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78 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
"The sound of music", una película para toda la vida
"The sound of music" es sin duda una película capaz de ofrecer compañía durante toda una vida. Woody Allen, dijo alguna vez, que esperaba que lo de la reencarnación no fuera cierto, así se evitaría ver nuevamente: "The sound of music".
A mí, en cambio, me alegraría el reencarnar "especialmente" para renovar la sensación de ver está película por primera vez.
Es una película musical perfecta. La exquisita música de Richard Rodgers & Oscar Hammerstein II nos ha dejado temas inolvidables como, "Edelweiss" y el título que da el nombre al filme, "The sound of music".
Si uno relaciona el título con el relato podría esperar un nombre más específico que hiciera referencia al argumento. Pero uno comprende a qué se refiere en los primeros minutos, cuando escucha la voz de Julie Andrews interpretando su primera canción. Está película esta basada en el musical homónimo que se estrenara en Broadway con Mary Martin en el papel protagónico, pero sin duda debía ser Andrews quien quedara eternizada como María Von Trapp regalándole a su personaje el rostro más bello y la voz más dulce, con su característico estilo que parece estirar las notas delicadamente.
Si bien el tratamiento del guión respeta los condimentos del musical tradicional y está dirigido a la familia tiene suficiente potencia para hacer una crítica al nazismo y destacar los ideales del amor a la patria.
Christopher Plummer interpreta al viudo Capitan Von Trapp con el equilibrio necesario para mostrarlo como un hombre estricto y un poco decepcionado, pero al mismo tiempo sensible y bueno, sin perder nunca su condición de galán.
La minuciosa dirección de Robert Wise es evidente durante todo el largometraje, pero es destacable el logro de que cada uno de los niños esta concentrado en su rol como si fueran avezados actores.
Richard Haydn -el tío Max- tiene el estilo físico que requiere el personaje, no podría estar mejor elegido para este papel secundario, pero tan importante en la trama.
Eleanor Parker no cae en los esteriotipos típicos de la contrafigura y transita la superficialidad y la inteligencia de la Baronesa con un desempeño actoral preciso y refinado.
Además de las buenas actuaciones, la música maravillosa y la extraordinaria dirección, esta premiada película nos ofrece un paseo por una Austria hermosa y colorida.
Me permito recomendar la edición “40ta. aniversario” que contiene interesantes comentarios, documentales, e información renovada de esta irrepetible película que puede conseguir evadirnos y transportarnos al mágico mundo de la infancia donde nos espera una institutriz capaz de transformarse en la mamá que nos quita las penas invadiéndonos el alma con el sonido de su voz, con el sonido de la música.
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97 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
No llego a reír ni a llorar, pero sí a cantar (7.6)
Si algo eleva a éste por encima de otros musicales es precisamente el ritmo pegadizo de sus canciones. No hemos de soportar los típicos zapateados tediosos, ni una excesiva elegancia formal, ni opulentas puestas en escena que ensombrecen al resto de la historia; de todo ello tiene un poquito, lo justo. Y es que Robert Wise siempre ha tenido muy clara la diferencia entre bailar simplemente y contarnos una historia mientras tanto; y no lo digo sólo por esta película que nos ocupa.

Y, a los que no les guste mucho cantar, tendrán que reconocer que hay momentos de gran cine: los celos de la prometida del Capitán Trapp, los dilemas morales de la monja, la interesante persecución nocturna...
Además de todo esto, es profundamente romántica. Aunque en ningún momento llegué a llorar, sí que hizo amago de aparición una lagrimita (mezclada con sonrisas) en la preciosa escena en el jardín, cuando Georg intenta declararse a una desilusionada Maria.
Nada que ver con las sandeces seudorománticas típicas de un domingo por la tarde en casa de la novia.

Tampoco es que sea perfecta. Algunos de los números sobran, bien porque no añaden nada a la historia (el de las marionetas; aunque, eso sí, tiene un ritmazo: "odelei, odelú"), bien porque se hacen largos (las actuaciones de la familia Trapp al completo en el concurso).

Puede que a algunos les parezca algo cursi, pero es que no es apta para adultos amargados, sólo para gente con ganas de cantar y bailar a su son. Aléjese si es usted de esos gafapastas que sólo encuentran interés en los latazos de Dreyer y Bergman; aunque, visto de otro modo, no sería el primero de ellos al que le entusiasma esta película.
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55 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Mi película preferida
Siempre he considerado a esta película como mi preferida por ser mi primer contacto con el mundo del cine. Estamos ante una película sorprendente, brillante y emocionante. Es la película por la que nunca pasa el tiempo, parece haber sido hecha para todas las generaciones, para grandes y pequeños y lo pasmoso es que nunca defrauda. Todo en esta película es destacable, las fabulosas interpretaciones de los protagonistas, en especial de Julie Andrews, y de los niños, de los cuales sobresale la madura interpretación de Charmina Carr. El guión y la historia enganchan de principio a fin, una historia que habla de la vocación, de la felicidad, del amor, de la familia, de la unidad, de las personas... La banda sonora ha pasado a la historia como una de las mejores de la historia del cine, una música que no deja de ser referencia de muchas bandas sonoras y que también hoy siguen al día. La dirección, portentosa, y aprovecho esta pequeña critica para rendirle el merecidísmo homenaje a Robert Wise que ha fallecido en el día de hoy (15-9-05). La dirección en esta película demuestra su perfecto conocimiento del género musical, comedia y dramático. Es una película demasiado grandiosa como para acabar de definirla, siempre que se ve aporta cosas nuevas. Una de las escenas más conmovedoras es la de María con la madre superiora, donde aparece uno de los muchos mensajes de esta película; escalar el ideal, encontrar el sueño. Una película totalmente inmprescindible y de esas que una vez que se ve ya forma parte de nuestras vidas.
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49 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
¡¡¡JULIE ANDREWS MARAVILLOSA!!!
La película está basada precisamente en el musical de Broadway que tan bien adaptó Ernest Lehman para la pantalla grande. A Lehman le debemos entre otros los guiones de: SABRINA (1954), EL REY Y YO (1956), MARCADO POR EL ODIO (1956), CHANTEJE EN BROADWAY (1957), CON LA MUERTE EN LOS TALONES (1959), WEST SIDE STORY (1961), ¿QUIEN TEME A VIRGINIA WOOLF? (1966), HELLO DOLLY (1969) y LA TRAMA (1976).
El director favorito para este filme fue siempre Robert Wise, aunque no resultó fácil convencerle, e incluso llegaron a ofrecer la película a William Wyler y aunque parezca extraño también a Billy Wilder.
A pesar de la magistral interpretación de Julie Andrews, en un principio nadie tuvo muy claro quién interpretaría su papel, llegándose a barajar los nombres de Doris Day y Debbie Reynolds. Pero tras presenciar la película Mary Poppins por cortesía de los estudios Disney (ya que aún no había sido estrenada), se la contrató definitivamente.
En cuanto a Christopher Plummer, mucho menos expresivo y natural que Andrews, tuvo también un oponente en Dean Martin, aunque este último no convenció excesivamente y fue desestimado. Realmente mayúsculo fue el enfado de Christopher Plummer cuando se enteró de que iba a ser doblado en las canciones.
En fin, se trata de una gran película, una obra maestra. Divierte, entretiene y te hace completamente feliz cada vez que la ves.
Algunas anécdotas del rodaje:
- Kym Karath (la niña pequeña de los trapp), empezó a perder los dientes durante el rodaje, así que como no se podía esperar a que le saliera una nueva dentadura, completó la película con una dentadura postiza para que no se viera afectada la continuidad del film.
- Robert Wise dijo lo siguiente de Julie Andrews: "Julie fue perfecta, siempre mostró cariño y comprensión con los niños, se distinguía por su buen humor. Pisaba tierra firme, era simpática y natural. Era muy abierta y trabajó duramente".
- Con un coste total de 8 millones de dólares, 1 millón más de lo presupuestado, obtuvo en 4 años unos beneficios totales de 115 millones de dólares.
- El sueldo de Julie Andrews fue de 225,000 dólares, mientras que Wise y Chaplin se llevaron el 10% de los beneficios.
- Para el festival de Salzburgo se utilizaron aproximadamente 2000 extras.
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37 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Es cursi, es pastelosa, es repelente, es...
...Adictiva. Las desventuras de la monjita más ñoña del mundo siguen arrasando ojos y conmoviendo corazones con su amalgama de míticos gorgoritos, amores conflictivos y persecuciones nazis. Si además la cosa viene facturada por un director superlativo que dejó huella en prácticamente todos los géneros, la jugada sale redonda. Y si nos olvidamos de adoptar una distancia irónica y entonamos a voz en grito el "Do, re, mi" como si nos fuese la vida en ello, tanto mejor, que el cine no sólo es despiadado análisis, también puede ser un ingenuo y gratificante placer, en nada reñido con la calidad.
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39 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Me he pillado el dedo... Con los dientes de Frederick
Las películas como todas las cosas buenas de la vida… huelen.

“Sonrisas y lágrimas” huele a mi madre, en Gandía, cuando me llevaba puntual cada año al cine de verano, y cogidas de la mano susurrábamos entre dientes “Edelweis” o “Do, re, mi”, sin entender porqué los macarras de siempre silbaban y se reían de aquellas canciones.

“Sonrisas y lágrimas” huele a mi abuela, sempiterna película que veía a todas horas, la única lo suficientemente dulce como para que no alebrestara sus difíciles pensamientos.

“Sonrisas y lágrimas” huele a mi colegio, en aquellas clases de verano donde el calor disipaba nuestra atención y los profes nos “obsequiaban” con repetidos visionados de la cinta.

Y las películas no son buenas, o malas de por sí. (la que nos ocupa quizá no sea una obra maestra), lo importante es que huelan.

Y ésta huele a infancia, a recuerdos, a colonia de mamá, a “saladitos”… Todos los Trap, ocupan un hueco importante en mi corazón de cínéfila.
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29 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La fuerza de la música
Dirigida por Robert Wise, se basa en el musical "The Sound Of Music" de Broadway. Con un coste de 8 M. $, fue producida por Robert Wise y Samuel Chaplin. Se rodó mayoritariamente en escenarios naturales de Austria. Obtuvo 10 nominaciones a los Oscar y ganó 5 (película, director, montaje, banda sonora y sonido).

La acción tiene lugar en Salzburgo (Austria) y alrededores, en 1930-38. Narra la historia de María von Kuntschera, vienesa, aspirante a novicia en la Abadía de Nonnberg. La madre abadesa (Peggy Wood) le aconseja un período de reflexión y le proporciona un trabajo como institutriz de los hijos del barón Georg Ritter von Trapp, patriota austríaco, capitán de la Armada, viudo desde hace 7 años y enamorado de una aristócrata (Eleanor Parker). La película glosa la fuerza de la música para trasmitir emociones capaces de influir en la vida. Con ella María gana la simpatía de los niños, adquiere la autoridad necesaria para gobernarlos, motiva su aplicación al estudio, transforma la severidad del padre en complicidad con los hijos, etc. Además, la película exalta los valores de la familia como unidad de convivencia, educación, ayuda, superación personal y como fuente de fortaleza para apuestas arriesgadas. Descuella entre las películas familiares como "Mary Poppins", "La gran familia", "La familia y uno más", etc. Son escenas memorables el travelling inicial (en helicóptero) de aproximación desde lo lejos a María que canta "The Sound Of Music", el sabotaje de las monjas, la emoción entrecortada del padre cuando canta "Edelweiss" (canción patriótica austríaca), que salva gracias a la ayuda de María y, después, de todos los hijos, el paseo en galera por Salzburgo de María y los niños, la firmeza del padre frente a los colaboracionistas pronazis en la fiesta que María y él ofrecen a sus invitados, etc.

La música contiene un elenco de canciones coloristas y emotivas como "Climb Every Mountain", "Maria", "Sixteen Going On Seventeen", "Do, re, mi", etc. La fotografía se sirve del paisaje austíaco, de edificios emblemáticos como los palacios Leopoldskron, Frohnburg, Mirabell y otros, en una narración visual de gran belleza. El guión, sumamente sencillo, se basa en el libreto del musical. La interpretación de Julie Andrews es excelente y destacan la de Peggy Wood, Eleanor Parker y Marni Nixon (Sofía). Plummer disimula con profesionalidad la incomodidad con un papel que no es de su agrado. La dirección justifica la sensiblería, la melosidad y los toques de color rosa asimilando la historia a un cuento infantil, inocente y llano, similar a los de las narraciones milenarias del acervo cultural tradicional.

Película optimista, alegre y colorista. De factura naïf, deleita y emociona. No alcanza el nivel de musicales como "Cantando bajo la lluvia", "Un americano en París" y otros, pero es, posiblemente, el musical de mayor éxito popular.
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22 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Obra maestra del escapismo.
Si hay algo que siempre sacan los detractores de esta cinta es su excesiva cursilería y edulcoramiento. Es precisamente lo mismo por lo que es amada.

La película pretende llenarse buenas sensaciones y ofrecérselas al espectador. Quien quiera ver una película dramática de denuncia, oscura, realista, etc ESTA NO ES SU PELÍCULA. Pero quien quiera buscar el escapismo, evadirse y algo por lo que sonreir ESTA SÍ ES SU PELÍCULA.
Se dice que hay muchas películas capaces de hacer llorar al espectador, pero muy pocas lo hacen llorar de felicidad. Esta es una de ellas. Es cierto, no hay violencia, sexo, etc. Pero es que la película no lo pide. Es, sin estos aditivos, ya de por sí una obra maestra.

Los actores están magníficos, destacando Julie Andrews, Christopher Plummer (por sus tablas, se nota perfectamente que los dos ya tenían experiencia teatral), Eleanor Parker y Peggy Wood.

Un niño disfrutará con esta película y un adulto mínimamente sentimental también.

Lo mejor: Las actuaciones.
Lo peor: Sobran algunos números musicales.
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16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Con un poco de azúcar
Porque ya lo decía Mary Poppins el año anterior: con un poco de azúcar las píldoras pasan mejor.
La música puede ser azúcar que endulza los momentos amargos. Si uno está abatido y escucha o canta una canción, eso puede ser más efectivo que todas las medicinas. Nada como la música entiende las tribulaciones y los compases del corazón.
Unas cuantas notas en una escala. Matemáticas puras. Pero cómo saben camelarse las fibras internas. Son las Matemáticas más bellas del Universo.
Maria, la alocada novicia que busca un porvenir desconocido, no ha nacido para tener los pies firmemente plantados en el suelo, sino bailando al son de su melodía íntima que abarca todas las cosas. Inquieta y soñadora, no se sujeta a horarios estrictos ni a imposiciones. Para ella, el tiempo transcurre de forma no lineal, más bien algo caótica y muy poco previsible. Su manera de alabar a Dios desborda y no se reduce a oraciones sosegadas en la soledad de una celda conventual. La perspicaz y paciente madre superiora comprende que no puede contener tanto caudal de energía desaprovechada, y decide enviarla al mundo exterior, donde sus exuberantes aptitudes y arranques seguramente encontrarán los cauces apropiados, que el convento no puede darle.
Maria se dirige a la aventura. No parece reunir el perfil que se precisa para ser institutriz de siete chicos y chicas procedentes de un seno familiar que ha pasado por el trauma de una gran pérdida, y gobernado por la férrea disciplina paterna.
El contraste es grande. Maria, un huracán que no se caracteriza por su puntualidad, ni por su rigidez, ni por su carácter sereno, cae en una casa en la que a todas luces no parece que vaya a encajar. Pero una cosa sí está a su favor: los niños son niños y ella tiene precisamente lo que ellos necesitan. Música, alegría, expansión, dulzura y comprensión.
Austria se hallaba bajo el asedio alemán. La anexión al III Reich era inminente. Por muy poco patriota que uno sea, cuando un vecino pendenciero pretende allanar la casa de uno, eso no hace la menor gracia ni le vamos a dejar el camino expedito para que cometa el asalto. Cuando se siente amenazada la tierra en la que uno habita, la gente busca sus rasgos de identidad comunal, a los que aferrarse para no perder su noción de todo lo que es querido y conocido. Las canciones populares son como ese nexo espiritual con las que se identifican las personas que viven bajo determinadas características de unidad cultural.
Son la respuesta sin armas al ataque armado. Son capaces de repeler la ofensiva con una entereza y una cualidad indestructible que nunca podrá tener ni el más aguerrido de los soldados.
Los Von Trapp se agarrarán a su mundo adorado al borde de un lago de ensueño, a ese pedazo de Austria que aman y que siempre llevarán consigo, gracias a la huella indeleble de esos sonidos armoniosos y esas letras que atraviesan con más fuerza que las balas.
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15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Inolvidable, pegadiza y sensacional
"The Sound of music" es quizás uno de mis musicales favoritos, por sus canciones absolutamente pegadizas, alegres (como pueda ser la archiconocidísima "Do, Re, Mi") o conmovedoras ("Edelweiss" por ejemplo), también por la pareja protagonista (Andrews y Plummer), por una Eleonor Parker haciendo un secundário estupendísimo, por sus paisajes, por su dirección... Por todo ello ya vale la pena verla una y otra vez.
Y también por lo que cuenta, no en lo aparente, sino en su trsfondo, en una de las épocas más crueles y difíciles de nuestra historia: el nazismo, que como sabemos llevó a la Segunda Guerra Mundial. Durante toda la película subyace el tema, que se hace evidente hacia al final, dando la película un giro casi radical.
Por todo ello, esta película siempre ocupará un puesto especial entre aquellas que para mí son inolvidables.
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¿Qué tendrá ésta película?
Acabo de ver por.....¿10ª vez quizás?...... Sonrisas y Lágrimas. Reconozco que para gustos, los colores, pero....
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Y por qué casi todo el mundo la ensalza?
A mediados de los años 60 Robert Wise, un correcto, poco escrupuloso y bien mandado director que unos pocos años antes había dirigido, junto a Jerome Robbins, la estilizada y ambiciosa West side story, con un conocimiento profundo de las técnicas comerciales cinematográficas del momento, no dudó en dar una vuelta de tuerca más a su ya consolidado liderazgo en su cine tan espectacular y vistoso, como ampuloso y bisoño, al crear una película como Sonrisas y lágrimas, un espectáculo de monjas, niños, montañas y nazis que carece del más mínimo sentido del ridículo, una impostura que atenta contra la inteligencia del espectador menos avezado, una suerte de escenas cosidas con hilo de oro y que poco a poco se desmoronan por su inanidad y el propio peso de su obsesión por trascender.
Ni al guionista, Ernest Lehman, ni al director se les pasó en ningún momento por la cabeza el contarnos algo que nos emocionase de verdad, no obstante su sólida y cínica hipótesis de partida: intentar emocionar sin que pasase nada turbio y desagradable, encantar con personajes irreales y entretener con argumentos tan fútiles como estúpidos, aunque la Gestapo y las SS anduviesen por allí intentando arruinar la paz de esas tierras... los muy "ladinos".
Con esas premisas, los productores, el guionista y el director no dudan en frotarse las manos con los beneficios esperados al llenar las salas de cine con puestas en escena tan absurdas como ridículas, como las monjas haciendo rápel por la pared de un convento (espectáculo grimoso como pocos); niños en fila esperando órdenes, cuales soldados en instrucción; melosas y cargantes canciones (infames en su traducción al español); diálogos sacados de las historias de Corín Tellado; un padre tan soberbio e hierático como intolerante, aunque se vista de resistente contra el invasor (Cristopher Plummer podría pasar tranquilamente por un oficial alemán) y una Julie Andrews que, con las actitudes una vez más de Mary Poppins, funciona como el instrumento perfecto de este amanerado musical.
¿Por qué muchos la ensalzan? ¿Es que no nos damos cuenta de que nada en la película funciona? ¿que todo suena falso, cínico, hipócrita y demasiado simplón? ¿Dónde está el excelente y emocionante guión? Si hasta el final de la cinta resulta tan surrealista como una película de Buñuel (salvando, claro está las insondables distancias que separan a Wise del genio de Calanda), o si no juzguemos la ordenada salida (como no podía ser de otra forma) de los niños del escenario para huir de los nazis, como si nadie se fuera a dar cuenta de la "jugada", o cómo se esconden ¡¡detrás de una estatua!! para eludir a las hordas germanas que los buscan... ¡pero no los encuentran! En suma... un engendro que sólo cumplió las funciones para las que había sido planteado: Amplificar los beneficios de producciones anteriores con elementos que a nadie molestasen y que todos saliésemos felices por sus pegadizas canciones y su gratificante desenlace.
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35 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
LA PELICULA DE MI VIDA
Queridos amigos:

Estamos ante una película realmente extraordinaria y una verdadera obra maestra del cine. Sonrisas y Lagrimas la veo desde que era pequeña y aún hoy a mis 30 años la sigo viendo pues es una film en donde el tiempo nunca pasará por ella. Todo en esta película está al día y define claramente la VERDADERA FELICIDAD en la vida y que está en las buenas costumbres, en la pureza de los sentimientos, en la verdadera Vocación como la Madre Abadesa le explica en una escena realmente emotiva y que la letra tan clara y bella define: Escalar montañas para conseguir el verdadero anhelo y sueño en la Vida y que Dios nos hace ver y en el caso de Maria su Felicidad estaba en volver a la Casa para encontrarla.
Una pelicula que para mí es: La película de mi vida, pues me llena realmente todo en ello, en especial la Música, los bellos paisajes de Austria, sus protagonistas, las buenas costumbres y el Amor a Cristo que en la película está bellamente clarificado.
Tengo las dos versiones: la Version original ( cantada en ingles ) y que casualmente grabé de la televisión hace ya más de 15 años y la Versión en español que me han regalado estas Navidades junto con la Banda Sonora y cuyas canciones tan preciosas y belllas te ensalzan el ánimo y te encauzan a los verdaderos sentimientos y a la belleza de la sencillez.
PELICULA MARAVILLOSA PARA ALMAS SENSIBLES Y SENCILLAS.
Maryló de Sevilla.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
LA PELÍCULA DE LA INFANCIA DE MUCHOS (Y VARIAS GENERACIONES)!!!
Una película como "Sonrisas y lágrimas" nunca se olvida. Yo la vi de pequeño (sobra decir que me encantó) y nunca he podido evitar emocionarme siempre que escucho una de esas magníficas canciones con las que cuenta su espectacular banda sonora. Es una película para emocionarse, para reír, para llorar, para sentir. Apuntar una cosa muy importante y es que a pesar de sus casi tres horas de duración, la película no aburre en absoluto y es increíblemente llevadera. Las interpretaciones de todos son geniales: las de los niños, Christopher Plummer como el capitán padre de los niños, Eleanor Parker como la "mala" del cotarro, Peggy Wood como la encantadora y buena madre superiora y Julie Andrews creando otro personaje tan entrañable como su anterior Mary Poppins, Sor María. La fotografía, la decoración, todo es espectacular en esta película y por supuesto sus canciones, su banda sonora, las que muchos que la hemos visto de pequeños hemos tarareado o canturreado. Sin lugar a dudas por eso "Sonrisas y lágrimas" merece un apartado en la historia como un lugar en nuestros corazones. Ganadora de 5 Oscars, entre ellos mejor película, indiscutiblemente merecidos por ser una joya del cine musical y del séptimo arte en general.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
“Cosas tan bellas me gustan a mí…”
Una joya para la familia, para los nostálgicos, para los inocentes, para los cálidos de corazón, para aquellos que quieran que les acunen y les canten una bella nana, o por qué no, una de las canciones de este musical.

Esta película me acompañó muchas tardes de niña, cuando decía a mi madre que me ayudaba con el inglés (la versión que tenía grabada tenía las canciones en versión original con subtítulos en español), aunque todos sabían que era por ver una y otra vez a toda la familia von Trapp y esos paisajes de Austria en los que me gustaría vivir alguna vez. Es aun hoy en día, cuando me siento triste, sin apoyo, o simplemente nostálgica de un pasado que no va a volver, y que quiero recordar de otra forma, me siento en el salón y me veo de nuevo esta película, que sé de memoria, y me dejo llevar por la candidez de María, las travesuras de los niños y la picaresca del tío. Hay quienes la tildan de “ñoña”, o pueril, pero con esta película debemos darnos la oportunidad de salir de nuestra armadura de adulto para verla sin más pretensiones que disfrutar de las cosas sencillas, como disfrutarían un niño.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Inolvidable
A pesar de las críticas que hoy día desgraciadamente siguen llegando a esta maravilla cinematográfica por parte de las almas poco sensibles, le doy mi voto por ser para todos los públicos, todos los tiempos, con canciones inolvidables que sigo tarareando en la ducha (me resultan divertidas, bonitas...).
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"The Sound of Music" con otros ojos
Veo "The Sound of Music" por primera vez como adulto. Y digo por primera vez porque, hasta la fecha, sólo había visto "Sonrisas y lágrimas" y de niño o adolescente. Y ustedes me preguntarán: ¿cuál es la diferencia?

Bueno, pues hay dos diferencias. En primer lugar, no es lo mismo el original que la doblada. No es coña. La voz de Plummer es de échese usted a temblar: una voz dura como no es en español y especialmente modulada en los compases románticos. Lo mismo cabría decir de la Andrews, del acento británico de Haydn y la voz de dama de Parker. Claro si a esto le suman un título normal, no el reverendo pastel de "Sonrisas y lágrimas", la cosa luce de manera diferente. Y yo me pregunto a quién carajo se le ocurrió hacer un pucherito de sonrisas y lágrimas en lugar de "El sonido de la música", que es el título original y tiene que ver con uno de los temas principales y con la sabida competencia entre austríacos (seguidores de Mozart, Haydn, o incluso Schubert) o germanófilos, en el panorama clásico.

Y luego llega el segundo motivo. Yo la vi cuando era chico y me encantó. La vi como adolescente y me pareció pastelosa. La vi de jovencito y vomitaba por los rincones.
Ahora soy adulto, y pienso en otras cosas. Ahora veo en Andrews una tía supertalentosa: vamos de donde sacamos a alguien con su voz, con su capacidad de bailar lo que echen, de actuar y con buen cuerpo. (En serio vean sus números en televisión de la época, con Gene Kelly de "partenaire"). Y no me digan la mierda de Glee que me cago en sus castas.
A uno le podrá gustar la peli o no, pero hay que reconocerle que en su género es la hostia. Porque luego tenemos a Rogers a Hammerstein (autores de la música) y uno dice, jo, pues estos tíos eran los padres de Menken, Morricone y familia. Y me pongo y toco al piano el "Edelweiss" de los cojones y se me ponen los pelos de punta. ¡Hijos de la gran Austria!
Y encima hay historia.

Y esto es en apenas cinco o seis años con el cine cañero de los setenta de sangre y cuerpos volando. Pongan la oferta de Weiss con "La naranja mecánica" del 71, o "Straw dogs" de Peckinpah, o "Deliverance" del 72 y se les quedará carita a cuadros. Pues, si entonces la revolución fue la realidad cruda, ahora va a ser la inocencia (¿dónde?).

Nunca había pensado en todo esto. Ahora veo la peli y digo, si hubiera un musical señero (claro, detrás de "Cantando bajo la lluvia"), coño, es éste, sólo para hacer algo bien hecho, con ingenuidad si quieren, pero bien hecho.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Algunas dudas
Hola,

yo también soy una de esas personas a las que esta peli entusiamó desde pequeñita y la he visto varias veces y me sigue encantando. Hay a quien le parece un poco superficial y cursi por el tema de las canciones y los niños. Yo difiero totalmente de este tipo de opiniones. La peli propone algunos mensajes importantes sin rallar la cursilería, el guión creo que está bien desarrollado y es coherente y entretenido, los actores lo hacen muy bien, los paisajes que aparecen son preciosos, y los números de musica y baile están integrados en la historia y no resultan excesivos.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Cuando uno es niño...
Cuando uno es niño, apenas hay claroscuros en la manera en que vemos el mundo. Un niño ama a sus padres, porque lo son, porque pasan tiempo con él, porque le cuidan y le ayudan.

Cuando uno es niño, no es difícil maravillarse ante la belleza más simple, es decir, en un jardín bonito, en un lago en el que el sol se refleje.

Cuando uno es niño, los recuerdos se agolpan unos detrás de otros, pero nada se pisotea ni se olvida, todo queda como parte de un libro en el que estamos escribiendo nuestra historia, con capítulos como la primera vez que salí al bosque a explorar, el primer diente que perdí, o la tarde que pasé con mis hermanos o mis amigos, y todo parecía en calma, feliz.

Cuando uno es niño, también ve y recibe los estímulos y los valores que el complicado mundo de los adultos les comunica. Y a los niños se les leen cuentos, se les cuentan historias, se les ponen películas que les dejan con la boca abierta y los ojos vidriosos ante una galería de imágenes que difícilmente se les borrará de la mente.

Sonrisas y Lágrimas posee ese incuestionable poder evocador de la infancia que ha salvado el obstáculo de los años. Da igual cuando fuera realizada; esta aventura familiar perdura en la memoria de generaciones porque guarda el gran tesoro de la infancia, del apego a los seres queridos, y de la esperanza por encima de todas las sombras; de saber que siempre habrá un padre y una madre que te protejan, y de que tu función en el mundo es, por encima de todas las cosas, ser feliz.

Eso es lo que consiguió, y seguirá consiguiendo, esta película – paradigma del cine grande de toda la vida: maravillosos paisajes, una música que ha sobrepasado los idiomas y las fronteras, un reparto excepcional y maestro en todas las artes, y la historia de una familia cuyo destino es tan sencillo como amarse por encima de todas las cosas.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
EL CLÁSICO DEL CINE CON UNA JULIE ANDREWS INCREÍBLE
"The Sound of Music", "Sonrisas y lágrimas" en España, es una película del género musical perfecta en todos los sentidos, y todo aquel cinéfilo y amante de este género sabe apreciar todos los elementos que hacen de ella una de las películas más vistas en la historia del cine.

La excelente música compuesta por Richard Rogerds y Oscar Hammerstein II, nos ha regalado canciones como: Edelweiss, The Sound of Music o Climb every mountain, donde cada nota es capaz de narrar cada parte de la historia atribuyendo un toque melódico inigualable. Lógicamente, eso sería imposible de lograr sin un gran elenco protagonista, y, sinceramente, "Sonrisas y lágrimas", no pudo disfrutar de mejor reparto. En este sentido destaca, sin lugar a dudas, Julie Andrews brillando como nunca en su papel protagonista, donde puede hacer constatar su alto rango vocal (8 octavas) y con ello, su gran calidad como actriz. Quizás uno de sus papeles más naturales a lo largo de toda su filmografía, acampañada del toque atractivo, serio y profesional del que goza la película de manos del gran Christopher Plummer.

No puedo olvidar al gran Robert Wise, su director, quien fue capaz de recoger una historia real tan conmovedora y convertirla en parte de la vida de millones de personas que hemos disfrutado de la película, Rober Wise, demuestra, una vez más, su perfecto conocimiento sobre el género musical, de comedia y dramático.

Todos esos elementos, se unen a un ingrediente fundamental: la localización de la película en Salzburgo (La ciudad de la música y ciudad natal de Mozart) que nos regala unas vistas preciosas. Vemos, pues, como se cuida hasta el más mínimo detalle.

Un clásico del cine imprescindible.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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