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40 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Esta mañana, me he levantado... y he descubierto al invasor.
El americano con sombrero. Los paisanos con boina. La chica guapa para el americano. Famosa novela romántica del premio Nobel que como puede suponerse, está llena de tópicos, y más pintando los españoles que somos tan característicos. Yo creo que en realidad es envidia que nos tienen, pero Ernest Hemingway, no, Ernest nos tenía admiración y le atraía España. Y el argumento es una misión para el americano de las Brigadas Internacionales. El héroe americano en un ambiente de romanticismo de los que gustaba a la generación perdida.

Hemingway ejerció de periodista en la retaguardia durante la IGM. Fue un gran escritor y sus novelas buscan la aventura que ofrecían aquellos escenarios de batallas entre las montañas y, desde luego, el tema de la Guerra Civil española tenía muchas posibilidades.

Y ahí se centra el argumento: una historia de amor que narrada literariamente o en mente pudo ser potencialmente emocionante debido a un escenario en peligro continuo. Las escenas entre los protagonistas son buenas, sensibles. La acción bélica, necesaria, se apoya a veces en el recurrido decorado. Queda el romance de la pareja muy por encima de los detalles bélicos, aunque no está mal el tratamiento de ambos bandos, el estilo y el ritmo.

Los nacionales no son presentados, es el enemigo declarado, se agradece que no haya maldad gratuita, bastante pena da ya una guerra fratricida estúpidamente agarrados a las dos posiciones totalitaristas internacionales. Hay un republicano que no reconoce con seguridad a uno de su mismo pueblo. Algo difícil de creer en este país (y en aquellos tiempos, menos), yo no me lo creo; le tenía que haber llamado por el mote, como se conocen entre los paisanos de un pueblo. Incluso hoy día en los pueblos casi todos son familia más o menos lejana.

Lo principal: la historia de amor, que gracias a lo guapa que está Ingrid y a la bonita fotografía, no está mal; un amor en el marco de una guerra que atrajo a muchos países, y de la que se dice fue el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
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27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena, pero no tan lejos
Entiendo que a los españoles esta película nos ponga. Es lo suyo.

Estuvo prohibida aquí porque se atrevió con lo que casi nadie por ahí fuera se atrevía pues, seamos sinceros, tampoco importaba un comino. España era un país marginal y poco interesante tras haberse borrado de la Segunda Guerra Mundial y andar sumido en el subdesarrollo. No pesaba ni económica ni políticamente y además Franco estaba aún en la época dura de su gobierno y no quería turistas, ni dólares, ni intromisiones. Pero Hemingway anduvo por aquí, pateó camino, se enamoró de esto y se puso a escribirlo. Muchos tuvieron que esperar el final de la dictadura para verla en una pantalla grande y eso ha ayudado mucho a acrecentar su fama entre la crítica española.

Del buen Ernest prefiero el anecdotario taurino de "Muerte en la tarde" porque me parece más inspirado, pero esta novela le quedó muy bien, apañadita, sugerente y además fue un superventas que a muchos guiris les ayudó en la tarea de aprender a colocar nuestro país en un mapa. Y, claro, se hizo la inevitable película... Una peli correcta que ni resulta bien solo como película de guerra, ni buena solo como película de amor, pero cuyo conjunto es digno, con buenos momentos, pero sin excesos.

De hecho, si no te dejas arrastrar por la siempre agradable imaginería del maquis acabas por pensar que has visto una buena película, muy profesional y realizada con oficio, pero en la que todo es redundante. Hasta el color parduzco y constante termina por resultar monótono... Quizá, porque me produce cierta gracia lo tonto -incluso banal- que resulta, cabría entresacar el momento en el que "el sordo" ametralla a ese capitán tarugo que sube por entre las peñas irracionalmente gritando aquello de "¡disparadme cobardes!". También el papel de la gitana. Colosal esta señora de principio a fin y en buena medida sostiene la atención sobre el argumento ella sola.

El problema es que se supone que todo lo que se cuenta es muy emocionante, pero está narrado con poca emoción, de manera muy artificiosa y con un concepto de la acción muy escenográfico. Demasiado teatral. Hasta la historia de amor entre la Bergman y el Cooper te hastía a causa de esas escenas estiradísimas, con diálogos longilíneos que parecen no terminar jamás e interminables sucesiones de primerísimos planos de la Ingrid... Que sí, que enamoraba a la cámara y era guapísima, pero domínese señor Wood. Y Gary, que casi siempre está muy bien, aquí está extraordinariamente mal. Inexpresivo en exceso y dedicado a aprovechar palmito y presencia, que de eso sí tenía y le bastaba para ocupar pantalla y cubrir expediente.

Un clásico que hay que ver, tener y revisionar (especialmente si eres español, te gusta Hemingway o ambas cosas) pero, en última instancia y esta es la peor baza en su contra, resulta demasiado larga de forma injustificada pues lo que ocurre se cuenta en cien minutitos sin problema alguno, a pesar de que en la sala de montaje perdieran la cabeza por completo.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Romance a la americana en la Sierra de Guadarrama (6.7)
¡Madre mía cómo está el profesorado en España –suponiendo que "paco" sea quien dice ser–! Como muy bien ha replicado el usuario "Yonko", este "quién" lleva acento ortográfico por una razón muy sencilla: se trata de un pronombre interrogativo. Eso queda clarísimo si observamos la oración de la que se extrae el título: "La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS: doblan por ti". Para que este pronombre tenga carácter interrogativo no es necesario encerrar la oración entre signos de interrogación, eso debería saberlo un profesor de lengua. También debería saber que la primera letra de los nombres y apellidos se escribe con mayúscula –Ava Gardner no es una excepción–.
Lo mejor es no pasarse de pejiguero porque todos nos equivocamos.

Puedo hablar de la película, claro, si no, no habría "colgado" esta crítica.
La música y la dirección caen en los tópicos, pero de caer en ellos es mejor hacerlo así, con elegancia y sentido del espectáculo. Si te llega a molestar esto, no cometas el error de confundir la película con la novela, de dejarte llevar por los impulsos y escribir en algún lugar cosas como que Hemingway no tenía ni idea de la guerra civil española –por si no lo sabían ustedes, fue corresponsal de guerra en Madrid y esta historia está basada en hechos reales–. Aunque a mí me parece que la mayoría de los españoles somos muy hipócritas, pues vemos, sin tener información de primera mano en la mayoría de los casos, a todos los americanos como unos patrioteros asquerosos, a los franceses como unos egocéntricos, a los alemanes como unas máquinas eficientes...; digo yo que habrá de todo en cada lugar.
La historia de amor entre el atractivo Cooper y la diosa Bergman cobra mucho protagonismo, llegando a empalagar en un par de ocasiones –si su novia es aficionada al género, seguramente le encantará; ¿veis?, otra vez los tópicos–. Pero en general la pasión se desmarca de lo que era común en este tipo de cine y nos muestra inseguridades y traumas en los dos amantes. Se agradece que la mujer sea tan dominante como el hombre –bueno, en el caso de Katina Paxinou es que es directamente la jefa–. Aparte del romanticismo, hay momentos de gran tensión gracias a la sombra de la traición y a un par de tiroteos bien resueltos para la época.
Técnicamente se logra reflejar un escenario nevado muy épico que se alterna bruscamente con lugares oscuros casi oníricos. Se notan los trucajes, pero yo nunca hubiera dicho que fuera una producción del 43, sino posterior.
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30 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Hemingway
Dentro de la historia que nos heredó Ernest Hemingway hay que aceptar que una vez llevada al cine nos quedó a deber y sobre todo con gran resentimiento por la apática interpretación de Gary Cooper. Tal vez este señor le quiso dar un aire como pétreo, como de indiferencia al personaje del americano Robert Jordan, pero siento que Gary flojea mucho y contrasta con la esmerada actuación de Ingrid Bergman quien si nos entrega una mujer muy enamorada dentro del marco de un amor interrumpido por la guerra.
Posdata: el mexicano Arturo de Córdova bien en su papel.
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30 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuando dispares no pienses que es un hombre, piensa que es un objetivo
Después de leer las sorprendentemene pocas críticas de esta película (menos que "Conejita en el campus", algo significativo) y dejando atrás la polémica sobre los acentos, daré mi opinión.

Se trata de una película de gran valor histórico, además de por su año de rodaje (1942-43) como es evidente, también por ser rodada al poco tiempo de acabar la Guerra y por basarse en la novela de Hemingway, quien también participó en el guión de la película. Además hay que recordar que vivió la Guerra Civil en primera persona como reportero de guerra, algo que ninguna de las numerosas películas españolas que se ruedan ahora sobre nuestra Guerra tienen la suerte de poder contar, esto es, alguien que la viviera al pie del cañón, y no se base en prejuicios morales sobre lo que ha leído o sobre lo que le han contando de la Guerra. Puede gustar o no, pero es muy interesante para conocer la reciente historia de España.. Quizá por eso, las pocas críticas y los pocos comentarios sobre esta película, si fuera sobre la historia de Estados Unidos no me cabe duda de que tendría más. También destaca por rodarse en mitad de la Segunda Guerra Mundial, con lo que ello suponía, por lo tanto para un historiador esta película es una joya en bruto.

Al parecer, el personaje de Robert Jordan se inspiró un judío americano de las Brigadas Internacionales que formaba parte de un grupo de saboteadores, dirigido por un militar ruso, Ilia Starinov, quien participó en la Guerra a favor de la República y del que Hemingway cogió las cualidades militares para su personajes ("Memorias de un saboteador")

Dada la censura franquista, estuvo prohibida en España hasta el final de la dictadura, y como podéis imaginar no se rodó en la Sierra de Gredos, donde se sitúa la historia, sino en Sierra Nevada, California, lo cual la verdad que entre los pocos medios para las escenas de acción y ese incoveniente geográfico-espacial, unido a lo poco "españoles" que parecen los personajes (en especial las mujeres), le resta un poco de credibilidad.

En cuanto a la historia, se crítica mucho el exceso de romanticismo o el amor ñoño, y es verdad, pero qué queréis? Bastante que los americanos hacen una película sobre nuestra Historia, pues ya que ponen la pasta, estiran al máximo la historia de amor para que sea atractiva de ver no sólo al público español, sino a todo el mundo, y bueno así consiguieron asegurarse un final épico, muy común por esos tiempos, 9 nominaciones y un Óscar. Aparte de que pueda resultar un poco larga y de los excesivos primeros planos de la Bergman para resaltar su supuesta inocencia, la película está rodada de forma impecable, con una cuidada fotografía y una acertada banda sonora. ¿La interpretación de Cooper muy fría? Pues no sé, no creo que sea casualidad, Hemingway estuvo en el rodaje y eran amigos, supongo que él se imaginaba a su personaje así de frío, otras personas se lo imaginarían más temperamental. Para gustos los colores.
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18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La guerra de Gary Cooper
Qué bochorno. Qué perplejidad me ha despertado «Por quién doblan las campanas», cinta de 1943 que no es que haya envejecido, es que ya era vieja de antes. Jocosamente diré que bien por la censura de la época, que comprendió que una película donde los españoles aparecemos como achaparrados, de piel cenicienta y con el cartel de estamos-en-el-siglo-veinte-y-somos-bandoleros, no podía proyectarse en España.

Se podrá imaginar que el contraste con Gary Cooper es delictivo, tan alto, tan limpito aunque se encuentre en la sierra y no se lave, con esos ojos verdes que brillan en cada primer plano, ese cuerpo de elegancia desmesurada y, encima, todo un caballero. Cooper sí que está hecho un matador. De su Roberto casi que no se puede decir nada, solo que lucha por la República y se enamora locamente de una española con la nariz de Ingrid Bergman. Tengo la impresión de que a la Bergma tratan de disimularle el sueco bronceándole la cara, pero ya que han elegido a una belleza para interpretar a una compatriota, no me quejaré demasiado.

Sí me quejo del personaje, de María, una pobre muchacha víctima de la brutalidad de unos soldados enemigos; la brutalidad no es cortarle el pelo, que vaya drama con la barbería, sino lo que viene después. Lo siento de veras por su trasfondo trágico, pero es que María es inaguantable, malamente melosa, estoy por decir que sobreactuada, repipi, humillada ante el macho y sin dignidad; vamos, que no se soporta, quizá porque es un personaje propagandístico, insulso, bobalicón, pasivo en el peor sentido de la palabra. Y no diré que dan ganas de tirarla por el barranco porque vista la masacre republicana (inspirada en hechos reales) que Pablo y sus hordas de luchadores por la libertad cometen, no es para tomarse a broma la expresión. Me pregunto si a Hemingway le pareció heroico.

La historia gira en torno a una misión para explotar un puente, que luego derivará hacia no sé qué. No es un decir, de verdad que no lo sé, pero es que asimilar las esperpénticas escenas militares, el insoportable amorío y los diálogos reiterativos («eres un borracho»...), supone demasiado esfuerzo.

Bastante muermo aunque muy graciosa, si sabes reírte.
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19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Tampoco es para tanto
Yo he visto esta película porque tengo que hecr un trabajo sobre la Guerra Civil y mi profesor me la recomendó. Todo el mundo al que he preguntado me ha dicho que era una película maravillosa y que me iba a encantar.

Sinceramente, tampoco es para tanto. Incluso se me ha llegado a hacer larga y pesada. Con una hora menos, el argumento no hubiese cambiado y la película sería bastante más interesante.

Hay gente que me ha dicho que la película vale la pena por ver a Gary Cooper. Yo, sintiéndolo mucho, soy de unas cuantas generaciones posteriores y ese hombre no surge en mi ningún efecrto.

Estoy segura de que la novela es estupenda, pero como película poco vale. Creo que la Guerra Civil se ve representada bastante mejor a traves de otras palículas
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17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La masacre de Ronda, contada entre risas
Leí una vez que la Guerra Civil Española es aquella sobre la que más se ha escrito en todo el mundo. No sé si es cierto pero lo que sí es indiscutible que galvanizó a la opinión pública occidental como muy pocas han hecho. En esta marea ideológica se embarco el norteamericano Ernest Hemingway, que estuvo de corresponsal de guerra en nuestro país, fruto de lo cual publicó una de sus novelas más famosas, "Por quién doblan las campanas", cuya inmediata transformación en película estamos comentando. El tipo ensalzó al bando republicano si bien con la ingenuidad típica en sus conciudadanos, pero en el fondo fue uno de aquellos intelectuales que Stalin definió como "compañeros de viaje": progresistas sensibles a la propaganda roja a los que una vez usados podían ser eliminados. Dada la imagen romántica del enemigo y el relato de las iniquidades nacionales, es normal que el régimen de Franco la censurara de tal modo que sólo pudo verse ya en 1978. Eso sí, ni en la Guerra Civil ni en la Mundial hubo una lucha entre el fascismo y las democracias, sino en el primer caso fue de revolucionarios y contrarrevolucionarios, y en el segundo, de fascistas y antifascistas. De hecho las democracias estuvieron mucho más con las segundas opciones en ambos casos.

Cinematográficamente la película es mala sin paliativos. Empieza de forma surrealista, continúa desvariando y termina con una saturación de azúcar. Mientras tanto, me pregunto qué les pasa a este grupo que no sé si bandoleros reconvertidos o guerrilleros republicanos. Vaya tensión rebuscada, vaya escenas tontas, la de del capitán nacional, y vaya diálogos del tipo "soy fea". "No, no lo eres". Lo peor es que se respira una falsedad de cartón piedra con tanto actor maquillado, parlamentos y suecas rubias como española de pura cepa. Pero si hay hasta un gitano de maqui pero vestido del Tío Pepe. Encima, qué pesados están los enamorados, especialmente ella que está de un arrastrado odioso. Supongo que como es progre es lo que se espera. María (Ingrid Bergman), la Pelona, Robert Jordan (Gary Cooper), en plan Indiana Jones, y Pilar (Katina Paxinou), trasunto de Agustina de Aragón, son los supuestos héroes de este relato de trama tan superflua como incomprensible. Al menos algo bueno se saca. La estremecedora matanza en un pueblo está basada en un suceso real que desconocía, aquel en el que los republicanos en 1936 despeñaron a centenares de vecinos derechistas de Ronda, puede que a 500, sistema de asesinar, por cierto, con una larga tradición en el liberalismo español.
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25 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Notable adaptación de la obra de Hemingway
Me leí hace cosa de dos meses la obra con la que Hemingway alcanzó, con toda probabilidad, su cima como escritor. Una auténtica obra de arte que le catapultó al éxito. La película no es ni mucho menos de la misma factura, pero aún así, y viendo las adaptaciones de libros que se hacen últimamente (El capitán Alatriste y el Codigo Da Vinci, sin ir más lejos), puedo afirmar que estamos ante una gran adaptación a la gran pantalla del best seller de Hemingway.
Posiblemente el romance entre un Gary Cooper que se limita a cumplir con su papel y una Ingrid Bergman radiante, que llena la pantalla con su sonrisa, sea un poco acelerado y por momentos empalagoso. Pero refleja a la perfección, como el resto de la película, lo que se puede leer, con mayor lujo de detalles, en la obra literaria.
No se si esta película está sobrevalorada, creo que no. Es más, creo que los que piensan eso es porque confunden esa valoración con la del libro. No hay más que ver cuantas personas han votado a esta película (no llega a 400). Si estuviera sobrevalorada posiblemente tendría cerca de 10.000 votos. En fin, para mi es una más que notable adaptación del retrato que Hemingway pintó de la guerra civil española.
Por último me gustaría hacerle una puntualización a Guille, el chico que deja su opinión antes de la mía. Hemingway estuvo como corresponsal para una agencia americana de noticias en la guerra civil. Sus crónicas y reportajes sobre el combate español fueron las más seguidas en EEUU (un país en el que por regla general suelen pasar bastante de lo que pasa fuera de sus fronteras) y son parte importante de la historia del periodismo. Decir que Hemingway no sabe nada de la guerra civil española es como decir que Jon Sistiaga no sabe nada de la guerra de Irak, o Pérez-Reverte no sabe nada sobre la guerra de los Balcanes. En fin, es decir una gran tontería.
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15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
UNA DISECCION DE LOS SURCOS DEL ALMA HISPANA
Película para reflexiones, especialmente si nos movemos por esta piel de toro de nuestras entretelas. Película de las dos Españas pero con tanques en lugar de panderetas y rapados al cero en vez de sacristías. Y en el lugar del poeta: Hemingway, recordándonos que las campanas doblan por todos nosotros, los que estaban y ya no están, los que no estaban pero siguen estando.

Cinematográficamente no estamos ante la película perfecta. La imaginería hispana siempre fue difícil de imitar. Los rostros que curte el sol no son sustituibles por capas de ceniciento maquillaje. La belleza de nuestras mujeres no se ajusta a cánones nórdicos. Nuestros gitanos no son tanto de Hungría como de esos “Somorrostros” que parieron a Carmen Amaya. Pero el film es un retrato en sepia, deformado para unos, incompleto para otros… Para mí, un pedazo de historia tan imposible de enterrar como de desenterrar.

Aquí se habla de cine e Ingrid Bergman es cine, más juventud, más belleza, más buen hacer. ¿Qué decir de Gary Cooper? La Bergman lo eclipsa y se lo come con papas y ello no desmerece su categoría como actor, todo lo contrario, lo que sucede es que Ingrid era mucha Ingrid. Si a eso le añadimos actores geniales del fuste de Joseph Calleja, Akim Tamiroff y en especial de Katina Paxinou (a punto de comerse a la sueca), pues estamos ante un buen trabajo de Sam Wood, donde la estrategia militar, voladura de puente incluida, es la escusa para un relato no oficial de un momento histórico-político reciente así como para la disección profunda de ese alma hispana con más surcos que los que el arado deja en la tierra.

Visualmente hermosa, con esos paisajes montañosos nevados y esos cielos de azul espectacular, la película consigue buenos momentos de notable tensión, en especial en sus escenas finales. Algo (bastante) excesiva en metraje, quizás por la complejidad de nuestra condición, la película no dejará indiferente a nadie, lo cual es absolutamente positivo. La historia de nuestro siglo XX quedó marcada por esa lucha fratricida y se puede contar la verdad desde cualquier orilla de la contienda. Esta no es más que una versión, parcial como todas, por naturaleza, que pone a prueba nuestra madurez como españoles que siguen adelante pero aprendiendo del pasado. En eso y no en otra cosa, consiste la modernidad.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Yo soy tú...y tú eres yo
"Nunca intentes averiguar por quién doblan las campanas, estan doblando por ti".

Interesante e intenso drama romantico entre Gary Cooper y Ingrid Bergman, que se desarrolla en junio de 1937 durante la guerra civil española, con guión del reputado Dudley Nichols que en esta ocación adapta la exitosa novela del mismo nombre, publicada en 1940 por el escritor americano Ernest Hemingway, que en su día participo en la contienda como corresponsal de guerra.
Hemingway siempre detesto la película y tenía razón (no he tenido la oportunidad de leerme la novela), pero parece ser que su historia fue más enfocada desde un punto de vista intimo y personal, más que político, lo que la alejaba de su libro.
Ciñendonos en lo que es la película, está gana en interes en la segunda mitad del metraje, ya que sobre todo en sus primeros 70 minutos nos deja entre otras cosas unos personajes secundarios desdibujados y poco definidos, con unas conversaciones hasta algo ridiculas diria yo, con un doblaje pesimo, y una Ingrid Bergman que no me parece muy creible en su papel de María, por sus rasgos poco españoles, no haci por su formidable interpretación. Todo esto influye para que en su conjunto deje de ser una obra redonda principalmente por los dos primeros motivos.
En su haber hay que destacar, la partitura de aires hispanos, que compone Victor Young, junto a la buena fotografía y los decorados, que le dan un cierto toque irreal, bien resueltos en ambos casos y principalmente y sin lugar a dudas, lo que sostiene a esta película es la arrebatadora historia de amor más que bélica, que viven sus dos protagonistas principales, que crece y se desborda según va llegando a su final, donde el norteamericano especialista detras de las líneas enemigas que lucha en España, proviniente de la brigada Lincoln, Robert Jordan, apodado "El inglés", trata de salvar, defender y amar a la vez a la idealista María. Paralelamente a este apasionado duo formado por Cooper y Bergman es justo y digno de destacar y no dejar a un lado, la interpretación de la griega Katina Paxinou, como la dura combatiente republicana Pilar, lo que le valió ser la primera actriz extranjera en ganar el Oscar en el apartado correspondiente a la de mejor actriz de reparto.

Treinta y cinco años después, con el general Franco ya muerto y desaparecida la censura, esta superproducción se estrena en España y recientemente fue restaurada. Recomiendo verla en una versión exclusiva que anda por DVD, ya que incluye metraje cortado en el día de su estreno en 1943.

Bueno, pues nada más, haciendo mia una de las últimas y conmovedoras frases finales que Robert le dice a María en esta irregular, pero ya mítica película...

"No me digas adios, porque no nos despedimos".
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Decepcionante film, mitificado, creo, en exceso
Mitica cinta bélica, por mor de la Censura Franquista, que prohibió la cinta dado que los héroes combaten del lado del Ejército Republicano, y no de los Nacionales de Franco. Esto, sin duda, ha aumentado su fama, que una vez vista, no es, en absoluto, merecida.La razón es que se trata de un filme enormemente irregular. Solamente los dos combates son interesantes, sobre todo el final. Ahí Sam Wood, el director, no olvidemos, hasta entonces incluso al servicio de los Hermanos Marx, pone la carne en el asador, con escenas bélicas brillantes.
Pero el resto es pura filfa, palabrería que, dado que estaba, supongo, en la novela de Ernest Hemingway, pues lo pone, pero que lastra el ritmo hasta extremos tediosos.
Sí hay algunos momentos de tensión a cargo de los tejemanes del taimado y ambiguo personaje muy bien encarnado por el gran Akim Tamirof, pero en conjunto, de 150 minutos que dura la cinta, sólo se salva media hora, a lo sumo.
En fin, una decepción como otra cualquiera.
Los intérpretes bien, con Fortunio Bonanova, Pedro y Arturo de Córdoba, la gran Paxinou, Vladimir Sokoloff...
Pero no es suficiente para lograr una cinta de verdadera calidad.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2006/06/por-quin-doblan-las-campanas-for-whom.html
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La Guerra Civil Española según Hemingway
Había visto esta renombrada película hacía años y, llegada la posibilidad de revisarla en formato DVD y en una versión restaurada, me decidí a volver a visionarla. El inicio es muy atractivo, con una magnífica música de Victor Young (aunque yo se la atribuía a Dmitri Tiomkin), un argumento de acción y la visión de nuestra contienda más sangrienta a cargo de un americano republicano. Sin embargo, la trama se va diluyendo con la aparición de personajes un poco tópicos - por ejemplo, el gitano Rafael - y se centra en las disensiones internas de los resistentes a Franco. Aun así podía dejarse este buen hacer de cine en una calificación de 7, pero es que la historia de amor entre Gary Cooper e Ingrid Bergman, pese a sus excelentes interpretaciones, termina por convertirla en empalagosa, lenta y aburrida. Tiene intenciones, pero se queda para mí en interesante únicamente,
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11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La más bella
Un minúsculo episodio de la Guerra Civil Española se convierte en un grandioso drama romántico y tragedia bélica en una destacada novela de Ernest Hemingway y en una inolvidable adaptación al cine con una de las actrices más bellas y encantadoras de todos los tiempos, Ingrid Bergman, y un ícono del cine americano, Gary Cooper. La mezcla del impasible americano y un grupo de guerrilleros republicanos españoles genera un contraste sumamente dramático y espectacular en las montañas en un filme romántico con un clímax final imperdible e inolvidable. El americano es un profesor que se enlista en las Brigadas Internacionales (Brigade Lincoln) para luchar contra el ejército nacionalista en 1937; su objetivo: destruir un puente. De cómo se pelea una guerra civil, de quién manda, de cómo se organiza y cómo se pierde. El amor siempre brota en cualquier lugar. Trágico y conmovedor.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Perfecta Ingrid.
Lo mejor de esta película, no tengo duda sobre ello, es la cara perfecta de Ingrid Bergman bombardeada para nuestro deleite una y otra vez con primeros planos, Sam Wood debió pensar que era el mejor activo que poseía. La belleza de esta mujer era algo increíble, venia de rodar Casablanca en donde era además la elegancia personificada, aquí cambia radicalmente de registro y de imagen, pasando a ser una jovencita entre ingenua y atormentada en medio del conflicto que arraso España durante tres años. Una cara perfecta, sus rasgos en insultante armonía, sus ojos, sus labios, el cutis, la nariz, nada en absoluto, ni la más leve señal de algo que desentone. Solo por ello vale la pena soportar el desmesurado e innecesario metraje.
La película ya es otra cosa, tiene momentos muy buenos, y algunas fases del guión brillantes, escenas de tensión conseguidas y otras impactantes, como cuando se relatan las atrocidades cometidas en un pueblo tomado por los republicanos (hay quien dice que copiadas de los hechos acaecidos en la ciudad de Ronda), o también cuando el personaje de María relata otras similares en este caso perpetradas por los nacionales, quizás es la lectura que debemos sacar, en la guerra es posible que algún bando este mas legitimado que otro, pero en cuanto a barbaridades consumadas, siempre en todas las guerras suele haber mucha igualdad.
A esta cinta le sobran muchos diálogos de folletín, a veces parece una telenovela sudamericana, busca la lagrima a borbotones y las emociones impulsivas, así no se construye nada solido, Wood tenia un material impresionante que ha desaprovechado en gran parte, Cooper y Bergman me recuerdan en muchas escenas a los dos adolescentes de El lago azul, menos mal que también hay personajes como el de Pilar, cuando ella entra en pantalla la película se eleva, además Katina Paxinou hace una interpretación magnifica. Y claro no podemos obviar a Gary Cooper, grande entre los grandes, sin duda de lo mejor que Hollywood nos ha dado. Recordaré más estos detalles y algunas fases notables y olvidaré la mucha paja que hay por medio.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Se le pueden perdonar las fallas
Se trata de la traslación al cine de la conocida obra de Ernest Hemingway “Por quién doblan las campanas”, basada en hechos reales de nuestra contienda civil. En la historia, un norteamericano, Robert Jordan (Gary Cooper), apodado "El inglés", lucha en nuestra guerra dentro de la Brigada Lincoln a favor de la República; es un experto en el manejo de explosivos y en acciones especiales. Antes de una gran ofensiva, el mando republicano le encomienda que destruya un puente que es una arteria de comunicación principal de las tropas de Franco. María (Ingrid Bergman), una joven superviviente tras ser apresada por los nacionales, y Pilar (Katina Paxinou), la esposa de Pablo, un hombre rudo y borracho, participarán junto con otros hombres en la operación manteniendo el espíritu de lucha hasta el final.

El título procede de la "Meditación XVII" de Devotions Upon Emergent Occasions, obra perteneciente al poeta metafísico John Donne, y que data de 1624: “Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. John Donne, Devotions Upon Emergent Occasions”.

Anoche, cuando vi por primera vez esta película, confieso que me aburrí un poco, si bien agradecí los maravillosos planos de una bellísima Ingrid Bergman, así como un Gary Cooper que llena él solo la pantalla. Sin embargo, me pareció una cinta de excesivo metraje (¡170 minutos!), que no se sabe muy bien si es la guerra Civil española o un western, con excesivos primerísimos planos de la Bergman, un Cooper demasiado hierático, una fotografía muy oscura y un guión malo, que mezcla secuencias románticas y de guerra (algunas patéticas, por cierto), sin ton ni son. Sin embargo, en este día después creo verle sus asuntos de meritorios a la peli. Veamos.

Algo que valoro es que tal vez en 1943 los norteamericanos supieron de España y de su trágica historia. Igualmente, y como decía, la mera presencia de Gary Cooper y una jovencísima y bella Ingrid Bergman ya es suficiente. Y desde luego las interpretaciones de Katina Paxinou sobre todo, pero también de Akim Tamiroff son muy meritorias, no en vano ganaron el globo de oro de aquel lejano 1943 como actriz y actor de reparto, y la Tamiroff un Oscar además en la misma modalidad.

En fin, que le perdonamos un poco la vida a este paquetito que endosó en su momento Sam Wood y que curiosamente no pudo ser vista en los cines españoles hasta después de la muerte de Franco allá por 1975: ¡ridículo!
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Nunca intentes averiguar por quién doblan las campanas, están doblando por ti.
39/16(27/02/17) Algo avejentada esta exitosa (film más taquillero de 1943, ganando $ 7,1 millones) adaptación de la homónima novela de 1940 de Ernest Hemingway enmarcada en la Guerra Civil española, en la que estuvo presente como reportero en el Madrid republicano, y fruto de esta experiencia es el libro en el que s epone claramente del lado republicano frente a los fascistas del lado nacional, algo muy en la onda del contexto temporal en que aún los USA estaban en plena Segunda Guerra Mundial combatiendo en Europa al nazismo, es por ello que el régimen franquista la censuró de tal modo que sólo pudo verse ya en 1978. Film producido y dirigido por Sam Wood y protagonizada por un binomio de estrellas como Gary Cooper e Ingrid Bergman(a los que escogió personalmente Hemingway), destacando asimismo las carismáticas actuaciones de Akim Tamiroff y Katina Paxinou (primera actriz extranjera en ganar el Oscar en el apartado a mejor actriz de reparto). El guión es de Dudley Nichols (“La fiera de mi niña” o “La diligencia”), relatando una historia épica que combina el género bélico con el romántico, tiene varias irregularidades que la hacen desigual en su conjunto, empezando por su desmesurado metraje, excesivo para lo que cuenta, siendo redundante y estancándose por momentos, también se pasan en sobreexponer el romance, llegando a lo sensiblero, máxime cuando este amor es demasiado apresurado y poco creíble en su raíz. Fue nominada a nueve Oscar, ganando uno a la mencionada actriz secundaria.

Estamos en plena Guerra Civil española, un profesor de idiomas estadounidense, Robert Jordan (Gary Cooper), combate en las Brigadas Internacionales contra las fuerzas de Franco. Es un experto en explosivos al que le es encomendada la misión de dinamitar en territorio franquista un puente clave para el movimiento de tropas enemigas, lleva como ayudante al guerrillero Anselmo (Vladimir Sokoloff). Para tratar de cumplir el objetivo se unen a unos maquis escondidos en las montañas, liderados por Pablo (Akim Tamiroff), aunque teniendo a su lado a la combativa Pilar (Katina Paxinou). En el grupo hay una joven huérfana por las tropelías del bando fascista, es la dulce María (Ingrid Bergman), por la que Robert se sentirá atraído.

Es un film que tiene en su atrompicado ritmo uno de sus lastres, y es que durante el metraje se salpican buenos momentos de tensión, escenas de valor estético, secuencias impactantes, una composición de personajes principales con alma, bien delineados, pero en su arco de desarrollo se muestran desiguales, tan pronto se produce un amor flash (el de Robert y María), como todo se sumerge en un bucle donde la acción no parece avanzar.

El film hace malabares en tres frentes: Uno es la misión encomendada a Robert, destruir el estratégico puente, tratado de modo muy liviano a lo largo del metraje, hasta en su último cuarto toma la importancia, haciendo que entonces la acción se desborde con intercambio de tiroteos y explosiones; Otra subtrama son las tensiones internas en el grupo de maquis guerrilleros, aquí la cinta toma interés por la intensidad con que interpretan Tamiroff y Paxinou a sus vibrantes roles, que hacen arder los fotogramas en su fuerza actoral desbordada; Y está el romance entre el idealista Robert y la tierna María. Es aquí donde el relato patina más, al darle demasiada importancia a este amor, en menoscabo de la tensión y acción latente de la guerra, un romance que peca de maniqueo y lacrimógeno. Con diálogos entre los enamorados sin fuerza rozando en algún momento lo ridículo, ejemplo cuando María pregunta a Robert "No sé cómo besar, o te besaría. A dónde van las narices?", todo demasiado edulcorado, de un almibarado que produce ardores, donde el realizador parece más enamorado que Robert, con tanto primer plano de la bella Ingrid Brgman (se pasa tres pueblos), y encima la actriz resulta de un cansino con su amor desmedido sin matices ("Te amo, Roberto. Recuerde siempre. Te amo como yo quería a mi padre y la madre, que amo a nuestros hijos no nacidos, ya que me encanta lo que más quiero en el mundo, y Te quiero más"), nada natural, no fluye con realismo, estiradísimo intercambios al estilo del “yo te quiero más que tú” y el otro responde “no, yo más” y así todo, más como abnegación dogmática del te quiero por que sí (o sea, porque l dice el guión), empalagoso hasta el hartazgo, tomando tanto tiempo en pantalla que la guerra parece un McGuffin trivial, hundiéndose en esos lánguidos tramos en un melodrama con ínfulas telenovelescas.

Asimismo se extirpa cualquier atisbo de análisis político de la situación, de que defendían los bandos en la contienda, simplemente es la eterna lucha entre el Bien (el de los protagonistas) y el Mal (los otros, sin rostro), se agradece que nos relaten dos historias (una visualizada del despeñamiento de nacionales por parte de los republicanos, por un tajo en Ronda, hecho real) sobre la crueldad salvaje de ambos bandos (la otra relatada por María de cómo en un pueblo tomado por los nacionales ejecutaron a todos los republicanos, además de violar a las mujeres en masa), esto queda bien , pues hace hincapié en aquello de que las guerras pueden tener componentes idealistas pero una vez empiezan lo más atávico del ser humano sale a flote.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Por los cientos de miles de muertos de la injusta Guerra Civil Española.
¿Por quién doblan las campanas?

La respuesta es clara y concisa, por los cientos de miles de muertos de la Guerra Civil Española, y más allá, por los caídos en la repugnante caza de brujas de cuarenta años de la dictadura; y tañían y doblaban las campanas en todos los pueblos y ciudades de España, gracias a una Iglesia Católica que amparó la dictadura y los muertos que injustamente ocasionó, porque en todos los pueblos de España y sus ciudades, lo curas y la Iglesia mandaban, y desgraciadamente mandaban mucho, y en todos los pueblos, hasta en los sepultados por las aguas de los embalses, había un campanario de una Iglesia que lloraba por todos las vidas que se perdieron para que la nobleza y la Iglesia mantuvieran sus privilegios y sus tierras, subyugando voluntades y acallando los gritos antes de salir de sus gargantas en busca de la democracia y la libertad.

Puro Hemingway, el americano enamorado de España, que a su manera nos regala esta historia de amor enmarcada en la guerra Civil Española entre la incomparable Ingrid Bergman y el hombre solitario, el actor imperturbable pasara lo que pasara, y de ahí su éxito, el gran Gary Cooper dirigido por el contador de historias Sam Wood.

Sobresaliente, 9.
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8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
“Si tú no me quieres, yo te querré por los dos”
Es maravilloso contemplar como el amor se entra por cualquier resquicio y se expresa de mil maneras, dando a la vida, en cada ocasión, un sentido maravilloso: La tierra está desierta y reseca, de pronto, le caen unas gotas de lluvia que la remojan y refrescan… y en pocas horas, comienza a brotar una verde y hermosa planta donde nadie (o alguien) la esperaba. Un animal está débil, flacucho y a punto de morir en la estrecha cueva de una montaña… hasta que un cálido rayo de sol penetra gradualmente, lo envuelve y lo reanima. Un niño está abandonado, acongojado y sin aliento, y de repente llega alguien que lo abriga, lo apapacha y le dice frases cariñosas… y el niño renace, sonríe y encuentra de nuevo el sentido de la vida.

Cuando Robert Jordan -el estadounidense que ha ido a España a luchar por la causa republicana durante La Guerra Civil-, conoce a María, la joven víctima de los desafueros que ahora respalda la lucha revolucionaria, sentirá que uno al otro se llenan un vacío que, hasta entonces, nadie podía colmarlo. Los une la soledad, el compromiso, el ideario político, la atracción mutua, el entendimiento en sus necesidades… y súbitamente, un poderoso sentimiento brota de sus corazones, al que María se entrega incondicionalmente y al que Jordan resiste porque siente que su labor no le permite asegurar una vida de pareja. Pero el amor sigue ahí, resuelto y palpitante porque ya tiene lumbre, y es capaz de permanecer ante todas las resistencias.

En plena Guerra Civil Española (1936-1939), el escritor Ernest Hemingway se hallaba instalado en Madrid junto a su tercera pareja “estable”, la escritora Martha Gellhorn. Su simpatía por los republicanos lo llevó a adherirse a la causa de la democracia, y desde entonces, se dedicó a recaudar fondos para los combatientes, les visitaba en los escenarios de guerra para mostrarles su apoyo, y al tiempo que reunía conmovedoras experiencias y algunas espeluznantes historias, las enviaba para su publicación a los principales diarios de los EEUU. Al paso, se fue forjando también una novela dramática sobre el heroísmo y una profunda historia de amor que, en 1940, vería la luz con el título “Por quién doblan las campanas”.

De alguna manera, Hemingway se reflejaba en el comprometido Robert Jordan y Martha Gellhorn -con quien se casaría luego de obtener el divorcio y tras la Guerra Civil-, estaba proyectada en María, la hermosa joven española que terminará amándolo incondicionalmente. Con esta pareja se forja una sensible aventura romántica, mientras se van desgranando encontrados sentimientos entre los miembros del grupo junto al que tratan de sacar avante el propósito de derribar un puente clave.

Con gran belleza visual, un diseño de producción que da al filme la característica fuerte del cine hollywoodense, y una efectiva banda sonora que incluye emotivos temas de overtura e intermedio, el director Sam Wood, ha logrado un filme de gran marca que consigue dejar un grato recuerdo. El guión de Dudley Nichols, es muy mesurado en la construcción de personajes y conserva preciosos diálogos... y aunque, el director, cae en ciertos excesos en su preciosismo (la angelical, Ingrid Bergman, luce siempre maquillada como para un comercial de productos de belleza; algunos filtros son demasiado evidentes…), en definitiva, "POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS nos convence ampliamente, pues deja la sensación de haber estado ante un sensible y comprometido espectáculo.

En las actuaciones, indudable que, Akim Tamiroff, con su ambivalente rol de Pablo pone el punto más fuerte en este drama, y Katina Paxinou (quien se haría merecedora al premio Oscar) le da la medida como la esposa para quien, la causa republicana, es más relevante que la vida de ese marido por quien ha perdido parte de su fe. Otros nombres, como Joseph Calleia o Arturo de Cordova, hacen muy bien lo suyo… y con ese acertado desenlace donde se deja en nuestra mano ejercitarnos como fatum, “POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS” concluye como una historia del más alto interés, donde se reivindica la indeclinable lucha por la libertad. Y así es como debe ser.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Canibalismo cósmico
Interesante y prometedora producción de cine bélico apoyada en la adaptación de la novela de Ernest Hemingway, en la que sus responsables se dejan llevar por el entusiasmo, ofreciendo resultados decepcionantes.
Tradicional y previsible en muchos de sus puntos, consigue despertar el interés y mantenerlo, gracias a la presentación y desarrollo de diversos personajes llenos de personalidad y carisma.
Los responsables de la película caen en la reiteración de ideas y situaciones, abusando de un excesivo tono edulcorado de la enfermiza realidad sufrida en gran parte del mundo, por el comunismo y el capitalismo.
Mira que me puse a verla con muchas ganas y entusiasmo, pero a medida que iba avanzando la trama, todo empezó a desmoronarse sin remedio.
La fotografía y la banda sonora, junto con algunas interpretaciones puntuales, son los puntos más fuertes de una adaptación que creo que habría dado para algo mucho más memorable.
Gary Cooper e Ingrid Bergman, salen muy elegantes y lucen muy bien en cada plano que comparten, pero tengo que decir que se los merienda sin mucho esfuerzo, la ganadora del oscar a mejor secundaria de aquel año, Katina Paxinou,
Por quién doblan las campanas, queda como todo un evento cósmico en el que una estrella caníbal, devora todo lo que encuentra a su paso.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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