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27 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Escena del baile
Ante su próximo pase por televisión y como curiosidad por lo opinado sobre ella en Filmaffinity he entrado en el enlace de la película y visto lo visto y aunque hace tiempo que la vi y no la puedo juzgar ahora objetivamente si me gustaría decir que recuerdo que en su momento me gusto mucho y, a pesar de su duración, me mantuvo enganchado en todo momento. Yo también reconozco que quizás tampoco soy del todo imparcial, pues además de coincidir con César Acebal en ser un admirador de Robert Redford, también lo soy de la protagonista femenina de la película: Kristin Scott Thomas.

Suscribo plenamente lo dicho por él en relación a la escena del baile (a mí es una de las que más me ha “llegado” de las muchas que he visto en el cine) y al cierto parecido de la historia de ésta película con la de Los puentes de Madison.

Para mí la escena del baile no solo demuestra la categoría y sensibilidad de Robert Redford como director y actor, sino que pone de manifiesto, sin lugar a dudas, la esencia del cine: que una imagen vale más que mil palabras. A mí no creo que el mejor escritor, con sus mejores párrafos, consiguiese reflejarme las sensaciones que me dio Robert Redford con las miradas de los actores de esta escena.
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38 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Saber parar a tiempo
Robert Redford ha demostrado con sus películas ser un muy buen actor y director, pero en muchos casos, como lo es éste, ello no es suficiente.
Se trata de una película muy bien realizada e interpretada, con una historia sencilla pero atrayente, si bien existe un grave problema: una excesiva duración.
Bien es cierto que hay muchas películas más largas que ésta, pero en este caso el dacaimiento es tal en su tramo final, que echa por tierra todo el buen hacer de la parte anterior, lo cual es una auténtica pena pues, con un metraje más controlado, hubiera resultado una excelente película.
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19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Preciosa y emotiva historia de amor diferente
El comienzo de la película es lo más impactante, es algo soberbio ver los caballos en la nieve y a sus lomos dos preciosas niñas...Una trágica desgracia y la vida cambiará radicalmente para toda la familia. La prioridad para la madre es salvar al caballo como si con ello consiguiera también salvar a su hija psicológicamente enferma, por ello ambas, madre e hija emprenden un duro viaje a una tierra lejana donde encontrará el amor del que ya hace tiempo carece su vida. El desenlace es profundamente emotivo.
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16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
A todo aquel...
A todo aquel que en ningún momento le ha atraído el cine en demasía, y de pronto le esté empezando a coger el gustillo a las películas, tiene en "El hombre que susurraba a los caballos" una oportunidad inigualable para pegarse el pegote cara a la galería e incluirla en su lista de películas favoritas. Porque en esta, tiene todos los requisitos necesarios para ello;

- La dirige Robert Redford. Lo que es al cine como para la música lo sería decir que quien canta el tema son "The beatles". O sea, un nombre ilustre. Da igual que en tu vida te compraras ni un cd y/o vinilo de esos, da caché admirarlos.

- La pareja protagonista son el propio Redford y Kristin Scott Thomas. Más puntos a favor con que sea ella precisamente la actriz; porque es tirando a feota. Y si admiras a una actriz no agraciada dejas ver que lo que buscas en una actuación es su calidad y no su encanto visual.

- Es un drama lento, lento, lento. Característica importante para tirarse el moco. En la intimidad de tu casa te pondrás para distraerte Rambo II, Titanic ó Arma letal IV. Pero a la hora de puntuar en público tienes que decir que "El hombre que susurraba a los caballos" es a tus ojos poesía y belleza. Ah!!, y reniega de las que sí viste.

- Además de lo anterior, la cinta tiene un título elegante. Y lo que hace al título verdaderamente grande es qué en ningún momento aparece nadie susurrando a un caballo...

... Sí aparece, por el contrario, unas ganas de no repetir con ella en varios lustros, porque aunque pasable, es en todo su global un tostón de campeonato. Pero shhh!!! que no se entere nadie.
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40 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Más control
Estoy de acuerdo con Ennis en que podría haber sido una maravillosa película con un control más adecuado del tempo, del ritmo interno, con supresión de escenas sobrantes y excesivamente edulcoradas, bueno, todo eso ciertamente supone un cambio radical en el guión, pero la dirección de Redford es buena y totalmente adecuada, como ya demostrara también en "El rio de la vida", el problema está en el enfoque, que pienso que no es el más idóneo, con excesivo metraje y una parte final que no se corresponde con el arranque magnífico del film, como ya se ha reseñado.

Algunas escenas son ciertamente poéticas, aunque yo nunca confundiría "poesía" con esteticismo, una cosa es querer hacerlo "bonito" y otra cosa es emocionar de verdad, es como confundir arte y artesanía, y pienso que hay mucha gente que confunde ambos conceptos.

Redford tiene "arte" para emocionar al espectador, y le sobra cierto pasteleo más bien propio de las producciones de Hollywood, supongo que serán cosas incompatibles, y no será fácil lidiar con esas reses. El hombre hizo lo que pudo, es decir "susurró" hasta un cierto límite.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
NO quiero poner título a mi crítica
Redford brilla porque ha hecho la película a su medida.La escena del baile entre él y Scott Thomas es sensacional. Un alto grado de tensión y sensualidad sin caer en los tópicos.
Con estilo, sí señor.
En paralelo una historia de amor y el amor que siente el director por los caballos.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Susurro clasicista.
Esta película es facilmente explicable comparándola con otra coetánea: "Los puentes de Madison" de Clint Eastwood. Aquí hay una vieja gloria madura y otoñal del cine (Redford), allí Eastwood; ambos dirigen y lo hacen de la misma forma y con parecido estilo: un cine sosegado, a contracorriente, de perfume clasicista y aire crepuscular; en ambas películas se cuenta una historia de amor intemporal entre una mujer atractiva, aburrida y casada (ni Scott Thomas ni Meryl Streep son dos modelos de belleza precisamente) y el otoñal hombre; en ambas se prima la emoción a la acción; ambas acaban de la misma manera (spoiler).
Sin embargo, la película de Redford no es brillante, abusa demasiado de las pausas, el ritmo a veces se entrecorta, y hay demasiado paisaje. Claro, que hay que susurrar, no gritar. No obstante, es lo que académicamente pudiera llamarse una buena película.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una obra maestra
Reconozco que soy devoto de Robert Redford, ya sea como actor o director, y quizás mi crítica no sea demasiada objetiva. Pero es la primera película en la que pienso cuando alguien me pregunta por mi película preferida. Hace ya mucho tiempo que la vi, de modo que no puedo hacer una crítica objetiva comentando aspectos concretos de la película, sino tratar de transmitir mi impresión general. Pero sí recuerdo una escena soberbia, por la cual la película ya merecería la pena: el baile.

En definitiva, una preciosa historia de amor en estado puro. Si te gustó "Los puentes de Madison", sin duda ésta también.
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18 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Cine puro
Vi esta película cuando se estrenó y me gustó mucho, pero ahora la he visionado en DVD y
la he apreciado más que cuando la presencié por primera vez. Tiene todos los ingredientes
del cine de calidad, argumento, fotografia , música, dos estupendos actores, un director
soberbio y muy sensible con la naturaleza, y sobre todo cine de verdad, donde la imagen
vale más que mil palabras y está enriquecida con la música.
Como curiosidad, las copias de esta película traían adjunta una carta de Robert Redford
con unas peticiones y sugerencias a los proyeccionistas para realzar la imagen y el sonido.
Para los más técnicos también señalo que los primeros treinta y cinco minutos de la película
tenían el formato panorámico, y a partir de la secuencia en que la protagonista inicia el
viaje hacia la naturaleza con todo su explendor, la imagen pasaba a ser en Cinemascope,
con lo cual al ser más amplia se realzaban mucho todos los paisajes hasta el final de la
película, dando a entender el buen gusto del director y su amor por el cine y la naturaleza
aunque ésta novedad ha sido eliminada en el soporte DVD, pero en todos los cines se pro-
yectó como anteriormente he relatado.

José Antonio ZG
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Corre, corre, caballito
Eso cantaba Marisol en "Un rayo de luz". Claro que aquí no se trata de que el animal sea el más veloz sino de recuperarlo tras un trágico accidente en el que no será la única víctima. No cabe duda de que "El hombre que susurraba a los caballos" es una bella película. La fotografía, la banda sonora a cargo de Thomas Newman, los espacios naturales de Montana o el gusto por el cine bien hecho por parte de Robert Redford, además de por la propia naturaleza, llaman la atención. Quizás sea demasiada larga para vale la pena esperar al desenlace y no sólo para ver los hermosos créditos finales con ese caballo cabalgando en la arena. Eso sí, mucho título pero el tal Tom Brooker (Robert Redford) en ningún momento se le ve susurrando a Pilgrim, como se llama el corcel.

La historia, basada en la novela de 1995 de Nicholas Evans, mezcla una historia romántica, el conflicto familiar, la recuperación del animal, cierta apología de la vida rural y los traumas de la que se destapa como casi la verdadera protagonista de la cinta, Grace (una jovencita Scarlett Johansson, que rondaría los 13 años y que me atrevería a decir que está más mona que ahora). Por cierto, una chica así gusta igual con su problema o sin él. Que tome nota. El resultado es un trabajo sensible, metódico y bien rodado si bien puede resultar previsible y demasiado egocéntrico, aceptable aunque el intento de ser lírica y épica se queda a medio camino, muy lejos de ese pathos tan difícil de plasmar que inunda a "Bailando con Lobos" (1990) o a "Leyendas de Pasión" (1994).
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Buena puesta en escena
Para aquellos que leímos el libro, este es un buen ejemplo de los que verdaderamente es hacer una película basada en un libro. Me pareció genial, no escatimaron detalle alguno, parece como si en cada escena se fuera a la par leyendo el libro. Felicitaciones. No como hicieron con el amor en los tiempos del cólera que dañaron extremadamente la historia del libro.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
No apta para imberbes
Una película que narra una historia que puede ser la de cualquiera de nosotros dada la simplicidad y por ello imprescindible como libro de cabecera o disco póstumo.
A muchos que se pasan la vida trabajando en oficinas, comercios o fabricas que saben tener una vida aburrida pero ávidos de aventuras les puede parecer sosa e incluso lenta, pero el fin de esta película no es llevarle a una nueva aventura sino mas bien recaer en el pensamiento de lo perdido y posiblemente recuperable.
La vida fuera de las necesidades vanáles y las posturas fantasiosas que nos impone el mercado puede ser más, mucho más, grandiosa, y así lo ejemplifica Robert Redford en este film.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Psicología Equina
En primer lugar voy a dar a entender un poco el eje central de la película: el caballo. Pocos son los conocedores de la profesión (real) de susurrador de caballos, sí exactamente igual que con los perros. Esta profesión se conoce mundialmente con distintos nombres, tratando al caballo psicológicamente y no a la fuerza como se suele hacer. Por lo tanto en la trama del caballo en si, muchos de los que critican la película creo que deberían pararse a aprender y aprovechar la oportunidad para, comprender un poco más a estos animales a través de la adaptación de esta película, ya que casos como este incluso peores han tratado estos profesionales.

Ahora hablamos de la película en sí, técnicamente tiene una buena fotografía, con muy buenos planos, transiciones y un buen argumento. Al principio sabe captar al espectador con un golpe tras otro desde el primer minuto, el problema comienza con la trama amorosa, que acaba siendo el eje central de la segunda mitad de la película, lo que hace que el ritmo decaiga y se vuelva una película lenta y pesada. Dicho brevemente, el ego y el afán de Robert Redford por ser "El Hombre" terminan por romper parte del encanto de esta película (incluso todo para algunos).

Scarlett representa en este caso, a la gran cantidad de adolescentes de su edad que en lugar de adorar a Justin Bieber o One Direction, adoran al caballo como un gran amigo, representando entre ambos ese vínculo tan especial que sólo aprecian los buenos jinetes. Su actuación como actriz puede ser indiferente, incluso el hecho de que el personaje tenga trastorno de estrés postraumático no es excusa para su comportamiento de niña engreída haciendo que a veces incluso odies al personaje en ciertos momentos. En cuanto al resto de actores (incluyendo al propio Redford) son bastante planos y no transmiten tanto como deberían.
Sencillamente se podría haber sacado mucho más partido a esta película, dejando el ego de director aparte y centrándose en el tema principal que da título a la películan.

En resumen, si te gustan los dramas románticos o los propios caballos en sí esta es tu película, si te es indiferente puedes probar a verla y conocer un poco más a los caballos psicológicamente, y si no eres capaz de tolerar un ritmo lento y pausado directamente NO LA VEAS
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Amor por los caballos.
Me encanta esta película por su fotografía, su interpretación y por los paisajes que nos muestra. No entiendo muy bien las críticas a la dirección e interpretación de la película. Es larga, sí, pero a mí no me pareció tanto y creo que el tiempo de la película está justificado. Yo no he criado caballos, pero si lo hubiese hecho debía haber aprendido a hablar con ellos. Porque sólo así te puedes entender con estos animales, ya que son muy inteligentes. Soy un aficionado a las películas con una buena fotografía, y esta la tiene. He visto películas en que Scarlet Johansson lo ha hecho peor y esta era su primera película. Creo que no hay que ser tan crítico con ella. Robert Redford y Kristin Scott Thomas hacen un gran papel y Sam Neill no desentona. Los animales son muy importantes en nuestra vida y hay que saber hablar con ellos. En muchos casos ayudan a enfermos a superar sus males. La película es muy digna y yo aconsejo no perdérsela.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Largo coñazo poco inspirado
No había visto nunca esta película, la vi por que la subieron a netflix y por su fama. Y después de tragarme sus casi 3 horas (el cual es uno de sus primeros errores) me pareció un coñazo, me gusta mucho Robert Redford, pero aquí no me creo en ningún momento su relación con la madre de la niña, me parece más tierno y interesante su relación con el caballo. No se si igual no la he visto en su momento o que pero no entiendo su fama. Por compararla con alguna, "Los puentes de Madison" me parece mucho mas interesante, mejor escrita y si me creo la relación entre los protas, igual Redford queria hacer algo similar y le salió rana.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Gritos y susurros.
Tras el grave accidente sufrido, la niña Grace MacLean (Johansson) ha quedado con graves secuelas físicas y sobre todo psicológicas. Algo parecido le sucede a su caballo Pillgrim que montaba cuando fueron atropellados por el fatídico camión.
Como ningún tratamiento resulta eficaz la madre, Annie (Scott Thomas), una atareada directora editorial, sospecha que la curación de Grace depende de la de Pillgrim. Consciente que los aspectos psíquicos son tan importantes o más que los somáticos, busca una persona con un don especial para tratar y manejar a los caballos, Tom Booker (Redford).
Se inicia entonces una estrecha relación entre Tom y Pillgrim a base de miradas y caricias, pero también de cuerdas y de nudos. Nunca palabras. Relación que se extiende benéficamente a Grace ... y a Annie.
Un melodrama romántico que ahonda en la capacidad de comunicación entre las personas y los animales, que fomenta el autoanálisis, que repasa nuestra actitud ante la vida y la muerte. Algo así como lo que se plantea también entre las hermanas que protagonizan "Gritos y susurros" (Bergman, 1972).
Preciosas postales de Montana. Menosprecio de la corte neoyorquina y alabanza del rancho familiar en la aldea. Sentido y sensibilidad.
Pero todo como muy acaramelado para nuestro gusto. Demasiado almíbar. Y demasiado recrearse en escenas que no son para tanto. Lenta, a ratos puede aburrir.
Pero escenas también sublimes, como por ejemplo los inicios de la relación entre Tom y Pillgrin. La huida brusca del caballo y la lentísima aproximación a su cuidador, metro a metro, mientras va cayendo el sol. Todo visto desde diferentes planos. De lo mejor.
Película interesante que gustará sin duda a los amantes de los caballos, del melodrama, de las "cintas de amor".
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Cabalgando por la pradera.
Empezaremos por intentar desvelar el oscuro origen del término cowboy.
Algunos estudiosos del Far West remontan el origen de este vocablo a un término irlandés del siglo IX, aunque dicha palabra comienza a aparecer en esporádicamente en 1702, en la literatura de Jonhathan Swift, autor de Los Viajes de Gulliver, y en algunas crónicas descriptivas de la América colonial del siglo XVIII, para referirse a los jóvenes que se dedicaban a cuidar ganado.
En 1830 esta expresión comenzó a tener un significado claramente designatorio en los territorios que por aquel entonces constituían la frontera del Oeste.
En Texas, dicha palabra se utilizaba para designar a los ladrones de ganado que se dedicaban a robar
reses a los mexicanos. Deberemos esperar algunas décadas para encontrar este término aplicado en el sentido convencional que todos entendemos ahora por un cowboy.
El diario Republican Denver en una publicación de 1883 lo definía así: Cuando un hombre vive del salario que le proporciona el trabajo de cuidar montado a caballo una manada de reses, recibe el nombre de cowboy.
Los antecesores de los cowboys fueron los vaqueros mexicanos, y a su vez los orígenes de estos, fueron los vaqueros españoles. De hecho fueron los españoles los que introdujeron los requisitos indispensables para la profesión de cowboy, el caballo y la vaca.
La procedencia de los cowboys, a diferencia de lo que se pudiera pensar era de lo mas variopinta.
Después de la Guerra Civil, muchos eran veteranos de ambos ejércitos, inmigrantes europeos, trabajadores itinerantes, negros libertos, mejicano-americanos de los nuevos estados asimilados a la Unión, o mejicanos del otro lado de Río Grande, por lo que constituían un grupo políglota. Otro de los datos injustos que la gran pantalla no hizo eco, es que de cada tres cowboys uno era hispano-mejicano o negro.
Los negros encontraron menos discriminación en los trabajos de cuidar ganado que en la mayor parte de las otras ocupaciones de entonces, vaqueros blancos y negros dependieron el uno del otro, ellos vivían comían y dormían juntos, los continuos peligros, ataques de indios, etc. hizo que la mayor parte de vaqueros superara sus prejuicios.
Antes de la Guerra Civil su zona de actividad se limitaba a las praderas de Texas, pero a partir de la posguerra a consecuencia de la enorme ola de inmigración proveniente del Este buscando nuevos pastos y oportunidades, los Cowboys empezaron a proliferar en todos los territorios en los que había pasto para el ganado, como Missouri, Kansas, Wyoming, ect.
A pesar de todo esto, el tejano, fue siempre considerado “el rey de los cowboys”.
Así nos lo reflejó un coetáneo: ” Los tejanos para la ganadería no tienen rival, son los mejores jinetes, son fuertes nacidos para el oficio. Encajaban con la durísima vida de las praderas, habían nacido sobre la silla de montar, y crecían manejando el lazo la pistola y el rifle”.
No en balde Texas la imprimió su carácter a esa actividad heredada de otra cultura, exportándola al resto de estados de la Unión, con solo una excepción California, donde de las raíces y maneras hispano-mejicanas, mantuvieron un estilo propio de montar, de tomar las riendas, de manejo del ganado, etc. los aparejos y la silla de montar californiana, hacían notoria la procedencia del cowboy.
Si bien esa actividad se desarrolló durante una dilatada época, su cenit duró apenas veinte años, de 1865 a 1885, aunque fueron muy intensos por el impacto social y repoblador de los territorios del oeste, se piensa por el número de cabezas de ganado manejadas, que los cowboys en activo pudieron llegar a ser unos 40.000 en su época mas alta.
Al principio, los vaqueros eran esencialmente recuperadores de ganado, a quienes se les enviaba para buscar reses dispersas o extraviadas en los inmensos pastizales, esa actividad recuperadora era llamada “dar un rodeo”.
Posteriormente también era frecuente recuperar pequeñas manadas de reses salvajes que se habían procreado en completa libertad, esas manadas se habían formado a bases de reses extraviadas, escapadas o abandonadas a su suerte por sus dueños, tras el abandono de sus tierras de rancheros y hacendados mejicanos después de la independencia de Texas.
La vuelta de esas reses al medio salvaje, hizo que la selección natural favoreciera a los animales provistos de mayores defensas, estableciéndose de una forma natural, lo que mas tarde sería considerado como raza autóctona y símbolo de Texas, el Longhorn, el Cornilargo.
Cuando Texas y los territorios del sudeste se independizaron de México, ya se había desarrollado en ellos la tradición vaquera de sus habitantes, básicamente mestizos indio-hispano-mejicanos, esa tradición con rasgos propios, aportó muchos de los componente que luego integrarían el código de honor del cowboy.
Un vaquero a menos que se encontrase contaminado por el excesivo contacto con los anglo-tejanos, miraba con desprecio los revólveres del “gringo”, pues valoraba mas la derrota de su oponente con astucia y si la lucha había de ser a muerte, la consideraba mas valiente y mas limpia de frente a frente y armado con un arma blanca, pues aunque el revolver era mas resolutivo, cualquier cobarde podía apretar un gatillo.
El código de honor del cowboy integró, el no disparar nunca por la espalda.
Los cowboys vivían diariamente afrontando retos en las mas duras condiciones de vida que podamos imaginar, haciendo frente a todo tipo de adversidades e inclemencias del tiempo, y precisamente eso los hermanaba con los vaqueros.
Si bien es cierto que en los estados mas anglo-americanos como Wyoming o Montana, hubo un desprecio de hacia esos vaqueros, tachándolos de vagos, borrachos, y gente de poco fiar. Ni el mas patriota de los tejanos puso nunca en duda que su profesión así como que gran parte de su vocabulario tenía su origen en la antigua tradición vaquera hispano-mexicana.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Conmovedora
Esta es una de esas películas.. que te dejan algo, va mas allá de entretener o gustar.
No se puede desmerecer toda la película por su extensa duración, las dos historias que se cuentan (madre e hija) tienen su encanto, el drama y el amor, el deseo mas encarnizado junto con la culpa que conlleva el hacer lo que uno quiere ante todo, y una hija que necesita mas que nunca a su madre.
Es así que en su poco mas de 2 horas, nos transporta, nos emociona, nos invita a disfrutar.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Más mutilado el libro que el caballo.
Conste que mi visión de la película está sesgada y mucho por haber leído el libro hace muchos años. Sí, no es ninguna obra de arte de la literatura pero es bastante interesante y se hace ameno de leer.
Uno de los motivos es porque contiene mucho drama e incluso tragedia bastante emotiva, y es que en la película la segunda parte más emocional y relevante de la historia después del tema del accidente brutal y los problemas físicos y psicológicos de niña y caballo... NI SIQUIERA ESTÁ.
En una película tan LAAAAAAAAAAAAAARGA y que avanza tan LEEEEEEEEEEEEENTA ... ¿que sentido tenía mutilar la historia de semejante manera?.
Conste que si no has leído el libro tal vez le pongas 1 o 2 puntos más. Como no, tenemos bonitas imágenes de doma equina, buena banda sonora y paisajes preciosos de Montana, además de que es interesante ver actuar a una joven Scarlett Johansson ( y pensar que solo 7 años después de esta película sería la ultra sexy chica que vimos en "Match Point" ...)
Pero no me deja de andar en la cabeza que "Pilgrim" debería parecer mutilado y destrozado. Y hasta cuando está mal sigue pareciendo un caballo precioso...
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6
Susurros y silencios de dolor
Película típica y tópica donde las haya. A saber: hombre de la naturaleza y mujer urbanita (casada) se enamoran, mientras el hombre conecta con la hija traumatizada de la mujer. Visto hasta la saciedad, pero funcionaba. ¿Quién ha dicho que el cine comercial 100% sea malo o no funcione?
Drama de Robert Redford como director y actor, muy recordado por ser una de las primeras películas de una Scarlett Johansson que tenía entonces 14 añitos, que funciona como entretenida (a pesar de su alargadísimo metraje) opción para echar la tarde o la noche con una historia donde el amor a la naturaleza, representada por los caballos, tiene mucho peso, así como la superación del dolor y la pérdida y la fuerza del amor inesperado.

Lo mejor: Funciona como drama, que es lo que importa
Lo peor: ¿Casi tres horas para contar esta historia?
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