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119 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Nain está mal
Nunca vayáis a ver una película basada en un libro que os guste. En serio, sólo conseguiréis amargaros. A la gente que había leído "La ladrona de libros" parece que no le ha gustado en exceso esta adaptación más lacrimógena que la verdadera, que parecía que tenía más ironía y menos de folletín. Bueno, yo no he leído el libro, nain nain nain, por tanto no me ha parecido tan mal.

La historia más que trillada ya de la Segunda Guerra Mundial y de Hitler nos viene ahora de la mano de una niña cuya madre es comunista y que tiene que ir a vivir a un pueblecito de Munich (ay, pero qué bonita es Alemania) con un padre postizo simpático que toca el acordeón, una madre postiza y dura como una piedra, un amigo rubito 100% alemán al que le gusta correr como a Jesse Owens, y, lo más importante, un joven judío perseguido que le enseñará la importancia de la lectura y con el que entablará una relación muy especial.

Con ciertas reminiscencias de El Lector (aquí a los protagonistas también les une el amor por la lectura y las historias, y están en la misma época) y una fotografía especialmente bonita la historia no está mal, aunque tampoco dice nada nuevo, y creo que ese es el problema... la película es fácil de ver, aunque no suceden demasiadas cosas (por lo menos hasta la mitad) pero tampoco añade nuevas cosas. Ideal para los Globos de Oro o algo parecido. Geoffrey Rush y Emily Watson le añaden puntos, obviamente, y los niños protagonistas son muy monos. El único inconveniente que le veo es que deberían haberle dado mucho más juego a dos personajes que me parecen fundamentales: Max, el judío, y la mujer del alcalde.

Por cierto ¿desde cuando los alemanes aprenden a leer en inglés? Y, ¿por qué coño tienen que repetir cada dos por tres "ja" "nain" y chorradas de ese tipo? ¿Por si se nos olvida que son alemanes? Tranquilos señores productores, que en ningún momento voy a pensar que Hitler fuera español/inglés aunque los niños hablen en español/inglés en la película...
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75 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un bizcocho relleno de chocolate y sumergido en almíbar.
Esta película es muy, muy bonita. De hecho, es "demasiado" bonita. Gustará a cualquiera que la vea, como La vida de Pi, como Slumdog Millionaire, como La vida es bella... Es de ese tipo de películas de esperanza y amor que tan bien venden, y que sí, que están muy bien dirigidas, escritas, actuadas, ambientadas, pero que no dejan de ser una especie de falsa obra tan estéticamente labrada y tan masticada que se nota demasiado su intención. Y por lo menos a mí me molesta un poco que me redirijan tanto, que tenga que sentir esperanza en un momento dado, o que suenen unas notas de piano o una melodía de violín en el momento en que debo llorar.

Tras la aparente crudeza de algunos momentos, en el trasfondo de la terrible historia de todos conocida, se nos presentan unos cantos a la alegría de vivir que no hacen sino dejar un regusto muy agradable pero como en exceso pasteloso. Tiene así, más que nada, la forma de un cuento. Y si esa es la intención, y si eso es lo que quiere ver la gente, la película es redonda. Pero no pasa de ser la peli de ''las buenas intenciones'' del año, llena de estética, de magia, y de almíbar.

De todo tiene que haber... eso es bueno. Lo importante es no engañarse al ir al cine...
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48 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Y no los podía pedir prestados?
Una de las críticas más acertadas que he leído sobre esta película acaba diciendo que no dan ganas ni de leer la novela. No solo estoy de acuerdo sino que añadiría que no dan ganas de leer ninguna novela. Y esto viene al caso porque esperaba que “La ladrona de libros” desprendiera verdadero amor por la literatura, que salieras de cine ansioso por devorar cualquier libro que cayera en tus manos. Y desafortunadamente no es así. La película de Brian Percival se muestra como una simple crónica infantil sobre un determinado momento de la historia de Europa, tan blanda, vacía y previsible como un capítulo de “La casa de la pradera”. No solo es que los personajes secundarios sean meros estereotipos, es que incluso Liesel, el personaje principal y sobre el que gira todo el relato, no despierta la más mínima empatía, mostrándose excesivamente azucarado y falto de matices. Fiel reflejo de una película de difícil digestión, demasiado infantilizada en su desarrollo para llegar a cautivar a cualquier sector de público que no comulgue con los relatos juveniles. Sin un ápice de poesía, de magia o de creatividad en la dirección, “La ladrona de libros” parece caer víctima de sus bajas pretensiones y de su propia incapacidad para captar el espíritu de la historia.

Lo mejor: la delicada banda sonora de John Williams.

Lo peor: que sea tan plana de principio a fin.
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48 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La ladrona de mi valioso tiempo
Enésima película que trata el tema del Holocausto judío, con pocas novedades que aportar a estas alturas de la vida, y que no tiene nada que hacer ante joyas del calibre de "La lista de Schindler" o "La vida es bella". En esta ocasión, la acción nos lleva al año 1938, poco antes del inicio de la II Guerra Mundial. Liesel, la protagonista, una niña que no encaja al principio en esa nueva situación, consigue hallar una suerte de dicha al aprender a leer, al conocer la magia de las palabras que esconden los libros que "toma prestados" de casa del alcalde del pueblo.

La película, en sí misma, no es más que un refrito de otros elementos que ya hemos visto tropecientas veces en otras historias que tienen la temática de la Alemania nazi de fondo, con la única novedad de que ésta parece más enfocada en buscar dos cosas: la lágrima fácil del espectador y el Óscar a la mejor película, dos cosas que no consigue ni por asomo.

Liesel, pese a ser la protagonista, no despierta la menor empatía en el espectador. Es callada y sosa, con poca alma. Su relación con los libros, supuesto eje de la historia, no causa emoción ni comprensión. Por suerte, ahí está su amigo Max, el típico judío escondido que no puede faltar en una película de este tipo, para ayudarla a manejarse con las palabras que le producen curiosidad. Es una verdadera lástima que dicha curiosidad no se traspase también al espectador. Ciertamente, creo que a muy pocos nos han entrado ganas de coger un libro después de ver esta película.

La película, como no podía ser de otra manera, también está aderezada con los típicos personajes-que-no-pueden-faltar-en-un-drama-de-la-segunda-guerra-mundial: el amigo asombrosamente rubio que es el mejor amigo de la niña, el compañero de clase que ya se ve a la legua que va a ser un nazi recalcitrante, la madre sargento que después resulta que es buena, el padre calzonazos, el amigo judío, el alto cargo nazi que era amigo íntimo del padre hasta que se alistó en el ejército, la comprensiva esposa del alcalde... Los niveles de azúcar alcanzan su nivel máximo. Buf.

Por supuesto, las escenas "cumbre" de la película son las que contienen una alta carga emotiva que busca, claramente, la lagrimilla del espectador. Sin embargo, dichas escenas resultan absurdas, carentes de contenido, aburridas, vacías. Se nota tanto el edulcoramiento, la falsedad... que no provocan la menor emoción, ni siquiera a pesar de su gravedad (ver SPOILER). Los libros se convierten también en secundarios y se ven obligados a ceder su protagonismo a unos actores que dan vida a una historia lenta y poco interesante. Triste, porque podría haber dado para mucho.

Y, cómo no, no podía pasar por alto los gazapos de turno. Me parece estupendo que utilicen palabras en alemán para enfatizar según qué cosas (motes, expresiones habituales). Lo que me resulta más chirriante es que una niña, que hasta el otro día no sabía ni leer, de repente se aprenda cientos de palabras en inglés y lea en dicho idioma con una fluidez sorprendente. ¿Tan difícil era darle un libro escrito en alemán?

O Max, el chico judío, que le entrega a Liesel un ejemplar de "Mein Kampf" con una dedicatoria en hebreo, con el que la niña se pasea tranquilamente por su barrio sin ningún temor.

O el hecho de que pasen varios años y los niños no den señales de crecer. Como si les hubieran dado hormonas para retrasar el crecimiento.

O el típico numerito del agente nazi que entra en una casa para ver si hay judíos escondidos... y pase de largo. Por supuesto, no falta el clásico "¡Eh, un momento! (tensión) No deberías dejar tus cosas así tiradas, jajajaja!". En fin...

En mi opinión, no se merece la nota tan alta que se le ha dado. Es una película que, a pesar de sus pretensiones, no te cala, no te llega al alma y con la que no te sientes integrado en la historia. No se puede comparar con la emoción que nos hicieron pasar Spielberg o Benigni con sus obras maestras. Si queréis emocionaros de verdad con una historia sobre el Holocausto, entonces "La ladrona de libros" no es vuestra película.
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33 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
La ladrona de champú
En un principio la adaptación de la novela de Markus Zusak me daba miedo porque me parecía difícil llevarla a la gran pantalla por ciertos elementos como el punto de vista del narrador, sin embargo al final me da miedo porque lo que nos ha llegado a las pantallas es un telefilm edulcorado con sobredosis de After Efects para retocar la fotografía y que todo quede con colores más brillantes, especialmente el pelo rubio de la joven Sophie Nélisse, que para algo es la protagonista.

El mayor problema de "La ladrona de libros" es que es demasiado hollywoodiense, me explico: en su desesperante búsqueda por no incomodar (el libro, hasta donde he leído, tambien es algo blandito pero mucho más aceptable), hace que todo sea visualmente muy bonito, mermando así la empatía con los personajes. A ver, si la madre adoptiva de la protagonista la llama mugrienta cuando la ve por primera vez, lo que yo quiero ver es a una niña que este sucia y hambrienta, no que tenga las mejillas sonrosadas, la piel blanca como la nieve, que vista el último modelo en cuando a vestiditos de la época y luzca un pelazo pantene. Si la familia pasa hambre y durante más de dos años solo comen sopa de guisantes dos veces al día quiero verles con hambre, delgados y sufriendo; sin embargo todos los personajes muestran una lozanía impropia de familias pobres en época de guerra. No digo que obliguen a adelgazar al reparto, pero si gracias al maquillaje Charlize Theron sale fea en Monster, aquí pueden hacer que los actores parezcan delgados. Así pues, si la película se niega a mostrarnos a los protagonistas sufrir, ¿cómo vamos a sufrir con ellos? No me vale que digan que tienen hambre cuando muestran una forma física envidiable, sino que quiero verlo para poder sufrir con ellos.

El problema que esa falta de coherencia no es el único error, sino que hay muchos más:

-La voz en off del narrador resulta horrible por su mal uso, aparece al principio y luego solo hace acto de presencia de una forma tan arbitraria e innecesaria (menos al final) que te saca de la película. O metes un narrador en off y lo utilizas bien durante toda la película o no lo metes, pero no lo utilices únicamente para hacer guiño al lector del libro para contentarlo.
-El desarrollo de la historia es totalmente arbitrario en cuanto a detalles importantes, por ejemplo: descubrir cuando ya llevas media película a que se dedica la madre solo porque te has acordado que tienes que crear un encuentro entre la protagonista y un secundario no es de recibo, las cosas importantes hay que ir preparándolas poco a poco, no de manera precipitada ni por sorpresa.
-Lo ridículas que resultan algunas de las decisiones de los personajes. Puedo entender que un personaje tome una decisión creyendo que es la correcta y se equivoque, pero es que el modo de actuar de los personajes en esta película no tiene lógica. Ver la sección de spoilers para profundizar en este aspecto.
-Me da rabia no acordarme de una sola pieza de la banda sonora cuando todo el mundo dice que es tan maravillosa.
-El idioma, ¿es necesario que metan palabras en alemán para recordarnos que los personajes son alemanes? No. Gracias a la magia del cine podemos perdonar ver una película ambientada en Alemania en la que los personajes hablen en inglés (o el idioma al que se doble la peli), pero lo que me saca totalmente de la ambientación y la película es que metan morcillas en alemán y que sin embargo todos los libros, cartas y palabras escritas en la pared del sótano estén en un perfecto inglés... eso sin hablar del discurso del alcalde del pueblo en el cumpleaños de Hitler, nos pasamos todo el rato escuchando a los actores hablar en inglés (o en el idioma al que se doble la peli) y cuando llega el momento del discurso este esta en alemán, rompiendo otra vez con toco rastro de coherencia. Supongo que para los productores un discurso nazi no es suficientemente nazi si no esta en alemán.

En fin, que "La ladrona de libros" es una película que busca emocionar a cualquier precio aunque ello suponga dinamitar cualquier rastro de coherencia. Es tan "bonita" y esta tan pensada a ganar premios que se olvida que lo importante es conseguir que el espectadorser identifique con los personajes y que sufra con ellos cuando hay que sufrir y se alegre con ellos cuando hay que alegrarse.
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50 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Pobres de los niños y personas de aquella época -años 30, 40-, y afortunados de nosotros de tener esta joyita a la disposición
Siempre que un filme trata hechos históricos tan fuertes y angustiosos como el régimen nazi en Alemania y a nivel internacional, la II Guerra Mundial, la figura del Führer Adolf Hitler y, en concreto, aquellos años 30 y 40, en los que transcurre precisamente esta cinta, es cuestión de tomárselo con tacto, calma y reflexión, ya que suele impactar bastante y tiende a desprender o despertar profundos sentimientos en los espectadores. Aparte de ello, claro está que también aprendes y observas hechos, o incluso "versiones", que antes no sabías.

"La ladrona de libros" propone una visión desde el punto de vista de los niños o infantes de aquella época, y evidentemente la parte sentimental y "curiosa" se ve aumentada exponencialmente, ¿por qué? pues por la inocencia, la pureza, la virginidad, de estos. Ellos, o mejor dicho ella, Liesel, la protagonista, son más de la mitad de la gracia de esta historia, son, en parte, el motor. Jovencitas como Liesel tienen curiosidades, incertidumbres, que se ven lapidadas debido al régimen que hubo en Alemania, pero como chica menor inteligente que es, a través de los libros, las relaciones sociales en la calle, en casa, con los judíos, etc. acaba comprendiendo que el contexto, las fuerzas y poderes bajo las que le ha tocado vivir son un infierno. Ella, con alguno de los amigos que hace en el pueblo de Münich en el que es adoptada, protagoniza algunas escenas con mucho desparpajo (dicho para bien), fuerza libertadora, pura verdad y sentimiento, además de escenas más normales y cotidianas en su nueva casa con sus nuevos padres, en la calle jugando con Rudy, leyendo y aprendiendo a leer, entre otras, que ayudan a empatizar, y mucho. Parte de la culpa de que nos encariñemos con unos u odiemos a otros son las sublimes, sobresalientes, actuaciones: Sophie Nélisse, en esta, una de sus primeras películas, lo hace perfecto; Geoffrey Rush, de pirata a una extraordinaria actuación como padre; Emily Watson, a la par que Geoffrey Rush, genial; y no nos extendemos más, aunque, si fuera posible, ya podrían nominarlos o premiarlos a todos por las interpretaciones. Magníficas, de verdad; también acompaña mucho el buen doblaje. La banda sonora, a cargo del gran John Williams (bso de "Tiburón", "Star Wars" y muchas otras conocidas), es igualmente notable -no será la mejor de las que ha parido, pero es muy buena-.
La historia, que narra desde los años 30 cuando Liesel llega al pueblo hasta aproximadamente el 45 con el fin de la Segunda Guerra Mundial, es bonita, interesante, inteligente, y aporta bastantes hechos y datos sobre el contexto y la vida -sobre todo pueblerina- de la época. El vestuario, la atmósfera creada, el diseño, la ambientación: estupendos.
El ritmo del filme es lento, o sea, correcto teniendo en cuenta que es un drama "familiar". Personalmente, una vez finaliza, sí veo justificadas las dos horas que dura.

Pues, tenemos entre manos un drama que se contextualiza en los años 30 y 40, con la Segunda Guerra Mundial, años que fueron bastante caóticos para la humanidad, pero que en "La ladrona de libros" se les sabe sacar alguna sonrisa ante tanta "guerra" y penuria, algunas lágrimas también, y que narra una poderosa trama familiar, de amor, amistad, desde una parte más inocente, más infantil, protagonizada por una humana, preciosa y sencilla niña llamada Liesel (Sophie Nélisse).

En fin, opino que la película como tal es notable -de 7 u 8-, pero personalmente me ha encantado, es un diamante en bruto. Sobresaliente.
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44 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Apple en el Holocausto
“Todos los años hay dos o tres películas sobre judíos en un sótano”, pudimos escuchar el otro día en una conversación sobre La ladrona de libros. Ese es uno de los problemas a los que se enfrenta esta película. La reiteración en las propuestas cinematográficas sobre El Holocausto deriva en un cierto cansancio entre los espectadores. Y no hay que confundir conceptos. A estas alturas, casi todo el mundo, confiamos, está concienciado sobre el drama que vivieron los judíos durante la II Guerra Mundial. Otra cosa es que una parte del público se harte de películas que abusan de las mismas estrategias para sensibilizarlo.

Por otro lado, La ladrona de libros está basada en el exitoso libro de Markus Zusak del año 2005. Y aunque no lo hemos leído, nos tememos que la adaptación de Brian Percival (Downton Abbey) y Michael Petroni (Las crónicas de Narnia) no consigue su propósito. Para empezar, el asunto del narrador no queda suficientemente justificado durante todo el metraje. No sabemos cómo será en el libro, pero en la película resulta un recurso impostado y apenas coherente.

La ladrona de libros no es una mala película. Es una película más. Tal vez dentro de unos años sea pasada a las 4 de la tarde en algún canal y se convierta en un buen pasatiempo bajo la manta. Pero, a nuestro juicio no es más que eso. La presencia de Geoffrey Rush y Emily Watson salvan a la cinta de caer en lo anodino.

(...)

Las escenas familiares y los pequeños toques de humor en la relación del matrimonio Hubermann son los momentos más agradables de La ladrona de libros. ¿Y Liesel? Parece que la adaptación de la pareja Percival/Petroni ha querido abarcar demasiado y al final no acabamos de empatizar ni emocionarnos demasiado con la protagonista, a pesar de las estrategias de trazo grueso utilizadas. Su relación con la mujer del alcalde y el asunto del robo de libros no quedan muy bien perfilados. Y el personaje de Max tampoco es un derroche de originalidad.

No obstante, un diálogo que mantienen Liesel y Max es el instante más brillante de la película, que suponemos, estará tomado del libro. Lo reproducimos, en el spoiler.

Tal vez La ladrona de libros pueda ser disfrutada por un público adolescente no muy habituado a esta temática. Pero en nuestra opinión se trata de un proyecto muy irregular que se cierra, además, de forma un tanto irritante y tópica (también en spoiler).

Lo Mejor: Siempre eficaces, Geoffrey Rush y Emily Watson. La conversación aludida entre Max y Liesel.

Lo Peor: Tópica. Muy irregular en su desarrollo. El germanenglish del guión (O uno, u otro, amigos). Es como si Cristo en La pasión de Mel Gibson entona un sonoro "My God, My God, why have you forsaken me" en perfecto inglés estando en la cruz.
El pesado de John Williams, como es habitual en él, remarcando emociones, por si las moscas. La manzanita que se cuela sobre la bocina.

[crítica publicada en alucine.es]
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26 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
LA BONDAD EN TIEMPOS DE GUERRA
Durante buena parte de la proyección de “La ladrona de libros” me venía a la mente la adaptación cinematográfica de otra novela de éxito: “El niño con el pijama a rayas”. En ambos casos, se pretende dar protagonismo a la bondad en un contexto de barbarie, en principio, incompatible con aquella. Su director, Brian Percival, proviene del mundo de la televisión. De hecho, ha ganado un Emmy como realizador de la serie “Downton Abbey”, donde demostró un notable dominio en la recreación de épocas pretéritas. Por ello, no sorprende que el principal mérito de su largometraje sea la esmerada labor técnica y artística, que hará las delicias de esos espectadores que disfrutan con los viajes al pasado y con las ambientaciones estéticas de decorados y vestuarios asociados a estos. Desde ese punto de vista, el film resulta impecable. Será asimismo una buena elección para quienes gusten de esas historias de superación en las que las penurias de sus honrados y sencillos protagonistas devuelven la esperanza en el género humano.
Sin embargo, el relato es demasiado convencional, en el sentido de previsible y poco sorpresivo. Responde a un guión poco arriesgado que, al ofrecer al público lo que sabe con antelación que funcionara, juega sobre seguro. Por esa razón, a los amantes de las apuestas atrevidas, de los personajes complejos y de los análisis audaces les resultará probablemente una cinta facilona, no porque su montaje sea sencillo sino porque su contenido es bastante simple.
Durante la Segunda Guerra Mundial, una niña es adoptada por una familia de Münich y, una vez que aprende a leer, decide robar los libros prohibidos por los nazis para poder leerlos. La situación se complica cuando decide acoger a un joven judío al que encuentra delante de su casa. Esta contraposición del bien y del mal está rodada con eficacia, aunque con cierta sobreexplotación del sentimentalismo. En todo caso, la moraleja que pretende transmitir es tan elevada que trasciende a la propia obra cinematográfica.
Se ha colocado al frente del elenco a la joven y desconocida Sophie Nélisse, que ya había intervenido con anterioridad en “Profesor Lazhar” y que aquí lleva a cabo una meritoria interpretación. Incluso la Asociación de Críticos de Phoenix la ha premiado por este papel, así como en los denominados “Satellite Awards”. Los personajes de sus padres adoptivos han recaído sobre los veteranos actores Geoffrey Rush (ganador de un Oscar por “Shine” y nominado en otras tres ocasiones) y Emily Watson (aspirante a la estatuilla de Hollywood). Rush es versátil y eficaz frente a la cámara y constituye una garantía y un lujo para cualquier reparto. Por su parte, Watson ha decaído ligeramente en una trayectoria marcada por excelentes actuaciones dramáticas como las de “Rompiendo las olas” o “The Boxer”, que la convirtieron en un referente de la década de los noventa. Desde entonces, aunque ha seguido mostrando su calidad profesional, no ha vuelto a disponer de un gran papel con el que lucir sus enormes dotes interpretativas.
Finalmente, reservo mi mención especial para John Williams, maestro de maestros y referente indiscutible de la historia del Séptimo Arte. A sus casi ochenta y dos años, este compositor de bandas sonoras, además de ostentar el récord de ochenta y cinco galardones de un total de ciento cuarenta y ocho nominaciones – entre ellos cinco Oscar de cuarenta y ocho candidaturas o cuatro Globos de Oro de veinticinco posibles-, atesora memorables aportaciones en forma de maravillosas melodías siempre ligadas a imágenes de la gran pantalla. En esta ocasión ha vuelto a acertar, regalándonos los oídos como sólo él sabe hacerlo. Ha sido, es y será –espero que por muchos años- el mejor.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
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20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Se pierde ella misma
Una ladrona muy peculiar. Un título muy inexacto. Un film demasiado colorido para mostrar las desgracias infantiles de un personaje, y todo ello explicado por el gran maestro de la vida, la muerte, que sólo aparece en funestos momentos, pero esta vez, es capaz de leer el pasado de forma magistral y detallarnos la vida de una vida viva.

En fin, la película va a trompicones, con momentos activos, pero otros demasiados pasivos carentes de interés y atractivo, con personajes demasiado infantilizados y con una fotografía pastel, donde más que una guerra, parece vivir un campamento de verano sin grandes dramatismos.
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18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Corazón de acordeón
Una nueva adaptación de una novela para muchos conocida, y es típico en las adaptaciones que se queden muchas cosas en el tintero y por ello no muchas de ellas tienen tan buena crítica como si no existiera tal novela.
En este caso la adaptación a nivel general me resulta satisfactoria, como en todas hay cosas que no están muy bien presentadas y otras cosas que no están plasmadas, pero por lo demás esta bastante bien lograda.
La trama resulta para los amantes del libro bastante entretenida desde el comienzo, con unos muy buenos diálogos, y unos personajes que dan cierto aire nostálgico a la cinta. La película esta muy bien ambientada, tanto en decorados y vestuario, y toda ella acompañada con excelente banda sonora.
Los actores están " bien " desde el punto de vista interpretativo, lo que màs llama la atención desde este punto es lo expresiva que es su protagonista que hace meterse más en su personaje.
La recta final, resulta un poco apresurada, y aunque la voz en off está bien y todo lo que ella cuenta, falta quizás alguna secuencia algo màs dramática de los acontecimientos finales.
Como conclusión se puede decir que se trata de una película que para los amantes del libro no les dejará decepcionados y para nos que no le han leído quizás les resulte un tanto lenta y aburrida.
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23 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
El Tema sobre la quema de libros por los fundamentalismos mal aprovechado
Es una pena que un episodio que fue parte del regimen nacionalsocialista como fue la quema de libros que no fueran acorde con sus ideales sea mal utilizado de una manera super edulcorada y complaciente en esta película. Conocedor de que los nazis de antes y de los de ahora son muchas veces anti-intelectuales y que sus ideas-fuerza son la fuerza per se y el cachiporrazo como argumento no se profundiza sobre éstos en esta cinta, recalco. La cinta se mueve entre lo "real maravilloso" y un cuento de Disney. Rush y Watson muestran un registro limitado por el guión. Sophie Nelisse me sorprende y me decepciona a la vez. Veo poco de ladrona y más de alguien que encuentra libros que otra cosa. No se profundiza en los libros que recoge y si lo hace es de manera tan ramplona.
Otra vez los nazis son malos malos y los judíos casi un pan de Dios. Lo que hicieron contra estos últimos no tiene justificación pero dejemosnos de maniqueísmos que peor la pasaron los negros durante unas cuantas centurias y no hablemos de los gitanos pero nadie se indigna tanto cuando se trata de los judíos. La propaganda del cine hace mella en las mentes.
Lo mejor: el vestuario, la fotografía y quien sabe un mensaje aleccionador para agarrarle gusto a lectura desde la niñez.
Lo peor: el resto y su pseudofilosofía a lo Coehlo.
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25 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La ladrona de libros me "robó" unos eurillos
Sin haberme leído el libro, llegaba al cine con la sensación de que iba a visualizar "una película más de nazis al estilo Steven Spielberg"; es decir, sensiblería barata (aunque en esta ocasión, en color). Al salir de la sala, quedé con la sensación de haber acertado y equivocado al mismo tiempo. De lo que no me cabía la menor duda era de haber presenciado una cinta soporífera.

Durante toda la película, se intenta encandilar al espectador con esa despreciable sensiblería a la que ya se nos tiene acostumbrados en este tipo de largometrajes. Sin embargo, está tan mal llevada y, al mismo tiempo, nos mantiene tan alejados de los personajes, que a medida que va transcurriendo la película sólo deseas que termine cuanto antes. No te importa lo que le pase a la niña, ni a cualquiera de las personas que la rodean (excepto, quizás, al amigo de Liesel, porque tiene una cara de simpatía que no le cabe en su cabeza), puesto que comienzas a aburrirte desde los primeros minutos de la proyección.

Asimismo, tiene algunos detalles que, finalmente, acaban por irritarte. Uno: Aparece la niña en el coche y su nueva madre le dice "mugrienta"; sin embargo, la niña ni va manchada, ni lleva el vestido roto, la ropa está limpia... Vamos, recién sacadica de un anuncio. Dos: La familia no tiene casi ni para comer; mas, durante la peli, no adelgaza nadie. Tres: Los niños, no envejecen apenas, y pasan más de seis años. Cuatro: ¿Cómo aprende la niña a leer en inglés? Tanto los libros que aparecen, como muchas palabras de la pizarra del sótano están en inglés (recordemos que transcurre en Alemania). Asimismo, posee algunos momentos y detalles penosos; sin embargo, esos los dejo para el spoiler.

Si a todo este cóctel, añades una voz en Off (la de la muerte) que lo único que consigue es sacarte de la película y que la detestes todavía más, pues poca miga se puede sacar más.
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16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Buscando el Óscar desesperadamente
Pretensiones:
Sinceramente el trailer no me terminó de gustar, es más ya la vi un poco ñoña y con pinta de edulcorarla un poco así que fui con expectativas bajas a verla con la mentalidad de que me iba a aburrir teniendo en cuenta que la cinta dura más de dos horas por lo cual no esperaba gran cosa y efectivamente la cinta no me ha sorprendido aunque tampoco he encontrado una mala película.
Puntos positivos:
La película cuenta con dos grandes actores como lo son Geoffrey Rush que empatizas con su personaje de padre blandito y cariñoso y con la dura y estricta madre Emily Watson que también brinda una buena actuación. La banda sonora de John Wiliams siempre es agradable de escuchar y en esta cinta no desmerece aunque no sea de sus mejores composiciones. La dirección de Brian Percival es correcta dentro de lo que cabe ya que en los momentos clave de la cinta lo rueda de una forma correcta aunque tampoco sobresale mucho. La historia en su base llama la atención como prácticamente todas las historias relacionadas con la segunda guerra mundial y el nazismo. Tiene momentos interesantes y crueles como la escena de la noche de los cristales rotos y alguna que otra escena donde se enfoca bien como eran los nazis. El ritmo no desentona del todo y entretiene la mayor parte del tiempo además de que el vestuario y la ambientación también están bien logrados. Destacar también el detalle de que la cinta esté narrado por la propia muerte lo que le da un toque irónico a la cinta.
Puntos negativos:
Cuando llegamos al término guión y personajes nos encontramos con sentimentalismo barato de telefilm con una protagonista Sophie Nélisse que no llega a entusiasmarme mucho su personaje no por su actuación porque es correcta pero no llega a transmitirme ni siquiera lástima. El niño rubito es bastante repelente y deja un momento en la parte final rídiculo que provocará risas cuando es lo último que busca. El judío interpretado por Ben Schnetzer se pasa prácticamente toda la película sufriendo y llorando y desaparece sin dejar rastro para luego volver a aparecer de una forma un tanto forzada buscando la lágrima y el final feliz. Le sobra metraje y hay momentos en que se hace monótona y repetitiva. Le falta crueldad y el final destroza una cinta que podría haber sido interesante si hubiera cortado en cierto momento donde podría haber dejado un final bastante bueno.
Resolución final:
Una cinta más del montón con pretensiones para buscar el oscar intentando sacar lagrimones a rajatabla con momentos ridículos y con un final deplorable que podría haber arriesgado mucho más y no recurrir a lo forzado y lo ñoño. No me pareció mala pero no es lo que aparentemente ofrece y mucho menos es una cinta que merezca premios. Eso sí, para pasar la tarde en casa está bien pero para invertir dinero en ella no os lo recomiendo.
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23 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El valor de las palabras.
La verdad es que la película está bastante bien, sin haberme leído el libro personalmente pienso que es una buena historia aunque la temática de la Segunda Guerra Mundial y del nazismo ya esté presente en algunas películas que son bastante mejores (El Pianista, La Lista de Schindler...) pero la película en sí, no está nada mal. Se puede ver y tiene algunas partes que mantienen bastante enganchado al espectador, aunque alguna otra pueda resultar bastante lenta e incluso en algún caso algo pesada.

El final es lo más impactante de la película y, la banda sonora es buena, aunque para las nominaciones que tiene a mejor BSO hasta el momento, en los Globos de Oro, los BAFTA y los Satellite Awards me la esperaba más presente en la película ya que quitando de un par de escenas, tampoco se deja mucho a oír. (Exceptuando ese momento del final).

Quizás la pega es "ese intento" de buscar el Óscar que crea un ambiente ya visto anteriormente en otras películas, que sumado al punto melancólico y el intento de hacer un drama general, en lugar de "ensalzar" de alguna manera la película, por el contrario la empeora.

Pero bueno, para ser de lo más nuevo del 2014 la película es interesante. Veredicto final: 6/10.
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21 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una visión amplia de una buena historia.
“La ladrona de libros” es una película que mientras la estás viendo reconoces y notas que está basada en un libro porque aunque su hilo argumental sea el de una niña que es adoptada por una familia en la Alemania nazi en plena guerra y que oculta a un joven judío en su sótano (una historia que ya se ha visto muchas veces) profundiza en muchas más cosas y nos muestra la gran curiosidad de la niña por la lectura y los libros, la amistad, la guerra ,etc… con una voz en off un tanto enigmática.

Una de las cosas que más llama la atención es su lograda ambientación y el trabajo interpretativo de la chica protagonista que sabe llevar casi todo el peso de la película en diferentes momentos tanto dramáticos como cómicos de forma notable.

Evidentemente al abarcar tantos aspectos de la historia la duración llega a las algo más de 2 horas pero que viendo en su conjunto no se antojan excesivamente largas para todo lo que nos cuenta dejándonos un buen sabor de boca con un buen final.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una heroína que no se despeina
La eterna fascinación del cine por el Holocausto reaparece una vez más en la cuidada transposición del best seller “La ladrona de libros”, donde predomina un tono cercano al cuento de hadas para contraponer la inocencia infantil ante el horror de la Alemania nazi. Se ha colocado al frente del elenco a la joven y desconocida Sophie Nélisse (quien ya había intervenido con anterioridad en “Profesor Lazhar”), en el papel de Liesel Meminger, una niña analfabeta de 9 años, con poco de ladrona y mucho de encanto, que no se profundiza en los libros que atesora pero tampoco se justifica demasiado el desmesurado interés que siente por ellos. El relato se orienta desde el punto de vista de la infancia de la pequeña huérfana enviada a vivir con padres adoptivos y que pronto desarrollará una fascinación por los libros y las palabras que sostendrán la luz de la vida, a medida que se intensifica el horror de la guerra.
En todo momento, se prioriza la historia familiar, de amor y amistad. Allí caben menciones especiales para los eximios actores Geoffrey Rush y Emily Watson en la entrañable caracterización de los padres adoptivos de la niña. La fotografía y la banda sonora transitan por un nivel de excelencia al igual que el vestuario, el diseño y la ambientación, tal como podría esperarse de Brian Percival, un director con notable dominio en la recreación histórica, proveniente del mundo de la televisión.

La película resulta una buena elección para quienes gusten de las historias de superación protagonizadas por héroes honrados y sencillos que devuelven la esperanza en el género humano, aunque el relato sea demasiado convencional, en el sentido de previsible y poco sorpresivo.
Responde a un guión poco arriesgado que, al ofrecer al público lo que sabe con antelación que funcionará, apuesta siempre sobre seguro. Existen muchos personajes desaprovechados, como el del joven judío perseguido que entabla una relación especial con la niña. Tampoco resulta una buena elección la inclusión de una desagradable voz en off que con su omnisciencia presenta y cierra la historia, invadiendo una narración que ganaría mucho sin su intervención.
Luego de la aparente crudeza de algunos momentos, en el trasfondo de la terrible historia se nos presentan unos cantos a la alegría de vivir que no hacen sino dejar un regusto muy agradable pero excesiva azúcar, conformando un cuento “a lo Disney” que no pasa del elogio de las buenas intenciones. El principal objetivo es transmitir con oficio una historia edificante que sólo refleje indirectamente la realidad, manteniéndose alejada de cualquier incomodidad. La película insiste en su ejercicio de caligrafía académica donde peca de exceso de pulcritud, porque aunque a la heroína la llaman cariñosamente “Cochina”, apenas se despeina y está siempre impecable o el episodio del libro que cae en el agua congelada y el perfecto niño rubio logra rescatarlo sin problemas. De esta forma, la búsqueda de la virtud lleva a otros defectos.

Entretenida, con pasajes agradables y memorables, se trata de una película hecha para gustar, donde todo está milimétricamente calculado y generalmente funciona mediante un guión complaciente que el director maneja hábilmente sin dar nunca un paso más allá. Así, “La ladrona de libros” es un buen film pero está lejos de ser una magnífica película.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
¡Más azúcaaaaaaar!
Una peli de impactante factura. Hay muy buenos profesionales (música, fotografía...) y supongo que bastante dinero detrás de este film, y eso se nota. Todos los actores cumplen, desde la niña protagonista hasta los consagradísimos Rush y Watson. El argumento es interesante, y se inicia de un modo muy efectista, que engancha a cualquier espectador. En fin, me ha entretenido y por eso la apruebo. Pero...

El problema, a mi entender, es que toda la película desprende un aroma de dramón sensiblero. Da la impresión de que quien tomaba las decisiones pensaba más en reventar taquillas y conseguir premios que en el mérito cinematográfico propiamente dicho. Y si bien al principio ese aroma es llevadero, porque la película se sigue bien por su tratamiento directo y su eficaz ejecución, poco a poco todo va apestando cada vez más, hasta que al final se aprecia un tufo insoportable.

La historia daba para mucho, quizá demasiado para una peli de dos horas. El impacto que puede causar en una niña el dramático cambio de ambiente familiar se resuelve con demasiada sencillez, casi de un plumazo. También habría agradecido una mayor profundidad en algunas subtramas, como la quema generalizada de libros, o el drama social que se vive por el reclutamiento de los hombres y el bombardeo sistemático sobre la población civil. Claro, era mejor centrar el metraje en cosas mucho más efectistas, como las relaciones de la niña con el padre "que todos querríamos haber tenido", o con la madre "mala-por-fuera-buena-por-dentro", o en el despertar al primer amor, o en las paredes de un sótano infestadas de palabras anotadas alfabéticamente... Por cierto, he visto la película en versión original subtitulada, y me adhiero a alguna crítica que he leído, referida a la inverosimilitud que se genera al ver a los personajes hablando en inglés, con algunas palabritas sueltas en alemán para que a nadie se le olvide dónde transcurre la acción. Eso sí, el discurso nazi es en alemán, que no haya dudas...

El final, que debía ser dramático, a mí me ha dado más bien grima. Algunas situaciones rozan el esperpento y generan más risa absurda que llanto, por el desmesurado interés de los guionistas de provocar unas emociones que, precisamente por eso, a mí no me han surgido. Hay un excesivo afán de almibararlo todo. Con alevosía y ensañamiento.
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9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Chapuza de película.
Conforme avanza se desinfla, pierde por completo el interés. Pese a una fotografía y unos exteriores preciosistas, buena música con tintes clásicos y unas interpretaciones correctas, la película no logra enganchar. No hay alma en los personajes el argumento es anodino, no hay situaciones que nos hagan sentir o conmovernos. Constantemente incoherencias en el guión, absurdos y más absurdos, doblaje, qué ha pasado con el doblaje?, quizás el espectador es idiota?, transcribir al inglés las palabras escritas, en vez del alemán, responder constantemente con un ja o un nine o pasar al alemán en un discurso. Acaso no hablan supuestamente en alemán toda la película, no creo que haya habido conflicto con los idiomas en el caso de esta película, pues supuestamente solo hablan uno.

En resumen, me esperaba mucho más, dos horas perdidas.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
NO LA VEÁIS DOBLADA AL CASTELLANO
Desde que descubrí el cine en versión original intento ver las películas de este modo y, lo estoy logrando, salvo alguna excepción, como es el caso de esta película. Si en pleno mes de agosto, en una de esas noches tan calurosas, te proponen una película en el cine de verano, al aire libre y gratis, a no ser que sea muy mala la película, no te resistes a dejar de verla. Esa es la razón por la que tuve que ver "La ladrona de libros" en su versión doblada al castellano, ya que desgraciadamente tendrá que pasar mucho tiempo para que en este país la gente se acostumbre a consumir cine en su versión original. El caso es que el doblaje me pareció tan "pasteloso", tan "irritante", con el abuso de varios "NEIN" (noes en alemán) casi sin venir a cuento y sin darnos una explicación de por qué no doblaban también esa palabra, muy al estilo de la versión doblada de "Malditos bastardos" (otro gran crimen que se comete al verla en español), así que estaba más pendiente de la vocecilla histriónica de Nélisse que de otra cosa, y eso que la joven actriz no lo hace mal del todo y marca un equilibrio con las buenas actuaciones de dos grandes del cine como son Geoffrey Rush y Emily Watson.
Es una película que se enmarca dentro del periodo de la II Guerra Mundial pero atípica, diferente a la mayoría. Aquí hay más lirismo, más delicadeza, más sencillez. De todas formas prefiero "El pianista" por muy cruda que sea a ésta.
Para mí es un 5, y aunque no he leído el libro y no sé si se ajusta mucho o no, creo que le sobra algo de metraje. Algunas escenas sobran, sobre todo las inverosímiles (por ejemplo el momento en el que el amigo de la niña rescata el libro del lago en pleno invierno en Alemania). Aun así me gustó los valores que trataba de infundir el film cómo el valor de la familia y la amistad.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Me esperaba más
No puedo criticarla como adaptación, porque no he leído la novela. No obstante, como historia en sí, me parece que no profundiza todo lo que se podría de una historia que en sí, es conmovedora y dramática, al estar envuelta en un conflicto bélico muy cruel y que podría haber ocurrido perfectamente puesto que nos traslada a la Alemania nazi vísperas y durante la 2a guerras mundial. Además hay un elemento muy destacado en la película que no me gusta nada, el narrador. Yo para finalizar, diría que se trata de una película pasable de la cual esperaba mucho más.
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9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
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