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10 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
TODAS LAS ESTRELLAS EN LA BAHÍA
He buscado afanosa e infructuosamente este film en las tiendas de DVD formales e informales, legales y piratas, hasta que pude verla fraccionada por internet , sin subtítulos y disfrutando, al par que sufriendo el "british" de Mills y su hija y el "cockney" que a veces suelta uno que otro personaje del muelle. La vi en cine cuando su estreno. La pasé en cine-club durante los estudios de Medicina, la volví a ver hasta en piñatas (cumpleaños en Venezuela) hasta que desapareció del planeta y nunca más se dejó ver. No dejo de maravillarme con este suspenso que nunca se agota, de reir con las tremenduras (travesuras) de la niña, de llorar con el tierno y hermoso final, de admirar las actuaciones de héroes, villanos y el gran héroe/villano que es Horz Buschhold con la heroína/cómplice que fue esta niña Hayley Mills. ¡Qué Thriller, hermanos! Olvídense de "El Profesional". O mejor dicho: esta es la Madre de "El Profesional" y de todas las películas del género con niñas y raptores y algo de Estocolmo. Para colmo, nombran a Venezuela al final, que era lo máximo para nosotras (apartando la mención que haceOrson Welles de nuestro supuesto Presidente en "El Ciudadano Kane"). Es subjetivo, pero se lleva todas las estrellas.
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23 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Mentiras arriesgadas
Esta película es la primera que veo de la etapa británica –y por tanto inicial- de la filmografía de J. Lee Thompson, realizador que nunca me ha seducido demasiado, más allá de dos buenos trabajos (sin exagerar) en sus archiconocidas “Los cañones de Navarone” y “El cabo del miedo”. El resto de sus filmes estadounidenses me parece bastante mediocre y convencional, especialmente sus últimas realizaciones, con Charles Bronson en plan justiciero, Magnum 45 en ristre.

Afortunadamente, la presente película posee bastante interés y me parece competentemente realizada, si bien cabe señalar que no es demasiado original, pues ya en 1952 Charles Crichton (director de excelentes comedias, como "Clamor de indignación", “Apuros de un pequeño tren”, “Oro en Barras” o de la muy conocida y menos antigua “Un pez llamado Wanda”), había abordado un argumento muy similar en “Hunted”. Como en este último título, y al igual que en otros posteriores (rápidamente viene a la cabeza “Un mundo perfecto”, de Eastwood), el núcleo argumental es la relación de lealtad que se establece entre un criminal y –en este caso- una niña, que mantendrá su fidelidad hasta el final.

Resulta interesante la ambigüedad que se desprende del tratamiento de la situación narrada y de los personajes principales, pues el guión se empeña en mostrarnos a estos últimos bajo una óptica positiva, disculpando al asesino y a su pequeña “cómplice”. En el caso del primero nos es retratado como víctima de una “mala mujer”, que con su desprecio provoca un “arrebato”, mientras que en relación con la niña se enfatizan su lealtad y cariño, justificando en cierto modo las constantes mentiras –algunas de ellas bastante miserables- que cuenta. Esta equívoca moral queda muy bien reflejada en la conversación que mantienen los dos protagonistas en el desván de la Iglesia, verdaderamente clave, pues en ella se establece ese lazo, al tiempo que se justifica argumentalmente. En contraste, los demás personajes son tratados con mayor dureza, ya se trate de la víctima (esa “mala mujer”…), su amante (hipócrita y cobarde) u otros secundarios (la tía de la niña no parece ocuparse demasiado de ella ni de nada que no sea su negocio; proliferan los personajes que mienten, ocultan o revelan cosas por dinero, etc.). Incluso la ley, aquí encarnada por un superintendente de policía, es retratada con poco afecto, o en cualquier caso mucho menos que el que recibe la pareja protagonista.

Rodada en Gales, la película transmite eficazmente el ambiente portuario de Cardiff, con el trasiego de barcos y marineros, y retrata con similar acierto la vida ajetreada de las típicas casas de pisos de alquiler que tan frecuentemente aparecen en las películas británicas de la época. Destacan, por su utilidad narrativa y buen hacer cinematográfico, las secuencias rodadas en torno a la escalera de la casa, que sirve así de eje para acontecimientos y personajes. Igualmente acertado es el tramo rodado en el mar, que aporta emoción y algo de suspense a la historia. Añadamos al conjunto una buena fotografía, de tendencia contrastada, y el muy loable trabajo de los intérpretes, con Bucholz y los dos Mills (padre e hija) a la cabeza, y no nos queda sino constatar que la película está francamente bien.
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14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Uno de los mejores "thriller con niño" jamás rodado.
Korchinsky (Horst Buchholz), un marinero polaco, vuelve a Inglaterra de una singladura más que ilusionado de reunirse con su novia Anya (Yvonne Mitchell), a la que ama y había estado mandando dinero desde esos puertos de Dios, durante la búsqueda de esta debido a que no la encuentra en el apartamento en el que la dejo y para cuyo alquiler mandaba ese dinero, conoce a Gillie Evans (Hayley Mills), una niña de 12 años gamberrilla y algo machorra (la vemos en unas escenas con unos niños que jugaban a vaqueros en la calle, muy contrariada por no tener una pistola de juguete con la que integrarse en el barullo) que le dice donde puede encontrar a su novia ya que se da la circunstancia de que comparte escalera con ella.

Korchinsky encuentra a una Anya cambiada, que grita y zahiere al apesadumbrado mozo diciéndole que ya no le quiere, que la deje en paz, que espera visita y que verdes las han segado, y ante lo mal que ve se lo toma el marinero saca una pistola de un cajón y le conmina a irse por donde ha venido, pistola que tras un forcejeo acaba en manos de él, que enajenado la dispara varias veces y la mata; todo ello contemplado por la niña Gillie a través de una ranura de la puerta a la que se había asomado atraída por las voces, tanto la escena del crimen como la huida de Korchinsky y lugar donde este esconde la pistola, y tras un cruce de miradas con el marinero, como coge el arma y con esa fruición de niña machorra deseosa de una pistola con la que jugar con los chavales del barrio, se la esconde entre las ropas y se la lleva.

Sigue en spoiler por falta de espacio:
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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¿Expiación sin castigo?
La infidelidad de una mujer, a un marinero polaco, provoca una violenta disputa y una irreflexiva violencia, del afligido enamorado, que acaba con la vida de ella. Una niña, vecina de escalera, será testigo del hecho y por razones que tienen que ver con el juego y cierta empatía con el agresor, decide encubrirle.

En un ambiente portuario y barriobajero, J. Lee Thompson nos enfrenta con esa dualidad que todos llevamos dentro y que tantas veces nos hace permanecer en la permanente duda:¿hay justificación para la violencia?, ¿podemos sentir lástima del que la utiliza?, ¿la justicia tiene en cuenta las circunstancias que desencadenan los actos?....

Lo que sucede por los alrededores de la Bahía del Tigre es una historia más de las que acontecen en ese laberinto de pasiones, por donde transitan las heróicas vidas de quienes sobreviven entre privaciones; en este caso, bajo la mirada amplificadora de una criatura próxima a la adolescencia que, huérfana y al cuidado de una tía poco cariñosa, decide tomar partido por el verdugo accidental, en lugar de por la víctima gruñona.

Efectivamente, hoy, 56 años después, la película gozaría de pocas simpatías por el enfoque que lleva al espectador a imaginar, esperanzado, la huida del asesino; dando por hecho su rehabilitación y perdonándole por su sincero arrepentimiento. Pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, hay que adaptar cada acción a su contexto y contar las cosas tal y como están sucediendo, o han sucedido, por más que lo consideremos inmoral.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El sindrome de Estocolmo
Interesante película británica que por un lado bebe de la fuente del thriller y por otro sigue las normas del cine costumbrista británico más recordado por sus comedias y por este género más serio.
Moralmente ambigua, las interpretaciones de su trío protagonistas son excelentes, especialmente el inspector de policía interpretado por John Mills, que pudo ver como su hija, Hayley, en la vida real, después de protagonizar este título se convertía en una de las primeras estrellas en carne viva del cine de Disney, en el que él mismo también protagonizó algún título destacado.
Lo más interesante es la relación que establecen sus dos jóvenes protagonistas. La niña, único testigo del asesinato de una emigrante polaca, con el novio asesino de ésta. Hasta cierto punto esta relación esta llena de claroscuros, puede parecer incluso que el crimen pasional esté justificado, y precisamente en ese punto es dónde la película intenta virar lo suficiente como para que no sea declarada políticamente incorrecta, aunque seguramente a ojos de hoy la película no sea igualmente bien vista, por eso es de entender que esté relativamente olvidada. Algo que por otro lado no se comprende cuando títulos con relaciones similares como "Leon, el profesional" o "Un mundo perfecto" son clásicos modernos indiscutibles, incluso en su planteamiento moral.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Intriga, ternura y amor
La Bahía del Tigre, 1959
Película de más que correcta factura, dirigida por J. Lee Thompson, muy bien interpretada por la pequeña Hayley Mills, su propio padre John Mills, y Host Buchholz. Thriller con toques de noir cuyo planteamiento si bien no es original, si está llevado de una manera poco frecuente, dotando de humanidad, ternura y amistad a la relación de los protagonistas. Posee buen ritmo, la fotografía tiene buen nivel con algunos encuadres muy meritorios, y escenas muy logradas de gran belleza, en las que ayuda mucho la encantadora expresividad de Hayely Mills (fue su primer film, con el que ganaría un Premio a la Mejor Promesa, al año siguiente ganaría el Oscar con la excepcional Pollyana) y la química con un inspirado Buchholz. El tema de primeras, el asesinato de la novia del protagonista, se mete en terreno pantanoso, ya que uno no logra tener antipatía al asesino, más al contrario, pero logra resolver bien la historia mediante un acto de redención y, suponemos, de entrega ante la justicia. La atmósfera está bien lograda, llegando a veces a ser opresiva, así como la intriga, que mantiene al espectador pegado al asiento. Algunos breves toques de comedia no lastran el film, con un histriónico Buchholz y la fenomenal Hayley Mills haciendo de ls suyas. Con todo, lo realmente meritorio.es la relación entre el hombre y la niña, una relación de amistad, que sin embargo, podemos pensar en un dimensión mayor: una melancolía por la pureza de un alma buena por parte del hombre, y un deseo de protección y de seguridad, y de los primeros tímidos despertares del amor adulto por parte de la niña. El logro del film es dejar esta relación de enorme belleza que trascienda hacia algo más, la búsqueda de uno amor puro y sincero en dos personas que han sido apartadas y abandonadas por el propio amor. Muy bien John Mills en su papel de superintendente, curiosa relación con su hija a la que no cree y persigue sin resuello. Un film muy logrado, sin ser una obra maestra, posee un gran nivel y cierto componente psicológico que lo situan en muy buen lugar.
Sir Percy
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Este es el inicio de una buena amistad
¿Hayley Mills fue descubierta aquí?. !Vaya!. ¿Y cómo es que esta película no se prodiga más en los canales de televisión?. Sí, bueno, es que es muy políticamente incorrecta, imposible su emisión en un canal generalista, la gente podría confundir sus valores e inclinar sus afectos en la dirección equivocada.
Una singularísima y trepidante película de intriga con una conmovedora y extraña relación, la que se crea entre un joven marinero y una problemática niña. El director consigue plasmar con veracidad el improbable vínculo entre un asesino y raptor y su rehén y, lo que es más difícil todavía, que los espectadores quedemos presos también en nuestras simpatías hacia ellos.
Desde luego, no me extraña que Disney quedara impresionado con esta niña y decidiera ficharla inmediatamente para su factoría. La actuación que ofrece aquí es extraordinaria, llena de naturalidad, te la crees en todo momento y sin embargo, !qué poco tiene que ver el papel que interpreta aquí con los que luego protagonizaría en la casa del ratón!.
Y eso se debe al magnífico guion y a la enorme dirección que saben crear el oportuno contexto en el que se mueven y viven estos personajes. Esas barriadas pobres de los suburbios de una ciudad, de trabajadores precarios que habitan junto a los muelles, de familias desestructuradas que sobreviven como pueden, el concepto del bien y del mal no es el mismo para los ricos que para los pobres, ni aun para la clase media. Y si no, que se lo pregunten a esta niña, una pistola de verdad vale muchísimo en según qué sociedades, bastante más que la vida y la muerte o lo que sea que ocurra en el apartamento de enfrente.
Por eso no creo que aquí se plantee un síndrome de Estocolmo como señala algún compañero de críticas por aquí.
Es que, simplemente, uno escoge a sus amigos que poco tiene que ver esa elección con lo que siempre nos dicen que está bien y está mal. A los que viven en esas circunstancias y han visto de todo, será muy difícil convencerles de que se equivocan, esa niña no tiene filtros y va por libre, una gacelilla salvaje, un ser asilvestrado, un personaje excelentemente construido y muy creíble, por eso nos va a fascinar tanto.
Horst Buchholz, en el papel del marinero impulsivo también recrea un papel convincente y veraz. La mayoría de los asesinos lo son por "accidente" o circunstancias, eso hace que el espectador pueda acercarse a su figura desde la compasión y no desde el desprecio.
Y para recrear todo esto, la trama. Un thriller de suspense construido al milímetro, tenso, convenientemente ambiguo y excelentemente dosificado. Con planos extraños, la posición de la cámara se sitúa a menudo en ángulos poco usuales consiguiendo desasosegar al espectador, esa es la idea, el espectador ha de sentirse incómodo en su posición, sabemos que nuestras simpatías no van hacia la dirección correcta pero aun así, sucumbiremos igualmente.
Incluido el inspector (John Mills, padre de Hayley en la vida real), !menuda papeleta le ha tocado interpretar!. Conoce que algo raro ocurre, no estará satisfecho e indagará e indagará hasta dar con la clave del asunto. Yo creo que hay veces que, los policías, no pueden sentirse realmente satisfechos al concluir sus trabajos.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La amistad siempre es posible
Trata de la amistad casi descabellada entre un hombre adulto que acaba de cometer un crimen y una niña de doce años. La trama esta bien desarrollada y mantiene al espectador alerta e interesado. En esta primera actuación de Hayley Mills desarrolla su talento innato y su particular encanto.
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4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Película "británica".
Las películas "británicas" de J. Lee son interesantes... Bien filmadas, con una cierta conciencia social, un desarrollo muy dramático e intensidad emocional.
Esta en concreto me ha gustado mucho. Es una película interesante, desarrollada y gozosa.
Un marinero polaco recién desembarcado asesina por celos a su novia, a la que ha estado mandándole dinero durante meses, al enterarse que se entiende con otro hombre. Una niña de unos 11 años presencia toda la escena: el asesinato, la ocultación de la pistola, la llegada del hombre con el que se entendía, las investigaciones de la policía, etc.
Un drama "infantil" interesante de verdad. La amistad con el marinero, al comienzo claramente interesada por él es el punto fuerte de la cinta. El sentimiento de culpa de él se va disipando a medida que interrelaciona con la niña, cuando juega con ella, cuando le cuenta historias -inventadas- que ha vivido...
El reparto es muy interesante: John Mills hace de superintendente, Horst Buchholz es el marinero polaco que comente el asesinato, la niña es Hayley Mills, hija de John Mills.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Planteamiento, nudo y desenlace
Una estupenda Hayley Mills, en un papel muy distinto de los de "Pollyanna" y "Tú a Boston y yo a California", y un Horst Buchholz, menos gritón que en "Uno, dos, tres", protagonizan esta película de intriga y amistad.

El acaba de cometer un crimen pasional, y ella es el único testigo. Así comienza la cosa, y si la parte central me pareciese tan bien contada como el principio y el final, mi nota habría sido un nueve.
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1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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