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67 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Otra majestuosa serie inglesa de época
La serie más cara de la historia (hasta la fecha) porque cada pocos meses se estrena una serie que bate ese record, luce como lo que es, majestuosamente bien interpretada, bien ambientada, bien dirigida y bien escrita. Había dinero y la producción luce con un acabado visual impecable. No hay miedo a rodar en exteriores, (escenas de caza, escenas rodadas en África etc) y tampoco hay miedo a rodar pasajes con un montón de extras, con el coste que supone vestir de época a cientos de personas.

Se puede decir que es la nueva "Downton abbey" o la nueva "Victoria" Sólo que aquí la protagonista es la Reina Isabel II Y sí, su vida es tan jugosa que había material de sobra para no fallar, y sin duda "The Crown" nos va a acompañar muchas temporadas.

Nos ofrece intrigas dinásticas, intrigas políticas, escándalos, luchas por el poder, todas ellas reales e históricas. 70 años por los que desfilan personajes fascinantes. En los primeros capítulos Jorge VI, el rey tartamudo de "El discurso del rey" aquí también muy bien interpretado por Jared Harris. Después su lugar lo ocupan Margaret (Vanessa Kirby) la hermana de la reina, incluida su escandalosa aventura con un militar casado, pero sobretodo su abuela, la reina madre viuda María,( Isabel Bowes-Lyon) Una vieja enérgica dispuesta a ejercer toda su influencia sobre su nieta.

En el apartado de políticos, tenemos a Jeremy Northam como Anthony Eden, pero, especialmente llamativa, es la actuación de John Lithgow como Winston Churchill. Personalmente, el mejor papel de esta primera temporada. En algunos capítulos, lleva el peso de la serie. Un envejecido Churchill que ya no es el alma de la resistencia democrática contra el fascismo, si no el político supremacista británico que se negaba a aceptar el imparable proceso de descolonización y el pésimo gestor económico de la paz que fue. Con su empeño en subvencionar el carbón, en no aceptar que era la energía del pasado, y pese a que esas subvenciones llevaban a la ruina económica y a volver irrespirable Londres.

Luego está el buen hacer de la pareja protagonista, y que serán quienes deban sostener el peso de la serie a lo largo de las temporadas. Aunque, recordando esas décadas de la historia inglesa y europea, esperemos que sepan encontrar grandes actores que encarnen a personajes tan complejos como Margaret Thatcher, la princesa Diana, sus hijos y tantos otros. Claire Foy "Wolf hall" y Matt smith "Doctor Who" son los encargados de dar vida a la pareja real. Hasta ahora bien, veo química entre ellos, aunque, ya digo, hay capítulos que los secundarios como John Ligtgow, Jared Harris o Isabel Bowes-Lyon, se los comen con patatas.

Recomendable. Muy bien producida por Peter Morgan (The Queen, Frost contra Nixon etc) y que sabe ir mucho más allá del edulcorado biopic de una reina, que por muy fascinante que fuera su vida, y por muchos escándalos que tuviera en su familia, no habría sido tan bueno, si no se apoyase tan sabiamente, en mostrarnos el clima social, económico y sobretodo político que le toco vivir a Isabel II
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78 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Una serie majestuosa
La nueva serie de Netflix es absolutamente sublime. Es el adjetivo que mejor caracteriza esta superproducción, y la llamo así porque es evidente que se ha invertido dinero en ella. Sus escenarios son fastuosos, su vestuario exquisito, su fotografía está a la altura del cielo, y sus interpretaciones al mejor nivel televisivo y cinematográfico en general. Si no supiera que es de Netflix pensaría que es un drama de época de la BBC.

The Crown es, nada más y nada menos, que la historia de la reina Isabel II de Inglaterra, y si, es tan jugosa como cabría esperar. Comienza un tiempo antes de su coronación, cuando su padre, el rey Jorge VI, empezaba a estar enfermo, y ella está a punto de casarse con su amado Felipe. Esta magnífica primera temporada nos lleva a través de los primeros y felices años de su matrimonio así como sus inicios como reina.

Este drama palaciego está lleno de intrigas que nos mantienen en vilo. Cierto es que se trata de una serie histórica, y que en teoría hay bastantes acontecimientos de los que podemos estar al día; pero también es cierto que los detalles y los entresijos de cada hecho se escapan a los libros de Historia. Cada rincón oscuro de la historia se va desvelando con esmero gracias a una puesta en escena majestuosa (nunca mejor dicho).

Las relaciones de la Reina con los distintos personajes son el eje principal. La relación con su hermana, su madre y su abuela, pero especialmente con su marido, quien se siente como un mero hombre florero. Su amistad con Winston Churchill es un de los focos de atención más importantes, pues éste acaba de ser nombrado por segunda vez Primer Ministro de Inglaterra. Como tal, debe mantener una audiencia semanal con la Reina en la que le pone al día de los asuntos más relevantes del momento.

Otro tema que es tratado sin tapujos es la abdicación de Eduardo VIII, el tío de Isabel, con motivo de su relación con la odiada Wallis Simpson. Era una mujer divorciada, por lo que Eduardo VIII no podía casarse con ella. Él prefirió abdicar y dejar el trono en manos de su hermano pequeño, Jorge VI. La serie nos relata con grandes dosis de realismo el enorme impacto que tuvo este hecho en la familia real, no solo en el momento en el que sucedió, sino también muchos años después. El divorcio no era algo con lo que se pudiese jugar, y el paso del tiempo no lo mejoró para nada.

En resumen, es una serie magistral. Todos y cada uno de los actores están brillantes en su papel, y lo cierto es que no podrían haberlos elegido mejor. La buenísima banda sonora encaja como anillo al dedo y está usada con cabeza, enfatizando cuando tiene que hacerlo. Todo está medido y en el lugar que le corresponde. Grandes momentos nos deparan, y no puedo mas que estar ansiosa por lo que se acerca en las temporadas siguientes.
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51 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
DIGNA, CORRECTA Y POCO COMPROMETIDA.
Tal vez mi sentido de la profundida dramática, o el talento, son otros. THE CROWN es una serie fría, poco comprometida y muy británica, con todo lo que eso conlleva.

Una sucesión de acontecimientos, filmados de manera gélida, entre decorados de fastuosos palacios y castillos, que nos trasladan a los mismos lugares reales, por los que pasearon y pasean sus auténticos protagonistas.

La serie me parece que aborda poco el trasfondo de una corte, que oculta más que muestra, y las pequeñas intrigas no son más que eso: Suaves arañazos, pero no un firme zarpazo a la realidad que esconden.
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76 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El arte de la perfección más que el arte de la emoción
Nota: está crítica contempla sólo la primera temporada.

Sin duda se trata de una serie de extraordinaria factura: los detalles se tratan lujosamente, excelentes diálogos muy bien cuidados, buena fotografía, excelente ambientación, buen diseño de arte, más que adecuada música, destacadas actuaciones y maravillosa producción. Un producto de real calidad para lo que suele entregarnos la televisión, simplemente un estándar superior. “The Crown” muestra tomas e imágenes realmente magníficas, sin duda una serie sutil y elegante.

Pese a todo lo anterior, la serie no “calienta”…tanto, no logra “enganchar” al espectador…tanto. Es buena, es entretenida, es realmente bien realizada, etc, lo tiene todo, no hay mayores detalles, pero no logra atrapar. Le falta creatividad, le falta arte, etc; le falta algo, algo que se salga del libreto. “The Crown”, dentro de todas sus virtudes, es una serie fría y poco comprometida.

Tiene intrigas, amores, maquinaciones, rivalidades, envidias, etc, tiene de todo, pero "'The Crown” sigue siendo una serie fría. La sucesión de historias y acontecimientos son retratados con una filmación frígida….le falta arte…tomas demasiado perfectas, demasiado simétricas, poco juego conceptual. Quizás, en eso, retrata demasiado bien el ambiente de la realeza británica: gélido y carente de arte. Eso se transmite en la serie. Las intrigas, son un conjunto de sub historias que les hace falta un algo superior que las aglutine.

Si pudiésemos buscar el eje dramático central sería la historia de la Reina Isabel II, la exploración del delicado equilibrio entre su vida privada y la vida pública, su maduración como monarca y todo su entorno familiar y político. En realidad está todo muy bien logrado, la actuación es excelente, la maduración de Isabel II es tratada con elegancia y muy bien lograda. Pero falta algo más…..algo más que contar. Isabel II es parca, la serie también lo es, la esencia de su personaje central se apodera de la producción. “The Crown” es más el arte de la perfección que el arte de la emoción.

Pese a todo lo anterior, véala, no se arrepentirá. Un producto de calidad televisivo como pocos. Pero no espere, por favor, que las emociones lleguen muy profundas, eso ya se lo advertimos que no pasará.
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47 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una de las mejores series -y una de las mejores interpretaciones- que he tenido el placer de ver
No suele pasarme, pero en ocasiones ocurre. Un producto de valor y riqueza cinematográficos, ya sea en formato serie -pues ni qué decir que las series hoy se comen al cine- o propiamente película, de vez en cuando aparece y fascina tanto en trama, como en interpretación, como en cuidado técnico. Es el caso de 'The Crown'. Todo un testamento de como la pequeña pantalla evoluciona y da más oportunidades de avances dentro y fuera de la pantalla.

No sólo sirve para rememorar la historia y las intrigas británicas con exquisito lujo de detalles pese a ser una ficción. No sólo es entretenimiento magistral de primer orden y pura calidad frente al que no te queda otra que rendirte, tras ver sus dos primeras temporadas (su primera era al completo, pues cada dos temporadas cambian de era y de reparto). No sólo es otra prueba de que Netflix no es sólo un gigante comercial sino una productora que da espacio a propuestas que igual otra productora no da su brazo a torcer. A mí al menos me ha servido para conocer a una impresionante Claire Foy (que ya tenía un ajustado currículo, pero que confieso era totalmente desconocida para mí) y a un genial Matt Smith (sabía que era el Doctor Who, pero no había visto jamás la serie). Los dos -pero sobre todo Foy- son quienes hipnotizan y enganchan con su exquisita interpretación. Y, por ende, los que nos llevan de la mano a través de los episodios y tramas de su era en la serie. Hasta culminar en un final maduro y emocionante.

Es una de las mejores series que he tenido el placer de disfrutar y ver. Una sobre la que aún sigo pensando y hasta estudiando. Todo un producto de calidad que no debería ser perdido por nada. Estoy hasta triste por ver a Foy y Smith marcharse, así como al resto del elenco. Si bien cada generación, cada era, merece su oportunidad como ellos la tuvieron, sin dudas sin ellos la serie no sería lo que es hoy. Sin Foy, esta corona no sería tan majestuosa. Imprescindible.
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33 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La ficción británica, la auténtica reina
No me cansaré de decirlo.
La ficción inglesa no tiene parangón en el mundo, especialmente en televisión. Por la elegancia que destila, por la maravilla que son sus intérpretes (conocidos o desconocidos, todos ellos tienen un nivel superlativo, fruto de la exquisita formación que el Reino Unido da a sus intérpretes; observen, sin ir más lejos, la dicción exquisita que muestran todos ellos y compárenla con la de muchos actores y actrices patrios. Sonrojante), por el cuidado con que se recrea la época... pero todo eso quedaría en agua de borrajas si no contaran con buenos guiones. Y The Crown lo tiene. De hecho, lo tiene todo. Primero tiene la falta de prejuicios y de tontería que aún tenemos en España para hacer ficción con nuestra familia real (parece ser que a la Casa Windsor no le importa demasiado que se aireen sus miserias y su vida privada en cine o televisión, y Peter Morgan es ya un experto en acercar a su Graciosa Majestad y los suyos a nosotros), y después tiene unos guiones que enganchan desde el primer minuto y que combinan historia y entretenimiento de forma ejemplar, acercando al espectador a aspectos muy desconocidos del comienzo del reinado de Isabel II, como las tensiones con su marido Felipe (gran persona lleno de personalidad fuerte y algo excéntrica, en manos de un Matt Smith excelente; ver cuando se entera de que sus hijos no llevarán su apellido por orden del gobierno británico), los problemas de Churchill dentro de su propio partido o la terrible niebla tóxica que cubrió Londres durante días causando miles de muertes.
Grandiosa serie. Hay que verla.

Lo mejor: Su honestidad, su entretenimiento y su exquisita elegancia y excelencia en todo (guión, decorados, actores, fotografía, etc)
Lo peor: Nada
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22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una serie británica excepcional
Esta serie británica de 10 capítulos de una hora, narra parte de la historia de la actual familia británica, centrándose mayormente en la Reina Isabel ll, su hermana Margarita ya fallecida y el primer ministro de la época Winston Churchill, muy conocido por todas la personas mayores, pues gozó de gran popularidad y aportó gran importancia a la política británica interior e internacional.
La serie es extraordinaria en todo, ya que la dirección es impecable, el guión un ejemplo, las interpretaciones muy equilibradas dentro de una categoría superior, especialmente el actor que interpreta a Winston Churchill, logrando una interpretación merecedora de premio.
Una de las cosas que más destacaría es la ambientación, que como todas las producciones británicas brillan al máximo, reconstruyendo todo hasta los más mínimos detalles y dando un realismo a las imágenes dignas de la mayor credibilidad.
Un gran éxito de la productora y de todos los que han intervenido en la realización de la serie, pues hasta la música y la fotografía son admirables.
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23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Insto a que los "creadores" de series españolas den un curso acelerado veraniego de cómo crear arte.
La sensación que se te queda al ver un capítulo de The Crown es sencillamente extraordinaria. Asistes, perplejo, una vez más (Downton Abbey ya me produjo esta sensación) a la visualización de cine en estado puro. Y es que es todo, el conjunto (overall qué dirían ellos) es sublime. La ambientación, reparto, narrativa, fotografía, conexiones, tramas, referencias históricas, no hay nada que no haya sido cuidado al máximo ni estudiado en profundidad.

¿Cómo puedo saber que es una pequeña obra maestra? Muy simple, hasta que comencé a verla me importaba un pimiento la historia de la familia real británica y ahora se ha convertido en una de mis series favoritas.
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La Reina de Inglaterra y su troupe
The Crown es una de las mejores series que he visto desde Breaking Bad, lo cual no es decir mucho, porque la mayoría de las series actuales son un horror, las españolas sobre todo, pero si nos vamos a las americanas tres cuartos de lo mismo. Así que encontrarse una serie tan entretenida y encima que habla de historia reciente de una familia tan controvertida como la de la realeza británica pues da gusto.
Las interpretaciones son todas geniales, como ocurre siempre en toda producción inglesa que se precie, los mejores actores del mundo, sin ninguna duda.
Claire Foy hace de una comedida Reina Isabel, algo que le critican, pero que en realidad es así, porque esta mujer nunca se ha caracterizado por su efusividad en los eventos públicos.
Gran calidad de la producción, pero claro, con lo mucho que cuesta realizar cada episodio ya puede tener buena producción, por supuesto.
Una gozada y con mucho sarcasmo, como es habitual en este país.

Bill de Caledonia.
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Historical delicatessen
No particularmente monárquica ni particularmente amante de la historia, aunque reconozco una serie bien hecha que me ha hecho disfrutar de ambos aspectos. He usado google para descubrir las verdaderas historias y a los verdaderos personajes que ahora confundo con los actores, lo que me parece otro logro de la serie. Guión, música, fotografía, interpretaciones...todo perferctamente ensamblado, a un altisimo nivel. Claire Foyl, lo borda.
Alguien la ha definido como una serie para cincuentonas aburridas y, ciertamente, tengo cincuenta y me pregunto si habría disfrutado tanto de ella siendo más joven. Nunca lo sabré.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Una reflexión sobre la función del Poder.
La serie no se llama "El Reinado de Isabel II.". En Grandes letras aparece la palabra CROWN y en un tamaño menor, difuminado el artículo determinado "The".
Es un prodigio expresivo de teoría política y constiitucional de la función de la Monarquía, tomando como ejemplo la Monarquía por excelencia la: La Británica.
Vaya por delante mi no adscripción a la forma de la monarquía como sistema político en una sociedad occidental que aspira a modelos de representación, mediados por la elección de representantes, para poder gobernarse en una democracia lo menos degradada posible.
Una vez dado este supuesto, la Monarquía Británica permite una reflexión, a través de la HIstoria, de la Teoría Política acerca del Poder. Ese lugar que sólo puede ser ocupado como función/ficción y que en la medida en que se deje contaminar por la realidad, aparece la tramoya de la ficción. Sólo la función simbólica, "la solemnidad", que traducen los guiones de "The Crown", permiten la estabilidad de la institución para que sirva de soporte e identificación a un "pueblo". De ahí todo el "aparato" que rodea la Institución.
Todo el espíritu de Maquiavelo, en cuanto a fundador de la teoría política, transita por la serie. Todos los personajes, la reina madre, Winston Churchill, lo afirman sin cesar hasta que llega a ser comprendido por Isabel. Que "la función" anula y tiene que permitir que desaparezca la subjetividad. Claro!, que es una mujer con sus luces y sus sombras, pero la "Reina" es una ficción simbólica que permite que como un lugar vacío pueda ser llenado por la identificación de sus súbditos. "Es una relación de poder en tanto que es una relación constituyente de subjetividad." (G. Albiac). Para el resto, tomar decisiones, gobernar... están los gobiernos..
La Serie, de momento es una lección de teoría política, y una hagiografía de la Monarquia Británica.
Todo ello con una magnífica puesta en escena, una ambientación impecable y unos grandes intérpretes, bajo la batuta de Peter Morgan y Stephen Daldry (Las Olas). Guiones impresionantes como las conversaciones de Churchill y el pintor que realiza su retrato, leves gestos de la puesta en escena con miradas y movimientos de personajes que hablan de aquello que forma parte de la subjetividad de los personajes. Pero por encima de todo es un homenaje a la Institución. Dicen que puede llegar a los 60 capítulos, la verdad no puedo imaginar cómo.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Un drama de época que habla más de personas que de personajes
Continuando la tradición de series británicas dedicadas a la Corona y a la aristocracia británica, con Downton Abbey (2010-2015) primero y Victoria (2016) después, la plataforma por excelencia de las series, Netflix,nos trae su primer gran relato histórico: The Crown, que nos lleva a los primeros años del reinado de Isabel II.
Creada por Peter Morgan, un experto en la figura de la reina, que escribió el guion de The Queen (Stephen Frears, 2006) además de la obra The Audience en la que está basada la serie, y ocuparse de los libretos de otras cintas destacadas como El desafío: Frost contra Nixon (Ron Howard, 2008), cuenta en ésta con el aval de Stephen Daldry (Las horas, 2002) como productor y director de algunos capítulos, para ofrecernos la historia que conocemos desde un punto de vista que no conocemos, o al menos no tanto.
The Crown, tras una poderosa cabecera, no es una serie histórica al uso ni un biopic de Isabel II, sino que va un paso más allá haciendo un análisis profundo del personaje y de las relaciones de poder entre la corona y el gobierno. Todo encaja, hasta la historia más secundaria tiene sentido y, a pesar de las libertades que se hayan podido tomar, se complementa con el resto.
De corte clásico, donde los detalles están cuidados milimétricamente, se nos presenta un drama de época con una ambientación perfecta, por algo es ya la serie de televisión más cara de la historia, con una primera temporada que ha costado 140 millones de euros. Un dato a tener en cuenta en el sentido de apostar por productos de calidad sin que nos engañen con guiones manidos cubiertos de efectos especiales.
Una serie que tiene como principal baza hablar de personas más que de personajes, lo que hay tras la fachada de los nombres que cambiaron el rumbo de la historia, más que sus actos en sí lo que había tras ellos, haciéndolos más humanos, que en definitiva es lo que son. No hay miradas a gloriosos bustos de piedra, ni retratos que representen el esplendor de una nación; aquí los protagonistas se mueven como cualquier mortal, con sus virtudes y flaquezas.
Desde la propia Isabel, a quien da vida una acertadísima Claire Foy que hace propio cada gesto real, hasta el de un personaje tan característico como Winston Churchill en su etapa de decadencia, interpretado magistralmente por John Lithgow, el Trinity de la cuarta temporada de Dexter (2006-2012), que se apropia de cada escena en la que aparece con descarada ironía y malas pulgas. Sin obviar al elegante y orgulloso Jorge VI de Jared Harris, visto en Mad Men; el narcisista Felipe de Edimburgo de Matt Smith, la Undécima encarnación de Doctor Who, quizás el personaje que sufre mayor evolución; la sufridora por su estatus, aunque no lo cambiaría por nada, princesa Margarita de Vanessa Kirby (Everest, Baltasar Kormákur, 2015); el Anthony Eden de Jeremy Northam, secundario de lujo visto en Amistad (Stven Spielberg, 1997) o Invasión(Oliver Hirschbiegel, 2007); la reina Maria de Eileen Atkins, que repite papel por segunda vez tras la televisiva Bertie & Elizabeth (Giles Foster, 2002); o la Reina Madre Isabel de Victoria Hamilton.
Todos ellos componen un cuadro de la aristocracia británica del inicio de la segunda mitad del siglo XX, con más sombras que luces, donde podemos ver que quien ostenta el poder no es tanto como el que presuntamente tiene, o quiere, el poder.
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14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La corona debe ganar, siempre debe ganar.
Otra obra majestuosa traída por Netflix y dirigida esta vez por Peter Morgan. Esta pequeña serie de diez episodios no escatima en gastos y posee un guión bastante cuidado. El vestuario y la decoración es exacto; tal como fueron en la época en la que suceden los distintos episodios. La música te introduce en la escena aunque, salvo en los títulos iniciales, donde ésta pertenece al gran Hans Zimmer y algunos fragmentos compuestos por el quizás menos conocido Rupert Gregson-Williams, la banda sonora no es tan destacada. El guión es magistral y espectacularmente cuidado. Los actores, a pesar de no ser muy conocidos, te hacen creer que fueron los verdaderos protagonistas de los sucesos que acaecieron en el pasado, y eso demuestra que la serie es bastante buena y que su actuación es muy destacable.
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Sálvame Royal
La Señora me aburre. Podemos resumir los diez episodios, o los que hayan sido, de esta temporada en un: no te puedes casar con ese señor. La Señora se ha casado con un hombre, un "larpeiro", al que le preocupa mogollón no tener mucho que hacer. Su divertimento es tirarse con una avioneta en barrena y su objetivo máximo en la vida es convertir su "falso apellido" en "linaje real". Lo mejor de la Señora es su padre, y va y se muere. A mí me interesaba su papel en la 2ª Guerra Mundial, pero eso no interesa a los guionistas no vaya a aprender el menda algo de Historia. Todo se convierte en un Sálvame Royal sin Jorge Javier, sin apenas intrigas, con la Señora siempre con cara de no haber descubierto ningún laxante efectivo. Rescato en este popurrí rosa al tío de la Señora, al ex-rey, al abdicador. Me encanta su papel y su historia, ese "ahí os quedáis que yo me voy a vivir mi vida y vosotros sois una panda de aburridos desgraciados". Estoy de su lado y ojalá hubiese más así. Me encanta cómo vuelve para meterles el dedo en el ojo.

Me da mucha pena que los ingleses no tengan nuestra familia real y vivan tan aburridos su monarquía. ¿Qué podrían haber hecho con un Urdangarín, con un Marichalar, con un Juan Carlos I, con un Froilán...? Estos son los mimbres para que Netflix desbanque a HBO y "Juego de Tronos". Me estremezco imaginando a Froilán convertido en un Jon Nieve reclutando hordas zombis en los after peninsulares para reclamar su derecho al trono. Por favor. La Señora no tienen ningún interés más que saber si el Príncipe Carlos es hijo suyo realmente o adoptado.
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16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Lo intangible tangible
Una delicia estética que no es más que una reflexión profunda sobre lo absurda que puede llegar a ser la vida bajo la sombra de un simbolo inmaterial cuando se materializa en los actos del ser humano. El simbolo aliena al hombre pero su aunsencia lo horroriza.
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15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Grande Chruchill y Tommy
La serie es espectacular. Poder conseguir ambientar en las calles del actual Londres, lo que acontecía hace 60 años, es una proeza incalculable. He ahí el presupuesto que han consumido para tal fin. Bajo mi punto de vista, la sensibilidad a la hora de elegir actores no radicaba solamente en el físico. Hay un claro desnivel en el trabajo de todos y cada uno de los actores.

Si, por una parte, la actuación de John Lithgow como Churchill es prodigiosa, y la de Pip Torrens como Tommy Lascelles es de otro mundo, en el polo opuesto encontramos la mala calidad interpretativa de Vanessa Kirby, amén de un príncipe Philip que no convence que sea así.

Otra de las pegas que le pondría a la serie es que, en algunos capítulos, no pasa nada, girando toda la hora alrededor de una idea, a modo documental. Falta movimiento, hilvanar alguna historia entre historias, tal y como lo hace en otros capitulos.
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14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Vaya por delante que la historia no me interesa...
... pero está impactantemente bien hecha.
La fotografía es fabulosa, ¡la luz es tan natural!, lo que es oscuro es oscuro, lo que amarillento amarillento, las velas iluminan como velas, es absolutamente atmosférica, impresionante.
Los planos, la dirección es un descanso para tantas horas y horas de negligencia artística de las series actuales, la demostración de que lo que nos echan encima, como a los cerdos, no es un manjar, es bazofia.
Los actores, del primero al último son impecables, ayudados por un guión bien hecho y bien escrito.
Es obligado destacar a Lithgow. Es cierto que el papel de Churchill es agradecido, pero lo borda. De nuevo, un actor que ha hecho de todo, desde "Cosas de marcianos" en un papel enloquecido de alienígena viviendo entre humanos a esto, y todo bien hecho. Eso es un gran actor profesional.
La veo, maravillado, y a la vez lo hago absolutamente convencido y admirado, incluso entretenido, pese a que la historia en si misma me es indiferente. Gran serie, gran trabajo.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La elegancia para narrar la oscuridad
The Crown es una digna serie británica, la elegancia, la finura y la pertinencia en su guión se ve reflejada dentro de los 10 capítulos (primera temporada).
Nos narra los inicios de la reina Isabel II, desde el momento de su matrimonio con el duque de Edimburgo, lo clave es que nos da el reflejo que estábamos esperando, con respecto a la oscuridad que hay detrás de ser elegido (a) reina, el por qué han abdicado algunos reyes y teniendo el valor agregado de que a la Isabel II, le tocó asumir el cargo estando muy joven.

Un guión fantástico, refleja una profundidad acertada, llega hasta los mismos cimientos del poder no solo de la monarquía sino del primer ministro de Gran Bretaña.

Hay que resaltar que si eres tan amante de la historia como yo, la vas a disfrutar mucho, ya que se encuentra llena de muchas referencias y además con una exactitud impresionante. Queda uno con ganas de la segunda temporada, mirando el "trailer", las expectativas generadas son muchas.

LD.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Simplemente, magnífica
Estamos disfrutando en casa gracias a Netflix de esta serie. No sentimos especial simpatía por la almidonada y acartonada monarquía británica, pero hay que reconocer que es una producción magnífica. Vestuario, ambientación, interpretaciones, guión... Es que uno no sabe con qué quedarse. Mientras los británicos sigan haciendo series tan estupendas como esta o como la nueva temporada de "Sherlock" (también en Netflix), pueden hacer todos los "Brexits" que quieran.

Mención especial a Claire Foy (Isabel) y a Matt Smith en su papel de Felipe de Edimburgo (su marido) pero por distintos motivos. La primera hace un papelón; en cuanto al segundo, que protagonizó varias de las últimas temporadas de "Doctor Who", también lo hace bien, pero cada vez que sale en pantalla me pongo a mirar a ver si veo a la TARDIS... Los que sigan esta divertida serie me entenderán.

Dejando bromas a un lado, le recomiendo a todo el mundo que no se pierda estar serie.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
GOD SAVE TO MORGAN
No siempre un presupuesto elevado (en este caso mucho) lleva aparejado la excelencia artística. Afortunadamente los cinco millones por capítulo de "The Crown" han rendido cuentas en un producto de una calidad impecable. Otra cosa es la reflexión que pueda provocar que en nuestro zona privilegiada del mundo nos gastemos semejantes sumas en "entretenimiento" de alta calidad mientras que cada vez más personas rozan los índices de pobreza. Dicho comentario que podría no ser oportuno en una crítica como la que nos ocupa, toma su razón de ser cuando dicha serie precisamente nos pone de manifiesto los entresijos de una casa real, en este caso la Británica, donde su nivel de vida y los lujos de su entorno están cimentados sobre siglos de colonialismo explotador que aún continua enmascarado bajo regímenes de países "independientes", dirigidos por autocratas dictadores autónomos que acumulan toda la riqueza del país dejando a sus ciudadanos tan pobres como cuando eran directamente administrados por las coronas foráneas correspondientes, a cambio de seguir cediendo los derechos de explotación de sus recursos a dichas coronas o repúblicas de rancio abolengo explotador.

Y dicho esto para justificar que uno puede disfrutar como el que más con esta serie sin olvidar lo que representan sus protagonistas.

Isabel II cumplió 90 años cuando se rodó esta primera temporada. Amén de su personalidad privada ha sido testigo y parte de casi un siglo de grandes cambios mundiales, estructurales y de pensamiento. El reputado guionista londinense Peter Morgan ya había sido nominado al Oscar por "The Queen" ( 2006) y había demostrado que no se le daban nada mal los entresijos de cortes reales y la política (Frox / Nixon / 2008), tanto en la gran pantalla como en los escenarios.

Morgan pues mezcla ambos conceptos con equilibrio y sabiduría apoyado por un equipo artístico y actoral de primera, donde destaca la composición del gran John Lithgow como Winston Churchill. Gozosa para todos los sentidos, con un excelente diseño de producción, fotografía, vestuario, música...,
"The Crown" al menos en esta su primera temporada se posiciona en lo más alto de un mundo, el de las series, que ya de por si ha puesto en las últimas décadas el listón cada vez más alto, independientemente de que en la excesiva oferta haya de todo y no siempre bueno. NETFLIX se apunta pues un tanto importante como productora de series de calidad al margen de tanto superhéroe venido a menos.

Dicen que quieren 10 temporadas que abarquen hasta la muerte de Lady Di en el 97. Morgan de momento solo se compromete una temporada más. A tenor de los visto la cosa promete.

TERCERA TEMPORADA

A priori, por lógica, una serie sobre la Corona de Isabel II tiene que ser, en proporción tan longeva como lo es la soberana que va ya camino de los 94. No solo hay que contar los hechos más destacados durante su reinado en el siglo XX y parte del XXI sino que además los entresijos de tan insigne familia de puertas para adentro darían para más años que el reinado de Isabel. Ahora sin ir más lejos el príncipe Andrés copa titulares desafortunados.

Por otro lado y tratándose de su graciosa majestad, hay que hacerlo bien sin escatimar en gastos. Británicos y estadounidenses están cumpliendo en ese sentido con creces a la cabeza de las mejores producciones televisivas de la historia, El reparto remozado o mejor dicho envejecido para esta tercera temporada con Olivia Colman a la cabeza toma el relevo sin un fallo y bordan cada uno de sus personajes. Finales de los 60 y los 70. La reina sonríe menos, el deber se impone al placer y reconoce que le cuesta mantener las riendas en una Gran Bretaña un poco menos "Gran" con el devenir de los nuevos tiempos.

Algunos episodios, sobre todo los de la primera mitad son soberbios; el derrumbe de la escombrera en Gales sobrecoge. Los encuentros con el primer ministro laborista Harold Wilson son magníficos y el resto de "secundarios" se convierten en auténticos protagonistas a un excelente nivel cuando les toca. Es cierto por otro lado que en la segunda mitad de sus episodios la reina cede protagonismo y la cosa pierde algo de fuelle. La cuarta temporada ya está tardando.

CUARTA TEMPORADA

Polémicas históricas aparte, la verdad es que realidad y ficción se dan la mano en tanto en cuanto la irrupción de Lady Di, la real y la brillantemente interpretada por Emma Corrin fagocitan todo lo demás, dejando en esta temporada en segundo término a su graciosa majestad y a la soberbia, (entiéndase como pecado capital), Margaret Thatcher que defiende notablemente Gillian Anderson.

Tres horas (los tres primeros capítulos) de la melodramática pareja principesca se me han hecho bola, por mucho que esten arropados por los estandares de exquisitez en todos sus apartados que se gasta la serie. Morgan nos da un respiro e intercala algunos capítulos donde el resto de personajes asoman sus patitas plagadas de frustraciones reales.

Sobre los conflictos sociales, la guerra de las Malvinas o el Apartheid sudafricano Peter Morgan pasa de refilón, para enseguida volver al triángulo de las Bermudas (Camila-Andrés-Diana) familiar donde todos andan atrapados y perdidos. 

En la 5ª próxima temporada (habrá sexta) llega el "annus horribilis" (1992) que tendrá que encajar Imelda Staunton como nueva soberana y el melodrama familiar se multiplicará. Veremos si Netflix-Morgan se atreven a fantasear demasiado. Avisados están.

cineziete.wordpress.com
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