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125 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
4
Teo va a Sundance
Sundance. Suena bien, ¿no?. El festival de cine independiente (…) creado por Robert Redford ha ganado fuerza en los últimos años de cara a las carreras de premios que tienen lugar en los Estados Unidos. Por poner un ejemplo en 2009 la película ganadora, la espantosa “Precious”, arrasó hasta el punto de ser nominada a los Oscar principales. Tres años más tarde tenemos un caso similar con “Beasts of the Southern Wild” aunque a diferencia de la película de Lee Daniels, aquí hay algo aprovechable. Y son fallidas a niveles muy distintos. Centrándome en ésta, el debut de Benh Zeitlin, hay que aplaudir elementos aislados como la banda sonora o la fotografía de la película. Su director sabe usar la cámara y encuadrar, eso también es innegable. Y la niña protagonista no lo hace mal, aunque imagino que cuando crezca nadie se acordará de ella.

El tema es que hay más elementos fallidos de los que deberían, empezando por su sensiblera historia de iniciación, en lo pueril que resulta como relectura de lo ocurrido durante el huracán Katrina, con un realismo mágico totalmente impostado y una poesía y lirismo de vuelo muy raso. Cuando “Beasts of the Southern Wild” se estrene en España probablemente conseguirá arrancarle las lágrimas a infinidad de espectadores: el uso de la música, exceptuando el inicio del film en el que se marca el tono y se descubre ese mundo de forma casi musical, es bastante cansino. Lo mismo sucede con la voz en off de la protagonista, que no está mal por el recurso en sí, sino porque las cosas que dice la niña (de seis años), sus reflexiones, no son dignas de su edad. De esta forma se fuerza la 'poesía” impidiendo que el presunto realismo en el que se regodea el film termine por cristalizar.

La cosa va más lejos cuando Zeilin trata de introducir un pequeño elemento fantástico a modo de punto de vista de la niña, una especie de fantasía recurrente en la que unos jabalíes gigantes amenazan con acercarse al pueblo en el que vive ésta. Si la película fuese buena no me molestaría que intentase homenajear a Hayao Miyazaki, pero no es el caso. Porque el genio japonés introduce la fantasía en la realidad con una intención muy clara que va más allá del exhibicionismo; Zeitlin no. “Beasts of the Southern Wild”, o “Bestias del sur salvaje” cuando llegue a nuestro país, pretende ser poética, lírica, mostrar desde los ojos de una niña el drama del Katrina, pero sólo alcanza a ser una versión Sundance de los libros de Teo, cambiando al niño pelirrojo con rizos por una niña negra con similar peinado y color oscuro. No es un bodrio absoluto pero es una propuesta fallida, que se alarga sin necesidad y fuerza demasiado la máquina. Veré la siguiente película de su director por curiosidad, no lo niego, porque talento (en bruto) parece tenerlo. Aquí le ha faltado depurarlo.
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156 de 239 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La mugre es bella
Con enormes ganas esperaba esta primera obra de Benh Zeitlin, cuyo poster ya me había fascinado como después lo hizo el prometedor trailer que se exhibe de la película y el título, que casi parece sacado de una novela de John Crowley...qué bonito. A primera vista, parecía posible encontrar ese 'algo más' que sigue haciéndome ver películas con esperanza. Sin embargo no ha sido así, en esta ocasión. No digo que Zeitlin no tenga talentos que puedan eclosionar de manera asombrosa en un futuro. Aquí se vislumbra algo, pero demasiado poco para poder decir.

La película en muchos de sus tramos resulta aburrida. Así de crudo. Sabe convocar ciertas magias ancestrales en momentos como el inicio (con la presentación de La Bañera a ritmo de una estupenda bso) o en pinceladas de realismo mágico que se infiltran en la historia como unos invitados a los que el director no sabe muy bien a qué mesa sentar. Porque luego presenta una cruda realidad que desmiente el rebuscado encanto de lo que se cuenta, que no es sino la desgracia de una diminuta y pobrísima comunidad de alguna parte de ¿Nueva Orleans? y también su idiosincrasia supuestamente atractiva, libertaria y hechizante.

Qué duda cabe que todo lugar y gentes tiene su punto si uno lo mira con los ojos adecuados, pero las cosas como son, La Bañera es un jodido infierno de sitio y por más cámara zumbona y niña filosofando que se le meta, la realidad es ésta, que los vecinos del lugar no lo quieren abandonar por la misma razón por la que algunos pompeyanos se quedaron a pesar del volcán y no fue por lo bonito que iba a quedar Pompeya cuando le cayese toda la lava encima.

En resumen, 'Bestias del sur salvaje' es como una película deprimente sobre gente viviendo en unas condiciones miserables que de vez en cuando, se autocorta el rollo con un fantaseo mal acoplado que ni siquiera viene mucho a cuento.

Luego al final no sabes si va sobre el universo, la miseria, la supervivencia, la pobreza, la relación de la niña filósofa con su padre chungo, el ruido que hace el de las palomitas de la butaca de al lado o la conveniencia de venirse a ver una película un domingo a la hora de la siesta.
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115 de 162 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
She is the Man
La película ha tenido ambos, detractores y defensores, a partes iguales. Yo, sin llegar a conocer del todo el por qué, o intentar dar una explicación racional, coherente y con el único propósito de convencer sobre como posicionarse, me centraré en intentar expresar con palabras lo que he visto y sentido al verla. Su estreno en Sundance me produjo una terrible curiosidad, casi no podía esperar a que se proyectara en la salas de cine, y por fin, cuando llegó el momento, una paz y armonía se apoderó por completo de mi. La música, las gentes, el paisaje, todo era magia en “La Bañera”. Unas horribles bestias, surgidas del deshielo, corrían a la vez que multiplicaban su tamaño, dispuestas a destrozar todo a su paso, una fuerza sin control que los habitantes ya conocían muy bien, ya se habían enfrentado a ellas en otras ocasiones, y en ésta, no iba a ser diferente, no iban a huir, nadie va a abandonar la comunidad. El realismo mágico creado por Benh Zeitlin cobra un nuevo significado. La historia, tan cruda y despiadada como la naturaleza misma, se cuenta de una forma que se soporte, que te haga pensar que lo que vemos es un cuento de hadas, y como siempre pasa en ese tipo de historias, no hay nada que temer. Hushpuppy es una niña muy especial, una criatura más de las que habitan en esa pequeña aldea sureña, capaz de comunicarse con los animales, entenderlos, conocer lo que son y de donde vienen. Wink, su padre, desde que conoció que una extraña enfermedad se está apoderando de su salud, no deja de intentar enseñarla y prepararla para que sea autosuficiente, necesita saber que la pequeña será capaz de hacerse valer en el salvaje mundo en el que habita, ella tendrá que ser dentro de muy poco, el hombre. Sin embargo sus planes a corto plazo son otros muy distintos. Al margen de sus intentos y desesperados esfuerzos por demostrar a su padre, que se muestra implacable, que ya tiene la fuerza y habilidad suficiente para poder alimentarse y sobrevivir por si misma, Hushpuppy se ha propuesto salir en busca de su madre. La narración pausada, a cargo de la joven protagonista, acompaña y enfatiza durante toda la proyección, sin ralentizar ni forzar el ritmo, que ya de por si es bastante armónico, ni se vuelve redundante en el acompañamiento, sino que le da un toque de ingenuidad infantil a momentos en los que la reflexión más fatalista nos desborda. Derroche de imaginación en el estreno en la dirección de Zeitlin, que convence con este inclasificable film independiente, ganándose el favor de la crítica en los festivales por los que ha pasado.
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62 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Solo faltaba Manu Chao
Si hay algo innegable en Bestias del Sur Salvaje es que su director, sabe muy bien en que liga quiere jugar, a quién captar (sí, sí, captar como en una secta) su atención y de quién quiere recibir toda la retahíla de parabienes. Es decir, y para no andarse con rodeos, este señor quiere ser patrocinado por kleenex por su innegable labor al servicio de la manipulación de los lagrimales del personal y como no por el gremio de críticos alternativos sundanceros a los que se les hace el culo pepsi-cola cuando alguien hace una peli tan multirreferencial como esta. Y es que señores cuando no hay nada que decir hablemos de la poesía visual a lo Malick que siempre viste mucho.

Bestias del sur Salvaje es, para entendernos, una pretenciosa bobada que sin duda gustará como parábola altermundista a los amantes de la denuncia contra los excesos de la civilización. Ojo, que el problema no está tanto en el mensaje (con el que incluso puedo empatizar) sino en la burda manera en que es arrojado, convirtiéndose casi en un manual de perroflautismo para dummies.

Todo se basa en la reiteración, en un subrayado musical que consigue que la expresión musical pase de conseguir dar con la tecla emocional a cansar por lo abusivo de su utilización. Si a esto le sumamos una reflexiones dignas de Descartes en boca de una niña de 6 años se consigue que el tono de realismo mágico desaparezca a favor de la simple y pura tomadura de pelo. Además , cabría preguntarse por las razones que hacen que el director apueste por dibujar un entorno social duro como una panda de borrachos a los que no habría que dejar acercarse a una niña por muy alternativa que sea. Eso sí todo parece de Disneylandia si se compara con esa figura paterna aparentemente dura, problemática pero en el fondo tierna que no es mñás que un vulgar maltratador físico y psicológico digno de estar encerrado por los restos.

Y así, entre jabalíes imaginarios, gritos, golpes, inundaciones y reflexiones que más que de prostitutas y marginados parecen sacadas de una reunión entre Schopenhauer, Kant y Nietzche, se nos va machando con una estética que, más que profundizar en el contraste de la fealdad urbana (esa imagen de una cementera como metáfora de la civilización es de juzgado de guardia) y la belleza salvaje de “La bañera”, parece empeñada en vendernos un producto. Como si fuera una colección de spots publicitarios recorremos un trayecto en el que se nos ha ofrecido una póliza de seguros, un perfume y si me apuran hasta unas compresas, y todo para que el espectador medio salga convencido de que, porque ha llorado tres veces, es más inteligente y más cool por haber visto algo tan alternativo y bonito.

Total que Bestias del sur salvaje le sobra mucha intención y le falta concisión y auténtica belleza. Un producto muy pensado, manipulativo y dañino. Un film cuyo propósito no es contar nada sino autorregodearse en sí mismo y de paso vender humo a toneladas. Una película cuya belleza es similar a la de un poster, es decir una bonita foto pero que, bien mirado, no es más que un trozo de papel en una pared que, posiblemente, sería más bella en su desnudez sin nada que la tape.
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65 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Bestias del Sur Salvaje: Poema triste, doloroso y luminoso
Película estrenada en el Festival de Sundance donde ganó el premio a la Mejor Película y a la Mejor Fotografía. Posteriormente se presentó en el prestigioso Festival de Cannes, en donde se llevó la Cámara de Oro a la Mejor Ópera Prima y el premio FIPRESCI de la crítica internacional en la sección “Una Cierta Mirada”. Ante todas esas credenciales y su estupendo tráiler se había transformado en uno de los filmes que más tenía ganas de ver en todo el año. Ahora que ya lo he visto, ha cumplido absolutamente todas mis expectativas, es una ópera prima maravillosa, una película hermosa, triste, real y mágica. Muy conmovedora y magistralmente filmada. Hasta el momento, la mejor película del año.
Escrita y dirigida por Benh Zeitlin, un joven cineasta norteamericano (30 años de edad), que con su primera película en su currículo ha recibido múltiples elogios y reconocimientos, y todos muy merecidos.

“Bestias del Sur Salvaje”, en su título en español, es una película independiente que cuenta una historia ambientada e inspirada en una de las pequeñas comunidades de pesca independiente, que se encuentra en la parroquia de Terrebonne, en Luisiana, Estados Unidos. Una de esas comunidades apartadas y amenazadas por distintos fenómenos de la naturaleza, como huracanes y la subida del nivel del agua. En la actualidad, ese lugar se encuentra conformado por casi igual área de agua que de tierra firme.

En el filme, observamos que el lugar se conoce como “La Isla de Charles Doucet”, un lugar donde las personas viven en armonía, a pesar de las condiciones en las que se encuentran con diversas carencias materiales. Pero adoran su espacio, apartado de la ciudad y de esas fábricas que miran a lo lejos con recelo.

La historia es narrada desde el punto de vista de una niña, Hushpuppy, una niña pequeña que vive con su padre. Una niña con una gran imaginación y con una gran fortaleza que ha ido adquiriendo a través de su corta vida. Su madre los abandonó a poco tiempo de ella haber nacido, según una de las historias que le cuenta su papá, pero ella siempre espera que ella aparezca, entre la oscuridad y entre ese mar por el que un día se fue, tal vez a probar suerte al otro lado de la realidad. Habla con ella y escucha su voz invisible.

Como el relato va de la mano de Hushpuppy, constantemente escuchamos una voz en off con la voz de la niña, en donde podemos ver sus pensamientos, ideas y visiones de la realidad que vive y observa. Este elemento es vital para la narración en general del filme, porque a través de la imaginación de la niña experimentamos la división de la historia, entre lo que ellos viven en la realidad y al mismo tiempo lo que se desarrolla en su imaginación, en donde los casquetes polares se van derritiendo y los Uros, unos animales de los que escucha en clase, van resurgiendo cada vez que el hielo se desvanece. Esos enormes animales y su desarrollo en la película van en coherencia a la historia de la niña, y son enormes símbolos que crecen a la medida que crece su seguridad y su fortaleza.

Me gustaría hacer una pequeña comparación, en una pequeña alusión que me gustaría hacer con otros dos filmes que se me han venido a la mente al ver este filme. La primera alusión, es el filme “Léolo” de Jean-Claude Lauzon, en donde encontré similitudes con la sordidez que maneja, la crudeza con la que se muestra la realidad que viven en su entorno y sobre todo con la narración y la voz en off, que en esa ocasión se encontraba a cargo del niño Léolo, otro personaje infantil tan inolvidable, así como lo es ahora Hushpuppy.

Y la otra alusión, es con la mejor película del año pasado “El Árbol de la Vida” de Terrence Malick. Pero la alusión es más pequeña, en el filme de Malick observábamos como desde la introducción nos mostraban el camino de la naturaleza y la gracia, representado en el padre y la madre. En esta película observamos el total predominio de la naturaleza. El padre, preocupado de que su hija crezca fuerte e independiente, sin mostrar debilidad. De que se identifique con la naturaleza y busque su lado animal. Y eso es lo que ella hace.

El lado de la gracia en esta oportunidad, no se presenta, esta ha sido arrebatada o se le ha negado, aunque si se asoma el anhelo de alcanzarla, sobre todo en esa hermosa escena donde las niñas llegan a un bar, en donde se encuentran a varias mujeres, quienes en un breve momento les dan su cariño. En ese momento la gracia se presenta, pero ya la naturaleza se ha perpetuado y ha invadido el espíritu y el alma.

Además de todo esto, el filme cuenta con una excelente fotografía, el trabajo de Zeitlin, a pesar de ser su ópera prima, es muy destacable. Y hay que destacar la parte de las interpretaciones, priorizando la de la niña, la protagonista, Hushpuppy, interpretada por Quvenzhané Wallis, quien hace una interpretación magistral, que merece todos los premios del mundo. Vive absolutamente el personaje. También es notable la labor de su padre y el resto de secundarios.

En síntesis, un filme hermoso y poético, es como un poema triste y doloroso pero a la vez luminoso. Una de las grandes joyas del año, y hasta el momento se perfila como una de las grandes películas del año. Un gran debut para este joven director, que hay que seguirle la pista.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2012/11/beasts-of-southern-wild-benh-zeitlin.html
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35 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La negrita filósofa
Sinopsis A: (no os preocupéis, en esta sinopsis no hay ningún spoiler ni os voy a desvelar nada de la trama que no hayais podido leer en cualquier crítica de un periódico o de la web)
Hushpuppy es una intrépida niña de 5 o 6 años que vive con su padre en lo que él califica como el lugar más bonito del mundo: La Bañera. En plena naturaleza y en armonía con ella, comiendo lo que pescan o los pollos que crían, en el sur del mundo, en la parte húmeda del mundo, lejos de la fea civilización con sus humos, sus prisas, sus refinerías,... y separados de ella por el muro, que construyeron los que viven al norte, en la parte seca del mundo, donde temen al agua. Pero los habitantes de La Bañera no la temen, y Hushpuppy sabe que, inevitablemente, cuando los casquetes polares se deshielen, el agua subirá y subirá, y antiguos animales semi-mitológicos ya desaparecidos, como los uros, volverán a aparecer en el mundo.

Sinopsis B: (esta sinopsis cuenta exactamente lo mismo, que la anterior, ni un detalle adicional de la trama, pero desde otra óptica, que puede que adoptes en cuanto empieces a ver la película)
Hushpuppy es una inconsciente negrita de 5 o 6 años que vive con su padre, enfermo, borracho, y con ciertos brotes de mal genio que casi rozan el maltrato en una isla de una zona pantanosa e inundable de marismas (probablemente en algún lugar de la costa de Louisiana, cerca de Nueva Orleáns), llamada Isla Charles Doucet, pero a la que sus habitantes llaman La Bañera. Los moradores de La Bañera, una panda de sin-techo, medio borrachos, e inadaptados sociales a la que nadie en su sano juicio dejaría que se acercase una niña de 6 años (mucho menos que la criasen) viven en chabolas de madera y chapas, comiendo los pollos que crían, o el marisco y los peces que atrapan en la marisma. Y, a diferencia de sus civilizados vecinos al norte del dique que contiene las aguas de las inundaciones, no temen a la inminente tormenta que se acerca y amenza con dejar toda la zona, sus chabolas incluidas, bajo las aguas. No necesitan, ni quieren ser rescatados ni evacuados.

Si al ver la película crees que la descripción que mejor se ajusta a lo que has visto se corresponde con la Sinopsis A, esta, amigo mío, es tu película. Te gustará te parecerá mágica, trascendente, poética, filosófica, incluso ecologista.

Si al ver la película crees que la descripción que mejor se ajusta a lo que has visto se corresponde con la Sinopsis B, probablemente pensarás “¿Pero esto que es lo que es?”. Verás una película pretenciosa, vacía, aburrida en algunos momentos pese a no durar más de hora y media, llena de buenrrollismo, y con un toque de perroflautismo bastante marcado.

Digamos que será la película ideal para amantes del cine te Terrence Malick, la música de Manu Chao y Mano Negra y los simpatizantes de los movimientos en defensa de los pueblos indígenas.

Básicamente esta es una historia que mezcla miseria, exclusión social y demás elementos de la dura realidad del entorno con el realismo mágico que proporciona la visión de los ojos de la protagonista, la pequeña Hushpuppy.

En el fondo, no es más que la historia de Vive como quieras de Frank Capra, pero transplantada a un pantano de Louisiana en nuestros días.

En cualquier caso ss una mezcla extraña, y probablemente si ninguna de las dos sinopsis de parece del todo correcta, sentirás que la película se queda a medio camino de todo. Si logras entrar en el juego y ver la película con los ojos de la niña, te parecerá mágica y poética, pero si no... puede llegar a resultar cargante, acabarás un pelín harto de tanta voz en off que pone en boca de una niña de 6 años reflexiones tan profundas que podrían haberse sacado de los espesos textos de un filósofo del siglo XIX, te preguntarás que puñetas pintan (y que significan) esos jabalíes cornudos atiborrados de esteroides hasta las paletillas, etc.

La mayor virtud de la película es sin duda su protagonista. La verdad es que la niña está impresionante, toda una fuerza de la naturaleza. Y luego todos los accesorios que se le deberían dar por supuesto a una película ahora que el cine ha cumplido más de un siglo de vida: ambientación, paisajes, fotografía espectacular, etc.

Y probablemente su mayor defecto es que se toma demasiado en serio a si misma, casi como si pretendiera ser un tratado de filosofía natural, y de cómo vivir en armonía con la naturaleza, de una vuelta a las raíces y los orígenes (bueno, pasando por alto el pequeño detalle de que algunos tengan lanchas fueraborda, armas de fuego o que cocinen con gas). Y tampoco ayudan demasiado la omnipresente música de piano subrayándolo todo, ni una cámara temblorosa que no para quieta y que en algunos momentos llega a irritar bastante.

En fin, un experimento interesante y curioso, cine independiente norteamericano fuera de la corriente normal del cine comercial y carne de premios en múltiples festivales (echadle un vistazo a su palmarés) y que a mi me resulta particularmente difícil de juzgar: supongo que según tengas el día la puedes juzgar como muy mala o muy buena; yo lo dejo en la mitad: regular nada más.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2013/02/bestias-del-sur-salvaje-la-negrita.html
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30 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
The Moñas Times
"En ocasiones toman forma películas milagrosas, realizadas por personas de las que nunca has oído hablar, con caras desconocidas y que te ciegan con su genio creativo. 'Beasts of the Southern Wild' es una de las mejores películas del año (...) Puntuación: **** (sobre 4)" (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
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"'Beasts of the Southern Wild' es un cambio innovador que te emociona de nuevo por el cine. La estrella Quvenzhané Wallis es una sorpresa total (...) Puntuación: **** (sobre 4)" (Peter Travers: Rolling Stone)
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"Un film independiente excepcional (...) Una de las películas más sorprendentes que se hayan estrenado jamás en Sundance (...) una evocación poética de una forma de vida en peligro" (Todd McCarthy: The Hollywood Reporter)
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"Las películas que mezclan magia y descarnado realismo casi nunca funcionan, pero Zeitlin, que ha realizado un prometedor debut en la dirección, lo logra con asombrosos resultados (...) Puntuación: **** (sobre 4)" (Lou Lumenick: New York Post)
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"Un debut impresionante" (Peter Debruge: Variety)
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"En los últimos tiempos cualquier novedad cinematográfica se convierte ad decretum en sublime para la crítica moderna. Los críticos a un paso de la estupidez más mortal. Una niña analfabeta que juega a ser Descartes consigue que no se hunda todavía más un proyecto tan escaso como estrafalario, cuya magia consiste en unos peluches gigantes mitad cerdo mitad toro (...) ***** (sobre 10)" (Txarly: Filmaffinity)
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50 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
No woman no cry
Hay modas que no hay quien las entienda, ya sea echarle una foto a la comida y meterle un filtro sepia o la actual tendencia en el cine independiente de hacer apología de la miseria. Esta oda a la mugre queda mucho más cool si le metes elementos fantasiosos generados por una encantadora mente adolescente.

Como moda, tendrá a la plana mayor de críticos modernuquis, haciéndole la ola, la cama, el desayuno y la declaración de la renta. Esto implica que yo vaya a verla con expectativas y una vez acabada, me sienta culpable si no me gusta. Las razones que primero llegan a mi mente no culpan a la película sino a mí mismo y me tachan de miserable insensible chapado a la antigua. Este cine al que se agarran cada vez más debutantes, permite difuminar la voluble línea que separa la mierda de pato de la obra maestra.

El caso es que este pequeño cuentecito sobre el culo del mundo no se corta al mostrar la realidad: aquí hay que ver suciedad, caos (si sois maniáticos de la limpieza y el orden, sufriréis con esta cinta), animales hecho puré y humanos hechos animales (cuesta un poco diferenciarlos). Pero lo que canta es que ante todo ese hiperrealismo se presenta a una niña analfabeta que te habla con ingenuidad sobre los científicos del futuro para acto seguido marcarse un soliloquio kafkiano sobre la existencia. Y entre tanto van apareciendo jabalíes gigantes para que los carteles y los trailers queden chulos. Además, así los críticos dirán que la película "es mágica".

Por lo demás, una fotografía buenísima, una dirección lograda y una historia con poca fuerza. Aprendamos a escribir "Quvenzhané" porque la mocosa es sin duda lo mejor del film y no sería extraño que esté presente en la temporada de premios. Mucho mérito también del director por lograr esa actuación. Ojalá no sea el típico caso de niño prodigio que triunfa en sus primeros trabajos y a los 10 años se oye: "¿Qué fue de aquel chaval?". Sería una pena, quiero volver a ver a Quvenzhané llorar.

PD: Un detalle por parte de la distribuidora de traducir el título literalmente y dejarse de tonterías.
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18 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Lo bestia de la infancia.
Posiblemente los 90 minutos más frescos y húmedos del año.

Un trozo de vida contado por una niña sin unas condiciones y un lugar lo suficientemente aptas para el crecimiento como podrían tenerlo el resto de la humanidad nos acaba describiendo sus temores enrarecidos por el terreno inundado y la carencia de madre. Y padre.

A caballo entre el cine de los hermanos Dardenne y el de Terrence Malick nos deja un buen saber de boca suficiente para incluirla en ese ciclo de películas catastrofistas que de alguna manera, consecuencia de su estética tanto fría como atemporal nos adentran quizás aun más si cabe en las costumbres de los personajes varados dentro de su misma personalidad y condiciones exteriores, ya sean climatológicas o no.

Northfork , Donde Viven los monstruos, Rosetta o El nuevo mundo con más o menos barro hacían algo similar a lo que intenta Benh Zeitlin y claramente triunfa como de alguna forma lo hacían las anteriores mezclando adversidades de clima y posición social.

Una voz en OFF sólo apta para amantes de voces en OFF y una fotografía bastante interesante aunque sin llegar a esos niveles majestuosos de esas películas malickianas donde solo el uso de la cámara de Emmanuel Lubezki o Nestor Almendros hacen ya de entrada productos mediocres en cintas inolvidables.

Bestias del sur salvaje no será inolvidable para nada ni por nadie en unos años, pero sí será una lección interpretativa de Quvenzhané Wallis para Jennifer Lawrence y Jessica Chastain. Ridículo como una niña de 8 años las puede dejar en evidencia con su edad y con menos (aun) pechos que las anteriores.
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14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
SEÑORITA ESCARLATA....
Todas las películas y los libros, tienen sus días, sus horas, incluso sus momentos. Tal vez yo no me enfrenté a BESTIAS DEL SUR SALVAJE, ni el mejor día, ni en la mejor hora, ni en el momento idóneo

Contiene una gran poesía, mucha belleza, pero ni me cautivó, ni siquiera me atrapó. Parecía obligada a ser bella, con esa belleza impuesta de la chica que se sabe hermosa y al final solo ofrece al mundo su hermusura extraña
.
Debo aprobarla con un raspado cinco. La niña tiene su "aquel" aunque el encanto se diluya suavemente a medida que el metraje avanza.

Un 5
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
No todo el cine independiente es bueno.
Caí en la trampa, he de admitirlo. Cometo el error de asociar cine independiente con buen cine. Supongo que la culpa es de "Pequeña miss Sunshine". Me encantó, pero "Bestias del sur salvaje" me ha abierto los ojos. No todo el monte es orégano.

También me sedujo el protagonismo de una niña pequeña. ¡Dios mio! ¡Estoy ante otra "The fall"!
Pues no. Soy de lágrima fácil y si bien no puedo ver "The fall" sin llorar como una magdalena, "Bestias del sur salvaje" me ha dejado indiferente. No me ha importado lo que se me cuenta en la película, ni la vida de los que en ella aparecen. He estado toda esperando que algo pase, pero no. No ha pasado nada.

Resumiendo, me ha dejado frío (lo cual es una de las peores cosas que le puede ocurrir a una película). Una hora y media perdida.
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18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La magia de la valentía
Hay momentos en el cine que están llenos de magia, en los que los sentimientos y las emociones que nos hace sentir una película trascienden su existencia como hecho audiovisual y nos sentimos parte de la historia que estamos experimentando. “Beasts of the Southern Wild”, la historia—vista a través de los ojos de una pequeña niña—de una comunidad costera enfrentada a una tormenta inminente, está llena de esos momentos.

The Bathtub es como los habitantes nombraron a su pequeña isla cercana a la parte continental del sur de Estados Unidos. Con los polos derritiéndose, se cree que el nivel del agua subirá y la isla quedará bajo él, lo cual alarma a una parte de la comunidad. Pero esto podría ser una historia más de crónica social si no estuviera contada por una niña de seis años, el alma y el corazón del filme, Hushpuppy. Y a través de los ojos de la niña, el mundo adquiere significados distintos y el relato se transforma en el mejor ejemplo de que el realismo mágico también tiene cabida en el cine.

Hushpuppy está en el centro de The Bathtub, intentando entender el mundo que la rodea y descubriendo ese sentido de apego por su tierra y por la naturaleza que caracteriza a su comunidad. Sobreviviendo con pocos recursos pero con un carácter forjado por años de luchar contra las adversidades, su padre Wink encarna el espíritu férreo de su pueblo, y cree que es su misión lograr que su hija adquiera ese valor para que crezca con una personalidad que no permita que nada, de entre todo lo malo que puede suceder en su vida, la derrumbe.

Y es en ese cruce de caminos, entre entender su lugar en la comunidad y en el planeta, y adquirir esa necesaria valentía frente a la vida, que Hushpuppy se encuentra, y nos ofrece unas reflexiones que, bajo el disfraz de la inocencia infantil, esconden un significado más profundo. Pero el guión de Benh Zeitlin y Lucy Alibar no tendría el mismo impacto de no ser por las sorprendentes actuaciones de Quvenzhané Wallis y Dwight Henry, la niña y su padre en la película, ambos actores naturales que debutan en el cine.

Filmada con un estilo que recuerda al cine de Terrence Malick y acompañada de una música original que se convierte en un personaje en sí mismo, “Beasts of the Southern Wild” es una historia sobre la valentía de un padre, de un pueblo y de una niña que descubrirá, habitando dentro de ella, a una bestia del salvaje sur.

http://filmicas.com
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15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
INCREÍBLE
Seré breve, porque no quiero gastar más de un par de minutos de mi tiempo, aparte ya de los que he gastado en ver este bodrio.

Estoy sumamente cansada de todo este aluvión de críticas pseudointelectuales sobre la belleza, la magia, la fotografía o el significado de este film con las correspondientes interpretaciones megainterpretativas estilísticas. Así que, ahí va mi resumen: esta película es un canto a la miseria, a la suciedad, a lo absurdo y, lo más importante y peligroso del cine: AL ABURRIMIENTO. No hay por dónde cogerla, por no hablar de la manía del cámara que se empeñó en hacernos llegar las imágenes desenfocada y en movimientos enfermizos durante la mayor parte de la grabación. Tanto es así, que yo no sabía si me dolía la cabeza por la falta de contenido de la película o porque me estaba mareando tanto sube-baja-izquierda-derecha de la dichosa imagen.

Y se acabó. No hay más que decir. Es lo peor que he visto en los últmos... ¿40 años?

P.D.: A cualquiera que se sienta como yo: no se sientan culpables. Somos personas normales.
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13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
¿Poesía?
Bestias del sur salvaje no va a ser la película más premiada del año, pero lo que desde luego nadie va a disputarle es el puesto número uno como rareza más grande de los pasados doce meses.
Porque lo que ha rodado Behn Zeitlin es una película inclasificable, y ahí radica el secreto de por qué ha encantado y horrorizado a partes iguales. Hay entrega e ilusión, que es más de lo que muchas películas pueden decir, contiene muchos momentos poderosos (la tormenta, o el episodio en el hospital, sin duda el mejor de la cinta) y se beneficia de una música compuesta por Dan Romer y el propio Zeitlin que es una auténtica maravilla.
Pero, como se decía antes, la película es rara, muy rara, muy del gusto de Sundance y firme militante de las filas del cine independiente más arriesgado, de ahí su aspecto dejado, su consciente "suciedad" visual y esa cámara en mano que se mueve incesantemente. Todo ésto no es un problema (y menos aún para los que no tenemos nada en contra del cine independiente), pero lo que sí es grave es que el guión no sabe hacia dónde ir. Cuando acaba la historia de Hushpuppy, no queda claro qué nos ha intentado contar el realizador: una fábula ecologista, una historia de una pequeña heroína con su particular reino, un retrato de una muy deprimida zona de EEUU, una aventura de fantasía... imágenes como las de los uros (sobre todo en su aparición final) desconciertan y no casan con el hasta entonces descarnado realismo de la cámara de Zeitlin, que, éso sí, se las arregla la mar de bien para extraer olores y sabores de las imágenes. Sin duda, es su mejor virtud como realizador, porque aunque la nominación al Oscar le queda grandísima (sobre todo si pensamos que desplaza a Ben Affleck y Kathryn Bigelow... sin comentarios), es gracias a él que la película no deja indiferente y provoca sentimientos y reacciones en el espectador, ya sean éstas de pena, asco o alegría. Pero la historia desconcierta, deja cosas por el camino sin explicar (la extraña enfermedad inicial de Wink, el incendio en medio del bayou, al que curiosamente nadie presta la menor atención) y no emociona como debería.
¿Y Quvenzhané Wallis? Pues no cabe duda de que la chiquilla es encantadora y presenta una naturalidad apabullante. Incluso cabe reconocerle momentos de mucha brillantez (ver la secuencia del hospital, el final, la discusión con Wink después del incidente en la presa, o su mirada capaz de parar un tren justo antes de provocar dicho incidente). Pero el Oscar, igual que a Zeitlin, le queda muy grande, sobre todo si tenemos en cuenta que el 80% de sus frases son en off, y en gran parte de las escenas se ve a la legua que apenas era consciente de lo que hacía (el trabajo cinematográfico con niños suele planteárseles a los pequeños como un juego). Resulta sorprenderse que, por el desparpajo de Wallis, se esté olvidando el trabajazo de Dwight Henry, maravilloso en la piel del padre de Hushpuppy, que borda cada una de los claroscuros del personaje, odioso al principio y poco a poco objeto de la empatía del espectador tanto o más que la protagonista.
En definitiva, una película que no es que sea mala (de hecho, seguramente es mejor de lo que aquí se ha expresado), pero resulta tan desconcertante y bizarra que aquí y ahora a quien ésto escribe le resulta imposible subir la nota.

Lo mejor: La habilidad de Behn Zeitlin para provocar emociones y sensaciones en el espectador, y la presencia de Dwight Henry.
Lo peor: Apunta a todas partes, no siempre acierta y cuando lo hace tampoco es nada del otro jueves.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sórdido cuento de hadas
Benh Zeitlin con esta su ópera prima ha dejado boquiabiertos a crítica y público, una particular creación que va cosechando premios allá por donde pasa (mejor película y fotografía en Sundance, cámara de oro y Fipresci en Cannes…etc) y que le ha permitido darse a conocer y triunfar a nivel global a través del circuito de festivales de primer nivel. El joven director ha participado igualmente en la creación del guión de la película junto a Lucy Albar, autora de la obra original en que se basa.

“Bestias del sur salvaje” nos narra la vida de Hushpuppy, una niña que vive en un tiempo en que la humanidad se ha recluído tras gigantescas presas que la protegen de la inminente crecida de las aguas por la disolución de los casquetes polares. Pero ella no se encuentra dentro de esa seguridad, sino al sur de los muros, en unas tierras salvajes que sus arraigados habitantes se niegan a abandonar. La niña habita junto a su padre, un hombre enfermo que abusa del alcohol poniendo en peligro su tranquilo día a día en la naturaleza. El desastre se aproxima y los corazones de las ancestrales bestias que duermen bajo el hielo comienzan a sonar de nuevo…

El film, un crítico cuento de hadas que roza la sordidez en su planteamiento e invita a la reflexión, está narrado a través de una colección de metáforas y simbologías que tocan temas de gran actualidad y temas eternos a un tiempo. Su puesta en escena, creativa y artística, demuestran cómo las mayores fantasías no requieren de los más espectaculares efectos especiales, sino de la imaginación y del saber explotar al máximo los mínimos recursos.

Por otra parte, los personajes de la película representan el corazón de la historia. Caricaturizados y extremos, enganchan al espectador y lo arrastran a la aventura, y entre todos ellos, destaca aquel interpretado por Quvezhané Wallis, Hushpuppy, la niña a través de cuyos ojos, reflexiones, creencias, miedos y sueños, veremos el mundo. La joven actriz roba el aliento al espectador y borda un papel que la convierte en toda una “fuerza de la naturaleza”, como han apuntado diversos críticos, dotando a la película de gran vida, energía e inocencia, encarnando la esencia luchadora del hombre contra la adversidad.

Extraña, hipnótica y diferente, “Bestias del Sur Salvaje” es una propuesta independiente, que si no fácil, resulta de gran interés, calidad y profundidad. No para todos los paladares, pero sí satisfactoria para aquellos ávidos de buen cine innovador.

-Enoch-
www.raven-heart.com
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11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Si van a nominar esta película a los Oscars, ¿por qué no nominaron “Kárate a muerte en Torremolinos”?
La palabra de John Waters suele ser incuestionable y “Bestias del sur salvaje” se aupó entre sus diez favoritas del 2012: «Está dirigida como si el equipo se hubiese colado a bordo de un buque meteorológico durante el huracán Katrina, secuestrado a la tripulación, tirado el equipo científico por la borda y rodado un filme tremendamente original». No quiero cuestionar a uno de mis directores fetiches, autor de obras como “Cosa de hembras” o “Pink Flamingos”, sino a la aureólela en la que la crítica norteamericana ha envuelto al filme de Benh Zeitlin para postularse como el filme-indie-que-se-cuela-cada-año-entre-las-nominadas-a-los-Oscars. Yes, es hija de Sundance y este bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla… y etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc… Pero, ¿merece la pena?

Más que hallar lo original y la poesía entre indundaciones y gritos, la película me plantea una terrible duda: si van a nominar a “Bestias del sur salvaje” a los Oscars… ¿por qué no nominaron años atrás a “Kárate a muerte en Torremolinos”? Muchos compararán la cinta que protagoniza Quvenzhané Wallis y su carga simbólica-poética con un hibrido entre fantasía, realismo mágico y película de ciencia ficción, con metáforas sobre las diferencias sociales y raciales que acaba en un anuncio ‘arty’ de ropa low-cost para homeless. La vida (y milagros) de Hushpuppy es un claro mensaje ecológico (y escatológico) entre lo ilógico y un documental sobre el consumo de metadona en Louisiana por National Geographic.

Si estuviera presente en la misma sala cuando dijeran las películas nominadas para este año en los Oscars me levantaría y gritaría: ¡KÁRATE A MUERTE EN TORREMOLINOS también lo merecía! Hay muchos parecidos entre ambas cintas. Sobre todo, a nivel interpretativo. Por no hablar de esas bestias cochineras que despedazan cruelmente maquetas y que evocan una pequeña porción porcina de Jocántaro. Entre que la niña se ha visto la filmografía de Terrence Malick y el padre parece que está en un plató de Telecirco llega la recta final de “Bestias del sur salvaje”, donde nos habla de la prostitución y de una gran metáfora circunspecta e intrínseca: nosotros —académicos que van a votar por esta película, incluidos— somos esas BESTIAS ERRANTES Y PELUDAS COMILONAS QUE SE ACHANTAN POR UN PIOJO CON EL PELO AFRO. Mi único interés respecto a esta sub-película es regalarla en un pack doble junto a la genial “Kárate a muerte en Torremolinos” a todos aquellos críticos resabiados que utilizan etiquetas como «Sundance» como sinónimo de «Puta-mierda-indie-de-los-cojones» para que al desenvolver mi presente les pueda gritar a lo Hushpuppy: ¡¡¡NADA DE LLORAR!!!
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23 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Filosofía barata con imágenes poéticas
Primera película de Benh Zeitlin, antes sólo había dirigido tres cortometrajes. Obtuvo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance 2012 y además fue seleccionada como una de las 10 Mejores películas del año por el American Film Institute.

Relata la vida de Hushpuppy (Quvenzhané Wallis), una niña de 6 años que vive con su padre Wink (Dwight Henry) en una aislada comunidad bayou (región pantanosa del sur de Luisiana, antiguos meandros del río Mississippi).

Un día, su entorno natural se ve alterado y entonces el film comienza a deambular por el realismo mágico en el cual se pueden observar feroces bestias prehistóricas que, después de siglos inmóviles, se han descongelado de los grandes glaciares y recobran vida, amenazando la existencia de todos los humanos, además, su padre cae gravemente enfermo. Bajo este contexto, siguiendo la luz que divisa en el horizonte, la niña emprende un viaje en solitario en búsqueda de su madre. Pero su viaje más importante será el de cómo afrontar la vida, aprender a sobrevivir y enfrentar el mundo con valentía y amor.

A medida que avanza la película somos testigos de la división de dos mundos totalmente opuestos, uno civilizado y otro marginal, siempre a través de la mirada de la niña.

Parece una agradable historia pero lo cierto es que al final resulta tediosa. Contiene muchas frases filosóficas y reiterativas a lo largo del metraje por parte de la niña y en voz en off, tales como: “Todos pierden a quien los ha hecho. Los hombres valientes se quedan y miran cómo ocurre. No huyen.”, “Veo que soy un pequeño pedazo de un universo muy grande y eso parece correcto”, “Todo el universo depende de que todo encaje perfectamente. Si una pieza se rompe, aunque sea la pieza más pequeña... todo el universo se romperá.”, etc.
Deja una sensación de aburrimiento porque la narración es tediosa, los diálogos son tediosos y hasta los movimientos de cámara del joven director terminan resultando tediosos.
La actuación de la niña, la agradable banda sonora y alguna que otra secuencia (gracias a la bella fotografía de Ben Richardson), son los únicos puntos altos del film.

En fin, parece una buena idea pero mal ejecutada. Deja un sabor agridulce, un sabor a filosofía barata con imágenes poéticas.

Nota: 5/10
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20 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una fábula lírica con denuncia social
Cuando la televisión transmitió las consecuencias del huracán Katrina, con las víctimas que habían perdido sus viviendas precarias, se visibilizó ante la opinión pública las condiciones de miseria del sur profundo estadounidense. Esas imágenes mostraron personas alejadas del mundo civilizado y fuera del orden social.

En su opera prima, Benh Zeitlin -un joven director de Nueva York instalado en Nueva Orleans- ha construido una fábula apocalíptica y al mismo tiempo esperanzada, con el singular protagonismo de una niña de seis años, que vive junto a su padre en un bañado sin tiempo ni nombre geográfico real pero con referencias suficientes como para vincularlo con esas pequeñas comunidades pesqueras de Louisiana, aisladas y amenazadas por huracanes y mareas, donde sus habitantes han aprendido a sobrevivir en forma autosuficiente.

Fuertemente vinculados con su lugar, a pesar de las condiciones precarias en las que se encuentran, estos seres disfrutan de una libertad que los mantiene independientes del consumo de las ciudadades y las fábricas que miran desde lejos y con recelo.

La vuelta de tuerca de la película consiste en que temas muy crudos como la miseria, el abandono y las amenazas despiadadas de la naturaleza son transformados por la narración de la niña Hushpuppy (Quvenzhané Wallis), quien interpreta todos los hechos que le ocurren como una especie de aventura épico-mágica y los transforma en una fábula poética y delicadamente dolorosa.
El padre de la niña además está muy enfermo y se encarga de enseñarle a su pequeña hija las elementales formas y medios de supervivencia en el pantano, donde ante todo se impone una regla: ser fuerte y valerse por sí mismo. Como el relato va de la mano de Hushpuppy, constantemente escuchamos la voz en off de la niña, en donde podemos ver sus
pensamientos, ideas y visiones de la realidad que vive y observa. Este elemento es vital para la narración en general del film, porque a través de la perspectiva de la niña experimentamos la división de la historia, entre lo que ocurre realmente y lo que se desarrolla paralelamente en su imaginación.

Filmado con una inquieta cámara en mano, con abundancia de primeros planos, el film se apoya en un montaje inteligente de tomas breves con las que registra a un elenco de actores no profesionales, la mayoría originarios de Louisiana.
Zeitlin sabe articular el naturalismo con el realismo mágico, propios de ese espacio primigenio que crea, sin caer en el regodeo ni estetización de la pobreza. En contraste con la fuerza de la imagen, resulta reiterativa la banda sonora que es efectista por su uso exagerado. En cambio tiene una
excelente utilización de las locaciones naturales que transmiten el encanto del espíritu sureño. Hay algo de pintoresquismo en ese universo místico y extraño de la niña que amalgama realismo sucio y lírico.
Como toda gesta heroica, la de Hushpuppy es también una tarea de autoconocimiento, de entrada a la madurez, mientras busca encontrar alguna explicación en el orden universal.

Las películas que mezclan poesía y realismo descarnado difícilmente funcionan, pero Zeitlin, en su prometedor debut en la dirección, lo alcanza con asombrosos resultados que captan lo esencial de la naturaleza, con poesía visual y simbolismo al tiempo que aborda la denuncia social en forma no convencional.
La constante brecha entre la urbanización y su antítesis -que marca todo el recorrido de la película- eclosiona cuando la muralla física entre los ambientes opuestos se derrumba y la comunidad se ve arrastrada hacia ese otro mundo que no comprenden ni los comprende. Allí la historia se torna circular, porque Hushpuppy buscará un viaje de ida y vuelta en pos de la recuperación de todas las piezas de ese mundo roto en pedazos pequeños pero evidentemente necesarios y que el film se empeña siempre en rescatar.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
La tribu de Hushpuppy
Con una estética similar a "Where the Wild Things Are" (2009) se nos presenta "Beast of the Southern Wild" o mejor dicho "Where the Wild Things Could Have Been".

La ganadora de Sundance de 2012 se me antoja irregular. Aburrida a cachos (llega a hacerse larga la hora y media de metraje). El principio promete. El carismático pueblo, los fuegos de artificio, la niña tan mona... Pero luego te das cuenta de que todo es eso. Fuegos de artificio.

El drama-naturalisticofantasioso-social es la excusa para una tan buena banda sonora (compuesta por el propio Benh Zeitlin y Dan Romer). Al menos me quedo con eso. Podríamos resumir la película como el intento de supervivencia de una niña y su familia que lanza al aire frases trascendentales. Sentimentalismo fácil.

La sensación que tengo es de estar exactamente igual una hora media después de haberla visto que antes. A lo mejor es que no me pilló en ese momento exacto para ver ciertos tipos de película, porque me pareció similar a la cinta de Spike Jonze y esa sí que me gustó... Supongo que algún día le daré otra oportunidad.

Igual es que no entiendo ese espíritu sureño del que todos hablan.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
UNA MANERA DE REFLEJAR UNA TRISTE REALIDAD A TRAVES DE LA FANTASIA.
Sorprendente opera prima de BENT ZEILINT. Bestias del sur salvaje es una película distinta y sólo con ello ya merece ser destaca en estos tristes tiempos cinematográficos.

El film comienza de tal manera que parece que estás ante un documental de una de tantas de esas zonas de Norteamérica donde los más pobres y desgraciados de dichas zonas se acumulan para poder sobrevivir. Pero en seguida el rumbo vira hacia una triste historia fantástica donde se mezcla la crudeza de la pobreza con la vida fantasiosa de una pequeña HUSHPUPPY maravillosa.

QUVENZHANE WALLIS( Hushpuppy) está perfecta, reflejando ira, tristeza y fuerza en cada momento, cosa increíble para una niña de tan solo 9 años (véase la mayoría de actuaciones de jovencitos de esas edades). Los demás actores sobresalientes y dando la sensación de que los han sacado de la más absoluta miseria para hacer un papel de sus propias vidas.

Como punto negativo es que moviéndose en unos terrenos tan tristes, los momentos más emotivos no consiguen ser tan sentimentales como deberían reflejar y por ello en ese sentido la intención del director se queda a medio camino.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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