arrow

27 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Los años no pasan en vano
Aunque no carece de elementos atractivos, esta es una de las películas menos interesantes de la notable trayectoria de Elia Kazan. O al menos una de las que no han resistido tan bien el paso del tiempo. Sin embargo, no se puede cuestionar el rigor formal de su puesta en escena, la claridad con que el cineasta conduce el relato y la habitual maestría de su dirección de actores. Sin embargo, lo que en su época impactó a las audiencias e hizo reflexionar a toda una nación -la necesaria mirada al antisemitismo que el estadounidense no estaba dispuesto a reconocer aunque lo practicaba casi a diario-, hoy aparece algo avejentado. No porque dicho antisemitismo haya dejado de existir, sino porque el enfoque del guión del prestigioso Moss Hart es demasiado obvio, blando y didáctico, y sus buenas intenciones lo hacen caer en la ingenuidad y la simpleza, lo que incluso puede hacer que el espectador actual la juzgue como exagerada y superficial; por lo mismo Kazan no alcanza los niveles de agudeza, precisión e intensidad que sí alcanzó en clásicos como “Al este del Edén”, “La ley del silencio” o “Esplendor en la hierba”, por nombrar algunos. De todos modos “La barrera invisible” es válida como testimonio de la sociedad del Estados Unidos de posguerra, siempre dispuesta a cuestionar la doble moral e intolerancia de los demás pero reticente a admitir la propia: un presagio de la célebre Caza de Brujas en la que posteriormente se vería tristemente implicado el propio Kazan. Los actores están muy bien y son quizás la única razón de peso para darle una oportunidad a esta cinta: la habitual credibilidad y humanidad de Gregory Peck en uno de sus típicos roles positivos, la presencia de John Garfield, los sólidos desempeños secundarios de Celeste Holm y Anne Revere, y sobre todo la estupenda y habitualmente subvalorada Dorothy McGuire, conmovedora y creíble en su proceso interno, como queda demostrado en su diálogo junto a Garfield. Una gran actriz a la que no se recuerda lo suficiente.
[Leer más +]
39 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
CON SÓLO DECLARARSE JUDÍO, UN ESCRITOR EMPIEZA A SENTIR DISCRIMINACIONES
Película algo extraña, interesante sin lugar a dudas y algo etnocentrista con el judaísmo, a cuyos seguidores presenta como víctimas principales de segregación o trato discriminatorio en EE.UU. Un planteamiento bastante exagerado —claro que hay que comprender que el filme es del año 1947, dos años después de acabada la II G.M. y con el desvelamiento aún fresco por aquel entonces de la matanza horrorosa de millones de judíos en los campos alemanes de exterminio—; al menos visto desde hoy en día nos parece algo extremo el planteamiento del guión, pues la sociedad estadounidense como cualquier otra tiene barreras invisibles, racismo y comportamientos despreciativos hacia muchos colectivos, pero NO son precisamente los judíos los más agraviados. Hay en Norte América muchísimo más anti-indigenismo, anti-negrismo, anti-latinos, anti-comunismo o anti-nipones o personas de ojos rasgados, mucho más que anti-judaísmo (al referirse a esta cuestión de ir contra los judíos lo mejor es emplear el término "anti-judaísmo" y no "antisemitismo", porque semitas son también los árabes, palestinos y otros pueblos del Cercano Oriente por más que la ignorancia común de la gente se crea que semistas sólo son los hebreos).

No obstante, este filme es digno de verse; sobre todo, más que por las lecciones plausibles que ofrece en pro de mitigar el antijudaísmo, lo cual resulta un tanto paternalista y exacerbado, por la buena filmación de las relaciones amorosas o noviazgo entre los personajes de Gregory Peck y Dorothy McGuire, ambos escenificando estupendamente los tira y afloja tan característicos de lo masculino y lo femenino cuando se emparejan por dejar bien atado desde un primer momento quién será el que de los dos lleve los pantalones o el mando en el devenir conyugal.

Fej Delvahe
[Leer más +]
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
NI UNA MALA PALABRA NI UNA BUENA ACCIÓN
Un Kazan, cada vez más genial, filma la primera de sus excelsas películas. En " La barrera invisible ", Kazan lucha -porque lo suyo es una lucha cruenta y salvaje- contra el antisemitismo, pero sobre todo golpea al que abandera la causa de la protesta por el antisemitismo imperante y luego no es más que un despreciable y " educado " racista. Contra ello Kazan no descansa y al personaje de Philip se le revuelve el estómago contra los falsos pactos de caballero y contra la hipocresía del "ni una mala palabra, ni una buena acción ".
La puesta en escena y la fotografía son espléndidas. El guión magnífico. Los personajes, bien perfilados,magistralmente dirigidos y soberbiamente representados. Es difícil destacar a uno por encima de otro porque todos presentan un nivel excepcional. Claro que...como hombre no puedo dejar de admirar la feminidad y dulzura del personaje interpretado por Dorothy McGuire.
" La barrera invisible " es una joya del séptimo arte.Casi una obra maestra.
[Leer más +]
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Acuerdos entre caballeros.
Siempre que leo críticas sobre esta película me encuentro que si el tiempo la ha dejado en clara decadencia, que si es demasiada exagerada...
En aquella época es cierto que existía mucho más racismo hacia los negros que a los judíos, pero ya que a Zanuck se le ocurrió llevar este guión al cine pues hablemos de ellos. Aunque sea mínima la discriminación la había y ya es excusa como para llevarla al cine, y si a esto unimos que hacía solo dos años lo del holocausto nazi. No veo propuesta más modesta que la que nos ocupa.

En los demás campos no creo que haya que hablar mucho, Elia Kazan cumple perfectamente con su habitual maestría. Gregory Peck, el americano ideal, está muy bien, al igual que John Garfield y el apartado femenino, Dorothy MCGuire, Celeste Holm, Anne Revere...

Por último decir que no me ha parecido la mejor película de Kazan, pero ni mucho menos la menos interesante, un gran drama con un mensaje claro y sincero.
[Leer más +]
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La barrera de los prejuicios
Una película que a través del antisemitismo nos habla de los prejuicios.
Prejuicios que todos tenemos y que hasta que no nos enfrentan a ellos, no somos capaces de reconocer.
Quienes hicieron esta película (desde mi punto de vista, realizada impecablemente) estaban preparados para abordar el tema del antisemitismo, aunque posiblemente no hubieran podido hacer los mismo ante otros muchos prejuicios de la sociedad de entonces. Si esta película tuviera en la actualidad un remake, sería otro el prejuicio mostrado (homofobia, xenofobia, etc) para hacerla más actual y creíble.
[Leer más +]
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El antisemitismo latente.
“Gentleman´s agreement” o “Pacto de caballeros” que diríamos en español, es el título del film, que se refiere obviamente, a un pacto racista de silencio que no consta en ningún documento, pero que se cumple estrictamente y subyace en una sociedad provinciana y timorata. Un film de notable interés, valiente y arriesgado, en su momento – ampliamente recompensado por la Academia de Hollywood –, que siguiendo las pautas marcadas por Laura Z. Hobson en su novela y con guión de Moss Hart, trata el tema que desgraciadamente, incluso hoy subsiste, y es el antisemitismo, no olvidemos que en 1947, aún no se había creado el estado de Israel y el mundo estaba horrorizado por el exterminio nazi. Es el inicio de la colaboración de Elia Kazan y Darryl F. Zanuck, el magnate de la Fox, fuertemente influenciado por éste último que impone los temas sociales del momento, el antisemitismo y el racismo con “Pinky”, la siguiente película de Kazan.

Con un gran presupuesto y partiendo de una idea sugerente, que permanece viva porque habla de sentimientos encontrados, de incomprensión y de valores morales, el film narra las vicisitudes de un escritor Phillip Green (un excelente Gregory Peck), viudo y con un hijo al que intenta educar con valores nobles de respeto y tolerancia hacia sus semejantes, que se dispone a escribir para una revista neoyorquina una serie de artículos sobre el antisemitismo, haciéndose pasar por hebreo, atravesando esa barrera invisible que todos asumen y nadie denuncia. A partir de entonces, Kazan pone el dedo en la llaga pero trata de “endulzarlo” elegantemente a la vez, con los problemas sentimentales de una relación amorosa con Kathy (estupenda, Dorothy McGuire), sobrina del editor, amortiguando la posible corrosividad de la denuncia social.

El cineasta no recurre a grandes gestos ni a situaciones extremas que reclamen la adhesión del espectador, sino poniendo el dedo sobre las heridas que produce la convivencia cotidiana, esas frecuentes manifestaciones racistas subconscientes, esos repugnantes chistes que no solo no deberían hacer gracia sino que deberían reprobarse, esas miradas que lo expresan todo sin que nadie diga nada en voz alta, esos rechazos en la vida social provocados por reacción a lo que se cree diferente o a lo que no coincide con los intereses del grupo dominante: algo que sigue dándose hoy en todo el mundo apoyándose a veces en bonitos discursos populacheros que si dejan algo claro es que la bestia del fascismo, sigue ahí, agazapada entre nosotros.

Aunque Elia Kazan en 1947 era considerado un gran director teatral, con mucho prestigio, en el terreno del cine rodaba sus primeras películas, concretamente la cuarta, y se mostraba muy interesado por buscar soluciones de puesta en escena menos dependientes de su experiencia teatral, en cierto modo, se trataba de un redescubrimiento personal de ciertas propiedades expresivas del cine. Construyendo planos dinámicos, realizando panorámicas, lentos “travellings” de aproximación a los personajes, aprovechando la profundidad de campo, eludiendo la presunta teatralidad del encuadre fijo y queriendo mostrar el estado de ánimo de sus personajes. “La barrea invisible” fue para Kazan su espaldarazo al mundo del cine que alternaba con sus montajes teatrales, luego fundó junto a otros el “Actor´s Studio” y vino la “caza de brujas” con su delación, pero eso es otra historia.
[Leer más +]
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Gran cinta con una temática provocadora y valiente
La barrera invisible de Elia Kazan, es un drama basado en el racismo. Dirigida con un ritmo activo y con el estilo provocador que tan bien se le da a su director, es una obra atrevida por desnudar el antisemitismo en una época tan delicada como fueron los años posteriores al final de la segunda guerra mundial, y lo hace de manera admirable. Realizada de forma astuta, tiene un resultado soberbio que encantará a los cinéfilos clásicos buscadores de obras con temáticas interesantes.
La fotografía en blanco y negro, tienes imágenes alusivas que son confortantes, y que gustan por estar repleta de matices que la hacen visualmente excelente. La música de Alfred Newman, tiene melodías clásicas que son bellas y que solo son usadas al principio y al final del film. Y los planos y movimientos de cámara, completan una correcta labor técnica con el uso del avanti, seguimiento, generales, tercera persona, primeros planos y reconocimientos.
Las actuaciones, son convincentes por parte de todo el elenco actoral, pero en especial Gregory Peck que actúa notablemente y Celeste Holm digna ganadora del oscar secundario, por apropiarse de la total atención del espectador cuando aparece. Siendo competentes las interpretaciones de Dorothy McGuire, John Garfield y Anne Revere entre otros. Y empleando para estos, unos vestuarios y caracterizaciones clásicos, que evocan a la época con ropas impecables, al igual que los decorados que están bien elaborados en una oportuna dirección artística.
El guion, escrito por Moss Hart, es incitador por jugar con la temática del odio judío y sus consecuencias, no con personas claramente racistas, sino con otras que parecen no serlo y aparentan ser políticamente correctas cuando en realidad no lo son. Y tiene un argumento que muestra con verosimilitud lo que sienten los judíos en dichas situaciones, siendo por ello soberbio. Y que es llevado a cabo con una narrativa, que es equilibrada y desde luego educada, aunque con un doble fondo algo más oscuro.
Para finalizar, la considero una obra indeleble e insustituible en la filmografía del director y una digna ganadora de 3 oscars, entre ellos el de mejor película. Por ser provocadora y valiente al llevar a cabo la temática antisemita, en un momento en el que el mundo entero se preguntaba cómo pudo ocurrir el asesinato de tantos judíos en la segunda guerra mundial. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, vestuarios y narrativa que convierten a La barrera invisible, en un film espléndido para todos los cinéfilos clásicos.
[Leer más +]
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Oscar a la mejor película merecidísimo!!!
Me encantó este gran clásico dirigido por un gran director como fue Elia Kazan. He leído por ahí que decían que es una obra menor de este director, no estoy nada de acuerdo con esa afirmación. "La barrera invisible" es una gran película en mi opinión, sí es cierto que digamos pierde si se compara con la que es la gran obra maestra de este director, "La ley del silencio", pero no creo que sea una obra menor en su portentosa carrera como cineasta. A mí me encantó, me pareció muy adelantada a su tiempo ofreciendo un tema controvertido y que sigue vigente hoy en día desgraciadamente como es el racismo (y no precisamente contra los judíos como en el film, sino contra variedad de razas, condiciones sexuales, etc), la película se presenta bastante actual, no creo que el tiempo la haya dejado anticuada, ya que denuncia injusticias por convicciones morales que perfectamente se pueden ver en la actualidad. La película tiene momentos memorables y frases que denuncian verdades como puños. Además cuenta con unos intérpretes excelentes, en especial Gregory Peck que está como siempre soberbio. Lo que no me convence es el Oscar a Celeste Holm como mejor actriz secundaria, ya que su personaje pasa bastante desapercibido y su actuación no tiene nada de especial como para hacerla merecedora de ese premio, aunque no quiero decir que esté mal, simplemente que no tiene una interpretación que destaque o que impresione como debería ser la de una digna merecedora de un Oscar. Pero bueno, por lo demás la película es espléndida, me parece muy merecido su Oscar a la mejor película del año y es sin lugar a dudas un grandísimo clásico que merece la pena ser visionado.
[Leer más +]
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Opinión desde la autoidentificacion (soy gitano)
Puedo sonar pretencioso pero he de decir que muchas veces en mi vida me he contemplado a mi mismo como Gregory Peck se contempla en esta película. Alguien solo que se enfrenta a un carácter del mundo aun sin diagnosticar, con su cordura como arma y una arrollante seguridad en su percepción moral con respecto a los prejuicios raciales en concreto.
Un planteamiento muy interesante, analizar el antisemitismo de la sociedad americana tras la segunda guerra mundial, antes de que Israel declarara su independencia. Es notoria la concienciación social en el trabajo de Elia Kazan y de Gregory Peck, quien en una ocasión dijo " Lo que resulta gratificante es cuando las películas aun conservan vida, cuando todavía las disfrutan y sacan algo de ellas, entretenimiento, información o esclarecimiento sobre la condición humana."
La película tiene cosas maravillosas, convierte el racismo en algo personal para el publico blanco queriendo lograr un ejercicio de empatía. Muestra la discriminación en ámbitos de la vida cotidiana. Como gitano reconozco momentos y situaciones de discriminación que se dan en la película, como cuando la gente hace comentarios racistas y luego intenta zafarse del juicio moral presentando escusas o el increíble momento en el que intentan exculpar al niño de ser judío después de haber sufrido una agresión racista.
En mi opinión termina quedándose corta al concentrarse en la hipocresía de la gente buena que tolera el antisemitismo a pesar de no profesarlo. Creo que ese es el empeño practico de la película, tratar de desentrañar una moral recóndita y no tan solo crearla de la nada. La siguiente realización de Elia Kazar fue "Pinky" para mi una obra maestra dedicada a los afroamericanos, aconsejo verla a toda costa.
[Leer más +]
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La discriminación es una lacra que aún subsiste
La discriminación es una actitud de rechazo, exclusión o incluso maltrato, contra cualquier persona en razón de su género, raza, nacionalidad, condición social, orientación sexual, religión, discapacidad o cualquiera otra condición que tan solo la haga diferente. En resumen, es toda violación que se asume contra la igualdad de derechos de las personas. En tal sentido, la discriminación es por sobre todo un acto de ignorancia e intemperancia, porque se tiende a meter en el mismo saco a todas las personas de cierta característica o pertenencia, por la improcedencia de unas cuantas. Pues tan absurdo es creer que todas las personas por el simple hecho de ser negras, judías, homosexuales o de tal o cual nacionalidad son malas o abominables, como creer que el simple hecho de ser blanco, cristiano o europeo te hace digno.
La razón reclama que, en ambos casos, se debe ver más allá de estas particularidades para poder reconocer las buenas cualidades que pueda haber en cada ser humano, pues bien factible es equivocarse con los primeros, como con los segundos.

Encuentro maravillosa la película “LA BARRERA INVISIBLE”, porque -partiendo del antisemitismo que seguía imperando en los propios EEUU, aunque tan solo dos años atrás se acababa de derrotar al fascismo que agitaba la misma bandera- habla con gran profundidad acerca de la discriminación en razón de una causal cualquiera. La historia, brillantemente adaptada por Moss Hart (“Vive como quieras”, “Aquí durmió George Washington”...), basada en el exitoso libro de Laura Z. Hobson (1900-1986) una socialista hija de inmigrantes judíos que sufrió en carne propia toda suerte de improperios, sirve con marcada altura y dignidad, al esclarecimiento de los falsos pilares sobre los que se apoya cualquier acto discriminatorio.

El director Elia Kazan -quien se llevaría consigo un merecidísimo premio Oscar-, hace un filme de gran sobriedad, sin espacio para el sensacionalismo de ningún tipo, sin despertar sentimientos de odio o de venganza contra persona alguna, y con los más simples detalles e intachables argumentos, deja profundamente sentado un álgido problema que sigue causando graves daños morales y muchas veces físicos a incontables personas.

Valientes y muy sobrias actuaciones de Gregory Peck y Dorothy McGuire, consolidan un filme que deja sentado que “la igualdad y la libertad son la única opción para conservar la integridad del hombre y de cualquier nación”.

Esto es cine con el sello de la trascendencia.

Título para Latinoamérica: “LA LUZ ES PARA TODOS”
[Leer más +]
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Indignarse de una injusticia, pero no hacer nada contra ella.
"La barrera invisible" es una de las mejores películas de Kazan. Tiene absoluta actualidad, pues, si se entiende bien su sentido, el antisemitismo norteamericano de postguerra es un símbolo de cualquier injusticia que sufra un grupo humano o un sólo individuo. En vez de judíos podemos poner negros, blancos pobres, comunistas, católicos, musulmanes, latinos o españoles en Cataluña. Cualquier pretexto, por irracional que resulte, sirve para despreciar a alguien y convertirlo en chivo expiatorio de una sociedad.
No hay que interpretar, por tanto, el film como centrado sólo en los judíos, pues tal racismo ha desaparecido por completo en nuestros días y entonces la historia nos parecería trasnochada. La validez del guión consiste en desenmascarar a aquellos liberales que se indignan ante las injusticias, firman manifiestos, etc., etc., pero que a la hora de concretar sus ideas en actos se quedan quietos cuando pueden perder su empleo y su posición social o crearse incómodas tensiones con los amigos y familiares. La mayoría de nuestros demócratas actuales son así, están dispuestos a protestar y solidarizarse mientras encuentran un cómodo respaldo en un partido u otro gran poder, pero no a arriesgar su bienestar enfrentándose en solitario a fuerzas que pueden arrebatarles su felicidad personal.
El propio Kazan vivió esa contradicción, cuando tras sus rígidas ideas morales en este y otros films (El justiciero, Viva Zapata, La ley del silencio) cedió ante el Comité de Actividades Norteamericanas y denunció a los amigos comunistas que conocía. Estaba en juego su brillante carrera y no la sacrificó por ninguna integridad ética.
Es muy difícil permanecer firme en las ideas cuando éstas amenazan con llevarnos al fracaso. No pocos héroes que no se doblegaron ante la "caza de brujas" acabaron muy mal. La vida no es una película.
Pero si Kazan no estuvo a la altura del espíritu de su filmografía, la significación de "La barrera invisible" no padece por ello. Es una brillante expresión de la hipocresía democrática, un lúcido retrato no sólo de los prejuicios raciales, sino del egoísmo general de los seres humanos.
Impecable realización, idóneos actores. La tensión creada por el principal personaje (Gregory Peck) al fingirse judío siendo cristiano no permite ni un segundo de cansancio al visionar el film. Dorothy McGuire está igualmente espléndida en su angustiado personaje que duda el camino a seguir. John Garfield borda el papel de humillado judío y Celeste Holm el de enamorada sin suerte.
"La barrera invisible", sin embargo, no es una película para disfrutar, sino para padecer. Porque su exigencia moral es muy peligrosa si se aplica a la vida real. Hay que reducirla a uno de esos sublimes consejos que casi nadie sigue, pues si lo hace puede fácilmente encontrarse en el suelo como don Quijote tras embestir su famoso molino de viento.
[Leer más +]
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Acuerdo entre caballeros, pero blancos.
Ante todo me gustaría señalar que este filme está perfectamente narrado, con una tensión creciente, guión bien llevado y sobre todo técnicamente rozando la perfección, tanto en la dirección como en las interpretaciones, en fin me parece una buena película, pero para mí lo más importante en una película reivindicativa es el mensaje.
Es obvio que en el siglo XXI su sentido y el mensaje que transmite es totalmente caduco e incluso diría racista.
Es lo malo de las películas, que son "para siempre" (eso espero), hoy en día que alguien se queje del maltrato de un colectivo y pase por alto el muchísimo peor trato de otro colectivo es absurdo, supongo que en 1947 America sólo tenía tiempo y moral para ver el maltrato a los judíos y pasar olímpicamente de los excesos sobre la raza negra del país, sus oportunidades eran muchísimo peores que las de cualquier blanco en general por ejemplo tenían sus bares, baños y lugares públicos apartados del de los blancos, es por ello que el mensaje me parece muy caduco, quizá sirvió en 1947 (para los judios norteamericanos) pero dudo que hoy en día tenga ningún sentido, mirando la situación de todos los norteamericanos en aquel entonces, fueran de la raza o credo que fueran.
Cualquiera me podría decir que viese "Pinky" del propio Kazan, pero señores me gustaría que se reivindicase a los de raza negra con alguien de raza negra, ya que su protagonista es blanca, aparte de tener un guión nada duro con el problema del racismo en EEUU.
Jefferson, uno de los padres de los EEUU dijo que todos los hombres fueron creados iguales, pero cuando veo películas como esta me pregunto si excluía a todos los que no fueran blancos.
[Leer más +]
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Tolerarse porque somos diferentes, no porque seamos iguales
El polémico Elia Kazan nos sorprendió en 1947 con una película peliaguda para la época, pero hoy claramente anticuada porque la cuestión ha sido ya superada, basada en la novela homónima en cuanto a su título en inglés, "Gentleman's Agreement", de la escritora judeo-norteamericana Laura Z. Hobson. "La barrera invisible" es una obra que trata del antisemitismo en los Estados Unidos, dos años después de acabar la Segunda Guerra Mundial y uno de los juicios de Nuremberg, tras el nazismo, el Holocausto y toda la rabiosa judeofobia existente en muchos sitios durante los años treinta y en la primera mitad de los cuarenta. Por ese motivo, "La barrera invisible" es necesaria para remover conciencias, tal vez por eso le concedieron tres Oscars, uno a la mejor película, otro al mejor director y un último a Celeste Holm como mejor actriz secundaria, de un total de ocho nominaciones, además fue un éxito de taquilla, según la fuente, fue la novena en su país en el 1947, pero no por esto es un buen trabajo.

A este largometraje se le nota demasiado su carácter pedagógico, unidireccional y esquemático. Las personas no parecen tales sino que representan arquetipos que nos ayudan a entender la denuncia, siempre encuentra al racista conveniente para afirmar la tesis y encima ofrece una explicación errónea de lo que es el antisemitismo. Esta especie de xenofobia no depende tanto de la religión sino de la raza, que aquí nunca se menciona. De todos modos lo peor es que Kazan se ciega tanto en su ataque que ni siquiera se plantea los motivos que no justifican pero sí explican el antisemitismo. ¿Por qué tanta gente y en tantos países lo eran? Ni lo piensa, ni le importa. Pero así no podemos interpretar el fenómeno, ni ir a la raíz del problema, ni ofrecer soluciones reales. Para empezar, no lo es negar el hecho diferencial. El otro lo es por su raza, su cultura, su fe y por todo lo demás, hay que valorarlo en toda su integridad, pero no convertirlo en el occidental ideal para que no nos incomode su diferencia.
[Leer más +]
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
No incomodemos a nadie y tengamos la fiesta en paz.
No me parece, para nada, avejentada esta película, como afirman algunos, de 1947, firmada por Elia Kazan, donde reflexiona sobre el antisemitismo, no atacando a los sectores abiertamente racistas precisamente, sino todo lo contrario, apuntando a ese sector de la sociedad bienpensante y, aparentemente, libre de prejuicios, que consiente y tolera estas situaciones por cobardía, comodidad, conveniencia, o por no mojarse simplemente.
A un escritor( Gregory Peck), le encargan una serie de artículos sobre el antisemitismo en EEUU. Para hablar con conocimiento de causa y como nadie le conoce en Nueva York, decide hacerse pasar por judío con el conocimiento de su editor, su novia, su madre y su hijo.
Descubrirá estupefacto, que todo el mundo le empieza a tratar de manera distinta y empezará a sentir en su propia piel, infinidad de " pequeños" desplantes y discriminaciones por parte de personas que se autodenominan liberales, tolerantes y demócratas, empezando por su novia, que aunque le apoya en su cruzada, no podrá tolerar la idea de que le salpique en su bienestar y comodidad, en sus relaciones o en sus afectos.
No me parece relevante que se haya elegido el antisemitismo para ilustrar este tema. De hecho, en EEUU las " barreras invisibles" debían ser mucho mayores, y lo son, con los negros, los indios, o los hispanos.
Lo que me parece relevante, es que este tema " la barrera invisible", es un tema universal, en absoluto superado, que afecta a todos los países y a todas las sociedades, donde todos los espectadores nos vamos a ver implicados en unos sentimientos y prejuicios que, toda nuestra buena voluntad, no consigue superar y donde preferimos cerrar los ojos y manifestar nuestra desaprobación en voz baja y sin chillar mucho, no vayamos a incomodar a alguien, mientras seguimos tolerando todas las discriminaciones que sufren otras personas, compadeciéndolas eso sí, mientras suspiramos aliviados de no pertenecer a esos colectivos y sintiéndonos agradecidos de nuestros privilegios, sin mover un dedo.
También aquí en España, tenemos un montón de barreras invisibles.
El colectivo musulmán, los sudamericanos, los chinos...Personas a las que marginamos a la hora de darles empleo, a los que sólo utilizamos como mano de obra barata. No nos mezclamos con ellos, nos decimos a nosotros mismos que no somos racistas pero existe una barrera que no traspasamos o no nos atrevemos a traspasar. ¿ Cuánto va a durar esa barrera?. No lo sé, pero existe y la pone la buena sociedad la " no racista".
Es una película incómoda, porque ataca nuestras conciencias. Que consiga transformarlas o no, ya es otro cantar.
Kazan se centra, sobre todo, en el conflicto que se genera en la relación entre los dos novios. Pero es suficiente para que todos nos veamos reflejados. Muy, muy recomendable.
[Leer más +]
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Antisemitismo
Correcta película que nos presenta la historia de un periodista que se hace pasar por judío para hacer un trabajo sobre el antisemitismo. Las interpretaciones son muy buenas de casi todos los actores y la historia de "amor" paralela aglutina distintas vertientes: el amor conyugal, el amor filial y el amor hacía una madre encantadora que borda su papel. Quizás pueda parecer algo lejana en el tiempo, pero es que desgraciadamente la historia se encarga continuamente de recordarnos que cualquier situación por difícil que parezca se puede repetir. Así que no está de mas, visionar una interesante película que nos presenta el odio hacia los judíos pero que en otros contextos es hacía los negros, los pobres, los gitanos, los homosexuales, etc. etc. etc. Hay que estar alertas y no caer en la complacencia cobarde de callar cuando veamos situaciones injustas.
[Leer más +]
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
PELICULA MUY RETÓRICA: ESTA BIEN PERO ACABE AGOTADA
La acabo de ver ahora por televisión en abierto, y no recuerdo haberla visto antes. Es muy interesante, muy diáfanos los diálogos (se entiende todo a la perfección) pero acabé agotada de tanta retórica y venga... y dale que te pego... De todas maneras, el tema está muy bien, y al cabo de 70 años apenas hemos mejorado. Y frase a resaltar que dice la madre "Ni USA ni Rusia, llegará un momento que la humanidad será una, y yo tengo que verlo" Si levantara la cabeza... porque aunque no haya los dos bloques, todos sabemos como está el mundo, para mí me atrevería a decir, peor.

Muy bien todos los actores (magnífico reparto escogido) Me ha gustado ver a Anne Revere, la madre de Gregory Peck, actriz secundaria impresionante que aparece en muchos films de los años 30 y 40, y que a mi padre le gustaba mucho. También estaba John Garfield, que precisamente ayer vi un film de él, Eramos Desconocidos, John Huston (film insólito)

D. Mc Guire (actriz olvidada), Celeste Holm (no tan olvidada por Eva al Desnudo) y no vamos a descubrir a Gregory Peck... Y el niño, supongo que Dean Stockwell, lo digo por el reparto y por edad, pues sale en "París, Texas", de Win Wenders.

Mi puntuación es un 6.

Anna Inglés i Bardí (Barcelona)
[Leer más +]
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Algo se mueve en el cine
Quizás no sea la primera película moral, o mejor dicho, que defiende los derechos humanos, pero esta película lo hace muy directamente, sin rodeos e intentando tener todas las preguntas posibles para responderlas. Estamos hablando sobre el odio que había hacía los judíos: antisemetismo.

Desde su novia que le da diferentes argumentos, que quizás represente a una gran mayoría de americanos (que luego explico más, porque es la parte más interesante), hasta como tratan a un niño, en alojarse en un hotel, etc....

El punto que más me ha gustado, es el que comentada de la novia, ya que representa a los que callan. Es decir, no estoy de acuerdo con un chiste machista, por ejemplo, no lo río, pero no digo nada. También acusan a ese silencio, porque como dije el refrán: quien calla, otorga. Pues aquí, tratan de responsabilizar a esa población que calla, y lo hacen muy bien, explicándolo muy bien.

Contamos con el actor John Garfield, que es judío de verdad, y representar a un exmilitar judío. No sale tanto como el papel principal, lógicamente, pero su argumento es brutal.

Para el papel principal, querían a Cary Grant, pero lo rechazó (raro, porque siendo homosexual, tendría que haber luchado un poco por otro colectivo que padecía). El agente de Gregory Peck le animó a rechazarlo también, pero al final lo hizo.

Una película que tuvo mucho éxito en taquilla, y que también coincidía que meses antes se había estrenado "Encrucijada de odios" (pendiente de ver, la veré dentro de poco), que el libro original era sobre la homosexualidad pero lo cambiaron por el racismo.

Ganadora del Oscar a la mejor película, y es que.... el cine y Hollywood siempre han estado a favor de luchar por este tipo de injusticias (al principio no, pero se ve que en los años 40 Hollywood, algo cambió.... no mucho, pero algo).
[Leer más +]
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
SERMONEANTE DRAMA SOCIAL
Elia Kazan dirigió con producción de Darryl F. Zanuck esta oscarizada adaptación de una novela de Laura Z. Hobson que denunciaba la intolerancia y la discriminación, centrándose más concretamente en el tema del antisemitismo.

Es un plausible drama con posturas enfrentadas que se posiciona en favor del respeto al diferente, tocando temas como la hipocresía, la diferencia entre teoría y práctica y la lucha contra la injusticia social.
Desgraciadamente y a pesar de algunos diálogos ciertamente interesantes, la película se repite demasiado en su insistente tono de predicamento con excesivos e innecesarios subrayados melodramáticos en las relaciones familiares y románticas.

De todas formas se trata de un título disfrutable en su conjunto con espléndidas interpretaciones de todo el reparto, destacando por encima del resto una sensacional Celeste Holm, quien se llevaría la dorada estatuilla como mejor actriz secundaria por su papel de amiga de mentalidad abierta, divertida pero desafortunada en el amor.
[Leer más +]
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Realista crítica social.
Una de las primeras de Kazan. Como siempre con este director abordando un tema controvertido, polémico y poco fácil de manejar. El antisemitismo en EE.UU. Estamos en 1947 y el tema era duro y áspero.
Una organización muy teatral, con planos largos muy escenificados, la cámara en un sitio neutro, sin intromisiones, flashes o grandes angulares. Simplemente pone la cámara y las escenas se desarrollan dentro del encuadre. Ningún alarde en este sentido.
Su maestría se aprecia en otros aspectos técnicos, la organización de los planos, la puesta en escena, las entradas y salidas de cámara de los personajes, la iluminación, con blancos y negros puros y con pocas sombras. Y, sobre todo, con un guión depurado y unos diálogos más que redactados. Sencillos pero directos al grano.
Me ha gustado mucho, me parece valiente, actual y, sobre todo, conmovedora, especialmente en los momentos en que el protagonista se relaciona por primera vez con una persona que no conoce. Las caras y los gestos son expresivos y muy sintomáticos, entre sorpresa y espanto. Muy realista.
[Leer más +]
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Denuncia de salón
Supongo que me caerán palos por decir esto, pero a mí Elia Kazan me parece un director sobrevalorado (bueno, "La ley del silencio" sí me parece un gran filme) y esta película es quizá el ejemplo perfecto. Confieso que el personaje Kazan me cae mal y quizá eso influye en mi juicio sobre sus películas, aunque intento que no. Pero no puedo evitar que sus películas de "denuncia" me suenen hipócritas sabiendo que luego vendió a todo cristo a McCarthy. Pero en fin, vamos al turrón. "La barrera invisible" me parece una película un tanto simplona y blanda, con demasiadas buenas intenciones y demasiada corrección política. Creo que cae precisamente en lo que denuncia, un enfoque superficial y sin la suficiente mala leche. Además, parece que la responsabilidad de determinadas discriminaciones o xenofobias están en las personas, en lugar de quizá formar parte de un sistema que las fomenta y de las que se beneficia. Además, me resulta un poco raro pensar que el problema de xenofobia en Estados Unidos sea precisamente contra los judios, que no digo que no, pero creo que tenía otros mucho más graves. Me asombra que esta película tenga tres oscars, incluida mejor película. O no me asombra.
[Leer más +]
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver críticas con texto completo
Más información sobre
Fichas más visitadas