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107 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Profundo estudio sobre la violencia de género
"Te doy mis ojos" muestra, una vez más, que es posible crear una magnífica obra cinematográfica sin necesidad de grandes alardes técnicos, contando una historia sencilla pero bien construida, con un desarrollo impecable y trufada de dramatismo.

Cuando, en la última escena de la película, Antonio ve a través de la ventana de su piso cómo Pilar se aleja en compañía de sus dos amigas Rosa y Lola, una parte de su vida se aleja con ella. Podemos verlo en sus ojos, que destilan una extraña mezcla de miedo, culpa y confusión. "Te doy mis ojos" explora el tema de la violencia de género, un tema polémico y controvertido que, por desgracia, es de candente actualidad en la España contemporánea. Sería fácil tratarlo de una manera puramente superficial, convirtiendo la cinta en un alegato feminista que denunciase el problema sin intentar ir más allá. Pero éste es un tema complejo, y uno de los mayores aciertos de las guionistas, Icíar Bollaín y Alicia Luna, es reconocer su complejidad y ofrecer una exploración seria y verdaderamente acertada del mismo. La película no solamente presenta los hechos, sino que trata de comprenderlos y analizarlos. No nos muestra únicamente el sufrimiento de Pilar, sino que también profundiza en la psicología de Antonio, en los mecanismos de su personalidad que lo impulsan a maltratar a su esposa.

Por supuesto, estamos ante un film en el que la violencia juega un papel fundamental, pero la violencia no es el motivo central de la cinta. Lo primordial en "Te doy mis ojos" es el efecto que dicha violencia provoca en los personajes, de qué manera influye en sus vidas cotidianas y en las decisiones que deben tomar. Por ello, el elemento violento en sí no aparece ya desde el primer instante, sino que lo primero que vemos son los signos y los efectos de una violencia que ya ha tenido lugar sin que la cámara la haya recogido de manera explícita. No quiero decir con esto que no haya violencia explícita en la cinta. La hay, y mucha. Se trata de una violencia que va creciendo hasta alcanzar el clímax en la escena en la que Pilar, ya preparada para viajar a Madrid en busca de un trabajo que dé sentido a su vida, es agredida, desvestida y humillada por un Antonio que no es capaz ni de dominar su ira ni de comprender las ansias y los sueños de su mujer.

Hacia el final del film, Pilar habla con su hermana y le confiesa: “Tengo que aprender a mirarme a mí misma. Yo no sé quién soy”. En mi opinión, ésta es una de las claves de la película. Pilar es un personaje cuyos sueños e inquietudes han sido anulados por la acción de Antonio, que ha modelado y controlado su vida y, en última instancia, la ha destruido. Así, al final la vemos convertida en una mujer que se ve en el espejo y no se reconoce. Para ella no se trata ya de reconstruir su vida lejos de Antonio, sino también de reconstruir la imagen que tiene de sí misma, una imagen que se ha ido borrando durante largos años de violencia y sufrimiento.
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155 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
De cómo una historia de amor se va de las manos
Sorprendente relato de una historia de amor deteriorada al máximo, de un hombre que quiere a su mujer solo para él, hasta el punto de anularla como ser humano, de volcar en ella su propio fracaso existencial; y de una mujer que ama y a la vez teme a su marido, que se agarra en sus palabras y en los buenos y lejanos momentos vividos. Una historia como tantas que nos rodean a diario, en los medios de comunicación, en la vida real, y que jamás se había plasmado de una manera tan acertada en el cine. Aquí no existen malos ni buenos sino una mujer conformista que intenta no serlo y un hombre incapaz de enfrentarse a los problemas sin utilizar la violencia, que recurre a la ayuda de un profesional con la intención de solucionar un problema que va mucho más allá y que subyace en su propia educación patriarcal.

La película tiene momentos de pura tension emocional, mantiene una atmósfera de horror que pocas películas del género de terror consiguen crear, y todo ello sin el uso de una sola gota de sangre. Es muy difícil de olvidar el rostro de rabia contenida de Luis Tosar y la cara de temor de una magnífica Laia Marull. Magníficas sus interpretaciones, como la de Candela Peña.

En definitiva, se trata de una excelente película, muy simple y muy acertada en su desarrollo y en el tratamiento de una temática tan delicada como es el problema social de la violencia de género.

Lo mejor: Huye de tópicos y melodramas a la hora de tratar la violencia doméstica. Interpretaciones geniales.
Lo peor: El personaje de Rosa María Sardá, ¿Alguien se lo cree?
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66 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Violencia de género
Magnifica muestra del nuevo cine español. Presenta un escenario muy realista y creíble: el violento no es ningún monstruo sino una persona humana, bien tratable que conoce sus defectos y hasta intenta corregirse (o curarse). La victima es una mujer dubitativa influenciable e insegura.. Excelente interpretación de Laia Marull en un rol muy difícil de interpretar.
La película Incluye una escena de violencia que es un ejemplo de cine de primera división, ya que en forma altamente imaginativa logra transmitir la crudeza y la terribilidad de la violencia de género y el sentimiento de impotencia del débil; y todo ello sin tener que recurrir a los consabidos y manoseados efectos de sangre, heridas, ni primeros planos de golpes. Esta escena merece, por si sola, un fuerte aplauso.
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44 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
LA VIOLENCIA DEL HOMBRE QUE SIENTE FRUSTACIÓN VITAL Y LA PAGA CON SU COMPAÑERA
Importante película del reciente cine español, por el tema tan crucial y actual que toca. La directora Icíar Bollaín, una vez más demuestra que sabe lo que lleva entre manos cuando se propone realizar un proyecto fílmico. Desde que nos conquistó a tantos con su actuación inolvidable en la película de V. Erice, "El Sur", sabíamos que triunfaría en la senda del cine donde prosiguiera su buen hacer, y así ha sido. Es un placer ver sus peliculas, con la consideración que trata a sus personajes.

La interpretación de Luis Tosar, es de Oscar o del Premio más grande que haya disponible, pues está insuperable en su papel de hombre frustrado que paga su frustración con su propia mujer e hijo. Verdaderamente lo interpreta con una fidelidad a la realidad inmejorable.

Fej Delvahe
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35 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Durmiendo con su enemigo
‘Te doy mis ojos’, de la mejor directora que actriz (como vuelve a demostrar aquí), Icíar Bollaín, es una película dura, pues se acerca al problema del maltrato conyugal, y se agradece que lo haga sin maniqueísmo ni feminismo barato. El maltratador no es visto como un monstruo en esta tercera y estupenda película de Bollaín, sino como un hombre enfermo, incapaz de controlar su ira, con muchísimo miedo y con un terrible complejo de inferioridad que hace que reaccione como lo hace.

La tesis es clara; sólo con la educación se pueden evitar crear para la sociedad estos enfermos mentales como el que encarna el cada vez mejor actor Luis Tosar, quien junto a su compañera de reparto Laia Marull da muchísimo verismo a la credibilidad de la película. Ambos ofrecen unos trabajos de interpretación que se diría insuperables.
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34 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
TE DOY DE HOSTIAS
El mayor valor que tiene esta película es que, por fin, se le da a los personajes cierta envergadura, y, con esto, me refiero a los protagonistas. Los secundarios son otro cantar.

Era necesario mostrar una historia como las que suceden a diario, y contarla con respeto y con rigor, sin demonizar a nadie. Un maltratador no es un ser maligno cuyo único interés en la vida reside en zurrarle a su mujer. Un maltratador, ante todo, es una persona, y, como tal, tiene una compleja psicología que tal vez, como en esta historia, se esfuerce por comprender e intentar controlar. Una mujer maltratada no es una deficiente mental que no sepa reaccionar ante la brutalidad de su pareja y que se quede quieta exponiéndose a ella. La vida es mucho más complicada que eso. Las personas lo somos. Por fin una película se molesta en tratar el tema dignamente.

Aquí se intenta analizar la violencia del uno y la abnegación de la otra, y tanto Laia Marull como Luis Tosar (sobre todo éste último) aportan a tal intento un loable esfuerzo por convertir a ambos personajes en comprensibles. La película tiene secuencias estremecedoras, no necesariamente de violencia física si no psicológica, en las que a Tosar no le tiembla el pulso y acojona sin reparos y Marull se desquebraja y remueve al espectador. No debe de ser fácil para nadie rodar esas secuencias, especialmente para el maltratador.

Pero tanta psicología aplicada al desarrollo de los protagonistas contrasta malamente con la torpeza que destilan los secundarios. Sobre todo los compañeros de terapia de Tosar… ¿esa gente existe? Tíos machistas y rebrutos sí, seguro que existen. Pero ¿se puede ser tan plano? Yo creo que no. Y lo de la madre de ella… ni la Sardá sabe darle dignidad a este personaje. Candela sí, ella puede con todo.
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28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Ni una bofetada, pero miles de golpes
La violencia soterrada y expuesta, la violencia del que necesita inventar una dependencia cada día porque le aterroriza quedarse solo, la violencia de un día y otro también con una víctima que justifica el daño porque el placer, cuando se da, es inmenso hasta dar los ojos por no parar, no parar, no parar...

El complejo universo de la víctima y el verdugo en las relaciones de pareja, en manos de esta estupenda actriz-directora logra una obra maestra en la que no se le ha dado un instante de lugar al efectismo ni a ninguno de los muchos lugares comunes en que abunda el tema: ni una bofetada pero miles de golpes resumidos en una de las escenas más impresionantes de humillación a alguien que se supone alguna vez amado en plenitud de los sentidos.

Y además, perfectamente encuadrados todos los demás personajes y un final a la medida de la excelencia de la obra.

Sólo he visto otra película capaz de abordar de esta manera un tema tan tremendo. Es una norteamericana producida por Sean Penn, muy poco conocida: Loved, y se plantea la tortura de seguir amando, con infinita tristeza pero también con infinita ternura a quien te estuvo destruyendo gota a gota.

Laia Marull, extraordinaria precisamente por lograr de manera admirable las escenas en que se sumerge en el inquietante abandono en brazos de su torturador cuando parece puro amor.
Luis Tossar, impresionante en los detalles de quien quiere y cree comprender y cambiar pero le arrolla el miedo inconfesable. Todos dan auténtica cátedra de interpretación. Junto al despliegue de recursos de los protagonistas, están muy bien los secundarios, desde la brevedad de Elena Irureta, que aporta brillantez en la breve pincelada de humor, a las siempre admirables Sardá y Candela Peña.
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21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Te doy mis cejas
Gran Laia Marull, gran Tosar. Iciar Bollaín logra transmitir - faltó algo más de rabia - el miedo e impotencia de la mujer atacada, con sentido del humor incluso.

- ¿Y estas gordas bailando? (pregunta él a ella sobre "Las tres gracias", la mujer trabajando de guía en un museo)

Y sí, como todo el mundo cuenta, la imagen del balcón es dolorosísima, pero es el desarrollo mismo de la historia que acongoja, entristece la vida cotidiana convertida en tortura en dos personas tan desvalidas, animales que somos.

Que nos quemen los pelos.
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19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
UNA TRISTE VERDAD
Debo decir que sin ser del género me ha parecido una de las mejores películas de terror que he visto. Esa tensión emocional que se respira durante toda la pelicula te hace sentir una angustia que ni el mismísimo Wes Craven conseguiría. Y es que este film habla del terror cotidiano de muchas mujeres que viven un infierno particular y es el de tener a tu lado en la cama a tu enemigo. Buen trabajo de los actores, tremenda Candela Peña, para una historia que nos hará pensar.
Nano
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17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La mejor del subgénero.
Una de las mejores y más importantes películas españolas en esta década por lo bien que trata un tema de extrema gravedad y preocupación social: la violencia de género.
Se nota mucho y para el sobresaliente el trabajo de documentación, datos y entrevistas realizado por Bollaín y su equipo, a fin de enfocar el asunto de la manera más sólida, contundente y clara posibles.
De esta forma, "Te doy mis ojos" es un film muy bien planteado, mascado y estudiado, alérgico a juicios definitivos, a demonizaciones de manual o a clichés facilmente tragables. Así, la película cuenta la historia desde el punto de vista tanto del maltratador como de la maltratada, sin emitir juicios éticos o morales, dejando al espectador que saque sus propias conclusiones y analice el asunto desde lo sentimental, lo psicológico, lo humano.
El efecto que se consigue es demoledor y sobrecogedor, aparte de absolutamente convincente. Apoyada en unos trabajos interpretativos maravillosos, especialmente el de Laia Marull, aquí consagrada. A recordar especialmente: la espeluznante, terrible secuencia del balcón (¿puede contener más violencia sin recurrir a ningún golpe y casi a ninguna palabra especialmente ofensiva?).
"Te doy mis ojos" es a día de hoy la mejor película que yo he visto en este subgénero.
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16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Te doy mis ojos, te doy mi vida y mi amor...
Cuando un director decide hacer una película, el motivo que le arrastra a ello puede ser derivado desde el mero impulso artístico hasta la necesidad de desembarazarse del lastre de la imaginación, pasando por el deseo de plasmar cualquier idea, vida o suceso en una pantalla de cine; o también para reivindicar principios o situaciones de actualidad social con la intención de exigir o acaso buscar un compromiso por parte del público, que rara vez no se consigue. Este último, supongo, es el caso de la cinta que nos ocupa. El tema o lacra social de lo que se ha dado en llamar violencia de género tiene en esta cinta un reflejo tan realista como escalofriante que difícilmente podrá pasar por alto el espectador comprometido. La radiografía del macho ibérico descerebrado, machista, violento, egoísta y repulsivo aflora en cada intento del protagonista (demasiado bien interpretado, como diría aquel) por ser perdonado; mientras que por otro lado, sentimos impotencia al comprobar la inefable atracción que siente la maltratada por el maltratador, una necesidad de ayudar y no poder dejar de querer mezclada con una gran proporción de miedo, pánico, terror...
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15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Sobrecogedora
La mirada más profunda que jamás se ha hecho desde el cine a un tema como el de la violencia contra la mujer, quizá la mejor película española que he visto, la mejor tratada con un fabuloso guión, y unos actores colosales, como son el siempre creíble y espectacular Luis Tosar y Laia Marull, que consigue transmitir perfectamente el papel durante todo el film. Y además, acompañados de dos secundarias fabulosas, como la (muy guapa en esta película) Candela Peña, y Rosa María Sardá.

En esta película se demuestra que no hace falta ver violencia en la pantalla para sentirla constantemente, que no hacen falta escenas llenas de golpes, sangre o incitación al miedo para sentir pánico y angustia, que el cine tiene muchísimos argumentos y matices posibles para realizar una película que conmociona y emociona, que además muestra un problema real que se encuentra a la orden del día, y que además también consigue implicarte.

Tiene mucho valor que Icíar Bollaín no haya caído en el lagrimeo fácil y haya tratado el tema con una sinceridad y una sencillez aplastantes, a pesar de ser un tema extremadamente complejo. Ha conseguido mostrar tal cual un problema real, que está ahí, en la casa de al lado, en la de enfrente, en la de miles de hogares españoles, sin caer como he dicho en adornos ni maniqueísmos que hubieran restado credibilidad a la cinta.

Le he dado un 10 porque creo que nunca una película española me había gustado tantísimo como esta, sin ninguna duda una obra maestra la de Icíar Bollaín.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
UNA PROFUNDA PELÍCULA QUE VA MÁS ALLÁ...
La película aporta una lectura muchos más profunda que lo pudiera parecer a simple vista. Creo que quien la visione detenidamente sacará conclusiones más profundas que la del maltrato sostenido... ATENTOS.

Luis Tosar, el mejor actor español del momento realiza en esta película de Iciar Bollaín una de sus magistrales interpretaciones, acompañado por Laia Marull proyectando brillantemente, su absoluta fragilidad...
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Fuerte, y mucho
Lo que se inicia como un drama cotidiano de pareja poco a poco desemboca en una pesadilla de ojos ciegos a la realidad externa. La realidad del otro que comparte una cama, sí, pero que a su vez puede tener sueños propios, y la voluntad para realizarlos. Te doy mis ojos es una apuesta fuerte que difícilmente pase inadvertida a los ojos de cualquier espectador.

Pilar tiene miedo y se va, se va con su hijo, se aleja de su marido, de todas las amenazas. Así comienza esta peli que, insisto, es muy fuerte. Bollaín apela a los órganos más sensibles y por momentos crea una sensación de angustia cuasi asfixiante; Te doy... es, ante todo, una obra incómoda, inquietante. La narración parte con Pilar pero no duda en alejarse de su mirada y entrar en el sentir de Antonio, aquí es cuando la obra se humaniza mucho más, se vuelve más objetiva desde la situación y uno observa la búsqueda interna de un hombre que se siente un fracaso y proyecta sus miedos abandónicos hacia Pilar. Curiosamente, si bien la cinta expone el alud narrativo en pro de un desenlace mucho más negociado, los últimos pasajes de la peli, a mi gusto, son exacerbados, no erróneos conceptualmente porque era un posible camino a seguir, pero si exacerbados.

Recomendable desde todo punto de vista, Te doy... parte con un hueso de pollo atorado en la garganta; continúa con los medios para expulsar dicho hueso y culmina con una verdadera patada al estómago que deja al hueso de pollo incrustado en el techo.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Devuélmeme mis ojos
Laia y Tosar habrían merecido un Óscar. ¡Qué desgarro!. ¡Cuánto transmite!. Vi en los ojos de Pilar el miedo, la tristeza y la impotencia de miles de mujeres que pasan por las mismas calamidades que la protagonista.
A Tosar se le otorga inlcuso más humanidad de la que , a mi parecer, la mayoría de esos monstruos poseen.
Bien narrada, no se abusa de los tópicos y se intenta pasar de lo superficial de una pelea para llegar al fondo. La dura realidad.

Lo mejor: Los ojos de Pilar.Los tengo clavados en la memoria.

¿Cómo explicarle a un policía que los daños y golpes más dolorosos no aparecerán nunca en un parte médico?

Un 9 para el cine español de calidad.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
LÁGRIMAS NEGRAS
Las calles de Toledo suponen el perfecto contrapunto a una historia contaminada por una atmósfera de tristeza sigilosa y punzante. El estómago se retuerce de dolor.
Con sólo tres películas - Hola, ¿estás sola? (1995), Flores de otro mundo (1999), Te doy mis ojos (2003)- en su filmografía Icíar Bollaín acaba de convertirse en lo que sospechábamos: uno de los directores con más talento, solidez y futuro del panorama español. Sus trabajos disponen de un alto contenido social, ligado a autores como Tavernier, Loach (trabajó como actriz en Tierra y libertad) o Borau (fue parte esencial en Niño nadie y Leo), y no esconden nunca lo que ha aprendido de ellos. Su ojo crítico, comprometido y sincero lo ha volcado siempre en una España que sigue avanzando, sin miramientos, hacia una inevitable convivencia con el mestizaje que le costará digerir, y que permanecerá, si no se evita a tiempo, cargada de miedos, prejuicios y frustraciones que difícilmente desaparecerán.
Si Sólo mía era una cinta superficial que acabó cediendo ante la tentación de la espectacularidad, y Achero Mañas asombraba y conmovía a todos con su simpleza en El Bola, Te doy mis ojos supone la concienciación definitiva sobre la tragedia de los malos tratos. La directora consigue abordar un tema espinoso del modo más objetivo posible. Disecciona la manera en la que una chica de hogar burgués acaba convertida en víctima, y el acercamiento, que no justificación, al porqué del maltratador. Luis Tosar (Los lunes al sol) demuestra que es un actor absoluto, de los que se recordarán en el tiempo y que ya ha empezado a labrarse una digna carrera, y Laia Marull (Lisboa, Fugitivas) reivindica urgentemente un hueco en la lista de las actrices más solicitadas de este país.
Pero si toda esta historia no llevara consigo un tratamiento del guión magistral (escrito a dúo entre Icíar Bollaín y Alicia Luna), con esas válvulas de escape humorísticas, la estructura y la profundización alcanzadas se resentirían, y no nos encontraríamos ante una de las obras, seguramente, más imprescindibles del año. Icíar retrata a sus personajes con una distancia preventiva, eso sí, sin juzgarlos nunca, evitando la condescendencia o la excesiva frialdad. Con la justa personalidad lograda a lo largo de su carrera gracias a una sorprendente coherencia temática y lingüística, convierte este drama no sólo en un análisis social, sino en un documento eternamente rescatable.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
te doy mis ojos.
La violencia de género como punto de partida. El miedo, la desesperación y la impotencia a través de una imagen sin golpes.
No aparece ni una sola escena violenta y es capaz de transmitir cada sensación de una forma conmovedora.
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11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Desde las dos perspectivas
Trata de la violencia doméstica, pero lo hace de una doble perspectiva (la maltratada y el maltratador) y con una dosis de humor que viene bien para aliviar tanto dramatismo y tensión. Las interpretaciones de Laia Marull (de lo mejor visto en los últimos años), Luis Tosar y Candela Peña son magníficas. Es antológica la escena de la sesión de terapia de los maltratadores, entre otras igual de buenas.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El sabor del drama
Laia Marull interpreta a una mujer maltratada de una forma desgarradora, con una estremecedora interpretación que duele al espectador más allá de la pantalla. Nos hace sentir el maltrato casi en nuestra piel, en manos de su marido ficticio, Luis Tosar, que interpreta a un maltratador en proceso de rehabilitación.

"Te doy mis ojos" no es una simple película española que habla de los malos tratos quedándose en la superficie, no. Es un film que penetra de forma gradual en las dos mentes opuestas que se pueden dar en un episodio de violencia doméstica. Nos adentra en la mentalidad del maltratador y en la mentalidad de la mujer maltratada, intentando hacer que entendamos los dos papeles que se dan en estos casos.

"Te doy mis ojos" es triste, es real, es dramática. Es una película imprescindible y llena de emoción.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Aceptable y sorprendentemente alejada casi en su totalidad de maniqueismos
A veces algo pedante, la película de Iciar Bollaín sobre la violencia de género es una sorpresa dentro de tanto maniqueismo y simplismo. Puede caer en algún que otro tópico y diálogo rebuscado, pero el personaje del hombre (genial Tosar) en ella no es el del clásico ser malvado porque sí y sin escrúpulos que maltrata porque sí: por lo menos está desarrollado y no es un zombie sin sentimientos. Eso ya ayuda, además de su desenlace alejado de toda la espectacularidad predecible en una película sobre este necesario pero casi siempre mal tratado asunto.
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15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
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