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12 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
"Desde tiempos inmemoriables el dragon ha acompañado al tigre"
Toradora se presentaba como la típica comedia romántica, pero no, conforme fui avanzando en sus episodios me di cuenta de que se tocan muy diversos temas, como por ejemplo las máscaras que utilizamos en la sociedad para que no nos hagan daño. Aquí encontrareis mucho humor, romance, amistad y hasta algo de drama, poco, pero ahí está. Por tanto, te hará reir y otras veces, incluso, puede que se te escape alguna lagrimilla.

Lo cierto es que a medida que avanzaba la trama más me picaba en la serie (los últimos 5 episodios los vi seguidos) ya que tiene una chispa mágica que agrada sobremanera a los seguidores de este género. Y aviso, la serie engancha eh. En un principio el personaje de Taiga me estresaba un poco jeje pero a medida que avanzan los episodios vas descubriendo su carácter y su lado tierno y, bueno, te encariñas con "el tigre compacto".

A todos los amantes del anime, o más concretamente del shojo, estoy segura de que les gustará. Como he dicho, pronto empiezas a encariñarte con los personajes y la verdad es que te da cierta pena cuando termina la serie... ¡una se queda con ganas de más! Por el final que tiene, perfectamente da pie para una segunda temporada, pero que yo sepa no hay ningún proyecto en marcha.

Que la disfruten!!!
Saludos!!
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23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El baile de máscaras
No sé si será una norma general, pero creo que prácticamente todos los que vemos anime asiduamente somos personas románticas. Tantas historias, tantos personajes… Ahora he llegado a Toradora, y a pesar de sus numerosas virtudes he de confesar que no ha conseguido significar para mi lo que otros animes, de hecho llevo años fiel a una lista mental de los mejores animes que he visto, y ahora que he finalizado Toradorapuedo decir con certeza que éste anime no entrará en ella. En parte me entristece, ya que de haber descubierto Toradora unos años atrás seguramente me hubiera resultado más significativa de lo que me ha resultado en la época actual.

Hubo un momento, entre el penúltimo y el último capítulo, en el que creí que superaría mis barreras y trascendería a un nivel superior pero tras un giro final en los acontecimientos (que por supuesto no desvelaré) esas expectativas se apagaron como la luz en el cielo después del atardecer. Lentamente, dejando un recuerdo bonito y muy agradable, pero sin llegar a alcanzar esa fibra suave en mi interior. En ese momento concreto del anime, durante la segunda mitad del capítulo 24 y la primera mitad del 25, Toradora me evocó una de las películas más dulces, tiernas y menos conocidas de Ghibli: Susurros del corazón. Una historia preciosista que muestra cómo el amor no pertenece solo a adultos maduros y responsables, sino que puede florecer, fuerte y lleno de vida, entre dos almas muy jóvenes e imperfectas. Cuánto más especial será ese amor cuando esas almas sean tan distintas que choquen entre sí una y otra vez, como piedras que se pulen la una a la otra hasta que ya no quedan aristas, ni nada que les impida estar juntas.Susurros del corazón me hizo darme cuenta de que en el fondo soy una persona sensible y romántica, yToradora casi consigue recordarmelo. Por eso me resultó una lástima que en su último capítulo todo cambiara de nuevo alterando una historia tan bonita que parecía movida a alcanzar la sensibilidad que siempre construye Ghibli. Aún así en general Toradoraes un anime con una calidad por encima de la media.

Todo comienza con Takasu Ryuji, un joven atento y responsable que inicia su segundo año de preparatoria con las inseguridades propias de su edad, y además con el problema añadido de que ha heredado la mirada fría y desafiante de su padre, lo que provoca que todos aquellos que no le conozcan se sientan amenazados por su simple presencia. Por suerte Ryuji cuenta con la amistad sincera y eterna de Kitamura, y también con Minori, la extrovertida y alegre compañera de clase de la que Ryuji lleva tiempo enamorado. Hasta ese primer día de preparatoria todo en su vida era estable, agradable pero sin demasiadas emociones. Una vida normal y corriente. Pero entonces Ryuji se choca inesperadamente con la que será la horma de su zapato y la persona que aportará el toque picante a su vida normal y corriente: Aisaka Taiga.

Menuda y adorable como parece, Taiga resulta ser una mala bestia, una niña sumamente susceptible y airada que enseguida la toma con el pacífico Ryuji haciendo que personajes como Asuka (Neon Genesis Evangelion) se nos antojen damas dulces y delicadas. Sin embargo Taiga guarda un secreto que es descubierto accidentalmente por el chico: está enamorada de Kitamura, el mejor amigo de Ryuji. Y qué casualidad que Minori sea a su vez la persona a la que Taiga se siente más unida. Puesto que ambos tienen intereses románticos secretos y éstos resultan ser la persona más cercana del otro, Ryuji y Taiga hacen un extraño pacto: cada uno de ellos ayudará al otro a conseguir al ser amado. Ryuji hará lo posible para que Taiga y Kitamura acaben juntos, y Taiga hará lo propio empujando a Minori a los brazos de Ryuji. A pesar de ser personas muy diferentes que chocan en sesión continúa, Ryuji y Taiga no tardan en desarrollar una estrecha confianza que se vuelve un arma de doble filo, ya que si bien su relación les permite pasar muchos y buenos momentos juntos mientras conspiran para enganchar a Kitamura y Minorin, esa misma camaradería les impide ver que la persona con quien realmente quieren estar la tienen delante de sus narices.

Naturalmente, los únicos que desconocen sus verdaderos sentimientos son Taiga y Ryuji, ya que si Toradora hubiera añadido capítulos centrados en los miembros de su círculo más cercano seguramente habríamos visto a Kitamura y Minorin reírse a gusto mientras asistían a los torpes intentos de la mini tigre y su secuaz por engañarlos. Al menos eran un número par en el grupo, hasta que aparece en sus vidas Kawashima Ami, una belleza de largas piernas que revoluciona toda la escuela. Aunque nos la presentan como una niñata vanidosa y superficial es posible que éste sea el personaje más interesante deToradora; esa clase de personaje figurante que está durante prácticamente toda la serie, y que sin alterar en absoluto la trama cada vez que abre la boca consigue sorprenderte para bien. Ami es una modelo famosa que con su fingido encanto se gana la admiración de chicos y chicas por igual, pero en el fondo se trata de una adolescente furiosa con su realidad que cree que nadie la ve ni la entiende de verdad; en fin, una actitud compartida por todos los adolescentes del mundo. Si hablamos de personajes con peso, considero a Kawashima Ami una figura completamente intrascendente en la historia que cuenta Toradora, ya que con ella o sin ella la trama apenas se habría alejado de sus cauce, pero sorprendetemente a mi me parece el personaje más atractivo y misterioso de todos. Resulta paradójico que a partir del momento en el que en teoría se ha integrado en la escuela es cuando más se la ve como un pez fuera del agua; es demasiado inteligente, demasiado madura y consciente de la realidad para el ambiente tan despreocupado en el que se mueve. Como una observadora que mira y comprende todo pero no puede interferir porque esa no es su historia, y ella lo sabe.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Tiger "Taiga".
Antes que nada debes saber lo que vas a ver, y lo que te vas a encontrar en esta ocasión no es ni mas ni menos que una comedia romántico, eso dalo por hecho.

Pero pocas veces una serie de este tipo me había cautivado tanto, aunque comienza con el típico chico conoce a chica y a cada uno de ellos les gusta el amigo del otro las relaciones entre ambos protagonistas se van acercando cada vez más y más así que deseas tanto que los dos protagonistas acaben juntos que la serie te engancha hasta tal punto que no eres capaz de dejar de ver un capítulo tras otro.

La protagonista empieza siendo una borde pero luego ves su lado gracioso, su lado amable y su soledad y ves como encaja a la perfección con Ryuuji.

Los momentos de humor son muy divertidos en los que eres incapaz de evitar la gran carcajada y hacia el final de la serie se va volviendo más dramática con maravillosos momentos como el festival cultural, la fiesta de navidad o la excursión a esquiar (mi momento preferido).
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Jugar con los sentimientos de alguien
Después de que mi novia me recomendara “Toradora!”, empecé a ver el anime sin mucho interés y al principio, la juzgué de ser una comedia romántica y juvenil muy explotada. Algo parecido me pasó en su momento con “Madoka Magica”: un cliché que nos es presentado a modo de introducción… y conforme avanzas, te das cuenta de que no tiene absolutamente nada que ver con lo que pensabas al empezar.

Si hay algo que “Toradora!” hace extremadamente bien, es el acercamiento y el trato tan elegante y a la vez duro que tiene con sus personajes. Es posible que por la exageración satírica de ésta serie, a algunos les cueste empatizar del todo con ellos… pero dejad que os diga algo: éstos momentos exagerados e increíbles se vuelven precisamente creíbles cuando se ponen serios y charlan, cuando exponen sus dudas, cuando nos recuerdan que más allá del humor japonés al que tan acostumbrado estamos, nos están hablando de muchas más cosas.

¿De qué cosas, os preguntaréis? De la familia, de la importancia que puede tener en las personas (estemos o no de acuerdo); de la amistad y del amor, desde luego (como toda buena historia, bajo mi punto de vista); y más allá, del futuro, de los sueños que tenemos y de la felicidad que nosotros mismos podemos construirnos. “Toradora!” nos habla de conocerse a sí mismo, de ver más allá de lo que conocemos y de explorar nuevos horizontes conociendo personas y afrontando problemas del día a día: un amor en el colegio, la falta de un padre en nuestras vidas, cómo llevar nuestro futuro estudiantil o laboral, …

Dejad que os diga algo: hace mucho tiempo que no me enamoro tanto de un personaje femenino en obra escrita alguna (porque sí, el cine también es escribir) como me he enamorado de Taiga. Si me paro a pensar en “Sakurasou No Pet Na Kanojo” (mi anime preferido a nivel enteramente emocional), el primer recuerdo que me viene es pensar en el desarrollo de Nanami (es sólo un apunte y no quiero ahondar en él; lo haré en una futura review, seguramente); aquí, me sucede exactamente lo mismo con Aisaka. A lo largo de veinticinco episodios con muy poco relleno (de hecho, me parece poco para algún que otro fallo que os comentaré adelante) del anime, Taiga nos muestra una faceta muy clara que no parece estar dispuesta a cambiar… y poco a poco, te das cuenta de que como los demás, está aprendiendo y está cambiando su perspectiva, y es mucho más fácil encajar con ella cuando nos presenta sus dudas, cuando parece flaquear y se quiere venir abajo.

Un sentimiento que me parece muy bien representado también es el de la furia: en las escenas de acción o de pelea (que no os spoilearé), el dibujo parece cambiar radicalmente y muestra a los personajes hechos polvos. Valga la redundancia: un recordatorio de que la estética “kawaii” que estamos presenciando es mera fachada cuando hay temas mucho más importantes detrás. El uso de colores, de la música (que a pesar de no destacar por su nivel complejo, sí que lo hace por lo bien integrada que está en la obra) y, por supuesto, el maravilloso ritmo que mantiene el anime en todo momento – o en casi todo momento.

Esto me permite encadenar directamente con lo malo que le veo. Os diré otra cosa: a mí me han enseñado a redactar una opinión o una afirmación empezando siempre por lo menos importante para mi argumentación; es decir, en éste caso, tendría que haberlo hecho con lo negativo, que es bajo mi punto de vista escaso y que no… destiñe el tono de ésta maravillosa obra. Y es que “Toradora!” tienda a olvidar algunos temas que podría haber exprimido mucho más, como el tema del padre de Taiga que, a pesar de quedar bien zanjado en la fiesta escolar, no lo está del todo en un nivel mucho más general.

No es el único punto en el guión que no está bien explicado, pero no voy a dar mayores detalles por una razón muy particular. ¿Queréis saberla? Bien: soy una persona difícil de hacer llorar, y creedme de corazón que estoy intentando ser lo más objetivo posible, pero creo que me estoy dejando llevar demasiado por lo que siento hacia “Toradora!”, y no me arrepiento ni un solo ápice de ésto. Al menos, bajo mi percepción a lo largo de estos veinticinco episodios de puro gozo, éstos problemas mínimos no han desentonado para nada los temas sutiles (y no ambiguos) que el anime trata: están ahí, sí, y tal vez hacen que la obra sea perfecta… pero a la hora de la verdad, al tener que pensar en todo lo que me han contado y transmitido, he roto a llorar y en lo último en lo que puedo pensar es en éstos pequeños tropiezos.

Tengo que decir que a pesar de que amo la animación (japonesa), no soy una persona extremadamente pegada a las series; siempre prefiero un buen film como “Perfect Blue” o cualquier obra de “Studio Ghibli”. No obstante, “Toradora!” pasa al tercer puesto de mis series de anime preferidas (a nivel puramente emocional), por encima de “Lain”, por encima de “Madoka Magica” o de “Paranoia Agent”, por encima de un sinfín de animes que han pertenecido a mi infancia y que amo con locura… y es que, ahora mismo, en éste momento de mi vida, “Toradora!” me ha hecho un bien que no soy capaz de describiros. Me ha hecho pensar en muchas cosas y emocionarme como un crío. Gracias, Kyuuji, y gracias, Taiga, por hacerme pasar dos de los mejores días de toda mi vida frente a una pantalla… y es duro decir adiós después de haber empatizado tanto, pero una buena historia debe tener un buen final. ¡Y creedme, “Toradora!” lo tiene!
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un tesoro más importante que nosotros mismos.
Pieza de anime que comienza como una comedia romántica y acaba siendo una historia trágica ligado a una confusión sentimental derivada al último episodio.
Tiene como protagonista una niña egoísta, irritable y explosiva, que como el yin y yang, encuentra su contraparte en Ryugi, un ser humano de los pocos que quedan con un corazón honorable y sano, que llega a su vida para terminar de saldar todas esas deudas que tienes con la vida si no te cuida bien desde el principio. La mayor virtud de la serie, es la capacidad para reflejar las actitudes naturales de una persona carcomida por los celos y enrevesado por las dudas sobre las cuales giran en los verdaderos adolescentes (y no tan adolescentes), formándose una confusa historia de amor bajo el pretexto de ayudar a una persona a cumplir sus objetivos, aún sabiendo que podrías perderla para siempre. Enseña de manera precisa la importancia de valorar tus relaciones sociales, tu familia y sobre todo la gente que está cerca para apoyarte y cuidarte, y que muy poca gente es capaz de apreciar. Hasta que te das cuenta, tal es así mostrado en la historia, que también recrea de manera magnífica la ceguera que muchos mostramos incapaces de fijarnos quien está a nuestro lado siempre, en las buenas y en las malas. Es un camino duro de sorpresas, arrepentimientos, autoaceptación y madurez. Garantiza romance, celos, miedos, y sobre todo dolor. Es sublime.
La banda sonora es maravillosa(sobre todo "Lost my pieces", muy recomendable escuchar).

Dura 25 episodios, y al fin y al cabo, el final es un poco complejo, ya que acaba como se desea y no tanto como a uno le gustaría del todo, ya que se cumple el ciclo de desarrollo de los personajes para terminar de confesarse, pero existen situaciones más complicadas de solucionar que ésta, y quizás no tiene el final más satisfactorio.
A nivel de dibujo existen fallas y desaciertos, al igual que la trama puede llegar a ser un poco extensa y enrevesada. Algunos personajes como Ami o Yasuko son personajes que no tienen desperdicio, porque cuando hablan, dicen realidades que se escapan muy lejos de la ficción de la serie(puedes llegar incluso a sentirte representado).

Toradora es una serie que me encantaría olvidar para poder ver desde cero y volver a sorprenderme, y volver a tener envidia de la manera en que Ryuji cuida a Taiga. Cada vez me siento mas atraído por el género drama en el anime y en el cine convencional, sobre todo en romance, recuerdos de vida y problemas cotidianos. No es recomendable para el desarraigado del género y aún menos para recién llegados al anime. Como siempre, me quedo vacío al terminarla sin ganas de ver ni hacer nada más, como nos pasa a todos, quisiera que nunca acabasen las series que me llegan y enseñan tanto.

"Hay algo en este mundo que nunca nadie ha visto antes, es amable y dulce. Quizás si pudiese ser visto, todo el mundo lucharía por tenerlo. Por eso nunca nadie lo ha visto. El mundo lo esconde para que nadie pueda ponerle las manos encima tan fácilmente. De todas formas, algún día, alguien lo encontrará. La persona que más lo merezca acabará encontrándolo. Así es como es creado".
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una obra maestra de la amistad y el amor
De primeras Toradora se presenta como una comedia romántica más... con la salvedad de mostrar al arquetipo Tsundere por excelencia, Aisaka Taiga.

Sin embargo, con el paso de los capítulos empieza a mostrar situaciones realmente profundas sentimentalmente hablando sin que por ello pierda los instantes cómicos. Es un deleite ver una gran variedad de emociones tratados con maestría y sencillez, que en definitiva te hacen reflexionar sobre tu propia existencia.

Asimismo la serie crece junto a los personajes, si bien esto hace que a veces sea previsible. Todas las situaciones no se sienten forzadas, se sienten naturales ya que forman parte de la historia de los personajes. Todo ello hace que te enganche y que sea súper entretenida de ver.

Por tanto es un anime imprescindible, una de las obras maestras de este género.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
El realismo anormal
«Toradora!» es una decepción completa y absoluta. De hecho empieza mal y va a peor, así que lo único que puedo decir es que si no te está gustando el principio es que ya no te queda ninguna esperanza.

Primero que nada, la animación deja bastante que desear. Creo que se busca expresamente que los rostros, los cuerpos y las expresiones queden deformados de un modo tan histriónico cuando se trata de expresar emociones intensas, pero a mí me parece horrible; además de esos cuerpos que se llevan ahora de cabezas enormes y hombros estrechísimos, de verdad que no entiendo este estilo. Luego encontramos una historia de vida de instituto con romance, drama y algo de humor, pero eso no es lo que de verdad te llama la atención, sino los problemas psicológicos graves que tienen estos chavales de dieciséis años. ¿Son así los adolescentes japoneses? ¿Tienen estos traumas, neuras y psicosis? Me fijaba viendo «Toradora!» en la poca alegría de vivir que transmite esta historia, en su total carencia de espíritu juvenil; ni siquiera hay alegría en el amor, ni aun cuando te corresponden. Es más, ya ni eso, sino qué menos que un mínimo de normalidad, de comportamientos cotidianos, si tú quieres simples, lo que vendría a ser lo propio para chicos de quince años que van al instituto y no de treintañeros quemados. ¿Esto es realista? ¿Refleja la sociedad japonesa? Me inquieta mucho.

En realidad creo, aunque ya empiezo a dudar de todo, que simplemente la autora sigue la idea del cuanto más temas serios, personales y sociales, más profundo todo y más realista. Esto es mentira y de hecho genera lo que me parece una anormalidad. Por eso «Toradora!» no te las crees nunca. No te crees estos personajes, no te crees el romance, que por cierto es un lamentable harem soterrado, ni te crees las relaciones ni los conflictos grandilocuentes y pésimamente desarrollados.

Según tal y como yo lo veo, el protagonista es un chico que mantiene una relación malsana con su madre (y eso que me encanta Yasuko) en la que ha invertido los roles de madre-hijo y en la que él actúa como el padre de su propia madre, a la que llama por su nombre y no mamá. Bien, esta misma relación es la que repite y establece con Taiga, una adolescente prácticamente abandonada por sus padres con cuerpo de niña loli y actitudes de hija malcriada y caprichosa que lo maltrata. A partir de aquí, todo lo que ocurra será obligatoriamente enfermizo, a no ser que lo que pasara fuese que Ryuuji mandara a paseo a la insoportable Taiga, que como te podrás imaginar no ocurre.

A todo esto se añade lo que parece una inversión de roles masculinos y femeninos horripilante con la que se demuestra que no se tiene ni idea de en qué consiste lo masculino y lo femenino. Que ellas se peleen como verdaderas pandilleras, como lo más chungo que puede existir en un instituto, y que encima lo hagan por ellos, por amor, es de lo más humillante y monstruoso que he visto en mucho tiempo. Quisiera saber cuándo los chicos anime han hecho algo así: yo diría que nunca. Porque un comportamiento tan loco, agresivo y arrastrado no cabe en la cabeza, eso no es de hombres, no es de héroes, no es de personas con dignidad; es como mucho de gente chunga, simplemente, o de histéricos, que no sé qué es peor.

En fin, si es que no hay por dónde cogerla. Lo siento.
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6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
el tigre y el dragón
Me ha encantado. Esta serie me la recomendó un gran amigo mío, es una serie preciosa, muy sencilla, pero con uno que otro inspirado momento que me conmovió hasta las lágrimas, y además… es un festival de risas!!!!, eso si, es de corte adolescente, desaconsejada para adultos, “muy adultos”, por su trama "high school", no verán profundidad psicológica como en "elfen lied", o un argumento espectacular como en "monster", es la historia de una chica con graves problemas consigo misma y en su relación con los demás, y un chico con una vida bastante dura por problemas familiares y por el prejuicio de la gente. Ambos son un opuesto, taiga es la furia hecha persona y ryuji es la amabilidad hecha persona, ambos maduran, crecen, descubren el amor verdadero, la verdadera amistad, y la lección más importante, es uno mismo quien decide ser feliz.
Todo esto inserto en una historia bien típica con todos los lugares comunes de una serie de colegio: paseo a la playa, capítulo de navidad (el mejor capítulo de la serie), festival cultural, etc. Por eso sé que muchos verán los 5 primeros episodios y no la seguirán hasta el final, por que parece una historia muy repetida, ese fue mi error en el inicio, decidí no seguirla, sí mi amigo no hubiera insistido, jamás la hubiera terminado, debo decir que la serie sorprende, no tanto por el final que es más o menos predecible, si no por lo complejo y entrañables que se vuelven sus 5 protagonistas, y por algunos momentos realmente inspiradores que regala en sus 24 capítulos, opening y ending perfectos, BSO preciosa, en definitiva no es una pérdida de tiempo, para mi es un hermoso recuerdo del 2009, incluso hay un capítulo que nos dedicamos con mi amigo, algo así como dedicarnos una canción, si es que llegan a verla, es aquel donde minorin y ryuji corren para llegar donde esta taiga, realmente me gusto, algunas veces tienes ese sentimiento de que tus amigos están ahí para ti, aunque no este nadie más y la serie lo transmitió muy bien.

Y solo diré algo más: “vainilla, vainilla con sal, vainilla, si es muy dulce entonces le ponemos sal”
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4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Algo así como lo contrario a "Rascal Does Not Dream of Bunny Girl Senpai"
Aquí tenemos uno de los animes más famosos de lo que va de siglo, emblemático en cuanto lo que significa comedia romántica y como ejemplo renovado de lo que es un personaje tsundere. Sin embargo, ha sido altamente decepcionante. Se ve que, aunque tiene la típica apariencia adolescente de enredo de instituto, "Toradora!" se esfuerza en ser algo superior, personajes más complejos y tramas más profundas, pero su esfuerzo cae en saco roto. Cuando se pone serio se muestra muy torpe, los personajes son idiotas y se rayan, los problemas no son tales, no tiene sentido y a veces llega al ridículo. Además, aspectos trascendentales aparecen de pasada y no se vuelven a tratar. En realidad, es un quiero y no puedo. El fracaso de este dibujo se ve amplificado porque resulta que estoy viendo el, de momento genial, "Rascal Does Not Dream of Bunny Girl Senpai" (2018) y si ya de por si "Toradora!" te resulta infantil, estúpido, nada romántico y esencialmente un anime mal hecho, comparado (esas comparaciones tan odiosas pero indispensables) con el otro, es que no hay color, te parece aún más mediocre.

De los poquitos que han criticado esta serie, me quedo con la opinión del usuario Chrupton, que sintetiza bien por qué "Toradora!" es mala. Yo creo que no funciona porque parte de una situación difícil que no sabe superar. Aquí la cosa empieza con unos intereses amorosos cruzados que todos intuimos que van a ir en la otra dirección. Pero cambiar de pareja es complicado porque devalúa al amante. Si se ha equivocado una vez, ¿quién te dice que no volverá a sucederle y cambie otra vez de pareja? La sensación que te da es que los sentimientos de los personajes son falsos, que lo mismo son así que asao. No hay amor, ni pasión, ni romanticismo, ni química alguna. Pero hay más, como espectadores ni comprendemos, ni empatizamos con los personajes porque no son nada atractivos por lo que el romance aparece como más impostado aún. Ryuuji es un pánfilo que deja que lo maltraten y Taiga, una niñata inútil e insoportable que lo único que hace es insultar y pegar. ¿De estos petardos te tienes que enamorar? Anda ya. El gran error de "Toradora!" es que es lo contrario de "Rascal Does Not Dream of Bunny Girl Senpai".
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Será recordado con cariño.
Estupendo para todos aquellos fans de los animes colegiales. Toradora es de esas pocas series que están muy bien hechas a pesar de nuestros gustos independientes. Menos de 30 episodios que se pasan volando cuando te sientas a verla. Unos personajes adorables, una banda sonora envidiable y un desarrollo de la trama muy correcto. Toradora es uno de esos animes que juega con nuestros sentimientos, te brinda risas y lágrimas. Y una vez terminado de vez en cuando recordarás las aventuras de este simpático anime. Lo malo; es que toda la serie gira en torno a una protagonista muy tóxica a la que se le baila el agua constantemente sin aportarle beneficio alguno para el desarrollo de su personaje. Estéticamente es muy chulo el personaje de Aisaka Taiga pero la personalidad deja mucho que desear aun atendiendo a los patrones de un estereotipo tsundere. El protagonista de una serie es un factor importante que no se puede descuidar. Nota personal: 6´5.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
No creíble desde el primer capítulo
No creíble desde el primer capítulo, sólo he visto el primer capítulo pero no pienso ver ni uno más, qué decepción. La tipa malcriada es difícil de creer, ...que entre en casa de un tipo que casi no conoce y lo maltrate, y él que no es un tipo tímido ni retraído, le permite todo, hasta va a su casa y la limpia y le cocina, pero bueno qué porquería de primer capítulo. Nada que ver con Tate no yuusha, eso sí es un anime sublime y no esta porquería.
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0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
¿Algo más que una simple comedia adolescente?
Seré honesto, Toradora! me hizo dudar muchas veces en cuanto a su calificación final.
Este anime me lo recomendaron(me hablaron maravillas), así que animado comencé a verla y el desarrollo final de la serie me resultó bastante confuso.

Sería injusto decir que la serie es mala, por que no lo es. Yo la llamaría regular, con insinuaciones a ser buena por momentos. ¿El motivo? Algo que yo llamo falta de cohesión.
Al comenzar, la serie es algo así como una comedia romántica bastante disparatada, supuse que vería una versión menos atolondrada que School Rumble. Pero al avanzar, la trama se vuelve un poco más concisa, pero sin llegar a ser emocionante. Admito que es entretenida, pero el dilema de "Se declara o no se declara" o "Me corresponderá o no me corresponderá" no es precisamente adictivo, si me entienden.
Pero luego me encuentro con un intento de drama mal logrado que no alcanza siquiera a conmoverme, para luego llegar a una espiral de decisiones precipitadas por parte de los personajes, llega la confusión y al final me quedo con la incógnita si la serie que acabo de terminar es la misma que empecé.

La fotografía y la animación son promedio, al igual que en la mayoría de animes que pretenden ser relevantes.
La banda sonora se divide en dos partes, al igual que la serie: La primera, disparatada y cómica. La segunda, intento de drama. En conclusión, la música me fue indiferente.

¿Que rescato?
El personaje de Ami me pareció simplemente genial. Hipocresía pura.
Saludos
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11 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
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