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Críticas ordenadas por:
Posesión infernal (Evil Dead)
Posesión infernal (Evil Dead) (2013)
  • 5,8
    19.440
  • Estados Unidos Fede Álvarez
  • Jane Levy, Shiloh Fernandez, Lou Taylor Pucci ...
7
Persiana veneciana
Para una vez que en una reunión de amiguetes, aunque el motivo sea ayudar a la desintoxicación de la protagonista, a uno le da por leer en vez de beber hasta caer redondo, resulta que elige un extraño libro encuadernado en piel humana, escrito con sangre, que resulta ser el “Libro de los Muertos”, y se las apaña para interpretar las complejas formulas y rituales que contiene despertando, sin querer, a una serie de entidades malignas. ¡A partir de ahí estás jodido!

La única manera de ver esta película sin experimentar repugnancia, auténtico pavor y eludir unos sustos del carajo, es poner los ojos en modo persiana veneciana para verano. Solo así podrás salir del cine dignamente, como un machote, y decir que no era para tanto. Pero si que lo es.

¿Es esta versión peor que la original de San Reimi? No lo sé porque no he visto la primera. ¿Se puede recomendar esta película? Nooooooo, salvo que estés seguro de que la persona a quien se la aconsejes tenga estomago suficiente para aguantar tantas escenas gore y un corazón fuerte a prueba de sobresaltos. ¿Es una buena película? Yo afirmo que sí. Como amante del terror, que siempre arrastra el estigma de ser considerado un género inferior, he de decir que cumple de manera sobresaliente los requisitos que exigen las normas de calidad: el demonio es espeluznante, la cabaña en medio del bosque terrorífica, la sangre corre a raudales y no dejas de experimentar miedo y asco en el bosque, que no en las Vegas.

Fede Álvarez, el director, con ese nombre tan amigable y cercano, no sé si en un intento de alejarse de la versión de Reimi, rechaza la utilización de dos elementos habituales en este tipo de películas: no hay ni humor ni sexo. ¿Qué consigue con eso? Pues que no te relajes en ningún momento, que no bajes la guardia ni dejes de prestar atención y que la hora y media de metraje suponga una auténtica oda sanguinolenta y escalofriante durante la cual casi, casi, llegas a vomitar en algunas de las escenas.

Estamos ante una cruenta recopilación de los mejores instrumentos y objetos para matar (cuchillos, sierras eléctricas, escopetas), las técnicas “más depuradas” para lograrlo (hoguera, enterramiento en vida, desmembramiento, caídas en el baño…) y una selección de los miedos psicológicos que más atemorizan a los humanos (la culpa, la soledad, no ser capaces de ayudar a las personas que queremos...).

Grité mucho y bien. Experimenté náuseas a veces. Cuando me fui a acostar me acordaba de algunas escenas… La película es buena.
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Oblivion
Oblivion (2013)
  • 5,8
    47.216
  • Estados Unidos Joseph Kosinski
  • Tom Cruise, Andrea Riseborough, Olga Kurylenko ...
7
Cualquier tiempo pasado fue mejor
Que la película esté narrada por Jack Harper, el héroe superior a los demás por su fuerza y coraje, con una misión definida, aunque el no sea consciente (oblivion significa olvido), no creo que haga la película tediosa, como afirman algunos críticos, sino que le confiere un halo trascendente, épico, que ayuda a empatizar al espectador con él. La añoranza que reflejan la voz y las palabras del protagonista por el pasado, acompañada de unas imágenes espectaculares (creo que los exteriores han sido rodados en Islandia), producen cierta tristeza a la vez que invitan a la esperanza.

De hecho, la importancia que el protagonista otorga a determinados objetos, en especial a los libros (la cita sobre Horacio del libro “Cantos populares de la Antigua Roma”, del poeta y político inglés Thomas Macaulay, resume el mensaje de la historia), refleja que la felicidad está al alcance de nuestras manos dado que está se encuentra en las pequeñas cosas. El cuadro de Hopper así lo rubrica.

Aunque no rechaza la tecnología si demuestra cierta reticencia hacia su uso y abuso y casi es un alegato hacia la vuelta al estado de naturaleza, representado por la rustica cabaña al lado de un lago en la cual, al depositar cuidadosamente sus Ray-Ban y la gorra de los New York Yankees, mientras suena de fondo un viejo disco de vinilo (“A Whiter Shade of Pale”, del grupo británico de rock Procol Harum, convertida en melodía de culto), transforma en hogar.

El relato del futuro postapoliptico está contado de manera acertada porque a la vez que narra el día a día del operario mecánico que se supone es Jack, inserta los retazos del pasado en los que nos va desvelando como se llegó a ese presente, tan frío, y como se avanza hacia ese futuro, en principio esperanzador, en Titán, la luna más grande de Saturno.

La película está repleta de referencias y homenajes a clásicos de la ciencia ficción. Para demostrar que el ataque que ha sufrido la tierra ha sido catastrófico, además de la Luna medio rota, se explaya en mostrarnos las ruinas de los edificios emblemáticos americanos (la Estatua de la Libertad, como en “El planeta de los simios”, el Empire State, el pentágono, el capitolio, el Puente de Brooklyn o el Yankee Studium).

Por una vez, y sin que sirva de precedente, he disfrutado con las maquinas y artilugios que aparecen porque tienen un diseño muy llamativo y elegante, algo que no es de extrañar dado que Joseph Kosinski tiene estudios de arquitectura y eso se nota, sobre todo en el diseño de la casa-plataforma en la que residen Jack y su compañera… ¡alucinante la piscina!

Fantástica la nave en la que se desplazan, sobre todo por la forma de despegar imitando el salto del ángel, un salto estirado ejecutado con la cabeza inclinada hacia atrás, la espalda un poco arqueada y manteniendo los pies juntos de manera que formen una línea recta desde las caderas hasta los dedos de los pies. Al saltar hacia arriba los brazos se extienden hacia los lados hasta la altura de los hombros, manteniéndolos así hasta que el saltador está cerca del agua, momento en el que se juntan por encima de la cabeza y las manos se ponen de forma que entren en contacto con el agua antes que el resto del cuerpo. La nave lo reproduce a la perfección.

Los Drones (yo los llamo los K-Drones por lo malos que son, je, je) son unas pelotas de ceño fruncido y bizcas, que disparan hacia todos los lados, y que, cuando no tienen ángulo de tiro suficiente, sacan a relucir su lado poligonero y se dedican a empujar a las otras naves como si de los coches de choque se tratara.

La película, sin ser una gran historia, me ha resultado entretenida y visualmente muy atractiva. Creo que merece la pena verla (y eso lo dice alguien que no es fan precisamente de este género, lo cual es de tener en cuenta ¿no?).
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anna Karenina
Anna Karenina (2012)
  • 6,0
    12.960
  • Reino Unido Joe Wright
  • Keira Knightley, Aaron Taylor-Johnson, Jude Law ...
8
Biodramina, Chanel y lágrimas
Leí “Anna Karenina” hace mucho tiempo, creo que con 15 o 16 años, y al igual que me pasó con “Madame Bovary”, entonces no me gustó. Con esa edad aún no había entendido que hay novelas universales extrapolables a cualquier tiempo y lugar, pero que otras no pueden entenderse sin el contexto histórico y social en el que se desarrollan.

Ambas obras se encuadran dentro del realismo, corriente estética que surgió en la segunda mitad del siglo XIX, cuyo rasgo fundamental es el intento de reproducir la realidad de la manera más fiel y exacta posible. En la literatura destaca por el uso de descripciones minuciosas de lugares, paisajes y objetos, centrándose en la vida cotidiana de las personas, mecidas por el devenir histórico, presentando personajes complejos, que van evolucionando a lo largo de la novela, condicionados por su entorno social y económico, asustados por sus pasiones, sometidos a estrictos códigos de conducta y a reglas que exigen que, quienes se atreven a transgredirlas, lo paguen muy caro.

Llevar al cine una obra maestra de la literatura debe imponer, por la presión que supone no ser capaz de estar a la altura del autor, y tal vez eso sea el motivo por el que Joe Wright decidió empezar a contar la historia de Anna como si nos encontráramos dentro de un torbellino: la cámara gira y gira sin parar 360 grados (por eso la Biodramina, os hará falta creedme) presentando una abundancia de cosas que ocurren a la vez y a las que casi no puedes prestar atención por el mareo que llevas encima. Si a lo anterior le unes que el director, en vez de buscar localizaciones exteriores, hace que toda la película suceda dentro de un desvencijado teatro, te encuentras con que los primeros 10 o 15 minutos sientes un fuerte rechazo hacia lo que estás viendo.

Pero transcurrido ese tiempo liberas tu mente y te dejas arrastrar por la exquisita música que compone la banda sonora de esta película coreografiada, en la que la transición de una escena a otra (jugando con la tramoya, el escenario, la platea, las escaleras, el telón, todas las partes que integran un teatro) se produce con una cadencia grata y elegante. La propuesta novedosa y arriesgada de Wright, que al principio rechazas por rara, termina por engancharte y hace que le reconozcas al director su originalidad. Porque la extravagancia de la presentación no le roba ni un ápice de apasionamiento a la historia, al contrario, creo que la acentúa.

El magnífico vestuario diseñado por Jacqueline Durran (sin duda alguna el Oscar más merecido de este año), las perlas y diamantes de Chanel, y la belleza de Keira Knightley, proporcionan al personaje de Anna una irresistible capacidad de seducción esa de la que ella, sin apenas experiencia de la vida, no es consciente. Y aunque la película corre el riesgo de naufragar por la falta de química entre Keira y Aaron Johnson, actor que da vida a Vronski (¡menuda diferencia con la que existía entre ella y Fassbender en “Un método peligroso”!), Jude Law borda el papel de Karenin, el estricto marido de Anna, aunque en la película se suaviza su carácter frío y vengativo.

Más allá de la forma, el fondo no se desvirtúa, asistimos a la lenta destrucción de Anna como esposa, como madre, como amante, como mujer, como individuo. Nos hace participes de lo angustioso de su progresivo aislamiento social y emocional. Y finalmente nos enfrentamos a la escena de su suicidio, acongojados porque no encuentra salida a su situación, mientras que para el resto la vida sigue.

La composición de la escena final me recordó a los cuadros de Hopper.

Gran belleza visual, exaltación musical y profunda tristeza.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mamá
Mamá (2013)
  • 5,3
    30.339
  • Canadá Andy Muschietti
  • Jessica Chastain, Nikolaj Coster-Waldau, Megan Charpentier ...
8
Terror gótico
“Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

(“El cuervo”, Edgar Allan Poe)

Una oscura y sombría cabaña perdida en medio de un bosque tenebroso, una lograda atmosfera de misterio, hechos sobrenaturales de difícil explicación, figuras fantasmales, extraños sonidos nocturnos, una maldición, acompañado de esos otros miedos intangibles y emociones desbocadas (angustia, soledad, celos, amor enfermizo o su ausencia total) que nos paralizan más que los anteriores….

Andrés Muschietti nos presenta en “Mamá" una obra que aúna los elementos visuales y sonoros característicos de la narrativa gótica de terror, con los del género actual que incide más en el miedo psicológico y que utiliza como principal recurso el “susto”, todo ello pespunteado con los amplios recursos que ofrecen las nuevas tecnologías.

Un comienzo sobrecogedor nos introduce en la vida de Lilly y Victoria a quienes su padre biológico, incapaz de proporcionarles la seguridad y protección debida, condena prácticamente a la muerte.

Pero cinco años después de su desaparición, más alimañas que humanas, son encontradas sin que nadie se explique como han podido sobrevivir. Así comienza para ellas un proceso de readaptación a la vida normal por el que no pasan solas, ya que una presencia espeluznante y sobreprotectora vela por ellas.

Así la vida sin responsabilidades de Anabel (impresionante la capacidad mimética de Jessica Chastain que pasa de un registro a otro prácticamente irreconocible y siempre igual de convincente) junto a Lucas el tío de las niñas (Nikolai Coster-Waldau es un actor cuyo nombre, difícil de aprender y pronunciar, empieza a dar que hablar más allá de su excelente papel de Jaime Lannister en “Juego de tronos”, como ya demostró en la magnifica “Headhunters”) se complica. Imprescindible para la película son las actrices infantiles, cuya pasmosa facilidad para meterse en sus papeles le proporciona una credibilidad que en manos de otras hubiera quedado en entredicho.

La escena final, en la que el director se explaya y abusa de los efectos digitales, supone una pequeña tacha en la película que, sin embargo, considero que no es suficiente para empañar el conjunto.

“Mamá” posee una belleza aterradora y un halo poético que envuelve toda la historia. Entre escenas pavorosas y sustos no por esperados menos efectivos, nos habla de cómo el sentimiento paterno filial está más allá de los lazos de sangre.

“…aprendió a conocerlo, se conocieron, y descubrió con un grande alborozo que los hijos no se quieren por ser hijos sino por la amistad de la crianza.” (“El amor en los tiempos del cólera”, Gabriel García Márquez)

Para terminar ¿queréis saber por qué a mí determinadas escenas de esta película me asustan tanto? Cuando mis hermanas y yo éramos pequeñas, alguien nos contó este cuento:

La asadura (cuento popular castellano)

Érase una vez una niña que vivía con su madre viuda y que eran muy pobres. Un día su madre le mandó a la tienda a comprar asadura, pero no le dio dinero porque no lo tenían. La niña fue a la tienda y no pudo comprar porque el carnicero no le quiso fiar.

Salió de la tienda muy triste, pensando que no podía llevar nada a casa. Al pasar por delante del cementerio se le ocurrió entrar. Allí estuvo meditando y, al cabo de un rato, decidió sacarle la asadura a un cadáver que había sido enterrado el día anterior, pensando que a él ya no le era útil y, en cambio, a su madre y a ella podría servirles para saciar su hambre. Así lo hizo. Al llegar a casa, su madre se puso muy contenta, cogió la asadura, la limpió, la partió y la guisó para la cena. Una vez que hubieron comido, satisfechas como estaban, les entró sueño y se fueron a dormir. Durmiendo estaban cuando un ruido tenebroso las despertó y escucharon una voz que decía:

-¡Devuélveme mi “asaúra ura”, que la sacaste de mi sepultura! La niña gritó:
-¡Ay!, mamaíta mía, ¿quién será?
La madre le contestó:
-Calla, hija mía, que ya se irá.
Y dijo la voz:
-Que no me voy, que en la escalera estoy.
La niña, más asustada, volvió, a gritar:
-¡Ay!, mamaíta mía, ¿quién será?, que no he hecho nada malo y me quieren llevar.
-Calla, hija mía, que ya se irá.
Y la voz dijo entonces:
-Que no me voy, que entrando por la puerta de tu cuarto estoy.
-¡Ay!, mamaíta mía, ¿quién será?
-Calla, hija mía, que ya se irá.
Y la voz dijo esta vez:
Que no me voy, que debajo de tu cama estoy.
La niña, aterrada, gritaba:
-¡Ay!, mamaíta mía, ¿quién será el que a los pies de mi cama está y yo no quiero mirar?
-Calla, hija mía, que ya se irá.
La voz, ya furiosa, gritó:
¡No me voy, que agarrándote de los pelos estoy! (en este momento el que te contaba el cuento te agarraba de improviso haciendo que dieras un respingo y gritarás asustado)

Y así, agarrando a la niña, el muerto se la llevó al cementerio, la mató, le sacó la asadura, se la puso y se enterró otra vez.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Take Shelter
Take Shelter (2011)
  • 6,7
    18.498
  • Estados Unidos Jeff Nichols
  • Michael Shannon, Jessica Chastain, Shea Whigham ...
9
Efecto mariposa
Una alegoría es una figura literaria o tema artístico que pretende representar una idea valiéndose de formas humanas, animales o de objetos cotidianos, hacer “visible” lo que solo es conceptual. “Take shelter” es una alegoría que mostrándonos en pantalla el día a día de Curtis LaForche, un hombre cualquiera de un pueblecito de Ohio, y las alucinaciones que empieza a sufrir, va dando forma al concepto de caos

El concepto de caos (que no hace alusión a desorden, sino a un orden tan complejo que es prácticamente imposible descifrarlo) ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad. Los pueblos antiguos creían que las fuerzas del caos y el orden formaban parte de una armonía inestable, en permanente tensión.
Dentro de la Teoría del caos, el conocido como “efecto mariposa” (el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo) afirma que una pequeña perturbación en las condiciones iniciales de un sistema caótico, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. Es decir, por más insignificante que parezca una circunstancia siempre acarreará algún tipo de consecuencia insospechada e importante
La incertidumbre forma parte de la vida diaria. Nuestra existencia está compuesta de un cúmulo de variables entremezcladas y en constante retroalimentación, aunque en aparente desorden, que es imposible predecir.

Un día cualquiera Curtis LaForche tiene una extraña pesadilla sobre una gigantesca tormenta que se avecina (toma conciencia del caos, de los vaivenes de la vida) y a partir de ahí, comienza a sufrir alucinaciones que son el reflejo del miedo que empieza a atenazarlo y del que no sabe como escapar: miedo a su propia hija con la cual, debido a su sordera, apenas sabe como comunicarse, miedo a que su mujer lo abandone, miedo a la precariedad laboral, a que los amigos le den la espalda, incluso a que su mascota se revuelva contra el y muerda la mano que lo alimenta.

Ser conscientes de que cualquier acto, palabra u omisión puede tener importantes consecuencias en el futuro, nos produce una angustia vital que nos hace bordear la locura. El pánico a lo desconocido se apodera de nosotros y, para superarlo, perseguimos un control que nos proporcione seguridad. El refugio contra los tornados representa el CONTROL, en cuya construcción el protagonista lo invierte todo poniendo en peligro su trabajo, su economía y su matrimonio, convencido de que así encontrará la paz y seguridad para él y los suyos. Pero se equivoca. Ese control no es posible, es solo una ilusión.

La película, cargada de un fatalismo cruel, se encarga de recordarnos que únicamente cuando aceptamos que hay cosas que no dependen de nosotros, cuando aprendemos a sobrevivir con la incertidumbre, somos capaces de enfrentarnos a la traumática aventura que es vivir.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Django desencadenado
Django desencadenado (2012)
  • 7,9
    118.642
  • Estados Unidos Quentin Tarantino
  • Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio ...
9
Mucha saaaangre, sudor y lagrimas
Decir Tarantino, es decir sangre, sudor y lagrimas (pero de risa). De hecho, toda crítica que se precie sobre cualquiera de sus películas debería ir escrita en rojo para dar idea de la importancia que la sangre tiene para este americano, medio psicópata, que ha hecho de la violencia, la barbarie, el esperpento y la exageración, sus señas de identidad. No es un cine apto para cualquier alma, pues aquellas de natural sensible no podrán soportar ni tan siquiera los primeros 20 minutos de esta historia.

Dicho esto, al resto solo nos queda DISFRUTAR, con mayúsculas, de un homenaje a los Spaghetti Western, al lado de cuyos protagonistas “El bueno, el feo y el malo” solo podrían aspirar a “los santos”, porque la película, bestia, repleta de humor negro, macabro a veces, deja en mantillas a cualquier otra de vaqueros, forajidos y caza recompensas jamás filmada.

Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio y Christoph Waltz, (no entiendo como solo está nominado al Oscar éste último) nos regalan un duelo interpretativo en el que no sabes con cual quedarte. Tres hombres diferentes, por como les ha tratado la vida, pero igual de arrogantes y fuertes, que se enfrentan en una farsa negociacidora que pone a prueba su fortaleza, contención y poder. Podemos disfrutar del físico espectacular de Jamie, de la capacidad camaleónica de Leo que, pese a su cara de niño bueno, se gana nuestro odio eterno en su papel de dueño de la plantación, torturador de esclavos y promotor de peleas, a vida o muerte, entre negros, y de, como no, el alemán favorito de Tarantino, la nota exótica en este sabroso coctel sureño.

A su alrededor, secundarios de lujo van y vienen proporcionando unas secuencias inolvidables, unas por las carcajadas que te arrancan sin parar (¡que risa Don Johnson y los suyos!) y otras porque te revuelven el estomago con escenas excesivamente sanguinarias y largas, en las que el director parece recrearse. Entre éstas últimas se encuentran las proporcionadas por los “apás” (Apá, es un oso montañés, rudo, vago y poco sociable, perteneciente a “Los Osos Montañeses”, personajes de ficción creados por la factoría estadounidense de animación Hanna-Barbera, que cuando habla, masculla las palabras entre dientes, por lo que apenas se le entiende y cuyo pasatiempo favorito es tumbarse a la sombra, para echar la siesta, mientras se fuma una pipa, con su rifle al alcance de la mano) zarrapastrosos y sus perros.

Samuel L. Jackson, prácticamente irreconocible, como criado principal de la plantación “Candyland”, un vendido, pelota y traidor, que al final obtiene lo que se merece. En cuanto a las mujeres tienen un papel muy secundario, como corresponde a una buena del Oeste, y ejercen de simples objetos decorativos o como atrezzo que hace más visible, si cabe, el salvajismo de la película gracias a su facilidad para salir despedidas por el aire cuando les dan un tirito de nada.

La banda sonora, elemento fundamental en Tarantino, excepcional como siempre. Una demostración maestra sobre cómo encajar cada pieza musical en el momento concreto de manera que ralentice o agilice el ritmo, según toque.

En resumen, una película MUY: divertida, entretenida y bárbara
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El vuelo (Flight)
El vuelo (Flight) (2012)
  • 6,6
    36.097
  • Estados Unidos Robert Zemeckis
  • Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle ...
8
Ceguera moral
“Flight” es mucho más que una película sobre un piloto alcohólico y drogadicto que, al final, reconoce que lo es y acepta ir a la cárcel para redimirse. Es una película que habla sobre la hipocresía.

El protagonista, totalmente perdido en sus adicciones, en su miedo, en su culpa, no entiende lo que pasa. Se ve solo, se siente solo y ya condenado.


Me ha gustado mucho.
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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lincoln
Lincoln (2012)
  • 6,3
    28.808
  • Estados Unidos Steven Spielberg
  • Daniel Day-Lewis, Sally Field, Tommy Lee Jones ...
5
Ya puestos: "RAJOY"
Me da igual quien lo diga y como lo adorne. Esta es una película sobre un Presidente americano, hecha por un director americano y para un público americano. Para el resto son casi tres largas horas, que se hacen largas de veras, aguantando diatribas y chascarrillos de un político que pasó a la historia por algo importante, abolir la esclavitud, pero que entretiene más en su faceta de “cazador de vampiros” (je, je).

Esto es como si, dentro de 100 o 200 años, a algún iluminado se le ocurre hacer una película sobre Rajoy porque ha pasado a la historia por hacer algo importante, que no bueno, como por ejemplo cargarse el estado del bienestar. Y entonces nos lo sacan en pantalla haciendo gala de su “retranca” gallega, contando anécdotas y chistecillos sobre otros dirigentes (Angela Merkel, por ejemplo) o políticos de otros partidos. Para dar mayor solemnidad al asunto, el director nos castiga con innumerables contrapicados (para dejar constancia de la altura física, que no moral, del personaje) y primeros planos de perfil que solo buscan incidir en el gran parecido físico entre el actor que lo interpreta y el personaje real.

Admito que cuando se inicia la votación en el Congreso, si es que has conseguido llegar hasta ahí a través de los vericuetos y las idas y venidas de emisarios y congresistas, en esa negociación, a veces clara y otras no tanto, tiene cierta emoción porque logra transmitirte que estás asistiendo a un momento histórico.

¡Pero dura poco! Y el final, asesinato incluido, lo único que te hace es exhalar un suspiro pero no de pena, sino de descanso pensando: “¡por fin se ha terminado!

¡Ah! y aunque Daniel Day-Lewis es uno de mis actores favoritos, no creo en absoluto que se merezca el Oscar por esta interpretación. Vamos a lo de siempre, admito que la caracterización es muy buena, por tanto, que se lo den a los de maquillaje, peluquería y vestuario, pero ya está.

Si tuviera que destacar algo de la película, bueno a alguien, sería sin duda a Tommy Lee Jones.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El demonio bajo la piel
El demonio bajo la piel (2010)
  • 5,6
    5.460
  • Estados Unidos Michael Winterbottom
  • Casey Affleck, Jessica Alba, Kate Hudson ...
8
Enganchada a Jim Thompson
Hoy, tarde de domingo lluviosa y fría, ideal para disfrutar, repantigada cómodamente en el sofá y en agradable compañía, de una buena película me entero, antes de que empiece, de que "El demonio bajo la piel" está basada en la novela de Jim Thompson “The Killer Inside Me” y me hago una ligera idea de lo que me espera ya que, no hace mucho, tuve el placer de leer “1280 almas”.

Si buceas un poco en las cenagosas aguas de la vida de Jim entiendes porque escribía lo que escribía y, sobre todo, la manera en que lo escribía. La inspiración para esos sheriffs en apariencia simples y bobalicones, verdaderos psicópatas, la tenía cerca pues su padre, James Sherman Thompson, fue un adinerado sheriff corrupto del condado de Caddo en Oklahoma, jugador empedernido y alcohólico sin remedio, que se suicidó en un sanatorio.

Así nos adentramos en Central City, localidad petrolera al oeste de Texas. Caminos polvorientos, hombres, que mordisquean palillos, parcos en palabras, y mujeres castigadas por éstos y por la vida.

La existencia transcurre lenta, sin sobresaltos, hasta que Lou Ford, sheriff adjunto, un paleto de pocas luces, educado, correcto, siempre dispuesto a ayudar a quien se lo pide, empieza a dejarse arrastrar por pensamientos de sangre y muerte, fruto de «la enfermedad» que ya le hizo cometer un crimen en su adolescencia.

Lou, narrándolo en primera persona como le gusta a Thompson, nos va haciendo participes de sus truculentas meditaciones, en un devenir sereno y reposado, casi al mismo tiempo que las lleva a la práctica de una manera brutal y salvaje, sin despeinarse ni pestañear, y sin darnos tiempos a los espectadores a reflexionar sobre lo que ha sucedido. El asesinato de la prostituta Joyce Lakeland, una cruenta escena, excesiva, a base de brutales golpes, patadas y puñetazos, casi te hace vomitar. A partir de ahí se encadenan las muertes, de un modo más o menos afable, hasta que le toca el turno a la otra fémina de la historia, Amy Stanton, en este caso una chica de buena familia (Jessica Alba, en el papel de la prostituta, y Kate Hudson, en el de Amy, bordan sus papeles).

Casey Affleck, con su rostro cordial, su ánimo templado y su encantadora sonrisa, nos horroriza al demostrar, con su magnífica interpretación, algo sobre lo que Jim Thompson no se cansa de insistir en sus novelas: nada es lo que parece y el mal que más debemos temer es aquel del que son capaces las personas “normales”:

“El mal no es nunca `radical´, sólo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie. Es un `desafío al pensamiento´, como dije, porque el pensamiento trata de alcanzar una cierta profundidad, ir a las raíces y, en el momento mismo en que se ocupa del mal, se siente decepcionado porque no encuentra nada. Eso es la `banalidad´. Sólo el bien tiene profundidad y puede ser radical.” (Hannah Arendt)
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cuerpo
El cuerpo (2012)
  • 6,5
    27.229
  • España Oriol Paulo
  • Hugo Silva, José Coronado, Belén Rueda ...
4
Sin cabeza
El debut en la dirección de Oriol Paulo, que se anunciaba brillante, ha quedado en un simple y breve destello. El mérito lo tiene quien haya realizado el trailer de la película porque aquél promete y engancha más de lo que consigue ésta. Misterio poco, terror ninguno y entretenimiento escasito.

Un inicio prometedor, por la desaparición de la muerta, se convierte en una historia tediosa, lenta y que no termina de arrancar. La larga estancia en al instituto anatómico forense, buscando asustarnos supongo, lo que consigue es envolvernos en un sopor pegajoso del que solo sales hacia el final de la historia. Pero tampoco es que éste sea brillante, que no lo es, porque hacia la mitad intuyes quien puede estar detrás y el resto se lo saca el director de la manga puesto que no da ninguna pista a lo largo de todo el metraje. No hay piezas que encajar, las acopla a la fuerza porque él lo vale.

El caso es que las actuaciones no son malas, exceptuando a Belén Rueda que entre el botox de su inexpresivo rostro, su excesiva delgadez, que da grima, y la baja calidad de su interpretación, no pasará a la historia del cine por esta película. Ni siquiera como cadáver ya que la escena en que aparece su cuerpo es una copia descarada de Laura Palmer en “Twin Peaks”.

En fin, que me ha decepcionado bastante. ¡Menos mal que tenemos el alisado japonés de Coronado!
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12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Hobbit: Un viaje inesperado
El Hobbit: Un viaje inesperado (2012)
  • 7,0
    85.403
  • Nueva Zelanda Peter Jackson
  • Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage ...
4
Money, money, money
Esta es una historia con pies (los grandes y peludos de Bilbo) y cabeza (las de los 12 enanos) pero sin gota de sustancia. Al menos no para el tipo de público que abarrotamos las salas de medio mundo y contemplamos impacientes (¡a una por año!), sin pestañear, “La Comunidad del Anillo”, “La dos torres” y “El retorno del rey”, conscientes de que asistíamos a una de las mejores adaptaciones literarias llevadas al cine.

Una recreación perfecta de la fantasía épica que Tolkien tardó 10 años en completar y que los lectores de “El Señor de los Anillos”, escépticos, nunca creímos que fuera posible transformar en película, por su complejidad, por su profundidad y por su riqueza mitológica. La eterna batalla entre el bien y el mal, que puede adoptar miles de formas y rostros; el ansia de poder, la codicia, la camaradería, el amor incondicional, la capacidad de sacrificio. ¡Caímos rendidos ante el buen hacer de Peter Jackson!

Ahora, un cuento que Tolkien escribió para sus propios hijos, sin más ambición que entretenerlos, se nos vende como “un viaje inesperado”, cual “callejeros viajeros”, desde la Tierra Media hasta el reino enano de Erebor, pasando por el bucólico valle de Rivendel y su espigada ciudad fortaleza. Pero si de algo peca este “viaje” es de previsible y repetitivo. Los efectos especiales no solo no ocultan sino que acentúan el carácter infantil y poco elaborado de la historia.

Realizada para la mayor gloria de las 3D, asistimos a una sucesión de objetos lanzados por los aires, precipicios que buscan provocar ataques de vértigo, vuelos de pájaros y personas, más precipicios, continuas caídas, y alguna que otra cancioncilla para animar el cotarro (en ocasiones, os lo juro, no podía dejar de preguntarme donde estaba Blancanieves).

La falta de mensaje, de diálogos, de sentido, se rellena, al igual que hicieron con la precuela de la trilogía de la “Guerra de las Galaxias”, con un sinfín de bichos, bichitos y bichotes que en nada tienen que envidiar a los que aparecen en la citada. Es más, el rey de los trasgos, con su papadón, parece un homenaje a Jabba el Hutt, una especie de gusano que aparece en uno de los capítulos de “Stars Wars”.

Los trolls, que en “The Lord of the Ring” son utilizados como arma de destrucción masiva por su tamaño, fuerza excepcional y poca inteligencia, aquí con la excusa de que están cocinando (¡donde está Alberto Chicote cuando se le necesita!), nos hacen sufrir una serie de chistes escatológicos que, sorprendentemente, arrancan algunas risitas entre el público que ya no sabe como sentarse.

No olvidemos al insufrible Radagast el Pardo, amigo de los animales, mago aspavientoso e irritante que se traslada de acá para allá montado en un trineo de conejos y en el que también se entretiene un buen rato el director para justificar que salgan más bichitos (arañas, erizos, pájaros).

Jackson perseguía dos objetivos con esta precuela:

- Pervertir el espíritu de la saga.
- Exprimir los bolsillos de sus millones de seguidores.

Ambos los ha conseguido.
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12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la mente del asesino
En la mente del asesino (2012)
  • 4,3
    4.247
  • Estados Unidos Rob Cohen
  • Tyler Perry, Matthew Fox, Edward Burns ...
1
Encefalograma plano
Cuando el psicópata asesino en cuestión tiene un encefalograma plano, meterse en su mente obtiene como resultado un aburriiiiimiento que te aturde y predispone a la siesta, sobre todo si asistes a la sesión de las cuatro de la tarde.

Sin negar que Matthew Fox ha hecho un esfuerzo físico evidente para variar su apariencia alejándola de la del beatifico Jack de “Lost”, dicho esfuerzo no se corresponde con su actuación que provoca risa más que miedito. Y es que ir de asesino cruel y pasado, al que le gusta el dooooolor, y que, cuando te roza en el hombro una bala de nada, exclames: “Uisss. Os vais a enterar de quién soy yo” pues claro te induce a pensar que el malo, más que malo, es calentito y bastante simplón.

No obstante aún es peor lo del detective psicólogo (que no sé yo como los del FBI le hacen una oferta laboral viendo como razona el tío): con solo un crimen ya cataloga al asesino, del que no sabe nada, de psicópata, establece su “modus operandi” y concluye que nooooo, no atacará a los policías porque le hayan impedido realizar su misión.

A partir de ahí, el psicólogo detective se convierte en un fuera de la ley que reparte estopa a diestro y siniestro y que usar su mente, lo que se dice usarla, pues la usa poco, es más parece que no tiene ni pizca de seso.

Esta película, un tostón aburrido, llena de gazapos, sin lógica ni coherencia, si siquiera sirve para hacerte reir porque al final te acaba molestando que traten como si fueras estúpido….
¡Si Giddeon (el mejor agente de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, dedicada a la elaboración de perfiles criminales) levantara la cabeza! Si eres fan, como es mi caso, de la magnífica serie “Mentes Criminales”, este bodrio te resultará insultante.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Skyfall
Skyfall (2012)
  • 6,6
    54.392
  • Reino Unido Sam Mendes
  • Daniel Craig, Judi Dench, Javier Bardem ...
9
Vuelve el hombre
Me cito a mi misma reproduciendo parte de la crítica que escribí sobre “Cowboys & Aliens”: “Mujeres hedonistas de todo el mundo, nuestra eterna búsqueda del goce ha terminado. Daniel Craig encarna el placer adulto para disfrutar con los cinco sentidos. Con la vista porque no hay mayor deleite que verlo caminar: ¡que elegancia, que porte, que sensualidad! Con el gusto, porque no dejas de relamerte cada vez que ofrecen un buen plano de su magnífico culo (y ofrecen bastantes). Con el tacto porque no te resulta difícil imaginarte entre esos brazos fuertes y poderosos… ¡ay! Con el oído porque el doblaje que le han puesto, una voz ronca y parco en palabras, te hace suspirar toooooodo el rato. Y con el olfato, porque aunque no percibes su aroma, te hueles que sea el que sea te dará igual porque el conjunto es irrepetible. ¡Como coge el pitillo, como agarra el vaso acodado en la barra del bar! ¡Gracias al responsable de esos primeros planos de su rostro curtido, que parece cincelado en roca, y de esos ojos azules fríos como el acero!”

Si a todo lo anterior le añades reloj marca Omega, gafas y trajes impecables de Tom Ford, el mejor diseñador de ropa masculina que existe y uno de los mejores de ropa femenina (Gucci aún llora su marcha), decir que 007 es irresistible se queda corto.

El título ya habla de la dualidad que caracteriza esta película: a la vez que hace referencia a la escena inicial, donde 007 cae herido desde el espectacular puente Varda, línea ferroviaria Estambul-Bagdad, 98 metros de altura, también tiene un componente emocional que se advierte durante la evaluación de James por uno de los psicólogos del MI6, quien debe valorar si es apto para volver al servicio activo (una de mis escenas favoritas) y cuyo significado se descubre hacia el final de la historia.

El viejo “Q” es reemplazado por una nueva versión pop que proporciona a James tecnología “última generación” y que da pie a una pelea verbal entre ambos, que no tiene desperdicio, a propósito de la fuerza de la juventud y la importancia de la experiencia.

En el 50 aniversario del más celebre espía de todos los tiempos, Sam Mendes nos presenta un sabio ejercicio cinematográfico donde, magistralmente, juega con todos los ingredientes imprescindibles de la saga, en clave de humor (vuelven los diálogos ingeniosos), y con numerosos guiños a los actores que encarnaron a 007 antes que Craig y a las películas que éstos protagonizaron.

Lo que no entiendo es por qué a Daniel, con el físico más potente de todos los actores que han interpretado a 007, le colocan como oponente femenina, tanto para la chica mala como para la peor, a mujeres “bicho palo”, a quienes el poder aparentar que tienen curvas les obliga a contorsiones imposibles de la espalda según el objetivo sea dibujar unas caderas inexistentes o algo de culo.

Roger Moore, Bond durante 12 años, en el libro que ha escrito titulado “Bond on Bond” afirma que Daniel Craig ha sido, hasta la fecha, el mejor agente 007 (en agradecimiento se cita expresamente el título de “For Your Eyes Only” una de las películas que él protagonizo). Craig, sin embargo, aunque reconoció que todos los actores que dieron vida a Bond aportaron algo al personaje, opina que el mejor ha sido Sean Connery. De hecho en esta ocasión el coche, otro de los elementos clave de Bond, es el Aston Martin DB5 en tono plateado que condujo Connery en “Goldfinger” y que San Mendes vuelve a utilizar para, en tono jocoso, proporcionarnos otro de los diálogos hilarantes, repletos de fina ironía, entre M y 007 a propósito de lo “poco” conocido que es el modelo en cuestión y de las “sorprendentes prestaciones” que ofrece, en especial el famoso asiento eyector en la zona del copiloto que te permite librarte de compañeros de viaje plastas.

Todos los momentos de acción, carreras, persecuciones, saltos, rinden culto, en cierta manera, a las películas anteriores. Mendes, al tiempo que los mantiene para no defraudar a los seguidores, se desmarca de ellos dando prioridad a las interpretaciones de los actores. Su interés se centra en mostrarnos por qué son lo que son y como son y para ello los aleja de la tecnología y el ruido (en esta ocasión baja muchísimo el nivel de decibelios porque hay menos choques, tiros y explosiones) y los aísla en lugares cerrados, en parajes solitarios, enfrentándolos a sí mismos, a sus conciencias y a sus rivales en un cara a cara que, desde mi punto de vista, convierte la película en algo más que “otra de acción” sin dejar de serlo.

“Casino Royale” devolvió a 007 el esplendor de sus primeros años; “Quantum of Solace” le hizo tambalear nuevamente; “Skyfall” lo convierte en el mejor de toda su historia.

Adele, con su maravillosa voz, así lo ratifica.

Por cierto, ¿se nota que Daniel Craig me pone cardíaca?
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magic Mike
Magic Mike (2012)
  • 5,1
    8.411
  • Estados Unidos Steven Soderbergh
  • Channing Tatum, Alex Pettyfer, Matthew McConaughey ...
3
“It's Raining Men”
Muy alto dejaron el listón los chicos de “Full monty”. El bajito, el viejo, el gordo, el flaco, el negro, el blancucho pelirrojo y “caballo”, demostraron que pese a tener cuerpo “escombro” lo importante para deleitar al público femenino era la gracia, la picardía y, sobre todo, la actitud. Su “acero caliente” consiguió traspasar la pantalla y emocionar y divertir a partes iguales. Comedia, drama social y gente que buscando una solución al gravísimo problema del paro encuentra una salida a ritmo de Hot Chocolate y Donna Summer con sus “You Sexy Thing” y “Hot Stuff” haciendo bailar a medio mundo con ellos. ¡Eso si es dejar huella!

Si seguimos hablando de strippers, desnudos masculinos o actores porno, no podemos olvidarnos de “Boogie Nights” donde Mark Wahlberg también luce anatomía. Esta película está basada en la vida del mítico John Holmes, uno de los actores porno más famosos de todos los tiempos y a quien, probablemente, el simple hecho de miccionar cada día, con las correspondientes sacudidas posteriores, le provocó el conocido como “síndrome del túnel carpiano”…. ¡que su pene medía entre 25 y 28 cm!

Con “Magic Mike” tenemos sobre un escenario cutre una caterva de individuos cuyo casting no tiene desperdicio: Matthew McConaughey, Mateo para los amigos, no se ha tenido que esforzar para aparecer como un cateto con palillo en la boca y botas de cowboy (con el sombrero de barras y estrellas remata el look). Paleto tejano pero, eso sí, sin oler a vaca (“Texas, más ganado que demócratas”), sino como los propios ángeles, que para eso Dolce & Gabbana inexplicablemente, al menos para mí, lo han elegido como imagen de su perfume “The One Gentleman”.

Channing Tatum, con ese cuello toro, tiene a su favor que, si no ha sido doblado, es capaz de hacer unos movimientos que parecen bastante complicados, por lo que tiene su merito… Cuestión aparte sería su capacidad como actor.

Adam Rodríguez resulta que dejó su prometedora carrera como C.S.I. en Miami, a las ordenes del petirrojo Horatio Caine, como el agente Eric Delko, para iniciar otra bastante dudosa como stripper también en Miami… ¡menudo carrerón! (y encima tiene el culo fofo).

Para el final he dejado “al hombre”, Joe Mangianello, quien ha logrado que los vampiros dejen de ser mis monstruos favoritos y sean desbancados por “el hombre lobo” Alcide Herveaux de la serie de televisión “True Blood”.

En resumen, estamos ante un “Flashdance”, versión masculina, con menos acrobacias y más culos al aire. En el femenino tenemos a Alex, chica, que sueña con llegar a ser bailarina (profesión femenina por naturaleza) y entretanto, para poder vivir y pagar sus clases de baile, trabaja por el día como soldadora y de noche baila en un club nocturno. En el masculino tenemos a Mike, mostrenco, que sueña con tener su propia empresa, para que nadie le mandé, diseñando muebles (control, creatividad e independencia, características inherentes a cualquier profesión masculina que se precie) y que, mientras lo logra, trabaja por el día en una obra y por la noche baila en un club, bueno más que bailar menea sus atributos.

Película superficial, plana, sosa y encima moralizante. Definitivamente Steven Soderbergh no se encuentra entre mis directores favoritos.

¡En fin, en cuestión de desnudos inolvidables y excelentes actores siempre nos quedará Fassbender!
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21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mátalos suavemente
Mátalos suavemente (2012)
  • 5,8
    28.833
  • Estados Unidos Andrew Dominik
  • Brad Pitt, Scoot McNairy, Ben Mendelsohn ...
6
"Killing me softly”, Brad
Un ratero de poca monta quiere subir en la escala criminal y no se le ocurre otra cosa que asaltar una timba de póker, cuyos jugadores son todos mafiosos, y encargarles el trabajito a dos pobres drogatas. El tío, a estas alturas ya es evidente que se cree muy listo, lo tiene todo pensado: hay un cabeza de turco, otro mafioso que ya asaltó anteriormente una partida y que tampoco, por lo que parece, es muy espabilado ya que, pasado un tiempo, contó a todo el mundo su hazaña.

La imagen de la Mafia ha quedado dañada porque todo es cuestión de confianza y si una vez te roban, y nadie paga el pato, abres la puerta para que cualquier pasmado piense que se puede volver a hacer.

Para enmendar la situación contratan a Jackie Cogan, buena actuación de Brad Pitt, un asesino que no destaca precisamente por su sutileza y que se pasa la mayor parte del tiempo parlamentando y negociando con el abogado de los capos en un coche (lo que te llega a cansar bastante) sobre cómo, cuándo y a quién es preciso cargarse y, sobre todo, cuánto va a costar.

Por tanto tenemos: al contratista y sus dos operarios fumetas, al mafioso que se escapó la primera vez y que no sabe lo que le espera (la escena en que le dan una paliza es tan bestia y tan desagradable que hubo gente que se salió del cine), al clan de los humillados y ofendidos, al negociador, esto es el abogado, al mafioso capón (ya no quiere matar a nadie, solo beberse hasta el agua de los floreros y tirarse a todo lo que se menea) y al asesino que debe lograr que todas las piezas encajen.

Pero no lo logra, porque esta película, pese a contar con muy buenas interpretaciones, en su intento de convertirse en referente del género negro se queda corta. Es un conjunto de pequeñas partes que, si las valoras por separado, resultan entretenidas, pero cuando intentas seguir la historia en su conjunto, te das cuenta de que da saltos inconexos consiguiendo, entre uno y otro, que te aburras.

Algunos diálogos son graciosos. A destacar la banda sonora.

Para terminar, decir que no me importaría susurrarle al oído: “Killing me softly”, Brad, con la maravillosa y sugerente voz de Roberta Flack.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Possession (El origen del mal)
The Possession (El origen del mal) (2012)
  • 4,8
    5.752
  • Estados Unidos Ole Bornedal
  • Jeffrey Dean Morgan, Kyra Sedgwick, Grant Show ...
5
Un demonio simbiótico
En esta ocasión no necesitamos un alzacuello y una biblia, es decir un cura católico, sino un rabino porque nos encontramos ante un espíritu demoníaco judío. Aunque en un principio puede parecer un poco tonto, puesto que se deja encerrar en una caja difícil de abrir, no lo es en absoluto porque se las apaña bien para hablar a través de ella y aunque lo hace en hebreo, creo, lo entiende quien interesa (y entretanto lo liberan, la caja tiene muy mala leche y castiga a quienes quieren ocultarla o hacerla desaparecer… ¡según está la vivienda!)

Podríamos definirlo como un demonio simbiótico. El término simbiosis se utiliza para describir la vida en conjunción de dos organismos (simbiontes), de diferente tipo, en íntima asociación y, por lo general, con efectos beneficiosos para al menos unos de ellos. Es evidente que el demonio (huésped), que se arrebuja en un rinconcito de quien lo cobija para no dañar ningún órgano vital y seguir alimentándose gratis (¡no os perdais la escena de la radiografía!), obtiene muchos beneficios, pero el arrendatario no solo no cobra alquiler, sino que encima paga con su vida.

No es una película de grandes sustos ni aspavientos, pero tiene escenas que dan repelús. Los aficionados a este género ya sabemos que no hay nada más terrorífico que ver como un niño, inocencia en estado puro, se va transformando poco a poco en alguien maligno capaz de cualquier cosa. En este caso, la estética de la transformación de la niña sigue la estela que encumbró la película “The Grudge”, adaptación estadounidense de la película japonesa “Ju-on: The Grudge”, y que, al menos a mí, me produce pavor.

La historia trata el tema de las posesiones demoniacas sin aportar nada nuevo al género. Cuenta lo mismo pero de manera amena y bastante creíble, además no se extiende en vómitos ni sangre. Resulta entretenida.
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Headhunters
Headhunters (2011)
  • 6,8
    15.463
  • Noruega Morten Tyldum
  • Aksel Hennie, Synnøve Macody Lund, Nikolaj Coster-Waldau ...
9
No esperas lo que vas a encontrar
Esta es una de esas películas de la cual no has oído hablar pero que, ante la pésima oferta del verano, eliges simplemente por descarte de las otras. Y entonces ocurre que, de repente, te encuentras con algo que no esperabas: una mezcla de thriller, film de acción, espionaje y humor que te engancha y sorprende desde el minuto uno.

Un director desconocido de nombre casi impronunciable, Morten Tyldum, nos presenta una estupenda historia con un elenco de actores también desconocidos, excepto Nikolaj Coster Waldau, actor danés famoso en el mundo entero, por su soberbia interpretación de un malo que está muy bueno (no hay más que contemplar la foto): Jaime Lannister en “Juego de tronos”.

Aparentemente vamos a introducirnos en la aburrida vida de Roger, un frío y estoico cazatalentos noruego, acosado por las deudas que acumula gracias a su empeño por vivir muy, pero que muy, por encima de sus posibilidades, casado con una imponente mujer que igualmente, dada la más que evidente diferencia de atractivo físico entre ambos, también parece por encima de sus posibilidades, lo cual le genera bastante inseguridad y estrés.

Enseguida nos enteramos de que el inexpresivo Roger cuenta con otra fuente de ingresos, en apariencia segura y fácil. Cuando aparece en escena el atractivo Clas Greve se enmaraña tanto su matrimonio como su doble vida, lo que le obligará a comportarse de una manera que nunca hubiera imaginado.

La película, que arranca de manera suave, te introduce de golpe en un paroxismo de violencia, sangre y muerte que te deja literalmente pegado a la silla. El ritmo se vuelve vertiginoso, casi no puedes seguirlo.

Aunque en muchas ocasiones crees adivinar lo que está pasando y casi empiezas a perder el interés, el guión es tan bueno que está repleto de trampas en las que el espectador incauto cae una y otra vez, sin llegar a saber cuál será el desenlace hasta el final. Y todo eso sin olvidar las perlas de humor macabro, escenas muy bestias, sí, pero que te arrancan más de una sonrisa.

Pese a la velocidad con que todo sucede asombra el perfecto engranaje en el que se inserta cada palabra, cada escena, cada detalle por nimio que parezca. Todas las piezas tienen su lugar en el genial puzle final que es la película.

¡La recomiendo!
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52 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prometheus
Prometheus (2012)
  • 5,8
    67.892
  • Estados Unidos Ridley Scott
  • Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron ...
4
PROMETHEUS: Cachondeus
AVISO: Este texto contiene numerosos spoilers.

“QUEREMOS RESPUESTAS” porque, como ya le decía Mulder a Scully: “la verdad está ahí fuera”.

PREGUNTAS TRASCENDENTALES:

El robot:
¿Por qué tiene que teñirse las raíces?

Si ni siente ni padece ¿por qué cada vez que un humano le recuerda que él es un robot se le pone esa cara de “arrevenio”?

Si David es antepasado de Bishop en vez de evolución se ha producido una involución, ¿no? ¡Como si no vas a creerte que ambos son familia! Aunque para ser sinceros si tienen algo en común: los dos son muy dados a “perder la cabeza”.

Y hablando de cabezas, puesto que cuando se la arrancan a David este sigue funcionando perfectamente (puede hablar y razonar) resulta evidente que las pilas, en su caso, no las lleva en el mismo lugar que los trajes de luces de los toreros (claro que siendo Fassbender quien lo interpreta ya dejó claro en “Shame” que no podría llevarlas ahí aunque quisiera porque no le queda sitio).

Propuesta: que lo reprogramen como “unidad de placer" (unhmmm), al igual que la replicante a la que interpreta Sean Young en "Blade Runner", ya que me consta que para ese menester “méritos le sobran”.

Los aliens:
El primer alien que aparece es una “bicha”, modelo cobra pero sin cabeza.

El siguiente es un pulpo, con cabeza de pulpo y tentáculos de pulpo.

El último es el auténtico “Alien, el octavo pasajero”.

Pero si resulta complicado aclararnos con el aspecto que presenta nuestro enemigo, más difícil es saber cómo combatirlo: al primer humano, a quien el mamón de David se lo da a beber, le produce una conjuntivitis de caballo (con los ojos muy muy rojos) y le amojama la piel, pero sigue siendo legal y antes de atacar a los suyos prefiere que lo asen vivo. Al segundo se le introduce por la boca y le sale, explotando, por la barriga. Al geólogo, “un colgado muy fumao”, no sé cómo, lo convierte prácticamente en super-man porque de repente tiene una fuerza sobrenatural que solo consiguen parar “quemando” (je, je) sus defensas. Y el colmo es que cuando sale de la tripa de “nuestro ingeniero creador”, a la cual no sabemos cómo ha llegado, lo hace ya como el alien primigenio…. ¡Así no hay quien acabe con estos bichos!

Los humanos: ¡menuda selección de personal!:

La jefa: tan estirada, tan estirada que parece que el pantalón de su uniforme le tira del tiro.

El comandante de la nave: ¡señor, sí señor. Sacrificio por mi planeta y lo que haga falta, señor!

La científica: una tía loca que busca la luz.

Hay un chino que ni pincha ni corta, por lo que lo sacrificamos también.

Del “notas” del geólogo ya he hablado.

El resto insustanciales. Miguitas para que los bichos vayan practicando.

Parecidos razonables: como normalmente la ciencia ficción me aburre (y en esta ocasión me aburrí y mucho), me entretengo pensando a que se parecen los objetos que aparecen en pantalla:

La nave Prometheus: un arañón de patas largas.

La nave de “nuestros creadores”: una herradura.

La imagen de la cara que aparece en el cartel promocional de la peli: la máscara de Jason de “Viernes 13”.

¿Y qué me dicen de “la bodeguilla”? ¿Habrá aliens “gran reserva”?

En fin, solo me queda desear que los responsables de la sanidad pública no vean esta peli porque ante la “cápsula quirófano inteligente” seguro que se les llenan los ojos de chiribitas pensando en el número de cirujanos, anestesistas y enfermeras que se podrían ahorrar…..

¡Ah!, y menos mal que no tuve que ver la peli en 3D, porque entre las gafas de cerca, las de lejos y las de sol, si ahora tengo que añadir otras para ver “tontás” tridimensionales, voy a necesitar una carretilla la próxima vez que salga de casa… ¡que cruz!
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El caballero oscuro: La leyenda renace
El caballero oscuro: La leyenda renace (2012)
  • 7,5
    100.872
  • Estados Unidos Christopher Nolan
  • Christian Bale, Anne Hathaway, Tom Hardy ...
3
La GOTHAM que colmó el vaso
Mi primer y peor “Batman” del cine fue Michael Keaton, actor al que detesto, aunque a su favor decir que en las dos películas que protagonizó le acompañaron el mejor villano de toda la saga, el Joker, a quien dio vida Jack Nicholson, quien bien podría haberlo interpretado sin gota de maquillaje ya que su capacidad para aterrorizar solo con su rostro quedó bien patente en “El resplandor”, y Michelle Pfeiffer que gracias a su rostro afilado, sus movimientos ondulantes y sus ojos felinos es la única e incomparable Catwoman sin necesidad de mascara.

En la siguiente película el traje pasó a Val Kilmer y de éste a George Clooney cuyas deplorables interpretaciones como el hombre murciélago estuvieron a punto de enviarlo al fondo de su cueva por siempre jamás. Pero entonces llegó Cristopher Nolan y con su “Batman Begins”, y ese aura atormentada y trágica que Cristian Bale imprimió al personaje, devolvió al superhéroe el prestigio que había perdido.

En “The Dark Knight Rises (Batman 3)” Batman se ha recluido del mundo dejando creer a todos que fue el culpable de la muerte del fiscal del distrito Harvey Dent. La ciudad parece no necesitarle hasta que aparece un terrorista poco original que cubre su cara con una máscara como la de Predator.

Tal vez sea el hastío de Bale, cansado de interpretar a este personaje, o el nerviosismo del director, ante su incapacidad para superar la primera de la saga que dirigió, el caso es que todo se descontrola y tenemos un batiburrillo infumable y muy muy previsible.

Destacar los “homenajes” a filmes clásicos: la escena en la que el policía, primero en la línea sucesoria para el puesto de Batman, acude al hospital vacío para salvar la vida del comisario, intenta, sin conseguirlo claro, imitar la magnífica escena de “El padrino” en la que Michael Corleone corre al hospital para evitar que maten su padre que yace malherido en una habitación del mismo. En cuanto a la batalla entre sicarios y policías recuerda sobremanera a las míticas persecuciones policiales que sufría a menudo el gran Harold Lloyd por las calles de Nueva York.

En esta ocasión Batman se convierte en un auténtico mamporrero (por los puñetazos que suelta a diestro y siniestro), desmitificando eso de que era el único súper héroe sin poderes que solo hacía uso de su gran inteligencia.

Y esto sin hablar de Anne Hathaway, “la gata descafeinada” sobre la ”batmoto de culo en pompa” (suertudo el que vaya de paquete je, je).

En fin, un final decepcionante para el mejor Batman de la historia. Hacia la mitad de la película adivine exactamente cómo iba a acabar la película…
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shame
Shame (2011)
  • 6,7
    40.722
  • Reino Unido Steve McQueen
  • Michael Fassbender, Carey Mulligan, James Badge Dale ...
9
Perdonen que no se me levante
Así titularía esta crítica si fuera hombre, porque después de ver a Michael Fassbender en TOOOOODO su esplendor y desde todos los ángulos posibles solo te quedan dos opciones: hundirte en la miseria para siempre o aprovechar la coyuntura, esto es el calentón que seguro llevará encima tu acompañante, masculino/femenina, y proporcionarle un desahogo que en nada te comprometerá porque no será en ti en quien esté pensando.

La vida del protagonista de esta historia, un fascinante Fassbender, discurre por una línea que se inicia en el erotismo, se explaya en el sexo y termina conduciéndote por su lado más sórdido.

Viajar en metro y encontrarte cada mañana con Fasbender, que enamora, más si cabe (¡no sé si cabe más!), con su forma de mirar que con su impresionante físico, tiene que ser para morirte, pero de gusto.

Excepcional la pareja protagonista que conduce, con un sorprendente y magistral tacto, una historia cuyo trasfondo, el tabú del incesto, ya predispone en su contra a buena parte de la audiencia.

La película resulta demoledora porque “acojona”. No entiendes que personas como Fassbender y Carey Mulligan (una fantástica actriz que ha dejado huella, ya imborrable, en pantalla con esta interpretación y con la de “Drive”) guapos, con talento y unas razonables buenas vidas, puedan llegar a tocar fondo de esa manera y desciendan a tal nivel de aniquilación física y mental.

Una película triste, que habla del aislamiento al que te conduce cualquier tipo de adicción. Una película que cala hondo y te perturba sobremanera.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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