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25 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
El síndrome de Casandra
-“Poco importa que el desarrollo resulte inverosímil, los personajes inexistentes y el fervor patriótico arrasador".

-”Otras escenas anulan la seriedad de la historia".

Lo siento, pero no he podido resistirme a repetir estas reseñas. Es superior a mí, lo reconozco. El gustazo que me provoca reirme de nuestros “sesudos” críticos "profesionales" y de su “preclaro” criterio es orgásmico. Y es que pocas veces el tiempo ha vapuleado tan cruelmente a nuestro gurús cinematográficos y sus vacuas opiniones como con respecto a esta película. Porque, sí, efectivamente: fue gracias a análisis tan “certeros” y “atinados” como los citados que esta interesantísima y profética película paso en su momento, en lo que a crítica se refiere, con más pena que gloria. ¿Que dónde estaba el problema? Pues ya lo has leído: por lo visto, que le vamos a hacer, la película, a nuestros intelectuales de sesión continua, les resultó “inverosímil” y fantasiosa, casi ridícula…

Porque, ¿quién iba a creerse tamaña gilipollez?:“¿Células terroristas suicidas actuando en Nueva York? Chorradas. ¿Edificios de Manhattan saltando por los aires? ¡Venga ya! ¿Soldados patrullando las calles? Lo que tú digas. ¿El ‘benévolo’ ejército yanqui torturando salvajemente a prisioneros para arrancarles información mientras el gobierno mira para otro lado? Ridículo, hombre. Eso es imposible". "América es la hiperpotencia invulnerable: freiría a eso ‘moritos’ en cinco minutos. Además, en el país de la libertad semejantes violaciones de los derechos humanos no tienen cabida”.

Sí, eso debían pensar todos estos.

Lo malo es que, como todos sabemos, el tren de la Historia les pasó por encima, y esta película se ha revelado a la postre como una de las críticas más brutales y lúcidas hechas jamás a las políticas de Bush tras el 11-S. Sólo que, eso sí, con el curioso (y perturbador) detalle de que ésta se adelantó tres años en el tiempo a los acontecimientos.

Y es que esta película, y ahora, a toro pasado, resulta obvio, pretendió ser ante todo una advertencia sobre hasta qué punto somos vulnerables al miedo y de cómo de sencillo es arrastrar una sociedad entera a los abismos del fascismo con tal de que éste venga envuelto en los falaces ropajes de la paz y la seguridad: un milimétrico análisis de los mecanismos de la espiral del miedo y de cómo, si se sobrepasan las barreras de la ética en pos del "bien", el “terrorista” y sus “víctimas” acaban siendo indistinguibles… Pero, por desgracia, nadie escucho el mensaje… ¿O sí? ... ¿La vida, cuando imita al arte, lo hace siempre “inconscientemente”? ¿No sería que algunos entendieron demasiado bien el mensaje y tomaron buena nota? Mejor será que deje el tema.

Por supuesto, la película no es perfecta. Su ritmo es algo flojo, y, a pesar de todo lo dicho, irónicamente, peca de cierto maniqueísmo y de un final demasiado convencional y políticamente correcto. No obstante, resulta de visión obligada para todo aquél que no tema hacerse preguntas.
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58 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
No afectó lo más mínimo en la elaboración de la Nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Dentro de la filmografía de Edward Zwick hay un título que parece que siempre se olvida y minusvalora como es “Estado de sitio” y que sin embargo es una película bastante apreciable de la que se puede sacar muchas conclusiones de política internacional algo que es esencial en los momentos que vivimos. Por eso, sin hacer aspavientos, porque tampoco es ninguna maravilla del otro mundo, sí que la reivindico en la medida que presenta un fresco mental interesante del EE.UU anterior al 11-S, y donde se presentan caminos y preguntas que ahora en medio de la guerra contra el terrorismo internacional parecen no tener cabida en la sociedad norteamericana.

Porque claro hay que valorar que esta película hacerla después del 11-S sería imposible, ya que se consideraría ser un mal patriota y además los propios estudios de Hollywood no lo permitirían, pero lo peor en realidad es que hacerla antes de los atentados tal y como se produjo, tampoco ha servido de nada en cuanto a tener claro que la racionalidad y el derecho deben seguir siendo una seña de identidad de los llamados países democráticos. ¿Y por qué no sirvió? Entre otras cosas por estas malditas sociedades periodísticas en las que vivimos; que son aquellas que se caracterizan por carecer de memoria histórica y vivir el presente de forma espasmódica arrastrado por la actualidad y las noticias como si fueran bestias y animales de carga. Los culpables de ellos son los políticos, los periodistas y los publicistas entre otros. A la gente se les enseña el capote y embisten como potrillos y en EE.UU ha pasado eso y más desde el World Trade Center, aunque bien es cierto que comienzan leves signos de incredulidad, aunque débiles aún con la política neocon y unipolarista, mientras que va creciendo la visión realista.

Cinematográficamente la película tiende a que la trama se vaya desvirtuando y sucesivamente se va convirtiendo en más acción y más thriller, en vez de profundizar en los temas políticos donde hubiese innovado y aportado algo nuevo.

Destacar el magnífico trabajo de Denzel Washington, que ya había trabajado con Zwick en la estupenda “Tiempos de gloria”, que consigue dar credibilidad y honestidad a su personaje de agente del F.B.I que respeta la Ley. Ni puedo decir lo mismo de Annette Bening que anda muy perdida en toda la cinta y de Bruce Willis que no me parece la mejor opción para el general militarista antidemocrático que se pretendía, demasiado guasón para mi gusto.

La película no funcionó del todo y Edward Zwick no encajó bien el fracaso –aunque no era el primero- de la película, lo que le llevó de nuevo a la televisión, medio que por otra parte conocía bien puesto que es donde comenzó.
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31 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
una ficción que no debió ocurrir en la realidad
Muchos, seguramente, se acordarían de esta película despues de los atentados del 11-S en cuanto a terrorismo y política internacional se refiere, una película de flipe, con unos cuantos terroristas y CIA y FBI por medio. Pero no tantos verían en ella una clara denuncia de lo que podía ocurrir en suelo estadounidense si se produjesen. Una denuncia de lo fácil que puede ser dejarse llevar cuando se es atacado.

Creo que es una buena película de acción pero sobretodo incide en la idea de que no podemos dar carpetazo a leyes que gente, tiempo atrás, y seguramente más sabia que nosotros nos dieron para protegernos. Pocas veces en el cine se verá a una agente de la CIA llorar por enseñar a grupos extremistas a ser terroristas y oir a un agente del FBI decir a su compañero irakí: "hicieron mal" y avergonzarse de ser americano.

No obviemos el mensaje que tiene debajo de tanta paja. Hay que aplaudir películas como ésta sabiendo además que están sujetas a presiones de producción... tanto mejor. Buena para mostrar en los institutos.

Una sugerencia: ¿Qué tal una secuela en Guantánamo?
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21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
DENZEL WASHINGTON (VII): PELICULON VISIONARIO INFRAVALORADO
Sexto film de Edward Zwick. El guión de Menno Meijes (“El color púrpura”), Edward Zwick y Lawrence Wright, se basa en una historia de este último. Se rueda en los estudios 20th Century Fox y en auténticas localizaciones de Nueva York que impresionan: Times Square o el Puente de Brooklyn.
La acción se sitúa en Nueva York, en el año 1998. La ciudad se ha convertido en objetivo de atentados terroristas, por lo que Anthony Hubbard (Denzel Washington), el director del equipo antiterrorista del FBI en Nueva York, y la agente de la CIA Elise Kraft (Anette Benning) intentan detener la ola de atentados sin intensificar más el alarmismo, mientras que el general Devereaux (Bruce Willis) es partidario de la mano dura.

El film alterna acción, drama y suspense. Analiza el papel de las fuerzas de orden y Cuerpos de seguridad del estado ante un estado de alarma, con una población aterrorizada. Recrea con una verosimilitud pasmosa, el alarmismo y la lógica preocupación ante el terrorismo. De hecho, se adelanta varios años a los ataques del 11-S de 2001.

Un fenomenal Denzel Washington asume con total naturalidad el papel de líder ante la ofensiva. Es un actor al que no le viene grande, capaz de echarse a las espaldas cualquier tipo de desafío. Su matrimonio con la cámara parece ser eterno. Colabora por el objetivo común de desactivar a los terroristas con Anette Benning, agente especial de la CIA, con conocimientos del círculo terrorista, pero recela de ella pues es bastante discreta.

Benning, una buena actriz que desgraciadamente se deja ver poco, borda su papel de agente seductora, una atractiva mujer madura, especie de doble agente, con cierto aire de femme fatal. El tercero en discordia es Bruce Willis, un general partidario de los métodos más expeditivos y radicales. Contundente actuación que le va como anillo al dedo. Creíble en su firmeza.

Las escenas de acción están muy bien rodadas, incluídos los atentados. Edward Zwick sabe integrar la acción con la trama política-policial, en donde confluyen las competencias de varios estamentos. La tensión, las amenazas y las explosiones van en aumento. Plantea además, dilemas morales de plena vigencia, como el cumplimiento escrupuloso de la ley por los servidores de ésta en situaciones límite.

Se resiente un poco por su excesiva duración (a veces se recrea en imágenes oníricas y cámara lenta) ya que le sobran algunos minutos, algo que Zwick debería mejorar, ya que en muchos de sus films, como “El último samurai” o “Diamante de sangre”, adolecen del mismo defecto, a pesar de ser muy estimables.

Por último, decir que Edward Zwick, un director no muy reconocido entre los grandes, merece una revisión, ya que posee títulos de indudable valía y comienza a tener un currículum nada despreciable.

Es una película que en su momento quizá no destacara, pero vista hoy da qué pensar. Muy lograda.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
PREMONITORIA E INQUIETANTE
No acabo de entender esta manía de criticar las películas de acción norteamericanas con el único argumento de que son patrioteras, los EE UU defienden a su país y sus intereses algo que despierta envidia en muchos. La película puede que caiga en algunos tópicos pero el tema que plantea es harto real por mucho que a algunos críticos les moleste . Hay personajes un poco burdos, como el general que encarna Bruce Willis o el de Annette Bening, que no está muy bien definido. Sin embargo, lo que sostiene la trama es un doble dilema: como enfrentarse a un enemigo invisible que ataca con métodos no convencionales, ( una versión moderna de la guerra de guerrillas) y como hacerlo sin destruir el propio sistema democrático que se pretende preservar. El ritmo de la cinta es bueno y nos pone ante una realidad que es desagradable, por eso no fue demasiado comercial.
Afirmar que el argumento no es verosímil es, sencillamente, desconocer la realidad. Muchos de los elementos que aparecen en el filme ya existían, como los atentados suicidas contra civiles o contra contra gobiernos e instituciones ( recordemos el atentado contra el World Trade Center). Por cierto, ¿Era creíble pensar que se podía usar un avión de pasajeros para derribar un rascacielos?.
Para disfrutar de este tipo de películas hay que aparcar por un rato el antiamericanismo.
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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
No me toque los huevos Hubbard o podría decir que usted es etíope
"Estado de sitio" es un filme con un guión que me ha parecido bastante bueno. En su primera hora nos sumerge en una excelente trama policial con el terrorismo islámico como motor de la historia. Su pulso narrativo es ágil e interesante. En la segunda, toma más fuerza el dilema moral sobre la violación de los derechos humanos, y las hipotéticas medidas que podría tomar un gobierno que se encuentra golpeado de forma brutal por varios atentados sangrientos. Aquí el peso de la historia recae con más fuerza en el ejército, que declara la ley marcial, algo impensable en un país con una fuerte democracia como los Estados Unidos. Por desgracia, uno no puede dejar de pensar que esta película se adelantó a su tiempo, pues poco años después vino el 11-S, la guerra de Irak, Guantánamo, y casi todo lo que ocurre en esta cinta pasó en la vida real, a excepción de la ley marcial en una ciudad americana, pero quién sabe si la hubieran aplicado de tener lugar más atentados como el que sufrieron en las Torres Gemelas. Hablando del filme en exclusiva, aparte de su atractivo guión, el reparto de actores está de lo más acertado: Denzel Washington encarna a un agente del FBI que cree en las leyes y en el sistema para detener los atentados. En el otro extremo tenemos a un ambicioso general, interpretado de manera brillante por Bruce Willis, para el que el fin justifica los medios y que no tiene el más mínimo reparo en hacer literalmente lo que sea para neutralizar la amenaza terrorista, aunque ello implique detener, torturar e incluso matar a cualquiera. Estas dos formas opuestas de hacer las cosas, proporciona un magnífico mano a mano cargado de tensión entre Denzel y Willis. Los demás actores también aportan su buen hacer, en especial Tony Shalhoub (el compañero de Denzel en el FBI) y Annette Bening (la agente de la CIA). En el aspecto técnico, hay que destacar que sus efectos especiales son muy buenos, así como su fotografía, banda sonora, decorados, etc. No encontrarás ninguna pega al respecto. Y no sé que más decir, "Estado de sitio" es un filme con escenas espectaculares como la del autobús, y otras terribles por su crudeza como el "interrogatorio" al detenido en los servicios. Yo la única pega que le encuentro es su sorpresita final y que en ocasiones es efectista. He leído en varios sitios que la película falla porque intenta ser políticamente correcta, que cuenta un drama sin ofender a nadie, que ataca con miedo a ser crítico de verdad. Yo esto lo dudo mucho, de acuerdo que el filme es comercial, pero a la CIA la acusan de convertir a insurgentes en terroristas y enseñarles a fabricar bombas, vemos al FBI admitiendo que el gobierno se equivocó al discriminar a los musulmanes, y al ejército lo retratan de manera muy dura, casi como que son peores que los propios terroristas. Si esta película la llegan a filmar después del 11-S, creo que la hubieran censurado.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Se desinfla como un globo
Empieza bien, con buen ritmo, con una buena y correcta interpretación de Denzel Washington, que casi siempre borda cualquier papel que cae en sus manos. Pero algo pasa a más o menos media hora del metraje, la película se desvirtúa, se descarría, se desinfla y pierde todo ese buen ímpetu y climáx del comienzo. Aparecen una Annette Bening, tan guapa como siempre, interpretando a una agente de la CIA, que ni ella misma se lo cree ni el espectador que la ve y un Bruce Willis haciendo de militar malo, que a duras penas llegas a creer su papel también.
En fin, pelicula que podría haber dado algo más de sí pero que se queda a mitad de camino, sin fuelle, sin aportar nada nuevo.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Algo falla
Creo que las demás críticas ya dejan en su lugar a esta peli, drama artificioso que se salva gracias al bueno de Denzel, quizá algo exagerado, a un medido Bruce Willis que creo borda el papel.
Solo quiero recalcar el claro error de casting que supone, por otra parte excelente actriz, Annette Bennig. Ni se cree el papel ni te lo hace creer a ti. Logra sacarte de la pelicula cada vez que sale en pantalla. El personaje de mujer de acción con pasado claroscuro, espíritu liberal y con animo redentor no le pega ni con cola.
La película trata un tema muy escabroso, con un aire políticamente correcto, y su personaje resulta de lo más artificioso
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Peor.
Zwick, en puro picado, debía de ser el título de esta cinta, un cinta pretenciosa, aburrida, estereotipada y muy pulsada de guión. Denzel, otra vez, dando caña con la mejor actuación de toda la peli, debido a que nadie la supera. Es efectivista, y de buenos efectos, pero le falla la historia con un guíon que hace lagunas y una cinta aburrida.
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Premonitoria pero poco más
Resulta casi sobrecogedora la capacidad visionaria de Edward Zwick para anticiparse unos años a la aparición en suelo americano del terrorismo fundamentalista islámico con el 11-S. Muchos conceptos que después se criticaron o salieron a la luz están ya reflejados en la cinta como puede ser los fallos en inmigración, la falta de coordinación entre el FBI y la CIA o la política de inteligencia norteamericana de crear monstruos que luego se revelan contra sus creadores.

Sin embargo, pese a este acierto, la cinta no consigue, ni de largo, explotar todas las posibilidades que atesora. El director hace bien en plantear el tema, en tratar de avisar del peligro islamista, en resaltar los recovecos legales en los que los terroristas se esconden para escabullirse de la justicia, entre otros puntos. Pero luego no sabe como concretarlos porque parece asustarse de lo que está planteando y, para curarse en salud, adopta un tono políticamente correcto a más no poder. De este modo el conflicto entre, por ejemplo, seguridad o libertad, o hasta donde se puede llegar para evitar el terror (tortura incluida) desaparece para un final demasiado "americano" y maniqueo de buenos y malos.

Junto a este planteamiento errado, "Estado de Sitio" se desarrollo de manera demasiado confusa, de forma un tanto episódica, sin mucha coherencia interna lo cual hace que la película, falta de ritmo y de intensidad no acabe de enganchar, y mucho menos, provocar alguna emoción duradera.

Por ultimo, pese a ser Denzel Washington uno de mis actores favoritos, su personaje acaba decantándose por una pusilanimidad política que chirría, especialmente cuando suelta los discursitos prodemocráticos en defensa de la Constitución y los Derechos Humanos. Sin embargo es precisamente, ese "modo de vida", esa libertad de expresión, la opinión pública la que genera esa sensación de caos y de temor que obliga intervenir al ejército (por mandato presidencial, ojo) para que les saque las castañas del fuego al pueblo, pero que en un gesto mayúsculo de hipocresía, a continuación desprecia y ataca cuando ha sido TODO EL SISTEMA el que ha conducido a esa situación siendo el general William Devereaux un simple cabeza de turco.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Estado y lugar fuera de sitio.
El director Edward Zwick anteriormente ya había dirigido y trabajado con Denzel Washington en dos de sus películas, Tiempos de gloria (1989) y En honor a la verdad (1996), casualmente siendo esta, la última película del director antes de Estado de sitio. Un film bastante típico y tópico, en el que se trata un tema tan delicado como el terrorismo de estado. Pero ya sabemos de que manera, desde el punto de vista del más acérrimo patriotismo americano, en el cual como no, se refleja que los EEUU son los héroes de la acción y los terroristas los árabes del Oriente Medio. Según Edward Zwick, la historia del film representa las consecuencias del atentado de Oklahoma de 1995. Se puede ver al film como una critica política, pero en mi opinión yo no lo veo así, y el único interés de la cinta recae en el atractivo reparto que incluye a Denzel Washington y Bruce Willis. En las actuaciones Denzel Washington es el destacable ... Annette Bening en ningún momento te crees que sea agente de la CIA.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Entretenida y a ratos notable cinta premonitoria
Estado de sitio de Edward Zwick es una cinta de acción que toma como base el terrorismo islámico en los EEUU, donde un agente del FBI intenta desarticular las células terroristas dentro de Nueva York. Dirigida con un ritmo ligero y con un estilo efectista pero apasionante, es una obra provocadora y algo premonitoria de lo que pocos años después sucedió en Nueva York. Además, logra tener al público pegado al asiento con un implacable entramado que sin llegar a convertir el film en algo notable, si es emocionante por momentos e incitador por su temática tan a la orden del día, concluyendo un arriesgado film que se recuerda y no pasa desapercibido.
La fotografía es impactante y desconcierta en ciertas escenas por su violencia, llamando la atención del público y estimulándolo con un portentoso trabajo que es estéticamente apropiado para lo que ofrece. La música es alentador y rítmica en la acción e inquietante en los momentos oportunos, logrando un trabajo espectacular que arrolla a todos en su visionado y aumenta la sensación de amenaza con sus sonidos intrigantes por un lado y emotivos por otro en un buen acompañamiento musical. Los planos y movimientos de cámara consuman una dinámica labor técnica mediante el uso del reconocimiento, seguimiento, generales, travellings, cámara en mano, steadycam, panorámicos, grúas y primeros planos que exprimen lo mejor de la acción y las interpretaciones. Cabe destacar también, los efectos visuales y de sonido espectaculares en las explosiones que añaden más calidad al film.
Las actuaciones son estereotipadas pero apropiadas para lo que ofrece el film. Como protagonistas Denzel Washington está auténtico en su línea habitual, Annette Bening está cumplidora y Bruce Willis íntegro y firme como frío militar, siendo buenos los acompañamientos de Tony Shalhoub, Sami Bouajila y David Probal. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes según el personaje ya sea militar o árabe por un lado y elegantes en el caso de los agentes del FBI por otro en una oportuna labor que junto con los decorados y los exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Menno Meyjes y Lawrence Wright y basado en una historia de este último, tiene momentos apasionantes y otras sensacionalistas para calar en el público más comercial y menos exigente con una trama que sin ser deslumbrante si es cumplidora en lo que expone, finalizando una película que además es premonitoria de los atentados sucedidos en Nueva York pocos años después. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva e intrigante que contiene algunos diálogos mordaces y afilados para añadir tensión a la película.
En conclusión, la considero una obra entretenida y con momentos emocionantes que no defraudan a nadie en lo que ofrece ni en cómo lo ofrece, logrando mantener al público expectante de un desenlace lleno de intriga, suspense y por supuesto el típico mensaje de honor, lealtad y patriotismo al pueblo norteamericano. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, efectos, planos, movimientos de cámara, vestuarios y caracterizaciones que convierten a Estado de sitio, en un film bueno aunque algo efectista en lo que nos ofrece para llamar la atención del espectador.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Premonitoria
Cuando en 1998 se estrenó Estado de sitio la película no tuvo mucho éxito aunque la comunidad musulmana estadounidense protestó por la imagen negativa que ofrecía la película de los musulmanes, asociando terrorismo con islam. Aquel año Bin Laden y su organización terrorista Al Qaeda volaron las embajadas americanas de Kenia y Tanzania provocando más de 200 muertos. El entonces presidente americano Bill Clinton no hizo nada para acabar con los terroristas, salvo bombardear una supuesta fábrica de armas químicas en Sudán que luego resultó ser una fábrica de medicamentos. Así que tres años después George Bush Jr. se encontró con todo el pastel del 11S poco después de acceder al cargo. Fue precisamente en 2001 cuando la película volvió a cobrar interés debido a las similitudes entre el argumento del film y lo que sucedió en realidad.

En Estado de sitio un grupo de terroristas árabes divididos en células independientes siembra el terror en la ciudad de Nueva York al perpetrar una serie de brutales atentados como respuesta a la detención de un líder espiritual islámico. El FBI se encuentra desbordado por la situación y el presidente de Estados Unidos se ve obligado a declarar la ley marcial por la cual el ejército toma el mando de la situación, confinando a los sospechosos en estadios para encontrar a los terroristas.

La película plantea temas éticos como la respuesta que se ha de dar en estos casos. Bruce Willis interpreta a un duro general partidario de la mano dura como el uso de la tortura en los interrogatorios. Denzel Washington vuelve a brindarnos otra excelente actuación encarnando al jefe del FBI encargado de perseguir a los responsables de las matanzas. Su postura es más tolerante y civilizada a la hora de llevar a cabo la investigación. En medio de ambos encontramos a una agente secreta de la CIA, interpretada por Annette Bening, que mantiene contacto directo con chivatos infiltrados en la comunidad musulmana que le proporcionan información.

Los atentados que muestra la película en su momento pudieron parecer exagerados e inverosímiles, pero la realidad superaría la ficción en septiembre de 2001. No obstante, la película es muy respetuosa con los musulmanes incluyendo varios personajes árabes en el reparto como el conocido Tony Shalhoub alias Monk. Además desde un comienzo se deja bien claro que los terroristas son fanáticos extremistas que nada tienen que ver con el islam sino todo lo contrario porque hacen una lectura sesgada, radical y parcial del Corán. Es decir, que se marcan las distancias para que no se generalice y se asocie islam con terrorismo.

Sin embargo es cierto que la cinta adolece del buenismo al querer quedar bien con todo el mundo, incluso el guión incluye una crítica a la política exterior americana con los tejemanejes ocultos de la CIA que han creado un monstruo al que han enseñado a matar y ahora se les ha rebelado y no saben cómo controlarlo. Un poco lo que les pasó a los americanos cuando apoyaron a los talibanes en su guerra contra la URSS.

En general, el filme es entretenido y se puede ver por el interesante argumento que plantea porque está muy de actualidad. Estado de sitio fue una de las primeras películas que trató el tema del terrorismo islámico y en este sentido fue pionera. Más tarde y después del 11S otras grandes producciones quisieron hacerse eco del asunto como por ejemplo, Red de mentiras, La sombra del reino o Syriana.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿ se adelantó a su tiempo?
Muy buena película, con gran ritmo y estupenda en su primera hora. Lastrada incomprensiblemente en su segunda hora por un guión que se decanta más por consideraciones morales.
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14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Muy buena
Premonitoria cinta que lamentablemente se hizo realidad tres años más tarde en 2001. Buena historia, grandes escenas de acción (autobús, pizzas, colegio, entre otras), buen ritmo, intriga. Estupendos personajes muy bien llevados por los grandes actores de la cinta. Un gran entretenimiento para un planteamiento orginal y transgresor ¿Alguien imagina el ejército USA como responsable del orden interno de los propios Estados Unidos? La historia flojea un poco para salir del atolladero, pero aún así, la película es un gran entretenimiento, plantea preguntas muy interesantes y ofrece un gran thriller sobre el terrorismo contemporáneo con una trama excelentemente llevada. Muy buena
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7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Conflictos de poder
La cuidad de New York es blanco de una serie de actos terroristas nunca vistos en su historia, el caos y el desconcierto se apodera de la ciudad y de la nación. El Presidente decreta un estado de sitio o ley marcial en la ciudad.

El mayor general William Devereaux (Bruce Willis), el agente del FBI Anthony 'Hub' Hubbard (Denzel Washington) y la agente de la CIA Sharon Bridger (Annette Bening)
entraran en conflicto sobre el manejo de la situación imperante, los derechos civiles y la libertades inalienables.

La cuidad de New York inicio el milenio con el acto terrorista más devastador de su historia, el 11 de septiembre, pero anterior a ello ya habían tenido experiencia y la actividad terrorista continua. Ahora son muy originales y particulares, como usar explosivo dentro de los zapatos o explosivos líquidos en vuelos aéreos, y cosas así por el estilo.

Desde el 11 de septiembre la situación ha cambiado de forma radical, el film es una muestra de cómo las cosas se les puede ir de las manos al gobierno estadounidense cuando intervienen diferentes agencias (ejercito, FBI, CIA, ) con estilos y políticas diferentes cada uno imponiendo su voluntad en perjuicio de la población civil.

La película tuvo un presupuesto de $70 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $117 millones, además recibió seis nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, de los cuales ganó dos de
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
El FBI, la Tía de la CIA, y la milicia
Es un tema que quizás en la época del rodaje de la película no era tan actual como lo es ahora, es un punto a valorar y así lo manifiestan criticas anteriores.

La primera media hora de la cinta tiene buen ritmo, ritmo que decae durante la segunda media hora pues las acciones son bastante repetitívas, en la tercera media hora resulta interesante la configuración de la historia pero no como es expuesta, por ello no llega a recuperar el ritmo del principio, y al final me decepcionó bastante el personaje de Bruce Willis. A Bruce Willis le van más los papeles de acción directa o de cínico, pero no de avezado militar.

Me sorprendió que en una película americana criticara tan abiertamente ciertas acciones de su ejercito carentes de legalidad, ciertas acciones de la CIA moralmente reprobables, menos mal que quedó intachable el FBI, aunque no me creo que se escandalicen por ciertas técnicas disuasorias como en la película.

Me quedo de verdad sorprendida de que no le aplicaran la censura a esta cinta ¿o se la aplicaron?

Me reservo una entrada a ese maravilloso Hamman.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Arde Brooklyn
El pánico cunde en las calles. Grandes explosiones reducen edificios a escombros, hay manifestaciones sin control y se incrementa el odio racial mientras la gente, horrorizada, contempla soldados y tanques invadiendo la ciudad.
El terrorismo es la razón de semejante caos. Y no se está dando en las típicas ciudades árabes que todos nos sabemos ya...sino en Brooklyn.

Cuenta la leyenda que la banda de "heavy metal" Dream Theater tenía pensado publicar su álbum "Live Scenes from New York" el 11 de Septiembre de 2.001...en cuya portada aparecía la "manzana" de la susodicha ciudad con las Torres Gemelas en llamas; lo de este disco podría ser sometido a estudios parapsicológicos o no ser más que una "broma" macabra del destino. Pero no sólo en el mundo de la música hallamos estas extrañas coincidencias, también en la Historia del cine encontramos películas que han resultado ser de lo más premonitorias (que se lo digan a Méliès, Lang o Kubrick), y una de ellas es, sin duda, "Estado de Sitio".
El guión de Lawrence Wright acabó interesando lo suficiente a Edward Zwick, director responsable de títulos como "Leyendas de Pasión" o "Diamantes de Sangre" y destacado, sobre todo, dentro del drama épico y del "thriller" político, para encargarse del proyecto, con la intención de llevar a una palpable realidad la descabellada idea de convertir Manhattan en zona de guerra a causa del terrorismo árabe, tema siempre controvertido en terreno norteamericano, en una época en la que aún seguían recordándose los trágicos sucesos del World Trade Center, ocurridos cuatro años antes.

"Estado de Sitio" nos pone delante de una estremecedora situación que cualquier persona desearía no presenciar: el asedio de una ciudad, opresión racial, la toma militar de casas, calles, avenidas, el incremento de las protestas con los derechos humanos como máxima. ¿Casualidad o un siniestro vaticinio? La película, que deja por los suelos las políticas del momento, se adelantó tres años al caótico escenario en el que se convirtió Norteamérica después del 11-S, y nos cuenta cómo el terror se puede apoderar de una nación y odiar a otra por culpa del terrorismo, quebrantando leyes y derechos constitucionales legítimos; un serio dilema pone a la paz y el patriotismo enfrentadas contra la moralidad (uno es un terrorista, todos son terroristas...).
Tema que tras el derrumbamiento de las Torres sería imposible criticar, ya que en el 2.001 los ojos de los americanos apuntaron, irascibles, a todos los árabes. La acción nos traslada al departamento del F.B.I., donde el agente especial Anthony Hubbard se ha de enfrentar, junto con toda su unidad, a un brutal ataque terrorista: la explosión de un autobús lleno de pasajeros que inicia el estado de alarma en toda la ciudad. Una de las teorías que se barajan sería conseguir la liberación del jeque árabe Ahmed bin Talal, pero nadie ha pedido nada todavía; Hubbard tendrá que colaborar con una poco fiable agente de la C.I.A. llamada Sharon Bridger para descubrir las distintas células terroristas y detenerlas.

Por desgracia, los ataques no dejan de sucederse y la nación empieza a hartarse de ver cadáveres, con lo que al presidente no le queda otra solución: declarar la ley marcial en plena ciudad de New York. Será el general William DeVereaux el encargado de poner orden, apresando a cualquier ciudadano de raza árabe hasta dar con los responsables de los ataques; este plan tan falto de ética que incluye la presencia de soldados y vehículos militares en las calles choca con los ideales de Hubbard, quien lo considera una locura. Mientras se prepara un último gran golpe que nadie espera, la desconfianza, el temor, las persecuciones y la sangre se extienden sin control por Brooklyn...
Entre tanto, Zwick nos brinda un "thriller" lleno de intriga y acción que por su argumento y temática evoca el estilo de las novelas de Tom Clancy y de aquellos films setenteros sobre terrorismo y espías internacionales, como "Domingo Negro" o "Pelham 1, 2, 3". Hay que reconocer que aparecen los convencionalismos típicos de esta clase de propuestas, que al final los personajes carecen de ambigüedad, o son malos o buenos y punto (excepto el de Samir), que el ritmo desciende en ciertas partes y que la conclusión es previsible y demasiado políticamente correcta comparado con el resto de la película, sin embargo ésta acaba ofreciendo un trepidante espectáculo que engancha de principio a fin.

Digno heredero de Sidney Poitier, Denzel Washington, de nuevo colaborando con Zwick, consigue otra muy notable actuación, aunque vuelva a hacer ese mismo papel que ya le hemos visto en otros veinte títulos anteriores. Tony Shalhoub, Annette Bening y un discreto Bruce Willis están bastante correctos en sus respectivos personajes, que por desgracia derivan entre lo estereotipado y lo predecible; destaca Sami Bouajila como Samir.
Entretenidísima de principio a fin a la vez que demoledora y muy realista si tenemos en cuenta lo que pasaría poco después en la ciudad de New York. Desolador retrato de hasta dónde puede llegar el odio, el malestar, la injusticia y el exacerbado patriotismo en nuestra sociedad cuando se viven tiempos de guerra.
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6
Política-ficción y premonición del 11-S
Esta película es una curiosa muestra del interés que el terrorismo toma en el cine estadounidense de los años 90, tal vez como sustituto de la anterior obsesión por la Guerra Fría entre la URSS y los EE.UU., ya obsoleta en tanto que reflejo de la actualidad. A eso hay que añadir el carácter absolutamente premonitorio de la historia que se cuenta aquí en relación con los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en los EE. UU., que afortunadamente no generaron el despliegue del ejército que se muestra en el film. Esta película funciona además como un claro adelanto de la posterior serie de TV "Homeland" (2011- ), y es interesante por la manera en que cada protagonista encara la crisis y afronta su trabajo: Denzel Washington es del FBI, Annette Bening representa a la CIA, Bruce Willis pone cara al Ejército de los EE. UU.

Por supuesto, el personaje más positivo de los tres, aquél con el que el relato se encariña más, es el de Denzel Washington, que representa la lucha más "legal" y justa contra el terrorismo yihadista, y en relación con eso -es decir, con el punto de vista del personaje de Denzel Washington- se aprecia cierta ingenuidad: la guerra sucia contra el terrorismo (la de la CIA) debe combatirse y denunciarse, porque, en esa guerra, la legitimidad del sistema debe quedar a salvo.

No es una gran película, pero es interesante y genera una reflexión, y hubiera sido más interesante todavía si hubiera sido más atrevida en su planteamiento.
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9
La profecía del 11-S
Impacto. Sorpresa. Fascinación. Eso es lo que he sentido viendo esta profética película que, he tenido que repasarlo varias veces para convencerme, en el año de 1998 ya adelantó con un detalle increíble lo que iba a venir después del 11-S.

Casi 3 años antes de los ataques terroristas a la ciudad de Nueva York, el film condensa absolutamente todas las facetas relacionadas con el enfrentamiento entre el terrorismo islamista internacional y la nación americana. Lo que parece una obra creada a posteriori para explicar mediante la ficción los hechos ocurridos, es en realidad una profecía que los recoge casi exactamente como ocurrió posteriormente.
Es que aparecen absolutamente todos los elementos que han venido conformando las películas sobre terrorismo filmadas posteriormente; si tuviera que resumirla, diría que es La Película sobre el terrorismo islamista actuando en territorio nacional. Se han hecho otras muchas películas con tan solo unos pocos de los ingredientes que aparecen en esta en cada una, y bajo mi punto de vista ninguna se le acerca.

Obviamente estoy dejando claro que el guión aquí es el rey, pero el resto no se queda atrás; la puesta en escena es apabullante, es lo que considero la perfección cinematográfica en este género. La dirección hace posible que esta increíble historia no solo sea realista, sino que fascine. La única mácula que podríamos encontrar en la película estaría en el apartado de la actuación; sobre todo en la personalidad y actitud de super héroe del protagonista, interpretado por Denzel Washington. La excesiva concentración de acción en un solo personaje cuando los hechos que ocurren tienen tantas consecuencias y son tan extensos, es algo infantil y estropea algo la verosimilitud.

Quiero destacar la gran cantidad de detalles que se presentan a lo largo de la película; no impactan y por tanto pueden pasar desapercibidos, pero para un espectador exigente son pequeñas joyas. Por poner un ejemplo solo hablaré de uno de ellos: cuando los agentes del FBI necesitan realizar una operación que ha surgido súbitamente y llaman a un juez para que lo autorice, aunque surgen complicaciones y posteriormente comentan la necesidad de buscar a uno que "sea de su cuerda". Genial. Pocas veces se verá en las películas algo así.

Recomiendo sin paliativos esta película al público en general; con ella disfrutarán a los que les gusta la acción, pero también los amantes de los thrillers y los que buscan realismo en el cine.
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