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55 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
3
Difusa, distante y fallida
Otra película sobre el régimen nazi. Otra película que pretende abordar esa parte que menos se ha explotado: el como el pueblo alemán sucumbió a las ideas de Hitler. Otra película que parte de un gancho aparentemente fuerte, para no ofrecer nada significativo.

La historia de este profesor de literatura es difusa, el metraje avanza dando trompazos entre los diferentes frentes que componen la vida de este profesor, pero lo hace de un modo tan brusco y a la vez tan superficial que no llega a decirte nada. Ni el retrato de la familia desestructurada, ni las escenas con la joven amante que parece que debe devolverle la ilusión, ni la relación con el amigo judío, ni las contradicciones que le supone relacionarse de un modo tan cercano con el régimen nazi, llegan al espectador con la suficiente fuerza.

Viggo interpreta un personaje apático con una interpretación anémica, eso podría parecer bueno, pero no, no lo es. Su interpretación es plana, no se percibe ningún cambio, ni un sólo matiz en cada una de las diferentes situaciones antes mencionadas, simplemente pone esa cara de compungido perenne y pose dubitativa suceda lo que suceda. Nada parece turbarle ni sosegarle, des del inicio de la película no se aprecia progresión o cambio alguno en su personaje, siempre es el mismo, en todos los aspectos, no cambia ni su estado anímico, ni su pose, ni su cara de pena, nada.

La historia, pues como la actuación de Viggo, anémica, pasa, se sucede, se olvida. No llega a emocionar en ningún momento, y escenas para ello tenía unas cuantas, pero no llega. Y es que ni tan siquiera me atrevería a considerarla fría, porque una historia de este tipo está claro que exige de otro tono, por lo que el único adjetivo que me queda es: fallida.
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48 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
GOOD
Basada en una obra teatral de C.P.Taylor estrenada en 1982. Good es una interesantísima reflexión sobre el declive moral de un hombre que empieza siendo “bueno” pero que, por falta de convicciones y voluntad, acaba apoyando un régimen criminal . La historia de John Halder, un honrado profesor y padre de familia que va alejándose de sus ideales por culpa de decisiones aparentemente intrascendentes, sirve para reflejar a una parte de la sociedad alemana que no fue consciente de la barbaridad que apuntalaban hasta que era demasiado tarde.

Yendo más lejos, la película pone el dedo en una llaga actual, la de una sociedad rica en injusticias y situaciones muy dolorosas –a veces auténticas monstruosidades- que empezaron por ligeros flirteos con la vanidad, la cultura de la muerte, la mentira o el miedo a quedar fuera de lo políticamente correcto.

La película no habla estrictamente de los nazis, sino de “gente que toma decisiones y se equivoca cada día; son las pequeñas decisiones las que le pueden cambiar la vida a uno".

La película está correctamente rodada. Al realizador brasileño Vicente Amorin el proyecto le queda grande; y esto se nota en la falta de fuerza de algunas escenas; y en un confuso y extraño final.
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47 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Oyes esa musiquina?
Mediocre síntesis del manejo y docilidad por un lado, y total falta de principios y valores por otro, de gran parte de la sociedad alemana de la época, que no dudó propulsar a lo más alto al partido nazi y comulgar con su cruel e irreal convicción, casi sin quererlo, por una inercia peligrosa y cimentada en la pobreza y la falta de oportunidades del presente y pasado más reciente germano, de aquel entonces, se entiende.

Es cierto que huele a telefilme por todas partes, que no hay dios que se trague a Vigo, que lo mejor es un secundario de lujo interpretando a Maurice, que la belleza aria queda demostrada en la persona de Ann, que los personajes están a medias representados, que deja muchas cosas en el aire, que desaprovecha muchísimas escenas para mejorar la historia, etc. Todo esto comentado ya en otras críticas. Así pues la opinión es unánime parece, se trata de una historia normalita, dirigida sin talento y que empieza a cansar por ser una temática que hace años no ofrece nada nuevo.
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26 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Ehavled Jef. ¿de qué diablos estás hablando?
Bien, lo primero es comentaros lo siguiente: llevo la película a la mitad, pero cuando una película no me está convenciendo del todo me gusta conectarme a filmaffinity para contrastar opiniones y ver si merece la pena terminarla. Es realmente una tontería porque siempre acabo viéndolas por completo. Pero sigo haciéndolo.

De repente me encuentro con el comentario de un tal Ehavled Jef, en teoría escribiendo desde Israel. Cualquier opinión es respetable, pero la tuya, seas quien seas (y dudo mucho que seas israelí) no me merece el más mínimo respeto. Quiero pensar que lo tuyo es puro desconocimiento, aunque algo en mi interior me asevera que es pura maldad. En primer lugar, el partido Nacional-Socialista de Hitler no puede compararse con los partidos de izquierdas que en la década había en España. Compáralo con el Partido Comunista soviético de Stalin, estoy dispuesto a aceptar de buen grado eso porque Hitler y Stalin me parecen igualmente despreciables. Sin embargo, comparar al Frente Popular con los nazis es erróneo. Durante la II República hubo persecuciones religiosas; también las hubo durante la Guerra Civil española, y es obvio que estas persecuciones partieron de elementos exaltados de la izquierda. No puedo negar esto porque es evidente. Comparar la persecución nazi a los judíos (o sea, la del partido en el poder, único partido legal, por cierto) con la persecución de un grupo de exaltados ajenos a la legalidad es indigno. Además, presa de tu incultura, señalas que en 1931 y 1932 el Frente Popular ya dirigía esta cruzada. No hay que saber mucho de historia para, por un lado, saber que el nacional socialismo de Hitler no es de izquierdas y que, por otro, el Frente Popular español no nació hasta unos añitos después. Tampoco está de más saber que no era un partido político, sino una agrupación electoral que dificilmente se ponía de acuerdo en temas básicos.

La incultura, desde luego, se cura leyendo.
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25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
LA INOCENCIA DEL DESCONOCIMIENTO.
Viggo Mortensen realiza en Good otro de sus magníficos trabajos, ajustado en este caso plenamente a lo requerido por el papel; y hasta aquí lo mejor que puedo decir de esta película.
La trama es recurrente y no aporta novedad alguna: el final abierto deja la historia coja, desmadejada. Pobre ambientación, bastante descuidada, así como el tratamiento que se da a cada uno de los personajes, funcionando como meros comparsas que terminan perdiéndose por el camino. Ni siquiera el protagonista tiene un final concreto. En conjunto es agradable de ver, aunque una vez terminada te das cuenta que nada hubiera pasado de no haberla descubierto. Es uno de esos films para pasar el rato sin trascendencia ni mayor interés.
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16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿TU TAMBIÉN JOHNNY?
Viggo Mortensen (Promesas del Este) protagoniza en este drama sobre la llegada del nazismo al poder a John Holder, un honrado y respetado académico, modelo de padre de familia envidiable y amigo de sus amigos y con todo el círculo que le rodea. Ni con los Nazis gobernando Alemania que con sus ecos le obligan a adoptar un cierto aire de resignación e indiferencia será capaz de dar la espalda a los que tiene más de cerca. Pero progresivamente su vida va a cambiar cuando abandona a su mujer Helen (Anastasia Hille) para irse a vivir con su amante Anne (Jodie Whittaker), una ex-alumna que le admira, con cierto paternalismo, por esa madurez marcada de hombre derecho, inteligente y buena persona. Pero otras amistades de toda la vida se alejan; especialmente su psicoanalista y viejo compañero de armas Maurice (Jason Isaacs) que, debido a su condición de judío, su modo de vivir se va asfixiando por las restrictivas imposiciones de las SS que empiezan a patrullar por las calles de Berlín. Una novela sobre la Muerte escrita por John es la punta de lanza para que su carrera empiece a encumbrarse hacia el éxito. Pero ni su influencia con los altos cargos del III Reich aflojarán un carácter amable pero a la vez cruelmente realista con los hechos desencadenados y por los que tendrían que acontecer en los próximos años, una vez Alemania entrada en guerra.

"Good", basada en una obra teatral de C.P. Taylor y con la BBC Films de sello productor, es el primer largometraje del cineasta brasileño, aunque nacido en Austria, Vicente Amorim, ayudante de dirección en "Tieta do Agreste" (1999) y "Bossa Nova" (2000). Amorim expone con pudor milimétrico la situación tristemente embarazosa y angustiosa de las otras víctimas, psicológicas, del Nazismo; los ciudadanos alemanes libres de los que sus intolerantes autoridades consideraban "arios" y limpios de resquicios de otras razas inferiores o ideologías que consideraban peligrosamente incendiarias.

Lo Mejor: el progresivo declinar del personaje de Maurice, gran labor de Jason Isaacs (encasillado en papeles de villano en producciones como "El Patriota", la saga "Harry Potter" y a quién también hemos visto participar en la española "La Conjura del Escorial"). No pierdan de vista a este secundario de lujo.
Lo Peor: algunos saltos temporales a lo largo del metraje son algo confusos
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Érase un hombre gris
El nazismo es posiblemente uno de los temas más tocados (y, a veces, hundidos) del mundo del cine. Así que ante cada nueva aportación una se pregunta: ¿Qué hay de nuevo, viejo?

"Good" viene a ser una nueva propuesta al respecto: una película pequeña, meritoria en cuanto toca el tema desde una óptica algo distinta. Es el retrato individual de un personaje gris, un profesor universitario con una carrera como escritor que no acaba de despegar, un hombre vulnerable e indeciso que, sin quererlo ni pretenderlo, se ve metido en el flujo y reflujo del nazismo.

Es apreciable porque plantea una cuestión mínimamente interesante: ¿Por qué personas anónimas propiciaron con sus insignificantes aportaciones el encunbramiento de uno de los peores genocidas que ha conocido la humanidad? Sin embargo, la película obvia inteligentemente esta parte (¿Para qué mostrar lo que otros ya han mostrado antes?) y se dedica en cuerpo y alma a ese personaje, un hombre que odia los desfiles a favor del nazismo, pero que acabará atrapado en su telaraña. Parte de una premisa interesante y va en ascenso, mostrando los acontecimientos con pulso más o menos firme.

Se le puede reprochar que algunas escenas se suceden a otras algo atropelladamente, como si algunas partes se hubieran quedado en el tintero, y algunos personajes secundarios no se comprenden muy bien. Sin embargo, todo ello se suple con una buena puesta en escena, con diálogos espléndidamente trabajados y con el buen hacer de su protagonista, Viggo Mortensen, que soporta todo el peso de la película al interpretar a un personaje que está en las antípodas de lo que nos tiene acostumbrados. Igual de apreciable es el trabajo de Jason Isaacs y de Gemma Jones, el mejor amigo y la madre del protagonista, respectivamente.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
De cuando ser "good" no fue suficiente
Toda obra de arte, y las películas no son la excepción, pueden analizarse desde dos puntos de vista bien distintos, el ético y el estético. Generalmente las buenas películas son aquellas que consiguen combinar estos aspectos de manera que no nos sea fácil distinguir el uno del otro. En la película que nos ocupa puede diferenciarse perfectamente la forma del fondo, no han llegado a mezclarse y ofrecen, por tanto, un acabado irregular. Vayamos ahora por partes.

En cuanto a lo ético, tengo que confesar mi debilidad por la época que retrata el film, está tan cercana en el tiempo, con personajes vivos que en ella habitaron; refleja una periodo tan distinto al que vivimos a pesar de que la protagonizaron nuestros abuelos que conocerla es un modo de conocernos mejor, ahora que el todo políticamente correcto barniza todas las cosas, sin dejarnos ver realmente cómo son.

Desarrollando el concepto con el que empezaba este párrafo diré que lo expuesto en el film, es decir, la posibilidad de que la Alemania nazi existieran hombres buenos capaces de ignorarse a si mismos y seguir el camino de la locura nacional no parece un mal planteamiento. Resulta muy fácil criticar las cosas desde la comodidad de nuestro teclado, dando por supuesto que seríamos héroes allá donde otros fueron unos cobardes. Entiendo que la película, más que una crítica, quiera dar una explicación, que no justificación, a unos hechos que si no supiéramos que fueron reales, los crearíamos irreales, como le ocurre al protagonista de la película; y lo hace de una forma suficiente pero no notable, por ejemplo, falta una exposición clara del ideario del profesor, se intuye, pero no se dice por tal de presentarlo con su cara amable.

En cuanto a lo estético, decir que es por este lado donde la película hace aguas por muchos agujeros que perforan de forma peligrosa sus quillas sin llegar a hundirla del todo, en parte gracias a su escasa duración, lo que no es mucho decir. El desarrollo es abrupto en muchas ocasiones, en especial, en la primera parte; los personajes parecen arquetipos a veces demasiado inexpresivos, a pesar de los esfuerzos de Viggo; y la simbología final, aunque ya nos escapemos de lo puramente estético, no deja de ser un brindis al sol que no alumbra tanta obscuridad.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Nuestros actos tienen consecuencias
Mi crítica no pretende resumir el argumento, pues tal tarea está más que desarrollada en esta web. Simplemente apuntar para aquellos que no la han visto que se trata de una película "digna" sin más. Interesante en su contenido, pretensión y mensaje pero no lograda cinematográficamente.
+ Buenas localizaciones, vestuario y decorados (está rodada íntegramente en Budapest y el efecto entorno de Auswitz o Humboldt y quema de libros, están bastante bien conseguidos), así como una aceptable música especialmente en los títulos de crédito.
- Las secuencias temporales en ocasiones confusas; Mortensen a quien amiro está desigual, pero trasmite su evolución ideológica, que concluye con un final inconcluso del que cabe extraer que todos nuestros actos tienen consecuencias, pese a que en muchas ocasiones no somos conscientes de su dimensión.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La ignorancia y sus consecuencias
Good se podría calificar como una obra menor que llevada un poco a rastras por Vicente Amorim, el cual no llega a conseguir la profundidad que necesitaba la cinta, nos cuenta cómo una buena persona llena de buenas intenciones y moralidad intachable, puede convertirse en artífice de una de las mayores monstruosidades que ha conocido la humanidad contra sí misma.
Y ése, es el mensaje más poderoso de la cinta, conseguido por un esforzado Viggo Mortensen en un trabajo encomiable, pero igualmente desafortunado en el dibujado del personaje, del que necesitábamos saber más. Cierto es que observando el círculo familiar en el que se movía y las decisiones que va tomando podemos comprender mejor por qué actúa como actúa, sin embargo la película no logra mantener durante todo el metraje el cariz y la sobriedad que la hubiese reforzado. Y es que da la impresión de que el proyecto pudo con Amorim.
Sin embargo, la historia se sigue con interés viendo la evolución, o mejor dicho involución, de su personaje principal, un cebo perfecto para el régimen nazi, expertos en manipular y destruir todo lo que tocaban.
La interpretación de Viggo dibuja un pusilánime personaje sin voluntad que es arrastrado hacia el horror mientras sus seres queridos y su mejor amigo, ese secundario estupendo que es Jason Isaacs, son espectadores impotentes de su transformación. Podría haberse sacado mucho mas jugo de algunas situaciones y relaciones, como con su mujer, pero lamentablemente no se profundiza en estos pasajes y la historia se atropella en otros.

En definitiva, un proyecto que podría haber dado más de sí, conducido por un correcto Mortensen y dirigida por un Amorim descafeinado. A pesar de ello, me quedo con el mensaje: Aunque repudies con todas tus fuerzas una idea, la falta de voluntad y la ignorancia pueden acabar haciéndote partícipe de ella. Espeluznante.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Demasiado humano
No resulta extraño que a un pobre tipo como el que caracteriza Mortensen le haya pasado lo que le pasó. Durante la dictadura militar de 1976 en Argentina más de algún escritor se vio engañado, o bien interesado, por las ideologías golpistas. Caso Jorge Luis Borges, caso Ernesto Sábato entre otros. El arte sirvió, sirve y servirá para levantar banderas políticas.

Good narra la historia de un escritor que cuando pretende finalmente decir "no, no quiero toda esta mierda"...pues ya la tiene hasta el cuello. No lo considero de ninguna manera un ignorante: en él he visto una indeterminación de base que lo termina arrastrando al abismo de todo lo que lo rodea. Porque su pena jamás podrá compararse a la de sus amigos judíos, pero lo cierto es que una vez que están finiquitadas las cosas difícilmente ese escritor pueda perdonarse semejante equivocación. El "no puede ser cierto" es suplantado por el "es cierto" final (spoiler).

Lo que algunos consideran apatía yo lo interpreto como una intención legítima por parte de Amorim de no sobrecargar las tintas. Inmiscuirse en el drama puro sobre un tema tan delicado suele ser peligroso. Porque en última instancia en Good, siempre desde la mirada del protagonista, se respira no un sentimiento de horror, sino de estupor, pura y dura estupefacción ante una realidad avasallante. La mirada que ejerce la película es inusual, porque toma distancia del holocausto llevándolo al terreno de una pesadilla de la que quieres despertar, pero que aún así te engañas considerándola un mal sueño. Por eso ese color opaco que daña a la imagen; por eso el pedido de auxilio de las víctimas ante un Mortensen que, sencillamente, nunca termina de creerse lo que efectivamente sucede. La imagen final es modélica, porque aún en el medio de la debacle la cámara se aleja en vertical dejando al protagonista solo, como abandonándolo a lo que nunca quiso o supo ver. Exactamente la misma reacción de Vigo ante el pedido desesperado de sus afectos más próximos.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Usted puede ser el nazi.
El cine nazi produjo en 1941 la película "Ich Klage an" ("Yo acuso"), dirigida por Wolfang Liebeneier, con la confesada intención de hacer simpática al gran público la práctica de la "muerte por compasión". Ya es sabido que los nazis no estaban precisamente fuertes en eso de la compasión, así que una cosa lleva a la otra y al final acabaron construyendo los hornos de Auschwitz.

¿Cómo personas buenas y compasivas llegan a convertirse en cómplices de los peores crímenes? El drama "Good" del autor escocés C. P. Taylor (1982) abordaba la cuestión (parece ser que esta obra goza de cierta fama en la escena británica, yo no la he leído ni visto.) Ahora el drama es llevado a la pantalla alcanzándose un resultado digno, pero no brillante.

La carga de la película recae sobre el Sr. Mortensen, quien la sabe llevar bastante bien. Hace verosímil su triste papel de débil intelectual que acaba siendo jerarca de las SS. La ambientación y el resto del reparto ayudan a alcanzar esta verosimilitud.

Sin embargo, el guión es demasiado disperso; toca muchos temas y profundiza en pocos. En su parte final llega a resultar trivial. La dirección, correcta y convencional, no mejora este declive.

En resumen, una película buena para reflexionar y discutir a la salida, pero no para almacenar en la filmoteca.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Cualquiera puede caer?
En 1982 el autor teatral escocés C.P. Taylor publicó una obra que daba una vuelta de tuerca al tema de la culpabilidad, la conciencia, la bondad y la maldad a través de una de los episodios más negros de la historia de la humanidad, el ascenso del nazismo en la Alemania pre Segunda Guerra Mundial. Su enfoque, original dentro de todas las reflexiones que sobre el nacional socialismo se han hecho en teatro, cine y televisión, simplificaba el tremendismo moral de las aberraciones de los nazis a través de un personaje anodino, falto de personalidad y carácter, que inmerso en una situación familiar traumatizante (una madre enferma crónica y dependiente, una esposa neurótica e incapaz de cristalizar un hogar, una situación laboral insatisfactoria...) se deja llevar por la fácil tendencia de apegarse a los poderosos y cuando abre los ojos, se da cuenta que se ha convertido en todo lo que odiaba. Una obra excelente, que ha conquistado durante décadas los escenarios británicos y que ahora tiene, finalmente, un correlato en la gran pantalla. Pero lo que podría haber sido un aldabonazo a la historia del cine, se ha convertido en una tímida llamada, una obra muy menor, de vocación y factura televisivas, que se dispersa desde su inicio en tópicos tras tópicos y además perdiendo el tono onírico original que la obra alcanza en algunos momentos -que no encaja ni p'atrás en la estructura del film-. Si hay algún culpable de este desatino, es sin lugar a dudas el realizador brasileño encargado de este film (¡¡¡inexplicablemente!!!), que con su inexperiencia, nula capacidad para dirigir actores y para dar cohesión interna al proyecto, la caga estrepitosamente. Mira que es difícil fallar con un guión tan interesante, un protagonista como Mortenssen, y un tema tan popular. (sigue en spoiler)
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
No comparto la mayoría de las opiniones.
No entiendo muy bien por qué a la gente le ha parecido mala esta película. Muchos se quejan de que sus saltos temporales no se siguen con claridad, o que a veces están algo confusos. Pues no sé, pero a mí en ninguno de los casos me ha surgido ninguna duda del transcurso temporal que había entre escena y escena. De hecho, en varias ocasiones la primera frase pronunciada aclara qué ha pasado para darnos una pista del tiempo transcurrido.
Coincido en que la actuación de Viggo Mortensen es... digamos extraña. No me acaba de convencer. La mayor parte del tiempo la cara que muestra es acertada: la de un hombre que agacha la cabeza poco a poco esperando que la bestia pase a su lado sin que se fije mucho en él. Pero en algunas escenas la fuerza interpretativa debería haber sido mayor y eso es algo que, en mi opinión, no está muy logrado.

El resto de aspectos de la película me parece muy correcto. El guión, sin ser excesivamente original, cuenta una buena historia. La de un hombre con convicciones y sin fortuna a quien la vida sonríe más cuantas más de estas convicciones desecha. Debió de ser muy duro mantenerse neutral en aquella Alemania. O estabas en el partido, o estabas contra él. Y creo que este hecho se plasma perfectamente en la película. En cuanto al resto: dirección, fotografía y resto de actores, me parecen todos ellos muy correctos.
Así que no sé muy bien las razones de la gente para ponerle tan malas notas a esta película. Especialmente con esa última escena en plano secuencia, como desenlace final a los dispersos brochazos esparcidos durante la película. Una película con una escena tan grandiosa como esa no se merece un aprobado raspado.

EDITO: leyendo más críticas me he dado cuenta de que mucha gente no ha entendido el mensaje de la película ni su final. Explico el argumento en spoiler.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Good? Sure? Not at all.
El ascenso del nacional socialismo en la Alemania de los años 30, es un tema realmente explorado en el cine, por lo que hacer una nueva película al respecto siempre es un reto. Fallido en este caso en mi opinión.
En primer lugar, no había mucho dinero para realizarla, y en algunas escenas se echan en falta más extras en la secuencia, principalmente en las batidas de los hombres de las SA y en la de los campos de concentración.
Lo que debería ser un conflicto moral del profesor no es tal, puesto que se deja llevar sin demasiada resistencia hacia el lado oscuro, y casi es la abnegación con su familia lo que le sirve de coartada para tener una doble vida sentimental y fidelidad al partido.
Sin lugar a dudas, el mejor personaje es el compañero de armas judío interpretado por el siempre convincente Strong, y que sí pone el dedo en la herida moral de una sociedad llena de resentimiento y odio.
Mortensen, pues qué queréis...muy mal. Como casi siempre. No pega ni con cola, el tic de retirarse las gafas parece una broma interna -cuando llegué a diez dejé de contar las veces en que se las quita-. Y la extrema delgadez que maneja no se a qué viene, los trajes se tornan ridículos puestos en ese cuerpo esquelético.
Hay mejores alternativas sobre el tema que esta "Good" de Amorin.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Good, but not excellent
Good es una obra de teatro sobre John, un profesor universitario alemán en pleno ascenso del nazismo que no comparte los ideales políticos que están floreciendo por el país. Pero éste se verá obligado a entrar en el partido si no quiere ser despedido.

Típico, pero interesante argumento es el que se presenta cuando entras en la sala del cine… y sales con la sensación de que has visto una buena película (excepto por los momentos en los que Mortensen tiene delirios, dos escenas vergonzosas) pero lenta y fría. Demasiado lenta y demasiado fría (mejor verla en un momento en el que estás bien despejado, porque te puedes dormir).

Y es que el casi novato Amorim ha acusado su inexperiencia y los fallos de dirección son muy visibles a lo largo del metraje. Viggo Mortensen crea un personaje sentido y contenido, y se le ve claramente la vergüenza que siente al tener que saludar a los militares, pero su actuación no deja de ser correcta. En cambio la protagonista, Jodie Whittaker, parece que no entiende lo que hace su personaje. Whittaker interpreta a una estudiante, que casualmente tiene la típica belleza aria, que se enamora perdidamente de su profesor de literatura (Mortensen) y hace que este olvide a su mujer, que se dedica exclusivamente a tocar el piano, de una madre con tuberculosis, sus dos hijos, su amigo judío…

Precisamente en estos dos últimos personajes es donde la película coge más fuerza. Morís (gran interpretación de Jasson Issacs) es un psicoanalista judío que dio su vida en la gran guerra por Alemania (donde conoció a John) y que ahora se niega a abandonar su país por unos ideales que florecen por momentos en los ciudadanos.

Pero sin duda son los escasos minutos en los que aparece la madre de John (portentosa interpretación de Gemma Jones). El personaje es utilizado por el autor para hacernos ver a un hombre familiar pero que se ahoga dentro de sí mismo. Y esta sensación queda muy bien reflejada en el excelente trabajo de Adrienn Asztalos y Daniele Drobny en la dirección artística que crean tres mundos muy distintos: blancos y mármoles para las escenas donde prolifera el nazismo; sombras, negros y multitud de muebles para crear la asfixia que vive el protagonista con su familia; y rojos, verdes y azules para las escenas con su amante.

Cabe destacar también un buen trabajo de fotografía de Andrew Dunn y una correcta banda sonora, basada en un piano, un violín y algo de viento metal, Simon Lacey.

En definitiva, una buena película, que de tener un director más consistente podría haber sido grande.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Menudo desastre
Malo, malo, malo. Viggo Mortensen no tiene término medio: si está mal, está muy mal. Ya lo demostró en Alatriste. Al director se le escapa por entre los dedos una historia que da para mucho. La caracterización de Viggo es de llorar. Por momentos, parece teatro filmado. En fin, un desastre. También me parece que nos estamos pasando al insistir en el pueblo alemán como chivo expiatorio de todos nuestros pecados.

Un bodrio sobre lo fácil que es convertirse en fascista [1 sobre 5].

El quicio de la mancebía [EQM]
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7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Good o de cómo ser un buen hombre a ratos o según quién me mande
Una cinta, pues, sobre los valores humanos, hundidos en algún pozo de la historia reciente de Alemania, de cómo seguir fielmente como corderitos la voz temible del papá cabrón (macho de la cabra), de no tener ideas propias o hacer propias las que el líder espiritual ha tenido, de no luchar contra la indecencia y casi la pornográfica matanza de judíos y, si me apuran, la de los nonatos, los que tienen defectos de naturaleza (a ser posible aria), los tullidos, los mestizos... eutanasia activa para descontentos y asaltatumbas. En fin, toda una demostración de fuerza en la pantalla por parte de Viggo Mortessen que borda la excelencia, pero el señor Amorim, a mi juicio, se ha quedado corto... no ha sabido trasladar la profundidad de la angustia vital del profesor a la época que describe, pues ¿qué otra cosa sino el miedo, la envidia y la vanidad de toda una nación, el silencio cobarde, el mirar a otra parte mientras no me toque a mí, la deslealtad con los amigos íntimos, por ser judíos o escribir un libro en contra de la tiranía del diablo, y un sinfín de pusilánimes y chupapollas, crédulos e infantiles, permitieron la mayor barbarie que el ser humano ha cometido contra sí mismo?
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El amor en los tiempos del fascismo
Cuando se produce una hendidura ideológica capaz de dividir al mundo, transcurrido un tiempo, todos, tanto los vencidos como los vencedores sentirán el peso de la culpa, los unos por las injusticias cometidas y los otros por el alto precio que tuvieron que pagar por recuperar la libertad usurpada. Es imposible que no despertemos algún día de esta pesadilla y que recobremos la lucidez, parece decirnos el director al final de la película.

Una película que nos sitúa en una época en la que los idealistas e intelectuales que no comulgaban con los dogmas del partido nazi se veían obligados a huir (como Thomas Mann) o morir; mientras que quienes sí lo hacían, bien por ideales o por impulsar su carrera académica, contribuían de manera notoria y directa al genocidio, aunque no menos que quienes en su impertérrito ensimismamiento evitaban lanzar ni tan siquiera miradas de soslayo hacia el águila fascista que emergía en el horizonte cual ave fénix.

Curiosamente se han rodado pocas películas sobre la adhesión de los literatos al Tercer Reich, ya que fueron una pieza fundamental en la propagación, exaltación y enardecimiento de los valores arios.

Desde el primer momento se nos muestra al personaje principal, John (Viggo Mortensen), como un hombre apocado, dubitativo y trémulo en su proceder, exceptuando los momentos en los que se sitúa en la cima de su académico estrado y enarbola su amor por la literatura; es únicamente entonces cuando lo vemos seguro de sí mismo, como si de un rey que vuelve del exilio y recupera su trono usurpado se tratase. La presentación de este personaje me parece notoria y está llena de metáforas. Por un lado tenemos su relación con Anne (Jodie Whitaker), esa sílfide de áureos cabellos y fuerte personalidad, el paradigma de mujer aria, que simboliza su coqueteo con el plúmbeo pero inexorable avance de esa plaga llamada fascismo; y por otro lado tenemos a Maurice (Jason Isaacs), su amigo judío, al cual sale a buscar durante las noches de insomnio, lleno de arrepentimiento, cuando la lucidez de su parte filantrópica consigue destronar a la lujuria del fascismo.

Interesante película que nos previene sobre los peligros que conllevan la adhesión a los partidos políticos de carácter radical y en la que se nos muestra como cualquiera, incluso buenas personas, por un error o una falta de consciencia pueden verse implicados en una barbarie. Gracias a la sólida interpretación de Viggo Mortensen y a un guión que no pasa de aceptable se logra salvar una película llena de carencias tanto artísticas como técnicas, como su floja puesta en escena.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Good... o no.
Bastante decepcionante.

Un argumento que podría haber sido el comienzo de una gran película se convierte tras unos minutos, en un vacio intento de convencernos de una historia bastante insulsa.

Las circunstancias personales de Halder, (muy mal encarnado por Vigo Mortenssen), las que supuestamente le acercan a abrazar la ideología nazi, como su madre enferma, sus hijos o su mujer con tendencias depresivas, se convierten en protagonistas de la historia, esta se vuelve frívola y sólo pasa de puntillas sobre la idea que desde un principio se pretendió transmitir.

Una película hecha a base de fotogramas de una vida, que al sumarlos no parece que lleguen a dar nunca un buen resultado.

Un intento fallido de Amorim por dar una visión a un tema que sigue fascinando, siempre y cuando las ideas sean desarrolladas con coherencia.

Vigo Mortenssen que me impresionó en "promesas del este" hace una actuación tan plana, que me recuerda a Jonhy Weismuler, pero sin taparrabos.

Una auténtica pena.
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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