 50 añosy lo hace a través de las conversaciones que tienen mientras pasean por el parque todos los jueves.
Así vamos conociendo a cada una de ellas y su problemática particular.
El peso lo llevan de forma magistral las tres actrices protagonistas: Emma Suárez, Adriana Ozores y Nathalie Poza. Todo ello apoyado en un buen guión y una buena dirección, pasando de la comedia al drama, consiguiendo tanto hacerte reír como llorar.

Este biopic de Judy Garland se centra en los últimos años de la actriz, después de una etapa enganchada al alcohol y las pastillas.
Claro que hay un precedente cuando de niña la productora Metro Goldwyn Mayer la hincha de anfetas para explotarla a un ritmo frenético sin desfallecer.
Sin embargo, al menos a mí, no consigue engancharme salvo algunas secuencias determinadas.
Destacar la interpretación de Renée Zellweger.

Interesante propuesta, que nos descubre uno de tantos casos que tardan años en conocerse y donde las multinacionales son capaces de casi todo por enriquecerse sin tener en cuenta ni las vidas humanas que dejan destrozadas.
Te crea una angustia y una intranquilidad que te dan ganas de consumir cada vez menos productos dependiendo de quienes provengan.
Bien llevada y con una buena interpretación de Mark Ruffalo.

Mezclar el humor con temas tan serios como el nazismo, que tantos muertos provocó, me parece que está al alcance de muy pocos directores. Cito un par de casos donde veo que que sí lo lograron: 1- Erns Lubitsch en la satírica "To be or no to be" (Ser o no ser) (Estados Unidos 1942), 2- Roberto Benigni con "La vida es bella" (Italia 1997).
En Jojo veo buenas intenciones pero difiero de las valoraciones de la crítica y a mí no me agrada, ni siquiera consigue sacarme una sonrisa en las situaciones que lo pretende

Basada en hechos reales y con unas buenas interpretaciones, Clint Eastwood vuelve a conseguir una película más que aceptable.
Presenta la dualidad del personaje: por un lado como un friki obsesionado por todo lo concerniente a la policía y por el otro como una persona noble de gran corazón.
Destacar la crítica de ese sector de la prensa que divulga noticias sin contrastar, ni medir las consecuencias de ello y de personas dentro de la policía que buscan culpables a cualquier precio.