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76 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Sufragistas (Suffragette), de Sarah Gavron, 2015.
En realidad, estaba pensando que todas las películas que describen la lucha por los derechos civiles que tanta sangre ha costado (lo cual se tiende a olvidar/despreciar, desde la comodidad de nuestra visión actual), son ante todo necesarias y difíciles de cuestionar, anteponiendo el fondo a cualquier análisis puramente cinematográfico, que puede ser hasta mal visto por banal (vamos, que cuesta afirmar que "El color púrpura" es una brasa notable, aunque lo sea). Así, lo que se recuerda de "Selma", por ejemplo, la película de Ava DuVernay del año pasado, es la brutal personalidad del Doctor King y los trascendentes hechos que acaecieron en el estado de Alabama, mucho más que la oportunidad perdida de nuevo para ofrecer la película definitiva sobre tan crucial personaje histórico. Algo parecido se podría decir de "12 años de esclavitud" de Steve McQueen, parece casi ofensivo ponerle algún pero dada la magnitud de la historia. Quizá por ello, supongo, con el paso de los meses, me acaba interesando más "Django", porque al ser todo tan descarnado y ante la consabida falta de escrúpulos de Tarantino, todo duele mucho más.

A lo que iba, "Sufragistas" es una película mucho más necesaria si cabe, porque trata unos hechos que apenas se han llevado al cine, y lo cierto es que el resultado es más que satisfactorio desde ese punto de vista; el filme conmueve y deja pinceladas muy convincentes sobre el Londres de la segunda década del Siglo XX, con una notable ambientación, el origen del sindicalismo, la explotación laboral y personal a la que eran sometidas las mujeres (todo ese cuadro costumbrista de la primera parte es excelente, con ese aroma dickensiano reminiscente del siglo anterior, drama infantil incluido) y en definitiva el caldo de cultivo para el origen del movimiento sufragista y de reivindicación de derechos de las mujeres. Claro, puestos a entrar en detalle, se podría hablar de que algún exceso de Sarah Gavron, una directora prácticamente principiante, con un abuso de primeros planos y una exagerada vibración de la cámara en las escenas de acción, quizá buscando un mayor barniz documental, llega a resultar un poco molesto. Pero a quién le importa (a mí al menos no), ante el evidente interés de la historia, creo que el objetivo está finalmente cumplido de sobra. Por supuesto que muy recomendable y sensacional Carey Mulligan.
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60 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Película necesaria, sencilla, dura y emotiva
Película más reciente de la directora británica Sarah Gavron, con un equipo mayoritariamente femenino, que basándose en hechos reales, retratan la situación social y política de las mujeres en Inglaterra en los inicios de la Primera Guerra Mundial. En los inicios del pasado siglo, ya se escuchaban levantamiento de las mujeres en el mundo, en donde habían muchas diferencias y estaban relegadas a un segundo plano, por eso se centraron en el derecho al voto, como la gran oportunidad de empezar a cambiar esa situación, y de esa ideología nace el movimiento de las Sufragistas. Como las protestas pacíficas fueron ignoradas por muchos años, se decidió hacer una protesta más visible y violenta, centrada en acciones que generaran impacto. Maud Watts, interpretada por una estupenda Carey Mulligan, en el mejor papel de su carrera hasta ahora, es el centro de esta historia, y junto con ella el espectador experimentará su propio cambio en la forma de pensar, de cómo pasa de ser otra de las miles de mujeres relegadas a trabajar en una fábrica por un pago mucho menor al de los hombres, a la de una abanderada del movimiento sufragista. La película, sin muchas pretensiones, me pareció muy correcta y muy bien hecha. La incluiría en este tipo de películas que salen cada año, que forman parte del “cine necesario”, películas necesarias y que hay que ver. Y que además tienen otra particularidad, que si bien sus ambiciones artísticas no son altas, su repertorio se centra en la historia, el argumento y sus interpretaciones. Acá la historia es sencilla, muy bien hilada, y su elenco femenino brilla, desde la ya mencionada Mulligan, hasta la siempre exquisita Helena Bonham Carter, es increíble como nunca se pasa y siempre es medida y perfecta en sus interpretaciones; y sin olvidar por supuesto a la gran Meryl Streep, que hace un papel muy pequeño, pero que resulta curioso que haga el de la cabeza del movimiento sufragista, años después de haber interpretado a Margaret Thatcher. En síntesis, es una película sencilla, pero a la vez fuerte, necesaria, dolorosa y emotiva. Muy recomendada para todas las mujeres, para conocer los esfuerzos y el drama de las mujeres de antaño en que hoy tengan el derecho al voto, y por supuesto a los hombres también, para que reconozcamos esa lucha y no se mire con desdén al movimiento feminista, que a pesar de los años y algunos cambios, aún se mantienen viejas costumbres.

http://frasesdecineparaelrecuerdo.blogspot.com.co/2015/11/frases-pelicula-suffragette-sarah-gavron.html
http://asbvirtualinfo.blogspot.com.co/
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53 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿Cómo hacerte oír cuándo no te escuchan?
¿Qué hacer cuándo te ignoran, cuando rechazan darte voz, cuando no tienes ningún derecho, cuando eres mujer y se espera que seas la sierva de tu marido, la sumisa silenciosa que cuida de la camada y te asignan un papel no ya secundario sino marginal e insignificante, cuando no puedes disponer ni de tu dinero, ni de tu vida para nada que no coincida con la voluntad del macho cancerbero? Y apenas ha pasado un siglo de todo el movimiento sufragista (concepto que se utilizó como insulto, como acusación, como censura pese a lo irreprochable de sus intenciones)… qué lejos y apolillado nos parece todo cuando aún hay tantas mujeres sin los mínimos derechos como seres humanos.

Estamos ante el retrato sobrecogedor y lúgubre de una época, lleno de angustia y frustración, infamante e hiriente, repleto de injusticias tácitas y de insensibilidad manifiesta. Es el contraste sangrante y amargo entre la tradición y la novedad que cuestiona las costumbres arraigadas, entre la lucha y el conformismo, entre la rebelión y la mansedumbre. Cinta necesaria porque solemos olvidar de dónde venimos, solemos ignorar cuán difícil y doloroso ha sido lograr unos derechos civiles que creemos naturales e irrevocables pero que tanta sangre, tanto desvelos, tanto sufrimiento ha sido necesario emplear para alcanzarlos. Olvidar es perder la perspectiva y correr el riesgo de caer en los mismos errores. Todo podría perderse como lágrimas en la lluvia.

Se ha optado por un enfoque afín al universo de Charles Dickens, es decir, se cargan las tintas sobre el drama, las fatigas, el doloroso camino de espinas, bordeando el folletín descarnado y enfatizando los recovecos más sombríos e ingratos del relato. Quizás semejante tremendismo desalentador haya sido real, pero en la ficción resulta algo sobrecargado y monocorde, falto de matices, demasiado monolítico y pétreo. Funciona, sí, pero pierde algo de capacidad de convicción por su falta de tonalidades, por su ensimismamiento fatalista y sin apenas resquicios para la esperanza en el ser humano y su talento para la regeneración y el cambio. Sin embargo, hay una habilidosa combinación de personajes reales y ficticios, de historias entrelazadas que reflejan el callejón sin salida en que se encuentran sus atribuladas protagonistas.

Es de justicia destacar el primoroso acabado de la cinta, desde su férreo guión, la envolvente música (del talentoso Alexandre Desplat, que cuando acierta es insuperable), de todas las actrices, pletóricas en sus respectivos cometidos (en especial, la algo ñoña e indigesta Carey Mulligan), de la ambientación y la dirección. Todo excelente y sin embargo, se queda por debajo de lo que quizás pudo ser. Eficaz y efectiva, sí, pero también tópica y simplista.
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42 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Hijas de la igualdad
Hay ocasiones, en que cuando se tocan ciertos temas, se cuenta de antemano con el apoyo de la audiencia. Sean injusticias sociales, genocidios, niños o animales maltratados… cualquier situación donde se luche por una circunstancia donde oprima a un ser humano, siempre el más indefenso va a contar con mi apoyo, supongo que me pasa como a la gran mayoría del público. Por último precisar, al menos para mí y aunque sea de paso, que esta injusticia, no debe defender ni la violencia o el asesinato, y desgraciadamente, también de paso, se pasa de puntillas sobre este punto en “Sufragistas”, que era un matiz en el que pudieron ahondar y que han desaprovechado.
La historia de las sufragistas es muy interesante y por eso esperaba, cuanto menos, que se le brindara el respeto que se debe. Y eso sí está. “Sufragistas” se nota que es un cariñoso tributo a esas mujeres y a una lucha que aún hoy no se ha terminado: la igualdad de los derechos. Es más, desde el inicio de esta crisis en el siglo XXI, esta clase de películas nos recuerdan, a hombres y a mujeres, lo que lucharon nuestros antepasados por sus derechos y, como nosotros, en pocos años en el terreno laboral por ejemplo, hemos renunciado a nuestros derechos, cagándonos en todos los esfuerzos y los logros conseguidos, aceptando condiciones que en ocasiones se adentran sin disimulo en el terreno de la estafa.
Por ello “Sufragistas” se enmarca (o se “autoenmarca”) en ese cine calificado por algunos como “necesario”, por el mero hecho que describen circunstancias que concienciarían hasta al bruto más ignorante. Pero contradictoriamente su objetivo se ha cumplido a medias. Creo que con todo el presupuesto y los medios que tenían podían haber conseguido un “canto” más rotundo, quedándose un correcto film con más intenciones que resultados.
Su dirección es correcta aunque impersonal, con escenas, como las de “acción”, que tienen demasiado movimiento de cámara, donde se marea en exceso al espectador, quizás para dar más la impresión de “nervio” sin conseguirlo, y, aunque el motivo hubiera sido camuflar las carencias de la producción, ya que si no hubiera sido una superproducción carísima que hubiera tenido que contar con miles de extras más, o ambientar medio Londres de la época, o sea, inviable, se podía haber solucionado de una manera más limpia. El guión desarrolla unos hechos que, sobre todo en su segunda mitad, no van acompañados de la progresión de sus personajes: se ve que las circunstancias externas acaparan toda la atención, obviando el proceso interno de sus personajes, siendo más evidente en el caso de Maud (Carey Mulligan).
Un puñado de estupendas actrices, a las que no se les puede achacar ni un pero, lidera el reparto, en la que sobresale la mencionada Mulligan y en el que el “cameo” de Meryl Streep suena a tongo, ya que su anunciada presencia en cartelera no llega ni a los cinco minutos, no pudiendo considerarse ni siquiera un papel de reparto, simplemente de estrella invitada. La parte masculina cumple aunque no a la misma altura, sus personajes tampoco lo facilitan. Desplat a la música, su vestuario o su modesta pero eficaz dirección artística son también dignos de mención.
Alejada de ese empaque que tanta fama y reconocimiento le ha dado al cine británico, optando por un sello más funcional, “Sufragistas” al menos queda como una película aleccionadora, que nunca termina por hacernos vibrar, pero que nos recuerda que el derecho al voto femenino se ha conseguido no hace mucho, para vergüenza de todos, y que en el siglo transcurrido hemos aprendido muy poco, quizás porque los prejuicios entonces existentes aún siguen presentes, aunque sea de forma velada.
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29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Relato de una lucha.
El movimiento sufragista en el Reino Unido llegó a un desencantó tal a causa de la indiferencia del resto de la población y sobre todo de legisladores y poderosos, que el siguiente paso parecía inevitable, hacerse notar a través de pequeños actos cada vez más radicalizados y violentos.

La película de Sarah Gavron narra esos momentos históricos desde el punto de vista de Maud (Carey Mulligan), un ama de casa que trabaja desde niña en una lavandería y que casi por casualidad se topa con el movimiento sufragista en un acto violento callejero, del que participa una compañera de trabajo.

A partir de ahí, más por convicción que por ser simple aliada del género, Maud irá involucrándose en el movimiento al lograr sacudirse la modorra bajo la que había sido educada, de ignorar todo acto de vileza en lo que simplemente antes no se paraba a pensar, plenamente consciente de la realidad, de que no hay más vuelta atrás y las consecuencias que vendrán.

La gran virtud de ‘Las sufragistas’ descansa en el gran trabajo de sus actrices, todas plenas y de gran vuelo, destacando una Helena Bonham-Carter que da tremendo soporte a Carey Mullligan, quien logra sostener el relato completo sobre su personaje y las diferentes etapas por las que transita.

Ambas actrices consiguen dotar de vida a una película por momentos demasiado académica y de manual, adornada con momentos saturados de melodrama que empantanan un film que debería ser más aguerrido, lo que resulta de poco riesgo, así como la jugada comercial de vender la película a través de Meryl Streep, quien en realidad interpreta a un personaje si bien importante, de escasa presencia en pantalla.

Pero de igual forma, la película de Gavron se erige como necesaria, como una muestra de que la sociedad ha cambiado bastante poco y seguimos siendo tan indiferentes antes ciertas injusticias y desigualdades.

http://tantocine.com/las-sufragistas-de-sarah-gavron/
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16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una visión bien planteada pero insuficiente.
No se puede negar que Sarah Gavron hace de "Sufragistas" una propuesta histórica que quiere explicar el origen del movimiento sufragista en Inglaterra a finales del XIX, principios de XX, pero lo hace escogiendo como protagonista a una simple trabajadora que no tuvo un papel real en ningún suceso porque es un personaje creado para esta película. Así que la visión que tenemos de la lucha por los derechos de la mujer llegan de la mano de una joven de clase baja -cuando el sufragistpo hunde sus raíces en la clase alta o medio alta- que defiende la acción más que el deseo de una lucha pacífica.
Una buena película pero insuficiente para entender el movimiento sufragista.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Falta de contexto
A pesar de su dureza, que la tiene, quizás está algo descontextualizada históricamente y, algunos de sus pasajes tocados con algo de frivolidad. Todo gira alrededor de la excelente interpretación de Carey Mulligan acompañada por una Helena Bonham Carter que, sin todo su trasfondo gótico ofrece dudas y una Meryl Streep en un papel brevísimo e intrascendente.

Uno se queda demasiado indiferente ante una trama que, con la temática sobre la que trata, debería tocar mas.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Sufriendo a las sufragistas
Londres, 1912, momento en el que el movimiento feminista se radicaliza en demanda del voto para la mujer.
Como película británica y de época tiene una factura muy correcta y lo cierto es que desde el punto de vista humano consigue tocarte, sobre todo Maud Watts (Carey Mulligan), con un personaje que despierta ternura instintiva. Ahora bien como ensayo histórico es impreciso y sesgado. Por ejemplo, las mujeres no podían votar pero hay que recordar que los que estaban en contra de este derecho no eran "hombres machistas" a granel sino señores y señoras de diferentes sensibilidades. En el fondo a la opinión pública le importaba muy poco el sufragismo porque, no digamos ellos, pero también ellas tenían otras prioridades más acuciantes: llegar a fin de mes, educación, sanidad o evitar que tu hombre te moliera a palos. Y las privilegiadas, clases altas y medias, pues ni siquiera esto les preocupaba pues vivían de un modo que era la envidia de casi todos y todas.

En general la izquierda, incluida la marxista o socialista, estaba en contra del sufragio femenino bajo el argumento de que dada su educación conservadora otorgarían el voto a la "reacción". Este argumento aún lo vivimos en España en 1931 y explica por qué en Francia el sufragio de la mujer no llegó hasta 1944, es decir, se retrasaba en el tiempo tanto más el régimen liberal se sintiera más inseguro. Por otro lado, la derecha no es que flipara con los derechos de la mujer pero tampoco estaba cerrada, ni mucho menos. De hecho la propia E. Pankhurst (Meryl Streep) acabó de diputada en el Partido Conservador, o incluso el Papa abogó por el sufragio femenino en 1919. En resumen y para contextualizar, los que se negaron a conceder el voto a la mujer en Inglaterra no fueron varones, sino varones del partido liberal, incluido su sector más radical con Lloyd George, ante la pasividad del Partido Laborista, bastante hostil a cualquier clase de reivindicación femenina.

Esto nos lleva a otro punto: el movimiento sufragista era esencialmente de clases medias pero no de obreras. Aquí hay una manipulación interesada de Sarah Gavron para mezclar la condición de la mujer, que era variable según las circunstancias, con la del trabajador/a, que sí era generalmente pésima, como si fueran dos problemas idénticos cuando no lo son. Porque de hecho había mujeres ricas, burguesas como pobres operarias y como es lógico no todas ellas por compartir la misma condición femenina defendían las mismas posturas. En países como Francia, Alemania o Italia el feminismo liberal se oponía radicalmente a cualquier petición de raíz social y en el Reino Unido se logró mantener esta unidad, más o menos, precisamente porque las demandas eran exclusivamente políticas. Traduciendo, a la mayoría de feministas les importaba un comino, si es que no estaban a favor, que a otras mujeres las explotaran de la peor manera posible en las fábricas o donde fuera.

Pero tampoco existía una única voz a favor de las mujeres, la WSPU, sino que también estaba, por ejemplo, la NUWSS de Millicent Fawcett que se oponía a las tácticas terroristas de las primeras. Y no es verdad que no les quedó más remedio que recurrir a la violencia porque las ignoraban. De hecho, sin su intervención ya se dieron avances vitales: en el ámbito local en 1912 las mujeres podían votar, ser alcaldesas y concejales, sin mencionar la ley de divorcio de 1857, la de control de sus ingresos y patrimonio de 1878 o su acceso a las universidades. Al final, la situación femenina era más ambigua: junto a variadas prohibiciones contaban con diversos privilegios, como por ejemplo, que no tuvieron que ir ni a la primera ni a la segunda guerra mundial, os recuerdo. En el fondo la inferioridad y dependencia femenina era más teórica que real y de hecho podía ser una fuente de ventajas a las que las mujeres se las ha obligado a renunciar en defensa de esa igualdad total de raíz liberal.
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25 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
'Conozco a las mujeres como usted...' Las mujeres luchadoras.
Quizás una de las mejores películas del año, porque te deja con ganas de más en menos de dos horas llenas de sentimiento. La historia que nos cuenta Sarah Gravon nos da una sensación extraña en el cuerpo, pensamos: ¿es esto real? ¿hemos pasado esto realmente en la historia? No hay derecho. La película te hace sentir algún que otro escalofrío mientras se proyecta. Las actrices son realmente maravillosas, al igual que el guión, escapando de lo que podría haber sido una película plagada de clichés. Si hay algo malo en la película son los constantes primeros planos, que quizás intente meternos más en la piel de la protagonista pero que, a mi parecer, no lo consigue del todo.

La historia que encarna Carey Mulligan, Maud, es una lucha contra lo establecido y lo que debería ser ‘normal’. Nos da a entender que las cosas pueden y deben cambiar a mejor, nos da ese deseo de rebeldía que llevamos dentro, genial ese mensaje aplicable a otras facetas de la vida. Basado en hechos reales, la acción se desarrolla en el siglo XX y se consigue una gran recreación de escenarios y de gentes, de su mentalidad y su personalidad bastante fiel. Los personajes están bien elaborados, aunque se eche en falta en algún momento la presencia de Meryl Streep para llevar a la culminación total de la obra. Helena Bonham Carter tiene quizás el mejor papel de la película, el de la enfermera que ayuda a que Maud se atreva a entrar en el mundo por la que es sometida, el mundo del pensamiento machista que se da en todas las condiciones de su vida y por la que es esclava, y que está dispuesta a darlo todo por sus derechos. En cuanto al papel de los hombres, son crueles y sin escrúpulos, harían falta más como el marido de Edith New, también hoy día.

En la forma del filmar no estoy del todo de acuerdo, debido a los movimientos en primer plano que hace la cámara en determinados momentos y que puede llegar a cansar al espectador. Todo lo demás está genial, visualmente impecable, una película que se propone contarnos una historia verdadera y de superación: ‘de como hay que pasar al mundo de la guerra, que es el único que entienden los hombres.’

https://contarhasta10.wordpress.com/
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14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Lamentable...
Infumable bodrio. El tema que en teoría daba para ser un informativo y veraz documental sobre el largo recorrido de las mujeres británicas en búsqueda del derecho al voto y por ende a tener los mismos derechos que los hombres resulta ser un drama tan convencional que cae en el aburrimiento muy rápidamente.

Lo peor de todo es que no logran llegar al espectador, infundirles sentimientos y emociones, todo lo ocurrido es muy lineal y el desarrollo es plano. En cuento al elenco: Carey Mulligan muy mediocre como protagonista, Helena Bonham Carter en uno de sus peores papeles y Meryl Streep tan sobrevalorada y ridícula con aquella imitación de acento inglés. No entiendo por qué la historia se esfuerza en centrarse en la personaje de Carey Mulligan, siendo que no aporta nada en la historia, en vez de enfocarse en aquella mujer que con su suicidio consiguió obtener la atención del mundo entero y sobretodo la concientización de género.
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13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Acciones, no palabras
Así como el año anterior se presentó la película sobre lucha de derechos civiles “Selma”, este es el año de “Sufragistas”, filme que se ubica en los albores de la I Guerra Mundial para representar la lucha por el derecho al voto de las mujeres. Sin duda, tanto su tema como la época en la que se encuentra, avivan las expectativas de cara a una situación obscura de la humanidad.
Mientras las sufragistas apenas se organizaban y se hacían ver, Maud Watts (Mulligan) observa de reojo los bruscos movimientos de estas mujeres sin tomar partido dentro de la situación, por miedo al ambiente pesado que se genera en contra de ellas. Sin embargo, pequeños giros comienzan a cambiar su parecer al punto de involucrarse de lleno por la causa.
Lo que más llama la atención es el tratamiento que recibe la historia a lo largo de sus diferentes transiciones, donde busca huir de clichés y sentimentalismo barato en todo momento. Esto se logra dar por un tono documentalista y por mostrar su personaje principal más humana y desligada del clímax. Cabe destacar la evolución de dicha protagonista, donde se evalúan diferentes estados de ánimo de acuerdo a los sucesos que agobian su evolución.
Aunque posee buen ritmo y una ambientación fidedigna, hay que hablar sobre algunos desaciertos, como el manejo de la cámara. El movimiento ayuda a mantenerse sobria ante escenas “lacrimógenas”, pero en otras simplemente entorpece la acción. Asimismo, se siente un sobre cargo publicitario al nombre de Meryl Streep cuyo personaje no es de peso como las demás mujeres.
No obstante, desde su organización, el filme cuenta con respaldo femenino incluyendo a su directora Sarah Gavron y su guionista Abi Morgan. Además de contar con un reparto femenino de gran calidad, encabezado por una inmejorable Carey Mulligan, sin restarle valor a las actuaciones masculinas.
Una película que vale la pena recomendar.

Calificación: 8 (Muy buena - Recomendable)
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12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Carente de energía
¡Qué decepción la película de "Las Sufragistas"!... Aunque está basada en una historia real, esta parece sacada de un contexto de fantasía... No hay acción, emoción, ni sororidad, ni heroínas... Todo es un drama silenciado, amordazado, y muy "politícamente correcto" de la lucha de las mujeres por sus derechos.... La película aporta alguna idea; pero está carente de energía, de impulso, de motivación... Otro engaño del marketing en "Los tiempos del cambio"...
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Grandes interpretaciones en una peli que transmite la frustración de una situación injusta
Después de un par de fiascos por fin una buena peli, Sufragistas, sobre el movimiento nacido en Inglaterra que luchaba para conseguir el voto para la mujer en una época en la que solo estaban destinadas a tener hijos y traer cuatro perras a casa. Un grupo de mujeres irán más allá de las palabras para defender sus ideas. Muy bien planteada transmite la frustración y las penurias y vejaciones a las que se ven sometidas estas mujeres que luchan por algo que nos parece más que justo hoy en día. Sobria y bien llevada en su forma contiene unas interpretaciones llenas de pasión y fuerza. Carey Mulligan hace un papelón y Helena Bonham Carter está bastante comedida para lo que suele ser habitual en ella. Lo que sí es gracioso es el boom que se ha dado a Meryl Streep en esta peli cuando apenas sale en una secuencia. Una ambientación muy correcta de la época y una fotografía acorde y natural de la luz gris de Londres. Una peli dura y emocionante a la vez que consigue provocarnos sensaciones indignantes y vergonzosas por las situaciones que vemos en ella. Si algo se le puede echar en cara es el no abrir mucho los planos centrándose en la potencia de sus personajes. Cuando amplía los planos y nos muestra la carrera de caballos, por ejemplo, gana mucho el retrato social de la época.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
CORRECCIÓN POLÍTICA
Creo que esta película no está a la altura de las circunstancias de lo que el movimiento sufragista supuso a nivel histórico en el primer tramo del siglo XX. Sarah Gavron, su realizadora, firma esta complaciente recreación, siguiendo el canon y la norma de estilo habituales en las producciones surgidas de la BBC.
No son atributos para nada malos o incorrectos, pero sí que resultan escasos ante el tamaño objetivo que emprendieron numerosas mujeres de la clase trabajadora.
Gavron presenta una incapacidad para ser contundente, creando un film ideal para los tiempos que vivimos de excesiva corrección política. A esta clase de historias le hace falta la misma llama que levantó films como “Michael Collin” o “En el nombre del padre”; historias que logran calar en lo más hondo, siendo recordadas todavía tras más de dos décadas desde su estreno.
Aún así Carey Mulligan construye una estupenda protagonista. Maud es una mujer trabajadora, condenada a una lavandería que vela muy poco por la seguridad y la salud laboral. Unos tiempos en los que los hombres dominaban al mundo, jugando a ser políticos y grandes estadistas.
Mucho se logró en aquella época, pero a juzgar por el deterioro del valor del voto y de nuestras instituciones, todo parece regresar a esas calles grises y burócratas del Londres post victoriano.
Por ello la película no entra en ningún momento a crear lazos con la actualidad. Un mundo que necesita volver a creer en los líderes y en las grandes hazañas sociales. En definitiva, una sociedad adormecida y con poca perspectiva de futuro.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Hechos reales que no me han llegado a conquistar
Con sufragistas, me he encontrado con un problema y es que está bien contada y desarrollada la historia de las mujeres que lucharon contra todo por conseguir dar fuerza y voto al pensamiento de las mujeres, pero por el camino los responsables de la película han optado por lo correcto y falto de sentimiento.
Todo rodeado de una ambientación fría y distante, haciendo que todo se desarrolle siguiendo lo establecido en los esquemas de la historia, pero me ha faltado sentir algo de verdad. Por muy buenas intérpretes de renombre que tiene la película, no me han conseguido cautivar ni emocionar.
Está bien contada la historia, pero no me ha llegado a dejar satisfecho. Todo muy bien, con una historia que necesita ser recordada, pero que le falta chispa para llegar al corazón.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
VOTES FOR WOMEN!
Esta es mi primera crítica y va a ser de todo menos objetiva.

Si tuviera que definir esta película con una palabra diría que es "necesaria".

Necesaria porque mucha gente se piensa que las mujeres siempre hemos tenido los derechos que tenemos ahora o que aparecieron por arte de magia.
Necesaria porque aún hay países donde las mujeres no pueden votar por el mero hecho de serlo. Y a veces se nos olvida que en España tenemos ese derecho desde hace poco más de 80 años.
Necesaria porque es una manera de recordar a esas mujeres que lo dieron todo para que nosotras pudiéramos estar al mismo nivel que los hombres (aunque aún hay mucho camino por hacer)
Necesaria porque encuentras los mismos argumentos con los que se descalificaba la lucha de estas mujeres en boca de muchas personas que despotrican sobre el movimiento feminista actual.
Necesaria porque Carey Mulligan y Helena Bonham Carter te emocionan en cada escena. Y qué decir de Meryl Streep... solo le hacen falta dos frases para comerse la pantalla.
Necesaria por este diálogo (parafraseado):
- Usted tampoco tiene derecho a ver como golpean a un grupo de mujeres en una plaza, y no hacer nada. Rompemos ventanas, quemamos cosas porque los hombres solo entienden de guerras.
- Lo único que podemos hacer es detenerlas.
- Después de todo somos la mitad de la población mundial. No podrá detenernos a todas.
Necesaria porque hacía tiempo que no lloraba tanto con una película.
Necesaria porque sí.
Necesaria porque WE WILL WIN!
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7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
No subestimes el poder de las mujeres....
Es curioso leer las críticas profesionales y estar de acuerdo con todas ellas. Es un film que te escupe a la cara la vergüenza, la película es de un tono sincero, duro y emocionante. Que es necesaria sin duda... Pero bueno no escribo las críticas de los demas.Gavron aquí un film sencillo, Con unos personajes poderosos y grandes momentos y como sabe sacar provecho de Meryl Streep con su breve aparición. Carey Mulligan está soberbia, pero su personaje va creciendo según avanza el film. Algunos pueden pensar que empieza dubitativa. No es cierto. Es el personaje. Hubo muchas mujeres así como ella representa. Es necesario ver este tipo de historias que no buscan el beneplácito de la crítica y público aunque viendo las otras críticas están son positivas. Así que todos contentos.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El voto femenino
El fin de semana de las Elecciones Generales en España se estrenaba "Sufragistas" en las salas de cine (tal vez algo deliberado). Una película enfocada desde la cruda y trágica lucha que sufrieron las mujeres británicas sufragistas en los albores de la Primera Guerra Mundial.

El reflejo de la situación tan anulada, tan gris, tan vacía de las mujeres esclavas nos hace reflexionar sobre dónde estábamos y a dónde hemos llegado (y a dónde hemos de llegar). Mujeres esclavas de sí mismas, de la sociedad, de los hombres, de sus maridos, de sus trabajos, de sus hijos, de su destino ineludible. Es escalofriante y rompedor el pensar que millones de mujeres en todo el mundo han vivido así sus vidas y, por desgracia, siguen viviéndola.

El film es como un nudo ahogado en la garganta que encoge el corazón. Tal vez no es brillante, no es una gran obra maestra como se predicaba, pero es tan importante y vital que sea vista y que sea comprendida, es tan importante para nuestra sociedad y nuestro conocimiento, esta rememoración del pasado, que es como una bofetada real y cruda.

El tono cenizo y apagado de extiende por las calles de un Londres sumido en la penuria. En sus callejones, en sus sombras, un grupo de mujeres trabajadoras y hartas de su realidad, luchan por los derechos que el Gobierno, que el mundo, se empeña en negarles. El drama está servido, pero también la crudeza de la valentía y del coraje que brilla en la mirada, una mirada empañada por todo lo que hay que sacrificar en el camino de la lucha.

Tenaz, realista, ahogante, "Sufragistas" es una de estas películas sobre la historia de las personas que deben ser vistas.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Valor y dignidad
Sufragistas

Cito de memoria: "Yo no soy menos que usted señor y lucho por tener sus mismos derechos". Maud Watts

Vuelvo a ver una película de manufactura inglesa que siempre es garantía de un cine serio y bien realizado. En "Sufragistas" la directora, Sarah Gavron, de la que no tengo conciencia de haber visto nada, nos cuenta la historia de Maud Watts, una mujer valiente de clase humilde, humillada y explotada, que luchó hasta sus últimas consecuencias por el derecho al voto de todas sus compañeras en la Inglaterra de principios del siglo pasado.
La responsabilidad de dar vida a este extraordinario personaje recae sobre la siempre admirable Carey Mulligan, magnífica actriz a la que ya hemos visto con anterioridad en películas como "Orgullo y prejuicio", "Enemigos públicos" o "Drive", entre otras. Seguimos con emoción la peripecia de esta bella actriz durante el desarrollo de la trama porque nos transmite veracidad, y aunque resulte evidente la crudeza, en ocasiones insoportable, del calvario por el que atraviesa, su directora ejecuta un elegante y comedido trabajo sin recurrir a maniqueísmos que masajeen la sensibilidad del espectador.
Lógicamente, por razón de su argumento, la cinta es interpretada básicamente por mujeres pero cabe destacar la soberbia presencia del exuberante dublinés Brendan Gleeson al que tuvimos la oportunidad de admirar en "Calvary" no hace mucho.
Sorprende la estupenda ambientación de la época y la fluidez de un guión que no desfallece un solo instante manteniendo su conmovedor dramatismo hasta el final.
Sirva esta película de necesario homenaje a la dignidad y valor de aquellas mujeres, en su mayoría de clase proletaria, indefensas, marginadas, cuando no expulsadas de sus trabajos, repudiadas por su propia familia y maridos, despojadas de sus hijos y ridiculizadas no solo por los hombres sino también por la mayoría de su propio género. Y para que las nuevas generaciones no olviden sobre qué bases de dolor y sacrificio se cimentaron los derechos que hoy nos parecen irrelevantes.

Emilio Castelló Barreneche
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La pelea dignifica
Un sentido alegato reivindicatorio en la Inglaterra de 1912 es llevado a cabo por un equipo femenino (directora, guionista, productoras, actrices protagónicas, vestuaristas, etcétera) con pulso firme en esta película. Historia de lucha y combate, que se radicaliza cuando los resultados demoran en llegar y, tal vez, el derecho al voto de las mujeres es la excusa (o la bandera) para que un grupo creciente de militantes vayan adoptando tácticas más violentas, casi emparentadas con el anarquismo de principio del Siglo XX.

Es claro que para aquellos que pretendemos abrazar las causas populares y la defensa de los derechos, un drama como este casi de inmediato nos pone de su lado y puede hacernos bajar la guardia de la crítica honesta sobre una obra. Pero hay que reconocer que es una muy digna realización en casi todos los rubros técnicos y artísticos, con excelente actuaciones y gran ambientación de época.

El único detalle que para mi apreciación le restó puntos, es la decisión estética —vaya a saberse si obedeció a darle un tono documental o quién sabe qué— de rodar el 100% del metraje con cámara en mano, sin el uso de trípode ni "steady-cams", lo que resultó en un temblequeo permanente que, por momentos, es mareante. Salvando este detalle creo que es una película para disfrutar y reflexionar.
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