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123 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
La vida privada de Sherlock Holmes
Creo que “Mr. Holmes” es ante todo una excusa para volver al cine que a Bill Condon le atrae. Un cine no tan comercial ni vacío, contado con afecto, con más aciertos que fallos, y en el que puede reflexionar sobre la vida y la muerte, el final de un ciclo y el principio de otros inicios, cosa que ya hizo en su, para mí su película más lograda, “Dioses y monstruos” y contando con su mismo protagonista, Ian McKellen, al que admira profundamente. Y con razón. Su labor también en esta ocasión es impecable, y si los académicos tienen dignidad y buena memoria, que a saber, con justicia debería figurar en la terna de los próximos nominados a los premios de interpretación que se darán para el próximo año, incluyendo evidentemente los Oscar.
Pero “Mr. Holmes” puede confundir a un público acostumbrado a padecer aventuras sin descanso. Es que es todo lo contrario: vemos a un Holmes ya muy mayor, achacoso, con problemas de memoria y reflexivo, dedicándose casi por entero a la apicultura (adora a las abejas), en un precioso cottage, lo que viene a ser más o menos una granja característica de la campiña inglesa, que es un remanso de paz. Esa es su vértebra principal, aunque en ella se alternen historias paralelas, a modo de flash backs, y que en cierta manera ayudan, más que a su mayor comprensión, a darle mejor forma a su final, cosa que no está mal, pero que repercute, en cierta manera, en las diferencias de ritmo e interés que se pueden producir durante toda la película. Nada importante, el resultado es positivo, pero quizás si se hubiera centrado exclusivamente en el entorno británico puede que la narración hubiera salido ganando más aún.
Su presupuesto, aunque nada despampanante está muy bien aprovechado, logrando en todo momento el clima adecuado, gracias a una cuidada ambientación, desde su vestuario, a su fotografía o su refinada banda sonora, algo que es habitual en el cine británico. También hacer mención al resto del reparto, un notable elenco, desde el matrimonio interpretado por Patrick Kennedy y su misteriosa mujer, Hattie Morahan, el pequeño Milo Parker como Roger o sobre todo su madre, Mrs. Munro, que lo lleva a cabo una notable Laura Linney, una actriz que merecería tener mayor reconocimiento y que ya había trabajado también con Bill Condon en su infravalorada “Kinsey”, otro buen título de su director aunque no muy conocido.
Puede que “Mr. Holmes” no vaya a contar con multitud de fans, ni vaya ser elegida como una de las más destacadas del año por los críticos, incluso no supondrá ningún “boom” a nivel popular, pero al menos Bill Condon se puede sentir más que satisfecho por haber realizado un film más que digno, personal y maduro. Un cine que se agradece, aunque haya disparidad de criterios con la película en cuestión, porque es una “clase” de cine necesario ante tanta película superficial o necedades que se fabrican simplemente para hacer taquilla, y a la vez es un cine reconfortante, al menos para mí, porque plantea cuestiones siempre interesantes, desarrolladas al menos con inteligencia.
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51 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una bella historia mal contada
Con curiosidad me acerqué a descubrir qué versión le había dado Bill Condon a la figura de Sherlock Holmes envejecido, en las postrimerías de su vida donde sus facultades, como las de cualquier mortal, merman y aunque de vez en cuando hace sus exhibiciones “hiper-lógicas”, ya es incapaz de conseguir lo imposible como antaño.

Pues bien, el planteamiento es interesante y adelanto que no estamos ante un “Sherlock Holmes” propio de Guy Ritchie, lleno de acción, vértigo e imposibles sino ante una historia reflexiva, con pretensiones líricas y evocadoras que humaniza al personaje buscando nuestra ternura.

Los intérpretes son muy buenos y hacen creíbles a sus personajes, sobre todo el que encarna magistralmente Ian McKellen. Nos refleja un Holmes anciano, con achaques de la edad y lento pero con el sentido del humor y la sabiduría propios de una persona que ha vivido demasiado, que no se resigna a acabar postrado en un sofá y que tiene suficiente fuerza para buscar pócimas orientales que le mantengan en la mejor forma posible.

Sin embargo, el hecho de que Mr. Holmes sea anciano y lento no justifica que la película lo deba de ser igualmente, como pasa en este caso. Hay momentos que se me hacen eternos. Desconozco si es un rasgo que el autor quiere darle a la película para transmitir la impotencia de su protagonista o si es producto de su falta de acierto.
El caso es que combina desacertadamente las tres historias del guion en una película con vocación de ser poética pero que, por su lentitud, termina siendo algo pesada.
El uso de la elipsis, de la mera sugerencia sin necesidad de plasmar los achaques seniles habría bastado para aligerar su contenido, que no es malo, pero que se podría haber contado un poco mejor.

Me encanta la moraleja final que plantea la historia, una bella historia de reflexión sobre la verdad y la esperanza. Sobre si siempre debemos de ser transparentes o siempre debemos callar para no herir al otro. Decidir acertadamente el momento oportuno para hacer una cosa u otra es cuestión de sabiduría o tal vez de suerte. Sólo el tiempo lo dirá, elemental.

Muchas gracias por su tiempo para leerme. Hasta la próxima.
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50 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
PODRÍA HABER SIDO GRANDIOSA. ES SIMPLEMENTE CORRECTA.
La película no está mal, Ian MacKellen realiza un soberano esfuerzo interpretativo de gran calado, donde apenas se nota el perfilado trabajo de composición, lo que aporta frescura y autenticidad.

Hay que ser un gran actor para no parecer que se se está actuando.

Por el contrario, la dirección de Bill Condon no parece que se encamine hacia un objetivo bien definido y esto conduce al espectador a un cierto desconcierto... Una lástima, Un proyecto que podría calificarse como grandioso, se queda en simplemente correcto.
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47 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Casi perfecta
Esta no es una película de Sherlock Holmes, sino sobre Sherlock Holmes, y en particular sobre su lado humano, casi siempre eclipsado por su condición de detective.

El Sr. Holmes, con 93 años, vive apartado de todo en una pequeña mansión en medio del campo. Su única compañía es su ama de llaves y el hijo pequeño de ésta. Su objetivo, a esas alturas de su vida, es contar la verdad sobre unos hechos que sucedieron 25 años atrás; en aquel entonces el doctor Watson escribió su versión de los hechos y la entregó a la imprenta para que se convirtiera en libro. Sin embargo, Holmes quiere contar ahora la verdad de lo que sucedió, pero tiene un gran problema: su memoria no le permite recordar qué fue lo que sucedió realmente. No obstante, sabe que fue de gran trascendencia, ya que fue precisamente eso lo que provocó que se apartara del mundo y se refugiara en este rincón perdido.

Esta es la trama de la película, su columna vertebral, medio oculta entre flashbacks y tramas secundarias que espesan la principal: una de estas subtramas son los esfuerzos de Holmes por combatir los efectos de la senectud, que lo llevan hasta la Hiroshima recientemente devastada por la bomba atómica; la otra es su pasión por las abejas (de hecho, otra manera perfectamente posible de entender esta película es considerarla un cuso acelerado de apicultura). Serán precisamente las abejas las que propicien el desenlace de la historia, ya que provocarán que emerja el lado humano de Holmes por encima de su condición de detective, lo que obrará el milagro de que recupere su memoria y explique, por fin, qué fue lo que sucedió y que por descontado no vamos a explicar aquí.

Las interpretaciones son magníficas.
La fotografía es magnífica.
El ritmo de la historia es lento, pero es el adecuado para ir desgranando los efectos de la decadencia de un cuerpo y un espíritu que han vivido tiempos gloriosos y que se resisten a dejarse engullir por la destrucción que impone el paso del tiempo. Y una de las formas que toma esta rebelión contra la decadencia es el intento de reconstruir la verdad sobre una historia que una memoria compasiva se había esforzado en olvidar. Todo esto, narrado en unas imágenes memorables.
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32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El sentimiento de culpa como expiación inmisericorde
No hay nada tan desolador como fracasar, sentirse herido en el amor propio y sucumbir al desánimo correoso y feroz de haber fallado a un semejante que necesita ayuda y no haber sabido dársela. Una cosa es la aparente lógica de los hechos y otra diferente el componente humano que conlleva toda interrelación con tus semejantes – y no todos estamos preparados o sabemos calibrar el impacto que nuestras palabras o nuestras acciones u omisiones pueden tener sobre ellos. A veces, la soberbia de creerse infalible o intelectualmente superior, nos hace ser crueles por insensibilidad o ceguera, al creernos en posesión de la verdad absoluta y, sin saberlo, estamos abocados al descalabro irreversible.

Esta irregular cinta británica ofrece tras su cuidada estética – que combina la nostalgia, la angustia de la memoria (y de su pérdida), el trapicheo entre realidad y ficción – un agudo retrato sobre el aprendizaje, que no es privativo de los niños o de los jóvenes, sino del que somos capaces a cualquier edad y en cualquier momento, aunque seas un nonagenario en el tramo final de tu existencia. Se entrecruzan varias narraciones, todas ellas entreveradas, que se desarrollan en diferentes momentos pero que contribuyen al discurso global de la cinta. Aprender de los errores para volvernos más humanos, más compasivos, más dichosos.

Para ello se sirve de un personaje tan trillado como fascinante – Sherlock Holmes – en el ocaso de su vida. Es una ficción construida sobre otra ficción, como un delicado juego de espejos, donde se reflexiona sobre cómo nos construimos nuestro propio personaje y cómo nos lo construyen los demás, hasta que al final no sabemos si somos quien creemos ser o simplemente estamos interpretando la fantasía que se espera de nosotros. Rectificar es de sabios y las segundas oportunidades, a veces, tienen la virtud de redimirnos, porque si bien no podemos reescribir nuestro pasado al menos podemos convertirnos en dueños de nuestro presente.

La cinta contiene algunos momentos excepcionales donde da de lleno en la ambiciosa diana que se traza, pero adolece de un ritmo desigual, de una trama quizás demasiado banal y tenue para servir a tan sesudas reflexiones, lo cual desluce el conjunto. Pero cuando acierta, nos subyaga y convence. Al éxito final contribuyen tanto la magnética presencia de Ian McKellen en una de sus más primorosas interpretaciones, como la evocadora y melancólica música de Carter Burwell, que sirve de frondoso tapiz sonoro sobre el que se despliegan las flaquezas, remordimientos y desventuras que se retratan. Imperfecta pero recomendable.
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30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Gran decepción
Hagan una prueba: lean dos o tres sinopsis de fuentes diferentes, después vean el trailer, acto seguido vean la película y comparen si parecen de la misma película. Tanto el trailer oficial como las diversas sinopsis ocultan la verdadera trama de esta película: una interpretación del lado humano y senil de un Sherlock Holmes y totalmente descontextualizado. Observen un simple detalle, el cartel de esta película. Tan elegantemente vestido y con un aspecto tan imponente sólo le verán a Ian McKellen a lo largo de unos 15 minutos de todo el metraje. Se lo garantizo.
Si me hubieran dicho de lo que la película realmente trataba probablemente no habría ido al cine a verla, pues ya no me habría resultado tan atractiva. No es que no me gusten los dramones, de hecho sí, pero cada cosa en su momento. Si voy a ver Rambo, no espero una película de amor; si voy a ver Titanic no espero una película de ciencia ficción; si voy a ver una película con Sherlock Holmes como protagonista (en la cual advierten que la trama trata sobre "un caso"), pues espero una policíaca con dicho personaje a la cabeza, no un documental sobre la senilidad y las enfermedades neurodegenerativas.
Me ha decepcionado y me ha molestado que hayan ocultado así el verdadero guión. Para mí que querían mostrar a un Sherlock Holmes mayor y más débil pero con grandes retazos de su famosa perspicacia y energía... y parieron esto.
Lo mejor de la película la gran interpretación de Ian McKellen, la fotografía y la ambientación. Satisfactorio también el vestuario cuando se deja ver en las escenas de época que aparentemente promete el cartel de la película. Por otro lado, se prometía un caso y en eso cumplen, pues lo cierto es que hay nada menos que tres casos a lo largo de la película, a cada cual más pobre, decadente y sin sentido (spoiler).
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28 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
MUY INTERESANTE RECREACIÓN DEL MITO "HOLMES"
Aunque la carrera de Bill Condon está poblada de títulos prescindibles, siempre quedará en mi recuerdo la extraordinaria "Dioses y monstruos", de la que este film es muy deudor.

Realmente Condon vuelve a lo mejor de su cine y revive el esquema de la citada película, 3 personajes muy parecidos en ambas, el mismo actor protagonista, y dos personajes, James Whale en una caso y Holmes en este, en el ocaso de sus vidas, lejos de sus antaño notables capacidades.

El film creo que muestra una extraordinariamente interesante recreación del mito de Holmes desde una perspectiva tremendamente original y atractiva. Un Holmes en el crepúsculo que se aferra al recuerdo de un caso concreto que le hace ver el sentido, o quizás sinsentido, de su vida personal.

Tengo que decir, y lo digo con pena, que el film no es redondo, ya que con este argumento y un actor como McKellen, podían haber convertido esta película en una obra maestra, y no es así. Creo que su primera parte es un tanto acartonada y se extiende demasiado en la cotidianidad del viejo Holmes, cuyo viaje a Japón no me resulta del todo bien resuelto, por no decir innecesario dentro de la trama. Pero si es cierto que cada vez que engarza su presente con el caso concreto que le atormenta, el nivel sube, desembocando en una última media hora llena de emoción y muy brillante.

Film más que interesante, no redondo del todo, pero muy recomendable.
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16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Crítica en 30 segundos
¿Qué decir cuando hay poco que aportar? Cuando una película es correcta, pero tampoco destaca en nada, cuando no se le puede achacar ningún defecto, pero tampoco ninguna distinción..."Mr. Holmes" (2015), proyecto academicista pensado para triunfar en los Oscars, probablemente se quede sin gasolina antes de la cita con las nominaciones. La realización es amable y serena, orientada hacia el agrado comunitario y la condescendencia hacia su personaje principal. Un protagonista destacable, pero del que se podría esperar algo más, si se tiene en cuenta que todo en ella trabaja en pos de su lucimiento. Ian McKellen está a la altura de las circunstancias y controla la situación, siendo lo más destacado de un proyecto más preocupado por no molestar que por atreverse a aportar.

Ésta, y otras críticas, en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
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18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El tráiler es una estafa intencionada
Ian McKellen es brillante, como en cualquier papel. Solo por ello, la película merece ser vista. No obstante salí del cine con una sensación de estafa. La sensación que el tráiler busca intencionadamente dar al espectador es la de que un Sherlock Holmes anciano rememora su último caso, no resuelto, que le llevó al retiro, y que, tras largos años, decide retomarlo para resolverlo. Eso en la película nunca llega a ocurrir.

Las frases del tráiler (una seguida de la otra):

ROGER: ¿Va a retomar el caso?
HOLMES: No hay que abandonar esta vida sin dejarlo todo concluido.

Estas frases están colocadas juntas muy inteligentemente en el tráiler, para vender al espectador la idea de que, al ver la película, asistirá a una investigación de Holmes en toda regla. Nada más lejos de la realidad. Las frases del trailer están sacadas de contexto y no tengo la menor duda de que es intencionado, para engañar.

Si quieres una película intimista, humana, con un actor brillante, esta es tu película.

Si quieres ver a un Holmes anciano retomar el caso no resuelto por el que se retiró (lo que parece prometer el tráiler), no vayas a verla, salvo que quieras ver a Ian McKellen bordando, como siempre, su papel.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Metáforas melosas
El Sherlock Holmes original, de Conan Doyle, se retiró en 1903 al cumplir 50 años a una aldea del sureste de Inglaterra, donde cultivó una serie de aficiones, entre ellas, su gran pasión: la cría de abejas reina. Muchos años después, según este film, reaparece más avejentado que sabio, más arrepentido que polemista, más sensiblero que lógico.
Hay una serie de metáforas en las tres sub-tramas de la historia, que sinceramente no sé lo quieren decir. Lo de la diferencia entre abejas industriosas y avispas agresivas parece una fábula de Esopo para tiempos ecologistas. Lo de las oportunidades emocionales perdidas ya fue tratado, con mucha más gracia y mordiente, en “La vida privada de Sherlock Holmes”. Lo de las mentiras piadosas está en las antípodas del personaje.
Parece que hayan querido humanizar al detective, o simplemente hacer una película de bellos paisajes, con imágenes dulces y doradas como la miel, y les ha quedado un producto… meloso
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15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Con un mal guión no se puede hacer una buena película
El guión es muy malo, pero gracias a la sólida presencia de Ian McKellen, a la excelente ambientación, a la muy agradable banda sonora, y al leve deseo de querer ver qué pasa, se aguanta en la butaca hasta el final.

Para empezar la peli no va de un viejo Sherlock resolviendo casos, como parece indicarnos la promoción, sino de la ancianidad utilizando la figura del famoso detective.
Se vertebra en los intentos del anciano detective de recordar un último y definitivo caso, en el que se produce una romántica situación, tan repentina, burda e increíble, que no sé si calificarla de bobada o de tomadura de pelo. Hay otra historia de relleno con viaje a Japón, también boba, y con un ridículo colofón en que el remedio es peor que la enfermedad.
Lo mejor es la relación doméstica del anciano con su entorno, en especial con el niño, a pesar del "dramita" final, de un cierto acartonamiento, y de falta de rigor en lo que a la pérdida de memoria senil se refiere.

En fin, que las peripecias del anciano en su entorno doméstico, aunque no nos las tomemos muy en serio, y las virtudes mencionadas en el primer párrafo, hacen que la película no se quede en mala, y suba un poco de categoría.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Demasiada miel
Bill Condon se hace un poco de lío con lo que quiere contar en Mr. Holmes.
¿Es un retrato del famosísimo personaje de Conan Doyle en la senectud (lo más interesante de la propuesta? ¿Es un cuento sobre la cría de abejas? ¿Es un estudio sobre el sentimiento de culpa? ¿Qué es? No queda muy claro. lo que sí está claro es que la película es preciosa en lo visual (una vez más, no me cansaré de decirlo... la ficción inglesa, siempre a la vanguardia de la técnica y la elegancia... bueno, siempre a la vanguardia de casi todo) y tiene unos señores actores delante de la cámara, pero le falla la intención y sobre todo el desarrollo de su (escasa) trama.
Lástima.

Lo mejor: Ian McKellen y Laura Linney. Poco más que decir ya a aestas alturas sobre dos intérpretes así.
Lo peor: No sabe muy bien qué historia quiere contar.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Moderadamente aburrida
Muy simbólica, muy tediosa, muy correcta y con una actor excelente que tiene tanto carisma como el personaje. El problema es que el relato se confunde en muchos momentos y no se tiene muy claro que es lo que se está tratando de explicar. No se sabe muy bien si es una aproximación al personaje, una desmitificación o un relato original.

Tanta corrección formal no sirve para levantar la película, que se pierde y genera tanto aburrimiento como añoranza por volver a ver filmes como "La vida privada de Sherlock Holmes" de Billy Wilder.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Corrección que decepciona
Propuesta llamativa y atractiva ofrecida por Bill Condon, apoyándose en la notable y honorable presencia de Ian McKellen, encarnando al personaje creado por Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, en un relato independiente donde se ofrece una visión intimista del personaje.
La película presenta un episodio particular del personaje, próximo a sus últimos años de vida, apartado de la sociedad y recordando viejos casos que aún le persiguen. Sobre el papel, resulta una idea interesante, pero el desarrollo ofrecido por los responsables de la película no llega a resultar satisfactorio.
Presenta un ritmo excesivamente pausado e idealista, cayendo en la trampa de un desarrollo preciosista, donde se echa en falta cierto dinamismo y verdadero interés. La película cuenta con una correcta y cuidada fotografía, además de una buena banda sonora, pero no son elementos que logren tapar las carencias y limitaciones del argumento. Cae en la reiteración de ideas y secuencias, echando a perder las numerosas posibilidades que ofrecía el relato. Se adentra en la personalidad del personaje y en sus pensamientos, pero no logra ofrecer un caso de misterio sin resolver que esté a la altura del verdadero Sherlock Holmes.
Los casos a los que se enfrenta Holmes no llegan a despertar el interés del espectador, haciendo que ciertas partes de la película lleguen a resultar tediosas. Presenta a un Sherlock Holmes flojo y en baja forma, que deberá resolver ciertos misterios e inquietudes personales a lo largo de la trama. Un trabajo intimista que intenta ofrecer una visión diferente del personaje tradicional que no llega a ser memorable.
Uno de los grandes aciertos y atractivos de la película reside en la presencia y gran interpretación de Ian McKellen, sin su labor esta película podría haber sido producida y emitida por cualquier televisión. Un producto que no perjudica la imagen de Sherlock, pero que sí decepciona.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El anciano Holmes
Nueva vuelta de tuerca al personaje clásico. Ahora nos cuentan cómo afrontaría la vejez Sherlock Holmes con 93 años. Pero vamos, el personaje dicen que es Holmes, pero parece un título para llamar la atención. En realidad, el protagonista podría llamarse Fulano, que daría igual.
El pobre Holmes sufre mientras ve fluir sus últimos meses de vida, mientras ve evaporarse su prodigiosa memoria y su capacidad de análisis,.Para afrontarlo se apoya en la precoz inteligencia del hijo de su ama de llaves. a la vez que se enfrenta al último caso de su vida. Un caso poco interesante.
al final la película se resume en un anciano afrontando la senilidad. Demasiado blanda, busca el camino fácil para despertar la piedad y a la vez la admiración hacia el pobre Holmes anciano.
Le doy un cinco por la interpretación de McKellen. Pero un buen actor no puede sostener una película con un guión tan plano y tantos tópicos sobre la vejez.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La memoria lo es todo.
Película crepuscular con un Sherlock Holmes nonagenario que acechado por el olvido cada vez más en su memoria trata de averiguar la verdad de un caso sucedido hace muchos años, pues de alguna manera intuye que le marcó la vida y no recuerda cómo. La peli es consecuente con el personaje que se imaginó Conan Doyle, con sus secretos y adicciones, su personalidad solitaria y su asombrosa capacidad de deducción a partir de detalles que a los demás se les pasaban inadvertidos para averiguar la verdad de las cosas. En este caso Holmes se distancia de la imagen que el Dr. Watson dio en sus novelas y cuentos escritos con fines literarios, y se busca a sí mismo más allá de todo eso en una soledad que resulta dificultosa e incluso penosa. Con la ayuda de un niño intentará levantar la cortina que oculta la verdad que escondió dentro de sí mismo.

Muy buena idea, estupenda ambientación, actores soberbios, bien contada con un tempo trabajado en busca de la revelación final, y sobre todo tope english. Particularmente adecuada para todos los amantes de Sherlock Holmes. Muy buena.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
S.H. Since 1885
Puede resultar tan maravillosa como demasiado reposada, pero es un gran colofón para quien fue el más famoso detective de la historia. No pretendamos encontrar una aventura apasionante a estas edades, no queramos ver al detective en acción, conozcamos al detective de anciano, cuando ya está retirado del mundanal ruido.

Este Mr. Holmes, siguiendo la estela de su enérgico carácter, introvertido, desconfiado y misántropo, supone un digno y maravilloso film, excelentemente representado en la época, todo muy inglés, buenos escenarios y con una bella fotografía.

Lo importante es detenerse en pensar, y ser un poco esta vez el mismo Sherlock Holmes para deducir que la propuesta de esta película puede estar muy bien en enseñarnos lo que para los romanos significaba la hoja del álamo, un lado oscuro y otro blanco, la vida y la muerte. Siempre hemos leído y ahora también visto en películas de acción, la destreza del detective, que nadie se la pegaba y que su prodigioso cerebro era el arma más mortífera que podía esgrimir. Este film enseña lo contrario, la ancianidad, la debilidad, el olvidar las cosas, y lo bueno es haber querido mostrarnos ese tramo final de la vida de tan insigne personaje. Este es el motivo de esta película, y no la acción y el gustar por encima de todo.

Por eso es una película tierna, preocupada por la sensibilidad de los personajes, profunda, muy humana, familiar, y que no resta en absoluto categoría a la gran figura creada por Conan Doyle. Prolonga con exactitud su personalidad y sus costumbres de toda la vida aunque ya, por desgracia, sin el acompañamiento de su inestimable amigo, el doctor Watson. Hay que verla con ternura y sobre todo con el cariño que despiertan los ancianos en los niños y viceversa, tal vez por ese reflejo maravilloso de contemplarse cara a cara el principio con el final.

Poco más se puede añadir, nada más que tomar ejemplo de una de las frases que se mencionan: “Dios nos ha dado dos orejas y una sola lengua, para que escuchemos mucho y hablemos poco”.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
UNA SERENA MADUREZ
Espléndido ejercicio de reflexión por parte de Bill Condon y su equipo, adaptando con sagacidad la novela original, justo a tiempo para rescatar al Sherlock Holmes más clásico. Retirado en Sussex, el ilustre detective tiene la fortuna de que todo un actor como Ian McKellen le encarne, generando desde el primer momento las simpatías de los espectadores.

Sin embargo, "Mr. Holmes" no es una película de misterio y deducción. Algo de eso ahí, por supuesto, pese a ello, el corazón del film son otras cosas. Todo es discretamente encantador, sin grandes alardes. McKellen, sin renunciar a transmitir la brillantez del genial compañero de piso del doctor Watson, exhibe los achaques de un Sherlock a quien la memoria empieza a jugarle malas pasadas, mientras su físico le falla cada día más.

Le acompañan en esta recta de final de su vida una nueva ama de llaves (Laura Linney, sobria en su estilo de actuar, perfecta para el papel) y el inteligente hija de la misma, Roger. El zagal se muestra indispensable, puesto sin el bueno de Watson, Holmes siempre precisa de un interlocutor inteligente que permita mediante el diálogo mostrar la brillantez del otro, ya sea recordando antiguos casos o criando abejas.

Habrá un delicioso viaje a Japón entre medias, una misteriosa mujer y decisiones por tomar. Siempre sin prisas, despacito y con buena letra.

Un homenaje al estilo de Conan Doyle ofreciendo alguno nuevo. Recomendable desde varios puntos de vista. Un consejo, escojan un momento con calma, como si estuvieran conversando con una buena amiga en un parque.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
El trabajo de McKellen no compensa un argumento flojo
Señoras y señores, les presento al anciano Sherlock Holmes, encarnado por el gigante Ian McKellen.
La actuación de este hombre es absolutamente brutal. Su personaje es un Holmes avejentado y con problemas de memoria, retirado en una casa en el campo y que se esfuerza por escribir los detalles de su último caso, el que hizo que se retirara para siempre. Le acompañan una ama de llaves y su hijo, que tienen que soportar sus manías, aunque este hombre ya no es lo que era.
Además de la actuación, es destacable la dirección de fotografía, con un uso de la iluminación muy bueno que hace que resalten mucho los paisajes campestres.
Desgraciadamente, tengo que decir que la película no me ha gustado, a pesar de su gran potencial. Existen films cuya historia tiene poca enjundia y las actuaciones lo compensan todo, pero creo que no es el caso.
Como seguidor del personaje, esta historia creo que no le hace justicia.
En primer lugar, los misterios que tiene que resolver (lo de la mujer y lo de ese mejunje que supuestamente cura la senilidad) son demasiado poco interesantes. Estamos acostumbrados a que Holmes se enfrente a desafíos intelectuales de altura, y no a estas tonterías que podrían estar en la peor serie televisiva de detectives. Con lo que hay, no se dan muchos momentos en los que Sherlock pueda dar muestras de su gran inteligencia. Su típica exposición de hechos y las siguientes explicaciones de la forma de deducirlas es un elemento clave, y aquí no he visto mucho de eso. Lo hay, pero en muy pequeñas dosis.
Otros acercamientos al personaje lo han enfocado también con aventura y emoción, y de eso si que no hay nada aquí.
Aparte de los casos, el personaje de Conan Doyle siempre se ha caracterizado por sus manías y su extraño comportamiento antisocial. Pero aquí lo que tenemos es a un anciano patético, que añora el pasado aunque todavía podría seguir trabajando en sus casos. Entiendo que hayan querido dar un enfoque humano y que Holmes aquí se emocione y tenga una gran relación de amistad con el niño. Y eso está muy bien, pero sinceramente, eso no es Sherlock Holmes.
Esos, a mi entender, son los grandes fallos de la película. Se llama "Mr. Holmes", pero creo que esto no es una historia de Sherlock Holmes al uso, y que realmente no respeta los cánones del personaje, menos incluso que las dos entregas dirigidas por Guy Ritchie, que al menos son muchísimo más divertidas que este drama un tanto soporífero.
Si el protagonista hubiera tenido otro nombre, otro gallo cantaría. Me he llevado una gran decepción porque me esperaba algo totalmente diferente, y no un drama lacrimógeno, por muy bien que actúe McKellen.
Claro que, por otra parte, si el título y personaje se hubieran llamado de otra forma, ¿a quién le habría interesado esto?
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Sherlock Holmes se topa con el ocaso de su vida... en una trama de desarrollo negligente, gris, monótono y anodino.
Una verdadera lástima que "Mr. Holmes", contando con un material literario de base tan jugoso como son las aventuras detectivescas de Sherlock Holmes... y contando con un intérprete principal tan portentoso como Ian McKellen (impecable actor británico que se luce como casi siempre acostumbra) no ofrezca más que un pasatiempo olvidable, que a duras penas se aguanta durante un visionado.

La trama nos describe al mítico detective de Baker Street (McKellen) ya retirado. Este Holmes vive su jubilación y su senectud en una casa del campo que comparte con su ama de llaves (Laura Linney) y el hijo de ésta (Milo Parker). Holmes, viendo cercana su muerte, trata de terminar una novela en la que relata su último caso... pero su avanzada demencia le impide recordar los detalles de aquella investigación y el porqué aquel misterio le hizo retirarse. Holmes piensa que volverá a encontrar sentido a su vida con este proceso de escritura... sin embargo, el afamado detective vuelve a encontrar sentido a su vida gracias a la amistad que forja con el tierno niño de su casera.

La cinta es una más que evidente oportunidad perdida. Pues trata de ser un relato dual en el cual se nos quiere narrar el drama contenido de un hombre anciano que lucha contra su propia vejez por un lado... mientras que por otro y mediante flashbacks, se nos muestra un misterio detectivesco (el último caso de Sherlock Holmes). Pues ni en lo uno ni en lo otro "Mr. Holmes" triunfa, pues se queda a medio camino en sus dos tramas y tonos, y no lega el arrojo, la imaginación, las calamidades, la profundidad, el ingenio y el nervio que pudo ofrecer en ninguna de ellas.

"Mr. Holmes" se queda en agua de borrajas, es más lo que pudo contar que lo que realmente cuenta. El relato se desarrolla con una pereza, una dejadez y una mundaneidad que hacen a la cinta ser más carne de sobremesa telefilmera que otra cosa.

Su subtrama detectivesca sobre el último caso es decepcionante; una mera anécdota de ínfimo e insignificante misterio, y de resolución atropellada y mísera... y Bill Condon ("La saga Crepúsculo: Amanecer", "Kingsey", "Dreamgirls", "El quinto poder") nos la narra a remiendos y con excesiva parsimonia y redundancia para la poca "chica" que verdaderamente tiene en el libreto. La subtrama de Japón es, simplemente, obviable (se podía haber cortado del metraje sin ningún tipo de problema), y la trama de Holmes anciano está descrita a medio gas y dislocada... sin un drama arrojado, arriesgado y hondo, se pobla sin embargo de planos de la rutina (de abrir ventanas o mirar cajones que podrían haber sido eliminados perfectamente de la trama).

Y así, con una trama descosida y pusilánime (sin el enigma que se podía esperar, o sin la perspicacia en el simbolismo sobre la vejez que se podía haber dado), "Mr. Holmes" decepciona tanto como cine de suspense como cine dramático. ¡A ver! es un film que se puede soportar (a pesar del ritmo tan excesivamente pausado y tan reiterativo... para la trama tan mediocre que nos acaba describiendo, y a la que le cuesta arrancar) gracias a la interpretación de Ian McKellen y gracias a su último tercio (donde por fin aflora un drama de enjundia con una investigación paralela esta vez sí interesante, y el Holmes de McKellen al fin asoma su naturaleza investigadora y su instinto deductivo con complacencia para con el espectador).

El resto de la película se puede describir en líneas generales como un olvidable desarrollo argumental de tanta pantomima y redudancia... que al final acaba siendo mucho ruido y pocas nueces. Parece que "Mr. Holmes" no acaba contándonos nada con convencimiento y es una pena.

En fin, una película de muchos ademanes accesorios y muy poco fondo, su desarrollo apenas nos dice algo. Y eso es muy desalentador sobretodo teniendo en cuenta al personaje que lo protagoniza.

Este Holmes sin una trama detectivesca a su altura y con un drama que se ha visto en mejores films... se queda en muy poco Holmes. Si no fuera por el buen hacer de Ian McKellen y del resto del reparto, de una correcta (que no destacada o notable) dirección sin más por parte de Condon (que aprovecha y se marca un copioso uso de planos cerrados de McKellen, sin errar por ello en los medios y en las planos generales que presumen de unos hermosísimos paisajes) y de una pertinente (pero olvidable) banda sonora, el metraje ni se sontendría. Solo recomendble para los muy fans de McKellen.


Lo mejor: Sin duda Ian McKellen (lo único con alma del conjunto) que saca petróleo de su vetusto y añejo Holmes, un experimentado Holmes ya falto de historias y harto de su vejez... pero que deja entreveer su genio deductivo... y esto no lo logra tanto el guión sino los gestos y las miradas de McKellen. Destacan también una siempre correcta y natural Laura Linney (no se la conocen malas interpretaciones) y un prometeder Milo Parker. La lucida fotografía (ojalá el guión estuviera al mismo nivel).

Lo peor: El tempo de Bill Condon con el metraje y como su cámara se centra más en las escenas nimias que en las que pudieron ser más rescatables en el libreto. El desarrollo del guión en la trama detectivesca (un desastre) y... porque no decirlo en la trama del drama de la senectud (más recomendable respecto a este tema es la cinta de ese mismo 2015 "La juventud" o "Arrugas" o "Elsa y Fred").
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