7 Críticas de los usuarios

El conocido director Don Siegel dirige no muy acertadamente esta producción para Televisión con un guión no muy logrado, por lo cual, aún con dos actores como Henry Fonda y Anne Baxter, que llega uno a pensar que con su fama y categoría que pintan en esta película, no son suficientes para hacer un film atractivo.
La fotografía es buena, pero se nota mucho el destino de la película para Televisión. Casi todos los planos y secuencias son una galería de iluminacióesn descaradas con focos y sus sombras correspondientes, así como escenas de interiores en estudio. Algunas secuenciasen exteriores, pero pocas, podrían entrar dentro de una buena realización, pero solo se queda en eso, con unos paisajes naturales áridos e inóspitos.
Es una historia sin gran atractivo que distrae simplemente cuando no hay otra cosa mejor que hacer.

...no solo Fonda y Baxter sino secundarios de lujo como Dan Duryea y Sal Mineo. ¿lo harían por el director?

Le he dado un cuatro casi por generosidad porque el film es muy pobretón. Tras los primeros 45' todavía no tienes muy claro de que va a ir la historia, que hace aguas enseguida. Historia y guión, por tanto, extremadamente flojos con diálogos que -a veces- suscitan una sonrisa de ironía.

Claro que los mencionados actores están muy dignos pero es que, a sus edades, no necesitaban de mucha dirección.

De la música solo destacar la balada inicial y final y ciertos momentos acompañados por una guitarra mejicana muy bonita.

De la fotografía, solo meritorios unos momentos de "pistoleo" entre unas rocas. Casi todo el resto de la cinta se celebra en los típicos decorados del hotel, el almacén y un par de habitaciones mas. Claro que se ambienta en un pueblo casi deshabitado, calcinado por el sol y el calor.

Yo no la volveré a ver.

Un forastero que aterriza en un pueblo perdido, acusado injustamente por un crimen que no ha cometido, perseguido como un animal por desalmados que se pretenden defensores de la ley y ayudado por una mujer de tormentoso pasado son los fermentos de una intriga situada en el salvaje Oeste a todas luces convencional pero la mar de entretenida que nos ofrece el siempre competente Don Siegel.

La filmografía de este veterano director se extiende casi 40 años y, aunque la gran mayoría de sus obras se estrenaron en cines, también trabajó en los límites del universo televisivo, al igual que muchos de sus coetáneos, colaborando en series como "La Dimensión Desconocida" o "Destry"; precisamente "Código del Hampa", revisión del clásico de Hemingway, fue realizada para televisión aunque acabó trasladada a la gran pantalla por su contenido violento. "Un Extraño en el Camino" significaría su última incursión en dicho formato.
A finales de los '60, el cine del Oeste ya había sido demolido por Ford y Peckinpah con sus respectivos "El Hombre que Mató a Liberty Valance" y "Duelo en la Alta Sierra" mientras que Leone remataba el viaje al inframundo de su mitología con la Trilogía del Dólar. En este panorama de renovación y degeneración, Siegel se ponía al frente del que sería uno de sus pocos "westerns" (género en el que tampoco indagó mucho) con guión firmado por Dean Riesner, quien también escribiría "Harry, "el Sucio" ", basándose en una historia de Reginald Rose.

En el pequeño pueblo de Banner, dirigido por la compañía del ferrocarril, llega caído de un tren Ben Chamberlain, un hombre desaliñado y de mirada perdida que va preguntando por una mujer llamada Alma Britten; al parecer nadie la conoce, y ese rachazo a responder está fundamentado en un sospechoso temor. Unos tipos violentos al mando del sheriff Vince McKay guardan la ley en el lugar, y actuarán llevados por la venganza al enterarse de que Alma ha sido asesinada; Ben es inocente, pero los ayudantes del sheriff y su compañero Hotchkiss no le creen. McKay decide entonces organizar una partida de caza para atraparle, dejándole algunas horas de ventaja...
Esos créditos iniciales a los que acompaña una triste balada cantada por Bill Anderson ya nos anuncia el tono melancólico y crepuscular de la película, el cual recorrerá toda la trama, tan propio de la época y que de algún modo parece presagiar la "peckinpahniana" "Balada de Cable Hogue". El desarrapado protagonista, que parece salido de una película de John Huston, llega a un lugar perdido de la mano de Dios cuya única conexión con el progreso es el ferrocarril, que se desplaza por el paisaje como una cuchillada de mordernidad en el agreste puzzle de las colinas y el desierto.

Este comienzo situado del lado de la intriga y la extrañeza puede recordarnos en cierto modo al de "Conspiración de Silencio", donde un Spencer Tracy encarnaba también a un forastero no muy bien recibido en el remoto pueblo de Black Rock; la primera media hora del film avanza entre el suspense y las profundas reflexiones de unos personajes insatisfechos con sus vidas, deseosos de abandonar ese asqueroso y caluroso lugar y empezar una vida nueva, lejos de la violencia y el peligro. Primer giro en la historia: la mujer a la que Ben debía ayudar está muerta y todos los hombres le acusan a él.
La ley queda subyugada a la justicia personal sin razón, cuyo mejor ejemplo lo tendremos al principio de "Cometieron dos Errores". Así empieza la caza humana, tratándose lo más frívolamente posible ("es como un juego", dice Hotchkiss); por necesidades de guión Ben necesita reencontrarse con Valvera, situación típica donde se apunta al melodrama hablando de las segundas oportunidades que se pueden conseguir pese haber tenido una vida de tormentos y desgracias, los cuales aflorarán de nuevo para los viudos y solitarios protagonistas (cosa que volveríamos a ver en "El Último Pistolero" de la mano de Wayne y Hepburn).

Los últimos veinte minutos recuperan el suspense y la acción, que se había ido diluyendo en la historia en favor del drama, con el asedio al hotel, lo que evoca títulos anteriores como "El Tren de las 3:10" o "El Último Tren de Gun Hill". Un final realmente crepuscular aderezado con primeros planos a los ojos heredados de Leone cierra un "western" realmente negro, de diálogos mordaces, más dramático y contemplativo que aventuresco, con un discurso sobre la ley, la imposibilidad de la venganza y la corrupta justicia digno del que fuese autor de "Doce Hombres sin Piedad".
Eso sí, no es un film perfecto, y por razones obvias sus defectos resaltan más de la cuenta, como algunos patinazos de guión y trama (la autoría del crimen se descubre con facilidad, demasiado precipitadamente) o un aspecto técnico algo pobre, teniendo en cuenta que se trata de una producción barata para televisión, provocando además que la violencia en el film resulte muy liviana, pudiendo ciertamente haber tomado unos derroteros más crudos. Grandes actores como Henry Fonda (su mirada es desgarradora) y Anne Baxter, los secundarios de lujo Dan Duryea y Sal Mineo o un joven Michael Parks brindan unas dignas actuaciones, pese a lo limitado de sus personajes.

En fin, no será el mejor "western" americano de 1.967 (en aquel año llegaron títulos como "Hombre", "El Más Valiente entre Mil" o "Camino de Oregón"), pero, por lo menos a mí, me ha resultado entretenido y agradable de descubrir.
Tras él, Don Siegel conocería por fin a Clint Eastwood y juntos rodarían la primera de sus cinco películas: "La Jungla Humana".

Un vagabundo, Ben Chamberlain (Henry Fonda), aparece en una polvorienta ciudad ferroviaria. Llega a un pequeño pueblo cuya población incluye a un obstinado marshal (Michael Parks), varios pistoleros obsesionados con el homoerotismo y una variedad de excéntricos roles, como la atractiva viuda (Anne Baxter) con triste pasado cuyo hijo adolescente (Michael Burns) está maduro para una pocas lecciones de vida. Chamberlain se ve acusado injustamente de un asesinato por parte de un sheriff enloquecido y testarudo. El sheriff le da un caballo, algunos suministros y una hora libre en el desierto antes de enviar a sus cazadores (Dan Duryea, Sal Mineo, Tom Reese, Zalman King) tras él. ¡Plomo caliente y muerte rápida! Nueva gran película: ¡primera vez en cualquier pantalla! ¡Antes de que acabara con este pueblo, todo pistolero sabría que es un hombre!.

Este temprano film de Siegel es un pasable telefilme del género Western (el tercero de Siegel) está basado en una historia de Reginald Rose (12 hombres sin piedad) e incluye una mezcolanza de populares teorías Freudianas, conciencia social, and condimentándolo con algunos temas inesperados como la representación del ferrocarril no como un emblema de progreso sino como portador de corrupción y violencia. ¨Stranger on the Run¨ (1967) contiene emoción, intenso drama, tiroteos, persecuciones a caballos y violencia. Además, siendo profesionalmente dirigida por Don Siegel, cuya filmografía incluye varias películas protagonizadas por Clint Eastwood. Siegel avanza enérgicamente a través de una maraña de tramas secundarias: Esta película de televisión fue su boleto de regreso a proyectos en la pantalla grande. 'TV movie' del clásico género el oeste protagonizada por los ganadores del Oscar Henry Fonda (En el estanque dorado, Hasta que llegó su hora) y Anne Baxter (Razor's edge, Eva al desnudo). Fonda hace una agradable actuación como un borracho en busca de redención. Y Michael Parks como el sheriff inestable es aceptable, pero parece a veces algo ido. El director Don Siegel y la estrella Michael Parks chocaron en la película en numerosas ocasiones; en un caso, después de que Parks quisiera llevar bigote de cierta manera y Siegel lo quisiera de otra. Los enfrentamientos cesaron inmediatamente cuando Siegel inventó una máscara de aspecto ridículo con un palo y un trozo de cinta adhesiva, que se pegó a la cara, lo que provocó que Parks se echara a reír. Y completando un espléndido reparto de apoyo con lleno de caras familiares, tales como: Dan Duryea, Sal Mineo, Lloyd Bochner, Michael Burns, Tom Reese, Bernie Hamilton, Zalman King, Madlyn Rhue, Walter Burke y Anne Baxter.

La cinta fue dirigida decentemente por Donad Siegel, quien maneja adecuadamente tanto el tono como el ritmo, pero no es notable, siendo de hecho inferior a otras películas que el hizo. Donald obtuvo su reputación a principios y mediados de los años 50 con una serie de duras e inteligentes películas de serie "B", bien hechas, competentemente elaboradas por sus expertas manos, entre ellas: ¨The Lineup¨ (1958), ¨Riot in Cell Block 11¨ (1954), luego se graduó a las principales películas "A" de los años 1960 y principios de los 1970. El director Siegel aportó un enfoque completamente nuevo al campo de la ciencia ficción: ¨Invasion of the Body Snatchers¨ (1956). Hizo varios "viajes paralelos" a la televisión, principalmente como productor. Siegel dirigió la que generalmente se considera la mejor película de Elvis Presley, ¨Flamingo Star¨ (1960). Todos los westerns posteriores de Eastwood y sus películas de ¨Harry el sucio¨ tienen una deuda considerable con Sergio Leone y Donald Siegel. Así Donald dirigió a Eastwood en diversas películas, como: ¨Coogan's Bluff¨, ¨The beguiled¨, ¨Dirty Harry¨, ¨Escape from Alcatraz¨ and ¨Two mules and sister Sara¨. Tuvo una larga relación profesional y amistad personal con Clint Eastwood, quien ha dicho muchas veces que todo lo que sabe sobre cine lo aprendió de Don Siegel. Calificación: 5.5/10, TV Western aceptable y pasable.

Una estación fin de trayecto, "Esto es Bonner", un pueblo controlado por el ferrocarril donde "Hay más pistoleros que casas". Extraña estación.
Hasta allí llega un viejo borracho, Ben (Fonda), "Avíseme cuando me gane un trago" trabajando. Pregunta por una mujer, silencio y mala cara por respuesta. ¿Otra "Conspiración de silencio"?
Total que la chica aparece muerta y, ¡claro!, qué mejor culpable que el borrachín. Toda la banda pistoleril a buscarlo. Menos mal que por allí anda una guapa viuda, Valverda (Baxter), que le echa un capote.
Western televisivo con todos los defectos del medio a los que hay que sumar una historia poco creíble, "crepuscular" suelen llamarla porque salen viejos vaqueros.
Un cero pistolero para el guion. Mal planteamiento inicial, ¿por qué hay tanto marshall en ese pueblo?, ¿de donde sale la banda de pistoleros que se les enfrenta y que luego desaparece?
Realización lenta, parsimoniosa ...
¿Qué pinta allí un grupo de actores de primera fila? ¿Apoyar a Siegel? Por cierto, firma la cinta como "Donald" no como "Don". Gracias a ellos, grandes en el medio que trabajen, se mantiene el interés.
Regular no más este extraño western ferroviario.

Supongo que será la factura televisiva, tal vez el escaso presupuesto, o tal vez las limitaciones que le haya puesto la productora al trabajo de del Director, que hicieron que esta cinta no parezca una película de Don Siegel.
La trama me parece simplona. Se intenta añadirle profundidad contándonos algo de la historia de su personaje principal, que al final no me resulta muy interesante, ni me parece que aporte mucho a la historia.
También se trata de dimensionar al resto. Pero no se consigue nada.
Las motivaciones de algunos personajes, sobre todo del comisario McKay, son muy confusas.
Al final nos damos cuenta que las escenas dedicadas a profundizar en los personajes, lo único que lograron fue que la cinta llegara a la hora y media. Cuando esperabas que esos personajes aportaran algo más al climax, te das cuenta de que estaban sólo haciendo bulto.
Luego lo pienso mejor y parece que, después de todo, sin ellos la historia sería aún más aburrida.
Tal vez si hubiesen dedicado más tiempo a desarrollar la huida de de Ben, no hubiese sido necesario introducir tantos actores. Pero la película no va de eso. Ni de persecuciones, ni de tiroteos.
Va sobre un pobre hombre, acusado de un crimen que no cometió que se involucra emocionalmente con una mujer del pueblo.
La parte buena es que esa interacción sí que funciona.
La química entre Fonda (un actorazo de primera) y Anne Baxter es emotiva y añade mucho interés a la trama.
Sólo por eso se salva.
He visto más de 20 películas de Siegel y esta es la más decepcionante. Tal vez es porque esperaba otra cosa.
En cualquier caso, no te desanimes de verla.
El western da para todo y esta ofrece una historia poco convencional con algunos buenos momentos de acción y geniales actuaciones.

Reparto interesante, director fetiche (al menos para mi) que tienes cosas buenas, y otras no tanto. Ésta se encuentra a medio camino entre unas y otras. Pero de todas las suyas se aprende.
La soledad del perdedor, de quien no tuvo muchas oportunidades, de aquel a quien todo le sale mal. Pero esta vez hace amigos y se convierte todo en una pelea entre dos bandas, los pistoleros del tren que han sembrado el mal en todo el territorio y los que se han organizado para combatirlo. Él no quiere, en realidad, formar parte de todo esto, pero no le queda más remedio. Se ha visto involucrado y no sabe cómo salir del atolladero.
Henry Fonda en un papel mas para él que lo ha sido todo en el cine, todo. Anne Baxter (por siempre Eva al desnudo), Michael Parks (el inolvidable proxeneta en Kill Bill II), Dan Duryea en uno de los papeles más sobrios que le recuerdo, y Sal Mineo que ya había perdido su juvenil facha, su descarada juventud, entre inocente e inconsciente.