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76 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
5
Al menos curiosa
Estaba una noche en casa aburridillo y vi que empezaba esta película en la 2, y me puse a verla pues parecía cine de autor, y de vez en cuando hay que dejarse de temas comerciales y ver cosas de estas.

Lo bueno que tenía el tema es que no tenía ni puta de lo que iba y nunca había oído hablar de ella, cosa que normalmente me gusta pues me hace ser mucho más neutral.

Me quedé de piedra a la finalización y entonces si, me puse a ojear en nuestra querida página lo que decían los críticos. Hay de todo como en botica, unos le ponen a parir y a otros les encanta, aunque por lo visto en la nota general la gente que no escribe críticas la pone tirando a malilla.

Mi opinión, es tan neutra que me asusta a mi mismo, he visto unos buenos trozos de concierto y una pareja follando, sin prácticamente diálogos, durante 69, bonito número, minutos, lo cual no me hace ponerme al lado de ninguna de las partes, pues ni la creo una basura pornográfica, ni tampoco un canto al sexo, es simplemente una película de autor y ya está.

A mi personalmente las escenas de sexo que tiene la película me la repanpinflan, ni me pone ni no me pone, ni lo considero porno, ni lo considero bello, me es indiferente totalmente. Que la parejita hace de todo, ¡pues me alegro mucho!, que lo hace con cierto arte ¡Ni puta!, yo creo que lo hago más o menos igual y no he salido en ninguna película, nunca me he puesto a pensar que un polvote, una mamadita o un 69 que yo haya hecho tenga ningún tipo de arte, por muy delicado que haya sido el asunto.

¿Qué lo hacen de forma muy realista?, ¡hombre solo faltaba eso!, no se la va a meter por la oreja, o un agujero de la nariz, estarían un poco tontos ¿No?

Yo creo que con esto del cine a veces rizamos el rizo, no busquemos cosas donde no las hay, el montaje es correcto, tirando a bueno, la música a mi juicio fenomenal, pero la historia se puede ver en muchísimas casas todos los días del año, solo falta tener un amigo como Michael que te grabe, te ponga buena música, y así el video casero será un poco más fílmico.

Aprobadillo por los pelos, eso si de la cabeza.

EL CHISTE:

-María déjame que te la meta por la oreja
-Pepe que me vas a dejar sorda.
-¿Acaso ayer te deje muda?

CHAT: Un abrazo a los muy olvidados y a veces hasta criticados validadores de esta página, si no fuera por su desinteresada ayuda FilmAffinity no sería lo grande que es ¡Un besazo a todos!
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98 de 133 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Etiquetas.
Viendo los distintos comentarios acerca de la película en esta página, se ve claramente que el sexo sigue siendo un tema tabú. Podemos mostrar en imágenes amor, violencia, venganza, amistad, etc... pero no sexo. Si filmas sexo explícito haces pornografía aunque tu intención sea diametralmente opuesta. Quizá nos queda mucho camino por andar para que los estigmas y los tabúes desaparezcan.
En cuanto a la película, la clasificación que le doy no es tanto por la calidad del filme, pues cojea en bastantes cosas, sino por la efectividad del planteamiento (insisto, para nada pornográfico) y como me llegó dicho planteamiento: filmar un enganche sexual entre dos personas, cotidiano y cercano (algo que muchos, así lo espero, hemos vivido), consiguiendo retratarlo a la perfección. No hay más pretensión que esa. Calificarlo de pornográfico es como calificar mi vida (y la de casi cualquiera), ante dichas circunstancias, de pornográfica; pero claro, yo no me siento identificado con Nacho Vidal en sus papeles de semental. En cambio, aquí si. Y es la capacidad de meterse a filmar algo tan tabú como cotidiano (por eso a algunos les habrá parecido aburrido) lo que más destaca del film.
Me gusta la frescura a la hora de filmar de Winterbottom. No es pretencioso, es original y sabe contar las historias sin complicarlas estéticamente con grandes diálogos, enrevesadas tramas ni actuaciones excesivamente dramáticas(que en otros directores es ciertamente un valor a destacar). Retrata el mundo que vive. No será recordado por sus obras maestras, eso es cierto, pero su cine es agradecido y generoso. Y, lo más importante, no se deja etiquetar.
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49 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Quizá le esté buscando tres pies al gato, pero...
...pero a mí me pareció una película preciosa. No perfecta, pero sí bonita. Y original. Estamos generalmente acostumbrados a cine más explicativo, con mayores diálogos y narradores. También estamos acostumbrados a imaginar a partir de un argumento la visión de una historia, gracias a la lectura. Pero a lo que estamos menos acostumbrados es a la imaginación de un argumento a partir de imágenes enlazadas, sin casi nada que nos guíe verbalmente. Winterbottom nos reta a un nuevo ejercicio mental, pero no sólo se queda ahí. Relata una historia de amor bastante desequilibrada en el terreno afectivo, una joven más pasional que enamorada desiguala el nivel de la balanza amorosa. Y retrata la relación desde lo más íntimo, desde lo que desde fuera no se ve, de una manera para nada morbosa, obscena u ofensiva, sino tremendamente tierna y poética. Cuando terminó la película lo primero que salió de mis labios fue "qué bonita", y no puedo entender a esa gente que la tacha de pornográfica. Además, me parece que tiene una banda sonora muy bien elegida y colocada en el orden más adecuado, atentos a la relación de las letras de las canciones de los conciertos con el desarrollo, apogeo y caída de la relación. Un siete para Nine Songs
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31 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Ni para...
No nos equivoquemos. "Nine songs" es una de las películas más insignificantes e insignificadas de los últimos tiempos, en la que de no ser porque lleva la firma de un cineasta prestigioso se la machacaría sin distinción alguna. Así, todavía alguno la salva, la reivindica, la ensalza, la ve como algo potente, atrevido, directo.
Pero "Nine songs" no dice practicamente nada, aún cuando apuesta no ya por un erotismo sino por un trazo puramente pornográfico, o sea, apuesta por el trazo grueso, por el brochazo encima del folio en blanco, por el grito estentóreo, por el choque frontal. Y no dice nada. Queda como algo cercano al bodrio, que juguetea a lo film-estafa. ¡Winterbottom haciendo porno!. ¿Y para qué?. Se intercalan ocho canciones, toneladas de sexo, una historia sin historia, ni rastro de cine. No sirve ni tan siquiera para cascártela. Mal.
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23 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Delicada estética
A nadie se le escapa que el argumento es más bien escaso, por no decir inexistente, simple y llano. La cinta se limita a contarnos la historia de una pareja a través de sus relaciones sexuales, sin estridencias, con realismo, sin pretensión, creo yo, de mostrar nada más allá de la cotidianeidad de los personajes.

A medio camino entre documental (en ocasiones lo parece, tal es su naturalidad) y película supone un ejercicio de intimismo, el cual, lejos de ser una película pornográfica, muestra el sexo desde un punto de vista diferente, sin los estereotipos fijados tradicionalmente por el cine, sin romanticismos empalagosos, pero con una sensibilidad, delicadeza y estética cuidada que convierte cada escena en un ejemplo de cómo se pueden filmar escenas de sexo explícito totalmente alejadas del mal gusto y obscenidad a la que otro tipo de cine tiene costumbre.

Quien busque en esta cinta una película porno no la va a encontrar (no comprendo a los que la ven pornográfica, pues no lo es, ni en la forma, ni en el fondo), quien busque unos protagonistas exuberantes no los va a encontrar, quien busque excitación tampoco, y desde luego creo que tan siquiera se pretende. No es un peliculón, no pasará a la historia, pero es interesante, como una perita en almíbar, simple, suave, pero que deja buen gusto.

Mejor verla en versión original.
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17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Pornografía con argumento
Que quede claro desde el principio que esto no es una película sino 9 videoclips entre los que se intercalan escenas pornográficas. Todo está rodado con mucho arte (tanto los videos musicales como lo otro) pero sin contar nada. ¿Banalmente pornográfica o pornográficamente banal? Ni lo sé ni me importa.

Habrá incondicionales de michael Winterbottom que se queden con la maestría en el uso de la cámara, los juegos de luces y sombras en los genitales, la capacidad para que los actores den lo mejor de sí mismos, el ritmo narrativo, la elección de la música... Y gente que piense que este tío un bluff. Yo sólo he visto otra creación suya ("El hotel del millón de dólares") y me inclino por lo segundo. Me da la sensación de que es un tío que no tiene nada que contar y todo se lo juega a contarlo bien y con la mayor cantidad de polémica posible. Vamos, como cualquier pedorra de programa de cotilleos.

Nivel de truño: La película que Bigas Luna siempre quiso y nunca se atrevió a firmar. A quien le parezca que la nota es muy elevada, se la desgloso: 1 punto porque la web no deja poner ceros y otro punto por la música.
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20 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Quiere ser alma...
Está muy bien que un director sea atrevido e intente romper un tabú como es el sexo en el cine. Creo que habría que aceptar el sexo con más naturalidad en este arte, del mismo modo que forma parte natural de la vida. Sin embargo, cuando una película se queda simplemente en eso y no cuenta nada, cualquier atisbo de valentía cae en saco roto.

Esto es lo que le pasa a 9 Songs: es atrevida, pero no tiene nada que contar. Lo peor del film no es que el sexo no sea sugerente sino explícito (cosa que no tiene mérito ni arte alguno). Lo peor no es tampoco que los 2 únicos personajes que salgan estén mal dibujados, sean planos, no tengan motivaciones ni conflictos, o sus diálogos aporten 0. Lo peor ni siquiera es que la trama sea inexistente y fría, o el montaje basto, o que sobren la mitad de escenas en una película que dura una hora.

Lo peor es el aire de pretenciosidad que Winterbottom le da a la cinta (con las canciones y, sobre todo, con la alegoría antártica). 9 Songs quiere ser algo que no es, lo que no puede ser de ningún modo: quiere ser alma cuando solamente es carne.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
El lento chorrear del semen.
Hoy en dia, para ser un iluminado, es necesario ir de transgresor, de rompedor, y de cien memeces calificativas más, que serán muy del agrado de gafapastoides varios, y otros engendros de la naturaleza, dados a aplaudír los desvaríos -o las filias y fobias- de directorzuelos que no tienen nada que decír, pero que tampoco se saben callar.

En esta mierda filmada, lo rompedor es el pene del prota, que no deja de pasearse por el interior de la señora Stilley, para mayor gloria y alegría de su novio o marido. ¿A quien no le gustaría ir al preestreno de la peli en la que su parienta es la prota, con todos los amigos, y verla en una gran pantalla zampándose un miembro de ventitantos centímetros, hasta hacerlo escupír tanta leche como la que cabe en un biberón tamaño "mi bebé es obeso, pero lo gracioso que está tan rechoncho"?

En fin: que para quien le dé corte pillar una peli Private en el videoclub, ésta es sin dudas su película, aunque advirtiendo que cualquier filme con Rita Faltoyano, o Michelle Wild, tiene más argumento que la mierda ésta que nos ocupa, y que las tias están muchísmo más buenas que el callo malayo que -digamos- adorna el metraje de este esperpento, que tan solo vale para hacerse pajas si tus niveles de belleza andan escasos de altura.
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39 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
NINE FUCKS
Pues sí, yo soy de los que aquí no ven arte, ni cine de autor, ni sexo bien rodado intentando que el espectador vea algo más allá…¿pero qué más hay que ver? ¿se puede saber qué diferencia a esta película del porno normal y corriente? Porque diálogos y profundidad de guión…ninguna ¿rodar alternativamente canciones (en-te-ras), de conciertos y orgasmos de la parejita convierte a NINE SONGS en una obra maestra? ¿De verdad hay que decir que este monumental truño es una maravillosa película para que no piensen que eres un ignorante?

Ojo porque las escenas de sexo sí que tienen su morbo (me encanta la frase de Carlos Boyero: “no me sirve ni para el onanismo más desganado", jajajajajaa, qué tío más grande, pero a mí sí que me pone y mucho esta peli), y el sexo es el que tendría cualquier pareja normal, no son polvos surrealistas y exagerados (ahí le concedo una diferencia con el porno “reconocido”), pero de ahí a decir que esto es una obra de arte…hay un abismo. Bueno, y que la peli dure exactamente 69 minutos ya es de chiste malo malo malo.

Se merece un 1 pero le doy un dos porque me parece muy válido como experimento cinematográfico (ponerte a chingar delante de las cámaras sabiendo que todo el mundo lo va a ver no debe ser fácil), pero nada más. La parejita está muy bien y se lo monta divinamente, pero yo también y no por eso me grabo con la cámara de vídeo, digo que he hecho arte y lo comercializo.

Una cámara rodando en directo canciones de diferentes conciertos (así, tal cual, ni montaje, ni nada), y luego rodando a un muchacho y a una muchacha en plena posesión de sus facultades placenteras. No hay nada más, por mucho que quieran hacérnoslo creer.

Y subo ya la crítica que aún me arrepiento y le pongo el 1 que se merece...
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Recuerdos de un amor pasado
Pese a la condena general de la crítica y la baja puntuación media de esta película, lo cierto es que para mí ha reunido algún ingrediente que la ha convertido en una experiencia singular y poco convencional. Tal vez ese ingrediente se pueda denominar valentía al tratar el tema de las relaciones humanas de forma espontánea y absolutamente desinhibida. Sin pretensiones moralistas, sin amores épicos y grandiosos dignos de quedar escritos en la Historia. Simplemente, un amor que vive el día a día. Chico inglés que conoce a chica estadounidense en un concierto y, a partir de ahí, la relación que se establece entre ambos.
Sexo mostrado sin ambages ni fingimientos, conversaciones como las que cualquiera tendría, la vida en común de la pareja, sus juegos, bromas, discusiones, escarceos con las drogas, escapadas al mar o a algún hotel, su frecuente asistencia a conciertos (hermoso el homenaje al sexagésimo cumpleaños del archiconocido pianista y compositor Michael Nyman, que Winterbottom reclutó para la banda sonora de "Wonderland"), y sobre todo mucho sexo... En suma, el amor experimentado al límite, sin perspectivas de futuro, por una pareja joven y alocada.
Puede que sea un amor más que quedará atrás, o puede que haya sido el amor de sus vidas... En cualquier caso, Matt siempre recordará a Lisa. En los gélidos parajes del Círculo Polar Antártico, por el que Matt se siente fascinado, la memoria del cuerpo de Lisa y de todo lo que compartió con ella volverá a su mente una y otra vez.
La fotografía de estilo documental se desliza osadamente por la vida cotidiana de Matt y Lisa, mostrando escenas repletas de calidez, penumbra, las idas y venidas de la pareja, pura química humana hecha imagen. Fuerte contraste con las escenas antárticas, la fría blancura de los hielos y las grandes extensiones de paisaje helado. Tal vez dichas imágenes son la metáfora de lo que él tuvo en el pasado y lo que tiene en el presente: aquel amor tórrido e intenso que le abrasó con una llama inextinguible, el cual terminó para dar paso a una existencia más solitaria que nunca, marcada por la ausencia del calor que Lisa le dio.
La música viene sazonada por las actuaciones de los grupos de los conciertos a los que acuden, más la siempre respetable presencia de Michael Nyman.
¿Que la película no tenía guión previo y el director y los actores fueron improvisando sobre la marcha? ¿Y qué? ¿Por ese hecho ya tiene que ser mala? Pues a mí, por el contrario, me ha parecido un gran punto a su favor, y desde luego creo que dicha improvisación era necesaria para favorecer la química (que resultaba imprescindible, obviamente) entre los protagonistas y su recreación de una relación lo más verídica posible (y desde luego que, para mi punto de vista, lo han logrado, y no sólo por las abundantes escenas de los polvos).
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18 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
De género documental. De los aburridos.
No es una película al uso, ya que no tiene ningún tipo de narrativa dramática real.

Más bien nos encontramos ante un documental, con un narrador muy escueto, sobre la relación entre dos homo sapiens sapiens de distinto género que son muy felices, practican sexo seguro, esnifan cocaína, y asisten a nueve conciertos en vivo y directo, en Inglaterra.
También, por alguna razón, a los editores se les han colado imágenes de otro documental inconcluso sobre la Antártida, que no tiene ninguna relación con el anterior.

Contiene largas escenas de sexo real y explícito y ningún tipo de argumento, pero a pesar de este hecho no se la puede clasificar como película pornográfica porque… supongo que porque el sexo está tratado de una manera muy natural en lugar del que muestra la artificialidad pornográfica, y porque la mitad de la duración se gasta en conciertos y breves secuencias antárticas.

El sexo está decente, pero por lo demás creo que hacía mucho que no me aburría tanto con una película.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Fácil de sintetizar
Vamos, que lo que es el argumento os lo resumo yo rapidito. Chico y chica se conocen y se gustan. A partir de ahí se dedican a ir a conciertos, a entregarse al noble arte del folleteo, a ir a más conciertos, a seguir retozando, más conciertos, más sexo, más conciertos, más sexo, más conciertos, más sexo… Ah, y entre concierto y polvete cae alguna rayita. Y bueno, sí, se han enamorado. Todo esto nos lo relata el chico desde la Antártida en un flashback que parece ser un alarde de profundidad y nostalgia de los conciertos y el sexo con la moza (no sé si también de las rayas). Y no hay más.

Digo que no hay más porque no encuentro ni un atisbo de conflicto narrativo, que desate el interés del espectador, por ningún lado. En ese sentido, la película me parece tan plana como el pecho de la protagonista.

No obstante, discrepo de aquellas opiniones que la tildan de pornográfica. Sí, claro que es muy explícita en las frecuentísimas escenas de sexo (creo que nunca he utilizado esta palabra tantas veces seguidas en un texto como lo estoy haciendo aquí), y el cine, convencionalmente, no suele serlo. Ahora bien, de pornográfica, nada, monada. Para empezar, la pornografía utiliza unos recursos determinados que lo que buscan es poner cachondo al personal, y yo aquí no veo esos recursos ni de coña. Además, dentro de lo explícito de las escenas, también se da una suerte de belleza estética que nos informa de lo que sienten los protagonistas, el uno por el otro. En fin, que si alguien se acerca al videoclub a alquilar una peli porno y le dan esto, el cliente tiene más razón que un santo si al ir a devolver el DVD decide tirárselo a la cabeza a quien se lo alquiló. Que no, hombre, que confundir esto con pornografía es como pensar que el sexo consiste en tirarse una y otra vez de los tirantes, a lo P. Tinto. Lo único que tiene en común esta película con una porno es lo explícito de las imágenes, y punto. Otra cosa es que algunos se escandalicen. Pues bien, ahí no me meto. Yo no necesito que el cine convencional sea tan manifiesto, pero tampoco pongo el grito en el cielo si me encuentro con escenas de sexo real, como es el caso de esta cinta.

En resumidas cuentas, no tengo claro qué buscaba Winterbottom al rodar esta película, puede que provocar, puede que dárselas de snob, puede que nada en concreto. Para mí es un ejercicio fallido al que le falta profundidad y conflicto. Eso sí, la música mola.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
9 Songs
Veo que la mayoría de los usuarios crítica de manera acre esta película. La mayor parte de los comentarios que alcancé a leer es para enterraarla en el olvido. Que si bien no es una película donde el guión pesa de manera significativa, a mi perece que cumple cabalmente con el estilo de cine de arte que se hace se filmó la película, hasta ahora.

Para empezar yo veo que la cinta es de corte minimalista donde son casi nulos los diálogos, solo hay que ver "El sabor de la sandía"(película creo de Korea) o "batalla en el cielo"(mexicana) que se filmaron por los mismos años con la misma carga sexual. Dado que en los tres filmes se trata de llevar a la realidad las escenas sexuales, aunque en Batalla en el cielo, se promocionó que eran reales y luego la actriz lo desmintió diciendo que había utilizado un dildo(veanla y se los dejo a su criterio). El chofer gordo, viejo y feo que aparece en esta película, es en la realidad el chofer del director de la película, lo que la quiere acercar a un por así llamarlo neorrealismo moderno.

La segunda, el Sabor de la sandía aparenta mayor realidad, pero es la película con menos diálogos y por ende la más aburrida y la mas inverosimil de las tres.

Nueve canciones, para mí la considero como la más sincera, afectaiva, y real de las tres, al menos se nota un mayor sentimiento(lo que algunos llaman química) entre los actores, lo que no logran las otras dos. ¿Pues que no es de eso que trata el cine, de hacer de la ficción una realidad? Muchas veces actuadas y las menos, vividas. Prevalece en el consumo de la sociedad actual el ver la ficción de la ficción. Por eso podemos ver hoy en día vampiros rosas, amando mujeres y devorando hombres lobo.

Quiesiera hacer un paréntesis especial, para mencionar que para aquellos que hemos vivido en una relación similar al de esta pareja, nos resulta tan cercana y realista la historia. Parece exageración, pero yo lo viví, y no quiero que parezca que yo me drogo o que vivo todos los días intenso. Nunca había salido con alguien que se drogara y tampoco he vuelto a vivir eso, pero con la chica con la que salía era muy parecida a la protagonista(figuradamente y literalmente), era delgada, adicta, con el cabello corto(sonará a chiste, pero hasta el tamaño del busto es idéntico, aunque no resultaba igual su tamaño, es decir mi compañera era presentación pequeña).

Cuando vives a ese ritmo, los días se te van como en la cinta, de los antros(discos) y/o conciertos, a la cama y de la cama a los conciertos y/o antros. Resultan bagatelas los demás detalles de la vida (aunque en muchos casos son las actividades que te dan para comer), es decir, despues de terminar con esa chica solo puedo recordar esos momentos, los momentos solaces, lo demás es como si no lo hubiera vivido o hubiera pasado en camara rápida.
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
el sexo es aburrido
¿Y si hicieran una película en que la gente se pasara más de la mitad del metraje comiendo o cagando? Pues sería tan aburrida como esta. Lo cierto es que el sexo, igual que otras funciones fisiológicas, es, en general, muy aburrido y hasta desagradable de ver. La excepción son las pelis porno -o más bien ciertas pelis porno- con tías (o tíos) buenisimas y prácticas sexuales que nos excitan y satisfacen nuestros gustos particulares. Para mí, el valor principal de esta peli radica en su rompimiento de tabúes y en su tono documental, casi de "reality show" sexual. Pero se podían haber esmerado un poco más con la parte dramática y de guión.
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9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
LA PREVALENCIA DEL ARTE CINEMATOGRÁFICO SOBRE LAS CONSIDERACIONES DE CORRECTO E INCORRECTO
Parecería ser ésta una obra especialmente difícil de juzgar, pero no quiero expresar ésta situación a través de la dicotomía cliché de ‘’ la amas o la odias ‘’, porque aunque fuese así en este caso, ¿no son más bien los menos los casos de objetos en cuya valoración existe completa unanimidad?

Nine Songs es decepcionante si se pone en cotejo con ciertas normativas de la construcción del relato cinematográfico. Aunque no es tampoco una obra de ruptura en la medida en que sí contiene algunos elementos de la narración tradicional, y eso plantea un punto medio algo incómodo: existe un universo que se altera por la llegada de alguien y que se va transformando progresivamente hasta que hay un quiebre, aunque estas instancias no sean tan explicitadas como en una película de corte tradicional. A todas luces hay un énfasis, una faceta preponderante – cuyo limpio rescate por parte del film resulta ser su principal virtud -, que se convierte en una suerte de Leitmotiv.

Hay que aceptar que el que unas escenas sexuales, que no tienen intenciones pornográficas y que ocurren, legítima y naturalmente, dentro de la historia, nos resulten chocantes o hiperestimulantes, obedece a unas convenciones no definidas desde el interior del arte, sino desde afuera, desde los condicionamientos morales de la cultura. Así como otros directores quisieron construir sus películas a través del diálogo, Winterbotton lo hizo a través del dialogo de los cuerpos. Evidentemente se quiso rescatar la naturalidad del deseo, de la pasión, de todo lo que surge en el ejercicio erótico. Y por eso los personajes no son artistas sexuales, y es a través de la cámara que se intenta imprimirle una dimensión estética y emocional al asunto, en un tratamiento al que de ninguna manera se le puede considerar vulgar.

Es verdad que inclusive aceptando que se trataba de una producción experimental no todo funciona dentro de su estructura. Como la conexión de la vida íntima de la pareja con las actuaciones en directo de las agrupaciones que no es del todo convincente. Pero nuevamente, ésta crítica va en dirección de los esfuerzos por racionalizar y reglamentar el ejercicio de la escritura de guión, en donde se contemplan lógicas que encadenen y justifiquen las acciones de los personajes de la mejor forma posible. Según estas, es inadmisible que los personajes jamás hagan ninguna referencia a los conciertos a los que van, y que la música no tenga prácticamente ninguna importancia en su vida cotidiana. ¡Mas lo que sucedió con Nine Songs es que se hizo sin guión! Las escenas intercaladas en donde el hombre aparece hablando sobre la Antártica, desde donde se cuenta la historia en Flash Back, tampoco parecen funcionar del todo, aunque respecto a esto hay que considerar que cómo él es quien construye el relato en su mente, es de alguna manera coherente que decida revivir lo que le interesa revivir y de la forma que considera conveniente.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Para intelectualoides
Cuando leo críticas positivas de una película, siempre me entra la duda, porque los críticos no suelen ver las películas de la misma forma que yo. Cuando veo una película me gusta entretenerme, aprender, reflexionar, reír, que me quede un buen sabor de boca. En este caso, sólo veo a una pareja teniendo sexo durante casi toda la película, y a unas bandas de ¿rock? tocando unas canciones que ni me gustan. Es cine para intelectualoides, aquellos que pretenden ser de mente abierta, que aceptan todo lo que les venden porque son progresistas, no como yo que soy retrógrada. Es una película que no me entretiene, con la que no aprendí nada y que no me hizo reflexionar ni reír absolutamente nada. Ni siquiera es erótica. Extremadamente larga, lenta y tediosa.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
4 canciones anuales
•Canción de primavera

*Título: El soplar se va a acabar
(Nota: la canción debe ser recitada por una mujer desnuda, acompañada musicalmente por un arpa de color gris, un banjo y una flauta travesera. Los versos se repiten 32 veces)


Sópleme en la vagina,
suavidad y ternura
al sentir a Winterbottom palpando
mi hendidura divina.
Sópleme en la abertura,
acompasados los labios soplando
en busca de una salida
para el gozo matinal
que tu profesional
lengua me hace notar zambullida
en mi privacidad
y deseos escuchando Franz Ferdinand.

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Polvo
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•Canción de verano

*Título: Enseñanzas de Tom Jones


Te voy a dar una receta para ligar este verano,
si no eres Tom Jones debes hacer alguna maravilla con la mano.

Te contaré una cosa sobre la higiene escrotal y su olor,
si no eres Tom Jones debes lavarte el pene a diario con jabón.

Te mandaré una guía de machote de pelo en pecho,
si no eres Tom Jones mejor cómprate un consolador con forma de berberecho.

(estribillo)
Y qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo
Tom Jones me parece feo
Agujereado tengo el cráneo
Por Winterbottom, su tebeo
Y porque Lisa dijo: “No me comeré más tu bocata del recreo”

Te expondré tus problemas de índole sexual,
si no eres Tom Jones déjate de tonterías y no pongas peros al sexo anal.

Te diré lo que debes hacer a partir de cierta hora de la noche,
si no eres Tom Jones las malformaciones no importan si quieren montárselo en tu coche.

Te aconsejaré sobre tu forma de cortejar en bares de mala muerte,
si no eres Tom Jones toca culos y mira escotes hasta que tengas buena suerte.

(estribillo)

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Polvo
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•Canción de otoño

*Título: El enigma de la melodía corporal
(Nota: canción ‘cantautor’, acompañada por guitarra española y entonada con voz de un Coyote Dax poético)


Dirigir y montar,
grandes secretos de la humanidad,
por eso prefiero mirar.

Y entre Canales de la Mancha
busco jazz entre tus ojos
encontrando nueve canciones de revancha
bajo la música de tu rizado rojo.

Fotografiar,
la cadencia condensar,
por eso prefiero interpretar.

Y entre Montes Urales
observo tus ingles apagadas
descubriendo nueve canciones fatales
de un circo sin explanada.

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Polvo
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•Canción de invierno

*Título: ¿Adónde vas mi pezón?


Un pezón y medio pezón,
Dos pezones y medio pezón,
Tres pezones y medio pezón,
(....)
Sesenta y ocho pezones y medio pezón,
Sesenta y nueve pezones y medio pezón.

Winterbottom y medio pezón,
“Wonderland” y medio pezón,
“24 hour party people” y medio pezón,
“In this world” y medio pezón,
Un octavo de pezón y medio “9 songs”

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Polvo
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19 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Drama erótico? Solo lo segundo
Con Winterbottom, ya llevamos dos de dos, dos fiascos seguidos. "9 songs" es una película que prometía por varias razones: su estructuración en torno a nueve a canciones, la evolución sentimental de una pareja a través de su intimidad sexual, ... Todo ello hacía concebir ciertas esperanzas; sin embargo la realidad práctica es la siguiente: se nos habla de drama erótico y lo único que hay es sexo. Y no me malinterpreten, no es que la sexualidad no pueda pie a los profundos vaivenes de una relación y uno esté dándole al incienso todavía; es simplemente que Winterbottom se ha quedado en el juego, en la genitalidad y no ha ido más allá. La sexualidad puede funcionar en el cine si se hace con sensibilidad, con dudas, con pudor, con silencios, mostrando tanto como escondiendo. Y sobre la sexualidad se hace drama cuando hay palabra, cuando uno conecta con las dos almas que están ahí amándose. Pero cuando sólo se nos muestra a dos seres cosificados por su deseo, se nos muestra todo sin el más mínimo misterio, cuando realmente no llegamos como espectadores a implicarnos en esas vidas, todo lo demás se convierte en una forma de pornografía intelectualizada, disecada y fría, que no excita ni la inteligencia ni la lujuria.
Pienso, por ejemplo en "El último tango en París" o "En la cama" (película chilena) y ahí sí que hay drama, hay emociones que nos trasladan a algo.
Aquí todo es tan gélido como los cascotes helados que se nos muestran al final. Dos seres pasan una hora follándose y después cogen caminos distintos.
En el mismo fin de semana en que me dedico a revisionar a Chukhrai y Coppola, comprenderán que a esto no lo llame ni cine.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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Porno de autor
En un mundo en el que cualquiera puede encontrar pornografía de forma gratuita, cómoda y rápida en Internet, esta cinta sencillamente sobra. Y sobra porque no es más que eso: porno. Me cuesta entender qué ha pretendido el director con todo esto. La "película" -e insisto en las comillas- es una sucesión de imágenes de un concierto, y un polvo tras otro. Y por muy elegantemente rodado que esté el sexo explícito y real que se puede ver en "9 songs", no sirve de nada porque la película no tiene argumento. Sencillamente. Tan sólo una pareja que va a un concierto y a continuación copula, y así hasta nueve veces -de ahí el título-: en la bañera, en la cocina, con esposas, boca abajo, boca arriba... No es que me parezca mal lo de que aparezca sexo, ni me escandaliza ya a estas alturas de mi vida. Es más, valoro la valentía de cualquier director que se atreva a mostrarlo sin tapujos porque, como dice el eslogan promocional de esta cinta, "si el sexo existe, por qué no rodarlo". Lo que pasa es que no deja de ser porno porque no tiene historia. Es más, hay cientos de cintas pornográficas que tienen más argumento, por lo que ni como porno elegante funciona. Es que, sencillamente, para masturbarse hay cosas mejores. Porque, seamos sinceros, es lo único para lo que vale este bodrio infumable, aburrido, soso, y tan pretendidamente elegante como vacuo. De las interpretaciones mejor no vamos a hablar porque sería, básicamente, hablar de la técnica sexual de ambos, lo cual es muy subjetivo y dudo que esta página sirva para eso. Yo la quitaría de aquí porque, insisto, es porno. Bien rodado -la fotografía y eso- pero nada más.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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No le doy un 0 porque no se puede
No es honrado tomarle el pelo al espectador de esta manera. Es una de las películas más aburridas que he visto en mi vida. No paguéis ni un duro por verla. Es más, ni la veáis gratis, vuestro intelecto os lo agradecerá y podréis aprovechar mejor los 60 minutos que dura, aunque sea para "tumbaros a la bartola" mirando al techo.

Tampoco la veáis esperando cascaros la gayola del siglo. Casi me pone más ver el programa de la Campos. (Esto último es broma.)

Quedáis avisados.
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