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47 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Las calles son nuestras
Aviso importante: ésta no es una película sobre Banksy. O quizás sí, pero seguro que no lo es de la manera que lo esperaba la gran mayoría. Al fin y al cabo, ¿cómo se puede filmar a un fantasma? El falso (luego ya entraremos en esta consideración) documental que lleva como título la intrigante frase de 'Exit Through the Gift Shop', que traducido literalmente vendría a ser algo como “Salida por la tienda de regalos” (en referencia a la clásica manera de abandonar cualquier museo que se precie), más que tratar sobre el más famoso de los graffiteros, es una cinta hecha por él. Dirigida, escrita... completamente concebida por él. Así lo dice su voz metalizada: “Ésta es la película sobre el tío que quería hacer un documental sobre mí. Lo que pasa es que yo no era suficientemente interesante”. Ahí va la primera mentira de una larga serie.

Y que nadie se haga el sorprendido/ofendido, pues del maestro del trampantojo y de otros espejismos visuales sólo podía esperarse un gran y maravilloso engaño. De modo que, superado el primer chasco, no nos queda otra que seguir los pasos del susodicho “tío que quería hacer el documental sobre Banksy”. Thierry Guetta, rechoncho padre de familia de origen francés pero residente norteamericano desde hace tiempo, comerciante de ropa y enfermo de dos obsesiones que siempre le acompañan: el arte callejero y filmar absolutamente todo lo que pasa a su alrededor. De esta combinación nace un relato cuya -falsa, otra vez- apariencia de divertimento naïf no permitirá apreciar a algunos unas aguas ciertamente profundas en las que se esconde mucho más que la simple búsqueda del ídolo anónimo.

Es de agradecer pues que, en lugar de satisfacer nuestra curiosidad morbosa (y por lo tanto, poco relevante) concerniente a los datos más banales sobre Banksy, se nos instruya sobre temas que sí merecen ser estudiados a fondo. En vez de recibir datos insustanciales sobre el lugar exacto de nacimiento del graffitero o su infancia, se nos ilustra con mucha gracia sobre por ejemplo qué es lo que realmente significa el conocido como street-art. En cuanto a la forma, lejos de la clase magistral cargante, se apuesta por mostrarnos una historia que, por empática y extravagante, atrae nuestra atención sin ningún problema, al mismo tiempo que quedan en nuestra memoria lecciones y conclusiones (por mucho que se nos asegure que las vivencias de Thierry Guetta no tienen ninguna moraleja... he aquí otra mentira) sobre el arte en general, este mundo/negocio en el que cada uno -erudito o cretino- se cree poseedor de la única opinión válida.
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113 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Zas! en toda la boca.
Es un peliculón. Es un super documental. Es un ZAS! en toda la boca para todos aquellos "artistas" chupópteros que, como Thierry Guetta, intentan triunfar saltándose todas las fases que el arte conlleva, reduciéndolo a una única cosa: dinero. Vendiendo el arte.

Es una obra de arte. Lleno de humor e ironía, Banksy nos la mete a todos doblada, porque señores, es un FAKE.
No es un documental real. No existe Mr. Brainwash. No es un artista con un estilo sin estilo, que mezcla todo y que ha conseguido que Banksy quiera dejar de ayudar a nadie.
Es un Fake, donde Banksy da a todo el mundo (a todos los que le critican, todos los que le llaman o llamaron vendido, todos los que se creen artistas y se hacen ego de ello, todos los que intentan aprovecharse para sacar dinero de cualquier oportunidad, a costa de como y quien sea) un ZAS en toda la boca!.
Y lo gracioso es que lo sacan en las noticias, en los períodicos, en internet como un documental real. Hasta a Madonna se la metieron doblada. Hasta Madonna cree que Mr. Brainwash existe y que ese super importante artista, que salió dios sabe de donde, le hizo la portada de su disco.

Aplauso.

Es MUY GRANDE. Altamente recomendable. Para disfrutar, para aprender del arte urbano y para conocer a este terrorista artístico que es Bansky.

Genial.


PD: A mi también me engañó al principio.
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65 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El mercado del arte moderno.
Lo que a priori se presenta como una crónica bien documentada sobre el auge del street art, a la par que indisimulada loa al ya henchido ego del artista anónimo conocido como Banksy, tiene la envidiable virtud de reformularse con rapidez.

Tras sesenta entretenidos minutos de gracioso retrato callejero, compuesto enteramente por imágenes captadas con video casero, Exit Through the Gift Shop adopta un tono más serio sin perder su inicial ironía, y se convierte en una reflexión – en la que Banksy es sólo gancho y catalizador- que cuestiona el verdadero valor del arte contemporáneo.

Una reflexión que recela de los advenedizos de dicho arte y que se ríe de la actual modernidad artística, situando al film, en lo que a discurso se refiere, al mismo nivel que Fraude (Orson Welles, 1973). Una brillante lección, de proyección obligada en todas las facultades de Bellas Artes.
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55 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
“Un degenerado con una cámara” (Claves para un nuevo fin del arte). (Crónicas donostiarras IV)
“Todo hombre es un artista”
Joseph Beuys

La historia del arte del siglo 20 ha sido propiamente la narración de su fin. Tanto por el lado de la extinción supremática del lienzo (la línea que va del Cuadrado Negro de Malevitz al Cuadrado Azul de Rothko) como por el lado de la democratización del gesto artístico (comenzada en el gesto teatral de Duchamp y el ready-made, la transposición de un objeto cualquiera en objeto artístico, y continuada en “el arte de respirar” y la universalización del artista). El cine en su propia historia también ha dibujado un fin. Éste, como el del arte, continúa en el siglo 21, como si el secreto de su supervivencia fuera, en palabras de Jean Baudrillard, “que la desaparición continúe viva”.
En el proceso de redi-meidización democrática, la figura de Banksy (el graffitero, el artista, a la sazón el director del documental que nos concierne) representa un cenit posmoderno. Si Warhol cumplió con la misión de banalizar por completo el arte, conduciéndolo a la simulación de sí mismo, y Manzoni, con su Mierda de artista en lata, hizo que la obra de arte oliera mal, Banksy, con su genial trabajo, ha hecho del mundo entero un lienzo. También ha hecho de un hombre llamado Thierry Guetta, el degenerado con cámara, como Banksy lo describe, todo un artista. Ambos se han hecho multimillonarios: este film –ése es su origen confesado- quiere ser la legitimación moral de la estética del graffiti, y resulta un impagable documento sobre la realidad del arte, así como un maravilloso biopic de un personaje memorable.
Guetta, francés inmigrante en los Estados Unidos, es el verdadero autor de Exit through the gift shop, si no fuera porque no tiene ni la más remota idea de montaje cinematográfico. Y de cómo llegó a serlo es la historia del filme, del que es protagonista, además de cómo se convirtió en Mr. Brainwash, el no va más en la historia del arte post-contemporáneo. Antes de todo eso, el señor Guetta, un tipo esperpéntico, “sudoroso, como salido del siglo 19 y con los zapatos demasiado grandes”, era un cineasta amateur que, fruto de un trauma infantil -le habían escamoteado la enfermedad y defunción de su madre-, decidió filmarlo TODO. Como en los casos de Alan Berliner o Ross McElwee (cineastas que han conseguido que sus familiares y allegados les prohíban volver a filmarles), Guetta reúne una obra cinematográfica que es una prótesis de su propia memoria y, al tiempo, una forma de terapia. La impresionante colección de cintas que guarda Guetta, en las cuales se fundamenta la mayor parte del metraje de Exit through…, no son sino sus recuerdos, su vida.
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52 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
F de Banksy
Banksy no me parece para nada un Fraude. Al contrario, “Exit Through the Gift Shop”, la película que firma pero no filma, es un alegato de la copia y el original. Del Fraude como arma de destrucción artística. Y es ahí donde el fantasma wellesiano resurge de “F. for Fake” donde se nos suscita las diversidad sobre la mentira en un mundo que casi nunca dice la verdadera verdad. Es en sí el relato de un copista sobre otro copista ya que Banksy y los otros artistas callejeros que aparecen en el documental parecen reproducir una y otra vez sus obras en los muros como firma viral y consecuente publicidad contemporánea.

Podría ser falso y original al mismo tiempo ya que desconocemos el punto de vista que lo origina. ¿Es Banksy o Thierry Guetta? ¿Quién es la copia o quién el original? Esa desubicación del punto de vista es expuesta en el documental como advenimiento circular de la obra. El cordial y compulsivo grabador de la realidad sigue los pasos del artista cinematográficamente para finalmente suplantarlo como artista callejero y ‘curando’ su adicción al video-recorder por el nuevo paroxismo del art-recorder. Fotocopiando una realidad que antes era grabada y ahora impresa. Impresión de los mismos descubrimientos que ha vivido implantados ahora bajo su firma autoral.
Al mismo tiempo el artista callejero deja el espray para erigirse como director de la obra y renegar del artista que ha ocupado su nuevo rol. Esa nueva reconversión y afinamiento del artista suscita de nuevo si la obra realmente es circular y falsamente experimental. Como si todo lo que hemos visto, incluso la misteriosa imagen del artista oculto, fuera una mentira que nos narrase la prostitución y mercantilización del arte y el carente o pasajero talento del denominado hype.

Más allá de la venganza que acometería Margo (Banksy) sobre Eve (Thierry Guetta aka Mr. Brainwash), si un post-documental de “Eva al desnudo” se lo permitiera, se erige un alegato sobre el comercio cultural que convierte la contra-cultura en un nuevo foco lucrativo desvinculándolo de su objetivo. La torpeza, fortaleza afectiva, consecuencia, candidez y adicción al paroxismo de Thierry parecen exonerarle de su fuga escapista hasta el art-establiment y la salida de todo museo fecundada en el arrebato del suvenir. Hay que pagar hasta por la réplica, aunque ésta sea una miniatura. Ley del negocio.

Pop art aparte, “Exit Through the Gift Shop” forma parte de la misma incoherencia y contradicción de la que se nos habla, a modo de machaque, en el interior: Warhol filmaba avant-garde, Thierry Guetta una arrebatada pesadilla fílmica en “Life Remote Control” (nos enseñan un par de minutos calificados por el propio Banksy como ‘mierda’, contradicho por el contra-plano de su creador) pero Banksy hace un documental ‘clásico’ fecundado en un gran flashback y moraleja que nos avisa de la sutil diferencia entre un chiste sin gracia y un chiste sin chiste.
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31 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Uno de los iconos del arte contemporáneo se burla del arte contemporáneo
Me apasionan los documentales sobre personajes extraños, especialmente aquellos que sienten fijación por grabarse a ellos mismos. No creo que sea casualidad que el fanático de los osos de "Grizzly Man", el acusado de pedofilia de "Capturing the Friedmans" y el cantautor bipolar de "The Devil and Daniel Johnston" compartan esa obsesión por registrar cada detalle de sus vidas en una cinta de vídeo que jamás volverán a ver, dado que en el fondo saben que lo que están grabando no tiene ninguna relevancia ni artística ni personal. Estas personas, e incluría aquí también al esperpéntico director de cine de "American Movie", sufren de un trastorno obsesivo-compulsivo relacionado con la imagen, que a falta de conocimientos de psicología no puedo analizar en mayor profundidad. Quizás sienten que un momento que no ha sido grabado no se puede considerar realmente vivido, sentimiento que comparten los adictos a las redes scoiales que cada lunes inundan Internet con sus aterradoramente irrelevantes fotografías del fin de semana, que sólo les importan a ellos.

Afortunadamente, dicha obsesión permite elaborar documentales tan redondos como el que nos ocupa.

"Exit through the gift shop" es una película ambigua, que juega con el espectador desde que empieza hasta tiempo después de que termine. Arranca con la canción "Tonight the streets are ours" y diversos vídeos aleatorios de arte callejero, con lo que parece que uno se va a encontrar con una crónica de estos grafiteros. Pronto, el objetivo se centra sobre Thierry Guetta, un adicto a la videocámara que denota a primera vista su condición de personaje singular. Este señor se va introduciendo en el mundo del arte callejero por pura casualidad, grabando horas y horas y horas de ese submundo, ejerciendo de "sidekick" de gente tan importante como Shepard Fairey. Logrado su objetivo de encontrarse con Bansky, el espectador cree que el documental se ha estabilizado y que ahora sí que va a girar todo en torno al famoso artista. Pero no. La historia vuelve a mutar y nos encontramos con que Thierry se ha convertido en Mr. Brainwash, un artista callejero novel que ha empeñado todo lo que tiene para lanzar una exposición a lo grande sobre su trabajo, que él ni siquiera ha realizado personalmente.
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27 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Lo único "malo" es que te quedas con ganas de saber más
Lo gracioso del asunto es la cara de tonto que se queda a uno después de ver este "falso/verdadero" documental. ¿Cuanto hay de verdad? Mi opinión es que Banksy y compañía (Sean quienes sean los que en determinados momentos sostienen la cámara) han decidido fabricar un artista totalmente disparatado bajo el nombre de "Mr. Brainwash".

Esto casi, casi convencido de que es una invención (Hay momentos como la caida de la escalera, que realmente se delatan por si sólos) pero siempre te queda ese 1% de duda de ¿Y si es todo real? El asunto en sí es, a grandes rasgos, que el documentalista que sigue a Banksy, un tipo excentrico que parece salido de una peli de Kusturica, decide ponerse a hacer cuadros sin ton ni son y se monta una factory a lo Warhol y lo peor es que tiene un éxito brutal.

Lo primero que hice (Y lo primero que harían muchos) es buscar en Internet si este "artista" es real o no. Y por supuesto que lo es. Si es que algo de lo que hay en Internet es real. Tiene su web y puedes comprar sus imitaciones baratas de Warhol por un pastizal y ha salido en miles de revistas. ¿Lo hace esto más o menos real?

Desde luego la gran reflexión sobre la película y su gran hallazgo no es si "Mr. Brainwash" es o no una creación de Bansky, o si su "arte" es una chapuza o no, lo realmente fascinante es que vende y se vende muy bien, que la gente y los medios se tragan el anzuelo y construyen un "artista moderno" de la nada.

Sin duda, el mejor documental/película sobre arte que he visto nunca.

Lo peor: Que te quedas con ganas de saber más sobre Banksy
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28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La justificación de un artista acomplejado
En sus inicios, Banksy trata con dos tipos de personas:

1) Los grafiteros, clan tribal de naturaleza anti-sistema dedicado a una especie de expresión primitiva de su identidad (el grafiti) cuyo vínculo con el arte es más que discutible.
2) Los artistas anti-comerciales, versión intelectualizada de los anteriores, que buscan romper convenciones estéticas y sociales, manteniéndose siempre en el ámbito de lo “underground”. Suelen utilizar el concepto de integridad artística como coartada ante posibles críticas por falta de calidad de sus obras (“como mi arte no le interesa a nadie, digo que lo importante es la integridad”).

Banksy pasa demasiado tiempo en ese ambiente y acaba jurando que nunca venderá su alma al diablo (el sistema). A medida que crece como artista conoce a un tercer grupo:

3) Los artistas comerciales, hermanos díscolos de los anteriores, que se dan cuenta de que con dinero se vive mejor, y adaptan su obra para encajarla en los gustos de la masa o de los coleccionistas. Vamos, el peor pecado que se puede cometer.

Luego llega el reconocimiento masivo y evidentemente las acusaciones de vendido por parte de los grafiteros y los artistas anti-comerciales. Banksy siente la necesidad de justificarse ante ellos porque no puede traicionar sus raíces. La realidad es que aunque probablemente ni se dé cuenta, ya no juega en la misma liga que ellos, sino en una más elevada: la de los artistas de verdad, aquellos que se valen de un talento genuino y de su libertad creativa.

“Exit Through The Gift Shop” les dice a esos puristas que si uno es verdaderamente bueno trasciende las fronteras del gueto, lo cual no tiene nada que ver con venderse. De paso, les explica en qué consiste venderse, a través de la historia de una especie de Borat del arte llamado Thierry Guetta. Quizá lo más sorprendente sea la extrema inteligencia con la que desarrolla estos argumentos, relegándose a sí mismo a un papel secundario y estableciendo una sofisticada estrategia metalingüística sobre la autoría de la propia película.
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24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El cuadro nuevo del pijo (El traje nuevo del emperador 2)
Sin entrar en spoiler, sólo puedo decir que es la reflexión más ácida y lúcida que nadie ha hecho en años sobre el arte contemporáneo, sus museos y la mercadotecnia que arrastran consigo. Un juego de espejos que empieza bien y acaba mejor, con mucho humor (inglés, cómo no) y veraz 100% (o así lo asegura Banksy).
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La Gran Mentira.
275/04(04/11/10) Divertidísimo falso documental con un gran mensaje, que vendría a decir que el arte es siempre subjetivo e indefinido. Está hecho por uno de los gurús del arte urbano callejero, Bansky, un famoso artista que pone de vuelta y media a todos los pretendidos entendidos en arte, les da un rapapolvo con esta dinámica sátira, que lleva un hilo argumental muy original, comienza con un pretendido documental sobre Bansky, hecho por un excéntrico personaje, el francés Therry Guetta, un tipo con parecido físico a la estrella del porno Ron Jeremy, afincado en Los Ángeles, se dedica a grabarlo todo con su cámara, gasta cintas y cintas de forma compulsiva, graba a los artistas urbanos por las noches en sus correrías grafiteras e ilegales, lo cual le llena de adrenalina y le mete en este proscrito mundo, y en el nace el propósito de conocer y grabar en acción al más grande en este campo, el británico Bansky, el hombre que firma con una rata con pincel, es un personaje enigmático que no deja que se saquen imágenes de él, por un cumulo de suerte lo conoce en Los Ángeles y traban amistad, llevándolo por varias ciudades en sus trabajos, animado por Bansky, Guetta decide dar el salto y ponerse manos a la obra, y convertirse en un artista urbano, creando una gran exposición de arte moderno en que no hará más que plagiar a todos los que ha ido conociendo. Entonces todo lo que vemos cobra sentido lo que era un documento gráfico sobre Bansky se torna una bufonada por lo que todos consideramos ‘Arte’, de cómo se puede prostituir, degenerar, degradar, corromper y aún así habrá tontos de guardia que lo loaran. Esto es un ‘fake’ por si alguien no se ha enterado hasta yo he llegado a dudar, pero hay unos cuantos datos que son inequívocos, esto forma parte de la forma de hacer arte de Bansky, esta vez lo ha hecho sobre una pantalla. Posee un ritmo narrativo endiablado, te atrapará en sus redes, te llevará de un sitio a otro sin saber muy bien a qué juega, hasta que al final te das cuenta de la gran mentira a la que has asistido, empezando por la Gran Mentira del Arte, y es que siempre me he preguntado quienes son los jueces que dictaminan que el Guernica no lo ha hecho un desequilibrado. Recomendable a TODOS. Fuerza y honor!!!
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Algo tan absurdo solo puede ser real
Cuando salga la palabra "fin", le garantizo que lo primero que hará será buscar una wikipedia para salir de dudas: ¿Thierry Guetta es un ser real o un actor extraordinario?. Claro, Banksy es un tipo de trayectoria probada en el arte urbano, y a la vista de esta película destaca también por su inteligencia y por un sentido del humor terrible, hasta el punto de prácticamente ponerse la soga, porque este documental prácticamente supone una patada en los genitales del arte moderno. Y una invitación implícita a gente comprometida como él mismo a dejarlo y dedicarse a otra cosa. Sin revelar nada de su metraje, solo diré que algunos pasajes están a la altura del Ignatius G. Reilly de "La conjura de los necios", y en su conjunto es una amena reflexión sobre los mass media y su capacidad de encumbrar cualquier cosa. Mil millones de moscas no pueden estar equivocadas...
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Envuélvemelo para regalo
Lo primero que piensa uno al finalizar la película es sí todo lo que acaba de ver es verdad o es un engaño muy bien orquestado por el director, en la línea de los falsos documentales I'm Still Here (Casey Affleck, 2010) o Borat (Larry Charles, 2006). Pero más allá de todo esto, lo que queda es un lúcido relato sobre como una forma de expresión artística que empezó de manera crítica, alternativa y completamente altruista, se pervirtió al convertirse en moda y pasó a enriquecer los bolsillos de todos sus abanderados.

Banksy se sirve de un argumento sencillo y en tono cómico para, en primer lugar, intentar lavar su imagen (y su discurso) dejando bien claro que el dinero nunca fue el verdadero fin de este movimiento cultural, que todo eso vino después y que únicamente aprovecharon la oportunidad que se les presentó, para después realizar una ácida crítica al arte contemporáneo en general y a la facilidad que tienen los medios de encumbrar a nuevos artistas sin ni siquiera darles tiempo de demostrar su valía, debido sobretodo a la accesibilidad e inmediatez de cualquier expresión artística gracias a internet, lo que provoca la creación y búsqueda constante de nuevos valores y que todos quieran sentirse los descubridores de un nuevo pintor, músico o director de cine, fabricando artistas de la nada para luego obviarlos un minuto después cuando consideren que han perdido interés al hacerse conocidos por el gran público, creando un interesante debate sobre la durabilidad del arte en la actualidad.

Si a todo ello, le sumamos la peculiar forma con la que el protagonista trata de alcanzar "el sueño americano", convirtiéndose en un maestro del copy and paste (de hecho, antes de comenzar a grabar su colección de vídeos, ya se dedicaba a customizar ropa de segunda mano y venderla cientos de dólares más cara) y en todo un ídolo para la generación de El rincón del vago, el resultado no puede ser otro que una fascinante e imprescindible película.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buen documental sobre un obsesivo pre-smartphones.
Lo mejor de largo es la cantidad de material que muestra a artistas callejeros realizando arte efímero e instantáneo por el mero hecho de hacerlo y que alguien -cualquiera- lo pueda ver y disfrutar.
Y esta oportunidad nace de la "bendita locura" de un francés instalado en Los Ángeles que graba todo lo que le ocurre en su vida sin descartar nada. No explico nada más para no destriparla, pero tiene momentos muy buenos y graciosos; en especial me quedo con la creación de un artista desde la nada...
El tal Guetta se hace querer al pricipio porque hay bondad en su intención primigenia, y las imágenes que saca de su obsesión son realmente divertidas y con valor artístico.
Me lo he pasado muy bien sin ser especialmente amante de este arte, pero me ha hecho verlo de forma distinta y con mayor respeto.
Nota: 7,35.
Pd. Bansky y su cabina deformada...es un puta genio!
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿Qué es el arte?
Si estamos atentos a las noticias, ya estén o no relacionadas con el mundo del cine, la mayoría habremos oído hablar de Banksy antes de ver este documental. Puede que ya le conocieras por esas increíbles obras de arte que ofrece al ciudadano de a pie por distintas partes del mundo, puede que por todo lo que dio de hablar la controvertida escena de los Simpsons que dirigió el propio artista, o quizá el conocimiento de su existencia te llegó poco a poco a partir de comentarios de distintas personas o por Internet como un murmullo que alcanzaba más y más fuerza. En mi caso, una mezcla de las dos ultimas es la que me ha llevado finalmente a ver "Exit Through the Gift Shop".

Se trata de un documental que pretende mostrar dos caras de una misma moneda: lo diferente que puede ser el arte para dos tipos de personas. Por un lado aquel que realmente lo ve como una forma de expresarse, el que solamente quiere mostrarlo, mandar un mensaje o quizá tener la oportunidad de conmover o hacer reflexionar a alguien. Luego está el que en todo esto ve una forma de obtener reconocimiento o incluso dinero, ya estemos hablando del que se las da de artista supermoderno o del que decide lo que es o no es arte. Porque, ¿qué es realmente el arte? Posiblemente una de las cosas más subjetivas de este mundo. Una obra que a nosotros nos pueda parecer increíble le puede parecer de lo más horrible al "crítico" de turno. La diferencia es que su opinión, para el resto del mundo, será más importante que la tuya.

Con todo esto es con lo que juega el documental. Primero nos metemos de lleno en el mundo del arte callejero gracias a la cámara del loco de Thierry Guetta, obsesionado con grabar todo detalle de su día a día. Empieza a meterse poco a poco en ese mundillo que le parece cada vez más interesante y nosotros le acompañamos en todo momento. Es entonces cuando vamos conociendo a todas esas personas que corren escondiéndose por la noche y se juegan el ser arrestados por intentar compartir algunas de sus obras con el resto del mundo. Gente que realmente le apasiona lo que hace, le dedica un esfuerzo impresionante y a la que Thierry comienza a admirar cada vez más.

Tras muchos artistas, finalmente llega Banksy, un hombre al que solo unos pocos le han visto la cara y del que públicamente no se sabe apenas nada. Es conocido por todo el interés mediático que generan sus obras y por el misterio que desprende. Thierry termina siendo un compañero para él y esto se volverá pieza clave para lo que venga después, que es justo cuando el documental cambia de tono.

Sigo sin spoilers.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
street art attaks
En la obra de teatro “arte” se discute durante horas si un cuadro en blanco es arte, esta cuestión de corte filosófico planeo en el Street Art cuando este fenómeno era embrionario: cultura o gamberrismo? Que es arte y que es realmente un artista?. En esta disyuntiva Banksy nos presenta su obra, pero no para dar respuesta a tan difícil pregunta, sino para regalarnos un fresco y divertido documental.

El film se centra en el excéntrico y cutre Thierry Guetta, quien dedica su vida a seguir y grabar con su cámara a los abanderados del street Art, entre ellos Banksy. Durante el primer tramo del film, se nos retrata de forma alegre las peripecias de estos intrépidos artistas. Pero con gran habilidad Banksy da un salto acrobático pasando de delante a detrás de la cámara y invirtiendo los papeles con Guetta, con ello consigue proteger su intimidad, y utiliza la vida de Guetta para realizar una furibunda crítica al mundo del “arte de cotización”.

Ocurrió tal y como nos lo plantea el director? El juego entre lo real o ficción es fantástico, y la frontera entre ambas se diluye ante la fuerza de los personajes y el mensaje que el director nos transmite, realmente no importa.

A por cierto, no quiero dejar de opinar sobre la cuestión expuesta en el primer párrafo, un rotundo SI, es arte, y tras el film veo que también es séptimo arte.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Apasionante, divertidísima y a la vez amarga reflexión sobre qué es el arte, o ser artista
Por un lado tenemos a un tal Thierry Guetta. Un tipo peculiar que vivía de comprar cargamentos de ropa vieja por 50 dólares, y venderlos en piezas de ropa vintage fashion, por valor de hasta 5.000 dólares. Además, tiene la obsesión de filmar casi toda su vida sin apenas criterio. Se da la casualidad de que su primo se dedica al arte urbano, y a partir de él comienza a filmar este mundo a través de la multitud de artistas que va conociendo. Pero si bien todas las imágenes que ves las ha filmado Guetta, quien realmente ha convertido todo este material en una obra maestra es el misterioso artista callejero Banksy.

Al margen de que es un documental agílisimo y muy entretenido, es imposible que sus escasos 85 minutos no impacten ni enganchen a todos aquellos que hemos querido o intentado (o que aún intentamos o queremos) crear "arte" en cualquiera de sus manifestaciones por modesta que sea.

A través de las imágenes de Guetta, de las palabras de Banksy, y de las obras y testimonios de todos los que aparecen, el film llega a estar a punto de convencernos de qué es -en mayor o menor medida- "arte", y también de su trascendencia y necesidad. Pero entonces ocurre algo, siempre tiene que ocurrir algo...

Más en spoiler, (Pero estoy convencido de que por mucho que uno sepa del filme antes de verlo, éste no perderá la más mínima fuerza)
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Mentiras verdaderas
¡Qué gran película!,
Un canto de amor al arte, a los que lo hacen, a los maravillosos impostores que lo deshacen y a los incrédulos que lo reconstruimos.

Una crónica del embuste, una trampa deliciosa,
una verdad que de tanto repetirse se volvió absurda,
hasta el infinito.

Sensacional.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El arte es un chiste
Todos hemos tenido un grupo de amigos donde había uno que le caía bien a todo el mundo, pero a nosotros, a saber por qué, no del todo (o nada, seamos sinceros). Ese es el sentimiento que le ha quedado a un servidor tras ver Exit through the gift shop de Banksy, un documental que no es malo, pero con el que tampoco he podido “conectar”.

Es admirable cómo el reportaje nos hace creer en la historia de Thierry Guetta, el Brainwash, con su obsesión por grabarlo todo, ver cómo empieza a introducirse en el mundo del arte urbano y acaba siendo un ejemplo de cómo el arte se convierte en algo vulgar, en un chiste.

Porque sí, esta es la historia de Guetta y no tanto de Banksy, pese a que tantas veces se ha dicho “ese es el documental de Banksy”. Pues no, aunque habría que ser ingenuo para pensar que un artista callejero como Banksy iba a mostrar tan fácilmente no solo su rostro (siempre con imagen y voz distorsionada) sino sus métodos o su arte (muy bien alguno, otros simplemente tontorrones: ese elefante).

Nadie sabe tampoco hasta qué punto es real este documental, pero tampoco importa demasiado saber si Mr. Brainwash hizo esas miles de cintas de vídeo o rodó ese experimento de Life Remote Control (Warhol estaría orgulloso). Lo importante es que se plantean preguntas como ¿cuándo el arte pasa de ser arte a puro mercantilismo vacuo? Y no olvidemos que el documental tiene distribución de un gigante como Paramount.

La película encuentra alguna entrevista y comentario jocoso, alguna escena impagable y descubre un poco más de estos artistas de la calle, pero en el fondo no deja de ser una propuesta resultona, no tan buena como lo esperado.

No obstante, podemos disfrutar de las obras de Banksy y otros de sus camaradas, encontrar ironía en cada escena y tener alguna moraleja de lo más sarcástica… Pero falta más para convertirse en una película documental digna de recordar y no ser solo un film curioso, que ver cuando vamos a una exposición de arte.

Exit through the gift shop no es suficiente, como dice uno de sus personajes es “simplemente, una broma” y yo soy siempre de los que pasa de las tiendas de regalos de los museos.
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6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Banksy y Duchamp socios de la subliminalidad...
Esto es un simulacro, muchos se van por la desviación y piensan que es la historia de un "artista" llamado brainwash que existe en la realidad y se le vende en las exposiciones de arte. En pocas palabras las mayorías resultan en que la película describe la historia real de un grafitero hasta su éxito comercial, pero ni madres, esto solo es otra obra del Banksy, donde no pierde el estilo, de tomar la realidad para darle la fantasía de la crudeza, y expone de manera subliminal, como el artista contemporáneo se ha vuelto un mero concepto de uso, y Banksy crea un concepto llamado Brainwash, y si la percepción de cualquiera se decide a ver más allá del asunto contestatario, se respira en la película la muerte del Arte, pero el nacimiento del proceso del artista (a la par del proceso de la obra) como fuerza real de la obra, vavai a los poser, Duchamp ha pariado a Banksy y Banksy ha pariado la eterna subliminalidad del arte....lo que todos sabemos pero pocos saborean.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿Se trata de una broma del ingenioso Banksy? ¿Es el arte puro comercio?
La nueva película firmada por el artista del grafiti inglés, “Exit through the gift shop”, es una delirante obra sobre el street art.
Quizás muchos se acerquen al cine esperando ver un monográfico sobre Bansky, el intrigante gurú de las calles que rechaza dar la cara, pero no es del todo así. A pesar que el grafitero, con capucha y cara oscurecida, sea el primero en aparecer en plano, no es otro que Thierry Guetta el personaje principal a través del cual se nos explica la historia. Las andanzas de este francés emigrado a Los Ángeles y obsesionado con grabar todo lo que le sucede, nos muestran cómo a través de su primo, Space Invader, empezó a seguir a artistas callejeros por todo el mundo que acabaron inspirándole para crear a él mismo, Mr Brainwash. Vemos cómo trabajan Shepard Fairey o el mismo Banksy, siempre pixelado, y nos trasladan al submundo donde estos se mueven. ¿En qué se ha convertido el street art? la película nos hace recapacitar sobre esto y mucho más sin dejarnos mover de la butaca, algunos dudan sobre su veracidad, pero poco importa si está contada con tanto humor.
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