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57 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Homenaje delicioso
Da gusto ver películas así. Da gusto ver como se pueden tomar referentes en los clásicos sin insultarlos y/o destrozarlos.

El film constituye un eslabón más en la exploración de las relaciones hombre-mujer que trufan la filmografía alleniana. Esta vez se aporta la novedad de tener un punto de referencia externo a las propias cavilaciones de Allen. Se trata de Bogart ejerciendo de consejero sentimental. La gran virtud es que se consigue no reducir a Humphrey a una especie de guiñol estereotipado, sino que se le muestra de forma seria y respetuosa, constituyendo así un homenaje en toda regla al citado actor.

No faltan, como no, los momentos de humor irónico. Aunque destaca, como en toda la primera parte de las películas de Allen una cierta tendencia al humor más físico que a la preponderancia en los diálogos.

No puedo dejar de mencionar el maravilloso final. Todo un monumento al buen gusto y al homenaje desde la admiración a ese clásico imperecedero que es "Casablanca". Una maravilla.

Lo mejor: Todo, pero hago mención especial a la espectacular Diane Keaton. Es triste ver como está acabando su carrera.
Lo peor: Que Allen no la dirigiera.
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69 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
SOY LO SUFICIENTEMENTE FEO Y BAJITO COMO PARA TRIUNFAR POR MÍ MISMO
El cineasta de "Footloose" Herbert Ross, rueda esta adaptación cinematográfica de la pieza teatral epónima en su título original "Play it again Sam" de Woody Allen con el protagonismo de un histriónico aunque divertidísimo Allen, quien nunca había hecho tantas muecas bufonescas desde su celebrada "El dormilón"...

La primera vez que Allen rueda con Diane Keaton nos muestra una química dentro de la pantalla realmente apabullante... es más, en algún punto del metraje pareciera como si Keaton disfrutara realmente con las bufonadas de un Allen que está así mismo esplendoroso...

La idea de un Bogart virtual pudo ser influencia posterior para que Tarantino la emulara con el personaje de Elvis en el guión para la película de Tony Scott, "Amor a quemarropa"...

Lo cierto es que en el idioma original, la caracterización de Bogart por parte de Jerry Lacy es absolutamente impactante dada su increíble verosimilitud de pose y dicción...

La fotografía es bastante aceptable a cargo de Owen Roizman el creador de la persecución policial más espectacular en la historia del cine en "French Connection" y la banda sonora bebe del jazz de Oscar Peterson y la ópera de Béle Bartok y su sinfonía para cuerdas número 5, siendo el creador musical para tv, Billy Goldenberg el responsable de la misma...

Van Gogh, Lautrec o Jackson Pollock son en esta ocasión las notas al pie de página de esta divertidísima obra de Herbert Ross, hecha por encargo de Allen sobre una obra suya...

G E N I A L.
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54 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Tócala otra vez, Sam
- “Siempre nos quedará París. Lo habíamos perdido hasta que viniste a Casablanca. Anoche volvimos a recuperarlo”

Y nació el mito. Una película intocable por el tiempo, pero no por Woody. Solo un genio como Allen podía “tocar” Casablanca y al mítico Bogart sin caer en la estupidez y quedando en un hermoso homenaje. Con las palabras de Rick a Ilsa, nos presentan a Allan, quien observa embelesado la película en una sala de cine. Un brillante comienzo para una película en el que el amor al cine está presente constantemente.

Así comienza “Sueños de un seductor” , dirigida por Herbert Ross en 1972. Se trata de una adaptación de Allen de su propia obra teatral, estrenada en el Broadhurst Theatre de Nueva York en 1969 con enorme éxito de público y crítica. Se trataba de Play it again, Sam, que fue interpretada precisamente por Woody Allen y Diane Keaton.

Aunque la película no figure en su filmografía, marca un antes y un después en la carrera de Allen. Porque, aunque el humor de Sueños de un seductor se basa más en el gag visual, más propio del cine mudo, que en esos temas que tanto le obsesionan y en los que profundizará en el resto de sus películas, estamos ante una película completamente Alleniana, en la que Woody encontró un personaje que ya no le abandonaría. Todas las neurosis que han caracterizado el cine posterior de Allen como director, están presentes en el guión de esta película

Allan Félix es un neurótico cinéfilo recién abandonado por su mujer, que buscará consejo en la imaginaria imagen de su ídolo: Bogart. Al que intenta imitar aunque eso signifique el renunciar a ser uno mismo.

Un buen guión es aquel que hace que cada espectador piense que se está hablando de él. Y Woody es un experto en esta materia, pues retrata unos personajes cargados de miedos, inseguridades y las mismas dudas con las que nos sentimos identificados todos.

Un guión excelente unido al nacimiento de una pareja que nos dejaría más adelante películas como “Annie Hall” o “Manhattan”. Keaton y Woody daban los primeros síntomas de la gran química que existía entre ellos.

El teatro Maravillas representa actualmente Tócala otra vez, Sam. Una excelente adaptación del texto de Allen, que te traslada a Manhattan durante unos gratificantes 90 minutos, y te devuelve a la vida real rebosando felicidad.
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41 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuando hay química
Es más fácil cuando hay química.

Cuando hay química, los diálogos fluyen.

Cuando hay química, la réplica es natural.

Cuando hay química, las risas se contagian.

Cuando hay química, los pesares nos duelen.

Cuando hay química, las relaciones se hacen familiares.

Cuando hay química, todo es más íntimo y cercano.

Cuando hay química, no queremos que se acabe.

Cuando hay química, una película normal se convierte en una buena película.

Cuando hay química, todo es más convincente.

Si Woody Allen y Diane Keaton coinciden en un film, está claro que hay química, y si además llevan realizando esta película en el teatro durante mucho tiempo, la química se convierte en una atracción magnética natural. Si además se parodia al gran "Bogart" mejor que mejor. "Sueños de un seductor" divierte, y mucho.

Lo mejor: los momentos Allen-Keaton y "Bogart". "Si me necesitas, ...silba".
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38 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Para soñar
Si con Annie Hall Woody Allen se consagró como una verdadera estrella del celuloide, 5 años antes creo una pequeña gran obra de arte sacada de sus propios guiones para el teatro.
Para mí, Sueños de un seductor es la obra maestra de este maestro judío y miope. Creo que acertó con esa idea tan brillante, alejada a los lios de matrimonios, amantes..etc, pero sin dejar de ser él en cierto modo, tan hipocondríaco y con crisis sentimentales. A esta gran idea de querer ser como Bogardt se le une la forma tan delicada de combinar en las escenas las personas de verdad, con los personajes que rondan los pensamientos de Allan Felix. Si a esto le añadimos un guión excepcional y
a Diane Keaton en una actuación de 10 y al propio Allen en uno de sus mejores papeles obtenemos este PELICULÓN , para mí, con mayúsculas.
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27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Seguramente el homenaje que Bogart merecía
No es que sea necesario ver "Casablanca" antes, pero si tienen fresca la historia de Michael Curtiz ayudará a comprender el paralelismo y será posible saborear un final que sólo un genio como Allen podría escribir. Ciertamente el homenaje es para Bogart, no sólo por su papel en "Casablanca", de manera que aquello que el personaje de Allen cree que le falta es lo que busca en Bogart, es lo que magnifica y lo que elogia. Bogart aparece en forma de cómica tercera persona, siempre con un surrealismo delirante que encaja con el humor que todos esperamos de Woody Allen, aunque extrañamente en este título no sea el director y aparezca sólo como guionista y protagonista.

Más allá de los gustos por actores que son leyenda, es decir, con independencia de la afinidad o no respecto a Bogart, "Sueños de un seductor" supone una comedia facilona y entretenida en la que además del excepcional guión quisiera destacar a una Diane Keaton que perderá mucho con el tiempo. Que su duración no supere la hora y media para mí es un acierto, porque si lo que uno quiere explicar no supera esos noventa minutos de toda la vida y ya queda bien explicado, ¿para qué extenderse más?, ¿tengo que escribir aquello que lo bueno si breve dos veces bueno? Pues diré más, la trilogía de los anillos suma nueve horas (creo) y esta película vista en un ratito de nada me aporta muchísimo más.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Tal vez no hoy, ni mañana...
Hasta 1972 a nadie se le había ocurrido hacer una película que parodiara a la mítica Casablanca: ¿respeto? ¿miedo? Nadie lo sabe. Pero Herbert Ross lo hace, y consigue hacer una maravillosa comedia en la que el verdadero Rick es un hombre que para nada se parece a Bogart. Quizás todos, en algún momento, sentimos la necesida de ser aconsejado por alguien a quien las mujeres caían rendidas, y que nos diga sus secretos.
Con Sueños de Seductor nos encontramos una película más que correcta técnicamente y con un guión digno de Bogart procedente de una obra de teatro absolutamente hilarante, escrita por Woody Allen. Con una música propia de este director (muy acorde con la historia) y con un reparto insuperable (muy convincente Diane Keaton en su papel de doblemente enamorada), se consigue una pelicula en que las risas están garantizadas: "Tal vez no hoy, ni mañana..."
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17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El anti-galán
Me apetecía carcajearme un rato de forma sana y para ello, aparte de los hermanos Marx, recurro a Woody.
Aunque en “Sueños de un seductor” él declinó la labor de dirección, aportó el guión adaptado de su propia obra teatral homónima que ya había tenido éxito en Broadway, y se puso delante de la cámara con la vis cómica que lo ha convertido en uno de los actores humorísticos más destacados de las últimas décadas.
Allen es un cinéfilo redomado, y ese amor le ha sugerido simpáticos homenajes y guiños que no se ha resistido a incorporar. Aquí le tocó el turno a “Casablanca”, que irónicamente a mí no me gusta, pero en cambio sí me agrada mucho el jugo que le saca Woody y su estilo paródico adecuando al clásico una trama urbanita de neuróticos compulsivos y adictos a los sedantes y al trabajo que oscilan entre inseguridades, fracasos sentimentales, estrés, ansiedad y dudas. El dúo Allen-Keaton inauguró su colaboración con aquella química que los uniría tanto dentro como fuera de la pantalla. Yo creo que es una de las más chispeantes parejas cómicas de la historia del cine.
Los diálogos son tan demoledoramente desternillantes como cabe esperar de un Allen en estado de gracia, con su sempiterno personaje autocrítico, maniático, torpe, chistoso y lo más opuesto al galán bogartiano duro, impasible y valiente que nunca se arredra. El prototipo al que el hombrecillo con gafas desea emular, con desastrosos resultados. En su búsqueda infructuosa de su media naranja, y después de una serie de catastróficas citas, descubre que la chica de sus sueños podría estar muy cerca. Pero al igual que sucede en su película favorita con su actor fetiche Bogart, los grandes amores no son gratuitos.
Tras las risas incontenibles, un pequeño tironcito a la emoción y un cierre impecable, recordándonos que no es necesario ser un seductor nato para alcanzar la plenitud.
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Como dice el anuncio: Sé tú mismo
Para todos los que amamos “Casablanca” no cabe duda que “Sueños de un seductor” es una obra ineludible por muchos aspectos, pero el principal por el homenaje a Bogart. Sin embargo hay un grave error, si hay una película que Bogart, es más humano y sensible, es “Casablanca”, allí se emborracha, no duerme y en realidad llora y todo lo hace por amor. Su individualismo se vuelve compromiso a medida que avanza el film y se muestra especialmente sensible con Ingrid Bergman en muchas escenas.


¿En cambio que imitación de Bogart aparece en Sueños de un seductor”? Sin lugar a dudas el más duro, el más machista, el más recordado sin lugar a dudas, más cercano a las películas con Lauren Bacall que a la que lleva el título de ciudad norteafricana. Y eso es lo que me desconcierta de Allen, parece que realmente utiliza “Casablanca” más que nada como un emblema muy conocido para hablar de otro Bogart, al que a él le gusta, digo esto porque no puedo creerme que no analice la película más profundamente.

Otro problema es la dirección, se nota que Herbert Ross no es Woody Allen, me explico. Una de las características del cine de Allen es la cierta repetición de temas, situaciones... incluso dentro de la misma película. Pero el genio neoyorquino lo soluciona de manera admirable con una planificación de escenas que son casi siempre originales. Ross no hace eso, deja el piloto automático puesto y rueda de forma mecánica, se puede ver en las escenas del apartamento por ejemplo. No sé si está hecho a propósito por ser una obra de teatro pero el resulto es satisfactorio pero no bueno.

Aún así estamos ante una película histórica, porque a mi juicio cuando Allen encuentra su personaje es aquí, lo anterior que había hecho se limitaba a irlo perfilando, pero tuvo que ser cuando se dedicó sólo a escribir y a interpretar cuando lo encontró. Ya nunca lo abandonaría. Y de lo que muchos nos alegramos.

Además aquí vemos una faceta de Allen que se ha ido perdiendo con el tiempo, que es la plástica. Si en los últimos años sobre todo hace hincapié en lo verbal, en esta veremos al mejor Allen físico, con gags más propios del cine mudo y aunque no es lo que me hace más gracia en esta quedan muy bien.

No cabe duda que Allen tiene mejores películas, la propia “Annie Hall” también con Diane Keaton de compañera, pero esta será siempre tan querida por ser de las primeras. Por cierto magnífico el personaje del marido y su obsesión por los teléfonos.

-Me voy a Alaska con una esquimal, puedes localizarme en el 60376.

Nota: 6,8
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14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Humphrey, ¿pero qué hago ahora?
Basada en una pieza teatral del propio Woody Allen, “Sueños de un seductor” es una deliciosa comedia de evidentes ramalazos cinéfilos que nos describe con candor y simpatía la torpeza con las chicas de un joven aficionado a los melodramas clásicos (“Casablanca” principalmente, es más, el comienzo del film es el destripe literal de los últimos cinco minutos de la mítica película de Michael Curtiz).

Delegadas las funciones de dirección en un competente Herbert Ross, a Allen se le nota disfrutar representando un papel realizado a su medida en compañía de una Diane Keaton encantadora (primera colaboración juntos) y un Bogart imaginario que le da consejos sobre el complejo mundo del ligoteo.
Un film narrado con una candidez y buen humor inconmensurables en el que es imposible no encariñarse con unos personajes tan humanamente dibujados que resultan inolvidables.

Honesta y consecuente, “Sueños de un seductor” se posiciona como uno de los mejores trabajos de la pareja Keaton-Allen, aparte de un ser un retrato amable a la par de veraz de las dificultades que crea la timidez y la falta confianza de muchos jóvenes a la hora de relacionarse con el sexo opuesto.
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
POR LAS ACERAS DE LA VIDA
No sé si es un proverbio, una frase célebre o una aseveración anónima, pero la afirmación "el que aspira a parecer renuncia a ser" ha sido siempre una de mis preferidas, y la reconozco a la sazón como el motor de esta inconmensurable comedia de Woody Allen y como el espíritu que en la cinta se respira desde el principio hasta el final.
SUEÑOS DE UN SEDUCTOR, que toca varios de los temas que más adelante analizará en profundidad el más conocido de todos los neuróticos neoyorquinos que en el mundo son, puede encuadrarse en la primera de las fases en que se puede dividir el periplo humorístico de Woody Allen por cuanto a su faceta de cineasta: la del humor neto.
Allan Felix, un crítico cinematográfico aprensivo y soñador a quien su mujer acaba de dejar plantado, busca en la personalidad de Humphrey Bogart el secreto para convertirse en un conquistador irreductible. Así, vistiendo un traje que no es el suyo, adoptando poses que son prestadas, aparentando un ánimo que es el de otro e incluso dándose a vicios que no le convienen, Felix recorre un tumultuoso camino para llegar a una conclusión apacible: todo es mucho más sencillo si uno se muestra tal y como es. Que puede ser que siendo más alto, más guapo y más admirado los resultados se obtengan rápidamente, pero es muy difícil vivir de forma permanente en una gran mentira y quizá sea mejor que los que se acerquen a ti, que los que se muestren dispuestos a quererte, lo hagan conociendo tanto tus virtudes como tus miserias. Además, y en todo caso, Bogart también era bajo y feo y eso no le parecía importar a nadie.
El que aspira a parecer renuncia a ser: qué pedazo de frase...
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Sueños de un crítico
Komond: ¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo ser un crítico frío? ¿Cuál es el secreto?

Bogart: No hay ningún secreto Komond, las críticas son muy simples. Nunca he conocido una película que no necesitara que le sacaran defectos o a la que no le afectara una media de suspenso.

Komond: Pero yo no soy como tú, no puedo despreciar completamente a una película que me ha hecho pasar un buen rato...

Bogart: ¿Un buen rato? ¿De donde sacas estas tonterías, del chico del videoclub? El cine no es sólo entretenimiento chico, también es un arte, y como tal hay que tener en cuenta una serie de criterios propios del arte. Muchas películas te pueden entretener, pero sólo unas pocas te consiguen llegar.

Komond: Tienes razón, y quizás deba poner algo de mi parte con algunas de esas películas que realmente odio pero son tan valoradas, de esos grandísimos directores.

Bogart: Un mal inicio muchacho, entonces le das todas las ventajas a ella antes de que empiece. No te confundas, estás invirtiendo los papeles. Son ellas las que te tienen que llegar a ti, no al revés. El entretenimiento no es lo único importante, pero es un factor a tener en cuenta.

Komond: ¿Pero tú no sientes algo al despreciar por ejemplo una de esas películas de Kubrick o Lynch? O esos otros clásicos que aunque están bien no son para tanto.

Bogart: Eso no es nada que no pueda arreglar un whisky con soda.

Komond: Yo es que prefiero beberme una rubia con tequila...

Bogart: Vamos chico, tú deja de preocuparte, lo peor que te puede pasar es que la película sea de un director novel o que esté en versión original sin subtítulos...

Komond: Con la suerte que tengo yo seguro que son las dos cosas.
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11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
No me gusta la playa, no me pongo moreno, me quemo
Partiendo de la base que me gusta mucho Woody Allen y eso no me hace ser del todo objetivo, lo intentare.
Este film es una Obra Maestra, unas de las que me pude reír en muchísimas ocasiones, la dirección de Herbert Ross es de lo más acertada, y los diálogos chispeantes (guión del señor Allen) hechos claro está, a la medida del mismo, todo en ella irradia humor.
Los comparsas están muy bien, un Tony Roberts que nos hemos acostumbrado a verlo sobre todos en los films de Allen, una muy buena Diane Keaton que le da respuesta a la bis cómica del protagonista y hasta el fantasma de gran Humphrey Bogart está perfecto y es cuando los diálogos son más hilarantes, ¿como enseñar a conquistar mujeres un duro de la pantalla como Bogart a un inseguro y neurótico cinéfilo? Uno de sus gags cuando le dice como coger y besar a una mujer, la contestación de Allen – si, pero cuando a ti te pegan una bofetada no te vuelan las gafas a la otra parte de la habitación.



PD: Simplemente OBRA MAESTRA
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Bogart que estás en los cielos
Digno homenaje, que no parodia de Bogart y Casablanca.
Quién no ha tenido alguna vez un referente a la hora de afrontar ciertas situaciones, como por ejemplo ligar. Lo que pasa que muchas veces tomamos ejemplos con rasgos de personalidad muy opuestos a los nuestros, porque precisamente son esas actitudes las que más solemos envidiar, lo cual nos puede hacer comportar de manera realmente ridícula, sobre todo ante quienes ya nos conocen.
Precioso desenlace, sin darte cuenta, de repente, se acaba la comedia y estás reviviendo el final de Casablanca y eso siempre le deja a uno un magnífico sabor de boca.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Woody tras las cámaras
Adaptación al cine de la obra teatral homónima de Woody Allen, interpretada años antes en Broadway por, Diane Keaton, Tony Roberts y el propio Allen. La crítica alabó ambas y la convirtieron en el primer gran éxito del genio Neoyorkino. Primera actuación conjunta de la pareja Allen-Keaton, que se repetiría 5 años después en Annie Hall.
Como uno más en el reparto, encontramos a Humphrey Bogart, presente solo en la imaginación de Alan, un cinéfilo al que su novia acaba de dejar, comenzando así una búsqueda desesperada de la pareja sentimental. Ayudado por sus amigos y aconsejado por su ídolo, el gran Bogart, tratará de seducir a diferentes mujeres siguiendo las lecciones del apuesto galán, quien basándose en sus películas más destacadas, le ofrecerá su experiencia en el campo amoroso, aportándole la seguridad y decisión que necesite el protagonista en los momentos más delicados.
Un homenaje a Casablanca que se sitúa a la altura del gran clásico, tratado y respetado como la gran película que es, en el que eso si, se desvelará gran parte de su contenido original, por lo que parece aconsejable ver la cinta de Michael Curtiz primero, aunque no solo por eso, sino también para poder comprobar la agradable y cómica asociación que se da entre ambos films.
Una banda sonora a ritmo de Jazz acompañará esta formidable película, genialmente interpretada por una Diane Keaton espectacular y un Woody Allen mucho más cómico en sus mímicas de lo habitual, cambiando la comicidad irónica frecuente en sus diálogos, por los movimientos torpes y payasescos en las situaciones de enredo.
Como dato curioso, decir que la conocidísima frase “Tócala otra vez, Sam”, que siempre se ha asociado a la película Casablanca; realmente nunca se pronuncia en la misma, ya que es “Tócala Sam, tócala para mí” la que se enuncia realmente, y que Woody Allen adaptó para formar la célebre frase que utilizó como título de su obra.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El genuino Woody
Una de las pocas comedias de Allen, aunque él no la dirija, que me siguen haciendo reír. Tal vez porque se escribió un guión a su propia medida, cuando su personaje de neurótico obsesionado por el sexo, mitómano, inseguro, canijo y feo como él solo resultaba creíble. De acuerdo que algunos gags, en especial los más mímicos resultan hoy día exagerados, casi ridículos, pero no es menos cierto que algunas situaciones son de una comicidad incuestionable. Incluye algunas frases memorables y un cierto encanto nostálgico por una época que ya nunca volverá. Lo cierto es que el final, revisitando la despedida de ‘Casablanca’, no me entusiasma, pero eso, como todo, va en gustos. No puedo ocultar que he vuelto a partirme de risa con algunas de las patochadas de Woody Allen, cuando era un gran guionista y un cómico prometedor, mucho antes de cargar hasta la saciedad con el mismo rollo y de ser engullido por su propio personaje. Los años no pasan en balde. Por fortuna, ha flirteado con el drama en los últimos tiempos, porque sus comedias más recientes son flojitas, siendo generosos.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El secreto consiste no en ser Bogart, sino en ser uno mismo.
Magistral, nostálgica y deliciosa obra maestra, que supone la puesta de largo de muchas de las obsesiones y constantes del cine de Allen, su neurótico alter ego, su incapacidad de relacionarse con el sexo opuesto, su cinefilia nostálgica, y su primer encuentro en pantalla con su musa Diane Keaton, cuyas escenas juntos desprenden una química impresionante. Mencion especial merece el delirante personaje de Tony Roberts. Basado en un libreto escrito por el mismo, con un personaje a su medida y más allá de que la dirigiera Herbert Ross, la considero no solo como parte esencial de la filmografía Alleniana, sino como su primera obra maestra.

Conjuga milimétricamente los gags visuales, los diálogos brillantes marca de la casa, la preciosa historia de amor y el homenaje cinéfilo mas sincero y autentico que he visto en el cine de Allen, superior a los Bergmanianos que vendrían después. Pura magia.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
HASTA NUEVA YORK CON EL EQUIPAJE COMPLETO
La franqueza de W. Allen desarbola desde las primeras escenas porque dice lo que quiere decir, no se anda con rodeos y cautiva con su lógica aplastante, su dominio del lenguaje cinematográfico y su naturalidad casi obscena.
Su mirada se hace dueña, su sortilegio encandila y su aparente flaqueza posee la fuerza de la seducción.
Las arenas movedizas de la vida, incluso las cotidianas, cobran protagonismo cuando se sabe juzgar con ecuanimidad, convertir lo complejo en sencillo y romper los convencionalismos del corsé y de la conveniencia.

H. Bogart sólo hubo uno.
Pero hay que reconocer que este W. Allen de primera hora hizo el camino desde Casablanca hasta Nueva York con el equipaje completo.
Nada le faltaba.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
NO TE COBIJARÁS EN LA NOVIA DE TU MEJOR AMIGO, NI DARÁS COBIJO AL MEJOR AMIGO DE TU NOVIO: ACABARÉIS MAL
Real como la vida misma. De esas historias que no te encuentras por la calle, porque son muy íntimas, pero que descubres cuando intimas demasiado. Te puede pasar a ti o a la compañera de piso de tu novia. O al vecino de tu escalera, si eres de pueblo y tienes mucho contacto con él. El caso es que esto no es ciencia ficción, es realismo del montón, entresijos de las relaciones que, están ahí, pero nadie los quiere ver, a veces. Hasta que sales de dos divorcios y decides que sabes demasiado del tema como para quedártelo dentro. Y lo compartes con el mundo. Así le damos la bienvenida al creativo Woody Allen.

La sencilles de Diane Keaton, en esta, su primera película, me abruma. Una jovencísima Annie, con tan solo 25 años, pero ya dispuesta a conquistar los corazones de todos aquellos que admiramos la sencillez, y que la incluímos a ella. Es el vivo retrato del amor que te puedes encontrar a la vuelta de la esquina, con esa ropa ancha descuidada, su pelo tintado liso y esa mirada de chica que te ametralla con su inocencia. Cómo te entendemos, bueno de Woody.

La película es una buena metáfora explicativa de lo que es, en sí, el desenlace de un mito como “Casablanca”. Algo tiene esa película, la primera que me hizo engancharme al cine clásico. Su poder interpretativo, su guión tan inverosímil, su “marsellesa”… Los flashbacks de Boggie son un guiño a uno de los más grandes. Gracias, Woody, por amar el cine y el conocimiento, e ilustrarnos con tu cultura sin límites. Sabes de historia, de música, de arte, de ciudades, de mujeres, de relaciones, de situaciones laborales, de política, de religión… En fin, amigo, un gusto tenerte en mi vida.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Anoche platiqué con Bogart
Magistral comedia de Woody Allen y toda la revoltura de este pequeño genio que se asesora con su querido padrino, el mismísimo Bogart. Quien sabe como tratar a las chicas. El atormentado Woody tratará de poner en práctica las “sugerencias” de su guía Humprey. Como todo buen cinéfilo, tratara de igualar las hazañas de su héroe de Casablanca.
Aunque el alcohol le hace daño, adoptara las manías de su consejero de gabardina, quien se mente en su mente y nos hace ver con simpatía, las torpezas de ese hombrecillo, "observador de la vida" que semeja a un ratón nervioso de laboratorio.
Las relaciones con las féminas no son cosa fácil, ni de gracia, aunque la neurosis de Allen así lo indique.
Allan Félix, el hipocondriaco, se ríe de la vida y del divorcio. Por que anoche volvió a platicar con Bogart.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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