7 Críticas de los usuarios

He tenido la suerte de ver la versión uncut, esa que dura unos 115 min. mucho más extensa que la versión en Dvd que no pasa de la hora y media, y siendo sincero, esperaba más, mucho más, ya que tenía grandes expectativas en un elemento hasta ahora no visto en el cine, como es del la doble pupila.

Actores de primer nivel nacional, un tema interesante, una trama thrillesca por medio y algo de acción parecía a priori una película más que interesante y que se podría disfrutar, pero no es todo oro lo que reluce, ya que la película tiene algunos fallos pero uno es enorme y es a la hora de transmitir.

El problema de la película radica en que muchas de las escenas no dan sensación de realismo, parece una consecución de secuencias sacadas de un cuento barato, rígidas y estiradas, carentes de naturalidad y empatía. Todo hace que no llegues a sentir la tensión que supone que debería transmitir la película, y es que aunque tiene sus momentos buenos, sobre todo con el tema de los asesinados, su descubrimiento y su resolución parece algo tan inverosímil que da hasta vergüenza.

Las actuaciones están bien, falta algo de emoción e intensidad, y un poco más de acción no hubiera venido mal, se hubiera disfrutado más, pero en fin, es lo que hay, y es para lo que está, para pasar un rato viendo algo diferente que si no es por el echo de la doble pupila pasaría al olvido de mi memoria.

La dicotomía ciencia-religión, objetividad-creencia o razón-superstición, es la base fundamental que utiliza Kuo-fu Chen para construir un interesante thriller paranormal que no aburrirá ni un minuto de su metraje.
De nuevo observamos el recurso de dos policias diametralmente opuestos en sus métodos y valores personales y, que sin embargo, cooperan a regañadientes para ofrecernos el interesante aliño de este film en particular: el choque de civilizaciones, algo que ya vimos de manera mucho más superficial y forzada en el trabajo de Walter Hill, "Danko, calor rojo" (1988).
Ésta dualidad impregna todo el proyecto; observamos un título directo y escueto -Doble visión- que sugiere una historia ágil, muy a la americana. Pero si la forma de rodaje es, como decimos, hollywoodiense, el fondo principal de la narración es muy oriental. Para entender, pues, el juego de la trama debemos conocer la coyuntura de Taipei, una capital donde se entremezclan la alta tecnología y los más altos rascacielos con las añejas creencias mitológicas y la supercheria más acuciante. Ciertamente funciona el cocktail.
Puede ser que para ciertos espectadores el resultado final huela a refrito, y de hecho es inevitable encontrar referencias a otros films exitosos como "Seven" (1995) o a otros más cutres como "Resurreción" (1999). Así, los pecados capitales o la reconstrucción del cuerpo de Cristo dan paso a un rito iniciático que otorga supuestamente la inmortalidad después de superar 5 planos infernales de la mitología taoísta. De cualquier manera, y no obstante de las obvias semejanzas, es innegociable la singularidad de éste trabajo gracias a su vertiente esotérica, que como muy acertadamente apunta el usuario "Edgar" recuerda a "Expediente X" por la temática policiaco-paranormal. Aunque en esta ocasión no sea una adaptación japonesa.
Mención aparte merece la acertadísima atmósfera creada por Tim Yip, que con sus contrastes de colores fríos y sombras consigue un efecto desasosegante muy alejado de la belleza onírico-naturalista que alcanzó con su trabajo anterior "Tigre y Dragón" (2000).
Para ir cerrando, creo fervientemente que nos hallamos ante un trabajo infravalorado, con un sentido artístico importante, y que para colmo nos boceta una compleja sociedad oriental muy sugerente. Y encima divierte... vámos, igual que Mulder y Scully en su mejor época, vaya.

Si hace años eras de esos que no te perdías un episodio de Expediente X, al visionar esta película posiblemente te entre la nostalgia, pronto ese halo de misterio e incertidumbre nos envuelve y todo arranca. La parte mala es que no es oro todo lo que reluce, a pesar de su gran inicio, su ritmo nos mata un poco esas ganas de saber más y más. Y un final algo caótico acaba de rematar lo que podría ser sin duda un film de culto.

Un agente taiwanés y agente americano enviado por el FBI unirán fuerzas para intentar atrapar un misterioso y macabro asesino en serie, que mata sin seguir un patrón aparente, pero que sus métodos son implacables. Introduciendo un hongo en el cerebro de las victimas que provoca efectos devastadores e imprevisibles. Entre los demás agentes se empieza a rumorear si verdaderamente el asesino es una persona normal o un ente superior.

Chen Kuo-Fu dirige este terrorífico thriller con tintes paranormales, atrapa al espectador con una interesante propuesta de inicio, pero que decae a medida que pasan los minutos. Esta coproducción Taiwán-EEUU solo funciona a medias, aun así esta primera coproducción entre ambos países gozo de distribución internacional y estuvo presente en la sección de Un Certain Regard de Cannes.

La cinta cuenta con unas actuaciones más que notables de sus dos protagonistas, Tony Leung Ka Fai y David Morse forman un dúo muy bueno en pantalla. Aun así no logran salvar un guión que no explica la mitad de las cosas que suceden, lo cual deja al espectador cargado de dudas.

Double Vision está cargada de buenas intenciones, donde la mezcla de géneros es evidente y pese a ser una propuesta atrayente y con buenas bases queda en un mero espejismo, quedando el resultado final en una simple cinta correcta que aprueba justo. Si te gustaron películas como Seven o eres amante del género paranormal debes darle una oportunidad puede que sorprenda a más de uno.

Su mayor virtud es su gran capacidad para crear una atmósfera atrayente para el espectador y unos personajes elaborados con un trasfondo interesante, una pena que no acabe de explotar sus virtudes y acaben siendo carencias.

http://www.terrorweekend.com/2013/07/double-vision-review.html

Curiosa y entretenida película taiwano-americana sobre la investigación de una serie de crímenes en apariencia inconexos. La colaboración entre un policía americano (Morse) y un taiwanés (Leung) será esencial para llegar al fondo de este turbio asunto.
El film mezcla hábilmente, que no brillantemente, elementos de varios tipos de cine: policías, asesinos en serie, sucesos sobrenaturales, incluso alguna pelea al más puro estilo samurai. La verdad es que la película, a pesar de ser por momentos confusa, sobre todo al final, es entretenida y por lo menos no aburre, como suele ocurrir con muchas otras del estilo. Sólo destacar la presencia de David Morse en esta película "de chinos". Lo dicho, entretenida y nada más.

Torpe mezcla de géneros, thriller policial, terror y drama familiar, el que Kuo-fu Chen nos presenta en esta cinta de suspense. Lo cierto es que mientras transcurre la investigación policial sobre unas extrañas muertes, el film funciona bastante bien; pero la parte del drama es directamente infumable, además de muy poco original y la parte del terror, como suele ser preceptivo en el cine de miedo japonés, es bastante confusa y no sabe dar un final airoso a la historia. David Morse es con diferencia el mejor actor de todo el elenco, aunque ésta no sea precisamente una interpretación por la que vaya a ser recordado. El resto de los actores peca de poca expresividad, sin apenas contar con registros interpretativos, de forma que algunos personajes parece que siempre tengan el mismo estado de ánimo. En definitiva, un film con buenas intenciones, pero con poco talento por parte de guionista y realizador para ser llevadas a la práctica.

He aquí una regla básica para cualquier director que quiera romper esquemas de género: si no sabes cómo hacerlo, no lo hagas. Lamentablemente Chen Kuo-fu no parece conocer esta regla. Su Doble visión intenta mezclar una trama típica de asesinatos en serie con ciertos elementos fantástico-religiosos muy propios de la tradición cultural taiwanesa, y el resultado no puede resultar más insatisfactorio. Nada tiene mucho sentido en este thriller oriental (el más caro de Taiwán, nada menos) que desaprovecha una premisa argumental jugosa y morbosa en un tramo final indescriptible de puro malo.

Hasta ese momento (durante la primera hora de metraje, aproximadamente) la historia se había desarrollado de forma convencional pero agradable, con un suspense bien mantenido e incluso alguna escena inesperada que parece augurar cosas mejores (la masacre en el templo). Más tarde, director y guionista se dan cuenta de que no pueden poner un punto y final coherente a la historia y se lían en una sucesión de falsos finales y paranoias varias que dan más dolor de cabeza que otra cosa. Eso sin olvidar la cursilería del drama familiar del protagonista, con un remate que no desvelo por si alguien la llega a ver. Una lástima, porque la película hasta entonces resultaba de lo más entretenida, con una dirección eficaz y un David Morse que anima cualquier cosa en la que sale. Prescindible.

Lo mejor: que no aburre.
Lo peor: el final.

Película aceptable a pesar de los cambios de género que se suceden: thriller, psico-thriller, suspense, terror, fantástico, drama... Y todo bien batido a lo que le añaden una guinda happy-end con moraleja. Cocktail que no aburre pero que tampoco aporta demasiado. Más que nada es recomendable para todo aquel que quiera estar al dia de lo que llega de oriente. Factura (casi) impecable y buenas intenciones. Quizá más chicha al personaje americano y el choque de cultura hubiera podido mejorar el conjunto. Se ve.