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78 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
La reina madre
Ignoro si el cinéfilo nace o se hace pero, en cualquier caso, para serlo es necesario ver un porrón de películas; si puede ser desde niño, mejor. El cine de aventuras constituye, en este sentido, un excelente género para foguear a cualquier tierna criaturita que consienta en recorrer como espectador los interminables y variopintos senderos del séptimo arte.

Mi instinto pedagógico me conmina a encauzar esa agotadora andadura de la mano de pelis como “Las minas del rey Salomón”, “El halcón y la flecha”, “El vuelo del fénix”, “Lawrence de Arabia” , “En busca del arca perdida” y tantas otras, pero si tuviera que elegir una, sólo una, lo tengo claro: Ninguna peli de aventuras podría arrebatarle el cetro a “La reina de Africa”. La reina madre de todas las pelis de aventuras.

Huston dió forma y sentido a una peli que tiene todo lo que debe tener una cinta de aventuras que se precie: guión ameno, exteriores exóticos, buenas dosis de acción, algo de drama, algo de comedia, algo de romance y un par de actores de reconocido carisma. Pero lo mejor de todo es el innato talento del viejo John para contar historias. Probablemente ese prodigioso don es el que convierte a “La reina de Africa” en una obra asombrosamente emocionante, cautivadora y paradigmática. Sin rival.
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83 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Dulce sabor de la aventura
No voy a hablar de la inverisimilitud de esta historia que a algunos parece molestar. Cuando se rueda una cinta de aventuras la credibilidad se queda a un lado. Me quedo, con todo lo demás, con aquello que Huston supo plasmar con elegancia, incluso, con los factores que le dan a la historia, un toque extraordinario. No me cansaré jamás de repetir que las aventuras que Huston dirigió son hoy por hoy, un tesoro jamás superado. Evidentemente no me refiero al nivel técnico, donde las escenas de los rápidos pueden sonrojarnos hoy en día, sino por esa destreza en conseguir que las aventuras más descabelladas puedan pareceremos reales, en conseguir un acercamiento a la historia y creer en la posibilidad de que los protagonistas pudiéramos ser nosotros.

Huston se desplazó al Congo Belga para rodar esta película que transcurría en Uganda. Con todas las incomodidades y con dos estrellas que dieron lo mejor que tenían para meterse en sus papeles. Sucios, feos, brutos y sin un ápice de estrellato. Y por eso nos lo creemos, porque olvidaron su nombre y se llenaron de selva.

Los mosquitos, los rápidos, el cañaveral son situaciones rodadas con una pericia, que yo, a miles de quilómetros de aquellos ríos tramposos, no puedo dejar de inquietarme y emocionarme. Esa es la realidad con la que John Huston sabía impregnar todas sus cintas. Esto, es “La reina de África”: el dulce sabor de la aventura.
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56 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La reina de John Huston
Lección magistral de Humphrey Bogart y Katharine Hepburn en esta genial comedia de aventuras y amor que una pintoresca pareja comparte en África. Lugar que hizo que el rodaje tuviese no menos aventura y peligros que la propia de los dos protagonistas mientras que se narraban los avatares de un viaje en barca a lo largo del río y cuyos efectos añadidos de maquetas, dobles fondos y animales salvajes hoy resultan obvios pero quedan absolutamente perdonados ante la brillantez de los diálogos y el gran final en el que desemboca el excelente guión basado en la novela de C.S. Forester.

Bogart, que protestaba sin cesar del lugar de rodaje en el río Lualaba de Uganda en contraste con una emocionada Hepburn encantada de la selva, terminó por obtener un merecido Oscar al mejor actor –el único de su brillante carrera–; y John Huston logró la que probablemente es su más redonda obra maestra, con permiso de “La jungla de asfalto”, “Cayo Largo”, “El halcón maltés” o “El tesoro de Sierra Madre”.

Entrañables personajes a los que una anciana Katharine evocaba con nostalgia y dulce emoción en una entrevista muchos años después: “Me pregunto en qué parte de África andarán ahora Charlie y Rose o si serán felices.” Seguro que sí.
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44 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
LA REINA AFRICANA
La chispa Bogart-Hepburn no se hace esperar en esta comedia romántica en el corazón del continente africano.
Efectivamente, estoy de acuerdo en que estas dos almas solitarias, estos dos personajes como fuera de lugar en el contexto de una historia narrada durante una guerra y situados en una fuga geográfica de la cual en realidad no tienen escapatoria sino complementarse en un amor bajo el calor de la selva y el ataque de los mosquitos, bajo la influencia Hemingway-Hustoniana. Entrañable, muy entrañable. Con un Bogart mostrándonos un personaje que me es simpático (Charlie) y es por que es profundamente psicológico.
Esta película me recuerda al tratamiento que se les da al los dos personajes principales como en “Un tranvía llamado deseo”, solo que con escenarios diferentes.
Dos seres con deferencias abismales, caminos recorridos muy diferentes, pero compenetrados totalmente cuando sus caminos se cruzan en algo que parecía casi imposible.
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40 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Los abuelos de Indiana Jones
Es verdad que ya no se hacen películas como aquellas. El género de aventuras como tal murió el día en, mientras el resto del mundo salía del armario, un decrépito Indiana Jones salía de la nevera.. Así que no te queda otra que darle a la rueda del tiempo y elegir cualquier década menos ésta: encontrarás la cueva del tesoro.

En ella hay mucho donde revolver y bastante que desechar, pero con "La reina de África" me quedo de calle. Humphrey Bogart y Katherine Hepburn, pareja que a priori parecen el culmen de la antiquímica, se las arreglan para convencerte de que están hechos el uno para el otro. Los dos actores se dan una perfecta réplica, pero gana por goleada la delicadeza de Katherine Hepburn al mostrar la deliciosa evolución de una solterona agriada a toda una dama de aventuras. Curioso lo de esta estupenda actriz, que nunca fue considerada una belleza, pero que sin embargo, supo envejecer en la pantalla mucho más bellamente que muchas de sus coetáneas más espectaculares. En "La reina de Africa" ya muestra los visos de una madurez resplandeciente.

Las aventuras de ambos son divertidas, trepidantes y llenas de emoción, sabiendo llevar el ritmo entre las escenas de acción (muchas) y los momentos más reposados (pocos). La historia de amor resulta encantadora y apta incluso para mayores de cinco, si bien la parte aventurera ya está considerablemente abuela. Aunque los paisajes africanos, espectaculares, no envejecerán nunca.

Lo único es que, joer, debían haber variado un poco la gymkana. Que acabas de los rápidos hasta la coronilla.
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33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Qué ha pasado? ¿Qué invento es esto?
La he visto varias veces y cada vez me gusta menos. Respeto todas las opiniones por lo que ante tanta unanimidad de criterio valorándola tan positivamente no me queda más que pensar, ¿acaso veo otra versión? Pero no. Ya me pasa con otras. La reina de África parte de una situación más que factible y tiene un desarrollo bonito con la pareja adquiriendo cariño, eso es cierto. Los efectos especiales son aceptables por las cuñas de documentales que se agregan.
Bogart no lo he visto nunca tan mal, sin atractivo alguno, y la señora Hepburn parece una visionaria durante todo el metraje; pero son las actuaciones requeridas.
Al juez militar no sé si le ha dado mucho el sol o es que es oriundo de los trópicos, pero es raro que fuera un mando alemán.
No veo la emoción por ninguna parte, es artificiosa, y el final, como digo, infantil.
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69 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena pero con reparos.
Sin duda es una buena película, que tiene una gran dirección y unas grandes actuaciones. Pero no creo que sea tan buena. Por lo menos a mí no me lo parece. Por ahí hay otros films clásicos mucho mejores que no están tan valorados como éste, y eso duele. Con un trasfondo bélico-histórico lo único que hace Huston es contarnos una historia de amistad y más tarde amor entre aventuras. ¿El lugar? Una barcucha. ¿El gancho del film? Las ya mencionadas actuaciones: Bogart hace un muy buen papel, con un Oscar bien dado, pero yo creo que este actor tiene mejores actuaciones. Katharine Hepburn definitivamente tiene papeles mil veces mejores que éste, pero cuando una actriz es una maravilla, una diosa en el séptimo arte, ocurre que incluso su actuación más insulsa puede llegar a ser maravillosa. Y en este caso lo es. La mejor de todos los tiempos, Hepburn.

Así la historia se desarrolla entretenida a trompicones, con algunos pasajes emocionantes pero otros más sosos que dan una media irregular al film. La parte final me agradó, no más el final, que para mí se me quedó algo cojo aunque no llega a ser malo. En definitiva un clásico algo sobrevalorado, pero que contiene una pareja protagonista con una química grandísima y que además bordan sus papeles. Para los que les gusta añorar. 7.3
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20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Aventuras, amor y comedia (9.1)
Una de las mejores películas de John Huston. Después de unas pocas decepciones con su cine ("Evasión o victoria", "Casino Royale", "Dublineses", "El honor de los Prizzi" -aunque ésta última sí me gustó, no resultó la obra maestra que esperaba-, etc.) jamás habría pensado que pudiera gustarme tanto una película de este director. Al visionado de ésta por mi parte le seguirían unas cuantas "sorpresas" agradables más: "El halcón maltés", "La noche de la iguana", "El hombre que pudo reinar", "La jungla de asfalto"...

Ya está todo dicho sobre el argumento y la química entre los actores. Sólo me queda recomendarla como un clásico IMPRESCINDIBLE a los que todavía no la hayan visto.
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23 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La quinta esencia de la aventura romántica
Todo el mundo le dijo a John Huston (director) que a nadie le interesaría una historia sobre una pareja bajando un río de África. Todo el mundo profetizó un fracaso estruendoso. Era 1950 y aún no había costumbre de rodar en exteriores, pero Huston estaba convencido de que el rodaje el localizaciones reales, remontando 1.500 kilómetros de río, era la única forma de hacer creíble su historia. Si los actores sufrirían tanto como sus personajes, nadie cuestionaría la autenticidad del relato. La leyenda cuenta que Huston en realidad sólo buscaba una excusa para ir a África y cazar un elefante, un capricho que a la postre, sirvió para poner en pie una de las películas más originales dentro del género que se recuerda de aquel entonces.

Ella es una misionera británica y él un barquero borrachín a los que el destino ha unido a bordo de una barcaza en la que deberán descender un río cargado de peligros. El filme unía por primera vez en la pantalla a dos monstruos sagrados del celuloide como eran Humphrey Bogart y Katharine Hepburn, dando lugar a uno de los duelos interpretativos más inspirados que se recuerdan. Bogart por fin se quitó la gabardina de detective y Hepburn encontró en un consejo de Huston la clave de humor para interpretar a su personaje.

Sobre el rodaje de 'La reina de África' se han escrito libros y rodado películas. Un rodaje tan lleno de aventuras como el propio filme. John Huston y su equipo pasaron nueve semanas en el Congo belga, enfrentándose a todo tipo de problemas: lluvias torrenciales, accidentes, la invasión de un ejército de hormigas o la plaga de mosquitos que les visitaba todas las tardes. El calor y la humedad eran insoportables, por lo que casi todo el equipo acabó enfermando de malaria y disentería, incluida Hepburn, que rodó muchas de sus escenas ocultando los temblores que le producía la fiebre.

Al contrario de otros clásicos que han sido reivindicados a lo largo de los años, 'La reina de África' contó desde el primer momento con el favor de crítica y público. Bogart ganó por ella el Oscar al mejor actor (el único de su trayectoria). Dicen que a veces las condiciones más duras traen los mejores resultados, así que, agárrense fuerte y dispónganse a viajar con dos leyendas del cine por el corazón de la selva africana. Una combinación de humor, romance y acción que la hace irresistible, aunque también hay que confesar, que cuenta con uno de los finales más ridículos que se recordarían en mucho tiempo.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
¿Aventuras? ¿Romance?... Una tontería.
Suele ser muy recurrente apelar al mal envejecimiento de una película cuando no gusta y tiene varias décadas de edad. No es el caso para mí, el idilio que viven Bogart y la Hepburn me ha parecido empalagoso y estúpido, y esa es una opinión que tiene que ver con la esencia de la película, no con el paso del tiempo. "La reina de África" ejerce todo su peso en la pareja protagonista, es el atractivo de ellos dos lo que importa y las razones que entre bien por los ojos o no. Prueba de ello es la doble nominación a los oscars, prueba del trabajo bien hecho por los actores según los ojos de Hollywood y prueba de que un servidor a menudo no opina igual que la gran industria yanqui, ni ahora ni en los años cincuenta.

Para mí es una tontería que se enamoren, ¿por qué?, por el guión claro, la beata y el borracho bajan por un peligroso río y se acaban liando, pues no me gusta ni la pareja ni el guión. La fotografía es excelente, menos mal que puede salvarse eso en un largometraje que enfoca la selva, si no fuera por los rápidos... ¿Y el final? Lamentable, es insufrible ver que su último deseo es casarse y que un cascarón de nuez a la deriva en comparación con el buque de guerra acabe definiendo el final. Así que en mi opinión es sólo apta para los que gustan mirar atrás y no les importa pasar por alto muchas cosas.
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50 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Sorpresas bajo la cama.
A veces existen películas que trascienden mucho más allá del entretenimiento o del arte. Pueden llegar a enamorar, a hacerte cambiar, a convertirse en algo que llevarás dentro del corazón toda tu vida. La reina de África lo fue para mí. En los días de mi niñez cuando descubría nuevas películas clásicas cada semana desarrollé una predilección especial por dos intérpretes inigualables: Katharine Hepburn y Humphrey Bogart. Ella me parecía divertida e independiente, tan distendida y locuaz como enamoradiza y reservada. Él era Bogart ¿Qué más se puede decir? El caballero, el aventurero, el tipo duro de cigarrillo, gabardina y sombrero con muescas perennes en el alma.

Y en una de aquellas noches de viejo cine televisivo hubieron de juntarse ambos a priori tan distintos para irse enamorando a bordo de una barca oxidada que él manejaba entre rápidos, sanguijuelas y fuego enemigo mientras ella se iba deshaciendo de su disfraz de beata abrazándose a la carne de aquel hombre que supo a su manera protegerla y desnudarla. La química era extraordinaria e hizo mella en mi corazón de niño en aquellos días donde todo era aún búsqueda y aprendizaje.

Desde aquel primer visionado La Reina de África se convirtió es una de mis películas estandarte pero si hubo de adquirir otra dimensión fue cuando conocí a mi pareja ya entrada la veintena. Nuestras vidas se cruzaron por azar un mes de octubre y en las primeras semanas todo era un vaivén continuo de sensaciones. Coincidíamos en muchísimas cosas, también en gustos cinéfilos y ella tenía a su vez a Kathie y a Bogart como a sus preferidos.

Con la llegada de la Navidad, se abría una excusa para regalar cosas. A mi me gusta mucho hacer regalos y ella iba a venir por primera vez a mi casa a cenar. Pasamos así nuestra primera velada íntima pero cuando iba a marcharse le dije que mirara antes debajo de la cama. Ella se agachó y vio un pequeño paquete envuelto y con un lazo. Se puso muy contenta a la par que nerviosa mientras iba abriéndolo. Y entonces allí estaban ellos Kathie y Bogart abrazándose en la carátula del VHS de la Reina de África. Y entendió perfectamente que más allá del detalle ellos éramos nosotros iniciando nuestra propia aventura juntos.

Aquella noche ambos nos enamoramos un poco más, nuestra barca acababa de zampar e iba a resultar muy difícil conseguir detenerla.

Han pasado muchos años, todavía estamos franqueando los rápidos.

https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
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21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
MARAVILLOSO Y ESPELUZNANTE "CRUCERO" A BORDO DEL MÍTICO AFRICAN QUEEN
John Houston nos adentra con esta sencilla historia, capítulo insignificante durante la primera guerra mundial, y en el Africa Central Alemana, marco referente de una bonita e inolvidable historia cinematográfica que sirvió para ponderar aún más positivamente la carrera de estos dos MONSTRUOS de la interpretación; magistral Bogart (no en vano ganó un oscar), quien perfila un personaje lleno de auténtica hondura psicológica que por momentos conmueve incluso a la más puritana de las almas que pululan por esos lares (espectacular a sí mismo, la actuación de Hepburn).

Todo un prodigio de maestría narrativa con inconfundibles tintes Houstonianos e incluso Hemingwaynos, que ensalzan esta película como una de las más sencillamente apoteósicas y humanas odiseas en la historia del séptimo arte.

Vemos como poco a poco dos almas solitarias y en principio bastante alejadas la una de la otra van aproximándose a un punto de encual punto de lo que parecía un matrimonio pre-mortem.

Sinceramente se trata de una de esas películas sin las cuales no comprenderíamos en su totalidad la historia completa de este mundillo.

IMPRESCINDIBLE.
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16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La reina del sopor
Algunas veces no saben como quedar bien con gente a la que le deben algo. Uno de esos ejemplos es Humphrey Bogart. Le debían un óscar y no sabían como hacerlo y se lo dieron por esta obra.

Es muy aburrida, no entiendo como puede estar tan bien valorada y ser admitida como un clásico. De hecho, está considerada como una de las mejores de la historia.

Me aburrió profundamente. Y el final es una tontería como una casa. Es una de esas películas que no se sabe muy bien porque están allí. Si hay alguien que me puede dar argumentos para que mi opinión cambie se lo agradecería porque no le veo la gracia.

El verdadero título debía ser "La reina del sopor"
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27 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
ME DECEPCIONO
Aburrida, lenta, falta de chispa, demasiado larga, en fín que me decepcionó. Había oído hablar mucho de ella, pues es considerada un clásico, pero no logré cogerle el hilo por ningún sitio. Me parece que le dieron un oscar a Bogart por su papel, y me demuestran una vez más, que un actor que ha creado para la historia del cine, a un tipo de personaje auténtico, tiene que salirse y hacer todo lo contrario(aunque sea peor que su personaje de siempre, al que le debe todo lo que es). No es la primera vez que lo hacen, y siempre con grandes actores. Para mí Bogart no está para un oscar.
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29 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Una bella aventura para descubrir el amor
El cine de, John Huston, huele a locas e inolvidables aventuras... a detectives y lindas mujeres en noches muy oscuras… y a perdedores cuya derrota les sirve para auto-descubrirse, convirtiéndose, luego, en un triunfo del ser. En el primer terreno, uno de sus mayores éxitos es, para nosotros, <<LA REINA DE ÁFRICA>>, una travesía con guion de Huston y de James Agee, en la que dos seres ya creciditos y harto dispares, de pronto descubren que, en realidad, los unen las cosas más esenciales. El destino se confabula para ponerlos en una barcaza con rumbo a una isla donde puedan huir de las atrocidades nazis que, para empezar, acaban de destruir la aldea donde Rose era misionera, e indirectamente causaron la muerte de su hermano.

Charlie Allnutt, surge, entonces, como el ángel salvador que sacará a, Rosie, de aquella trampa, donde él pudo disfrutar de sus atenciones gastronómicas, un día en que sus tripas le pitaban como un tren en marcha.

Lo que me llega muy hondamente de esta película, es el magnífico cuadro que logra, Huston, de la relación de pareja: Que los opuestos se atraen... Que, aunque a una mujer la miramos primero por su belleza, es por su fuerza interior que realmente nos enamoramos... Que, cuando dos seres, animados por una idea común crean sinergia, sus lazos hacen trenza y los vientos soplan fuerte hasta conseguir –como ahora- que despierte el amor, y que el nuevo lazo se transforme en una viga casi irrompible…

Rose y Charlie… Ella, una beata cuyos amores eran Dios, su hermano y los nativos… estos dos últimos ya perdidos. Él, un solterón sin otro amor que su African Queen, una casi agotada barcaza, con la que aún reta a los ríos y los mares. Ella, abstemia y ordenada. Él, bebedor de noches solitarias, y sucio por el duro trajinar de cada día. Ella, dispuesta a hacer algo grande en beneficio de su patria en guerra. Él, sin más afán que el de protegerse, pero, dispuesto a secundar a la mujer que tiene a su lado, cuando siente que ya su lazo se ha trenzado para siempre.

Actitudes del más dulce romanticismo; reacciones de regreso a épocas que aún se encienden; y demostraciones de una fortaleza que sólo puede inspirar el amor, se entremezclan, equilibradamente, en una encantadora aventura por la exótica África, a bordo de aquella African Queen, testigo junto a nosotros, de uno de los más encantadores e inolvidables romances de la historia del cine.

Quien pueda prescindir sin objeciones de sus poco elaborados efectos visuales y especiales -cosa que para Huston fue siempre secundaria– y prefiera, como nosotros, la interioridad y la construcción de personajes con un claro y profundo sentido de la vida, tendrá aquí una historia de gran pulcritud y de belleza palpitante... Bogart y Hepburn se les asentarán en el alma.

Título para Latinoamérica: LA REINA AFRICANA
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Rose Y Charlie.
117/09(21/08/14) Clásico imperecedero de aventuras con emocionales dosis de romanticismo, un John Huston en plena etapa efervescente creativa nos traslada a un escenario exótico para contarnos una sugestiva historia de amor entre dos seres antagónicos, los polos opuestos se atraen. Una fabulosa mezcla de odisea, con humor, con cine bélico y con romanticismo sin elementos sensibleros. Huston nos hace participes con su buen hacer de unos protagonista empáticos con los que conectas fácilmente por lo humanos que nos los muestran, unos Katherine Hepburn y Humphrey Bogart geniales, con una química perturbadora.

John Huston en su novena dirección de largometraje se empeñó en un proyecto al que muchos le decía se estrellaría, le espetaban que a nadie interesaría una historia de amor cuasi-otoñal de una pareja descendiendo un rio en la profunda África, consideraron un costoso capricho rodar en la selvática África, pero Huston pretendía dar realismo a su film en lugares reales, incluso remontando 1.500 km de rio, quería que el sufrimiento de los actores fuera lo más veraz posible, padecieran el entorno y lo transmitieran al espectador.

El guión es principalmente de James Agee (“La Noche Del Cazador”), con la ayuda de los no acreditados Peter Viertel (“Cazador Blanco, Corazón Negro”), John Collier (“El Señor De La Guerra”), y del propio realizador. Pueblan el relato de diálogos ingeniosos, mordaces, punzantes, en medio de una homérica aventura hacia lo desconocido, David contra Goliath, en medio de la Gran Guerra, donde se tocan temas como las injusticias, la opresión, la venganza, la comprensión, la frustración, la supervivencia, ello con un ritmo fluido, donde las situaciones manan con gran naturalidad, donde los protagonistas evolucionan inteligentemente, enmarcada la narración en un entorno que se convierte en un protagonista más, la Salvaje Selva y el Río. El guión no juzga, ni pretende moralizar sobre el colonialismo, no ahonda en conceptos manido-religiosos, ni resulta un folleto panfletario patriotero, en realidad si se rasca es un concepto minimalista cuasi-teatral en el que dos personajes en una situación límite se completan hasta el amor en una linda historia de amor y comprensión.

La puesta en escena rezuma un tremendo realismo, fruto de la utilización de escenarios naturales, con una vibrante dirección artística de Wifred Singleton (“Holocausto” la serie), aprovechando al máximo unos lares espectaculares, con imágenes de animales salvajes, selva, escalofriantes rápidos, unos desasosegantes manglares, extraordinariamente fotografiados por Jack Cardiff (“Guerra Y Paz”), en radiante technicolor, con unas cámaras grandes complicadas de manejar, emitiendo aventura, energía, un cromatismo apabullante de tonos cálidos, hace que la lluvia nos cale, que nos salpique el agua del rio, embellecidos los parajes los sonidos incidentales creados por Allan Gray (“Coronel Blimp”), con audios de ambientes selváticos de animales, y el rio, con una exuberante música durante los créditos iníciales interpretados por la Royal Philharmonic Orchestra, todo esto dinamizado por el trepidante montaje de Ralph Kemplen (“Oliver”), que hace que las escenas de acción se vivan con magnetismo. Los efectos especiales son creados por Cliff Richardson (“Lawrence de Arabia”), hay que juzgarlos en el contexto de cuando se hicieron, hoy en día resultan anticuados y bastante falsote, pero en su tiempo fueron , muy avanzados traspasando adrenalina, haciéndonos a la idea de la fragilidad de la barcaza en un medio que la podría destrozar, los rápidos, el tiroteo alemán desde el fuerte, o el ataque de mosquitos, son prueba del buen hacer de este elemento, aunque como ya he dicho hoy resulten muy cándidos en sus maquetas de la barcaza, o la pantalla de fondo (verde) que canta a distancia.

Katherine Hepburn compone a una carismática heroína, una valiente, estirada, religiosa, de educados modales, a la que vemos evolucionar progresivamente, ejemplo como coge al principio el timón con temor, y al final lo agarra con autosuficiencia, sabe emitir una ggran fuerza de carácter, con sutileza la vemos encariñarse Charlie. Humphrey Bogart (en su quinta colaboración con Huston de las 6 que hubo), realiza una sentida interpretación, aportando humanidad, debilidad, cortesía, ternura, y dotándolo de un humor muy divertido, un borrachín, desaliñado, socarrón, pragmático, nihilista, que por el amor a una mujer da sentido a su vida. Bogart dijo de Charlie Allnut que el mejor rol de su carrera. Tan amigo era Huston de Bogart que en el funeral de Humphrey dio un panegírico. Y entre la Hepburn y Bogart una de las químicas más frescas de la Historia del Cine, su interacción ocupa la práctica totalidad del metraje, y de su relación brota una tremenda naturalidad y chispas de réplicas y contraréplicas, magníficos.

La cinta posee momentos que combinan gran carga emotiva, con otros de humor y otros de acción espléndidos: El primer rápido coin el rostro disfrutando de Rose; El rápido frente al fuerte alemán; Cuando se bañan cada uno por lado de la barcaza y Rose tiene que pedir ayuda para subir a Charlie; Cuando llueve a mares y Charlie quiere ponerse a resguardo en el lado de Rose, esta la echa, se da cuenta de que llueve y lo llama, él se tumba en un lateral por donde le cae algo de agua, ella dulcemente le coloca un paraguas; Cuando comprernden que están enamorados se abrazan, se produce una elipsis los vemos a los dos con rostros de felicidad, y ella le pregunta <Sr. Allnut, querido, cual es su nombre?>, él responde <Charlie>, el juego de miradas entre ambos arrolla; Cuando henchido de felicidad Charelie comienza a imitar a los animales salvajes con los que se cruzan , como el mono; El apocalíptico tramo en la ciénaga; Su final cuando se produce una de las frases más famosas del Cine (spoiler); hay alguna más pero no quiero spoilear. (continua en spoiler por falta de espaciio)
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Más safaris como éste, por favor
Deliciosa película de aventuras rodada por Huston a salto de mata, entre tiro y tiro al elefante, principal objetivo de su viaje a África, lo cual demuestra que el talento se tiene hasta en los ratos libres.
"La Reina de África" explota a fondo la química que provoca el contraste entre sus dos protagonistas. Permanentemente en escena, la pareja Bogart-Hepburn funciona como un reloj suizo; mejor aún, como el motor del -solo aparentemente- frágil barquito. De un lado la beata compuesta por Katharine Hepburn, tan remilgada como como intrépida, y progresivamente más lo segundo que lo primero. Del otro un maravilloso Humphrey Bogart, carismático y cínico. Borrachuzo y mugriento. Gesticulante, chispeante. Pocos óscars hay en la historia del cine tan merecidos.
El cazador Huston es un narrador excelente dotado de un insuperable sentido del ritmo. Así, en poco más de hora y media hace que la pareja protagonista sea disparada, tragada por los rápidos y por la selva, devorada por las sanguijuelas y los mosquitos e incluso ensogada, sin que en ningún momento tenga el espectador sensación de amontonamiento. Y entre toda esa acción aún le queda tiempo para desarrollar una entrañable historia de amor entre los dos personajes más antagónicos que imaginarse pueda.
Como no hay dos sin tres, los enamorados imposibles se ven acompañados en su crucero fluvial por el murmullo sórdido de la selva. Éste se torna un protagonista más desde los mismos créditos iniciales, a los que acompaña en solitario hasta enlazar con el berrinche nativo que los hermanos metodistas quieren himno, en preludio de la impagable entrada en escena de Humphrey Bogart.
En fin, hay quien se va de safari y se trae una fractura. John Huston, por su parte, se trajo "La Reina de África". Talento, dije.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
TOTALMENTE SOBREVALORADA
Exceptuando la correcta actuación de los dos actores protagonistas (Bogart-Hepburn), el resto del film es tremendamente decepcionante.
Las situaciones son inverosímiles y muy poco creíbles, los efectos especiales son paupérrimos, y eso que se rodó enteramente en África con algún que otro paisaje real.
El final es terriblemente malo. La película no convence en absoluto, es otro clásico sobrevalorado y excesivamente avalado por la crítica especializada.
Le falta mucho para ser una gran película, tiene innumerables fallos y tampoco es de las mejores interpretaciones del dueto protagonista, ambos las han hecho mucho mejores.
Según cuenta la leyenda, tanto Huston como Bogart se lo pasaron pipa durante el rodaje de la película vaciando botella tras botella entre toma y toma. Y, estas, precisamente, no las tiraban al mar...
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11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Un cascarón invencible.
UN CASCARÓN INVENCIBLE
(La Reina de África John Huston 1951)

La Reina de África es un clásico inmortal que contiene tres magníficas historias en una:

Por una parte, es una magnífica Buddy-Movie. Dos compañeros de viaje con unas personalidades radicalmente opuestas y a la postre complementarias. Rose es una dama puritana e idealista, mientras que Charlie se trata de un apátrida cínico, pragmático y encima alchólico. Al igual que ocurría en El Quijote de Cervantes, en el que se producía una Quijotificación de Sancho y una Sanchificación de Quijote, Rose y Charlie experimentan un pequeño intercambio de papeles.

El guionista James Agee muestra visualmente el cambio que sufren los personajes. Al comienzo Rose agarra con temor el timón de La Reina de África. Pero acaba manejándolo como una experta marinera. Y Charlie acaba infundiendo valor al personaje de Hepburn. Sospecho que Agee bebió de fuentes como El maquinista de La General.

La Reina de África se trata también de una atípica comedia romántica. Bogart y Hepburn forman una pareja que rompe los esquemas de las comedias clásicas Ninguno de los dos está enamorado del otro al comienzo de la película. Ninguno es físicamente atractivo. Incluso se intercambian descalificaciones muy duras (¿Escuálida solterona, cantante de salmos¿). Pero a medida que salvan duros escollos, surge una magnífica relación entre ellos con mucha química. Sirva como ejemplo que los dos comienzan a llamarse por el nombre de pila.

Y por último es una excitante película de aventuras. Sus protagonistas Rose y Charlie Allnut viven una auténtica odisea plagada de obstáculos que van venciendo milagrosamente. La Reina de África es una vieja barcaza que a duras penas flota en el agua. Pero doy mi palabra de que si el espectador decide montarse, no se arrepentirá. Porque es como una vieja barraca de feria, que aúnque ya no pueda competir con los modernos parques temáticos, tiene un encanto que ya no existe.
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9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
"Una de aventuras imprescindible" o "De como John Huston logró que Bogart cayese simpático"
Entretenida, memorable e irrepetible.

Cinta imprescindible. Cuenta con una buena historia, una buena ambientación, una relación de amor-odio perfecta entre los protagonistas, geniales interpretaciones y una profundidad psicológica inusual en los personajes.

Bogart jamás me cayó simpático... salvo en esta cinta. Sin duda una de sus mejores interpretaciones, si no la mejor, curiosamente en el papel más alejado de su registro: traficante, borrachín, sucio, desaliñado, pasota y desapegado de cualquier lazo afectivo con el mundo

Hepburn, memorable, manteniendo su orgullo y las formas de solterona bien educada a pesar de que el suelo se hunda a su alrededor... previo a soltarse la melena y desafiar al ejercito nazi al completo.

Y como inexplicablemente este duo, aparentemente incompatible e irreconciliable, acaba entendiendose y enlazando una de las historias de amor mejor contadas a golpe de disparos, rápidos, sanguijuelas, tormentas, penurias varias y siempre con el sonido de fondo del motor de la Reina de África.

No creo que haya muchas películas capaces de gustar a diferentes públicos y a diferentes edades, pero esta sin duda es una de ellas:
- Aventura
- Acción bélica
- Parajes exóticos
- Historia de amor
- Ensayo psicológico sobre las cualidades humanas
Y todo esto entreteniendo de cabo a rabo.

Si no lo has visto ¿A qué estas esperando?
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