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58 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
¡Qué Envidia!
Pues eso, me da mucha envidia (sana, eso si). Es una gran serie de TV que engrandece la historia y la cultura del pueblo inglés, que se atreve a contarla y a compartirla con sus ciudadanos. ¡Esto sí es apostar por la cultura! Unos actores, en general, magníficos (algunos no tanto); un argumento bien hilado y una trama atractiva e interesante para los que gustamos del género histórico (e incluso para el gran público, en mi opinión siempre ávido de que le cuenten una buena historia).
Es increíble que en España no se apueste por algo parecido. Siempre vamos por detrás ... aquí nos conformamos con Águila Roja, que no está nada mal, pero no es lo mismo. Con nuestra historia, podríamos hacer 50 series de TV y venderlas por media Europa. Para eso, apoyaría las subvenciones que hiciesen falta y seguro que aún se recuperaría lo invertido.
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54 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una serie de calidad indudable
Los Tudor es sin lugar a dudas una de las series con más calidad de las que podemos disfrutar en la actualidad.

Normalmente cuando la recomiendo a mis amigos la mayoría me insinúa que ha visto alguna imagen o tráiler y le parece que solo se trata del Rey acostándose con mujeres y poco más.
Sin embargo la realidad de dicha serie es muy diferente. Es cierto que hay ciertas escenas eróticas del protagonista con distintas mujeres pero no es tan relevante como el fantástico argumento de la propia serie y las geniales interpretaciones de sus personajes.

Recomiendo ver esta serie especialmente a aquellos que les gusten las intrigas palaciegas, injusticias históricas, batallas, alianzas, traiciones, etc. Todo ello bajo un marco histórico único como fueron aquellos años de los que nos habla la serie.

Mi valoración por apartados:

- Guión (8): Cada temporada de la serie tiene un guion con presentación de personajes nuevos, desarrollo y desenlace que permite al espectador incluso disfrutar de ellas por separado, algo que pocas series hoy en día permiten.
Las temporadas son más breves que en otras series debido a que no incluyen nada de “paja” y prácticamente todo lo que cuentan es interesante e intrigante y eso hace que no pierdas nada de interés de un capítulo al siguiente.
Si bien es verdad que a veces hay que estar muy atento o te pierdes con ciertos detalles, por lo tanto no es tan fácil de seguir como se desearía.

- Interpretaciones (8): Desde luego la interpretación de Jonathan Rhys Meyers, como Rey es sencillamente ESTUPENDA y lo que es mejor el resto de actores secundarios apenas baja el nivel interpretativo de la serie.
A pesar de que en cada temporada mueren unos personajes secundarios importantes y tienen que buscar nuevos personajes y actores para la siguiente temporada, prácticamente TODOS mantienen un ALTISIMO NIVEL.

- Ambientación (9): MAGISTRAL, junto con la serie Roma, la serie mejor ambientada de la TV actualmente. A nivel de vestuario, maquillaje y efectos en combates, batallas y demás llega al mismo nivel de películas como Braveheart, Gladiator y otras por el estilo.

- Sonido (7): Los efectos de sonido cumplen su cometido y la Banda Sonora tiene un tema principal excelente, sin embargo el resto de melodías pese a ser de calidad son en su mayoría versiones del tema principal, lo cual le resta algo de variedad.

TOTAL (8): Sin duda una serie NOTABLE dentro de este “Boom” de series que nos inundan ahora, las cuales no llegan a este nivel ni mucho menos.
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36 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un plato de historia bien servido
Enrique VIII solo, vaya y venga, aquí lo que importa es su corte, las intrigas, los tejemanejes de un reinado en el que todo importa, menos el pueblo. Pero bueno, no se trata, ni más faltaba de una visión sociológica de la temporada en el trono de un hombre intersante, orgulloso, depresivo, juguetón y altamente disciplinado en las sábanas de mucamas y bellas mujeres de la corte.
¿Conoces la historia? Sólo conoces el final, pero para conocer el corazón de la historia hay que conocer el principio. Notable desafío narrativo el que se ha impuesto Michael Hirst, llegar a distinguir los primeros coqueteos del rey con Ana Bolena (motivo y desarrollo de esta primera temporada de The Tudors), y aunque de todas maneras él ya había sacado avante la historia de Elizabeth, protagonizada por Cate Blanchett, no es menos dispendioso el ajuar del rey Enrique ni menos laborioso tener el escrito para los capítulos de esta buena serie protagonizada por Jonathan Rhys Meyers.
Si bien, el actor irlandés no lo hace mal, me quedó especialmente con el papel del cardenal Wosley interpretado por el veterano actor Sam Neill. Brillante con su vestuario rojo y sus corporales de oro.
Para quienes gustan la historia, para quienes la degustan la historia, no se queden sin saborear este especial de la mesa inglesa, ataviada por los conflictos con sus vecinos y el encanto de sus mujeres.
Érase un joven rey, valentón, lujurioso y buen deportista, desposado con la reina Catalina de Aragón... y la historia empieza a soberearse. A su lado, hombre que tienen la osadía de decir: "Dile a un hombre lo que debería hacer, no le digas lo que puede hacer. Si un león reconociera su propia fuerza, no habría hombre capaz de controlarlo".
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42 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿¿¿¿¿PARA CUANDO ALGO ASÍ EN ESPAÑA?????
Parto de la base que yo, de historia, lo que estudie en BUP y COU; pero las películas históricas que me atraen mucho, así que he visto, "Cronwell", interpretado por Tim Roth, "Elizabeth" de Cate Blanchet, "Lutero" de Joseph Fiennes, entre otras como "Restauración", "Belleza prohibida" y más, que son retazos de la historia inglesa y europea de aquella época.

He visto la serie entera en Dvd y me ha fascinado, aunque figuro que tendrá muchos errores históricos, pero envidio que se tenga el valor de apostar por un tema como éste, y que haya sido un éxito.
Para ello deben introducirse ingredientes de nuestra época, escenas de sexo, que han sido muy polémicas, una estética del siglo XXI, actores jóvenes y guapos, con mayor o menor credibilidad.
Pero si tuviera que dar un resultado final, sería muy positivo, por la agilidad del tratamiento de las intrigas, aunque a veces sea un poquito culebrón; Por solvencia de actores como Sam Neill, Jeremy Northan, el protagonista que me parece atractivísimo;
Y sobretodo, por popularizar la historia y hacerla accesible e interesante para el gran público.
¿Para cuando en España un producto de este tipo y dejarnos ya de tantas moderneces cañís de instituto, policias, matrimonios en crísis y vecinos de Rue del percebe?.
Por favor, ya tenemos bastante con la vida real, vamos a culturizarnos un poco, que nuestra historia da para 20 series como ésta.
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31 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
"La historia es algo que nunca ocurrió contado por alguién que no estuvo"
En primer lugar decir que esta serie no es una serie histórica sino una recreación histórica novelada (o serieada), por lo tanto, no procede su crítica por su rigor histórico. Me faltan datos para valorarla en este sentido pero aunque se toma evidentes licencias (como un asesinato cometido por cierta hermana) que son imposibles de constatar y toma partido por algunos personajes como la reina Catalina, es, en general, bastante rigurosa.
Como serie diré que ójala tuvieran todas el mínimo de calidad que tiene esta. Si no es historia si que sirve para introducirnos en ella y nos incita a mostrar interés por la misma. Está interpretada de manera soberbia por todos los actores el protagonista incluido, bien ambientada y es entretenida. Las mujeres son además preciosas sobre todo Ana Bolena.
Sam Neil hace un papelón y su alegato final en el último capítulo de la temporada es realmente precioso de una gran calidad literaria en mi opinión.
Hay que saber distinguir realidad de ficción y no todo lo que sale por la tele es verdad. Eso ya lo sabemos pero esto es ante todo una serie y no un documento histórico. Hasta Robert Graves se tomó sus licencias con "Yo Claudio" pero eso no quita para que sus novelas tengan un valor intrínseco como obra literaria y como aproximación a figuras históricas que de otra manera no serían más que nombres en gruesos mamotretos de dudoso rigor histórico, después de todo "la historia la escriben los ganadores" o "La historia es algo que nunca ocurrió contado por alguién que no estuvo" y además ¿Quién dice que no pudo ocurrir así?
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26 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El trabajo bien hecho
Estoy fascinada.
Quizás es debido a que desde siempre he sentido predilección por la ficción histórica. A pesar de estudiar Filología, pocas cosas me gustan más que informarme acerca de reyes, reinas e intrigas de corte. Así pues, no es de extrañar que, a mí, Los Tudor me sepa a manjar de dioses. Y más aún cuando lo que cuenta es la historia de uno de mis queridos reyes de Inglaterra, y en particular la de Henry VIII, que es sin duda uno de los más fascinantes.
Alabar la perfección técnica de la serie, su vestuario, sus decorados, su fotografía, su maquillaje y sus efectos es casi innecesario, y además responde a la simple idea de tener a un soberbio equipo de profesionales trabajando con enormes medios y sumas de dinero. Si a mí me encanta esta serie es por sus guiones. O más que por sus guiones, por la inteligencia y el riesgo que veo tras ellos. Me explico. La historia de Henry es una historia sin buenos ni malos, lo cual siempre es difícil de poner en una pantalla. De sobra sabemos que una inmensa mayoría de aquellos que ven series o películas necesitan saber con seguridad quién es el bueno y quién el malo, y necesitan saber que podrán apoyar a uno u a otro. Éso no ocurre en Los Tudor. En esta serie no hay blanco ni negro, sino una inmensa variedad de grises. Es por ello que el Henry de Jonathan Rhys Meyers es tirano y hombre dulce y enamorado a la vez, y la Anne Boleyn de Natalie Domer combina en cada capítulo las dos teorías que ha habido siempre sobre la verdadera reina: la mujer ambiciosa y ciega de poder que cava su propia tumba, y la víctima enamorada y traicionada. Sin duda, uno de los grandes aciertos de la serie es ése, el apostar siempre por la ambigüedad, por lo que no es lo fácil, por darle al público la oportunidad de juzgar a los personajes de nuevo casi en cada capítulo. Y aun así, en mi opinión, Los Tudor sigue teniendo todos los ingredientes para ser ficción popular hecha con inteligencia y exquisito gusto. Al fin y al cabo, habla de amor, celos, amistad, traición, poder, ambición... de todas las pasiones humanas. ¿La prueba? El éxito enorme de la serie allá donde se ha estrenado, incluida España. Me parece un desperdicio enorme que TVE la haya reservado para su parrilla de verano, como serie de relleno, en unos meses en los que el visionado de televisión baja enormemente. Y aun así... 4 millones en su despedida.
Por supuesto, la fidelidad histórica y el trabajo de documentación es excelente, pero no podía ser de otra forma, siendo Michael Hirst su mente pensante. Este señor, después de escribir las dos partes de la Elizabeth de Cate Blanchett conoce muy bien la dinastía Tudor, y sabe muy bien lo que hace. Y se nota.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
De lo mejorcito
Ésta producción televisiva, junto a la serie Roma, ha demostrado plantear la historia de las pasiones, amoríos e intrigas de la época de Enrique VIII de la manera más original, es decir, contando el prólogo de los acontecimientos que marcaron el reinado de este monarca inglés: La decapitación de su esposa Ana Bolena, la ejecución de Tomás Moro, el origen de la iglesia anglicana, etc.
Yo estoy hablando de lo que se nos presenta en la primera temporada de ésta serie, pues parece ser que ya van por la tercera temporada y ya han contado y siguen contando lo que se narra en muchas producciones anteriores ( tanto para la televisión como para el cine ). En mi opinión hoy por hoy ésta serie se ha convertido en una más de las muchas que han narrado los hechos que he mencionado antes, pero mi crítica va dirigida a la primera temporada.
En ella se nos muestra los comienzos del reinado de Enrique VIII bajo la influencia del cardenal Wolsey ( magistralmente interpretado por Sam Neill ), podemos ver al desgranar los diez capítulos que conforman la primera temporada todos los entresijos e intrigas de una corte en plena época Renacentista.
El vestuario, la fotografía, las interpretaciones de los diferentes actores hacen de ésta primera temporada de Los Tudor una obra maestra de las series históricas.
En el episodo que clausura la temporada deja todo listo para los acontecimientos que hicieron conocido a este rey inglés.
Genial y totalmente recomendable
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20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
MAGNIFICA
Pese a prestar más atención y relevancia a los asuntos de alcoba que al resto de cuestiones que rodearon la vida del más rey controvertido de Inglaterra, esta magnífica serie de Showtime nos ha acompañado durante sus cuatro temporadas dándonos una lección soberbia de historia, con la mejor ambientación posible y cuidando los pequeños detalles de manera asombrosa. Por la cama del guapérrimo Rhys Meyers, en un papelón sobresaliente, vemos pasar a sus numerosas y la mayoría maltrechas esposas, lo mejor sin duda de la serie, destacando Catalina de Aragón, magistral María Doyle Kennedy y mi preferida, la estupendísima Catalina Howard que tiene la mejor escena de toda la serie, en el patíbulo por adúltera, orinada, renunciando al rey por el amor de Culpeper.
Un delicia de la que ya podían tomar nota productoras españolas. La historia, bien contada, puede vender mucho mejor que cualquier cutre culebrón. Aunque ahora en las teles patrias la moda sean las miniseries horrorosas prolongación de la terrible telebasura del corazón que todo lo impregna.

Lo mejor: Interpretaciones, ambientación, música, guión... Es perfecta, o casi.
Lo peor: Nada en absoluto, es totalmente adictiva.

Si pueden, véanla en versión original, un lujazo...
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14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Todos son muy guapos
Dentaduras perfectas, personajes atractivos, vestuario excelente y un atrezzo muy bien conseguido. A un punto por cada una de estas virtudes, nos salen 4 puntos y esa es la puntuación que le doy. No merece más. Todos los personajes tienen una dentadura perfecta, ningún defecto y muy blanca, algo que, con toda seguridad, no era muy habitual en el siglo XVI.

Los personajes practican sexo entre sí constantemente y un buen porcentaje de las escenas se centra en este aspecto de la historia de Inglaterra: sus nobles y reyes pasaban más tiempo "yaciendo" que en otros menesteres, los cuales, si hubieran llamado suficientemente la atención de su guionista y director, hubieran dotado de contenido a la serie. En este sentido, aunque hay intrigas políticas interesantes, son poco notorias y su interés pierde peso porque sus protagonistas tienen que echar un polvo, lo cual parece que centró la atención de Michael Hirst.

Por otra parte, si uno ve a los personajes y los compara con sus contrapartes reales, con los retratos con los que contamos, verá claramente que no se parecen ni en el blanco de los ojos. Una serie de televisión no puede estar compuesta por personajes feos y en "Los Tudor" esto se lo han tomado muy en serio, tanto que uno no siempre tiene claro si está viendo una serie de televisión sobre el reinado de Enrique VIII o un pase de modelos.

La serie podría ser resumida en pocas palabras: "Un rey venido a más que se pasa la vida dándole que te pego, en una corte en la que pasan cosas y en la que a veces hay gente que baila y otras veces los llevan a un sitio donde los torturan. En ocasiones hablan de teología y el rey dicta leyes".

La primera temporada es algo mejor y la última es bastante mala. Las 4 temporadas que componen la serie, las podrían haber resumido en dos, dedicándole la tercera al reinado de María Tudor y otras dos al de Isabel, que fue más interesante que el de Enrique VIII y el de María I. De ese modo habrían hecho honor al título de la serie, "Los Tudor". En realidad, tal y como ha quedado finalmente, hubiera sido más adecuado titularla "Enrique VIII: de semental a viejo verde".
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Serie histórica de calidad
Si bien históricamente no es totalmente correcta (algunos personajes son ficticios y muchas cosas de las que se relatan o son anacrónicas o se solapan en tiempo), no puede negarse que esta serie es de una calidad excelente. No ha de tomarse Los Tudor como una biografía fiel del Rey Enrique VIII, sino más bien como un relato histórico con tintes de ficción y el resultado es muy bueno.

Esta serie podría haber resultado bastante aburrida, pero considero que los cambios que se hacen son para hacer la serie más atrayente y entretenida al espectador. No han de buscar rigor histórico, repito, y sin embargo en líneas generales narra con gran acierto las intrigas de palacio. La calidad de esta serie puede observarse en:
- Los decorados
- El vestuario
- Los diálogos
- Los actores
- La puesta en escena
- La gran interpretación de muchos de los personajes

A mi me entretuvo desde el primer capítulo y, seguro que influye el que me encanten los dramas de época, pero considero que esta serie tiene una gran variedad de ingredientes que atraerán a muy distinto público. En ella podemos ver amor, traición, intriga, venganza, historia, drama, etc. Y el resultado de este cóctel es francamente bueno.

Eso si, a mi juicio tiene una pega al igual que me ocurrió con la magnífica serie Roma: las escenas de sexo gratuitas(ojo, y no por ello deja de ser una buena serie). Para mi gusto, se regodean un poco más de lo necesario en este tipo de escenas, aunque realmente estoy convencida de que la vida de Enrique VIII tuvo que ser así debido a su fama de promiscuo. Así que, si eres un espectador un pelín pudoroso, mi consejo es que veas la serie en familia... Por lo demás, todo correcto.

Saludos!!!
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11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
No es un documental de historia, es una serie de TV
Que sí, que ya sabemos gracias a los retratos contemporaneos de Hans Holbein que en realidad Enrique VIII no era ese atractivo y concupiscente mozalbete con el pelo cortado a lo "marine" que muestra la serie sino más bien un hombre algo abotargado y regordete que contaba 42 años cuando se casó con Ana Bolena. También es verdad que ni ésta ni Jane Seymour eran tan guapas y sexys como aparecen en la serie, y lo mismo puede decirse de la princesa María o de ese gran humanista (pero también intransigente en lo religioso) que fue Tomás Moro (que tenía 57 años al ser decapitado). También sabemos que con jane Seymour la vibrante vida social de la casa de la reina que tan bien había controlado Ana Bolena, fue sustituida por una atmósfera muy estricta...

¿Y qué?

LOS TUDOR no es un documental de historia, como tampoco lo fue ROMA o mucho antes YO CLAUDIO. Estamos ante una recreación novelada, un relato de pasiones humanas y de luchas por el poder elaborado a partir de unos personajes y situaciones históricos. Hay que disfrutarla como lo que es, una serie de televisión, y dejarse llevar por un guión de primera, unas actuaciones soberbias y una ambientación espléndida.

En resumen: una de las mejores series "históricas" que han pasado por la pequeña pantalla.
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11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
COLORIDO CORTESANO (7´5)
Los Tudor es un producto muy bien hecho, marca de la casa de las factorías británicas, conscientes de que hay que invertir muy fuerte para conseguir hacer una buena recreación del pasado propio. Si hace falta tener a Sam Neill como cardenal Wolsey o fichar a Peter O´Toole como Santo Padre, se hace sin titubeos.

Por supuesto, Jonathan Rhys Meyers es un excelente actor que no necesita presentación, aunque parece más bien una elección para contentar al público. ¿Dónde está el deterioro fisico y de salud de Enrique VIII? Meyers hace una composición muy meritoria, pero no deja de enfurecer en cierta medida que a Carlos V no se le perdone su mentón y al rey de las muchas mujeres se lo potencie de esa forma.

También hay alguna licencia no muy consecuente como en la primera temporada, donde Gabrielle Anwar tiene que encarnar a una hermana inventada sobre la marcha para el monarca, en vez de usar a la familia ya existente. Con todo, la balanza es muy positiva, ciertamente, aún con estética de videoclip, la capacidad de la serie de introducir tramas complicadas (las revueltas contra el monarca, la implantación del anglicanismo, el largo proceso de divorcio de Catalina de Aragón...).

Los Tudor es la hermana más joven y agradable de "Roma", aunque la segunda es por ello más realista, dura y oscura, menos centrada quizás en la alcoba y sí en el contenido. Con todo, un excelente producto televisivo que además ha permitido descubrimientos tan interesantes como una gran Natalie Dormer como Ana Bolena o Henry Cavill, que ejemplifica a la perfección la importancia de estar próximo al trono.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Sorprendentemente entretenida, veraz y atractiva en todos los sentidos.
Cualquier persona con interés por los dramas históricos quedará atrapada por esta serie. El principio de cada capítulo es MAGISTRAL. Con esa cabecera magníficamente elaborada, con una banda sonora sobrecogedora de Trevor Morris y una fotografía tremendamente atractiva.
Aprovecho para añadir que los escenarios, vestuarios, etc. son de lo mejor que he visto en mucho tiempo (mejores, incluso, que los de la gran serie "Roma").

De los actores sólo puedo decir que no hay ninguno que no cumpla notablemente con su papel. Tal vez haya llegado a aborrecer el personaje de Henry Cavill en algún capítulo, ya que resulta ligeramente monótono. Jonathan Rhys Meyers (salvando las diferencias con los retratos de Enrique VIII, físicamente hablando) da la talla de sobra, metiéndose notablemente en la piel de un personaje tremendamente complejo. Debo destacar los trabajos de la IMPECABLE Natalie Dormer como Ana Bolena (muy impecable debía ser para imponerse sobre la interpretación de Natalie Portman en las "Hermanas Bolena"... y lo consigue), de Jeremy Northam, James Frain, Maria Doyle Kennedy, Sam Neill y, por supuesto, la cautivadora Annabelle Wallis.

Podríamos referirnos a las distintas temporadas de la serie de esta manera:
- La 1ª temporada. Estupenda en todos los sentidos. Se centra en el "encoñamiento" de Enrique con Ana Bolena y su divorcio con Catalina de Aragón, así como la ruptura ideológica con Roma. Fabuloso el papel de Sam Neill como el corrupto cardenal Thomas Wolsey.
- La 2ª temporada. En conjunto seguramente la mejor de las 4. Trata el matrimonio de Enrique con Ana Bolena, la coronación de esta como reina, y el complot de su muerte. Adquieren especial importancia los personajes de Thomas Moro, Catalina de Aragón y Thomas Cromwell. Los tres perfectamente caracterizados e interpretados. También aparece la que, desde mi punto de vista, fue la mejor mujer y el verdadero amor de Enrique VIII, Jane Seymour.
- La 3ª temporada. La primera mitad de esta es de lo mejor de la serie junto con la segunda temporada, ya que comienza magistralmente con la rebelión del norte de los "Peregrinos de Gracia", encabezados por el que (si tuviera que elegir) diría que es mi personaje favorito de la serie, el abogado Robert Aske, interpretado de forma sensacional por Gerard McSorley. La segunda mitad pierde considerablemente con respecto a la primera, ya que la relación de Enrique con Ana de Cleves no da mucho de sí.
- La 4ª temporada. Seguramente la primera mitad de esta es, la peor parte de la serie. En el sentido de que se centra en la relación de Enrique con Catalina Howard y adquiere importancia el que para mí es, con diferencia, el peor personaje de la serie, Thomas Culpepper. Lo único en lo que se basa esta parte de la serie es en la infidelidad de Catalina y punto. Pero la segunda mitad de la temporada remonta con las únicas escenas bélicas de la serie en la guerra con Francia.

(Conclusión final en el spoiler)
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Pasará a ser una de las series de mi vida
Será de esas series que recordaré siempre y que ya forma parte de mi lista de favoritas. Cuando pasados los años haga memoria y busque las series que marcaron mi vida esta estará entre las primeras. Acabo de terminar la última temporada y ya siento tristeza y melancolía por no volver a ver a estos entrañables personajes que fueron evolucionando ante mis ojos un capítulo tras otro. Todos los protagonistas están excelentemente matizados, incluso los secundarios. Junto con las interpretaciones, destaco el vestuario, que me deja anonadado. Nunca sale Ana Bolena dos veces con el mismo modelito, y los trajes del rey son de envidia. Al final se le coge cariño hasta a los más odiados, pues en los momentos de ejecuciones no pude evitar sentir pena hasta por el más vil.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Ya quisiera Enrique 8º
En fin... Es una buena serie, bien ambientada, con actuaciones soberbias aunque algo "demasiado"... Recurre, sobre todo al principio, al morbo de las escenas con sexo para enganchar, pero al final la serie tiene la mejor trama, la historia de Enrique VIII, por lo que no le hace falta mucho más. Es un culebrón placiego con pretensiones y buenos actores. Para reirse: ¿Nunca han visto una cuadro de Enrique VIII? ¿Ese barrigón pelirrojo se parece en algo a J.Rhys? La reina es otro ejemplo en esa línea; la princesa Margarita tampoco desentonaría en una concurso de Miss-Lo-Que-Sea.
Supongo que las escenas de sexo quedan mejor sin tripas chocando unas con otras, ¿no?
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13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
¡Salen dos Tudors con queso y papas fritas!
"The Tudors", me parece una mala serie histórica de TV, realmente me parece de mala calidad tanto en su puesta en escena como en las actuaciones. Jonathan Rhys Meyers, actuó muy bien en "Mach Point" de Woody Allen, pero aquí literalmente el personaje de Enrique VIII le queda grande tanto dramática como físicamente. En cuanto al resto del reparto, salvo algunas excepciones como Sam Neill y Peter O'Toole, está claramente enfocado en el atractivo y belleza física de las actrices y actores jovenes; que se verían muy bien en producciones del tipo "Melrose Place" o un sitcom tipo "Friends".
El guión de la serie, firmado por Michael Hirst creador del guión de esa sobrevalorada porquería llamada "Elizabeth" (1998) y esa otra "maravilla" llamada "Elizabeth: la edad de oro" (2007), sólo hace farándula de época, con escenas de cama que no vienen al caso y recurriendo a todos los clichés de intrigas palaciegas ya conocidos. La verdad, es que la trama de ésta serie está más cerca de esas series gringas ochenteras del tipo "Dinastía" o "Dallas", que de un relato histórico medianamente serio.
En lo formal, la serie se ve fastante falsa en cuanto a iluminación de interiores y al tan celebrado vestuario: ¿acaso creen que los monarcas y los nobles del siglo XVI andaban todo el día vestidos de gala ceremonial y cargados de joyas hasta para ir al baño?; claramente no. El lujo que muestra la serie resulta absolutamente falso, considerando que Inglaterra era un reino de segunda fila en ésa época.
Si se trata de series históricas de TV de buena calidad, la BBC ha relizado maravillas con series como "Yo, Claudio" (1976) y "Elizabeth R" (1971), que a pesar de su formato claramente televisivo (sobre todo en el tema de los decorados), tenían de lo mejor de la calidad actoral y elegancia narrativa británica; y que decir de las monumentales series producidas por la RAI como "Jesús de Nazareth" (1977) o "Marco polo" (1982), obras que son verdadero cine hecho para la televisión.
Ahora bien, entiendo perfectamente el éxito comercial de "The Tudors"; al igual que entiendo el alto consumo mundial de hamburguesas con queso y papas fritas: sabrosas pero no muy nutritivas y además suben el colesterol (ignorancia, para el que no haya entendido).
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12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
María Tudor, ¿por qué eres así?
Una de las mejores series llegadas llegada en los últimos años, no de Inglaterra como creía, sino de Irlanda. Aunque engañan un poco con el título. Realmente no se trata de la historia de la dinastía Tudor sino de uno de los reyes más importantes y famosos del país, Enrique VIII, conocido sobre todo por sus múltiples matrimonios. De todos modos se hubiera agradecido una continuación pues después de la muerte del rey la cosa se puso bastante interesante. Por lo menos podría haber acabado con la llegada del último soberano/soberana de la dinastía. Sea como fuere, y aunque no es históricamente muy fidedigna, la serie recrea un período crucial y muy tormentoso en la historia de Inglaterra en la que la vida personal de Enrique se mezclaba con las intrigas políticas, al mismo tiempo que la reforma protestante apareció en la isla.

La serie tiene bastantes cosas buenas y algunas no tanto. Por ejemplo, al principio es cierto que era demasiado explícita en ciertas escenas sexuales si bien en las siguientes temporadas se recataron más. En el otro lado, la ambientación es muy buena, el vestuario excelente (aunque con algunas licencias, estoy de acuerdo) y las actuaciones, que son de primera. Reconozco que me sorprendió Jonathan Rhys Meyers en un papel complicado que, no obstante, interpreta a gran nivel. De las caras conocidas, quizás el mejor sea James Frain (Thomas Cromwell) y de las chicas, la que se lleva el gato al agua es Sarah Bolger, no tanto por su actuación sino por su personaje, María, la hija del Rey y de su primera mujer, Catalina de Aragón. Admito que me tenía absolutamente cautivado esta joven, con el porte y la clase de una verdadera reina.

De hecho, María me encandiló y me hizo sufrir a partes iguales. Porque esta princesa tan guapa, educada, orgullosa, distinguida, católica, piadosa, recta, dulce, recatada, femenina y encima, elegantísima (espectacular su vestuario), tuvo una vida, además de complicada, bastante desgraciada, que sale parcialmente en la serie. Para no desvelar nada, sólo os diré que la historia la ha maltratado sin miramientos (SPOILER). Visto lo visto, no sabría decir si el personaje histórica era tal y como le reflejan aquí. Y eso es precisamente lo que más me duele, que la María real con tan mala percha, fuera la misma que esta joven adorable. Si fueras una petarda, no habría problema pero, ¿cómo te puedo criticar siendo así de maravillosa? María Tudor, ¿por qué eres así? ¿Por qué hiciste lo que hiciste? ¿Qué te pasó por el camino? ¡Qué sufrimiento!

Ahora que lo estoy pensando, mejor haber dejado la serie justo cuando acabó. Así podemos fantasear sobre el futuro de María, recreando una historia alternativa en la que las cosas sean como nos hubieran gustado que fueran.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Buena...pero podría ser mejor
Una miniserie que toma un tema históricamente tan importante, como lo es el período de reinado de Henry VIII, durante el cual se produce el cisma entre la Iglesia Católica e Inglaterra, es de esperar que hubiera ahondado mejor en los motivos que le dieron lugar, los cuales de ninguna manera pueden quedar limitados a un conflicto matrimonial. Contemporáneo con el nacimiento del capitalismo, el "descubrimiento" de América y la expansión del comercio mundial, nadie puede pensar que Inglaterra, quien poco tiempo después se convertiría en un imperio de ultramar, estaría gobernada autoritariamente por una sola persona, por más que esta fuera depositaria de la veneración de súbditos y cortesanos.
En este sentido, la propuesta fílmica es limitada y poco profunda, aunque no soslaye ningún tema individual o colectivo. Evidentemente, se eligió un tratamiento cinematográfico de alcance masivo, poniendo el acento más en los sujetos y sus circunstancias íntimas que en el proceso histórico.
La reconstrucción de época es magnífica en todo sentido: escenográfica - palacios y castillos no les faltan -, vestuario, música, ambientación, etc. Y muchas de las actuaciones también lo son, aunque la mayoría poco se parezca a los registros pictóricos con los que se cuenta de los personajes reales. Particularmente poco afín es, justamente, Rhys Meyers (Henry VIII), quien - en lo personal - no me transmite un perfil rigurosamente "inglés".
En síntesis, diría que es un magnífico "divertimento" histórico que informa (superficialmente), entretiene y - hasta cierto punto - concientiza sobre la arbitrariedad de la monarquía.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Gran JRM, guionistas irregulares
Me parece muy remarcable la actuación de Jonathan Rhys-Meyers en el papel de Enrique VIII, me parece muy creíble en su papel, de veras. Ansioso por tener hijos, con una autoridad férrea y con paranoias constantes llegado a cierta edad.

Henry Cavill y su interpretación en The Tudors son también muy dignas de mención. Otro tanto puede decirse de Natalie Dormer.

Pero hay un problema: Sí, queda muy claro que es ficción histórica, y se comprende que se tomen sus licencias pero... Es una imprecisión grande que, aunque en su juventud fuera un buen deportista, al envejecer y debido a una herida en una justa y a una dieta abundante en carne roja y exigua en verduras, el monarca no engorde. Debería hacerlo, pues en la realidad Enrique VIII llegó a tener 137 cm de cintura.

Y además parece que hasta el último capítulo no se hayan dado cuenta de que era PELIRROJO.


Por lo demás notable serie, un tanto partidista, pero a mi juicio endiabladamente entretenida.
La recomiendo.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
EXCELENCIA
No se como empezar a definir ni describir esta serie. Reúne todos los requisitos que ha de tener una serie de calidad.

Todos conocemos, más o menos, la historia que trata la serie. Sin embargo, esta serie va más allá de la historia de Enrique VIII y sus 6 esposas. Nos adentra en una historia de pasiones, romances, traiciones realmente bien ejecutada. Además de momentos tan claves de la historia como la separación de la iglesia de Inglaterra de Roma.

Destacaría también a los intérpretes, tanto principales como secundarios. Destacaría a Maria Doyle Kennedy y Natalie Dormer como las 2 principales esposas de Enrique VIII, Catalina de Aragón y Ana Bolena, a Sarah Bolger como la hija mayor del monarca, Lady María (futura María I de Inglaterra) y, como no, a Jonathan Rhys Meyers en una interpretación genuina, sobre todo en las últimas temporadas, del absoluto protagonista de la serie, Enrique VIII.

A esto hay que añadir la lograda ambientación de la época, de la que no falta detalle en cada capítulo, y el despliegue en vestuario, realmente fantástico.

En definitiva, una serie épica, una obra maestra.
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