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8 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Extrañamente ellos (los cinéfilos) sí la olvidaron
Si Melvyn Leroy creó escuela con la brillantísima "Soy un fugitivo" de las películas carcelarias, con "Ellos no olvidarán" hizo lo mismo con el género judicial, no menos brillante que la anterior.

Lo que en principio puede parecer un simple filme de asesinato y juicio, se convierte en un circo en el que todo el mundo sale retratado: la prensa, la opinión pública, los prejuicios raciales, los prejuicios Norte - Sur, las ambiciones políticas, las ansias de venganza y la cobardía. Vamos, que se hace un retrato del sistema judicial estadounidense que no deja títere con cabeza. Lo que te preguntas al principio, ¿quién diablos mató a Mary Clay?, lo olvidas a medida que avanza la cinta.

Es tan buena que paso de contar nada más. Si la ven, no la olvidarán.
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38 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Nosotros tampoco
Mézclese con inteligencia "Fury" de Fritz Lang , "Intruder in the dust" de Clarence Brown, "To Kill a Mockingbird" de Robert Mulligan y "Ace in the Hole" de Billy Wilder y tendrán esta extraordinaria película de ¡1937! dirigida por un Mervin Leroy pletórico, puro acero, pero de bayoneta, para clavársela en la cara al desprevenido espectador. Nadie se salva en esta ácida visión de la condición humana: la política vampírica, el periodismo buitre, la masa siempre fascista. Prejuicios, intereses egoístas, linchamiento: la turba matarife. Pareja exacta y perfecta junto a "Soy un fugitivo" cinco años anterior. Cine sin esperanza, atroz, precursor, maestro y tan actual que asusta.
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24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
NO AVANZAMOS
¿Cómo es posible que casi 80 años después estemos exactamente en la mismas tesituras de que trata la película?
Realista, centrada y certera, nos muestra las claves del comportamiento humano, sus móviles. Las ansias de poder concierte a los estamentos legales y a la prensa en elementos tan peligrosos, manipuladores, sensacionalistas e injustos, que son capaces de mentir y manipular a los ciudadanos, hasta el punto de culpar y después matar a un inocente.
Tampoco el pueblo se libra de la crítica demoledora de LeRoy. De hecho, se le presenta como veleidoso, arbitrario, cruel y lleno de prejuicios (el Norte contra el Sur, por ejemplo)
Verdaderamente, parece una película totalmente actual que nos invita a reflexionar sobre la degeneración en occidente.
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16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
LeRoy Olvidó.
Notable perdigonazo judicial de Mervin LeRoy, un tipo que taché recientemente de mi lista negra al asistir, erecto, a las desventuras de Fernando Hierro en Soy Un Calderón. Y LeRoy dio con sus huesos ahí por que tuve la desgracia de encadenar en un corto período de tiempo la olvidable El Diablo A Las Cuatro y la absolutamente infame FBI Contra El Imperio Del Crimen, una de las vomitonas propagandísticas más deleznables que he contemplado jamás. Pero lo de Hierro fue muy grande y Le Roy volvió a tener su oportunidad. Primero con la espléndida Senda Prohibida, la mejor película que le he visto tras las desventuras de Hierro, un notabilísimo noir con un Robert Taylor deslumbrante secundado por un Van Heflin espléndido, ejecutando largo tras largo en una piscina de whisky, y un halo romántico embelesador. Una película memorable, muy recomendable. Y ayer, como no, volvió a tener su oportunidad con esta Ellos No Olvidarán, otra película más que notable donde LeRoy, quién lo diría tras verle poner la mano, tomar el dinero y correr a ritmo de Walk Like And Egyptian en FBI, vuelve a cargar contra el sistema, rebosante de idealismo, y reparte mandobles y asesta codazos contra poderes fácticos como prensa, sistema judicial, arribismos políticos, opinión pública y otros deportes de fondo con bastante tino aunque no tanta garra y cocaína en sus fosas nasales como en las mencionadas. Pero hay que admitirle a LeRoy los arrestos en una época donde la mayor parte de este tipo de percales solían ser mucho más acomodaticios. Desde luego, aunque no retuvo, LeRoy lo tuvo, no hay duda. Un Claudio Lluvias desbigotado brilla especialmente entre sus compañeros de reparto, que no son nada del otro jueves, y la película, como thriller judicial, acarrea la pesada carga de la sobresaturación que ha sufrido el género, y las retinas del cinéfilo voraz, en los úLtimos 70 años. Entendámonos, Testigo De Cargo o Matar A Un Ruiseñor la dejan en paños menores sin compasión, pero LeRoy fue el primero en poner sus pelotas encima del estrado, y es justo reconocérselo, a pesar de los pesares.
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14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Todo hombre tiene derecho a la más alta e imparcial defensa
Leo Max Frank, quien había nacido en el norte de los EEUU y era judío, trabajaba como superintendente en la compañía National Pencil, de Atlanta, Giorgia, empresa en la que también laboraba Mary Anne Phagan, una jovencita de 13 años bastante atractiva. El Día de la Memoria (Memorial Day) por los confederados muertos durante La Guerra Civil (26 de abril de 1913), Mary entró en la oficina de su jefe Frank, esperando recibir el pago por su labor durante la semana. Atraído por la belleza de la chica, a la que llevó a hacer un recorrido por la sala de metales, Frank – quien ya estaba casado-, trató de aprovecharse de su cargo para sobrepasarse con ella, pero la empleada lo rechazó rotundamente mientras trataba de huir y él, entonces, se atrevió a golpearla en el ojo derecho con el puño en el que portaba el anillo de boda. Tras sucesivos golpes, Frank tomó el cuerpo ensangrentado de la muchacha y lo llevó hasta el cuarto de baño donde le subió el vestido y la tomó contra su voluntad. Temiendo, de seguro, muy duras consecuencias si Mary confesaba, Leo Frank tomó una cuerda y la ahorcó con ella. En la madrugada del domingo, el robusto guardia negro, Newt Lee, descubrió el cuerpo de la joven víctima, y de inmediato llamó a la policía, y también a su jefe, pero de éste no obtuvo respuesta alguna. (1)

Esta, de manera muy suscinta, es la principal versión del hecho que cobró la vida de Mary Phagan, aunque, la comunidad judía, aún hoy, sigue alegando que, la acusación contra Leo Frank, fue otro caso de antisemitismo estadounidense, y en su versión, fue el guarda el verdadero asesino de la joven víctima.

Por razones de este tipo, la versión cinematográfica, y muy libre, de este sonado caso -con los posteriores incidentes del hecho-, asume una posición imparcial, dejando en el espectador la decisión final, pero poniendo muy en claro su firme oposición contra los atroces casos de linchamiento que solían darse en las comunidades del sur, donde los prejuicios (contra los yanquis, los judíos, los negros…) no se habían superado en absoluto, no obstante su merecida derrota durante la Guerra Civil.

Una de las personas que asistió al juicio contra Leo Frank, fue el entonces periodista del Diario de Atlanta, Ward Greene (1892-1969), y de esta experiencia surgió el libro, “Death in the Deep South” (1936), siendo, Robert Rossen y Aben Kandel, los encargados de convertirlo a guion para la versión cinematográfica que, con gran pulso, dirigiera Mervyn LeRoy.

La historia comienza de manera mordaz, mostrando a los escasos excombatientes sureños durante la guerra, que, en condiciones bastante seniles y sintiendo ya pasos de animal grande, se aprestan a participar del que, probablemente, sea su último desfile por la memoria de los confederados. Trasladada la historia a un colegio, conoceremos, entonces, al profesor Robert Hale y a su preciosa alumna, Mary Clay (memorable debut en la actuación de Lana Turner)… y lo que se aviene, es una confrontación social donde primarán los intereses individualistas, sobre los de las víctimas y aún sobre los de la colectividad. La clase política, puesta en activo, lucen como lobos al acecho… y la sociedad entera, quizás sea la que pierda con la suerte de decisiones que algunos pretenden tomar.

Claude Rains, tiene sobre sus hombros al fiscal del distrito, Andrew J. Griffin, el hombre que espera lucirse condenando a la pena de muerte a un norteño. Edward Norris, es Robert Hale, el profesor que carga con la grave acusación de violación y asesinato de una preciada niña; y entre otros, Gloria Dickson (guapa actriz que falleciera a los 28 años, asfixiada en el baño tras incendiarse su casa), es Sybil, la esposa que conserva firmemente la esperanza de que su esposo sea inocente.

El filme logra una muy buena recreación de época; LeRoy se luce con algunas composiciones muy significativas, como el plano de Hale ante el espejo asociado al cartel donde se espera que vaya su foto. O ese plano fugaz del cuerpo arrancado de la horca (hecho real) para distanciar el asesinato… También los diálogos de Rossen lucen muy atinados y convincentes, y la historia se desenvuelve con mucha soltura, permitiéndonos participar del resultado de la historia. Esto, quizás, deje inconformes a algunos, pero, es muy del caso, dados los antagonismos que se derivaron, pero, si sabe verse, hay elementos que permiten llegar a atinadas conclusiones.

(1) Bob Frapples. https://www.stormfront.org/forum/t990415/
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Obra pionera que marcó la senda del drama judicial.
Mervyn LeRoy es otro de esos soberbios directores infravalorados hoy en día. Ya sólo por ser el director de esa descomunal obra maestra que es “Soy un fugitivo” (1932), merece ser considerado como uno de los buenos directores de ese maravilloso cine que era nuestro añorado cine clásico. Mervyn LeRoy además de esta gran película es el director de obras tan exitosas o notables como “Hampa dorada” (1931), obra vertebral y pionera del cine de gángsters; “Sed de escándalo” (1931); “El puente de Waterloo” (1940); “Niebla en el pasado” (1942); “Senda prohibida” (1942); “Madame Curie” (1943); “Quo Vadis” (1951)… entre otras muchas.

En 1937 nos regaló otra de sus muchas joyas, “Ellos no olvidarán” una obra pionera que marcó la senda del drama judicial que tantos y tan grandes títulos daría en el futuro… y sigue dando. La película es otra muestra del enorme talento de su director, otra joya; aquí vuelve a mostrarse contundente y ácido en su crítica a todos los estamentos de la sociedad americana, no se libra ninguno, la prensa amarillista, la sociedad manipulable, el arbitrario y poco riguroso sistema judicial… No se encuentra uno demasiado acostumbrado a asistir a miradas revestidas de tanta dureza y matiz autocrítico, en torno a la propia sociedad norteamericana como el que se plantea en esta rotunda, demoledora e incluso angustiosa película, una de las más claras demostraciones que ofreció el cine USA en torno a la fragilidad sobre la que se sustentaban los siempre considerados como sólidos cimientos de su sistema de libertades.

Una terrorífica crítica al sistema judicial, prensa, sociedad… nadie se libra. Debería engrosar ese hipotético ciclo de auténticos puñetazos cinematográficos que, en la década de los años treinta, sacudieron las conciencias de las mentes bien pensantes de su momento, y que aún hoy, más de ocho décadas después de su estreno, emergen con la misma fuerza y capacidad. Notabilísima cinta negra y de denuncia.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Odios de guerras pasadas
En una población del sur de Estados Unidos, seis ancianos, veteranos de guerra, esperan sentados en un parque con su uniforme confederado. Participarán en un desfile que hace honor a los caídos en aquella guerra civil, en la que fueron derrotados.
Mientras tanto, una chica es asesinada en su instituto (ni más ni menos que Lana Turner con 16 años). Un conserje negro y un joven profesor de Nueva York, que se había quedado en el centro corrigiendo exámenes, se convierten en los principales sospechosos.
Comienzan así mil conflictos inesperados: el del antiguo rencor Norte-Sur, el ansia de venganza de la familia de la chica, la necesidad de la sociedad por encontrar un culpable cuanto antes, la cobardía que señala al otro cuando te ves perdido, la mediocridad del que teme ser señalado por pensar diferente, la ambición de un fiscal que ansía la popularidad que le falta para llegar a lo más alto, la intromisión de los periodistas, que huelen el éxito que les dará el sensacionalismo…
Trata tantos temas de interés que te deja pensando un buen rato. Su pesimismo sorprende en una producción de 1937. Mas aún su desenlace (spoiler).
Destaca especialmente esa crítica a la gente que revive el odio de guerras pasadas, cuyas lejanas motivaciones poco tienen que ver con el presente, ni con una juventud que debe mirar al futuro sin el rencor de sus abuelos.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Y la historia se repite
Pues, es una historia que bien se podría asociar a lo que está pasando a día de hoy con Catalunya.

Aquí hay unos manejos de poderes, que utilizan la historia que hay en el momento para ganar votos (lo que está pasando ahora también). Hay una prensa que manipula la información (vaya, esto también se repite), y hay una población que se deja manipular y piensa que lo suyo es lo correcto y lo demás no cuenta, da igual si matan a uno inocente o no (pues aquí la población pasa lo mismo, no hay grandes miras abiertas para ver lo que está pasando realmente).

Una gran película que hace esta crítica social brutal, pero vista está que no sirve. La población no capta estas indirectas muy directas.
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1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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