54 Críticas de los usuarios

Y lo que puse en el título resume todo. No hay mucho mas que agregar que esto que dije arriba, principalmente porque Charles Lee Ray ha dejado de hacer el tonto y ha vuelto a sus raíces. A lo que siempre fue, un sociopata, un asesino serial, un demente frío y sin escrúpulos. La película sirve como secuela de las otras cinco, y nos coloca en la vida de Nica, una joven muchacha muchacha paralítica, y su madre, a las que una tarde les llega por correo una caja con el infame muñeco adentro. Oh, sorpresa, esa misma noche la madre de Nica muere en lo que aparenta ser un intento de suicidio. Lo que provoca una curiosa reunión familiar, donde se nos desvela el por qué Chucky fue a parar a esa casa y su verdadera y brutal intención. La actuación de Fiona Douriff (Nica y sí, la hija de Brad, el famoso actor que le pone la voz a Chucky) es notable ya que en algunos momentos nos sume en la desesperación y la angustia que vive su personaje en la situación que le toca vivir. Las demás están pasables, ya que mucho no indagan tampoco en lo que se dice profundidad de personajes; pero acá en definitiva la estrella es Chucky. El muñeco ahora es Charles Lee Ray de verdad. De las 5 anteriores secuelas, a pesar de que esta es la que menor tiempo en pantalla tiene el muñeco en cuestión, es la mas brutal. Chucky provoca una verdadera carnicería en 90 minutos y es, por primera vez creo yo desde la original, tomado como un antagonista serio y peligroso por mas que mida cincuenta centimetros. Es agradable ver que Mancini hizo esta película con la simple intención de regalársela a los fans, a aquellos que vieron las otras cinco y le tomaron el afecto que uno le toma a un personaje como Chuck en 25 años, acá se cierra un arco definitivamente, la historia de Chucky esta contada, y no hay mucho mas que agregar sobre lo que se cuenta en los 95 minutos de película (Esperen a ver la escena después de créditos y van a ver por qué lo digo). Un detalle aparte merece, ya para cerrar esta crítica, la ambientación del lugar donde se desarrolla el conflicto. Es buena idea haber elegido una noche tormentosa, en una casa enorme y de aspecto siniestro, porque la película hasta se esfuerza con provocarte tensión y uno que otro susto; y en algún momento lo consigue. Sin mas que agregar, es la secuela digna, despues de 25 años de idas, venidas y traspiés; del muñeco asesino mas famoso de la historia del cine.

Como con todas las secuelas que suelen pasar de los diez años, pasa lo mismo, se ve con otros ojos, el recuerdo se antepone a la realidad percibida, es como el adulto que se come una piruleta a los diez años, no es qué le guste la piruleta en sí, es el recuerdo de aquellos años lo qué le fascina, pues aquí pasa lo mismo.

Uno se alegra de la vuelta de uno de los muñecos más acojonantes de la historia del cine, que habrá conseguido qué miles, mejor dicho, millones de personas sueñen con él, pero no dulces sueños, sino pesadillas, pero en contraposición nos encontramos que la película en sí, no deja de ser un film de serie B de terror, con un argumento demasiado sencillo, lleno de agujeros, con más fallos que un preescolar en un examen de lengua, con un lenguaje soez, unos diálogos deprimentes y por supuesto, salsa de tomate, mucha salsa de tomate por si queremos mojar las patatas.

En fin, nada más que añadir a lo dicho, la película no es nada del otro mundo, es más bien regularcilla tirando para mala, pero los amantes del personajillo pelirrojo, seguramente la agradecerán.

Benditas sean las películas de terror de los 80. Ingeniosas, truculentas, sin duda alguna toda una mina para los amantes del cine. ¿Pero qué pasa si cogemos la misma fórmula y la repetimos casi 30 años después? Por desgracia hay cosas que no envejecen tan bien, o simplemente ya estamos un poco artos que intenten vendernos lo mismo una y otra vez. Chucky ha vuelto sí, pero... ¿a qué precio? Aun así he de admitir que Curse of Chucky es un buen intento de volver a la trilogía original.

La madre de Nica aparentemente se suicida, pero para ella hay algo que no encaja. Nica esta intranquila presiente que el reciente y misterioso regalo que recibieron, un muñeco llamado Chucky, de aspecto inquietante y melena pelirroja, tiene algo que ver con la muerte de su madre. Cuando llegan los familiares para ultimar los preparativos de la muerte y acompañar en estos duros momentos a Nica, la verdadera identidad de Chucky saldrá a la luz. Aunque tal vez sea demasiado tarde...

He de quitarme el sombrero ante Don Mancini, el creador de todo un mito en el género de terror como es Chucky. Como guionista cumplió tremendamente en su primera etapa del muñeco asesino.
Después llego el declive en la saga, y cuando decidió coger el timón y dirigir La Semilla de Chucky, en mi opinión acabo por destrozar un mito. Por eso admiro aun más a Don, que haya decidido retomar una saga que estaba moribunda y conseguir "revivirla" tiene merito.

Es una gran noticia que la saga deje de auto-parodiarse y decida volver por su camino del terror, pero sin olvidar ese humor negro tan característico del asesino pelirrojo. Pero con todo y eso, la película solo avanza a base de guiños descarados que encantarán a los más nostálgicos y fieles seguidores de la saga. Vamos, que su guión, es pésimo al igual que su ritmo. No hace falta una introducción de 40 minutos jugando al gato y al ratón, todos sabemos quién es Chucky y cómo se las gasta.

Sus mejores puntos para este retorno de la saga son sin duda, su banda sonora (atentos a su tema principal) y el nivel de las muertes, todas muy resultonas y son muy agradecidas en cuanto a gore.

Recomendada a nostálgicos de la primera trilogía y para todos aquellos amantes del terror más gamberro. Como mínimo Curse of Chucky es entretenida pese a esa interminable introducción, sus chascarrillos y guiños hacen entretenida la espera de la deseada acción. No esperéis un gran film, pero siendo sinceros le da un repaso en calidad a las últimas entregas que nos llegaron.

http://www.terrorweekend.com/2013/09/curse-of-chucky-review.html

Chucky ha sido el personaje de ficción que más terror me ha hecho sentir.
Sólo el ver las portadas de las películas de Child´s Play, me provocaban pesadillas.
Joder, Chucky daba miedo.

Tras unos años, estrenaron La Novia de Chucky. Fui al cine con la ilusión de poder sentir algo de aquel terror que sentía de niño. Pero no fue así. Salí del cine entre risas. Chucky ya no daba miedo.
La historia estuvo bien, pero salí decepcionado por el giro que dio el personaje.
La (Mierda) de la Semilla de Chucky... En fin, prefiero no comentar esta película.

Los fans de la trilogía de Child´s Play, esperábamos una parte que fuera realmente terrorífica.
Y Curse of Chucky, lo es.

Chucky vuelve a dar miedo. Incluso no tiene frases especialmente graciosas como podía haber en la trilogía.
Es más oscuro, más siniestro...

La película cumple, y ofrece a los fans muchos detalles interesantes que comentaré en los spoilers.
Hay otras cosas que no convencen tanto. Sobretodo hay algunos huecos en la historia, que no sabes donde ubicar temporalmente esta parte respecto a las demás.
Parece que es una continuación directa de Child´s Play 3, pero a medida que va avanzando, esto se hace algo confuso.

A pesar de eso, es la mejor secuela junto con Child´s Play 2.

- Lo positivo es que vuelve a recuperar el espíritu original del personaje. Las escenas en las que aparece Chucky, se disfrutan.
- Lo negativo es que Chucky tarda un poco en aparecer en escena.
(Sigo con spoilers)

De acuerdo, lo reconozco, de todos los asesinos en serie que podemos encontrar en el mundo del cine tengo especial cariño por este malnacido enanito pelirrojo ¿Por qué? Tal vez porque en su momento me impactó que un muñeco se convirtiera en una máquina de matar, por el humor negro que ha tenido este personaje desde sus inicios, porque en general todas sus películas me parecen divertidas y añaden cosas nuevas...sí, me gusta Chucky. Cuando me enteré que Don Mancini pretendía resucitar (¿o quizá debería decir volver a coser?) al pelirrojo me emocioné bastante a pesar de que ha sido una saga que ha ido claramente de más a menos. Para mi sorpresa esta entrega fue relegada directamente al mercado doméstico sin pasar por cines. Esto ya no me gustó tanto, suponía menos presupuesto y no pude evitar que apareciera en mí el sentimiento (injustificado, lo sé) de al ser una "tv-movie" sería un producto inferior. Pero mire usted por dónde, me equivocaba.

Los fans del pelirrojo pequeñajo pueden estar tranquilos, "La Maldición de Chucky" no decepciona en absoluto y da lo que promete. Y no me refiero sólo a muertes y sangre (lo justo, esta saga nunca ha sido excesivamente gore), es que además realmente Chucky vuelve a sus inicios, al terror. Está bien, es verdad, a estas alturas de la vida que hemos visto a Chucky hacer de todo (hasta lo hemos visto tener relaciones sexuales en la cuarta entrega, la virgen) difícilmente nos va a dar miedo. Pero, aun así, Don Mancini consigue crear una fantástica atmósfera de suspense. El muñeco da mal rollo, su cara no presagia nada bueno y cuando entra en acción no decepciona demostrando lo sádico que puede llegar a ser. Esto tiene mérito teniendo en cuenta que es la sexta entrega de la saga y encima las dos últimas eran puro cachondeo.

Por supuesto que el argumento no es nada del otro mundo (muñeco acechando, muñeco matando) aunque la última parte se vuelve bastante interesante sobre todo cuando se empieza a explicar cómo Chucky vuelve a estar en circulación y los motivos para ir a parar justo a la familia de Nica. Los personajes cumplen bien su papel, vamos que mueren bien. Sin duda destaca Fiona Dourif como la heroína que se enfrentará como pueda al muñeco, buena elección. El resto carne de cañón, personajes cargantes (en la línea de la saga, vamos) a los que estás deseando que Chucky les presente sus respetos. Una casa siniestra como escenario (casi el único de la película, aquí se nota la falta de presupuesto) y una buena banda sonora que acompaña a la perfección.

Conclusión, si en algún momento le divirtieron las sangrientas aventuras de este pelirrojo pero renegó de la saga por alguna de sus últimas entregas no sea reticente y dele una oportunidad a esta nueva película. Será una sexta entrega, eso de por sí ya tira para atrás, pero estamos posiblemente ante una de las mejores secuelas protagonizadas por Chucky. Aunque manda narices que otros asesinos del cine han conseguido llegar a la gran pantalla con secuelas penosas y esta se lance directamente en el mercado doméstico. Aun así que eso no les impida disfrutarla.

Esa es la sensación cuando ves esta secuela de "Muñeco Diabólico", aquella peliculita bien llevada que en 1988 consiguió una más que aceptable taquilla, propiciando dos secuelas bastante malas inmediatas y dos más tardías cuya vena gamberra resucitó la franquicia.
Con esta sexta entrega vuelven a la carga los creadores del film original, y Don Mancini toma las riendas de la dirección, devolviendo al personaje a sus orígenes, pero ofreciendo un mix entre la película trillada, al más puro estilo Michael Myers o Jason Vorhass, que ya no interesa a nadie y cuyos "sustos" están más que trillados, y una segunda mitad completamente diferente, más interesante, pero de la que prefiero no contar nada, pues se trata posiblemente de lo único que merece la pena descubrir por sí mismo (si eres fan de Chucky).
El resultado es un mix fallido, pero que al menos propicia un cierre a la saga que posiblemente no lo sea.

Siempre que me guío con Filmaffinity me suelo fiar más de los que critican las películas que de la media de votos, porque muchas veces los puntos positivos que enumeran los usuarios suelen pesar más que los defectos de estas. Sin embargo, esta vez, aunque lo entiendo, discrepo profundamente.

La maldición de Chucky es una especie de precuela de las dos últimas películas en la que se pretende recuperar las características de la genial primera entrega de la saga: una película de terror ligera y entretenida protagonizada por un carismático asesino que le da toques de humor, es decir, lo que yo entiendo por slasher. No obstante, creo que la película fracasa en todos sus propósitos.

Para empezar, no entretiene, y esto es uno de sus principales fallos: la convencional estructura de la cinta se desarrolla con suma pereza, con sustos que ni sorprenden ni asustan (es como oír una canción comercial, sabes cuándo va a venir el estribillo y sabes qué nota va a seguir a la siguiente), con momentos tensos que transcurren con cierto sopor (pero qué lento va el muñeco cuando quiere), con muertes nada originales ni elaboradas.

Otra de las grandes decepciones es el propio Chucky. Sus chascarrillos no son tan graciosos e inspirados como en otras entregas, y la tecnología utilizada para darle vida está mal aprovechada y es pobre: se le ve muy extraño cuando camina y el contraste cuando lo interpreta un actor humano hace que se le vea más la costuras, y no me refiero a las de su cara. La recreación del muñeco en la original de 1988 es mucho mejor, dónde va a parar... [continúo en el spoiler].

Escrita y dirigida por "Don Mancini" creador y guionista de la saga. Esta secuela es la sexta entrega de la franquicia, que en orden cronológico se sitúa después de los hechos transcurridos en "La semilla de Chucky" y no, de "Muñeco diabólico 3" como se venía diciendo y especulando (SPOILER). Lanzada directamente al mercado del DVD esta entrega hará las delicias de todos los fans de la trilogía original de "Child's Play" porque contiene varias guiños y sorpresas inesperadas... El film está bien dirigido y vuelve a los orígenes de la saga, el cual abre con un prólogo impactante acompañado de la escalofriante música de "Joseph Luca"... el desarrollo y ritmo de la trama es lento en su primera mitad, luego no digo na... lo malo son los FX digitales que cantan un poco y el más que previsible orden de todas las muertes, eso sí, contienen bastante sangre y gore. Las actuaciones son flojas exceptuando "Fiona Dourif" quien hace un buen trabajo. En resumen, "La maldición de Chucky" interesante y entretenida entrega.

Tenía muchas ganas de ver la sexta entrega Chucky, y sin duda como secuela cumple muy bien, y Don Mancini ha sabido encajar esta nueva entrega con la primera, algo sorprendente.
A mi la saga de Chucky me gusta, alguna más que otra, pero me gustan todas.
A mi me gusta el Chucky serio y el cachondo, en La Maldición de Chucky es una mezcla a veces es serio y otras veces es el Chucky cachondo, tiene mucha sangre y gore como en las dos anteriores.
No da mucho miedo, pero es bastante posible que lleves algún susto, siendo sincero es la película de Chucky menos previsible, el final es sorprendente, y alguna que otra escena no te la esperas.
Los efectos especiales son muy buenos, se le nota el curro en las escenas, la sangre, el gore, las escenas de acción, etcétera muy curradas.
Yo siendo sincero esta es mi película favorita directa en DVD, y esta merece ser estrenada en cines, tiene una trama que engancha, no aburre, y es entretenida durante todo el rato.
Buena banda sonora, el guion es bastante sencillo, pero no esta mal.
Es el mismo director de La semilla de Chucky, y menuda manera de ponerse las pilas (aún que a mi la anterior me gusto, menos que las otras, pero me gusto).
Este final de Chucky es bueno, Don Mancini ha sabido darle un final más que bueno, ha sabido encajar todo perfectamente.
Se te echaba de menos Chucky, Notable.

Oye, pues me ha gustado.
La primera fue genial aunque el argumento al principio echase para atrás, un muñeco que acaba sembrando el terror en una familia, que en realidad albergaba el espíritu de un asesino. Sonaba a chiste pero Manccini fue capaz de crear una historia que, sin asustar (no olvidemos que la amenaza no es sino un muñeco) logró crear momentos de tensión con una gran película que nos dejó un gran sabor de boca con un film de bajo presupuesto y grandes dosis de tensión.
La secuela, fue mas que digna a pesar de no superar a la original estuvo a la altura. El resto de las secuelas, en mi opinión no hicieron sino cargarse al personaje principal, el muñeco Chucky convirtiéndole en una parodia de sí mismo. Chucky, la novia de Chucky, el hijo de Chucky....sigh!!! en fin...
Y es que cuando todo parecía perdido, apareció esta sexta entrega para darnos en todo el morro y gritar a viva voz que Chucky puede seguir dando de qué hablar sin caer en lo ridículo.
Es una pena que tan solo se estrene en DVD y no se deje gozar en cines, porque La maldición de Chucky es una vuelta de tuerca a los orígenes del maldito muñeco y una buena propuesta para que dicho "personaje" pueda volver a gozar de la fama que tan merecidamente tuvo en su día. Sobre todo sin tener que parodiarse a sí mismo en las dos últimas entregas ( lo de la novia era de ridículo pero lo del hijo...o hija...mejor no hablar...)
Para los que disfrutamos con las dos primeras altamente recomendable porque mantiene la tensión y la mala leche de aquella época (por fin!!) y para los que descubrieron al muñeco diabólico en avanzado estado de gestación y a posteriori deterioro una buena manera de ver lo que en su día Chucky supuso que debía representar...
Ahí queda eso...

La sexta entrega del muñeco infernal, secuela directa de "El hijo de Chucky" donde intentan regresar a las raíces del personaje, dejando al lado el delicioso sarcasmo y autoparodia en la genial "Novia de Chucky". Ahora el despiadado mini asesino va en busca de la familia que lo desgracio hace 25 años (1988) dando un salto a la actualidad y ubicándonos en una "nueva" historia con nuna paralítica de protagonista y otros personajes desechables y a la espera de ser despachados.
Aquí no vemos Tiffany, ni Glen ni Chucky masturbandose. La esencia de la película apuesta por el suspenso y secuencias de crímenes sangrientos. Aunque si reaparece Jennifer Tilly haciendo un guiño a "La Novia de chucky".
En sí la burda historia se centra en las 4 paredes de una casa y una demora en la aparición de Chucky que llega a desesperar y aburrir.
Solo diré que la escena de mayor suspenso es cuando están 6 personajes sobre la mesa cenando y a la espera de quien es el incauto que se traga el plato con el veneno para ratas. Un mal retorno del diabólico personaje, mucha cutres en los asesinatos y malas actuaciones. Don Mancini (director y escritor), debió conservar el tono fársico y autoreferencial que tenía la saga en sus últimas entregas, que aunque para muchos fue drástico, considero que fue mejor la parodia que tomarse en serio una premisa tan ridícula.

Siempre he tenido aprecio a este enano. Es más he visto la primera trilogía y "La novia de Chucky" junto esta.

La primera trilogía se basaba, o eso intentaba, en el terror y el suspense. Y que narices tiene su aquel (por lo menos la primera ya que segunda y tercera son bastante lamentables).
La segunda trilogía es más encarada al humor negro y resultó una forma perfecta para resucitar al pelirrojo.
Y el problema que tiene esta, de momento, última parte es que se queda a mitad de los dos.

Tiene momentos muy bien hechos en cuanto a tensión y un ritmo excelente. Pero pasan cosas como:
-Una paralítica que mueve los pies.
-Un intento de explicar los orígenes de Chucky algo pillados por los pelos.
-Tengo un muñeco de los 80 que habla solo. Como si un geyperman o un he-man se pone a hablar solo y lo lanzo lo más lejos posible o se lo envío a mi jefe. En este caso se lo toman como un "que mooono".
-Se marca un "niña del exorcista" delante de la protagonista y la niña y solo se ocurre decir a la niña "no sabia que podías hacer eso".
-Hay una moza que está buena. Sabemos que la ocurrirá y que hará antes de que eso le ocurra.
-No me he puesto a medir pero estoy convencido que Chucky pega el estirón durante la película. De la caja en la que se entrega en un principio a su imagen final hay centímetros extra.

Vamos que como mucho para pasar un rato, si estás en compañía femenina esperar que se asuste un poco o para volver a ver a "seré tu amigo hasta el final".
Si no te vale también puedes mandar la película a mi jefe...

Tras los desvaríos de las últimas entregas nos llega este capítulo que supone un regreso a los orígenes en toda regla. No sólo por recuperar el tono tenebroso y serio de la primera entrega, sino por la reaparición de algunos personajes clave de la serie. Los guiños son constantes. Se nota que está hecha con muchísimo cariño hacia los fans y eso se lo debemos a Don Mancini, el creador de esta ya clásica serie. Ofrece justamente lo que se espera de ella... Y algo más. Casi lloro de alegría al volver a ver a Brad Dourif (inmenso como de costumbre) en un flash-back que conecta ésta entrega con la original. La factura técnica no está nada mal, y la ambientación en una mansión gótica le da cierto aire a película de casa encantada (descacharrante guiño a "Al final de la escalera" incluido). Afortunadamente los efectos son prácticos en su mayoría, el veterano Tony Gardner se encarga de visualizar las fechorías de Chucky (la sangre corre alegremente). Resumiendo, una entrega que sin ser algo fabuloso, pone algo de orden y concierto en una saga que iba a la deriva, y sobre todo un auténtico divertimento sin coartadas para el fandom.

Esta película me pareció la peor que he visto en lo que va del año, y créanme que vi muy malas este 2013...
Es que en la sexta secuela se queda todo a medias, hay muchas partes en las que no tiene consistencia, hay muchos "detalles" que no se cuidan, tiene un poco de todo y eso es lo que a mí personalmente no me gusta, esa mezcla que asegura el "éxito" de taquilla, pero que hace perder la esencia de la película, un poco de todo así les gusta a todos.

“La maldición de Chucky” no aporta demasiado a la saga, tampoco al cine y si la vemos un domingo por la tarde incluso no aportará nada a nuestro domingo. Es de aquellas películas cuya pequeña recompensa merece demasiado esfuerzo, un soso esfuerzo donde el escenario único ayuda a dinamizar la película y el festival Chucky tarda demasiado en arrancar, durante la primera hora podríamos estar viendo una película de Chucky, de Amitivill o un documental del Discovery Max. No hay personalidad, no hay conexión, no hay reescritura. El muñeco es ahora menos convincente que aquel antiguo animatronic que tanto nos divirtió y además a Chucky le falta el punto divertido e inocente de las primeras películas de la saga, ahora este Chucky no da miedo, tampoco risa, de nada sirve que un esforzado Brad Dourif repita una y otra vez “Wanna play with me?” porque la conexión con una saga anterior se hace en base al concepto, no a frases sueltas y aunque la película recupera el nervio (y parte del concepto) en las últimas escenas, ya es demasiado tarde y nos pilla en un bostezo de renuncio. ¿Lo mejor? Ese epílogo donde nos encontramos con uno de los elementos originales de la serie que cierra la modesta película de manera brillante. Puede que Chucky sea un muñeco de goma pero merecía mucho más que este imperfecto “remake / secuela”. Recomendable a fans de la saga y del cine de terror cuya exigencia sea la de un gourmet que se alimenta de pizzas congeladas.

La Maldición de Chucky (2013) es la quinta secuela de Muñeco Diabólico. El director tras las cámaras es el creador del muñeco, Don Mancini, guionista de cada una de las películas sobre el personaje y realizador de la última que llegó a las salas, La Semilla de Chucky (2004). En esta ocasión se omite el circuito por salas de cine y pasa directa al mercado DVD, algo que la legión de fans del personaje no han acatado de buenas maneras, haciendo una petición a Universal Pictures a través de la página Change Org para que la película se estrene en cines -en España-, consiguiendo hasta ahora casi 1000 firmas de las 10000 que se necesitan. Dicho de otro modo, tendrán que conformarse con verla en casa.

A Chucky vuelve a poner voz Brad Dourif por sexta vez, el reparto es carne de cañón para que el psicópata haga carnaza con ellos: Fiona Dourif -hija del actor-, Danielle Bisutti, Maitland McConnell, Brennan Elliot y A Martinez. Todos ellos encarnando a personajes en una casa de campo, marco idóneo para que el psicópata campe a sus anchas armado con cuchillos, hachas y veneno para ratas camuflado en el chili picante.

La mejor de las secuelas, logro tampoco en exceso harto complicado pues muchas de ellas son malas. Esta vez han conseguido un producto digno, una vuelta a las raíces de la saga y al subgénero slasher al que pertenecía, recuperando el tono más cercano al cine de horror de la trilogía inicial, dejando de lado las concesiones al humor de La Novia de Chucky (1998) y La Semilla de Chucky. Aquí solo hay puntuales momentos que den lugar a la risa, algún apunte de humor negro mediante frase del villano después de acabar con alguna víctima.

No solo en cómo está enfocada la película se vuelve a los orígenes de la saga, el guión del propio Mancini es una secuela pero remite a hechos que suceden antes de la primera parte, de ahí la presencia de Chucky en una casa de campo donde parece que ni pincha ni corta -aunque si pinche y lo que es cortar, corte mucho-. El guión es sencillo, efectivo y directo, presentación de personajes rápida, alguna broma pesada por parte del muñeco y pronto la sucesión de muertes, lo habitual en este tipo de cine.

A destacar en positivo, las muertes y su violencia extrema fácilmente censurable, la escena de la cena -suspense del bueno-, la lúgubre dirección artística, y algún planazo ocasional por parte del director. No obstante, lo mejor es la entonada banda sonora de Joseph LoDuca (Terroríficamente Muertos).

No me ha gustado: la fotografía de la película está al nivel de las pelis que van directas a DVD, parece un telefilm de sobremesa de Antena 3 un domingo por la tarde, los actores parecen moverse también en ese mismo terreno.

Esta película nos demuestra que este pequeño serial killer esta en forma y podría dar para más, pero después de secuelas como la semilla de Chucky (te ries pero no es lo que quieres) esto parece ambrosia.

La saga del muñeco diabólico ha ido disminuyendo su componente de terror según han pasado los años. La tres primeras entregas se pueden considerar las más serias pero es en 1998 cuando está tónica cambia centrándose más en la comedia. La novia de Chucky y La semilla de Chucky son más pura comedia que una cinta sobre un asesino en serie. Pero este año, lanzada directamente en DVD y BLURAY aparece La maldición de Chucky con la promesa de volver a ese terror que se perdió en los últimos años…¿ Lo habrá conseguido?..
La película tiene la realización demasiado cutre y simple..El guión parece un telefilme de antena 3 con dramas familiares y cierta historia lésbica muy metida a calzador..Pero el protagonista es Chucky cuando empieza a aparecer él, roba la pantalla..Si bien es cierto que el muñeco no ha avanzado mucho en técnica y parece que es una simple marioneta a la que se le ven los hilos pero de todas maneras no molesta demasiado.
La historia conecta con la última entrega y es solamente en los últimos diez minutos de filme donde se conocen los verdaderos motivos de Chucky sobretodo con dos cameos que no mencionaré pero que son fundamentales en toda la saga de Chucky
La maldición de Chucky no es la primera entrega de la saga pero tampoco es el desfase de las anteriores. Para muy fans del muñeco diabólico que sin duda pasarán un buen rato y un grato reencuentro con su personaje favorito..Para los demás..Nova tiene mejores telefilmes..

Chucky ya es un emblema de los años ochenta. Eso incluso nos lo recuerdan en la historia que aquí vemos. Por lo mismo, ya ni asusta ni produce escalofrío. Es un personaje siniestramente divertido que corretea con sus pequeños pies por una vieja casa en la que una tormenta se acentúa toda la noche.Eso incluso como para rescatar el terror de las clásicas generaciones, sin celular, con obstáculos y ambientes propios de los años cincuenta.
Esta película va de lo que va, aunque no esté bien reseñada por los administradores de Filmaffinity, pues la niña Alice, hija de Barb, no llega a la vieja casa con el muñeco. Chucky ya había llegado antes que ellos y la niña lo pide como regalo al apenas verlo en la sala.
¿De qué más va la película? Pues de lo mismo que las anteriores... Un muñeco con una bella sonrisa que supera las leyes de la física y de la química (recordar que es fruto del vudú) para hacer y deshacer... Eso sí, en esta película tienes que llegar hasta el final final: es decir, no la acabes apenas pasen todos los que ayudaron a hacerla, porque viene un pedazo que es gratamente refrescante como cierre.

La maldición de Chucky significa el regreso a las pantallas de uno de los asesinos más divertidos de todos los tiempos. Esta sexta entrega de la saga vuelve a sus orígenes, primando el terror por encima de la comedia aunque sin olvidarse de los chistecillos habituales.

Don Mancini, padre de la criatura, dirige su segunda película en la franquicia. La anterior, La semilla de Chucky, era la segunda comedia y dio carpetazo a esa minisaga compuesta por las entregas cuarta y quinta. Aquí Mancini nos vuelve a presentar a Chucky desde el silencio, como se hiciera en la primera película, casi a modo de reboot para la nueva generación de espectadores. Mancini hace una película de terror de A-B-C, sin complicarse ni excederse. Sigue los patrones básicos, entre los que se encuentran los muertos evidentes que empiezan la película vivos, el ligero suspense, las cámaras en mano y los sobresaltos acompañados de crescendos musicales. En lo que Mancini sí destaca es en la estética, bastante más oscura incluso que en la primera película. Además, el director se sirve de los avances tecnológicos para darle a Chucky una expresividad que da incluso algo de mal rollo. Pese a que podría dedicar la película a mostrar cómo la expresividad del muñeco diabólico se ha convertido en algo casi humano, Mancini prefiere ser fiel a una de las bases de la saga: que se vean solamente partes de Chucky, bien sea una mano cogiendo un cuchillo o bien sus pies mientras se esconde. La violencia de la película es bastante fuerte por momentos, destacando un asesinato que precede a un descacharrante homenaje a Al final de la escalera, una de las mejores películas de terror de todos los tiempos.

Fiona Dourif (hija de Brad Dourif, quien presta voz a Chucky) protagoniza la película y lo cierto es que está bastante bien, más si tenemos en cuenta que por lo general no se cuida demasiado la interpretación dentro del cine slasher. Ese es un gran punto a favor de La maldición de Chucky, puesto que todos están correctos como mínimo. Danielle Bisutti está colosal, Brennan Elliott se adapta de cine a su papel de padre casi testimonial, Maitland McConell es la que muestra un nivel más bajo, pero aun así aprueba y, por último, la pequeña Summer H. Howell interpreta a la niña de la película, el blanco para ese asesino con cuerpo de muñeco llamado Charles Lee Ray. La aparición estelar de Jennifer Tilly es maravillosa.

Resumiendo: La maldición de Chucky logra un gran resultado en su idea de relanzar y hacer renacer una de las sagas más importantes del cine slasher. Película cuidada, que conoce y aprovecha sus puntos fuertes, que conoce y minimiza sus puntos débiles y que establece una simpática conexión con el espectador sin dejar de tener esa mala hostia tan característica de Chucky.