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59 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
3
El cine comercial era esto
En 'La vida de nadie' (Eduard Cortés) su protagonista, un inspiradísimo y emocionante José Coronado, hacía creer a su familia que trabajaba en el Banco de España cuando en realidad había perdido su empleo. Vivía engañado (y engañando) por no ser capaz de reconocer su situación, una mentira como la que mantiene el cine español, pendiente de que cada nuevo estreno reviente la taquilla y salve las cuentas de una cinematografía cada vez más pendiente de los números que de cuidar a su cine. Y 'The Pelayos' no nace con otra intención más que la de ser 'Los Vengadores' que salvarán la recaudación. Ya tiene mala idea que su estreno coincida con el del film de Joss Whedon, pero confirma la (equivocada) perspectiva que ha asumido buena parte del cine español a la hora de afrontar y superar esta crisis, parecer de todo menos españoles. Con un reparto de campanillas como principal atractivo, cada uno de sus protagonistas asume el rol de superhéroe del cine patrio, pretendiendo atraer al público a la sala para presenciar una película a la americana basada en la historia real de la de la familia Pelayo, que logró desbancar todo casino al que entraron. Están presentes todos los ingredientes para lograr un éxito. La calculadora no falla, pensaron. Tan solo tuvieron un ligero descuido: olvidarse de hacer una buena película.

Siempre se ha acusado al cine español de hacerse de espaldas al público, de no encontrar historias que se adapten al gusto del espectador y de no saber promocionarse, problemas todos ellos que parece poder solucionar la historia de los Pelayo. Pero tras verla descubrimos que no es suficiente, quizás el más grave de todos los problemas ante los que se encuentra nuestro cine no es la reducción de las subvenciones, el recuperar cierta mala imagen o mejorar la complicadísima distribución de cada estreno; se enfrenta a uno mayor cuando el propio cine español decide dejar de creer en si mismo y se rinde al malentendido cine comercial, un territorio en el que nunca podrá competir en igualdad de condiciones. Quizás por ello, la mejor solución sea dejar de hablar del cine español para hacer cine español, algo que no encontramos en 'The Pelayos' (duele escribir ese The), ni cine, ni español.

Eduard Cortés da palos de ciego y no logra acercarse al tono distendido que pretende, la mezcla de géneros no funciona y su errático acercamiento al cine de casinos logra que la película se vea completamente impostada. Quiere ser una americanada cuando ni sabe ni puede serlo, por lo que el despropósito es general. Yerra al pretender sustentar la premisa tan solo en la fuerza de sus actores, pero de nada sirve un buen reparto si sus personajes saben a chicle (con especial atención a Daniel Brühl y sus poses de tipo duro con sombrero), dando lugar a una colección de actuaciones forzadas de la que es difícil poder salvar alguna, limitándose a ofrecer un pobre e intrascendente recorrido a través del cine de casinos al que la historia de los Pelayo no aporta nada.
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50 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Buena historia tirada por el retrete del cine español
La mayoría de críticas ya han apuntado los numerosos puntos flacos de esta película de loable ambición comercial e interés en llegar a todos los públicos pero que, como pasa en estos casos en el cine español, da como resultado un guión blando, ridículamente simplón e increiblemente superficial para todo el juego que podía dar de sí la historia de los auténticos Pelayo y el mundo de los casinos en general.

Así que para no repetirme me centraré en un aspecto que me pareció lamentable. Si "The Pelayos" pretendía ser una película de género "de robos sofisticados" al estilo, salvando las distancias, de una "Ocean's Eleven" o, salvando los varios millones de años luz de distancia, "El golpe", uno podría esperar un guión de corte clásico dividido en:

1. La presentación de personajes
2. La motivación para cometer el golpe
3. La preparación del golpe
4. El desarrollo de la operación con sus dificultades, contratiempos etc.
5. El éxito final

En cambio tenemos una película donde:

- en el minuto 2 el patriarca de los Pelayo expone a su hijo cierta teoría que supuestamente lleva estudiando desde hace tiempo para intentar ganar a la ruleta

- en el minuto 4 el patriarca ya ha convencido al hijo y a media familia para que abandonen sus trabajos habituales y le ayuden en el proyecto, pese a que les avisa de las dificultades de ganar dinero inmeditato, ya que su teoría debería funcionar a largo plazo

- en el minuto 6 vemos a la familia apostando en el casino y ganando dinero a espuertas

Sin duda un ejemplo de guión coherente y dominio de la narración. Si a los 10 minutos vemos como el plan funciona y los protagonistas se forran... ¿qué queda por contar en los 90 minutos restantes? Pues algo se podría contar, desde luego (se desaprovecha totalmente el tema de los prestamistas, que podría haber dado mucho juego como subtrama), pero como en España los guionistas demuestran peli sí y peli también ser los peores elementos de nuestra "industria del cine", el grueso de The Pelayos está relleno de situaciones aburridas, ridículas y videoclips musicales propios de cualquier teleserie española de Antena 3 o Telecinco, que suman minutaje a una película que no explica nada.

A parte quedan, claro está, las inevitables escenas de sexo gratuito para llamar la atención del aburrido espectador, que tendrá al menos la recompensa de verle las tetas a Blanca Suárez (su ropa interior la conocemos de sobra todos los que hayamos visto algún momento de la serie "El barco") y a Hui Chi Chui.

Del elenco actoral mejor no hablar (no se salva nadie), aunque me gustaría dejar en el aire la pregunta de cómo se ha ganado un actor tan NEFASTO como Daniel Brühl el prestigio que tiene. Es incapaz de salirse de su único registro, el de panoli. Y ahí está, como figurín del cine patrio.
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38 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
No sé qué me gusta menos
No sé qué me gusta menos de esta película.

1. La cara de proxeneta cutre con sombrero del protagonista (el tal Brühl).
2. El guión tan absolutamente previsible.
3. Los personajes absurdos que no aportan nada a la trama, como la hija de Homar.
4. Las inefables tetas que aparecen aquí y allá. Eso sí, siempre sin venir a cuento.
5. El alias del malo: "la bestia". Fruto de la pereza o la incapacidad más manifiesta de los guionistas.
6. Las patadas de kárate de Silvestre. Sólo comparables con sus patadas al más mínimo gusto actoral.

Y ya me paro por hartazgo, no por falta de deficiencias.
Lo único bueno, la profesionalidad de Homar y Fernández. Que hacen lo que pueden, que tampoco es mucho.

No le doy un 1 por respeto a ñordas como "Año mariano" y similares.
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36 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
"La pela es la pela"
El traslado a la gran pantalla de las andanzas de la familia Pelayo en el mundillo de los casinos es una apuesta segura, ya que la historia tiene muchos de los elementos que logran que una película te enganche. El hecho de lograr algo improbable, algo solamente al alcance de unos pocos, desmontar las leyes del azar, obtener dinero fácil y ser rico al instante.

"The Pelayos" es una sólida apuesta de nuestro cine por la calidad, sobre todo a nivel técnico, ya que la factura es impecable, y el montaje estupendo, nos adentra realmente en el casino, la emoción de los juegos de azar, tanto que por momentos nos parece estar ante un "Ocean's Eleven" patrio. Eduard Cortés realiza una excelente labor tras la cámara, sin embargo, el interés de la película queda muy lejos de su obra cumbre "La vida de nadie".

Entre un reparto eminentemente masculino cabe destacar la presencia de Lluís Homar (Gonzalo Pelayo) y Eduard Fernández (director del casino y al que todos se refieren como "La Bestia"), ambos representan al bueno y al malo de la función, siendo su enfrentamiento una de las grandes bazas de la cinta. Tampoco es nada desdeñable la interpretación de Daniel Brühl (Iván Pelayo) que logra dar gran entidad a su papel de sensato hijo. En el papel semi-cómico encontramos a Miguel Ángel Silvestre, siendo sus "gracias" el único reducto para el errado público que espere encontrarse ante una comedia española. La actriz de moda Blanca Suárez aporta el toque femenino, en un rol de croupier que se lía con Silvestre, un romance que ha traspasado la pantalla.

Un reparto coral y una producción muy cuidada al servicio de unos hechos que pudieron ser argumento para una tv movie de saldo en cualquier cadena de televisión. La hazaña de la familia Pelayo se sigue con facilidad, pero sin llegar a deslumbrar.

Lo mejor: una factura insólita en nuestro cine.
Lo peor: el interés cae fuera de las paredes del casino.
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31 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
The pelayos
Una magnífica historia, a la que podría habérsele sacado mucho jugo pero, para pena de todos nosotros, no han sabido recrearla más allá de algo decente; en realidad, es de nivel medio -la palabra que me resisto a utilizar es "mediocre"-. Contando con un buen reparto, da la sensación de haber equivocado los papeles pues, Daniel Brühl (excelente actor que para nada pongo en duda) no da la talla en un protagonismo que le viene grande; carece del imponente físico necesario para atraer toda tu atención, más teniendo en cuenta que tiene al lado a un Miguel Ángel Silvestre que es desperdiciado realizando un papel de veinteañero tonto (entiendo que escape de los papeles de guapo pero tampoco es para pasarse al lado contrario "sin ton ni son"). Aparte, la pareja con Lluís Homar no acaba de funcionar. Cuenta con una buena estética -también mejorable, pues el ínfimo recuerdo a los Blue Brothers resulta insuficiente- y una buena ambientación pero con un guión muy poco aprovechado y para nada acertado. Éstos son los dos fallos más garrafales (protagonista y guión) siendo suficiente para no pasar del aprobado. Para más inri, el recuerdo a Ocean`s es inevitable y, además, pudoroso pues es obvio lo pobre de un trabajo del que se podría haber sacado mucho más partido; falta de elegancia, de empuje, de atractivo, de grandeza..., de querer comerse el mundo y aspirar a lo más!
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28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Mala, mala, mala, mala.
No le pongo un 1 por respeto a las películas a las que así valoré, como el Gran Marciano o Cenicienta por un día. Lo mejor sin duda es Blanca Suárez, que está como quiere ;-).

Daniel Brül, motivo por el que di la oportunidad a la peli, nos toma el pelo y nos repele con un sombrerito que le queda de pena. El personaje de Lluís Homar no tiene credibilidad ninguna (y eso que está basado en hechos reales, algo habrás hecho mal Lluís). Los primos, vaya el Duque y el Gafas son todo un alarde de originalidad - ver Ocean´s Eleven-

La historia que, a priori, daba muchísimo juego, se queda en un enorme chiste malo. A los pocos que estabamos en el cine no les escuché reir en ningún momento, y si, más bien resoplar. Me sorprende el 5. La marca cine español sigue cayendo en picado. Y tú, Daniel, me has decepcionado.
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34 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Y yo pensando que el Cortés bueno era éste....
Hay dos Cortés en nuestro cine. El pretencioso y aburrido de películas comerciales, curtido en "Buried" y ese bodrio llamado "Luces Rojas", y el tremendamente eficaz y casi "auteur" de la estupenda "La vida de nadie". Pues bien, esta "The pelayos" parece hecha por el primero, Rodrigo, y no por el segundo, Eduard.
La historia promete, ya que supuestamente contará los trucos y fórmulas de los Pelayo para hacerse ricos en los casinos de medio mundo. Pero no. De eso no encontrarán nada. Nunca sabrán por qué ganan o pierden. Nunca sabrán viendo la película todo el tiempo que llevó descubrir esos números que más se repiten. Ni el aburrido devenir de días completos observando, sin apostar. No. En la película llegan, y ganan. Así de simple.
Homar no es Gonzalo Pelayo. Quizá por la popularidad del personaje real, un tipo ególatra que pasea su palmito por todas las televisiones del país, ver a Homar recitando sus textos con la cadencia habitual de Homar y no con el tono chulesco del Gonzalo Pelayo real, llama la atención.
Y no hablemos de la incorporación de papeles de tonto para MA Silvestre o la inclusión de absurdos romances. Lamentable. Y lo peor de todo, aburrida.
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16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
No se puede hacer peor
Totalmente decepcionante. No perdáis el tiempo en ver esta "película". Me recordaba a series de TV "Al salir de clase" o "Compañeros" de las que te avergüenzas de verlas cinco minutos de lo malas que son. No se detalla nada del método o la estrategia que llevaron a cabo para desbancar a los casinos. No sé que pegan ciertos personajes en la trama, ni el porqué de las escenas de sexo gratuito sin venir a cuento. Si yo fuera uno de los Pelayos, sinceramente los denunciaría por reflejar así la historia de mi vida.

Bazofia
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13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Muy poco hecho de tanta historia.
Una pena de película en general.
Cortés parte de una historia con tintes de realidad que promete y a la que no debería ser tan complicado sacar partido. Si en lugar de españoles hubiesen sido norteamericanos, esta familia habría tenido ya media docena de películas dedicadas. Juego, chicas, familia. Todo promete.
Y sin embargo la historia se convierte enseguida en aburrida de puro predecible, de tan sencilla que se ha hecho. Buenos contra malos estereotipados en pantalla durante una hora y pico. Un tostón.
Y sin embargo, lo peor de lejos son las actuaciones. Flojo Daniel Brühl, actor que me gustaba mucho y que hace un papel poco o nada creíble. Como si no se esforzase, como si le diese igual no mejorar en nada la película. Peor aún Miguel Angel Silvestre. Aunque este en realidad está por guapo, no por gran actor, que hasta ahora no ha demostrado serlo. Hasta Lluís Homar está mal.
Una pena...
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
The Pelayos: Un "fallo-malayo".
Mala. Muy mala.
En ningún momento de la película te llega a enganchar, y siempre te llevas el chasco cuando piensas en "A ver si se pone interesante", hasta que llegan los créditos finales y te quedas igual que cuando comenzó.

Presentación de personajes deplorable, presentación de la historia nefasto y con personajes que sobran. A los pocos minutos de comenzar la película ya están cometiendo la estafa al casino, sin presentarte absolutamente nada, y encima, tampoco van al grano del asunto. Repito, no pasa nada interesante.

El protagonista es fastidioso y va de chuleta y farolero, con un gorro, que en mi opinión le queda horterísimo, con un padre que sale dos secuencias mal contadas sobreactuando. La hermana del protagonista que no viene a cuento y el pescadero que no pinta nada.
Lo que debo destacar es el buen papel que hace Silvestre, como siempre, hace muy buen trabajo, aunque la película sea un truño. Podría decir incluso, que la película medio se salva por él.

En resumen, una película mala y sin tener ni pies ni cabeza.
Definitivamente me quedo con Ocean's Eleven.
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14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Estupefactos
Estupefactos es como se tienen que haber quedado los auténticos Pelayos después de ver esta película. Y es que no se parece en NADA al libro que escribieron y que recomiendo desde aquí porque aparte de divertido, te descubre muchas cosas del mundo del juego y de los casinos. Casinos en los que no debe haber entrado el director de esta película en su vida, porque es lamentable el modo en que retrata el ambiente de un casino.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
The cutre's
Al cine español le falta mesura. O le entran complejos y se queda corto o se pasa de hortera como en esta “The Pelayos”, intentando dar un ambiente yanqui a una historia manifiestamente cañí con una familia de jugadores que intenta hacer saltar la banca del casino de Torrelodones. Y es que sin los medios adecuados la cosa se queda en una parodia de “Ocean’s Eleven” tan descarada que debió suponer todo un esfuerzo no llamarla “Los once del océano” y quedarse en un lamentable “The Pelayos”. Olé el buen gusto, similar a poner pegatinas a un ataúd o poner una Nancy legionaria encima de la Mona Lisa.

Hay quien alaba la estética “oscura y elegante” de la película. De acuerdo que lo mejor es el ambiente sórdido de los casinos españoles de hace veinte años junto con la historia (no demasiado original, cierto) de unos aventureros que quieren hacer fortuna derrotando a la banca, pero yo creo que esa estética es más fruto de la necesidad de tapar carencias porque de noche los gatos son pardos que de una virtud. Y es que los Pelayos hace aguas con unas interpretaciones de baja calidad que la falta de luz no puede enmascarar. Circula por ahí la creencia de que Lluis Homar, que es buen actor, es tan camaleónico como para interpretar cualquier papel de cualquier índole. Mentira, ni es tan bueno como nos quieren hacer creer ni, lo que es peor, como le quieren hacer creer a él. Daniel Bruhl también es un buen actor pero se le quiere presentar innecesariamente como un galán con problemas familiares y amorosos con una china en un papel delirante que no podría resolver ni Jack Nicholson. Miguel Angel Silvestre es muy mal actor, pero que muy malo, y un mal actor interpretando a un chico de pocas luces parece peor y más tonto de lo que es. Blanca Suárez, muy guapa, cuando no sale desnuda es igual de mala actriz que el Duque y el resto de comparsas son iguales de malos. Tan solo Eduard Fernández está a la altura de un papel aceptable.

Sumemos a esto unos diálogos arrítmicos, unos sketches sin gracia y una historia basada en hechos reales pero contada como si fuese cien por cien inventada. Con todo esto “The Pelayos” se queda en un intento de hacer “cine-español-que-no-parece-español” que degenera hacia la “españolada-cutre-imitación” contada con poca iluminación (película oscura y elegante, orque no se distingue nada). Decepción por lo cuatro costados. Para el que quiera ver una película española de timos, "Los que tocan el piano" le da mil vueltas en todos los aspectos (guión, interpretación, complicidad) y a plena luz del día.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Destrozando a los Pelayo
Nuevo intento de la industria española por hacer cine comercial estilo Hollywood, y nuevo fracaso estrepitoso. Si bien la historia en que se basa la cinta es interesante y novedosa en el panorama patrio, un guión lamentable y unas actuaciones patéticas de los interpretes principales hace que todo se vaya a pique, por no hablar de una puesta en escena rácana y cutre. Si quieres hacer una peli lujosa sobre casinos que no parezca que estás rodando en el bar de la esquina de tu casa.

Por si no fuera poco, ciertos matices de los personajes chirrían mucho, en especial los de Daniel Brühl (que sí es buen actor, como bien ha demostrado en Eva, Salvador o Goodbye, Lenin'), un personaje muy mal definido que acaba dando pena con su sombrero y su traje barato. Brühl demuestra una falta de carisma tremenda para ser el personaje principal en un film de estas características. O personajes como la china, que no sabemos muy bien que pintan en la peli.

Lo que podría haber sido una cinta comercial la mar de entretenida, se queda en un intento fallido más del cine español por parecerse a Hollywood, quedándose en lo típico del cine patrio, amoríos sin interés, y escenas con el prota buenorro sin camiseta. Es una lástima que buenos actores como Lluís Homar pierdan el tiempo en éstas memeces. Pero por lo que me da más pena es por Eduard Cortés, el director de la magnífica 'La vida de nadie', que parece confirmar que aquello sólo fue un golpe de suerte.

Lo mejor: El topless de Blanca Suárez.
Lo peor: El guión y la mayoría de los actores, en espcial Daniel Brühl.
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8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Las comparaciones son odiosas...
Las comparaciones son odiosas sí, pero no puedo evitar hacerlas en estos casos en los que se hacen este tipo de productos en nuestro país, Los Pelayo es una familia de “guay” en la que encarna el papel de George Clooney el pésimo actor Daniel Brühl que su deber es hacer de “jefe” y responsable de que la familia juegue bien, un Miguel Ángel Silvestre que su única función es lucir abdominales y haciendo de tipo duro y seductor, así como el resto de elenco que protagoniza un espectáculo dantesco, de Ocean´s Eleven a la española con fallos de guión, final muy predecible y actores pésimos. La película pasó desapercibida y no es para menos.
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8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Hagan juego, primos
Por si alguien tenía curiosidad de cómo sería un Ocean's Eleven a la española, Eduard Cortés nos trae The Pelayos, la crónica de una familia que consiguió desbancar varios casinos legalmente adivinando el secreto matemático que esconde el azar de la ruleta rusa. Una película firmada por un director irregular, capaz de defender dramas bastante sólidos como La vida de nadie y Otros días vendrán y a su vez disfrazar sin éxito una rareza como Ingrid de cine de autor experimental. La megalomanía del patriarca de la saga Pelayo se parece muchísimo a la de su director, que para su película parece haber tomado como referentes el Casino de Scorsese.

El problema es que The Pelayos se debate en todo momento entre la película que es y la que quiere ser. Hay una intención por seguir unas formas norteamericanas, con un montaje efectivo y la recreación acertada de un tiempo pasado entrañable en su apuesta por lo retro (aunque los jugadores apuestan con euros, no con pesetas: Cortés nos acerca un contexto visual, que no histórico, algo que resta veracidad a la trama). Y por otra parte, sus conexiones con la comedia española cazurra de personajes estúpidos pero con suerte es más que evidente, como si la película quisiese a toda costa ser un producto local y taquillero (tras ganar en la sala de juegos, la familia come bocadillos de chistorra en un curioso ejercicio por aunar lo elegante con lo cutre). Obviamente las tensiones entre lo cañí y lo internacional acaban por descompensar The Pelayos, si bien causa cierta gracia ver como la impecable construcción del director del casino como 'malo' de la ficción (Eduard Fernández, lo más 'Scorsese' del film) se rompe minutos después con el humor andaluz del personaje de Vicente Romero.

En The Pelayos hay sexo, como sospechábamos Miguel Ángel Silvestre corretea sin camiseta, y aún así se nota que The Pelayos es la variación de una fórmula; no una ruptura, pero sí un ligero cambio con más empaque técnico y de mayor vistosidad. Por mucho que se empeñe The Pelayos en ser una película espectacular cuenta con el presupuesto que cuenta, y se debe a una tradición 'tipical spanish' de la que no puede escapar. Al menos The Pelayos ofrece hora y media larga de diversión, además de un grupo disparatado cuya gesta tiene todavía más magnetismo en tiempos de crisis, tan vinculada a Casino como a Atraco a las tres.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Lástima de pelicula
A partir de una historia real tremendamente fascinante, Eduard Cortés nos ofrece una película fallida, lastrada por la carencia de medios, un guión triste, unos personajes desdibujados y, en ocasiones, innecesarios y lamentables, una puesta en escena ramplona, unas subtramas de relleno absurdas, culminando con algún montaje de videoclip trasnochado. Todo ello nos muestra, una vez más, los tópicos que configuran al cine español y que se resumen en una falta de ambición, quizás por la mencionada falta de medios, o también, por una alarmante falta de ideas. Le falta magia.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Decepcionante adaptación a una fabulosa história (3,1)
Hace unos años cayó en mis manos el best seller, “ la fabulosa historia de los pelayos”
Fue, para un jugador ocasional de los casinos amante del poker y de la estadística, uno de esos libros que devoras rápidamente, pues te quedas fascinado por la historia en la que una familia andaluza logra romper la banca de los mejores casinos de Europa.

El reparto de la película es a priori bastante prometedor, luego se convierte en decepcionante.
Miguel Angel Silvestre, solo aporta músculo, Daniel juega su papel más flojo de su carrera cinematográfica, donde no consigue ponerse en la piel del aventurero y filosofo de carrera, Iván Pelayo. Por su parte Lluis Homar solo logra parecerse al patriarca Pelayo en lo físico.
La banda sonora es aceptable pero inapropiada, puesto que la historia Pelayo tubo lugar a principios de los años 90, en una España que asomaba la cabeza a la modernidad, donde tanto la exposición universal como los maravillosos juegos de Barcelona fueron acontecimientos que marcaron mucho a esta saga andaluza, elementos que podrían haber servido para ambientar mejor el film y darle así un carácter histórico.
La falta de explicación del método Pelayo, los trucos para conocer las ruletas, la expansión por Europa y América, el ambiente en las salas de juego, la noche y un largo etcétera son algunos de los elementos que echamos en falta en el film.

En resumen, una decepcionante adaptación de una magnifica historia y una nueva oportunidad perdida de demostrar que en el cine español se pueden hacer cosas de calidad con presupuestos infinitamente más austeros que en las producciones americanas.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
No convence ni por azar
No sé por qué hay tanto comentario comparándola con "Ocean's Eleven". Lo único en que se parecen es que sale un casino en ambas. Me parece de de una simpleza supina.

Técnicamente la película está bien. Las actuaciones son correctas, dentro de lo que viene siendo una comedia española al uso (tampoco vamos a pedirle peras al olmo). La idea no es mala, pero no da mucho de sí. Ha habido que estirarla como un chicle. Las tramas secundarias son tan anodinas que no aportan nada. La serie 'Las Vegas' ya nos ha contado todos los trucos habidos y por haber de usuarios intentando ganar al casino, así que poco podemos pedirle a 'The Pelayos'.

Otra tontería ha sido titular a la peli 'The Pelayos'. Lo entendería si, como en la historia real, hubiesen recorrido medio mundo labrándose una fama, pero aquí sólo van a un casino extranjero. Queda ridículo, la verdad.

El único punto a destacar es la picaresca final, que deja buen sabor de boca.

Es la típica película que si la ves un martes por la tele te gusta, pero si la ves en el cine te preguntas si no has tirado tus 6 pavos.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Nada hay como la familia para desbancar un casino.
Encontrándonos ante una historia real y conocida por el público, el factor sorpresa de su final se pierde. Perdiendo dicho factor, determinante en prácticamente todas las películas, la única forma de asegurarse la atención del espectador es consiguiendo contar bien la historia y cosechar buenas interpretaciones. Con el fin de lograrlo, disfrutamos de dos pesos pesados de nuestro cine, dos auténticas bestias de la interpretación en este país, como son Homar y Fernández. En cuanto al 1º, su interpretación es calmada y sublime, como ya nos tiene acostumbrados; respecto a Fernández, nada se puede decir de él que no sean elogios, puesto que su “Bestia” consigue ser fría, calculadora y temible, sin perder la credibilidad ni las buenas maneras, nadando como un tiburón en un terreno que se conoce a la perfección.

Brühl está correcto, pero siendo arrollado por Homar y por su novia en la película, cuya interpretación resulta fresca y sorprendente, en donde su personaje, al conocer poco el idioma, dice lo que piensa con toda la brusquedad y honestidad posibles. También son dignos de mención un Romero, siempre divertido y creíble, cargando con todo el peso cómico de la cinta; y, sobre todo, un sorprendente Silvestre, cuya actuación es lo mejor de la cinta (a parte de Homar y Fernández, que juegan en otra liga), debido a su grato descubrimiento como buen actor, estando aquí impecable como primo con pocas luces, desprendiendo una inocencia natural difícil de conseguir para un ídolo de masas como él.

En cuenta al director, aprueba el examen con nota, pero le falta conseguir darle a la cinta esa chispa necesaria para convertirla en una película carismática para el público, y que éste la difunda por el “boca-oreja”. También se le puede achacar que el film adolece de falta de ritmo en algunos tramos; así como la desafortunada contratación de B. Suárez, elegida seguramente por su popularidad en la televisión, pero negada para poner cualquier cara expresiva que no sean muecas, recordándome demasiado a Kristen Stewart, ya que ambas están consideradas "sex symbols", colocándolas una y otra vez en pantalla sólo por ese motivo.

En resumen, la película es muy entretenida, siendo realista y no queriendo glorificar ni engrandecer una historia y personajes mundanos, donde el espectador puede identificarse con cualquiera de ellos perfectamente.

Lo mejor: La elegancia y sobriedad en las actuaciones de Homar y Fernández, siendo dos titanes en su oficio. Y también una sorprendente interpretación de “El Duque”, que borda su papel con una naturalidad e inocencia dignas de mención.

Lo peor: Lástima que no se pueda decir lo mismo de su novia (en la ficción y en la realidad), puesto que la acartonada actuación de Suárez enturbia la del resto, pareciendo que si la dejaron en el montaje final fue para poder mostrar su desnudo frontal.
Eduardo Quintana (Crítico de www.cineralia.com)
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15 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Historia conocida
Aunque desconozcas la relación de los Pelayo con los casinos, basta con leer la sipnosis para saber como acaba la película.
Partiendo de esta premisa lo único que falta por saber es si la historia está bien contada e interpretada.
Pues bien, tenemos una película bastante plana a la que, a falta de otras cosas, se pretende adornar con pinceladas de humor que no siempre funciona, pero que ayuda a que el film sea un poquito más entretenido.
Los actores cumplen con su papel, sobre todo si tenemos en cuenta que la cosa no daba para mucho más.
Confieso que no me aburrí pero tampoco sentí la más mínima emoción con "The Pelayos".
"El buscavidas" o "El rey del juego" son dos formas mejores de pasar el rato con este género, aunque si se le quiere dar una oportunidad a esta producción española tampoco pasa nada.
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
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