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69 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
Marjorie Chardin
Segundo largometraje del realizador Hal Ashby (1919-1988) (“Bienvenido Mr. Chance”, 1981), actualmente considerado como film de culto. El guión, el primero de Colin Higgins, adapta el relato que el propio Higgins había escrito como parte de su tesina de graduación universitaria y que luego amplia y publica (1971) como novela bajo el título “Harold and Maude”. Se rueda en localizaciones del área de San Francisco (CA) y en Paramount Studios, con un presupuesto estimado de 1,2 M USD. Producido por Colin Higgins y Charles B. Mulvehill para Paramount, se estrena el 20-XII-1971 (EEUU).

La acción dramática tiene lugar en el área de San Francisco (CA) a lo largo de algo más de una semana del invierno de 1971. Harold Chasen (Cort) es un muchacho de 19 años, solitario, taciturno, de familia acomodada y salud frágil, que vive obsesionado con la muerte. Finge su suicidio de muy diversas maneras (ahorcamiento, disparo de arma de fuego, hara-kiri...) para llamar la atención de su madre (Pickles), fría, descuidada y dominante, que no le presta ni la atención ni el afecto necesarios. Se entretiene visitando cementerios y asistiendo a funerales y entierros de personas desconocidas, donde coincide con Maud (Gordon), de 79 años, viuda, vitalista, alegre y fantasiosa. Maude, cuyo nombre completo es Marjorie Chardin, es austriaca de nacimiento y superviviente de un campo de exterminio nazi durante la IIGM.

El film suma comedia negra, drama y sátira social. Desarrolla una insólita historia de amor, poco probable, simpática e inolvidable, entre un joven de 20 años y una anciana excéntrica y jovial de 80. Invierte los papeles de los jóvenes y de los ancianos como recurso humorístico y como medio de sátira del nihilismo de la juventud de los años 70 (guerra del Vietnam). Maude es pacifista, internacionalista y aficionada a defender los grandes objetivos comunes de convivencia, como la libertad y la justicia. Necesita vivir en contacto con la naturaleza. Harold es su polo opuesto. Introvertido, serio, ajeno a propuestas idealistas, vive prácticamente encerrado en su casa.

La amistad entre los dos protagonistas, que deriva en amor por parte de Harold, se basa en la dinámica de la atracción de los opuestos. En este sentido Maude facilita al chico el descubrimiento de un mundo desconocido para él: el mundo en el que reinan el optimismo, la ilusión, las ganas de vivir, los deseos de aprovechar todos los motivos de gozo de la vida. Maude le hace cantar, bailar, tocar el banjo, divertirse, amar a todos los seres vivos (gorriones, árboles...) y a admirar la belleza que hay en el mundo al alcance de todos (vuelo de gaviotas, paisaje...). Atolondrada y temeraria en la conducción del coche, siente pasión por la velocidad, las nuevas experiencias, la amistad y el amor. Maude devuelve la vida a Harold, hasta entonces muerto en vida.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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113 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
«¡VIVE!, O NO TENDRÁS DE QUÉ HABLAR CON LOS AMIGOS»
Dos películas tiene Hal Ashby que le señalan sobre las demás como un director sobresaliente y originalísimo: "Harold and Maude" de 1971 y "Being There" de 1979. De esta última ya hice la crítica hace pocos días, ahora voy con "Harold y Maude".

Se trata de una película extraordinaria donde los haya, especial y poco común, una "rara avis". Grandiosa la panorámica del cementerio verde con cientos de lápidas verticales alienadas que dan la sensación de inmensa pintura de flores blancas. La música, al estilo de otros film de finales de los años sesenta (p.ej. "Cowboy de medianoache"), es muy sugestiva y pegadiza, una banda sonora que por volver a escucharla nos apuntaremos de nuevo a visionar la película.

Los diálogos están en consonancia con la época de fuertes movimientos libertarios en EE.UU. a favor de la igualdad de derechos y protestas pacifistas que fueron reacción al desastre militar en Vietnam; todo ello acompañado de la filosofía "hippy" o clásica latina del "carpe diem", es decir, el aprovechamiento gozoso de la vida día a día con consciencia de provicionalidad en un organismo que se deteriora y muere en poco tiempo. Así, puede escucharse a la vieja Maude (Ruth Gordon) hacerle la siguiente justificación al joven Harold (Bud Cort) de por qué ella roba coches para trasladarse de un lugar a otro: "La personas no deben molestarse porque crean que poseen algunos objetos, yo me limito a actuar de recordatorio: HOY ESTARÁS AQUÍ Y MAÑANA NO ESTARÁS, NO TE AFICIONES A LAS COSAS." O predicas formativas en el sentido de hacerle comprender al joven lo importante que es buscar y experimentar la felicidad existencial: "Aspira a superar la moralidad, si aplicas eso a la vida la disfrutarás mucho." Y todo ello, animando al muchacho a que venza los miedos que nos rodean siempre amenazadores para domarnos y hacernos a través de las leyes, la policía, los jueces y todas sus amenazas legales, hacernos ordenados y controlables. Maude le inculca a Harold, como persona ya experimentada y vivida, que si quiere vivir la vida gozando de sus frutos más sabrosos, tiene que arriesgarse y saltarse normas: "Toda la gente importante ha estado en la cárcel".

En definitiva, una película digna de estudio y visión, un film recomendable por su humorismo y vitalidad, por su mensaje ontológico a SER "sacando los pies del tiesto".

Fej Delvahe
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99 de 117 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"¿Porqué mandan flores muertas a los funerales? Es absurdo"
En "Harold and Maude" hay referencias a la guerra, a los suicidios, al complejo de Edipo, a la vejez, a los campos de concentración y a la muerte. Es una comedia vitalista.

En "Harold and Maude" los protagonistas son un chaval menor de edad y una anciana con mucha marcha. Son amantes.

En "Harold and Maude" hay persecuciones a toda mecha con árboles robados, un desfile de novias que huyen espantadas de Harold y una sesión con narguile a cargo de Maude. Es un drama sobre la muerte.

No, "Harold and Maude" no es una película fácil de catalogar, por suerte. Ha caído sobre ella un halo de nostalgia hippie que la favorece y se suma a la extraña alquimia de elementos que hacen que su visión sea una experiencia única. Dulce, divertida, siniestra, mórbida, triste y romántica. Extraña.

Si no la terminas sonriendo de oreja a oreja, ten cuidado: puede que estés muerto.
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68 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Estrellas fugaces
Primera estrella (Harold): Un joven adinerado de veintiún años apático, sin energía, sin ganas de conocer vida, y con síndrome de Edipo cuya mayor preocupación es fingir suicidios para llamar la atención de su madre. Harold viste como un adulto y cuidadosamente elije el vestuario en concordancia con su psicólogo.

Segunda estrella (Maude): Una mujer casi octogenaria, llena de alegría y de vida. Inquieta y activista en sus años mozos. Antigua inquilina de algún campo de concentración (sutil plano del brazo de Maude). Extrovertida y de carácter delictivo. Coleccionista de gadgets y minutos de vida.

Hal Ashby revuelve las apariencias en años hippies. Cuando se vivía con efervescencia la juventud y ser maduro o cuarentón se suponía ser formal, cristiano y buen padre de familia. Será aquí, en este revuelto de personalidades, donde el guión gana de calle. Porque bien podía el inconformista e incómodo Ashby tirar de prejuicios y lugares comunes para retratar la sociedad y en lugar de ello la vida parece escapársele a la lozana juventud.

Ashby elije cuidadosamente cada plano de esta película. Empieza con un seguimiento de Harold casi a ras de suelo donde de manera indirecta nos muestra la opulenta casa, la forma de vestir de este, y el sentido de humor negro que contemplaremos durante el resto de metraje. Ashby no sólo consigue planos de enorme belleza en atardeceres, acantilados o campos de girasoles, sino que destapa oficio en planos interesantísimos en la consulta del psicólogo o en la abarrotada casa de Maude, por ejemplo.

Luego llegará el amor. La parte que muchos tachan de inverosímil. El militar, el psicólogo y el párroco (los tres poderes de los EUA por aquellos años de guerras entre arrozales, donde el político era vilipendiado sin compasión) intentan desaconsejar al chico de la idea. Pero me quedo con el último:
“Faltaría a mis obligaciones si no te dijera que la idea del coito y de tu firme y joven cuerpo retozando con su carne marchita, sus pechos caídos y sus fofas nalgas hacen que quiera vomitar”.


No es baladí. A día de hoy con tanta libertad sexual, algunos espectadores sentirán ganas de regurgitar su última cena. Harold y Maude siguen siendo estrellas fugaces. Y entre la incomprensión que regenta este mundo, ellos se han encontrado en este universo caótico. La edad, religión, sexo... son sólo cuestiones de mera importancia. Ambos brillarán tan solo un breve espacio de tiempo. Mientras uno exista para el otro, seguirán brillando. A los demás... sólo nos queda contemplarlo.
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64 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Rara de la ostia
Increíble película en la que dos seres a cual más raro, y de edades en teoría para no tener nada en común, comparten una obsesión por la muerte: él ensayándola, y ella habiéndose ya citado en firme. Juntos viviran momentos intensos, bellos, y de una sabiduría infinita. Esta cinta está muy avanzada a su tiempo, con un humor negro sobresaliente y poco visto, gags que van de lo macabro a la más pura inocencia, y unas actuaciones del todo correctas, aunque en el caso del chaval lo mejor para su papel es la jeta que Dios le dió, una combinación entre Camilo Sesto (como ya apunta el señor pato), Chuky el muñeco diabólico, y David Meca. Una cara rarísima, vaya. A destacar también otros personajes secundarios como la madre del muchacho, pija y dominante con una extraña afición a cubrirse la cabeza con pelucas, sombreros, gorras y lo que haga falta, y el tío militar de los de la vieja usanza, manco pero con truco para saludar y una obsesión morbosa por la guerra.

Totalmente recomendable por ser del todo innovadora y original, por tener una banda sonora exquisita a cargo de Cat Stevens (de cuando usaba la cabeza y la boca para parír genialidades, y no las imbecilidades mayúsculas de después), por su sentido del humor del todo inteligente, y por ser una historia absolutamente atípica, extravagante y genial, con un final de lo más adecuado y sorprendente.
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63 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Dos tontos muy listos.
Me tiraba para atrás el esquematismo de los personajes, la exageración en la ridiculización de los caracteres alienados y tontorrones (la madre, el militar…) que rodean a los dos protagonistas, el candor excesivo con el que el chico y la anciana están pintados (desde una perspectiva “jipi friki” bastante inconsistente)… Tampoco resultaba muy alentador el abuso de la música de Cat Stevens, la cantidad de bromas infructuosas (sólo me parece divertida la tomadura de pelo al tío militar), etc.

Pero, al final, ha vencido el buen rollo y el alma de cántaro que llevo dentro. Y me gana el vitalismo de barba y melenas; y aprecio este cine que se revolvía tratando de contar cosas nuevas de forma distinta (esta cinta, en ese sentido, me parece mucho más interesante y conseguida que Easy Rider, con la que tiene todo en común aunque parezcan antagónicas)…La peli se configura como un ejemplo importantísimo de ese cine de culto, de reflexiones un tanto gruesas y obvias, que en la muy muy lejana galaxia de los años 70 trataba de ser un poquito consecuente con el mundo y sus cambios.

Técnicamente la película carece de las prestaciones del mejor cine clásico (sonido y fotografía dejan bastante que desear), pero me da igual. Me la creo, me gusta y agradezco la monserga por mucha clase de autoayuda que parezca.
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28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Amar, una cuestión de vida y muerte.
La muerte: Harold tiene 19 años y solo quiere morir. Entre sus aficiones destacan la asistencia a funerales de gente desconocida, conducir un coche fúnebre, matar las horas observando la metafórica demolición de edificios ruinosos o practicar de manera tan elaborada como sangrienta diversos métodos de suicidio a cual más pintoresco y artesanal. Las posibilidades de que Harold decida de una vez tomarle el pulso a la vida son del todo exiguas pues las pocas personas con las que tiene que relacionarse, aunque sea por obligación, constituyen todo un catálogo de mutiladores emocionales. Ahí tenemos a su madre, posesiva, castradora y dominante. A su tío, un militar chiflado que intenta llenar la cabeza de Harold de todo tipo de fantasías belicistas. Y a su psicoanalista, totalmente incapaz de sacar de su singular paciente poco más que una frase lapidaria o un cortante monosílabo con el que dar por cerrada la sesión correspondiente. El mundo de Harold da paso así a un vacío existencial en toda regla y la muerte se presenta para él como la vía más atractiva a elegir de entre todas las alternativas posibles.

La vida: Maude está a punto de cumplir 80 años y solo quiere vivir. En su largo recorrido es probable que haya aprendido mucho sobre la muerte y ha sabido apreciar por ello cada instante, cada segundo, cada brote de vida. Maude respira a través de cada árbol y cada flor, fluye en armonía de la mano de la música y el arte, y está abierta a toda nueva experiencia sensorial. Vive a su vez ajena a lo convencional, a la autoridad, a las normas. Juega con ventaja porque sabe que le queda poco tiempo. En cierto modo se destila también en ella una imperiosa necesidad de ganarle la partida a la soledad y a la melancolía, al pozo del recuerdo que suele inundar de manera irremediable el alma humana en el otoño de los últimos días.

El amor: Los caminos de Harold y Maude se cruzan. El encontrará en Maude todo aquello que probablemente ansió conocer pero que nadie jamás le mostró. Ella encontrará en Harold no solo un alumno a quien enseñar los múltiples milagros de la vida, si no también una última cadena a la juventud. Y de una relación tan descabellada para el entorno que les rodea como coherente para ellos mismos surgirá el amor. Un amor que se nos presenta optimista y hermoso, donde la vida y la muerte conexionan de manera tan natural como lúcida, lejos de discursos moralizantes o espirituales.

Y la peculiar historia de Harold y Maude se cierra de una manera maravillosa. El plano final resume todo lo visto y disfrutado antes. Es muy probable que esboces una sonrisa mágica al verlo. Y tal vez esta película te acompañe siempre. Puede que Hal Ashby solo tuviera esa intención, hacer una película inmortal a través de las ganas de vivir que trasmite su visionado en todo tipo de espectadores.

https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
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18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Una joya en toda regla
Me dispuse a ver esta película sin especiales ánimos y la verdad es que al principio me pareció peculiar, sino un tanto extraña. Pero a medida que fue transcurriendo me fue atrapando por su originalidad, la gran cantidad de metáforas que oculta y un sentido del humor brillante.
La película en sí es como un cuento, en mi opinión, muy al estilo de Big Fish de Tim Burton (o mejor dicho, Big Fish bebe de esta película puesto que Harold & Maude es anterior). Aparte de los toques cómicos dosificados de forma muy hábil, la película es un compendio de metáforas sobre la vida e induce a multitud de interpretaciones.
Destacaría las siguientes interpretaciones:
1. La necesidad y casi obligación de ser uno mismo para ser feliz, en contraposición a las pautas, normas y restricciones que nos imponen la familia, sociedad, religión y estado, representados en la película por la madre, el psiquiatra, el sacerdote y el tío de Harold, militar de profesión, respectivamente.
2. El miedo a la vida que representa Harold, con su aislamiento frente al mundo, que encuentra en Maude su puerta de entrada a los placeres y satisfacciones de la vida.
3. El amor como forma de romper esquemas y convenciones establecidas, superando diferencias de edad, de clases sociales y de planteamientos vitales.
4. La experiencia frente a la juventud o de cómo el joven busca en alguien mayor una especie de patrón, de ídolo o de modelo para definir su manera de enfrentarse a la vida.
5. El encuentro de la felicidad por comparación con los sinsabores de la vida, sobre cómo valorar lo bueno de la vida tras conocer el dolor y la pérdida. Apreciamos más lo valiosos que son los buenos momentos de la vida porque hemos conocido los malos y somos conscientes que los malos tiempos pueden volver. Ojo al momento en que Harold le mira el brazo a Maude y el final de la película.
Por todo ello, por toda la carga de matices muy profundos que contiene la película que la podrían haber hecho espesa y pesada pero que están expuestos a modo de cuento con un sentido del humor genial, esta película es una joya en toda regla que habría que ver sí o sí.

P.D.: la escena del cementerio con las lápidas blancas es sensacional y la música muy recomendable
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14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cuando Harold encontró a Maude
Harold, un chico joven, de clase alta, introvertido, de aspecto clásico, obsesionado con todo lo relacionado con la muerte, con una madre cuyas máximas pretensiones son, que su hijo adopte una posición dentro de la sociedad acorde a su status social, pero que Harold, para nada acepta, asi como rechaza en sucesivas ocasiones. Maude, una mujer mayor, de apariencia y carácter extravagante, enamorada de la vida, jovial y extrovertida… Cuando sus destinos se cruzan (durante el funeral de un desconocido), Maude despierta la curiosidad del joven Harold, la impetuosidad y locura de la mujer lo contagian y generan en el una rápida e irrefrenable atracción, paralelamente a esta situación, Harold no deja de espantar a las sucesivas candidatas a novia que su inconformista madre trata de encontrarle, desencadenando una serie de descacharrantes situaciones. Entre ellos surge una bella historia de amistad que pronto se tornara en algo más profundo, mostrando que el amor no tiene edad y que la vejez es tan solo un estado de ánimo. Harold y Maude es una película emocionante y diferente, muchos dicen rara (en este caso el termino no es, para nada, despectivo), una de las más bellas historias de amor jamás contadas, tan imperfecta como ideal, con un sucesivo cúmulo de hilarantes situaciones combinadas con otras tantas emocionantes, todo ello acompañado de una banda sonora a cargo de Cat Stevens, la cual se ajusta como un guante a la historia, que no podría ser más perfecta.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El amparo de la muerte
Por paradójico que parezca, Maude es una octogenaria que sorbe y disfruta cada momento de la vida porque sabe que le queda poco tiempo. Harold, por su parte, inventa mil formas de suicidarse a pesar de su juventud.
Ella vive la muerte, él muere la vida. Y esta antagonía de caracteres, les hará unirse. Cada uno beberá de las experiencias del otro hasta enamorarse.
Teniendo en cuenta la fugacidad de la vida y lo podrida que está la sociedad (no importa la época, los prejuicios sociales prevalecen perennemente), la muerte es un refugio para dos almas solitarias y necesitadas de amor, sin importar sus edades. En este caso pues, ¿puede haber algo más romántico que conocerse en un entierro, al amparo de la muerte?
Así se construye "Harold y Maude", una negrísima comedia romántica que hará las delicias de cualquiera, enamorado o no, al dejarse llevar por las excentricidades de los dos personajes principales.
Ojalá todos los romances fueran tan sinceros y tiernos.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Una historia de amor es una historia de amor, y puede acabar bien
Fantástica comedia negra llena de aciertos esta que ganó la Espiga de Oro en la Seminci de 1974. La relación entre un ingenioso muchacho de buena familia, harto de la vida, y una marchosilla abuelita hambrienta de nuevas experiencias, está contada con tal fluidez e inteligencia que parece flotar sobre los muy idóneos temas musicales de Cat Stevens. El sentido del humor es de terciopelo acariciante y tiene más de brisa que de ventisca. En su desarrollo se respira fresco sentido común y nunca, posiblemente, se ha visto en el cine una relación tan natural y tan próxima entre dos seres tan afines, a los que sólo les separa el detallito de sesenta años.

"Harold y Maude" es tan extraña, en el buen sentido de la palabra, que sería difícil ubicarla en el género de comedia USA si no se nos pusiera en antecedentes de que tanto su director, como los actores, efectivamente son americanos.
Parece ser que Hal Ashby fue un tipo tan excéntrico como el personaje que interpreta, de manera encantadora e inolvidable, Ruth Gordon (Maude). A destacar también la mirada y la mueca-sonrisa de Bud Cort (Harold)... Y sobre todas las cosas, la química solidaria de los dos protagonistas.
No te arrepentirás si la guardas en tus alforjas al lado de las cosas que importan: la navaja, el queso y la bota de vino.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¿Tiene la muerte un lado divertido?.... pues si
Maravilla de lo absurdo.... resumiendo una mas que admirable loa a la vida, una de esas escasas películas capaces de levantar el ánimo después de un día de perros y con algunos momentos verdaderamente inolvidables. No te arrepentirás.
P.D.: Especial atención a los encuadres (fuente de inspiración de los Tenenbaums???) y a la fotografía de Alonzo (Chinatown,...)
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13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
En el fondo del pantano
Historia de amor o estilo de vida? Película que reina dentro de un estilo a la que dio forma. El terror visto desde lo cómico. Gran interpretación de Ruth Gordon y notable de Bud Cort. Sigo sin poder averiguar si entre ellos dos hay una historia de amor o un estilo de vida. Dos personas que se encuentran y deciden pasar el tiempo que pueden juntos. Lo tomaría como una historia de amor si ambos se necesitasen, pero no veo la necesidad de Maude por Harold, aunque no niego el amor. Lo que nadie puede negar es el efecto sorpresa que produce la película, con una banda sonora excelente. Momento excepcional del film: Maude tira el regalo al agua de Harold "así sabré siempre donde se encuentra", resume la película entera: no necesitas tener delante a nada o nadie para saber lo importante que es la vida.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
UNA ENTRAÑABLE PAREJA
¿Por qué no crear un tabú mientras el mundo gira a modo de tabues? Vietnam arde, el conservadurismo de unos despoja la libertad de modales de otros. Harold es millonario, joven y suicida. Reune los requisitos para aislarse de los ádolescentes de su edad y su pasión por la muerte le lleva a ser incomprendido por un entorno mansional frío con una madre y un tío militar despóticos que le obligan a seguir un patrón de conducta al cual se rebela con sus asustadizas aficiones provocativas.
Maud, ochogenaria, representa la contrariedad frente al chico. Sus deseos de vivir auspiciados por el boom de la cultura hippie y una sencilla vida bohemia sin dejar de lado un espíritu joven y vivaz. La atracción entre ambos les lleva a compartir una historia de amor inusual y extravagante (visitas a funerales, picnics en desguaces, etc...).
Su relación representa una amenaza frente a los espectrales acontecimientos que les rodean y el ambiente del que huyen. Son unos "outsiders" pacíficos que siguen su camino e intercambiando mutuamente sus sentimientos incomprendidos por los que les rodean.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cine de grandes lecciones
Estamos ante un cine de grandes lecciones, pero cargadas de cantidad de elementos que hacen que la película vaya mucho más allá de la lección de "aprende a vivir la vida".
Harold, es un chico adelantado en el tiempo, pues en éstos años posteriores al inicio del milenio la obsesión por la muerte en los jóvenes ya no es rara. La presentación que nos hace el director de éste primer protagonista es genial, a través de sus "travesuras" que quieren o vengarse de la manipulación materna o simplemente llamar la atención.
Luego conocemos a la "chiflada" adorable de Maude, la compañera perfecta de aventuras, un alma sin ataduras, sin edad, que se permite vivir cada día como una nueva experiencia.
La resistencia inicial del chico se vence al querer (por curiosidad?) saber de qué se trata.
Harold conocerá la amistad, el amor, sufriendo una poderosa transformación.
GRACIAS A QUIEN ME LA DIO A CONOCER.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
PROZAC EN VENA
Hal Ashby posiblemente sea uno de los cineastas con mas talento de todos los que surgieron en los años 70 en la meca del cine, esa generación de directores, montadores, actores etc.… que Peter Biskind definió como Moteros tranquilos y toros salvajes (imprescindible libro), tuvo en Hal un claro exponente de todo lo que ella representaba y en Harold and Maude una de las pelis que mejor representa esa época.
Todo en este film me parece maravilloso, empezando por los actores, tanto Ruth Gordon como Bud Cort ofrecen dos interpretaciones llenas de ternura , humor y sobre todo muchísima calidez en cada plano , si a eso le sumamos el grandísimo montaje de la película, sumado a una banda sonora perfecta ( si, pese a odiar a Cat Stevens , me encanta esta banda sonora) y a una de las historias de amor mas conmovedoras de la historia del cine , el resultado es esta pequeña joyita para los amantes del cine underground

En mi vida he tomado prozac , lo mas cercano que he estado nunca de ese medicamento es cada vez que vuelvo a revisar los Soprano , esta película para mi , es lo mas parecido a estar enganchado al dichoso prozac , creo que los psiquiatras deberían recomendar esta película a los pacientes que lleguen a su consulta con depresiones…

Un momento del film: Cuando Harold mira directamente a la cámara…
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Ser diferente
Maude es una señora de casi 80 años que se dedica a ir a funerales de desconocidos y a "tomar prestados" coches ajenos. Harold no se queda atrás porque su obsesión con la muerte le lleva a hacer todo tipo de actos para desquiciar a su madre, que también es un personaje de lo más peculiar. Harold encuentra en Maude a la única persona con la que puede relacionarse y que le descubre un mundo que no conoce.

Ruth Gordon (La Semilla del Diablo) está genial, y el desconocido Bud Cort encaja a la perfección en el papel. Como bien dicen por ahí su cara tan peculiar es una mezcla de diversos personajes pelín psicóticos que hemos visto en el cine (sobretodo Chucky y el niño de La Profecía).

Harold y Maude es de esas películas inclasificables porque mezcla diversos géneros y que merece la pena ver. Los personajes son totalmente imprevisibles y excéntricos, motivo por el cual la película capta nuestra atención desde el primer minuto.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¡Qué bello es vivir!
Esta es la historia de Harold, un minipsicópata con fascinación por la muerte y el gore, que se hace amigo de la abuela de Laura Wislow, la de 'Cosas de casa' (sí, esa vieja que hacía todo tipo de cosas impropias de su edad como tirarse en paracaídas o conducir una chopper. Pues ésta, tres cuartos de lo mismo. Se porta igual que un chaval de 13 años).

Aunque la madre le concerta citas con chicas jóvenes y sexualmente liberadas, el prefiere a la vieja y su cuerpo flácido.

Todo esto, amenizado con una preciosa banda sonora de Cat Stevens aporreando su guitarrita. Pura delicia, entre el timbre agudo de su voz y las cuerdas vibrando sin melodía clara. Es fácil darse cuenta porqué le apodaron 'Gato Stevens'. Eso sí, como yo encuentre al que le ha pisado la cola se va a enterar...

El final viene con moraleja, para que no pensemos que la hora y media de la relación chico-vieja ha sido en vano. Para mi gusto ha sido flojilla, aunque aceptable, pero pienso que está sobrevalorada.
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11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Pedantería insufrible
Una de esas películas que se cree mucho más de lo que es, una discursiva y pedante historia sobre la vida y la muerte. Así, a lo grande. En realidad es una pretenciosa peliculita vacía y maniquea protagonizada por personajillos irritantes con la que Hal Ashby lleva años tomándonos el pelo. Le ha salido bien, puesto que por algun motivo que se me escapa sigue siendo una cinta de culto.
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21 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
IDIOSINCRACIA PURA
Simplemente, algo que no has visto en ningun otro sitio. Harold & Maude es extrañamente, una película que a pesar de tratar la muerte, te deja con más ganas de vivir, de salir a la calle y gritar. El hecho de ver a dos personajes solitarios y extravagantes, idiosincráticos cada uno a su manera,en busca de un significado que llene sus vidas, encontrarse y congeniar, le da al filme una personalidad y un encanto fuera de toda norma convencional.
Impregnada con un toque melancólico y llevada por la fantástica música de Cat Stevens, la película puede parece frívola desde fuera, pero ese halo de fina y oscura ironía que bien define a la década de los 70, la vuelve cautivadora y consigue crear en los dos protagonistas una de las historias de amor más puras que ha dado la historia del cine.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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