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343 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
¿Salen caballos? Entonces es un western.
Argo es una narración en varios planos, diversos –en calidad, tono e intenciones– pero felizmente unidos en una cinta de suspense made in Hollywood.

El plano histórico rezuma tensión y realidad, merced, sobre todo, a una dirección artística impecable –no os perdáis los créditos, con el catálogo fotográfico de las personas reales y los personajes que las representan. Fotografía, vestuario, atrezo, maquillaje… dan vida a un cuadro excepcional.

Argo es también una caricatura, festiva y tibia, de los mecanismos de la industria del cine norteamericano. Alan Arkin y John Goodman son los pesos pesados de esa parte de la historia. Prácticamente todas sus réplicas contienen chascarrillos sobre el mundo del show business. Aunque los chistes sean desiguales –en ingenio y gracia–, la pareja es sólida y funciona.

Sorprende, para bien, el pulso de Affleck en la dirección. Consigue transmitir la claustrofobia y el miedo ante el avance de la masa, sin recurrir al efectismo facilón ni a la sangría. El inicio sobrecoge, te agarra por el cuello y te zambulle en la Teherán de Ruhollah Jomeini.

La seriedad estricta y ominosa del Irán de los ayatolás contrasta con el carácter satírico y chistoso de la soleada California. Curiosamente, el conjunto no llega a chirriar. Tampoco se trata de un panfleto. Tony Mendez (Ben Affleck), en una de sus primeras intervenciones, denuncia sin ambages la política exterior de su país. La hostilidad iraní se nos presenta como algo en cierto modo comprensible. En tal contexto, la masa ciega de estudiantes, el fanatismo de la Guardia Revolucionaria, la crispación del anciano del bazar… obedecen a la lógica implacable del odio y al ansia fanática de responder a la violencia con violencia.

Tony Mendez es un legendario agente de la CIA. No le va mal la inexpresividad (bordea la parálisis facial) del mediocre actor Ben Affleck. Menos mal que el cine tiene armas suficientes –montaje, primer plano– para dotar de expresión hasta a un molusco. El trasfondo personal del personaje de Affleck es lo más flojo de la cinta. Un psicodrama light y familiar que no conduce a ningún sitio.

El eje de la trama es tan extravagante como extraordinario: para sacar a los seis diplomáticos refugiados en la embajada de Canadá en Teherán, Tony Mendez finge ser parte de un equipo de cineastas canadienses (los seis refugiados conforman el resto del equipo) que ha venido a Irán a buscar localizaciones para una cinta de ciencia ficción llamada Argo, en la que unos extraterrestres recalan en Oriente Medio. La idea es tan absurda y delirante que podría funcionar.

Confieso que a mí me cautivó desde el primer instante.

Después de una hora y pico de disfrute, llega el tramo final de la película. Por desgracia, en vez abundar en los valores ya mostrados –amenaza latente, incertidumbre, violencia sorda y espiral de tensión acumulada, con el contrapunto jocoso de la visión hollywoodiense–, la cinta vira hacia lo puramente comercial y se transforma en una clase magistral de Iker Jiménez y las serendipias. Sí, amigos, hablo de las coincidencias insondables del destino…

Tras mofarse de lo falso y comercial, la cinta incurre en eso mismo. El desenlace es un compendio de casualidades que agotan la paciencia del espectador. Cuando el resultado de la misión pende de un hilo tantas veces y en tan poco tiempo, el tono se extravía. La cinta abusa hasta lo bufo de un recurso, el del montaje alterno, casi tan viejo como el cine. La lástima es que no era necesario. Affleck tira por el camino sin espinas de la convención formal con su fórmula de thriller bobo y palomitas. Ofrece un tópico tras otro –alegría, aplausos patrios, mordacidad sin dientes– e incluso se permite un plano cursi de abrazo conyugal con la bandera al viento.

La forma de rodar el desenlace es tan convencional que podría ser tomada como un guiño irónico del director. Pero, siendo sincero, yo no le veo la ironía. El US dólar manda.
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297 de 357 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Hay argo que no funciona.
Después de “Gone Baby Gone” y “The Town”, ambos thrillers sobre crímenes en Boston, el director Ben Affleck salta al terreno internacional y cuenta en su tercer filme la historia real de una misión secreta de la CIA para rescatar a seis norteamericanos atrapados en Irán durante la revolución a finales de los 70s y principios de los 80s en la que cayó el shah. Pero por muy interesante que pueda sonar, “Argo” no hace más que solidificar a Affleck como un director promedio, alguien que puede lograr una película decente pero a quien le hace falta creatividad, visión y tacto.

La historia de “Argo” comienza con la toma de la Embajada Americana en Teherán a finales de 1979, cuando un grupo de estudiantes y militantes que exigían el retorno del shah para su judicialización en Irán (EEUU le había dado asilo) tomaron como rehenes a 52 estadounidenses, una situación que se extendería por más de un año. Ese día, seis trabajadores de la Embajada lograron escapar y encontraron asilo en la casa del embajador canadiense. La CIA, con la colaboración del gobierno canadiense, se puso en la tarea de idear una misión para extraer a los seis norteamericanos sin que fueran detenidos y ejecutados, y la idea que prevaleció es una muestra de que la realidad supera muchas veces a la ficción: con la colaboración de dos pesos pesados de Hollywood, los diplomáticos se harían pasar por el equipo de una película que buscaba locaciones para filmar en Irán, una copia barata de “Star Wars” que llevaría por título “Argo”.

Sin duda, la premisa de “Argo” es sumamente intrigante. En los primeros minutos Affleck logra generar una tensión creciente mientras los iraníes empiezan a atacar la Embajada, y captura a la perfección la desesperación de los diplomáticos mientras ven su futuro cada vez más incierto. Es una prueba de que Affleck tiene talento, así el resto del filme atestigüe lo contrario y haga parecer esa primera secuencia como un golpe de suerte.

Una historia que se supone llena de suspenso y tensión, con varias escenas de “alivio cómico”, se siente insípida y plana, en parte debido a un guión que, aunque abundante en situaciones, se queda corto en diálogos y encuentra salidas fáciles a los problemas que plantea. En un momento, por ejemplo, el personaje de Affleck intenta convencer a un diplomático de aceptar su misión, y lo logra revelándole su nombre verdadero y el hecho de que tiene un hijo en casa que lo espera. Se supone que el diplomático entiende que el personaje de Affleck también está poniendo en riesgo su vida en la misión, pero es una salida fácil a las objeciones que habían sido planteadas.

Es cierto que el cine, y el arte en general, funciona como una “ficcionalización” de la realidad, pero Affleck se esmera tanto en hacer una película realista—los lugares, los vestuarios, los peinados, todos están cuidadosa y magistralmente reconstruidos para corresponder con la época y el lugar en el que es contada la historia—que desconcierta cuando bota ese realismo al traste y recurre a recursos hollywoodenses pero poco creíbles en el contexto para aumentar el suspenso, como una persecución final fuera de lugar.

También peca “Argo” en la simplificación del conflicto en el que está inmersa. Aunque su atmósfera le da una sensación de ser políticamente importante, sobre todo después de una pequeña lección de historia al comienzo, “Argo” no logra expresar las complejidades de la situación política en Irán y cae en la dicotomía héroe-villano con la cual los iraníes terminan siendo una masa de hombres barbados iracundos que no saben hablar sin gritar y a los cuales no les son ni siquiera concedidos subtítulos, no vaya a ser que digan algo coherente.

Y ese es el gran problema de “Argo”, cae en la trampa de que una película es como una receta que debe tener ciertos elementos para funcionar. Un héroe y un villano, una persecución para generar suspenso, o una historia familiar para su protagonista, que en este caso se manifiesta en un hijo que es mencionado un par de veces y que es usado como pretexto para hacernos sentir simpatía con el protagonista, pero que es dejado como una historia tan marginal que termina siendo desconcertante que la película termine enfatizándolo.

“Argo” no es, después de todo, una mala película. Técnicamente es una maravilla, aunque las imágenes que en los créditos comparan imágenes de la historia real con la película son auto-elogios innecesarios. Su historia es lo suficientemente interesante para sobreponer sus trabas, y su reparto cumple su trabajo, con actuaciones de Alan Arkin y John Goodman memorables, ambos interpretando a personalidades de Hollywood. Pero es una lástima que con un material base tan bueno, Affleck se quede tan corto.

http://filmicas.com
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154 de 192 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cine, cine, cine....más cine por favor!!!
A veces pienso que me he quedado anclada en el cine clásico, me gustan más las comedias de los años 40 o el cine implicado de los 70 que el cine actual. Realmente no soy tan vieja como para tener este tipo de pensamientos, pero realmente cuesta mucho encontrar cine del bueno entre tanta morralla. Afortunadamente, a veces, me encuentro con pequeñas joyitas como "Argo" y me reconcilio con el cine actual y con cineastas jóvenes como Affleck, que como actor no me dice nada pero como director creo que tiene un bonito futuro.

La historia está basada en un interesante hecho real ocurrido en Irán en 1979 y que sorprende que no se haya llevado al cine antes (el caso se desclasificó en 1997). Un grupo de trabajadores de la embajada de USA en Irán se han quedado atrapados en el país en un momento muy convulso, mientras en su país intentan encontrar la forma de sacarles de allí antes de que los capturen. ¿Cómo hacerlo?

Affleck no será buen actor pero si sabe quiénes son los grandes y se ha rodeado de ellos: Alan Arkin, Bryan Cranston.... Si te gusta el cine de los 70 te encantará por la ambientación de la película, el guión y la actitud de unos personajes muy buenos. Si no te gusta (o no conoces) el cine de los 70 te gustará porque está bien escrita, rodada e interpretada.
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160 de 216 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Argo defectuoso
Digamos que un día de borrachera Ben Affleck le dice a George Clooney... así al azar.. George, he sido tan exitoso en mi carrera como actor que creo que me voy a pasar a la dirección... a lo que él responde... claro Ben, haz algo innovador como, que se yo, una película patriótica contra Oriente Medio, que yo la produzco contigo!

Y así comenzó la larga retahíla de clichés en la que los buenos buscan vencer a los malos con los únicos productos nacionales que han inventado: la palabrería, el marketing y Hollywood.

Parece increíble, pero lo que se transpira aquí es un intento de ridiculizar una cultura y un elaborado ejercicio de lavado de cara. Todo para que que cada vez que asome a nuestra cabeza casualmente alguna pregunta cómo.. ¿cuál fue la causa real del conflicto? ¿es lícito lo que los americanos hicieron allí? ¿Por qué se manifestaría tanta gente en la puerta de esa embajada?.. lo primero que nos venga a la cabeza sea.. pues no sé, pero creo recordar que Ben Affleck, un poco barbudo, salía en una película muy heroica en la que quedaba muy claro quienes eran los buenos y quienes los culpables..
Así que aquí tenéis un bonito ejercicio de entretenimiento, con un suspense bien conseguido (aunque sea a base sinsentidos) y una captación de la atmósfera muy correcto. Eso si, mejor abstenerse de hacer segundas lecturas o buscar profundizar en las ideas que rebosa. Si consigues evitar esto, te puede dejar satisfecho.
Disfrútenlo.
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94 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuando la realidad es la mejor Ficción
Ben Affleck reafirma su eficiencia como director, tras la acertada “Adiós, pequeña, adiós” y el éxito de “Ciudad de Ladrones” adaptando un hecho histórico real con “Argo”, su tercera película.

En ella nos lleva a 1979, a la conflictiva situación creada por el secuestro por parte de un grupo de iraníes de la embajada de los Estados Unidos en Teherán. Canadá y EEUU se verán forzados a unir fuerzas para conseguir infiltrarse en el país y rescatar a un grupo de diplomáticos atrapados tras el sitio. Ningún plan parece tener las suficientes probabilidades de éxito, y el “menos malo” que encuentran es introducirse alegando ser el equipo de rodaje de una película de ciencia ficción y camuflar a los diplomáticos como parte de los técnicos…

La verosimilitud de lo narrado viene dada tanto por un despliegue técnico (maquillaje, vestuario, diseño de producción, fotografía, bso, etc.) de alto nivel que nos ubica en la época de los hechos de una manera excelente, así como por una recreación de las vivencias de los afectados mediante las interpretaciones de su equipo protagonista estupenda, donde brillan familiares rostros de conocidos secundarios (sobresalientes Alan Arkin y John Goodman), amén de un trabajo de casting, que sumado a la caracterización regala un sorprendente parecido entre las personas reales y los personajes creados en “Argo”.

Pero nada de lo enumerado podría ser efectivo traducido al cinematográfico lenguaje sin un guión que atrapa al espectador, que nos hace viajar por la historia mostrando el retrato político y humano sin lastrar el ritmo de la acción (quizás lo más insípido y prescindible de la narración resulta la historia personal y trasfondos del personaje interpretado por el directo), y una dirección de gran calidad que termina por rubricar que el mejor Ben Affleck es aquel que se ubica detrás de las cámaras.

La realidad, como suele decirse, en muchos casos supera a la ficción, y en este caso, la historia y la magia del cine se funden de una hábil manera creando un thriller de primera categoría. Recomendable para todos aquellos amantes de las películas “basadas en hechos reales” pero bien adaptadas, del thriller, y, en general, del buen cine. Interesante.

-Enoch-
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58 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Hollywood al rescate
Dice un recurridísimo refrán que a la tercera va la vencida, pero en el caso de Ben Affleck director podemos afirmar que a la tercera va la redonda puesto que sus dos primeras películas ('Gone baby gone' y 'The Town') ya eran de notable alto. La tercera en cuestión se titula 'Argo' y puede situarse tranquilamente entre las mejores cintas del año.

'Argo' es un thriller vibrante de principio a fin que conjuga con total maestría el efecto documental, continuos e inteligentes elementos de suspense y un esdrújulo sentido del humor meta-cinématográfico. Además nos brinda un dúo eficaz formado por el desternillante Alan Arkin y el entrañable John Goodman.

El resto de personajes, pese a tener escasa presencia, están perfectamente dibujados y trasmiten verdad a mansalva gracias a un guión que se muestra minucioso en cada diálogo. A los rehenes me remito. Lástima que el nivel interpretativo del reparto sea demasiado elevado para un Ben Affleck actor que no destaca del resto ni convence como protagonista.

El ritmo de la cinta es formidable y gana enteros una vez que el protagonista toma las riendas del asunto. La intriga nos mantiene con el pulso en vilo y aunque peque de cierta endogamia hollywoodiense lo cierto es que cada referencia está bien traída y justificada. Las labores de documentación, ambientación, localizaciones y puesta en escena son de lo más loables.

Ben Afflek director consigue con 'Argo' lo que quiere y como quiere: entretiene y divierte mojándose con Estados Unidos, contra Estados Unidos, con Hollywood y contra Hollywood. Y aunque el riesgo siempre es necesario el público no siempre lo agradece por igual: aplausos injustamente tímidos en la sala. Al respetable le escuece en demasía reconocer la dignísima evolución de un buen director sin más motivo que el de hacer aguas como actor. Sería recomendable enfocar el contenido antes de disparar al continente.
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51 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Los iraníes son idiotas, aparte de asesinos
Sinceramente, no entiendo las críticas tan positivas a la película. Entiendo lo de los Óscars, porque es una película descaradamente dirigida a por ellos:
-Patriotera,
-Emotiva (para los estadounidenses, claro)
-Vacía, sin ningún tipo de cuestionamiento
-Con héroe americano y sufridos pero valientes rehenes
-Con malos malísimos (aunque estúpidos), que casualmente pertenecen al famoso Eje del Mal contra el que Estados Unidos quiere generar una nueva guerra (o invasión, que no es lo mismo).

Qué lástima que no haya nada nuevo: absolutamente nada del conflicto (por llamarlo con el eufemismo de moda) que sirve de mero decorado a la película. Los iraníes son unos salvajes, que además son unos estúpidos a los que se les puede engañar con una película absurda, y así nos podemos reir de ellos hasta reventar.

Desgraciadamente, el director o guionistas han incurrido en un pequeño error: la introducción de la película, diciendo que el Sha era un salvaje y uno de los mayores asesinos en masa que ha dado la humanidad (este fragmento aparece 1 segundo y medio, como nota introductoria), y que además lo pusieron en el poder y apoyaron los mismos estadounidenses. El propio Sha y sus referencias aparecen menos de un minuto en toda la película.
Cuando esta se basa en que los iraníes exigen a los estadounidenses, esos garantes de la libertad y el orden, que les devuelva a un señor que los había masacrado (como Argentina ha hecho con Pinochet, por poner un caso).
Recomiendo encarecidamente el libro de Kapuscinski, "El Sha", donde narra toda la historia desde dentro.
Digo que es un error de la película, porque es el único dato que nos podría hacer pensar que hay algo que no cuadra en el bonito cuento estadounidense. Aunque claro, no vayamos a profundizar...

Así pues: en la película no aparece el conflicto real por ninguna parte. Los estadounidenses, después de poner a un asesino en el poder y mantenerlo, le dan asilo cuando regresa cargado con el oro del país. Cuando lo iraníes reclaman que se les devuelva, los estadounidenses montan una película con la que engañan a los estúpido iraníes, y además les dan medallas.

Exacto: una película para ganar Óscars: vacía, patriotera, sin cuestionamientos, con héroe estadounidenses, y emotiva con los sufridos americanitos que lo pasan fatal con los fanáticos del Eje del Mal.

Lo que sigo sin entender es cómo nosotros, con algo más de cultura y amplitud de miras que las de allende el Atlántico, podamos seguir riéndoles las manipulaciones, y cayéndosenos la baba ante cualquier montaje que nos quieran colar.
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85 de 134 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un notable para Affleck
Si no quieren ver una película de Hollywood no vean Argo. Es una película de Hollywood por sus actores, sus golpes de efecto y su banderita final, pero es una historia muy bien contada.

Algunas críticas la tildan de patriótica o de americanada, pero la introducción de la película ya deja claro que no es exactamente eso. La historia del rescate de unos diplomáticos escondidos en Irán es un más que buen thriller político que logra mantener la tensión. Ahí es nada. Bienvenidas sean todas la americanadas que se le parezcan.

Nada que decir sobre el caso que trata ni sobre su verosimilitud: ¿Es importante la cantidad de verdad que contega el film? No, porque es cine. Si quieren ver un documental busquen otro tipo de producto. Nada que decir tampoco sobre el retrato que hace de los agentes de la CIA porque, la verdad, no sé cómo son ni cómo trabajan.

El guionista de El indomable Will Hunting no puede no saber reconocer una buena historia. Otro tema es que sepa actuar. Personalmente, no me parece desacertada su falta de expresividad en esta película pero reconozco que Affleck no es, ni por asomo, uno de los buenos de su generación. Parece que puede cosechar más éxitos a otro lado de la cámara: estemos pendientes de su próxima película, Apocalipsis, que seguro será otra americanada.
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36 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
El carisma en el cine
Un ejemplo más de lo que pudo haber sido y no fue. Un ejemplo más de lo difícil que es dirigir una película, aun cuando hay quien piensa que con buena fotografía, buena recreación histórica, buenos actores y un buen argumento ya se tiene garantía de peliculón. Una vez más se pone tras la cámara alguien que no sabe dirigir y se carga la tensión dramática de una historia con gran potencial.

"Argo" no termina de funcionar porque no consigue encontrar su lugar en el firmamento. Y a ello contribuyen muchos detalles. Affleck trata de hacer una película de espionaje moderna, con una cierta desafección de la cámara hacia los personajes, con una presentación dinámica de los hechos, incluso entrecortada y desubicada, algo que debe pensar que es facilillo. Pero sin encontrar el punto al ritmo y al tono, sin la gradación precisa en la combinación de personajes, acontecimientos y drama/comedia, la película termina como un barco zarandeado por una tormenta.

Me adentro en los detalles que zarandean esta película hasta llevarla al borde del naufragio:
- en su forzada contención, la actuación de Affleck enfría todo el conjunto de una película que necesita puntos de calor, y que nadie aporta. Quizá no era el actor adecuado para el tipo de película.
- Lo que empieza con un alarde de rigor histórico, termina en un nuevo alarde en este caso de rigor patriótico, con excesos de tensión en los que se le adivina una fabricación demasiado artificial ante el tono general propuesto. La película resulta al final descompensada en ese aspecto. La linea dramática (que es en definitiva lo que debe generar la tensión) no tiene una evolución natural.
- En conjunto los personajes son demasiado parcos y su intervención en la trama se me antoja demasiado guionizada y no producto de la dramatización, como debería ser. Como ejemplos, vease la intervención de los productores americanos, o la del rehén revoltoso. No está bien medida la participación de los personajes en el avance de la historia.
- La trama relacionada con la película que debe rodarse en Irán no está bien integrada. Se plantea como un elemento de comicidad, un contrapunto que levanta expectativas y cuya trascendencia en la acción es limitada y a la cual no se saca apenas jugo.
- El "estilo" entrecortado que plantea Affleck no está bien resuelto. De aplicarse debe servir para dinamizar la acción, pero en este caso genera más interrogantes de los que resuelve, con lo que la acción en ocasiones desconcierta.

Como resumen, añadir que la película pretende huír de un cine de acción convencional para derivar hacia una exposición de tono realista. Sin embargo, Affleck no puede evitar integrar en ese realismo elementos convencionales que desajustan el tono, y con ello bombardea su propio trabajo. No consigue sujetar con firmeza los elementos que pone en juego, que se le escapan continuamente. Conseguir integrar lo que propone, es una tarea que requiere una gran sabiduría cinematografica que el pobre Affleck no tiene. Dramatiza lo que no debería, y en cambio enfría aquello que exige un trato más carismático.

Le falta carisma a "Argo", algo que también es imprescindible en el cine. Y es algo que suele ocurrir a aquellos que pretenden intelectualizar su trabajo para ascender en la escala del prestigio.
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43 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Dirige Affleck, ‘argo’ estamos ante otro buen thriller
Son muchos los que achacan al Ben Affleck actor cierta rigidez interpretativa, por decirlo de un modo suave. Sin embargo, lo que es rigidez en su faceta ante las cámaras se convierte en sobriedad cuando pasa tras ellas. Quién lo hubiera dicho…

O quizá no debería sorprendernos tanto. No parece probable que Affleck se transforme en un genio cuando se quita el traje de actor y se pone el de director. Sin embargo, demuestra gran sabiduría. Veámoslo de este modo: si como actor nunca sobreactua, ni nunca destacará por encima de sus personajes, como director también prefiere ceder el protagonismo al guión, como si se limitase (considerando esto su gran acierto) a filmar, con gran solvencia, sólidos guiones.

Discípulo aventajado del clasicismo norteamericano (si en su primer film había algo de 'Mystic River', aquí resuena 'Munich' en algunos momentos), Affleck parece tener claro que la historia está por encima de la pirotecnia, del estilo propio a cualquier precio. En este sentido, parece más un artesano que un autor. Como ya demostrara en 'Gone, baby, gone' (2007) primero, y confirmara en 'The Town' (2010), Affleck quizá no sea Eastwood, pero sabe dirigir. Tiempo al tiempo.

Primero de sus films en cuyo guión no participa, ‘Argo’ nos relata la historia, basada en hechos reales (¿En qué medida? Eso ya es otra historia), del rescate, en 1980, de unos diplomáticos estadounidenses atrapados en Irán, tras huir de la embajada norteamericana, al ser esta asaltada por una revuelta popular. Para llevar a cabo el rescate, la Inteligencia estadounidense recurrió a un falso rodaje en Teherán de una película ficticia: 'Argo'. Así, el rescate se realizó sin efectuar un disparo. La historia de este gran engaño guarda muchas similitudes con la llamada ‘Operación Jaque’, realizada en 2008 por el ejército colombiano para rescatar a Ingrid Betancourt de las garras de las FARC (historia que Hollywood se planteó llevar a cabo con Brad Pitt a la cabeza).

'Argo' es un film es adrenalítico, y no lo es, insisto, por su montaje visual o sonoro, sino por la tensión y el ritmo que nacen de una situación límite bien exprimida.

Por otro lado, destaca la equidistancia en el tratamiento de la historia. Más 'diplomático' (valga la expresión) que político, no parece buscar ningún tipo de denuncia más allá de la constatación de unos hechos probados. Aunque le caerán palos de los de siempre por pro americanista, lo cierto es que desde el primer fotograma, el film se declara neutral, lo cual es, aunque parezca una contradicción, es lo más valiente si enfrente está el archienemigo Irán. Comienza poniéndonos en unos antecedentes que no dejan en muy buen lugar a Estados Unidos, y que desatan la furia y la barbarie que presenciamos en la (genial) primera escena, que abre con un plano de una bandera americana ardiendo. Por otro lado, en ningún momento abusa del sentimentalismo ni pretende dignificar a los diplomáticos atrapados, más allá, obviamente, de su condición de seres humanos, con derecho a no ser colgados en público por su nacionalidad.

Tiene mucha miga ‘Argo’. Quizá sin pretenderlo, funciona a varios niveles, como un juego de muñecas rusas. Es cine de mentira dentro de una historia real. Es un retrato de Hollywood dentro de un thriller político. Es un guión basura dentro de un buen guión. Es ‘Argo’ dentro de ‘Argo’. Para más inri, el guión de la falsa 'Argo' habla de un rescate espacial, el mismo que relata convincentemente a los guardias revolucionarios el personaje de Scott McNairy (‘Monsters’) en el clímax de la película, creando una sutil metáfora que reverbera en todo el conjunto.

Y, por último, está el reparto: si cuentas con Bryan Cranston (recuperado para el cine gracias a su éxito con 'Breaking Bad') al mando de la operación, y con John Goodman y Alan Arkin para perpetrar la farsa hollywoodiense (y darle el ¿necesario? alivio cómico a la historia), la operación no puede salir mal.
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33 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
A mí me da ‘argo’ si ARGO gana ‘argo’ en los OSCARS
Paralelismos entre realidad y ficción y lecturas frikis de guión aparte, “Argo” es el mayor timo cinematográfico del año con capacidad de dar una sonada campanada en cuanto estatuillas y premios se refiere. La película es en realidad una alegoría para que los espectadores escapen definitivamente de ese turbulento Irán llamado Ben Affleck. ¡Vaya chufa de película! Leer los hechos en la wikipedia genera más tensión, suspense y drama que todas esas imágenes pollackizadas juntas. A mí me da ‘argo’ si “Argo” gana ‘argo’ en los Oscars. Siendo sincero, Ben Affleck me cae fatal. Más sabiendo que hace chistes sobre el piloto de “Homeland” que dice que le ofrecieron dirigir… Nadie te cree Ben… e incluso “Argo” parece ciencia ficción más que una película basada en hechos reales. ¡Nadie llevaba esas barbas de indigente a finales de los 70! ¡Ni siquiera el auténtico Tony Mendez!

Rodada con el mismo nervio que “Dragon Ball Evolution”, el mismo pulso cinematográfico que “Crossroads” y la misma veracidad que “Spice World”, “Argo” llega para dar ‘argo’ con lo que impactar a pastas ‘gruesificadas’ y rostros pop. Tocar ‘El señor de la Luz’ de Roger Zelazny de manera tan superficial debería escandalizar en condiciones normales… pero el pacifismo y ‘luminosidad’ de la propuesta de Affleck consigue amansar a las fieras radicales. La película, hija bastarda de la desclasificación, no es ni un homenaje a Zelazny, ni al cine como salvador… ni mucho menos pretende amplificar el contexto actual con el pasado, sino que “Argo” está dirigida para el ‘ombligüismo’ pasional del ganador de dos Razzies y nominado a otros seis. Lo único correcto y metáfora que describe el filme es ese cartel de Hollywood derruido y un productor medio-homeless en plan Barragán que construye una farsa para tomar el pelo a la humanidad y que los canadienses queden como héroes. O sea, un chiste sin gracia y basado en hechos reales.

Esto no es cine neoclásico norteamericano ni Afflecks en vinagre. ¡Esto es autobombo! Dicen que combina perfectamente la política, el melodrama y el thriller y yo digo que el director de “The Town (Ciudad de ladrones)” es simplemente un oportunista. Ya lo fue con “Adiós pequeña, adiós” respecto a la desaparición de Madeleine y con la cinta que protagonizó junto a Jon Hamm y Rebecca Hall en plenos robos de capital bancario… La auténtica moraleja es que cada uno debe luchar y enfrentarse a los monstruos que realmente crea… y, así, el intervencionismo estadounidense (en mode imperialista on) causó un efecto dominó hasta llegar al Irán de Mahmoud Ahmadinejad y la tensa relación entre ambos países. Y, así, nosotros nos reíamos de Ben Affleck en “Armageddon”, “Las fuerzas de la naturaleza”, “Pearl Harbor”, “Daredevil”, “Gigli” e incluso sentimos compasión de sus nulos registros interpretando a un actor de nulos registros en “Hollywoodland”. Ahora con “Argo” quiere desmentir aquello de que el que ‘argo’ quiere, ‘argo’ le cuesta. Nunca he visto ofrecer tan poco y recibir tanto… Hemos creado a un monstruo con nuestras burlas y el afán de superación de este señor. ¡No os rindáis mundo cinéfilo! ¡Tenemos que seguir luchando frente a él sea un mal actor o un mal actor dirigido por sí mismo!

¡No os rindáis! ¡Aunque os dé ARGO!
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50 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"Argo" para recordar
El cine es un trabajo de equipo, eso está claro. Es una de las pocas disciplinas artísticas que irremediablemente requiere un conjunto de talentos, aunados para dar como resultado una obra artística completa. Por muy bueno que sea un director, si el guión, la fotografía, el montaje, la música y la interpretación son mediocres, el resultado terminará siendo mediocre. Y viceversa: por bueno que sea un equipo, si el director es un membrillo, la cosa tendrá poca solución. De ahí la especialización, de ahí que existan maravillosos directores de fotografía que no tienen capacidad de dirigir, de brillantes montadores que no saben dirigir, de compositores que no saben componer un plano... y de directores incapaces, por ejemplo, de interpretar. Ben Affleck es uno de ellos: su registro actoral es inversamente proporcional a su genialidad como director, ya que con solo tres películas en su haber, ha logrado convertirse en uno de los mejores realizadores del actual Hollywood. Si en "Adiós pequeña, adiós" destapaba el frasco de las esencias a través de un thriller ejemplarmente compuesto, y "The Town (Ciudad de Ladrones)" redefinía el género de los atracos -que de eso podrían aprender muchos, por cierto...- con "Argo" hace un tirabuzón y doble mortal con el documental, el suspense, el thriller y para rematar, la crítica sociopolítica. Toma ya. ¡Y encima le sale todo bien!

Porque es sentarse en el sillón, y en 120 minutos no miras el reloj ni una sola vez. No te da tiempo ni a moverte, vamos: la cinta cuenta la crisis de 1979, cuando la embajada norteamericana de Teherán fue invadida por militares fieles al Ayatollah Jomeini y seis diplomáticos consiguieron esconderse en la casa del cónsul de Canadá. Un agente de la CIA entonces ideó un estrambótico plan para sacarlos de Irán y fingiendo ser un productor de una película de ciencia ficción llamada "Argo" consiguió eludir a la guardia revolucionaria y los hizo llegar hasta Canadá.

La tensión dramática está presente desde el primer fotograma hasta el último, y hay muchas veces en los que el corazón casi te da un vuelco, a tenor de una narrativa ágil y un montaje verdaderamente ejemplar. Toda la tensión del riesgo mortal para los diplomáticos, es articulada con una habilidad realmente sobrecogedora, manejando el ritmo con una precisión milimétrica. La banda sonora de Alexandre Desplat logra que en todo momento estemos implicados en la historia, y Affleck además tiene la inteligencia de mezclar imágenes reales del altercado con la recreación de la película que nos ocupa -y que por sus labores de dirección artística y recreación merece estar entre lo más granado del cine histórico, cosa que llega a niveles realmente sorprendentes cuando comprobamos en los créditos finales los parecidos físicos entre los actores y los personajes reales de la historia.
(SIGUE EN SPOILER SIN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
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23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
bien rodada pero ideologicamente panfletaria
Acabo de verla en el festival de Donosti y me parecen excesivos los aplausos del público al final de la proyección.

A favor: es una película bien rodada, con contadas dosis de comedia a cargo de los actores Alan Arkin y John Goodman (lo mejor de la película), y una tensión narrativa muy bien llevada

En contra: el guion es muy poco original (aunque se base en hechos reales) y lo mejor está al inicio, Ben Affleck es un actor limitado y de escasos registros interpretativos (lo hace mejor detras de la cámara), los personajes son muy esquemáticos y algunos poco o nada creibles como el del director de la CIA interpretado por Bryan "breaking bad" Cranston, cuyo papel muestra unos rasgos de buenismo incompatibles con su cargo de fontanero de las cloacas USA, o el del embajador canadiense o el de su criada nativa que pese a a un conato de delación decide finalmente no delatar la trama. Ideológicamente me suena a propaganda que reivindica el papel de USA como gendarme bueno del mundo y del Pentágono y CIA en particular. Affleck conoce bien las reglas del juego y sabe que no tendrá problemas así para financiarse sus próximos proyectos.
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32 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Argoderse en Irán.
Argo es de esas películas que uno acaba disfrutando desde el principio hasta el final, además tener de fondo el hecho de estar basada en hechos reales, le hace a uno sentirse con ganas de querer saber más y no querer perderse ni un solo detalle, y es que aunque parezca mentira es historia, no sólo americana, si no mundial y que tiene mucho que ver con la situación allí reinante, en Irán, y que por desgracia miles de personas desconocen a día de hoy.

A veces hay películas aunque se basen en hechos reales, la forma de dirigirla y de presentarla al espectador, consigue sólo que el espectador se sienta que está viendo alguna telefilme barato de media tarde, pero Argo por supuesto que no es así y todo eso se debe a tres aspectos fundamentales, uno su dirección, maravillosa por parte de Affleck, otra la fotografía, muy cuidada y con cierto aire romántico y por supuesto el sonido, muy logrado.

Affleck, no sólo está detrás de la cámara dirigiendo de forma magistral, si no se encuentra delante de ella, actuando como él sabe hacerlo, atrayendo a los fans de siempre y a los no tan fans y es que está vez en un papel más sobrio y sereno, alejado de sus “clásicos alegres”, nos brinda una buena actuación. Pero no sólo él, si no el buen elenco de actores que se ha sabido rodear, no es qué Alan Arkin lo haya hecho de maravilla, es más su nominación es un premio a una carrera, pero aún así todos han estado muy bien desde Goodman, Chandler, Cassidy y compañía, todos realistas y atractivos.

Cómo en toda buena película, debe quedar algo para la memoria y en este caso ha sido la palabra argoderse, sustantivo muy enérgico del que si alguien quiere saber su origen deberá ver la película.

En fin una película que se disfruta, con buena tensión y aunque previsora en muchos aspectos, uno agradece ver en estos días de tanta innovación creativa destructiva.
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19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Thriller político con nervio
En 2003 Ben Affleck protagonizó Daredevil. En 2012 nos entrega una de las mejores películas del año, su tercer largometraje como realizador tras las también dignísimas "Adiós pequeña, adiós" (2007) y "The Town. Ciudad de ladrones" (2010). ¿Lo que son las cosas, no? En nueve años la percepción que se tiene sobre un profesional puede cambiar y aquí Affleck demuestra tener suficiente talento detrás de la cámara como para cerrar las pocas bocas que aún quedasen abiertas tras su película de 2010. Aclarado el punto clave (BA-director es infinitamente superior al BA-actor) toca hablar de Argo alabando la sobria labor de 'BA-actor' en un papel no demasiado complicado pero bien llevado a cabo, con suficiente inteligencia como para entender que la forma de enriquecerlo es delegar en otros. El guión de Chris Terrio es perfecto en este sentido, presentando a numerosos personajes que van a ir adheriéndose a la figura de este Tony Mendez. El resultado quita el hipo.

Y lo hace no porque "Argo" sea perfecta, sino porque está extraordinariamente bien escrita incluso cuando lo está "mal", cuando abusa de las trampas y aún así nos dan igual porque estamos tan metidos en la historia que llegados a ese punto se le resta importancia a las casualidades. Basada en un hecho real sobre seis estadounidenses que tuvieron que escapar de Irán fingiendo ser parte del equipo de una película canadiense de ciencia-ficción, la historia se desarrolla así a dos bandas, centrándose sobre todo en lo que sucede en el país asiático y delegando en los personajes de los siempre notables John Goodman y Alan Arkin la parte de la "película". Esta segunda sirve además de alivio cómico frente al drama que predomina en ese intento de escape hostil. Todo funciona como un reloj gracias por otra parte a la buena labor de un reparto coral en el que, insisto, incluso Affleck está sorprendentemente bien. Por lo demás, una notable recreación de época para un thriller áspero que se acerca al tono de algunos clásicos de los setenta como "Todos los hombres del presidente" o "Sérpico" que cuenta además con una maravillosa banda sonora del siempre cumplidor Alexandre Desplat, aquí particularmente inspirado.

Puede que "Argo" haya sido sobredimensionada por la crítica norteamericana (en el fondo es una historia sobre varios de sus héroes, por lo que el lado patriótico pesa en sus palabras) y está claro que la vamos a ver en los grandes premios que están por venir (de los Globos de Oro a los Oscar), pero incluso aunque no llegue a ser la obra maestra que algunos claman se trata de una película notable que vuelve a confirmar (por segunda vez) a Affleck como un director con olfato que, si consigue pulir algunas cosas y dejar de lado sus inseguridades, puede llegar incluso más lejos que aquí. Tiempo al tiempo. Hace 9 años fue Daredevil. Ahora es un director con talento y un actor soportable frente a una cámara. Curioso, ¿no?
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Trepidante cinta de acción y suspense
Hace cinco años ya nos había sorprendido el dudoso actor y reconocido guaperas Ben Affleck en su debut como director con “Adiós pequeña, adiós (Gone Baby Gone)” (2007). ¿Era un espejismo, una casualidad, un inverosímil acierto aislado debido a la fortuna? Tres años más tarde estrenó su segunda incursión tras la cámara, “The Town. Ciudad de ladrones” (2010) y el resultado final fue incluso mejor. Y ahora se estrena “Argo”, un excelente thriller político, que mezcla acción y suspense, humor y drama, tensión y entretenimiento en una deliciosa mezcla digna del mejor cine clásico de Hollywood. Como punto de partida refleja un episodio histórico – la toma de rehenes en la embajada americana de Teherán en 1979 y un casi inverosímil rescate de un pequeño grupo de americanos que fueron acogidos de incógnito en la residencia del embajador canadiense en Irán que tuvo lugar a principios de 1980.

Ben Affleck bebe de la estética del cine político de los años setenta (tómese como ejemplo “Todos los hombres del presidente”) y recrea no sólo una época sino una épica y una estética que por añeja ya casi deviene en clásica. El logro principal de la película es que es entretenidísima, ya que tratándose casi de una situación única (unos rehenes confinados en una casa) consigue crear una tensión y una intriga digna del mejor Hitchcock o del mejor Kubrick de los años cincuenta. La trama avanza inexorable, los problemas se amontonan y no por previsibles pierden en eficacia cinematográfica por la resolutiva dirección de Affleck y el milimétrico guión de Chris Terrio. Las dos horas pasan en un soplo y con el corazón en un puño.

Se agradece que el cine comercial de Hollywood sea capaz de ofrecer una excelente cinta comercial donde van de la mano calidad y entretenimiento, intencionalidad política con eficacia narrativa, ingenio visual y felicidad apreciativa. Los años setenta pudieron ser agitados, melenudos, algo cutres y poco lustrosos, pero “Argo” refleja con talento y lucidez el fin de una época y el comienzo de una nueva, en la que nos encontramos inmersos ahora mismo y que sin necesidad de discursos panfletarios nos acongoja por la reconocible realidad que recrea.

Buen cine, excelentemente interpretado (merecen destacarse Alan Arkin y John Goodman) y magníficamente ambientado. De lo mejorcito del año cinematográfico en curso y es probable que obtenga algún que otro premio a finales de año. Y será una cosecha merecida. Muy entretenida y llena del encanto clásico de las historias bien contadas.
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18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Agradable sorpresa
Yo también vi Argo en el Zinemaldia. Mucho me temo que no va a conseguir nada en esta edición. Es una película que va a tener su distribución sobradamente asegurada. Interpretada -y bien dirigida- por un peso pesado de Hollywood con un comienzo trepidante y una estructura in crescendo atraerá a los que quieran ver una obra entretenida e inteligente. Por eso el jurado la va a dejar más huérfana que a Oliver Twist. Cosas de la lírica.
Me ha recordado a Munich, con esa rapidez en los acontecimientos, sin grandes subrayados y narrando hechos históricos con una excelente ambientación. Gratamente sorprendido con la capacidad de Affleck para hacer un giro hacia la comedia cuando la tapadera gira hacia el mundo del cine. La película se convierte por momentos en una comedia chispeante, llena de diálogos mordaces y autocríticos con el mundo de la producción y marketing de hollywood. Affleck se atreve incluso a hacer un paralelo intercalando el dramatismo de los rehenes con una descacharrante lectura del guión esperpéntico que da titulo a la película.
En definitiva. Una agradable sorpresa.
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17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Las pelis de Ben Affleck
El día que Ben Affleck deje de ser el protagonista de las pelis de Ben Affleck las pelis de Ben Affleck serán un poco más interesantes. Creo yo.

No digo que las pelis de Ben Affleck tengan que recrear la vida de Bukowsky, pero en determinados casos, uno espera algún claroscuro en el personaje principal. Algo que se salga del esquema en el que el prota -Ben Affleck- es irremediablemente UNA BELLÍSIMA PERSONA que ayuda desinteresadamente a los pobres e indefensos americanos, nunca traiciona a sus amigos y encima llega para arropar a su hijo por las noches justo antes que salten los títulos de crédito. Para mí, este es el mismo personaje que The Town, pero con pinta setentera. O sea, Ben Affleck.

También habría que pedirles a las pelis de Ben Affleck un poco de profundidad argumental. Si me están hablando de la revolución iraní de 1979... ¡qué menos que ir un poco más allá de los americanos guays amenazados -salvados por Ben Affleck- y los iraníes barbudos sedientos de sangre americana! Que no digo que la CIA le haya escrito el guión... pero hombre... en esos esquemas entraría una de Rambo, pero en Argo... el espectador necesita argo más que a Ben Affleck. Ahora que los sectarismos en el cine están en boca de todos, es un buen momento para apuntar que no sólo en España se cuecen habas. En las pelis de Ben Affleck, también.

En fin, no serán las pelis de Ben Affleck las que te ilustrarán sobre el Irán de Jomeini (para eso, mejor que veas Persépolis) aunque sí que serán las que te hagan pasar un rato agradable, e incluso te regalen alguna que otra escena intensa, como el asalto a la embajada, que está rodado de maravilla. Curiosamente, es la parte donde no sale Ben Affleck. Lo que confirma mi tésis sobre las pelis de Ben Affleck.

Cuando Ben Affleck, como decía, deje de ser el prota de sus pelis, igual pule algunos detalles, da más profundidad a sus personajes y para la próxima, se lleva una nominación al Oscar. Sólo necesita un poco menos de sí mismo en las pelis de Ben Affleck.

Por cierto, al final, cuando salen las fotos de los personajes en los que se basa la peli (de Ben Affleck), resulta que todos se parecen a los actores que los han encarnado. Bueno, todos... menos uno.

¿A que no sabéis cual?
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Argo y la crítica perdida
No tenía muchas ganas de escribir está crítica, pero me han animado y aquí estoy.
La verdad es que al igual que la crítica la película la vi por casualidad, ante el empeño de Drodenas (usuario de esta pagina) de ir al cine acabe viendola y eso que iba escaso de presupuesto, pero decidido en ir incluso me lo presto, llegamos a la sala sin yo saber que vería una de las mejores cintas del año.

Ya el inicio con la explicación de la iráni apuntaba qué la calidad sería enorme, la realidad es que el conflicto que se narra lo desconocía por completo, en cierta medida me vino bien para disfrutar de sus momentos tensos con más intensidad.
La verdad es qué Affleck me tiene impresionado, ¿cómo hemos pasado de Daredevil a ésto?, ya en The town me sorprendio pero en la que nos ocupa estoy maravillado.
Lo bien dirigida y la calma de sus escenas choca con unos diálogos inteligentes, que llevan perfectamente entre escena y escena con una precisión apabullante, el film es trepidante de principio a fin, la manera de intentar sacarlos de hay es tan absurda que sufres por lo ridiculo de la situación.

Ante un elenco actoral muy bien elegido y un Affleck muy correcto, él la protagoniza pero no se lleva los laureles, todos tienen su momento, a destacar un Alan Arkín memorable y sus frases que no tienen desperdicio, cómo la de "si voy a producir una película falsa, quiero un exito falso".

Todo el tramo de Irán en cuanto Affleck pisa suelo iráni la tensión se puede cortar con un cuchillo, está tan bien recreado todo el ambiente de terror de esos dias que parece que estemos hay con él.
Ha partir de aqui se desarrolla el rocanbolesco plan, siendo el tramo más espectacular del film, la bso cumple y consigue ponerte en vilo.

Verla, no pondre spoilers por qué una cinta así es necesaria verla, que no te la cuenten.

Lo mejor: la dirección impecable de Affleck, Alan Arkín y las situaciones que se viven en Irán con los refugiados, cómo el momento de la furgoneta.
Lo peor: que no se explique con claridad por qué los iránies actuarón así.

"¡argoderse!"


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13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Argo significa cine de calidad.
Estamos en una época en que el cine de calidad está reservado a un momento determinado del año. Son tres meses que la industria nos tiene reservado el estreno de las películas que serán premiadas en todos los festivales y galas, incluidos los Oscar. El resto del año, sólo relleno (salvo una que otra excepción).

Construida ya esa mini critica, ahora viene lo que nos concierne.

Ben Affleck dirige de gran forma una de las películas mejor elaboradas del año. Y no sólo porque está muy bien interpretada y dirigida, sino también porque es difícil prestar tanta atención a una película en que el final es conocido. Lo previsible, irremediablemente te predispone a ver una película donde el final no será sorpresivo, sino un final que hace rato ya forma parte de la historia. Cuando una película cuenta un hecho histórico, no queda más que apreciar la forma en que se construye la historia y la emoción que provoca ver algo que ya sabes que ocurrirá.

En "Argo", aún sabiendo el final, la película mantiene una tensión que es difícil abstraerse, no quedando más que admirar la gran labor de dirección que hay detrás de ese resultado. La cinta de Affleck posee un ritmo vertiginoso y preciso, apoyado por un guión sobrio y perfectamente interpretado por unos gigantes como son Goodman y Arkin (A la actuación del protagonista no me referiré). Agregar además, que el director tiene la valentía necesaria para objetivizar los hechos. En ningún momento me parece presenciar que los buenos son los gringos y los malos los iraníes. Al contrario, el guión está construido de tal forma, que la objetividad y la mesura no se pierde en ningún momento. Para algunos cobardía, para otros sobriedad. Me quedo con lo segundo.

En resumen, "Argo" es una muestra grandiosa de lo que es capaz de hacer Affleck como director (al cual le vaticino una gran carrera). Es una película que, además de entretener y culturizarnos sobre hechos históricos, derrocha calidad y buen cine en cada escena. Absolutamente recomendada.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
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