4 Críticas de los usuarios

La última parte de esta decadente saga ya no cuenta con el gran Maikel Dudikof, sino que todo el protagonismo recae en el chuloputas Bradley, por otra parte mejor actor que el caraseta de "Dudi". Eso sí, el otro ERA el guerrero americano. Este es un imitador. Bien, fíjate si es decadente esto que ya meten a un niño para darle un giro humorístico. El niño es una mezcla de pardillo con tocacojones. La película es un verdadero despropósito de guión, aunque ligeramente mejor que el Guerrero Americano 4. El presupuesto creo que es el más bajo de la saga, vemos a ninjas vestidos de verde picoleto supercutre. Las peleas tienen partes humorísticas (en el hotel, con la mesa con ruedas, por ejemplo o la persecución por la ciudad).
Bueno, entretenida, MUY cutre, muy tonta, ideal para ver con amigos y descojonarte.
De todas maneras el que tenga humor salva un poco la peli y la hace más llevadera.

Las hijas de un científico que han sido secuestradas, con el propósito de chantajear a su padre. El “american ninja” Joe Kastle (David Bradley) es asignado para rescatar a las chicas, pero necesitara la ayuda del maestro Tetsu (Pat Morita) y de su nieto Hiro (Lee Reyes).

Se esperaba que Michael Dudikoff regresara a la franquicia, como lo hizo en “American Ninja 4: The Annihilation” (1990) junto a David Bradley, pero tal parece que el actor tiene otros planes. En esta secuela se cuenta con Pat Morita (1932-2005), el señor Miyagi de la trilogía de “The Karate Kid (1984, 86, 89).

En los anteriores filmes de la saga, “American Ninja 3: Blood Hunt” (1989) y “American Ninja 4: The Annihilation” (1990), el personaje de David Bradley se llamaba Sean Davidso, pero ahora se llama Joe Kastle, posiblemente para relacionarlo con el de Michael Dudikoff, Joe Armstrong.

La saga ya luce desgastada, por tal motivo la invitación de Pat Morita y Lee Reyes.
Lee Reyes es un experimentado artista de artes marciales, fue Campeón Norteamericano Junior de Karate y es conocedor de diversos estilos en artes marciales, incluyendo el taekwondo, boxeo y el muay thai.

He terminado de ver la saga del guerrero americano y me ha parecido una chorrada como una casa, pero me he descojonado de la risa (con el guión, las peleas y el final, de traca).
Me gustaron más la primera, la segunda y la cuarta parte.
La recomiendo, le pondré un pasable(5).
Besitos y saludos.

La primera (y última, de facto) entrega de la franquicia en la que ya no queda un solo personaje de la cinta original. Se rodó y llego a estrenarse en algunos países con el título 'American Dragons' y, en principio, ni siquiera estaba destinada a convertirse en el quinto capítulo: de ahí que David Bradley no interprete (ejem) el mismo personaje que en ocasiones precedentes, lo que, dada su inexistente versatilidad actoral, tampoco supuso una diferencia significativa.
De hecho parece como si, a partir de otro argumento alucinógeno sobre ninjas policromáticos que secuestran a la hija de un investigador -debería existir una póliza aseguradora específica para las hijas de científicos-, Cannon tratase de mezclar un chiripitifláutico cocktail con James Lew ('Big Trouble in Little China') disfrazado de Doctor Strange y un niño de pega -¡Lee Reyes tenía 17 años!- que aprende a ser ninja en una tarde tras aparecérsele Pat Morita y practicar en un desvergonzado plagio de la escena del entrenamiento de 'Karate Kid'.
Además de hacer, otra vez, lo de sentarse a meditar y juntar las manos poniendo cara de cagar, Bradley compagina la destreza de sus puños con la de sus dedos jugando a la Game Gear, o la de sus piernas, pegándose a la fuga cuando los ninjas -¡más ninjas!- le atacan desde el tejado del Hotel Meliá Caribe -más product placement-.
El presupuesto es inferior, todavía más que de costumbre, por lo que la fortaleza de la batalla final es una nave industrial llena de cajas de cartón vacías con un triángulo dibujado con rotulador.
Dirige Bobby No sé quién.