19 Críticas de los usuarios

Como trekkie incurable que soy, he de reconocer que la primera vez que conocí a la nueva tripulación del Enterprise al mando del Capitán Jean-Luc Picard fue curiosamente en esta película y no a través de la excelente serie "La nueva generación", emitida a partir de 1987, pero no radiada en España hasta años más tarde (y en las televisiones autonómicas). "Star Trek: La próxima generación" sirve de unión conceptual y narrativa entre la tripulación de vieja escuela del Enterprise que realizó la famosa misión de los cinco años (Kirk, Spock, McCoy, Scotty, Uhura, Chekov, Sulu) en la serie de los 60 y los seis primeros filmes de la saga; y la no menos famosa tripulación del Enterprise D, comandada por el mencionado Picard, Riker, el androide Data, Crusher, la betazoide Troi, LaForge y el klingon Worf.

La Nueva Generación, a mi entender, vuelve a situar el listón altísimo para los fans del mundo trek, con numerosos guiños a los eternos personajes del pasado: uno no puede evitar acordarse de Spock cuando vemos al androide Data querer sentir emociones como un humano o al Capitán Kirk cuando el Nº1 Ryker se la juega en una decisión arriesgada. Sin embargo, los nuevos caracteres han conseguido trascender el modelo del pasado y formar de nuevo una leyenda, consiguiendo el milagro para los trekkies de reconocer a dos capitanes iguales de válidos para el Enterprise, a pesar de tener dos caracteres antagónicos.

El filme que nos ocupa vuelve a tener el tiempo como protagonista: desde el malvado fuego que quema los días de nuestra existencia hasta el compañero que nos avisa que cada momento hay que vivirlo al máximo. No desvelaré aspectos sobre el argumento de la película, ya que las sorpresas se deben saborear en la virginidad más completa, pero sí es imprescindible destacar los emotivos minutos iniciales, en donde una magistral escena de una botella de Dom Perignon de la cosecha de 2265 se estrella en la quilla del recién construido Enterprise "B" como ceremonia de bautizo. La nueva nave es comandada por un inexperto capitán interpretado por Alan Ruck (el Cameron de "Todo en un día"). James T. Kirk, Chekov y Scotty son los invitados de honor en el primer vuelo del flamante nuevo Enterprise, con la bella hija de Hikaru Sulu al timón...y ahí empieza la historia que unirá a las dos tripulaciones espaciales más famosas de todos los tiempos.

La primera de una serie de cuatro películas protagonizadas por los estupendos actores de la serie de Televisión de "La Nueva Generación" (1987-94) que realizan con esta séptima entrega cinematográfica, su gran debut en la pantalla grande incluyendo a su director David Carson que ya dirigiera anteriormente algunos episodios de la mencionada serie, dando con ello oficialmente el relevo a unos maravillosos actores destacando como no, a algunos de ellos como Patrick Stewart encarnando al Capitán de origen Francés Jean-Luc Picard, el androide Data interpretado por Brent Spiner, la medio Humana y Betazoide a manos de la actriz Inglesa Marina Sirtis y a la Oficial Médico Doctora Beverly Crusher protagoniza por la hermosa y maravillosa Gates McFadden.

La película en si está realizada practicamente por todo el equipo de la mencionada serie de televisión, incluyendo a los guionistas Ronald D. Moore y Brannon Braga bajo la supervisión en la producción de Rick Berman quien a partir del fallecimiento de Gene Roddenberry, el tomaría las riendas para hacerse con el control y supervisión de todas las producciones de Star Trek ya fueran series o películas para atender la gran demanda de la legión de fans de esta gran saga de ciencia-ficción.

Destacar como no que la película además de contar con un generoso presupuesto y unos excelentes efectos especiales a cargo de ILM (Industrial Light & Magic) también podemos contar con la presencia de un excelente secundario como Malcolm McDowell en un papel hecho practicamente a su medida y de una historia francamente fascinante del encuentro entre dos capitanes de dos generaciones diferentes que se veran obligados a ayudarse entre si para detener los planes del Dr. Soran que ve en el Nexus, como una especie de paraiso donde el tiempo la vida o la muerte no es no más importante, sino que puedes volver a empezar de nuevo teniendo la gran voluntad de poder hacerlo mejor que antes.

En pocas palabras una gran película dentro de la filosofía del Universo Trek con grandes y dramáticos momentos.

Como disfruté viendo "Aquel pais desconocido", la última de la tripulación original, que nos dejó muy buen sabor de boca y quedó a la altura de la serie, con la próxima generación, nos presentan a los nuevos personajes en pantalla grande, no son malos, cumplen su papel, pero ninguno esta al nivel del gran Spock, McCoy o kirk, que aparece en esta película dejando mucho que desear en esta transición, un poco sosa la verdad.
Patrick stewart, como "Jean-Luc Picard", toma el mando y como siguiente capitán del Enterprise, debe enfrentarse al malvado de turno, "Dr. Soran", bien interpretado por Malcolm McDowell.
Toques de humor, justita acción, exceso de dramatismo, todo acompañado por unos buenos efectos especiales, a cargo como no de Light & Magic, que nos sumergirán nuevamente, en otra fantástica aventura del universo Star Trek, con un final con los dos capitanes, unidos mano a mano, para evitar la destrucción de un planeta.

DE QUÉ VA: La séptima película de Star Trek. La primera que no tiene un número romano en el título, y la primera que no tiene a Kirk, Bones y Spock de protagonistas. En su lugar, tenemos a los miembros de la serie de televisión “La Nueva Generación” (que no he visto). Lo interesante de esta película es que mezcla ambas generaciones (la original y la nueva), más o menos, y es la última vez que veremos jamás a William Shatner interpretando al capitán Kirk. (También tienen un cameo Checov y Scotty, pero no Spock. Ése presuntamente aparece en Star Trek 11).

LO MEJOR: Está decentemente rodada. Es un placer ver al capitán Kirk en sus últimos momentos, aunque empiece a estar un poquito fondón. Si hubiera visto “La Nueva Generación”, estaría expectante por ver a los capitanes Kirk y Picard juntos en pantalla. Está gracioso el personaje de Data, y me gustan las escenas que transcurren en Nexus.

LO PEOR: No llega al nivel de Star Trek I-VI ni de lejos. (Hay gente que considera la V como la peor, pero esa a mí no me disgustó…). No está rodada con ningún sentido de la épica (como la 1, 2, 3 y 6) ni con suficiente humor (como la 4 ó 5), salvando al personaje de Data.

Pero lo peor de lo peor es...

Con el inicio de la nueva etapa de la série, a finales de los ochenta, nos añaden un nuevo reparto que incluye a Patrick Stewart y Jonathan Frakes como capitanes de timonel del Enterprise. Obvio que a los productores se les pasó por la cabeza adaptar el formato televisivo al cine en un prudencial margen de tiempo, y fue lo suficiente para que el fenómeno "trekkie" de recuperara y resucitara viejas glorias como William Shatner, Walter Koenig, James Doohan y el mismísimo Malcolm McDowell en el papel de un villano científico loco aliado con una troupe de rebeldes que, en esos nuevos tiempos generacionales, están en paz con los hermanos terrícolas.

Patrick Stewart, que se mete en la piel del almirante Jean-Luc Picard, debe evitar la destrucción de un sistema planetario. Se ayudará de su antepasado Kirk que, trasladado al edén de una nueva dimensión generado por los malévolos experimentos del científico interpretado por McDowell, unirán sius fuerzas para restablecer la paz en el Universo.

Así, Nueva y Vieja Generación se dan la mano en que el espacio y el tiempo juegan un papel importante. Congeniar con esta fórmula funcionó en la pantalla grande y sirve de elipse y no de separación de las dos etapas que han dado más que debilidad, firmeza a una saga de ciencia-ficción que congrega millones de fieles en todo el mundo.

La vieja Enterprise necesitaba una jubilación después de décadas surcando los espacios interestelares. En "Star Trek VI" (1991) se daba el relevo a la nueva tripulación y a esta "nueva generación", tanto en personajes como en planteamiento de la serie.

"Star Trek, la próxima generación" abre un nuevo horizonte a la misma vez que culmina toda una era "trekkie", precisamente la que dio origen al fenómeno sociológico. David Carson, responsable de este prometedor comienzo, le ha echado valentía al asunto y ha elaborado un más que interesante relato metiendo en el embrollo tanto al antiguo capitán James T. Kirk (William Shatner, nunca tan justificada la jubilación de su personaje y de él como actor) como al nuevo capitán Jean-Luc Picard (James Stewart), en una aventura muy del estilo de la vieja serie pero adornada con unos espectaculares efectos especiales.

El guion, sin ser original, consigue despertar el interés gracias a la gran cohesión existente entre varios elementos. Sin haber sorpresas notables, es conveniente no comentar nada del argumento para acercarse sin ningún conocimiento previo al comienzo de esta nueva saga.

En el reparto, aparte del siempre correcto James Stewart y del ya notablemente desgastado William Shatner, destaca un carismático villano encarnado por Malcom McDowell, un rostro conocido del fantástico que siempre es bienvenido.

David Carson consigue revitalizar la serie y renovar el interés para esas nuevas generaciones, las de espectadores, cada vez más demandantes de calidad y entretenimiento a partes iguales. Interesante.

En el año 2294 el Almirante Kirk (William Shatner) es invitado al Enterprise-B, el cual es atrapado por un fenómeno natural que corre por el universo en una misión de rescate, entre los rescatados esta el Dr. Tolian Soren (Malcolm McDowell). Tras sufrir serios daños logran escaparse, pero el Almirante Kirk fallece en dicho evento.

Casi 80 años después, en el 2371, el Capitán Jean Luc-Picard (Patrick Stewart), descubre el mismo Dr. Soren, este está diseñando un arma que puede destruir Soles, pero esta vez el capitán Picard buscara la ayuda de su homólogo el difunto Kirk para detenerlo, ¿cómo lo lograra?

Este film es el debut en la pantalla grande de los personajes de la serie de televisión “Star Trek: The Next Generation” (1987–1994), a quienes el propio capitán Kirk, de la serie original “Star Trek” (1966–1969) y las primeras películas de la saga, le cede el mando. El actor Leonard Nimoy (Mr. Spock) desistió de participar en la película y DeForest Kelley (Dr. McCoy) no estaba disponible debido a problemas de salud.

El film nos presenta una nueva fantasía, el NEXUS, un lugar donde todos los sueños se vuelven realidad. La película tuvo un presupuesto de $35 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $120 millones, más $80 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió seis nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, de los cuales ganó dos de ellos.

Aunque esta película no es ni mucho menos la más popular de la saga trek, es una memorable película, que tiene momentos lo suficientemente amargos e importantes en la historia de Star trek como para ser vista con malos ojos por muchos de los fans, pero para cualquier amante de la ciencia ficción será una de las más notables de esta saga, con grandes escenas de acción, toque cómico y el inevitable cambio generacional, que se traduce en grandes escenas con los dos capitanes. Muy buenos efectos especiales y banda sonora irregular, pero muy grandiosa en ciertos temas. Sus contras, esta muy unida a la serie, por lo que puede desconcertar un poco a los fans no-trekkies y además el argumento es un tanto rocambolesco. Lo mejor, el tono nostálgico de la película que alcanza su cima, como ya he dicho, en el famoso encuentro de los dos capitanes que nos regala 15 minutos realmente asombrosos y llenos de nostalgia, siendo una de las mejores escenas de la saga. El resto de la película, sumamente entretenida.

Entre 1987 y 1994 triunfa en TV Star Trek: La Nueva Generación, con la nave USS Enterprise bajo los mandos de un nuevo capitán y tripulación. El último de esos años llega a las salas su primera incursión cinematográfica, Star Trek: La Próxima Generación (1994), film que sirve de puente para pasar el testigo de la antigua plantilla de Star Trek a la nueva. Por primera y única vez en la saga se dan lugar miembros del USS Enterprise original y los nuevos, siendo el cenit de interés de esta película la reunión del Capitán James T. Kirk (William Shatner) con el Capitán Jean Luc Picard (Patrick Stewart).

David Carson, con vasta experiencia en la pequeña pantalla -en la misma Star Trek por ejemplo- se hizo con la silla de director. El reparto está formado por Patrick Stewart (Capitán Jean Luc Picard), Jonathan Frakes (Riker), Brent Spiner (el androide Data), Levar Burton (Geordi), Michael Dorn (el klingon Worf), Gates McFadden (Beverly) y Marina Sirtis (Troi). Repiten de la formación original William Shatner (James T. Kirk), James Doohan (Scotty) y Walter Koenig (Chejov). Por último, los secundarios que nada tienen que ver con la tripulación del USS Enterprise, Whoopy Goldberg -como una aliada- y Malcom McDowell.

Este último interpreta al Dr. Soren, villano capaz de destrozar un sistema solar entero por conseguir su objetivo, llegar al planeta Nexus, cuna de la felicidad. Jean Luc Picard y James T. Kirk, pese a formar parte de generaciones distintas, forman tándem para evitar el desastre -el hecho de que dos personajes separados por 78 años en el tiempo se unan no queda muy bien explicado, dicho sea de paso. Un agujero de guión, o una vaguedad del mismo-.

La época oscura de Star Trek; así es como recuerdo las películas con esta nueva generación. No solo porque en los argumentos pasaran a enfrentarse a enemigos más oscuros, o que las acciones de la tripulación fuesen bastante más violentas y menos filosóficas. Me parece la época oscura de Star Trek por la pobreza de unos personajes que tuvieron que llevar el peso de la saga sin estar a la altura de los personajes originales. Salvo Picard/Stewart el resto de personajes apenas consigue suscitarme interés, algo que afecta el visionado de estas cintas -salvo la siguiente Star Trek: Primer Contacto (1996), la única de las veces que mantuvieron un buen nivel-.

Eso ya pasa en Star Trek: La Próxima Generación, película digna pero inferior a los seis capítulos precedentes. Historia cumplidora con buen villano McDowell -de los mejores de la saga- y algún momento estelar, sueño húmedo para los trekkies, como la reunión de los dos capitanes más insignes de la Enterprise. La película se vendió en su momento con la unión de estos dos personajes, pero las escenas que comparten no son lo antológicas que debieran.

A la puesta en escena de David Carson le faltó fuerza, la película carece de emociones fuertes o de escenas para el recuerdo. La que más debiera serlo -la muerte de un personaje importante- deja bastante frío y con un regusto amargo. Esta vuelta a la gran pantalla merecía un director no tan anclado en el formato televisivo como este David Carson.

Star Trek: La Próxima Generación echa en falta a directores como Nicholas Meyer o Leonard Nimoy, a personajes como Spock y Bones, y la música de Jerry Goldsmith o James Horner. Ninguno de los involucrados aquí para suplirlos consiguieron estar a esa altura.

La vieja tripulación del Enterprise parecía haberse despedido definitivamente con la maravillosa "Aquel País Desconocido". Todo parecía listo para la llegada de la nueva generación, tras el gran éxito de audiencia, superior a la serie original. Los productores, si embargo, no debieron confiar totalmente en el potencial comercial de los nuevos personajes y, dando otra vuelta de tuerca, rescataron a Kirk y parte de la parentela.
Personalmente, hubiese preferido que las andanzas de la tripulación antigua concluyeran en la sexta entrega. No obstante, la película está bien hecha, tiene momentos brillantes, aunque resulta algo irregular y hay que reconocer que los guionistas se estrujaron el cerebro para hacer coincidir a los dos capitanes.
Quizás lo peor del film sea estar concebido casi exclusivamente para trekkies, por varias razones : a los profanos les importará más bien poco, que Picard conozca a Kirk; los personajes están poco desarrollados, salvo Jean-Luc, y no dirán mucho a quien no hayan vistola serie; abundan los “momentos filosóficos”, reflexiones sobre la vida y la muerte, el paso del tiempo etc.

Séptima entrega de la franquicia y a su vez la primera de la nueva generación. La película es un completo desastre desde el principio. En lugar de dar paso a la nueva tripulación con alguna historia interesante y una decente presentación, lo que se intenta es hacer un mezcladillo de generaciones para darle morbo y que el propio Kirk pase el testigo a Picard.

Consecuencias: el buen final que nos regalaba la anterior entrega para los tripulantes originales se lo cargan. La inclusión de Kirk en la trama es forzada y muy poco creíble, por no decir que lo tratan fatal, su final es vergonzoso. Puestos a meter miembros del Enterprise original... ¿Por qué no a Spock? Anda que no se le echa de menos, y al no haber un solo personaje ¨filosófico¨ su ausencia se nota mucho más.
Y en lo que respecta a la nueva tripulación... muy mal. Más bien es la presentación del nuevo capitán, el resto ni te enteras de quiénes son. Está por ahí un tal Data que puede ser interesante, pero no está explotado.

La historia... en la línea de Star Trek, aunque la de esta película roza peligrosamente la fantasía y se aleja de la ciencia ficción. ¿Puertas a realidades alternas que satisfacen tus deseos? Que mal explicado queda todo eso... Para salir del Nexus hay que... ¿qué?, ¿pensar en un espacio-tiempo concreto? Eso no tiene ningún sentido...

Las inconsistencias se suceden, claro, es lo que pasa al meterse en líos de viajes temporales entre dimensiones sin tratar con cuidado los detalles, que los errores se acumulan uno tras otro sin que nadie les preste atención, mucho menos busque solución. Un despropósito. Encima es aburrida. La peor película de Star Trek hasta el momento.

A una botella lanzada con pompa y circunstancia para la inauguración de una nave le sigue la banda machacona de periodistas queriendo coger hasta la última palabra de viejas glorias.
La pre-jubilación es lo que tiene, que los grandes momentos son cada vez más mínimos, y corren el peligro de sepultarse bajo un pasado que estuvo lleno de ellos.
El capitán Kirk, dolorosamente ajeno a esos periodistas, se pregunta cómo es que Sulu tuvo tiempo para una familia, y la respuesta de Scotty no debería sorprendernos: uno saca tiempo para las cosas que son importantes, para las que van a sostenernos cuando el peso de nuestro legado sea demasiado grande para lucirlo con orgullo. Y Kirk siempre tuvo claro que quería, para bien o para mal.

'Star Trek: Generaciones' (título original, bastante más elegante) tiene esa clase de sentimentalismo, pero decide reducirlo hasta que le toque el momento apropiado.
Porque una nueva tripulación de exploradores interestelares ya poblaba el Enterprise desde hace rato, con el capitán Jean-Luc Picard como máximo responsable. Y como se nos deja claro en una clásica escena de entrenamiento, un navío no deja de ser un transporte que debe dejar paso a nuevas ilusiones y relaciones, que solo mirarán a sus predecesores como ídolos de cartón piedra que la Historia se ha encargado de preservar.
Esa nueva tripulación se nos muestra amable, cercana y hasta, en un cambio de chip por parte de Data, molesta: humana y tridimensional, como en su día lo fueron otros. No mejores ni peores, solamente diferentes.

Entonces aparece el científico Soren, y habla a Picard del incidente que, años atrás, se llevó la vida de su predecesor por delante, en un cinturón de energía misterioso que trasladó a millones de personas al Nexus, una dimensión donde no caben la tristeza o el desarraigo. Demasiado bueno para ser verdad.
Picard se revela así marcado por un pasado sombrío e injusto, que le quitó la oportunidad de disfrutar junto a su sobrino René de un retiro feliz, cuando llegara el momento. La vida del apellido Picard acabó ahí, junto a un niño que nunca sabrá lo que es reír, enamorarse, leer un libro... o sentirse orgulloso de su tío.
Pero por supuesto la posibilidad de volver a ser feliz junto a su sobrino se niebla ante la advertencia de Guinan, otra superviviente: el Nexus es una droga, la agradable morfina que te hace olvidar lo real y sustituirlo por un placentero olvido. Muchos quieren volver para experimentarlo, pero otros han sufrido la lucha entre de lo difícil que es desengancharse, la responsabilidad de una vida pasada y la propia valentía de enfrentarse a ella.

La misión inmediatamente posterior transcurre por caminos peligrosamente cercanos al Nexus, pues será responsabilidad de la Enterprise detener la locura de un Soren dispuesto a arder vidas inocentes por otra dosis de la milagrosa dimensión: una que sea eterna y duradera. Como él mismo dice, con alegre arrogancia, "qué más da si morimos, pues vamos a morir algún día, lo que importa es el cómo", dejando una postura moral difícil de rebatir en su cinismo.
Picard entonces tendrá una última oportunidad para creer que su sobrino bajará las escaleras de esa Navidad, y desenvolverá sus regalos completamente feliz... pero, en realidad, la oportunidad es para el Capitán Kirk, también feliz en el retiro que hace años se prometió, lejos del espacio y sus misterios, disfrutando de una cálida mañana veraniega.

Casi parece insultante que Picard se presente allí hablando de protocolo y sociedades en guerra, porque eso allí hace mucho que se extinguió.
El Nexus creó su trampa para Kirk, pero fue él quien se metió alegremente en ella, sin preocuparse de una espalda que ya no duele bajo el peso de los años, un caballo que ya salta el río que antes se antojaba imposible, una Federación muda que ya no requería sus servicios... el drama de Soren, apenas un pobre diablo que quedó sobrepasado por la felicidad, se queda corto ante el de un capitán que sabemos que la aceptó porque, en el fondo, nunca supo lo que era.
Es responsabilidad de Picard la de decirle que existe un mundo, doloroso y humano, ahí fuera, pero también es responsabilidad de Kirk responder diciendo que siempre se puede superar ese dolor, como él trató toda su vida de hacer. La respuesta para ambos, si existe alguna, entre todas las posibles, ya estaba delante de ellos: ser los capitanes de una nave, de un grupo de personas, que sabemos puede marcar la diferencia. O pasar el testigo, si se diera la oportunidad.

La reflexión sobre las oportunidades perdidas parecía amarga, pero se torna agridulce, casi esperanzadora.
Las siguientes generaciones existen para seguir trayendo el cambio. Y lo único que podemos legarles, lo más duradero, es la llama que encendió nuestras pasiones, sin rastro de la frialdad que algún día amenazó con apagarlas.

Porque es el recuerdo de nuestros errores lo que nos hace humanos.
Y es la absoluta certeza de que lograremos superarlos, lo que nos hace continuar rumbo al mañana.
No podría pedirse un cambio de testigo mejor: dos capitanes se confiesan hombres, y con ello se ganan sus derecho a ser leyendas.

Siete temporadas fueron las que duró "Star Trek: La nueva generación". Del 87 al 94. No estuvo mal para una serie que, de primeras, tuvo que romper las reticencias de unos seguidores para quienes Star Trek era sinónimo de Shatner y sus amigos. Cualquier otro sería visto con desconfianza.

Sin embargo, antes incluso de que la serie tocase a su fin, sus responsables ya estaban pensando en trasladarla a la gran pantalla nada más finiquitar la última temporada. Fue así como, días después de acabar el rodaje de la serie, empezó el de esta película. Un largometraje que, además, tenía la particularidad de poner fin de una vez por todas a la dicotomía que se estaba viviendo en la franquicia. A saber: que desde el 87 había una nueva generación, pero la antigua seguía rodando películas.

"Star Trek: La próxima generación" fue, por tanto, el punto de inflexión en el que se dejó claro que el elenco clásico ya estaba fuera de juego. Picard y su trupe eran, oficialmente, los nuevos arietes del negocio cinematográfico (véase spoiler 1).

Cualitativamente, la cinta fue aceptable, aunque nada del otro mundo. De hecho, se le dio un bombo y platillo que, a la larga, solo sirvió para inflar unas expectativas que no se cumplieron. Por otro lado, no faltaron las críticas que la acusaron de estar pensada para los seguidores, lo que no la hacía siempre accesible a quienes eran ajenos a las aventuras televisivas. En ese sentido no estoy de acuerdo. Se puede ver sin que, en general, haya algún problema. Si acaso, detalles particulares.

Como anécdota, fue la primera película que tuvo una web oficial para promocionarse. Puede parecer un detalle sin importancia, pero téngase presente que hablamos de 1994. Según la Wikipedia, por entonces habría un millón de estadounidenses con conexión a Internet, si cabe. Y en España la cosa era muchísimo peor.

Con un presupuesto de $35 millones, hizo una taquilla mundial de $118 millones. Poco para las cantidades que se ven en la actualidad, pero es que aún no había llegado la moda de medir los ingresos en cientos o miles de millones. Las chifladuras de los superhéroes y sus taquillas absurdas todavía estaban por llegar.

En resumen, la nueva generación salta al cine. Aún le quedarían otros tres largometrajes por protagonizar. Mientras, la televisión seguiría dando cuenta de otras variantes de la franquicia. No sería hasta el 2009 cuando Chris Pine regresaría para protagonizar un "reboot" de las aventuras de Kirk.

No es que sea una gran película en sí mismo, ni siquiera está entre las mejores de esta galáctica saga cinematográfica, pero para los trekkies acérrimos el hecho de poder ver una serie tan emblemática como "Star Trek: La nueva generación" en pantalla grande, y lo mejor de todo, que los dos capitanes más míticos del Enterprise vivan una aventura juntos, supone una alegría inmensa que compensa varias licencias de continuidad y un guión algo insípido.

Pero para que engañarnos, en realidad estamos ante un simple, aunque gratificante "nexo" temporal, donde la vieja tripulación cede el testigo a la nueva y por el camino nos hacen pasar un buen rato.

Más mini críticas en cinedepatio.com

Aceptable cierre de la saga original, aunque faltan personajes que lo hubieran hecho mucho más interesante (se echa de menos a Spock y a McCoy). La historia está interesante, aunque el ritmo que lleva no llega a convencerme, y le haría falta una mejor ¨presentación¨ de los nuevos personajes.

Tiene bastante acción y unos efectos especiales más adecuados para esta época.
La parte final, personalmente, me parece algo sosa y mejorable...

Una nueva aventura nos presenta a los sucesores del reparto original. El capitán Kirk tiene un papel secundario en esta película, y la nueva tripulación del Enterprise se encuentra con su primera misión. A pesar de tener ese nuevo aliciente, la película se hace repetitiva debido a la poca originalidad del guion: casi todas las películas (y ya van siete) cuentan con la tripulación del Enterprise, poca acción y villanos poco carismáticos.

En cuanto a la nueva tripulación, dan a conocer en profundidad (o al menos en mayor profundidad que al resto) a Picard, pero echo en falta que presenten a más tripulantes. También se conoce a Data, un androide que trata de integrarse entre los humanos (parece que será el sucesor de Spock en cuanto al tema sentimientos humanos) y a un par de viajeros más de los que solamente se hace una presentación.

Como bien dije, la serie de "Star Trek: La nueva generación" no me llama mucho la atención. Pero, las películas me flipan mucho. Esta también la conocí a través del alquiler en el videoclub de mi pueblo y tenía muchas ganas de verla ya que, el Capitán Kirk cedía su puesto a la nueva tripulación de Jean - Luc Pickard.

"Star Trek VII: La próxima generación" es un salto original de un ciclo a otro y me parece una manera espectacular de dar un nuevo paso en la franquicia de películas de "Star Trek".

Si sois fans, no os perdáis esta gran aventura.

No empezaron bien las cosas para los actores de la Nueva Generación con este pésimo producto. A pesar de la alta calidad de los efectos especiales, del trabajo de edición y de la buena contribución de Malcolm McDowell en el papel de malvado de turno (sin lugar a dudas, el más completo de todos los de la saga), esta película es un gran fiasco.

Argumentemos. El primer problema es que el trabajo de dirección resulta nefasto, así como unos actores que no ponen ningún esfuerzo en incrementar su nivel interpretativo, a pesar de las mayores exigencias del filme (incluido William Shatner, que ofrece la peor interpretación de las siete películas que interpretó). El segundo, la puerilidad con que Carson aborda la trama, empezando con un personaje que podría ser cualquier cosa menos el capitán de una nave espacial y siguiendo con la pérdida de un ser querido por parte de Picard, que entra con calzador y que no da ninguna consistencia al problema filosófico alrededor del cual gira la película. En tercer lugar, el propio problema filosófico, el dilema entre acomodarnos en un mundo que nos complace pero no es real y vivir en el mundo tal y como es, con sus miserias y desilusiones, sin que tal cuestión sea debidamente tratada en el célebre encuentro de los dos capitanes. Y cuarto, el hecho de que también sufre de algunos detalles poco decorosos, como la pelea de geriátrico de William Shatner.

En resumen, este film carece de toda inspiración. Pudo ser un aceptable film con mejor director y mejores guionistas, como lo fue el siguiente, pero la cosa no pasó de una trama ingeniosa envuelta de personajes blandos y resultados convencionales. Y sin esa horrible escena inicial de la botella.

En 1987 empezó a emitirse por televisión en los Estados Unidos "Star Trek: La nueva generación" hasta 1994, un intento de mantener la franquicia viva ante el declive físico de los actores genuinos y también, por el menguante tirón de sus últimas entregas cinematográficas. De esta forma, llega por fin el relevo oficial en "Star Trek: La próxima generación", en el que los protagonistas de la serie toman el testigo definitivamente del capitán Kirk (William Shatner), que pese a todo tendrá un papel fundamental, y compañía. El resultado es algo irregular, a veces es confusa, pero vale la pena, sobre todo si somos aficionados al sello "Star Trek". En concreto me ha gustado el villano, los mejorados efectos especiales y todo lo relacionado con NEXUS. En cambio, me parece que sobra la trama con Data (Brent Spiner) así como una trascendental....(SPOILER) en la parte final.

Y ahora vayamos a otro asunto relativo a la franquicia. A mi modo de ver, uno de los mayores errores que han cometido es dar tan poco juego a las mujeres. Con tanto hombre, camaradería, miraditas extrañas y sus escasas relaciones afectivas con el otro sexo, parecen gays. De hecho, pasan de ellas y si no, le dedican algún ramalazo misógeno, como se aprecia precisamente en la sexta parte. También hay algún guiño homosexual, oculto pero visible. Tal vez exagero, pero hay algo en el ambiente de este tipo. Por mi parte me hubiera parecido un acierto mantener al menos una trama romántica no exenta de humor entre Saavik (pero con Kirstey Alley) y un joven de la tripulación. A ver como se la liga siendo tan lógica y racional. De todos modos, parece que en esta obra se han desprendido de este sesgo, incorporando a Deanna (Marina Sirtis) y Beverly (Gates McFadden).