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27 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
3
Increíblemente floja
Resulta difícil de creer que Hithcock sea el director de esta comedia. Ya comienza sin un ápice de chispa y nervio, como para desmoronarse totalmente al final. Pésimo guión y nula fuerza visual - algo inédito en el inglés - para una película a años luz de sus mejores trabajos y aún lejísimos de la muy notable comedia "Pero...¿quién mató a Harry?"
Para mí, lo peor que hizo el maestro en Norteamérica, el cual incluso llegó a tacharla, acertadamente, como una "pérdida de tiempo".
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40 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
LAS TETAS DE LA LOMBARD
Antes de que Hitchcock se convirtiera en un director de género, y mucho antes de que lo fuera de firma y sello, hubo tiempo para probar diversas posibilidades tras la cámara, algo lógico en una época en que Howard Hawks, por citar sólo uno, igual rodaba un western como un drama, igual una comedia que una bélica. En comparación con tantas de sus grandes películas es fácil someter a pública lapidación a una comedia como Matrimonio Original, pero no olvidemos que en casi todos sus títulos el genio inglés demostró poseer un gran sentido del humor y la ironía del mismo modo que tantas de sus películas de suspense lo son en realidad de amor.

Dicho esto, Matrimonio Original tiene mucho de comedia romántica y bastante de Screwball Comedy sin llegar a ser una obra maestra de ninguno de los dos géneros. Partiendo de una idea con muchas posibilidades, la de un enamorado matrimonio que no deja de pelearse y que descubre no estar legalmente casados, nos encontramos algunos de los momentos más divertidos de la historia del cine, como a Robert Montgomery intentando sangrar de la nariz atizándose a sí mismo, pero al mismo tiempo se percibe falta de ritmo y frescura viniéndose a veces la película al suelo. La levantan el ya citado Montgomery y sobre todo la intachable Carole Lombard. El maestro inglés aceptó rodar esta película por su amistad con Lombard, que por aquel entonces era además la casera del director, aunque más tarde renegará de este título y asegurará no llegar a comprender el guión, limitándose a poner la cámara. Sin duda, los dos eran igual de mordaces y Hitch tuvo que escuchar como Carole le explicaba que le daba igual repasar sus escenas para ver su actuación, ya que sólo quería ver como le quedaban las tetas con el sostén.

Y la Lombard se merece un monumento, o al menos un párrafo por mi parte. Ella sola convierte en inmortal este y tantos films, con su sensual belleza traviesa, su desparpajo y su control del movimiento, del ritmo interpretativo ante una cámara. La reina de la comedia de los años treinta nos dejó aquí su penúltima actuación, justo antes de la insustituible Ser o no ser de Lubitsch y de su fatídico accidente de avión, que robó al mundo sus futuros papeles en los cuarenta y cincuenta. Si Marlene Dietrich y Greta Garbo eran las divas de aquellos años, Lombard era el contrapunto rebelde y lenguaraz. A la Garbo ya la satirizó con sus imitaciones en La princesa de Brooklyn, y en esta película vuelve a hacerlo en las escenas de nieve, con paseo en trineo de caballos incluido, que claramente nos recuerdan a La reina Cristina de Suecia, sólo que si Greta se acariciaba la cara con la nieve en uno de los planos más famosos de la sueca, Lombard se la come, la mastica y juega con ella cómicamente.

Lo siento Alfred, pero esta vez no eras el protagonista.
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20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Poco original.
Divorcio para todos. Me dicen que a Hitchcock le obligaron por contrato hacer esta película, no era su estilo y debió hacerla de mala gana.
Ha habido muchos directores que les impusieron actores, guiones, etc, e intentaron honradamente terminar la película lo mejor posible.
Hay que tener criterio, la película es floja tirando a mala porque está olvidada y jamás nadie dirá que es buena película, excepto alguno que no se atreva porque el director es Hitchcock y el amigo no puede fallar. De ahí la nota que tiene.
Hitchcock era un truhán del Mississippi y funcionaba con sus cartas marcadas, con sus crímenes y sus paranoias, con sus rubias maltratadas por obsesiones que él mismo se las pasaba, pero que un amigo quisiera casarse con la novia de su socio, aprovechando que estaban regañados, todo en un ambiente de comedia romántica, no era un argumento que le complaciera y, por tanto, no cumplió; no acertó en nada, ni comedia, ni romanticismo y mucho menos original.
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23 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sutil y sugerente exploración de la fragilidad de las relaciones de pareja
Film nº 26 de Hitchcock, tercero de su etapa americana. Escribre el guión Milton Krasna a partir de un argumento propio. Se rueda en exteriores de NY y en plató, entre el 5/IX y el 2/XI de 1940. Producido por Harry E. Edington para la RKO, se estrena el 31-I-1941 (NYC).

La acción tiene lugar en NYC a lo largo de varios días del otoño de 1940. El abogado neoyorquino David Smith (Robert Montgomery) y su esposa Ann (Carole Lombard) llevan 3 años de feliz matrimonio cuando un funcionario les informa que su enlace no tiene validez jurídica a causa de una deficiencia administrativa no subsanable.

El film es una comedia romántica, de enredo y de humor. Es una de las dos únicas comedias que Hitchcock rueda en su etapa americana ("Pero... ¿quién mató a Harry?" es la otra). Es, además, la primera cinta que realiza para la RKO. Considerado por muchos como una obra menor, es no obstante una comedia bien estructurada, intensa, de ritmo rápido, de contenido valiente y atrevido en su tiempo, rica en comicidad, de buenas interpretaciones y portadora de la huella inconfundible del maestro. Incorpora un subtexto que trasmite ideas muy propias del realizador: las relaciones de pareja son esencialmente inestables, con frecuencia se dan asociadas a turbulencias y siempre están sometidas a cambios, muchas veces imperceptibles o poco perceptibles, pero importantes, como sugieren los cambios que ha sufrido el restaurante de la época de noviazgo de los protagonistas. La comicidad se basa en episodios de batalla de sexos, malentendidos, celos exagerados, errores y engaños desvelados, que se combinan formando una textura densa, consistente y firme. La obra contiene otras constantes del realizador, como la fascinación y adoración que siente por Carole Lombard, encarnación de la heroína hitchcockiana: rubia, desenvuelta, guapa, inteligente y frágil. No falta la figura de la madre opresora e intrusiva. El cameo del director lo dirige, en esta ocasión, Carole Lombard. Se hace uso de imágenes que explican extremos argumentales: comida que no apetece a los gatos, confianza del que se deja afeitar a navaja, efervescencia sexual de la noche anterior a la escena inicial. Se añaden imágenes vertiginosas y de lluvia, desayunos abundantes, bebidas y comidas, tan gratas al director. Éste muestra su escepticismo y desencanto en escenas que dejan una estela de amargura: la de la sala de fiestas y la de la noria atascada con chaparrón final.

La música, de Roy Webb ("Retorno al pasado", Turneur, 1947), aporta una partitura funcional de apoyo, con melodías alegres, divertidas y, en ocasiones, burlonas e irónicas. La fotografía, de Harry Stradling Sr. ("Johnny Guitar", Ray, 1954), desarrolla una narración visual muy atractiva, dinámica y diligente. Acaricia con fervor el rostro de Carole Lombard, que ofrece una interpretación magnífica. El realizador exhibe un gran dominio de la dirección de actores y del movimiento escénico.
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20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Zapatero a tus zapatos.
Zapatero a sus zapatos, eso suelen decir, está claro que es una película dirigida con bastante mala gana, es de saber que Hitchcock es el genio del cine del suspense y nunca de la comedia romántica por eso hizo esta y nada más, está claro que no era su campo.
Partiendo de esto no diré cosas buenas de la dirección aunque las actuaciones son correctas.
La película cae en muchos momentos, hay escenas que no tienen mucho interés y pierden ritmo y energía y en ningún momento la película posee momentos de auténtico humor ni romanticismo, es una cosa sin mucho sabor.
Se ve que Hitchcock busca esos momentos de humor pero no sabe como salvarlos, sin duda sabía como crear suspense pero humor, no mucho.
A pesar de toda la mala dirección y adaptación del guión, la película tiene algo de sustancia en lo relacionado a la vida matrimonial y sus problemas conyugales, de como el amor en el matrimonio existe a pesar de las crisis matrimoniles que se puedan tener y de como éste suele ser quien salva tales problemas.
La película no va más allá de hacerte pasar algún que otro buen rato pero nada más.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Reclamando posesiones.
Bufona. Toxicidad amorosa. Degradación matrimonial. Guerra de sexos insípida. Caspa social anticuada. Dependencia orquestada. Honor patriarcal. Vínculos de posesión y monotonía contaminante.

Comedia fallida de Hitchcock version USA. La mejor versión del director apenas se hace visible. La débil construcción de personajes juega en su contra. La evolución es pobre y dañina. Técnicamente plana.

Olvidable.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Decepcionante
Si te saltas los títulos de crédito, resulta increíble que sea del gran maestro. No pasa de ser una simple comedieta de enredo con final más que previsible. Las interpretaciones tampoco se pasan. No creo que Hitchcock quedara muy satisfecho con esta cinta.
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8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Un encargo poco original
Me parece increíble decir algo así de una película dirigida por Alfred Hitchcock, pero tengo que decirlo: es una película mala y aburrida. ¿Cuál es la razón? ¿El hecho de ser un encargo? ¿Que se tratara de una comedia a la americana, un tipo de película para la que Hitchcock no estaba hecho, y que, posiblemente, no le interesaba? Lo cierto es que ni siquiera como comedia a la americana funciona, y tampoco funciona con buenos actores como Robert Montgomery y Carole Lombard. Este film es un retroceso absoluto con respecto al cine que había hecho antes, especialmente el de su etapa británica, y, seguramente, uno de los puntos más bajos de su carrera. Pues eso, hasta Hitchcock hizo una película mala.

Recomendable para completistas curtidos, como mucho.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Carole Lombard.
12/12(12/01/21) Fallida comedia del maestro del suspense Alfred Hitchcock, la única ‘pura’ de este género que dirigió en Hollywood (aparte de “Pero... quién mató a Harry?… Harry”, que tenía un muerto), hecha a mayor gloria de la gran Carole Lombard, acompañada por un competente Robert Montgomery, con guión del oscarizado Norman Krasna (“Furia”), sobre una idea que podría haber dado juego (en su premisa poco creíble), de un matrimonio con tres años de antigüedad, en continuas batallitas que terminan en el dormitorio tres días seguidos, se enteran de que en realidad su matrimonio por un tecnicismo burocrático no es legal, y entonces se producen los tiras y aflojas sobre si volverán a casarse o buscaran nuevos proyectos amorosos. Idea para derivar en una tan de moda ‘screw ball’, ello incorporando elementos del Toque Lubitsch en algunos momentos (ese momento fuera de plano donde la cámara enfoca una puerta y escuchamos un gran estruendo y luego vemos lo ocurrido, o cuando el protagonista hace que habla a una mujer para que otra persona más lejos lo crea, o la imagen recurrente de del hueco de una llave en un tablero)

Pero todo esto puesto en una historia falta de frescura, de naturalidad, con momentos forzados, donde la suspensión de la realidad es continua, con unos secundarios sosos, donde es destacable por una majestuosa Carole Lombard (La considerada entonces Reina de la comedia romántica) que desborda la pantalla en cada aparición, cumple como puede Montgomery a su lado. Tanto es así de la calidad de la cinta que Hitchcock posteriormente renegó de él, afirmó realizó la película, como un favor a su amiga Lombard (y entonces casera) y su marido Clark Gable, y aceptó el guión sin cambios. Fue la última película de Lombard estrenada antes de su muerte, con solo 33 años, el 16 de enero de 1942. “To Be or Not to Be” (1942) fue su última película, estrenada dos meses después de que muriera trágicamente en un accidente aéreo, mientras regresaba a casa con su madre en una gira de War Bond (Bonos de Guerra) durante la Segunda Guerra Mundial, el presidente Franklin D. Roosevelt le otorgó póstumamente la Medalla de la Libertad como la primera mujer estadounidense asesinada en el cumplimiento del deber en la Segunda Guerra Mundial.

Es una entretenidilla comedia, con algún momento que te saca una mueca de sonrisa, como los mencionados recursos Lubitsch, el momento gato encima de la mesa de la pizzería, o ese final tan del Hitchcock freudiano sexual (spoiler), propia del final de “Con la muerte en los talones” y ese túnel atravesado por un tren (¿?). Pero en general es un producto ligero, sin garra, una guerra de sexos sin mucha chicha, demasiado supeditada al machismo (ejemplo claro cuando en un momento dado él le dice a ella que tiene que volver con él porque es suya), le falta chispa, sobre todo en los diálogos que resultan rancios, donde todo resulta previsible.

Hitchcock dijo: 'Esa película fue hecha como un gesto amistoso para Carole Lombard. En un momento de debilidad acepté. Como realmente no entendía el tipo de personas retratadas en la película, todo lo que hice fue filmar las escenas tal como estaban escritas'.

Posee un estimulante inicio, mostrando a la pareja protagonista tras una de sus peles se han tirado 3 días encerrados en el dormitorio hasta hacer las paces, y con ello conocemos la relación de amor-crispación entre ambos, dejando tras ello el McGuffing de lo que será el embrollo de la historia cuando ella le pregunta a él si se volvería a casar con ella y él le responde que no, y esto será el desencadenante de todo lo que viene después, con la catarsis, vienen batallitas entre ambos, un juego constante del gato y el ratón. Pero las situaciones resultan metidas con calzador en muchos casos, Epítome es que el rol encarnado por la Lombard comience a salir con el socio del que era su marido (el encarnado por Montgomery), y esto no suponga ninguna disputa pendenciera entre ellos, resulta inverosímil, por no hablar del tramo final en las montañas nervadas, todo un vodevil manido y apolillado, solo salvable por una espléndida Lombard, de fuerte personalidad, inteligente. Como un lastre está Un Gene Raymond (el mencionado socio), bastante sosainas su actuación y su guionizado carácter.

Se puede ver a Alfred Hitchcock en su cameo habitual pasando a Robert Montgomery frente a su edificio de apartamentos, mientras la cámara retrocede, aproximadamente 43 minutos después de la película. Para el deleite de la tripulación, la propia Lombard dirigió a Hitchcock en la breve escena, obligándolo maliciosamente a rehacer su muy simple parte muchas veces.

La película es una de las primeras en mostrar una pizzería y se suponía que contenía el sonido de un inodoro, que se modificó para golpear tuberías por razones de censura.

Que porque con todo lo dicho le doy un 6? Pues porque la mido por venir de Hitchcock, y eso es mucho, porque tiene a una radiante Lombard, y por los mencionados toques Lubitsch, que eso es para no ser tiempo perdido. Fuerza y honor!!!
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Suficientemente entretenida
Muy alejada de los mejores momentos de la comedia de los años 40, próxima a la mejor gracia de Hitchcock en sus escenas más satíricas de su filmografía, pero a años luz de lo se exige del genio de Inglaterra. Ningún plano es recordable y el entretenimiento sucumbe ante lo que se debe pedir del cineasta. No os va a aburrir, no os va a encantar. Descolocada.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Rara avis
Aunque el rey del suspense gustaba de trufar sus diabólicas intrigas con numerosos elementos de ironía más o menos fina, más propios de la comedia que del trhiller, ésta fue su única pieza enmarcable de manera plena en el género cómico. No obstante, poco cabe apreciar del sello personal de Hitchcock en este film, que se mueve en las coordenadas de la corriente cómica imperante en su momento (el de la sofisticación y ligereza de la screwball comedy estadounidense), si bien con matices, dado que, aunque se desarrolla en ambientes refinados y elegantes, carece del alocamiento en el ritmo que caracteriza a las muestras más señeras de esa corriente.

Por otro lado, la película no termina de alzar el vuelo, y se ve lastrada por la flojedad de un guión que, tanto en urdimbre dramática como en calidad textual, se halla a años luz de los mejores de la época. Con tales mimbres, ni siquiera el excelente nivel de la pareja protagonista consigue dotar al film del suficiente nivel de interés. Una auténtica lástima.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Si pudieras empezar de nuevo… ¿volverías a casarte con la pareja que ahora tienes?
Imagina que llega hoy a tu casa el juez o el cura con el que te casaste y la noticia que te trae es que, por un error cometido, tu matrimonio ¡no es válido! Si esto sucediera… ¿Estarías dispuesto a volver a casarte con la pareja que ahora tienes?

Esta es la suerte de pregunta que, para muchas personas, sugerirá dos tipos de respuestas: Una, la que darían si estuvieran solos frente a una pantalla o en compañía de amigos(as) de su mismo sexo. Y dos, la que asumirían frente a sus parejas. Por supuesto, para los felices re-cién (hasta los cien días) casados, será mucho más común que salga un emotivo Sí en cualquiera de los casos.

Para David Smith (de Smith & Cluster abogados), quien ya lleva tres años de casado, el cuento se va a volver un verdadero embrollo, porque, antes de que a él y a su guapa esposa les llegue, por separado, la sorpresiva noticia, había coincidido que ella le había hecho la difícil pregunta para ejercitar El respeto mutuo y el Decir siempre la verdad, dos de las exigencias del decálogo con el que su matrimonio funciona… y él había sido absolutamente honesto al responderla. Así que, el pobre de David se las verá a gatas para reconquistar a su mujer y, ella, que ahora ha vuelto a ser Ann Krausheimer (apellido que nos anticipa un fuerte carácter), comenzará a coquetear con Jeff Cluster ¡sí, el leal socio de su ex – esposo!

En el año 1941, surgieron simultáneamente dos películas que partían de esta particular circunstancia de los casados-no-casados: “La gran mentira” de Edmund Goulding y este “MATRIMONIO ORIGINAL” de Alfred Hitchcock. La película de Goulding partía de una novela escrita en 1936 y se estrenó el 12 de abril de 1941, mientras que, la de Hitchcock, toma como base un guión reciente de Norman Krasna, aunque se estrenó a finales de enero del mismo año. Claro que, la película con Bette Davis, resulta sin duda más elaborada y por eso pudo tomarse más tiempo.

Lo que Hitchcock nos ofrece en ésta su primera y única comedia americana, es una simpática, pero en definitiva bastante liviana historia, pues adolece del gracejo y de la chispa que reclaman los diálogos en esta suerte de películas, además de que las situaciones carecen, en su mayor parte, de la vitalidad y el encanto que solemos encontrar en toda importante comedia americana. La historia de Krasna ronda también, con poca sal y pimienta, el cuento harto conocido del marido que no está dispuesto a perder a su esposa, y entonces, se entromete en donde ella y su rival se encuentren. Para el caso, la anterior y magnífica “La pícara puritana” de Leo McCarey o aún la muy simpática “Un marido rico” que, Preston Sturges, realizara en 1942.

George Montgomery y Carole Lombard (estando mejor ella) pasan raspados en este ligero ejercicio, y Hitchcock quedaría tan poco a gusto que, muy rara vez, hablaría en adelante de este pasajero ejercicio.

El filme de 2005, que protagonizaran Bratt Pitt y Angelina Jolie como “Sr. Y Sra. Smith”, nada que ver con esta vieja película.

Título para Latinoamérica: “SU AMADO ENEMIGO”
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Debut y despedida de la comedia romántica
David Smith (Robert Montgomery) y Ann (Carole Lombard) son un matrimonio un poco excéntrico y convencional, cuando tiene diferencias se comportan de manera extraña. Luego de tres años de matrimonio, los Smiths reciben la visita de un funcionario del estado que le informa que por cuestiones burocráticas no están casados legalmente. ¡Ahora es cuando se forma la bronca, y lo peor de todos con un tercero por el medio!

Deliciosa comedia conyugal en donde Carole Lombard y Robert Montgomery demuestran tener una simpática química para hacernos reír, su manejo de la palabrería es único y muy divertido. Es interesante observar el personaje de Gene Raymond (Jeff), un tipo que llega de paracaídas y no se sabe a ciencia cierta de quién está enamorado, por otro lado tenemos a Jack Carson (Chuck) con unos gustos para las mujeres que están %!&#!

El maestro del suspense Alfred Hitchcock debuta en el género de la comedia romántica con este film, Mr. & Mrs. Smith (1941), pero le falto algo y posiblemente haya sido por el estilo con que es conocido. Luego de esto Hitchcock volvió filmar otra comedia, "The Trouble With Harry?" (1955), pero resulto ser una curiosa, divertida, desconcertante y entretenida historia de humor negro muy al estilo del maestro del suspense. ¡Todo un éxito!
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Rara comedia de Hitchcock
Rodada en el Nueva York de los años 40, con escenas en el parque de atracciones de Coney Island, en su momento de esplendor, antes de que se vulgarizara, la película tiene más valor por el trasfondo que por el argumento en sí mismo. La mayor parte de exteriores está rodada en estudio, lo cual le da una textura cien por cien teatral al duelo matrimonial entre la sensual y fría Carole Lombard y el elegante y bien plantado Robert Montgomery, con un tercero en discordia. Muchos detalles pasan desapercibidos al espectador que no se sitúe en la época. Cómo era el entorno de las clases adineradas, su ideal de vida y hasta un cierto racismo incipiente. Los diálogos tienen su chispa y algunas dosis de mala uva. Evidentemente, no estamos ante uno de los filmes obra maestra del autor. Pero sigue siendo un Hitchcock.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Hitchcock también hizo comedias...
Entretenida comedia romántica del maestro Hitchcock, que se sale totalmente de su estilo para ofrecer algo muy diferente.

Un matrimonio algo extraño, ambos con un fuerte carácter, que por un malentendido acaban tirándose los trastos a la cabeza, liando las cosas cada vez más y formando un buen tropel.

Es divertida, la pareja protagonista lo hace bien, y pese a que la parte final quizá haga que pierdas ya un poquito el interés, la verdad es que se pasa un buen rato.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Divertida comedia screwball de suspense romántico
Vi esta película hace muchos años en una reposición y guardaba de ella un grato recuerdo.

Para escribir estos comentarios he vuelto a visionarla, por suerte para mí. Magnífica dirección, guion sólido y trabado, estupenda música de Roy Webb, fotografía muy buena de Harry Stradling en blanco y negro, planos generales, planos de situación, planificación teatral, diálogos ocurrentes y divertidos.

Así es el film número veintiséis de Hitchcock y el tercero de su etapa americana.

Muchos críticos y entendidos, la consideran la película menos representativa de Alfred Hitchcock, por su carácter de comedia. Ese argumento es dudoso, pues nuestro gran director ha hecho películas de intriga o suspense e incluso psicológicas en un encuadre con evidentes tintes de comedia, que una cosa no quita la otra.

El guion de Norman Krasna se zambulle en otra clase de suspense al habitual en Hitch, el suspense romántico que conlleva la pregunta: ¿qué pasará con la pareja protagonista?

Parece que Hitchcock aceptó dirigir esta comedia por la amistad suya y de su mujer Alma Reville con la actriz Carole Lombard, cuando vivían en Hollywood.

La película es una cinta muy divertida sobre el matrimonio compuesto por el Sr. y la Sra. Smith, matrimonio que alterna el amor con las desavenencias y pactos para enmendar la cosa.

Por una de esas cabriolas de la vida, resulta que por razones administrativas el matrimonio no lo es a efectos oficiales; o sea, no hay matrimonio legal.

David intenta ocultárselo a ella, pero cuando Ann descubre la verdad y que él había manifestado que no volvería a casarse de empezar de nuevo hace que ella decida volver a la soltería, ganarse la vida y ser independiente.

Conforme se van sucediendo los diferentes acontecimientos, comprobamos cómo los protagonistas experimentan cambios diversos en su conducta y en sus estrategias para sobrevivir al shock que ha significado la inesperada soltería.

Se trata de una simpática y divertida comedia al estilo screwball. Una pareja, un matrimonio que luego resulta ser que no lo es. Ella impetuosa, ocurrente y errática; él obstinado y enfrentado con frecuencia a los desvaríos de su querida y bonita esposa. Se odian, pero se aman. Momentos de fino humor.

La parte más brillante y las propuestas más eficaces están en el primer tercio de la película: la calidad y brillo de la realización y lo divertido de algunas secuencias, como la cena de los esposos en el restaurante al que iban de novios, actualmente en un estado lamentable; o cuando ella se pone su antiguo y elegante vestido y le queda pequeño.

Lo que viene luego siempre guarda la calidad, dignidad y secuencias geniales. Pero este tramo posterior pierde parte de la frescura inicial, con a un ritmo más perezoso y convenciones que finalizan en una frágil y facilona conclusión.

Gran parte del peso de la película recae en la labor de los actores. Robert Montgomery logra una brillante labor de comedia y Carole Lombard, bella y distinguida (gran vestuario) demuestra su extraordinaria capacidad para el género.

Como quiero acabar con justeza y sin dar lugar a equívocos, diré que no es lícito tachar a Hitchcock como mero maestro del suspense. Así es, Hitchcock es un narrador total que maneja todos los hilos de sus producciones, es un grande y tiene su marca, su magnetismo y su inconfundible estilo. Haga lo que haga.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Cumple con el encargo
Sencilla, básica, pasajera, desenfadada y ligera producción dirigida por el maestro del suspense, en un encargo de la productora RKO, en la que se presenta la historia de un peculiar matrimonio que descubre que en realidad no están casados, dando paso a todo tipo de disputas y situaciones absurdas y divertidas.
Alfred Hitchcock, consigue hacer suya la historia e introduce su ingenio y desparpajo a la hora de sacar el máximo partido a su ingenioso e inteligente humor, con el que consigue ofrecer un entretenimiento pasajero acertado que no decepciona.
Hitchcock cumple con el encargo y lo hace gracias a los dos protagonistas, unos estupendos: Carole Lombard y Robert Montgomery,
Sin ser una obra maestra, Matrimonio original queda como un producto correcto y entretenido que se ve con agrado.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
UNA ESPECIE DE JUEGO DE TRONOS VERSION "SCREWBALL"
Una cosa es que Alfred Hitchcock quisiera hacer una película con Carol Lombard como protagonista (a su afición por las rubias sumémosle una amistad personal) y otra muy distinta es que ésta fuese la película que quisiera hacer. Tampoco hay que perder de vista el hecho de que fuese Norman Krasna, guionista de reconocido prestigio quien propuso el guion a la Lombard implicando en el proyecto a George J. Schaefer por aquel entonces presidente de la RKO Radio Pictures. La dirección de Hitchcock parece que iba incluida en el pack.

Es necesario hacer este tipo de consideraciones antes de pasar a criticar un film de difícil encaje en la trayectoria del director británico porque si Don Alfredo era el mago del suspense, Carol Lombard era una de las diosas de la comedia romántica y de enredo, con especialidad en personajes “screwball”, delirantes y extrovertidos hasta el límite de lo correcto. Películas como “La comedia de la vida” de un maestro del género como Howard Hawks, “Candidata a millonaria” de Mitchell Leisen y también con guion de Norman Krasna, “Al servicio de las damas” de Gregory La Cava, por la que consigue la nominación al Oscar o “La reina de Nueva York” de William A. Wellman son magníficos ejemplos de su predisposición natural y su bis cómica. Punto y aparte para la obra maestra del genial Lubitsch, “To be or not to be” en donde su interpretación de la actriz Maria Tura significó algo así como su testamento cinematográfico al fallecer poco después en accidente de avión tras una gira para promocionar bonos de guerra.

La aceptación por parte de Hitchcock a la realización de este film fue sin duda una consecuencia de la amistad que él y su esposa Alma Reville tenían con Carole Lombard y su marido Clark Gable. En otras circunstancias, muy probablemente Hitchcock hubiese rechazado el trabajo pero aquí se trataba de un favor personal a la actriz, así que aceptó sin cambios el guion de Krasna y puso su talento, que era mucho, “al servicio de la dama”. Sin embargo la unión de dos talentos, tan excepcionales como diferentes, no tuvo como resultado una obra genial. Hitchcock se esmeró, Lombard puso lo mejor de si e incluso Robert Montgomery nos brinda una interpretación más que correcta pero las screwballs no eran ni fueron nunca las especialidades de la casa Hitchcock. Preguntarnos qué hubiese pasado si Don Alfredo hubiese podido meterle mano al guion y añadirle algo de esa intriga tan suya sería entrar en el terreno de las conjeturas aunque estoy por creer que el producto final hubiese mejorado.

El film parte de un supuesto poco o nada creíble. Un problema territorial que invalida los matrimonios realizados en un determinado condado estatal. Esta circunstancia, inviable desde un punto de vista legal, se solventa con la devolución del importe de la licencia matrimonial y la posibilidad, claro está, de volverse a casar. Sobre este hilo argumental, absolutamente endeble, se trata de soportar una comedia de amor muy al gusto de las audiencias de la época, del estilo “Ahora te quiero, ahora no te quiero, pero te sigo queriendo…” Una comedia, alocada por supuesto, donde el resultado no importa porque es conocido desde el minuto uno y donde lo que realmente interesa es quien se llevará el gato al agua en cada una de esas pequeñas batallas que, como movimientos de ajedrez, se libran, a veces de forma oral, a veces pasando al terreno de la acción. Una especie de juego de tronos versión “screwball” que intentó, allá por los 40, seducir a un público predispuesto a este tipo de comicidad sin acabar de conseguirlo del todo y que visto en el 2020 provoca una cierta curiosidad cinéfilo-histórica al tiempo que las sonrisas acaban desparecidas en combate.

Hitchcock era mucho Hitchcock y consigue que el film acabe alcanzando su máximo, el techo de sus posibilidades. Algunos buenos diálogos, escenas donde los silencios expresan más que las palabras, secuencias bajo la lluvia o la nieve muy interesantes, e incluso algún instante donde el toque Lubitsch es más que evidente. Cosas de genios. Pero Hitchcock era un “diablillo” que sabía mucho de cine pero que torcía el gesto cuando hablaba de esta película. Y “El diablillo dijo no”
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5
Los que se aman y odian.
La única comedia no policial que hizo Hitchcock en Hollywood.
Es imposible racionalizar una comedia de estas características porque básicamente lo que busca hacer reír desde el grotesco o absurdo, en todo momento tiene que haber un chiste o situación que genere humor por muy arbitraria e ilógica que esta sea.
No se puede analizar con parámetros de otros género a los personajes porque su comportamiento se basa en exagerar su comportamiento.
No me gustó el preámbulo, después la primera mitad si se pone un poco mejor, y las mejores escenas son las que en los dos restaurantes, ahí mezcla muy bien el humor negro y le sacan mucho provecho a una situación incomoda sin que quede tan tirada de los pelos.
La segunda mitad es mucho más predecible, aburrida y cursi, con el antagonista supongo que no se le ocurrió otra cosa a Noman Krasna y tuvo que salir con eso.
La mitad de las situaciones y chistes han envejecido muy mal, el concepto de lo que debe ser una pareja o el lugar del hombre y la mujer y como deben relacionarse entre sí.
Hay otros chistes que están más logrados.
Carole Lombard está perfecta, creo que es la primera película protagonizada por ella que veo y es encantadora, tenia un ritmo excelente para la comedia, mucho encanto y carisma.
Robert Montgomery hace u buen trabajo también, aunque menos destacable que él de ella, digamos que lo eclipsa un poco.
Ah y de Hitchcock no tiene casi nada reconocible.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Comedia entretenida soportada por una gran Lonmbard
Comedia de guerra de sexos bien dirigida por Hitchcock, adentrándose con soltura en un género que no era el suyo. Por ritmo, narrativa, ambiente y estética parece más una screwball comedy de los años 30 que una comedia de los 40 (se rodó en 1941).

Lombard hace un gran papel, en su línea cómica de mujer dulce e impulsiva. Dan ganas de llevársela a casa. Logra dar a todo la película un plus de comicidad que encaja perfectamente con el guión.

Montgómery cumple bien en su papel de abogado bien situado que se enfrenta a una situación rocambolesca. cree tenerlo todo controlado pero, en el fondo se ve supera do y no sabe por donde la va a llegar la próxima.

Hitchcock consigue una dirección eficaz, dándole mucho juego a los personajes, tanto los principales como los secundarios. Aunque aporta un ritmo ameno, en alguna ocasión parece que está apunto de caérsele el tenderete, pero consigue remontar con solvencia.

En resumen, me ha sorprendido gratamente. sin ser una comedia top, es entretenida y chispeante y hace pasar un buen rato.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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