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10 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Fama y arte en los 80
Un artista plástico, Julian Schnabel (1951- ), dirigió esta película, su ópera prima, casi biográfica sobre su amigo el artista plástico pop salido del graffiti callejero en los años 80 en el Soho de New York City, Jean-Michel Basquiat (1960-1988) (Jeffrey Wright), que dejó a su familia para vivir en la calle. Es una conjunción de bellas imágenes plásticas con terribles costumbres de un joven adicto y de la fauna neoyorquina del arte de la época, incluida la interesante representación del rey de la cultura pop, amigo y admirador Andy Warhol (David Bowie). El personaje principal no tiene nada que decir, no tiene una teoría, sólo escribe graffiti o pinta intuitivamente, sonríe ... y se droga hasta reventar. Una película hecha con mucha simpatía por el personaje con una exposición sin crítica de sus desdichadas costumbres. Una bella película para amantes e interesados en la fama y el arte de la época.
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20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Samo es una alternativa a Dios"
Arte, drogas, fama, glamour, ascenso, fracaso, felicidad y tristeza todo ello en 106 minutos de película, ¿parece demasiado?.
Una vez más Schnabel nos introduce dentro de la piel de un personaje real adaptando su historia para la gran pantalla. En Basquiat nos contará la historia del artista Samo y como este cumple su sueño de alcanzar la fama a través de la pintura desde las paredes de las calles de Brooklyn a las más exclusivas exposiciones europeas. Es una película muy atractiva visualmente por la gran cantidad de pinturas y obras de arte que se exponen y también por el atractivo de poder ver a un joven Benicio del Toro o a personajes tan carismáticos como David Bowie.
Todo esto unido a una banda sonora bien elegida recrearán perfectamente el ambiente dónde se desarrolla la historia haciendola muy entretenida e interesante.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Pudo haber sido mejor
Basquiat.............recuerda a películas sobre vida de artistas como Pollock...............repetimos la historia del artista pobre y deseperado, en la más grande ruina, bohemio, hasta que un día recibe un golpe de suerte y se encuentra con los medios, revistas, críticos, museos, galerías...etc etc.....y magicamente de vuelve en uno de los artistas más cotizados para al final dejar a un lado a la musa que lo acompañó desde pobre y consumirse en el vicio..........
Película reiterativa sobre el prejuicio del artista drogadicto y afortunado.............película que expone al Basquiat humano, un protagonista muy poco artista, falta mucho esta parte, puesto que son muy pocas las imágenes sobre su obra y la producción de la misma.
Sin embargo tiene escenas buenas, es resaltable el manejo de los recuerdos y la metafora de la corona del principio y el final.
Pudo haber sido mejor
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Basquiet reflejo de un mundo racista
Esta película es sobre la vida de Basquiat el artista pintor negro más reconocido internacionalmente. Previo a Basquiat solo el pintor afroamericano Henry Tanner a principios del siglo XX logró cierto reconocimiento con sus obras.

De las calles de Brooklyn, pintor del barrio y de la calle, de origen Haitiano y Puertoriqueño se encontro con Andy Warhol y con una serie de nuevos contactos dio un salto fugaz a la fama. Este salto le hizo perder a los pocos que tenía a su lado e hizo que las drogas le consumieran. Se convirtió en uno de los pintores más reconocidos en Nueva York, y rápidamente en el mundo…y si había algo que le diferenciaba es que era negro. Precisamente de ese aspecto poco a poco se fue dando cuento, el hecho de que muchos conocían su obra pero no la ponían rostros. En muchos sitios donde iba no le reconocían pese a presentarse como Basquiat, ya que sería un negro más haciéndose pasar por él. En una sociedad racista, totalmente discriminatoria, un chico que salio de la de las calles de Brooklyn rápidamente fue consumido por el mundo, y terminó muerto a esos famosos 27 años.

Un genio que destaco por encima del mundo occidental en el que dominan las leyes pro blancas.

No es la mejor de las películas, pese al increíble reparto, pero por conocer a este gran personaje y por la maravilla de la banda sonora, merece mucho la pena
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Retrato del rey sin lienzo
Basquiat es la ópera prima de Julian Schnabel. Antes de cineasta, Schnabel fue pintor, dándose a conocer internacionalmente durante los años 80's. Allí coincidió con otras personalidades influyentes dentro de la pintura, como por ejemplo: Andy Warhol, Bruno Bischofberger y, posteriormente, con un joven artista que revolucionó la escena neoyorkina: Jean-Michael Basquiat.

La película no es un biopic al uso. No se nos habla de la vida del pintor desde su niñez, ni los tormentosa que fue debido a la separación de sus padres y los constantes cambios de colegio. Factores que afectaron sin duda a su personalidad y obra. El filme se centra en sus inicios en Brooklyn como graffitero y posteriormente como afamado pintor.

Las fuentes de las que bebe Schnabel son por lo tanto fiables, ya que él mismo fue no solo testigo, sino personaje importante en la vida del pintor de origen haitiano. Tanto es así, que el rol de Schnabel aparece en la obra con el alías de Albert Milo, interpretado por Gary Oldman.
Schnabel nos ofrece un retrato amable, centrándose más en aspectos personales del protagonista, pasando de puntillas por sus adicciones e incluso en algunos momentos, dejando en un segundo plano la vena artística del personaje. Y aunque parezca difícil afirmarlo, acierta al tomar esa vertiente.

Dejar a un lado aspectos morbosos relacionados con las drogas o el proceso de creación del autor era una decisión arriesgada. Sin embargo el resultado es bastante satisfactorio. Nos encontramos ante un filme fascinante cuyo magnetismo se apoya en tres aspectos.

El primero, el trabajo de Jeffrey Wright, un tipo capaz de brillar tanto de protagonista como en roles secundarios. Su personaje desprende bondad a pesar de tener a su alrededor a muchos oportunistas que intentan sacar partido de una forma u otra. Posteriormente refleja la soledad del genio y el descenso a los infiernos de la droga completando una interpretación portentosa.

A Wright le acompaña una galería de secundarios extraordinaria, como el anteriormente citado Gary Oldman; un David Bowie que se pone en la piel del mismísimo Andy Warhol; la siempre notable Parker Posey, y en papeles destacados: Benicio del Toro; Michael Wincott, Claire Forlani o el siempre enigmático Dennis Hopper. Y un desfile de caras conocidas que cualquier director querría en su debut: como Willem Dafoe, Christopher Walken, Courtney Love o Sam Rockwell, por citar algunos de ellos.

La banda sonora -con la desgarradora voz de Tom Waits sobresaliendo entre otros cantantes de relumbrón- también juega un papel esencial en un filme que se nota que está hecho desde el cariño y la admiración de un amigo. Schnabel rinde su particular homenaje a uno de los mayores exponentes del Nueva York artístico de los 80's, sorteando los recovecos más oscuros de esa época. Ofreciéndonos una película muy atractiva, tremendamente entretenida e interesante que pasó de puntillas en la segunda mitad de los años 90's y que merece la pena rescatar.

Más datos sobre esta y otras películas en http://argoderse.com
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Elegía a un amigo
Basquiat (Basquiat) es otro Biopic más. Esta vez no sobre un deportista de élite unpolítico o militar, sino sobre uno de los artistas más icónicos de finales del Siglo XX, como fue Jean-Michel Basquiat. La película, que cuenta con un reparto fulgurante (Dennis Hopper, Gary Oldman, David Bowie, Benicio del Toro, Willem Dafoe y el propio Jeffrey Wright que interpreta al personaje protagonista) se queda sin embargo a medio camino entre la creatividad y el Biopic esquemático y académico.

La película empieza con un potente Flashback, que nos presenta a nuestro protagonista de niño ante una de sus grandes influencias, Picasso (el Guernika, más en concreto), en una secuencia que ya nos presenta un regusto onírico que será una constante en el resto de la película. Pero cuando realmente empieza la película es justo en los momentos previos a que Basquiat despegue como artista. La película terminará finalmente hasta la muerte del artista, mientras somos testigos de la presentación de una galería de artistas y galeristas de primer nivel.

Y eso que Julian Schnabel, el director (también artista visual) y coguionista de la película, era amigo personal de Basquiat, pero la realidad es que la figura que dibuja el director del artista, dista de ser un personaje poliédrico, sino más bien un cáracter muy arquetípico. El tópico del artista Bohemio, que mantiene una relación de autodestrucción con las drogas mientras su actitud respecto al mundo es de aislamiento total. Evidentemente algo había de ello en Basquiat, pero definirlo como un orangután andante, despojándole de todo discurso intelectual e incluso de talento artístico, no era definitivamente la mejor opción. El caso es que Schnabel se decanta en definitiva, por la compasión ante su antiguo compañero. Una vez finalizada la película podemos comprobar cuales eran las intenciones reales del filme.

Basquiat aparece como un artista que parece triunfar prácticamente por puro azar (de hecho, su compañero interpretado por Benicio del Toro le hará un comentario en este sentido, alegando que el éxito se la ha subido demasiado rápido a la cabeza cuando en realidad podría haber triunfado cualquier otro en su lugar) e incluso insinuando algunas cuestiones de mercadotécnica (el hecho de ser uno de los pocos pintores afroamericanos capaz de haber alcanzado un gran nivel de reconocimiento) pero en definitiva, Basquiat siempre está al margen de todo este negocio comercial. Es decir, Schnabel señala al artista como un personaje inocente, que no se interesa demasiado por el dinero, sino por la pura creación en sí misma. Esto queda bastante claro entre la contraposición que existe entre el Pintor salvaje y natural, Basquiat, y su némesis, el pintor que busca por encima de todo el rendimiento crematístico, Warhol.

También hay que destacar la banda sonora de la película. Schnabel utiliza los propios coqueteos de Basquiat con la música (como vemos en el filme, al principio parece querer convertirse en intérprete musical) para compilar una banda sonora que tiene una importancia determinante en el filme. La New Wave musical, que en aquellos momentos en los que se ubica la película estaba en pleno auge, es una de las protagonistas indiscutibles. En líneas generales podemos decir que la película utiliza la música de dos maneras, una para describir y la otra para impactar dramáticamente. Casos del primer ejemplo lo encontramos con la propia selección de Música de la New Wave, como el tema de PiL que suena al principio del filme o Lust for Life de Iggy Pop. En el segundo sentido, tenemos las dos canciones que abren y cierran respectivamente la película y que buscan un impacto emocional en el espectador. Una táctica un tanto lacrimógena, pues sólo hace falta recordar el tema hallelujah de John Cale, pero ciertamente efectiva.

Como comentaba anteriormente la película duda entre el Biopic convencional y la inclusión de algunos elementos creativos. La película opta por una linealidad convencional, que transcurre temporalmente de un punto a otro sin recurrir a otros elementos narrativos. Por otra parte la convencionalidad y el esquematismo también se añaden al tratamiento de unos personajes que tampoco parecen demasiado desarrollados, como es el caso de Andy Warhol, quien interpreta el célebre músico David Bowie, y que no aparece con toda su complejidad. El descenso a los infiernos del personaje principal es también uno de los ejes de la película pero por momentos Basquiat parece seguir las directrices del guión y no sus propias convicciones. Sin embargo, Schnabel también introduce algunos recursos singulares, como algún que otro salto de eje descolocante (la conversación en el piso de Benicio del Toro y Basquiat) o alguna intromisión audiovisual totalmente lisérgica (discursos casi esquizofrénicos que se entrometen en el filme).

https://neokunst.wordpress.com/2015/05/04/basquiat-1997/
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Flojo biopic posmoderno
Jean-Michel Basquiat fue uno de los artistas más singulares de finales del siglo XX y esta película, rodada apenas unos años después de su muerte, pretende explicar las circunstancias que motivaron su arte y su fama. Pero Julian Schnabel peca todavía del síndrome del director novel: pretender hacer un producto "de autor", con sus escenas oníricas y sus referencias crudas a las drogas o a los negocios en el arte mientras que, al mismo tiempo, sea una película digerible para el espectador medio. Si vamos a lo primero, se queda muy descafeinada, puesto que a veces transmite lo contrario de lo que pretende (por ejemplo, en la escena en la que se intercalan grabaciones reales de Warhol con las de Bowie haciendo de Warhol mientras Basquiat las mira y llora queda totalmente de película de la tarde de televisión). Si vamos a lo segundo, los agujeros del guión socavan cualquier opción de que se entiendan muchas escenas. ¿El resultado? Una película que se hace demasiado larga para apenas durar 100 minutos. Una prueba del talento aún inmaduro de Schnabel, quien se rodea de una excelente BSO y cameos (¿la rubia es Courtney Love? :) )
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Sorprendentemente una película rutinaria.
Para hacer una película destacable tienes que desnudarte y exponerte a todo tipo de aberraciones. Entonces el público te responde si se identifica o no te aplaude.

La participación de figuras destacables como David Bowie, Dennis Hopper o incluso Courtney Love aunque se hizo popular en otro ambiente y época prometía una pertinente originalidad. Incluso teniendo en cuenta Julian Schnabel también era pintor, pensé que sabría narrar el ambiente y las inquietudes propias del oficio.

La vida y leyendas de Basquiat tenía tantas aventuras novelescas en el Nueva York de los 80 que parecía fácil hacer una gran película aunque solo fuera de aventuras con amores contrariados, pero parece que el respeto paralizador cuando se trata de una figura pictórica o literaria consagrada hace que tengamos que ponerlo siempre como un titán y no ponerlo a situaciones degradantes necesarias para cualquier héroe.

Película solo para conocer su figura.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Saddle River está en Nueva Jersey, no en Nueva York, efectivamente
La primera mitad se agradece más, felicidad, el buen salvaje (vive/sale en/de la naturaleza literalmente, ¿metáfora?) frente al mundo del arte, vendible, exportable, comprable, que se lo folla (mutuamente), no tanto la segunda droga mala me destruyo porque soy rebelde y el mundo me ha hecho ansí y todos la ciudad contra mí y soy débil y delicado y sensible y qué malos son los marchantes y los vendedores y los de las exposiciones tiburones y los de la prensa qué perra y yo soy muy frágil y auténtico y negro y vivo el momento y peno y quiero vivir deprisa y dejar un bonito cadáver y me corrompo y me traiciono y me enfado y me enfermo y mis orígenes olvido vendo y ya no disfruto ni río ni follo y no sé bien si me mato o me muero.
Recoge todos los tópicos románticos malditos artísticos de la pintura y el genio moderno no y sí tan Van Gogh y los del ascenso y caída de los dioses, pero sin del todo creérselo, como de lado o sin muchas ganas, dejándose caer, como percha o excusa o entradilla, horma, catapulta, pero cuando se arriesga un poco y abandona esa senda casi es peor el remedio que le enfermedad con la ola que surfea o que se hunde en ella y al final, por tanto, tampoco funciona eso, ni Pinto ni Valdemoro, mustia, chuchurría obra aparente, molona y hueca.
Él lo borda, hace una perfecta composición de lugar que resalta esa estudiada naturalidad tartamuda dubitativa ensimismada balbuciente espontánea de yo soy muy libre y niño y vosotros sois putos esclavos impersonales masa, nadie me comprende (salvo tal vez Andy, otro marciano, frecuencia de onda misma), racismo, SAMO.
Bowie reproduce bien el arquetipo Warhol y ella es la protagonista de Joe Black justo antes del desastre, preciosa.
Y Hopper y Posey (esa musa indie, ese cine que ya no existe, ella o sus posibles epígonos ya no tienen cabida, el cine ahora es uniforme, o gran autor, dos o tres y el del tambor, o bazofia, no hay otra o propaganda a toda ahora) y Oldman y Dafoe y Love y del Toro.
Correcta, fría, pomposa, poca cosa, mediocremente animosa pretenciosa, vacía, tonta, bonita, inútil, floja y de pintura poco o nada, esa es otra, no profundiza ni en su obra (una pena) ni en su alma ni en su vida, no se atreve o no puede o no sabe Schnabel, un pequeño fiasco finalmente.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Esto es arte, señores
La película está muy bien contada. No cae en los típicos tópicos relacionados con la drogadicción y da una vista más o menos realista a lo que sucede cuando un artista pasa de "no ser" a "serlo".
He leído la biografía de Warhol y Basquiat y creo que la película refleja muy bien la relación entre ellos y para con el resto.
En fin, tenéis que verla...
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8 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
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