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36 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Realizada cuando apoyar a los judíos era ser de izquierdas
Tras la Segunda Guerra Mundial, la causa judía era vista con una gran simpatía por la izquierda política y los intelectuales del mundo occidental. Y no sólo por la gran tragedia que significó el Holocausto. El sistema de kibbutzs se consideraba como el paraíso socialista del proletariado en la tierra por lo que era muy fácil hacer una equivalencia entre el David socialista judío y el Goliat capitalista árabe, - los países árabes en aquellos tiempos eran sobre todo monarquías-, si bien es cierto que la crisis de Suez de 1956 había comenzado a hacer cambiar ese punto de vista. Leon Uris fue precisamente uno de los muchos periodistas que cubrieron dicha crisis.

La novela de León Uris en la que está basada la película fue publicada en 1958 y se convirtió en un best-seller desde el primer día. Uris se inspiró en sus experiencias y entrevistas como periodista durante la crisis arriba indicada. "Exodo" recoge en un gran fresco la gestación y nacimiento del Estado de Israel tomando como base la odisea del barco "Exodus 1947", un desvencijado vapor que fue utilizado por la Haganah para llevar a unos 4.500 judíos supervivientes de los campos nazis desde Francia al territorio de la Palestina bajo dominación británica. A diferencia de la historia real, Uris hizo que la travesía del "Exodus" se viera coronada por el éxito, pero cambiándolo por un barco más pequeño con tan sólo 600 refugiados.

Otto Preminger quedó entusiasmado con la lectura de la novela y propuso a la Fox que comprará los derechos para realizar una superproducción. La Fox no lo dudó ni un segundo. Para Preminger "Exodo" era un drama similar a la de la Independencia Norteamericana, en que el Estado de Israel nace a pesar de la oposición de Gran Bretaña y sus aliados árabes. Pero también fue lo suficiéntemente listo como para darse cuenta de que Uris no era el guionista adecuado para llevar su propia historia a la pantalla. Preminger decidió que el guionista fuera Dalton Trumbo y que firmara con su propio nombre. En esa época, Trumbo estaba incluido en la infame lista negra y esto animó a Kirk Douglas a hacer una declaración reconociendo que Trumbo también estaba elaborando el guión de "Espartaco". Ese fue el fin de la lista negra.

Como suele suceder, el tiempo va poniendo a cada uno en su sitio. En el caso de "Exodo" la película no ha ido envejeciendo bien. Si olvidamos el conflicto que aun sigue desgarrando dicha zona del planeta y hacemos el esfuerzo de fijarnos tan sólo en el aspecto cinematográfico, podríamos decir que sigue siendo una película correcta, pero demasiado larga y maniquea. Sin embargo hay una cosa que sigue mantenido su prestigio intacto y es su banda sonora. Ernest Gold consiguió realizar una destacable partitura con una cierta grandiosidad "bíblica". De hecho, mi parte favorita de la película son los títulos de crédito con la llama sobre fondo azul mientras oímos la magnífica partitura de Gold.
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126 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
EL NACIMIENTO DE LA DISCORDIA
Otto Preminger adaptó la novela de Leon Uris y ya le comportó problemas durante su estreno. El mismo escritor acusó al director de "Laura" de suavizar el contexto de la idea original de su obra, pero Preminger ya había realizado su gran producción, trufado de estrellas y con el conflicto del nacimiento de la nación de Israel. Paul Newman es Ari Ben Canaan el guía de su pueblo hacia las tierras de su origen después de escapar de los tristes años del nazismo en Europa. Así lleva a un pueblo arrepentido hacia la nueva era del Sionismo; el resurgir de una comunidad, no sólo la exiliada, sinó la de los que están establecidos allí desde hace siglos bajo la presión del ejército británico. Después de quedar sitiados en Chile, la Resistencia imparable parte rumbo en un pequeño barco mercante, en condiciones infrahumanas, hacia la Tierra Prometida, con la esperanza por resurgir y establecerse de nuevo en las regiones de sus antepasados.

"Éxodo" sigue causando estragos hoy en día según las circunstancias que se suceden en Israel. Pero Otto Preminger se limita a filmar como el que aprende leyendo un libro de Historia. Y según el año en que rodó, muestra un prólogo sobre el sufrimiento dejando un final en suspenso que podría concluirse como el origen del conflicto Palestino cuando la ONU decidió por unanimidad declarar Israel como Estado. Sin olvidar claro las consecuencias repercutidas por las alas más radicales de los resistentes al atentar en el Hotel Rey David, catástrofe que se saldó con más de trescientos muertos y que para algunos sigue siendo el desencadenante de las guerras que se producen en este lado del mediterranio hoy en día. La música, firmada por Ernest Gold y que ganó el Óscar, sigue llevando una bandera de estremecedor patriotismo en cada una de sus notas.
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22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Bravo y shalom al maestro Otto Preminger.
Al final de esta peli, Paul Newman está enterrando dos cadáveres y nos suelta un emotivo discurso sobre cómo los judíos y los musulmanes vivirán en paz y harmonía en las paradisíacas tierras de Palestina, y algún desalmado se pensó que era un chiste e irrumpió en carcajadas en medio del cine.

La verdad es que no hay una única respuesta a la eterna pregunta de cómo El Pueblo Elegido (o sea, los judíos) han pasado de ser los pupas del mundo, aquellos que recibían golpes desde todas las direcciones, a convertirse en los supervillanos del siglo XXI.
Parece que hayan ido interiorizando todo el odio que les lanzaban y ahora lo estén soltando sobre Gaza y Palestina y el Líbano...
Un amigo mío que es un poco garrulo tiene la teoría de que si no los circuncidasen, ni los judíos ni los musulmanes tendrían tanta mala leche, pero es una teoría que no ha estado comprobada científicamente.
Y uno de los personajes más entrañables de Éxodo afirma que los supervivientes del Holocausto tienen remordimientos y se sienten culpables por estar vivos. Es terrible, pero quizá es verdad... pero yo de ellos, en lugar de guardar los malos sentimientos, los aprovecharía para vender libros en plan Günter Grass.

El caso es que hoy en día resulta más interesante que nunca repasar la historia que llevó a la creación del estado de Israel en 1947.
Y no se crean que es una penitencia, porque se trata de una espectacular superproducción de 200 minutos de a) aventuras, b) pasiones, c) diálogos memorables, y d) análisis de las justificaciones que pueden tener los oprimidos para lanzarse a la lucha armada (ojo, que algunos de estos diálogos entre terroristas judíos son totalmente intercambiables con los diálogos que tienen los terroristas palestinos en por ejemplo Paradise Now).

Un peliculón de cabo a rabo, con una excelente música de un tal Ernest Gold, por cierto.

Nota: excelente.
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43 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Menos sesgada de lo que piensan
Técnicamente es una gran película, muy buena, en mi opinión; quizás en algunos momentos se nota que Preminger tuvo que correr para que el libro de varios cientos de páginas no se le convirtiera en una película de cuatro o cinco horas, y por eso me gusta más la primera que la segunda parte.
La carga política es evidente y hace que las opiniones sobre ella sean muy enconadas a favor o en contra. Los que critican el sionismo de los años treinta y cuarenta (época de máximo activismo sionista y que refleja la película) no se dan cuenta de que actualmente son los árabes los que, por contar con la simpatía del mundo y manejar mucho más la prensa mundial que los israelíes, tergiversan a su antojo la realidad. Por ejemplo, y refiriendo sólo al nacimiento de Israel:
-Los mismos medios que condenan la inmigración libre a Israel que pretendían los judíos, y que por supuesto nunca se llevó a cabo (el Libro Blanco inglés redujo las entradas de judíos y al final paralizó la inmigración legal casi por completo) favorezcan y aboguen por la entrada prácticamnete sin restricciones de inmigrantes del tercer mundo en Europa en busca de un mundo mejor.
-Los países árabes nunca vieron resringida su aportación de inmigrantes a Palestina en los años 20 y 30. Hasta tal punto, que como se demostró en varios libros escritos en los ochenta, comprobando partidas de nacimiento, y residencia, etc, de los refugiados de Gaza y Cisjordania, la mayoría, con mucho, eran inmigrantes o hijos de inmigrantes de árabes que habían acudido de Siria, Egipto, Irak y Transjordania en los años veinte atraídos por la bonanza económica de la Palestina de entonces, bonanza que era debido a... ¿adivinan a quién? el empuje económico floreciente de la comunidad judía. Adiós al mito de la comunidad palestina instaurada en Tierra santa desde Cromagnon. Los verdaderos descendientes de los árabes de Palestina "de toda la vida" tenían mayor apego a la tierra y no se fueron de ella.
-Sólo cito un punto más, aunque podría seguir, y seguir... Si es cierto que hubo terrorismo judío muy sanguinario, las cifras fueron infladas a conciencia por la comunidad árabe para llevar a los suyos al odio hacia los judíos y a la comunidad internacional a intervenir contra Israel, o al menos permitir que la exterminaran los ejércitos árabes. Invito a la gente a que consulte la matanza de Deir Yassin en la wikipedia (cito ésta por estar al alcance de todos y ser más o menos imparcial) donde se comprueba este extremo, y cómo los 254 muertos denunciados en un principio, y que la ONU reconoció como tal, fueron rebajados COMO MUCHO a 120 (seguramente seran menos, pues muchos de ellos simplemente huyeron sin saber se más de ellos. El estudio es de una importante Universidad Árabe, Bir Zeit University, de Cisjordania, y fue publicado en 1987. Y no es que yo crea que 120 son pocos, pero todas las informaciones que se nos suministran sobre el conflicto van tamizados por este cedazo de la exageración y tergiversación
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33 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Inolvidable historia y lección de Historia. Sobresaliente.
Impresionante relato basado en la homónima novela de Leon Uris, y que aunque no llega a transmitir todos los matices y conflictos personales de los protagonistas que se detallan en la obra original, consigue una magnífico ritmo que en ningún momento llega a cansar al espectador a pesar de su largo metraje, tres horas y cuarto de apasionante historia a través de unos personajes inolvidables.

Y es que desde una preciosa presentación acompañada por la apasionante banda sonora de Dalton Trumbo, esta película atrae y engancha la atención de todos los públicos. En esta historia se derrocha pasión, deseo y odio gracias a las magníficas interpretaciones de figuras como Newman, Lawford, Mineo y otros famosos de la época, y también de una desconocida pero maravillosa Jill Haworth que fue descubierta por Preminger en esta película y que nos proporciona uno de los personajes más tiernos y carismáticos de la obra.

El capitán Ari Ben Canaan, Karen "La Niña de la Luz", el guerrillero Dov Landau, el oscuro Akiva... son personajes que difícilmente quedarán en el olvido después de ver y sentir esta apasionante película.

Tan solo una pequeña crítica al reparto, al menos desde la óptica de quien escribe, hacia el personaje de Kitty Fremont, encarnado por una muy cotizada Eva Marie Saint pero que no parece estar a la altura del carisma de sus compañeros, aunque también es de justicia reconocer que esta actriz pierde mucho con el doblaje al castellano que recibió en la época.

Con todo, la película alcanza unas cotas de que la sitúan merecidamente entre las mejores de la Historia del Cine. Absolutamente recomendable por calidad cinematográfica, por la historia que transmite y por su lección de Historia. Sobresaliente.
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23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Extraordinaria odisea
La Metro Goldwyn Mayer encargó al escritor Leon Uris un libro sobre la fundación de Israel. Este libro fue todo un <best-seller>, pero dichos estudios no se atrevieron a llevar el mismo a la pantalla, ante el temor de que los paises árabes tomaran represalias contra todas sus películas. Por ello vendieron los correspondientes derechos al productor Otto Preminger quien con la ayuda de Arthur Krim, presidente de la United Artists, cubrió el presupuesto de esta película que ascendió a tres millones de dólares. Los alcaldes de Jerusalén y Haifa dieron facilidades especiales para rodar la película en cuestión, que ganó el óscar a la mejor banda sonora en film dramático, siendo además nominada para los relativos al mejor actor secundario (Sal Mineo) y fotografía en color.
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31 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
En busca de un hogar
Otto Preminger lanzó al mundillo del celuloide una espectacular superproducción sobre uno de los capítulos clave del siglo pasado: la constitución de Israel.
Los judíos, perseguidos y ninguneados durante milenios, acababan de pasar por el peor genocidio de su historia. Los recientes horrores del Holocausto nazi quemaban como ácido, y los supervivientes, los descendientes de la etnia de los eternos errantes del planeta, se hallaban sin hogar, sin patria, sin un suelo al que poder llamar su casa. Desperdigados por buena parte de la geografía europea, rescatados de los campos de concentración y exterminio en los que más de seis millones habían perecido, se encontraban en el mismo punto que sus ancestros. Parias, desterrados, nómadas. Nadie los recibiría con agrado. No ya porque el antisemitismo sea como una enfermedad contagiosa, sino porque cualquier nación se sentiría invadida si de repente miles de judíos se instalaran. Las Naciones Unidas, una vez más en su azarosa y poco eficaz existencia, eran situadas ante un dilema formidable: ¿Cómo colocar a tanta gente? ¿Cómo constituir su añorado Estado de Israel sin originar un conflicto cruento con los musulmanes de Palestina?
La coyuntura era terriblemente complicada y tenía copada la atención mundial. Mientras, muchos millares de personas estaban en tierra de nadie, aguardando incómodamente una resolución, en campos habilitados para acogerlos. Pero quedaba claro que, donde quiera que fuesen, estaban tan mal vistos como una plaga de langostas.
La gran epopeya de varios centenares de hebreos en camino hacia su Tierra Prometida, narrada por el novelista Leon Uris y adaptada por Dalton Trumbo para el drama histórico de Preminger, está ciertamente dotada de valor y de interés para bucear un poco más en la convulsa génesis del actual Israel, y presenciar, siquiera en imágenes de ficción, el surgimiento de la enemistad definitiva entre dos etnias que quedarían irreconciliablemente enfrentadas en la pelea por un territorio funestamente disputado.
La odisea en el trayecto hacia Palestina, el asentamiento, las hostilidades contra la ocupación británica, las acciones pacíficas, las acciones terroristas, los intentos de conciliación y los de declaración de guerra, y la votación internacional que se decantó, para bien o para mal, a favor de la nueva nación, se despliegan en una larga y colosal aventura épica de tres horas y veinte minutos.
Secundando las utópicas palabras de Ari Ben Canaan, ojalá llegue una era en que los muertos no sean los únicos que cohabiten en paz en esta tierra.
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23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
SE VE QUE ALGUNAS CRITICAS LAS HAN HECHO AUTENTICOS HISTORIADORES... DE PACOTILLA
Otto Preminger, Dalton Trumbo, Leon Uris, Paul Newman, Lee J Cobb, Eve Marie Saint, Sal Mineo y un largo etc para una de las mayores odiseas del 7º arte. Es un peliculon como ya no se podrián hacer con tanto efecto especial por ordenador y tan pocos guionistas de verdad del cine actual. Ahora bien no salgo de mi asombro al leer ciertas criticas, sobre todo negativas. Uno va y dice tan pancho que Palestina era un País y que los árabes tienen mas derecho sobre Andalucia que los judios sobre Palestina. Me gustaría saber cuando Palestina fue independiente (estuvo sucesivamente bajo dominio turco e inglés). No lo fue nunca. Los regímenes dictatoriales árabes (no sé porque los amantes de lo politicamente correcto no los criticaban nunca) se dedicaron durante décadas a manipular al pueblo palestino y a recluirlos en campos de refugiados despues de obligarles (no a todos) a salir de Palestina despues de la partición de 1948 con el pretexto de que aplastarían rapidamente a los judios y que recuperarían rapidamente su tierra. ¿Alguien les ha exigido alguna responsabilidad a esos gobiernos arabes por plantear una politica tan destructiva a largo plazo? Si bien es cierto que hubo grupos radicales sionistas como los grupos Irgun y Stern, pienso que si los árabes hubiesen aceptado la partición en su momento, ahora probablemente vivirían en paz judios y palestinos. Y a esos historiadores de pacotilla, les digo que antes de decir sandeces se informen un poco de las realidades historicas. Para poder criticar, primero hay que saber de lo que se habla.
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20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La importáncia de una buena convivencia.
Un realizador a destacar sería Otto Preminger, no sólo por la única y necesaria condición de ser un buen director de cine, sino que sabía contar historias humanas, tenía la gran capacidad de plasmar todo tipo de sentimientos en pantalla, donde las motivaciones de los protagonistas y su historia cobraban una mayor importancia que al resto de recursos técnicos. No sólo eso, sí nos fijamos, toda su carrera filmográfica es rica en variedad. Era un director que nunca se repetía, nunca recurría a la misma fórmula ya empleada en algún film anterior, sino que buscaba siempre cosas nuevas, nunca llegó a encasillarse.

Entrando ya en materia, y dejando de lado su fidelidad en el libro en que se basa y sin adentrarse en largas polémicas sí esta historia era más un film propagandístico y necesario para su época, diremos que pese a su exagerada duración, “Éxodo” es un film que funciona. Preminger supo transmitir a partir de un más que talentoso grupo de actores, toda una tragedia griega donde los judíos luchaban por su propia identidad y por la posesión de obtener su propia patria en Palestina, conviviendo con los árabes.

Es en este contexto donde se desarrolla la cinta, en un crudo momento impregnado de abundantes tensiones, donde los judíos tratan de luchar contra la opresión del Imperio Británico. Es altamente complicado, por no decir imposible, mantenerse completamente imparcial y objetivo a la hora de narrar este tipo de historias. Pero Preminger sabe otorgar cierto objetivismo donde únicamente trata de relatarnos los hechos. Este aspecto será muy discutido, en este drama, Otto Preminger no deja a nadie impune de culpa o de castigo, sabe meternos en las situaciones de cada uno de los personajes, percatándonos que todos ellos tienen una razón o una causa por luchar.

Toda esta serie de atributos dotan al film de un toque muy humano, estamos ante una cinta que nos habla de la guerra pero no de una película bélica. Por si fuera poco, tenemos una bellísima banda sonora y un gran elenco de actores, todos ellos magistrales, destacando la pareja principal formada por Eva Marie Saint y el carismático Paul Newman, junto con tal vez la mejor actuación del joven Sal Mineo en toda su carrera. Un film largo, pero de lo más llevadero, sin que le sobre en absoluto ningún minuto y plagado de majestuosa humanidad y de motivaciones, estemos a favor de ellas o en contra.
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16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
LARGUÍSIMA, PARA VERLA A TROZOS
Afortunadamente es parte de mi colección de dvd de cine clásico, y la he podido ver por etapas, porque a pesar de que es interesante, resulta difícil sacar 3 horas y media para ver una película hoy en día. Pero es genial, como todo lo que sabe a clásico, el genial Paul Newman, que con su sola presencia podía llenar la sala de cine.

No me acaba de convencer Eva Marie Saint, puesto que no le veo el atractivo que tenían otras muchas actrices de su tiempo. Los demás del reparto perfecto en todos los sentidos.
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20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¡Shalom!
Una película que no se puede dejar de ver. Concienzuda, sincera y realista. Hecha con todo el rigor que se puede tener a la hora de tratar un tema tan delicado como lo es el conflicto judio y árabe en el recién creado estado de Israel.

La historia corre a cargo de un guión perfectamente escrito, que funciona al milímetro en su narración, y que jamás decae de agotamiento a pesar de las 3 horas y 20 minutos que dura el film. La película se divide en 2 historias perfectamente unidas, la llegada a Palestina y los conflictos que allí suceden una vez llegaron.
Además de eso, no se puede desperdiciar ninguna de las conversaciones que en la película vemos. Es como si antes de hablar cualquier personaje, nosotros ya sepamos lo que va a decir, ya sea para bien suyo o en su contra. Pero eso es porque cada párrafo de este guión está escrito con la cabeza y con el corazón en las manos.

Los actores hacen todos un magnífico trabajo, desde el duo protagonista hasta el secundario mas pequeño, todos se meten de lleno en sus respectivos roles, viviéndolos y exponiendo sus diferentes posturas acerca del tema de la película.

Como director, Otto Preminger hace un buen trabajo, sabe que entre manos tiene una gran superproducción (de aquella época) y sabe manejarla muy humildemente sin hacer alardes de estéticas preciosistas, ni abusa de efectos especiales. Los decorados son todos naturales y rodados en los respectivos paises donde transcurre la trama.

Y qué decir de la banda sonora. Si ya de por sí la película logra meternos en las cabezas de los personajes, la música compuesta por Ernest Gold hace que se palpe el grado de perfección con la punta de los dedos. Pocas veces una partitura había sido tan buen hilo conductor de la historia de una película.

Poco reconocimiento para una película que podría haber sido la mejor de aquel año, 1960.
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24 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La Tierra Prometida.
013/13(12/01/10) Espectacular recreación de la épica historia de la creación del Estado de Israel, contando con estrellas hollywoodienses, historia que comienza después del final de la W.W.II, cuando multitud de judíos emigraban a la que consideraban su tierra, huyendo de los horrores padecidos por el Holocausto. Otto Preminger adapta al cine el best-seller de Leon Uris “Exodus”, publicado dos años antes, adaptando el guión el Gran Dalton Trumbo, un represaliado por la infausta ‘La lista negra’, que por fin este año pudo ver de nuevo su nombre en los títulos de crédito de una película, también adaptó este mismo año la novela Howard Fast, “Spartacus”, dos sobras con una marcada tendencia política, y en las que Trumbo sale victorioso. La cinta a pesar de ser de larga duración, dura 3 horas y 20 minutos, no se hace larga, Preminger imprime al relato de un poderoso ritmo narrativo, que hace se mantenga durante todo el metraje, constantemente están pasando cosas, los personajes van evolucionando, lo que nos cuentan provoca en el espectador el interés, mediante escenas de una poderosa emotividad y de gran fuerza visual, con unos diálogos maravillosos, de los que intentan mover las conciencias, todo ello adornado por la colosal banda sonora de Ernest Gold, todo un prodigio de música que te emociona, empezando en los gloriosos títulos de crédito, creados por el número uno en este apartado, Saul Bass (habitual de Preminger y de Scorsese), donde una sobria llama ardiendo sobre un fondo azul mientras se escucha la deliciosa armonía. El relato empieza en Chipre donde hay campos de refugiados hebreos huidos de Europa, queriendo llegar a Palestina, los británicos los retienen, un comando judío comandado por Ari Ben Canaan (enorme Paul Newman), saca a 600 refugiados para embarcarlos en barco rebautizado como ‘Exodus’, rumbo a Palestina, pero los británicos los descubren y retienen en puerto, entonces los hebreos deciden hacer huelga de hambre para que les dejen ir a ‘La Tierra prometida’. Continua en zona spoiler, pero sin spoilers.
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15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
“Deja marchar a mi pueblo para que me sirva”
Salida o emigración es el significado de la palabra éxodo, y en este filme, alude a dos cosas: Al texto bíblico en el que se nos cuenta la salida de los israelitas de Egipto comandados por Moisés (y en el que se describe a un dios cruel y vengador a cuyo lado, Hitler, Mussolini o Idi Amin lucen como “mansas” palomas), y a la salida, en 1947, de 611 judíos de un campo de refugiados en Chipre quienes, aún sin conocerla, ven en Palestina su esperanza y su destino (pero aquí, la única alusión a Dios será cuando se cite la frase “Deja marchar a mi pueblo para que me sirva” (Éxodo 7:26), porque de resto, será el pueblo el que, con su sacrificio, perseverancia y unión, luchará por sus anhelos hasta las últimas consecuencias.

Fue, en 1958, que el escritor judío-estadounidense, Leon Uris (1924-2003), publicó su novela “Éxodo”, la cual surgió tras un largo viaje que hiciera a Israel cuando se hablaba de su conversión como un nuevo Estado, y se dice que fue un éxito internacional comparable a “La cabaña del tío Tom” o a “Lo que el viento se llevó”.

La película, como el libro, está dividida en bloques narrativos, y el primero (titulado en el libro “Al otro lado del Jordán”), se centra en las dificultades que, bajo el gobierno inglés, padecen en Chipre miles de judíos, de donde surge la idea del también judío, Ari Ben Canaan, de conseguir aliados para sacar de allí a los recién llegados en el barco Olympia (luego llamado Exodus cuando se inicie la travesía, segunda parte de la historia).

El director judío-austríaco, Otto Preminger, ha hecho un filme muy valioso desde la perspectiva de la lucha por la libertad de los pueblos, y con un efectivo guión del gran novelista y guionista, Dalton Trumbo, quizás lo más significativo sea la construcción de personajes, con los cuales se logra plasmar unos caracteres humanos de enorme valía, consiguiendo, y esto es bien importante, que la narración no se centre, especialmente, en ninguno de ellos. Tan importante resulta Ari, el líder del proceso, como Karen Hansen, la joven enfermera venida de Alemania; tan valiosa es Kitty Fremont, la americana que hace de puente entre el barco y el general Sutherland, como Dov Landau, el joven que arriesga su vida para golpear las estructuras inglesas. Cada quien cuenta: el refugiado que se une a la huelga de hambre... la madre que se niega a entregar a su hijo... el anciano que alienta la resistencia… y la labor de cada uno se convierte en parte de un engranaje, donde una sola pieza que falle puede tornar endeble la estructura.

Este, me parece, es el mayor mérito de un filme que vuelve a demostrar -como ya lo ha hecho la historia en muchos grandes momentos- que, el poseer la fuerza de las armas no es suficiente poder contra la resistencia indeclinable de un pueblo. Y contra prepotencia y la obstinación, el tacto y el trabajo mancomunado, pueden hacer lo suyo.

Preminger se ha hecho con un reparto internacional que incluye a Paul Newman y a Eva Marie Saint (aunque creo que, el romance entre ellos, es lo menos magnético del filme); Jill Haworth y Sal Mineo (su juvenil relación compensa lo que no logran los dos anteriores); Ralph Richardson y Peter Lawford (dos simpáticos representantes de las represivas fuerzas británicas); Alexandra Stewart y John Derek (hermana y “hermano” dispuestos a dar la lucha junto a Ari) y entre otros, Gregory Ratoff y Lee J. Cobb (otras efectivas piezas del engranaje).

El filme es muy significativo y tiene un tema musical inolvidable, escrito y dirigido por Ernest Gold (premio Oscar a la Mejor Banda Sonora).
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Y dijo Moisés al Faraón:
Teniendo en cuenta las circunstancias que rodean a esta película, tanto el título como el nombre del barco son muy apropiados. De hecho, los judíos buscan de nuevo la tierra prometida, tras una esclavitud peor que la del Antiguo Testamento al haber sobrevivido al horror del Holocausto nazi, comandados por un nuevo Moisés que no es otro que Ari Ben Canaan.
No he leído la extensa novela de Uris, pero me han dicho que es incluso más amplia que esta grandilocuente superproducción (con una duración similar al "Ben-Hur" de William Wyler, para que podamos hacernos una idea de la magnitud de semejante epopeya épica). Vamos, que hay que tener bastante tiempo para verla.
Gran trabajo de Paul Newman acompañado por un reparto estelar, exquisita fotografía y un guión que se sale de lo habitual al narrar dos partes bien diferentes en una misma película: Desde el hacinamiento de los judíos en Chipre y su "chantaje" a los británicos por zarpar hacia Palestina, hasta el problema de la ocupación inglesa en su patria y deseo de expulsarlos, unos mediante el respeto a las decisiones de las Naciones Unidas y otros a través de la violencia y el terrorismo.
Quizá lo peor sea su final, aunque deja abierto un conflicto que desgraciadamente nadie entiende que persista todavía en la actualidad.
Mi nota: 8,4
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
PROPAGANDA SIONISTA
Como pelicula técnicamente es irreprochable, por la buena dirección de Preminger y el gran trabajo tanto de Paul Newman como de Lee J. Cobb. Eva Marie Saint está mas bien dulzona y en algunos momento sobreactua. No obstante no puedo dejar dejar a un lado la historia real cuando veo la pelicula. La creación del estado de Israel fué el colofón de la traición del imperio britanico a los arabes, permitiendo que los sionistas (no los judios como raza) se fuesen introduciendo ilegalmente en Palestina. Durante la primera guerra mundial el imperio britanico necesitaba, por un lado el dinero de los judios ingleses pàra equipar a un ejercito desangrado por varios siglos de guerras coloniales, y por otro a los arabes para luchar contra los turcos en oriente medio. La promesa que hicieron a Faisal fué rota al finalizar la segunda guerra mundial. Los israelitas utilizaron el terrorismo, que hoy tanto utilizan contra los palestinos, para obligar a los britanicos a dejar su "incomodo" mandato sobre Palestina y obligar a la partición. En la pelicula se incurren en varios tergiversaciones, tales como decir que el Irgum eran los terroristas y el Hagana eran partidarios de la negociación. La realidad es que las dos eran organizaciones terroristas (el propio Ariel Sharon fué un reputado activista), así com hacer ver que instructores nazis apoyaban a las tropas arabes. La realidad es que el estado de Israel se fundó con dinero europeo y americano, y que el holocausto nazi supuso el espaldarazo definitivo para entregar Palestina a la causa sionista. Por lo que se refiere al desarrollo técnico de la pelicula, es de destacar la música y el ritmo narrativo impulsado por Preminger, que no obstante refleja de forma bastante verosimil la vida en los Kibutzs, en los cuales, no olvidemos, se desarrollaba la vida de europeos trasplantados. Creo que en estos momentos la pelicula queda bastante trasnochada.
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64 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El nacimiento del Estado de Israel, contado por los propios judíos
Propaganda sionista, bien hecha.

Película con buenos y conocidos actores; buen guion de Dalton Trumbo(ya rehabilitado tras la "caza de brujas"), basado en la novela homónima de León Uris (guionista habitual de la época dorada de Hollywood); un gran director, Otto Preminger(Laura, Anatomía de un asesinato...), que empezaba su declive, aunque todavía capaz de hacer una película interesante y un buen presupuesto. Con este cóctel tenía que salir un buen film, aunque muy parcial. Cuenta mentiras, medias verdades y alguna verdad sobre el nacimiento del Estado de Israel, igual que el libro. Todo con mucha emoción y explicado desde el punto de vista judío, obviando a los árabes.

A Otto Preminger le debieron entrar remordimientos y, años después, en 1975 rodó: Operación Rosebud, algo más imparcial.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Hacia la libertad o la muerte
Medio millón de judíos se agolpan en campos de refugiados, a la espera de tener un sitio al que ir. Su única esperanza reside en la posibilidad de empezar una nueva vida en un Estado que aún no existe.
Subirán a bordo de un viejo buque con la determinación como única arma y un objetivo: o llegar a Israel o morir en el intento.

Publicada en 1.958 por Leon M. Uris, "Exodus" fue su canto a Israel desde una perspectiva total y abiertamente projudía a la vez que supuso un acontecimiento para la industria editorial americana, sólo comparable en la magnitud de sus cifras al éxito obtenido obtenido años antes por "Gone With the Wind"; el nativo de Maryland, tras una documentación exhaustiva en su preparación, ambientó la historia en los meses previos a la resolución de la ONU adoptada a finales de los años '40 y en virtud de la cual las Naciones Unidas decidieron la creación de dos Estados, uno árabe y uno judío, en el territorio donde se asentaba el protectorado británico de Palestina.
Con sus más de 600 páginas y concebida como un fresco multifacético, la novela daba a conocer algunos de los hechos decisivos que desembocaron en el nacimiento de ese Estado de Israel mientras exploraba las razones del conflicto árabe-israelí, los orígenes centroeuropeos del sionismo y la interminable serie de desastres sufridos por el pueblo judío desde finales del siglo XIX hasta la culminación del Holocausto, mezclando realidad y algo de ficción con una incontestable calidad literaria, por lo que no tardaría en convertirse en objeto de adaptación para cines.

Así acabó siendo cuando Otto Preminger, que venía de saborear la gloria gracias a su audaz y devastadora "Anatomía de un Asesinato", quedara maravillado con el texto de Uris; esta adaptación sería avalada por una extraordinaria riqueza de medios, un enorme presupuesto y un extenso reparto que estaba encabezado por Ralph Richardson, Eva-Marie Saint y un Paul Newman visualizado por el austrohúngaro como el héroe renegado Ari Ben Canaan...y con quien sin embargo mantendría una colaboración llena de desavenencias y tensiones bastante desagradables para su salud.
El guión, a cargo de un todavía perseguido Dalton Trumbo que va a firmar, para sorpresa de todos, con su propio nombre a petición del director. El azul intenso de la cubierta de la novela es recreado en pantalla en segundo plano mientras una llama ardiente emerge del inferior del encuadre; el fuego del pueblo judío ya empieza a arder y sólo estamos en los créditos del inicio de esta epopeya rodada íntegramente en escenarios naturales de Israel y Chipre, magnificada por una portentosa banda sonora y fotografía de Ernest Gold y Sam Leavitt y con todos los atributos de una superproducción de Hollywood, si bien su estructura interna y su gestación merecen ser objeto de estudio más allá del ámbito cinematográfico.

A través del amplio formato SuperPanavision 70, Preminger describirá y nos acercará a las horas más sombrías, triunfales y sobre todo dramáticas del movimiento sionista; al poco tiempo de finalizar el desastre en Europa, estos miles de judíos convertidos en apátridas y en no pocas ocasiones rechazados por quienes antes de la guerra fueron sus vecinos, ven rotas sus esperanzas hacinados en el campo chipriota de Karaolos hasta que son designados por el mando de la Organización de Inmigración Clandestina, la Mossad Le'aliyah Bet, como punta de lanza del más importante desafío al poder inglés.
Pese a la incuestionable defensa que lleva a cabo Preminger del pueblo judío, Trumbo es hombre inteligente y en su guión se acumulan un enorme catálogo de personajes con sus propias posturas políticas e ideológicas, a un momento aplastadas por la firmeza de ese general Sutherland cuyas amargas palabras se resignan a aceptar un continuo escenario de holocaustos y guerras entre los seres humanos. A un lado tenemos la tragedia personal (sufriendo de una exagerada dramatización y sentimentalismo por parte del cineasta cada vez que se expone en pantalla) de la joven Karen, quien ha perdido a toda su familia en los campos de exterminio y ve en Israel la posibilidad de encontrar a su padre, un prestigioso científico.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Pese a un éxito comercial más bien relativo (debido a la pésima imagen de las autoridades británicas le película pasó, como estaba previsto, sin pena ni gloria por los cines del país) pero obteniendo su protagonismo en varias ceremonias y festivales (se acabaría llevando sólo un Oscar a la Mejor Banda sonora), Preminger nunca dejó de considerarla su trabajo más importante y al que aportó un mayor grado de compromiso personal e ideológico.
Su manejo del drama, la luz y las atmósferas deslumbra en una secuencia en particular como esa filmada de noche donde Canaan deambula por la atestada cubierta del desvencijado buque mientras escucha en silencio a todas esas gentes, a ese pueblo cuyo firme objetivo es el de no volver a verse sometido aunque ello les pueda llevar a la muerte; la fuerza visual y el impacto trágico del que con plena elegancia dota a las imágenes le encoge a uno los intestinos, al igual que la sutil interpretación de Newman.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Épica hebrea
La creación del estado de Israel y todas las consecuencias que tuvo en el mundo y en su pueblo. Aunque no llega a profundizar en todos los aspectos que conlleva el problema palestino y el traslado masivo de judíos supervivientes del holocausto nazi desde Europa, nos cuenta muchas historias distintas desde varios puntos de vista.
La duración es muy larga y puede hacer pesado su visionado, al igual que muchas producciones épicas de esta época en Hollywood. En este caso las 3 horas y cuarto cansan mucho para verla de forma continuada.
Pero no se puede negar que estamos ante una gran producción, con el buen hacer del siempre solvente Paul Newman. Lo mejor, la parte de la historia que trata de los rebeldes judíos que hacían atentados, lo que luego haría el bando palestino. Curiosas ironías de la Historia.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La lucha por el nacimiento del estado de Palestina
Película de casi 4 horas de duración que narra la historia del pueblo judío que intenta buscar su hueco en el mundo tras una terrible Segunda Guerra Mundial. Un pueblo que sale de unos campos de concetración alemanes, para meterse en unos ingleses, debido a que el estado de Israel no admite a dichos visitantes. Unos visitantes que reclaman su derecho a una tierra que se les ha negado durante generaciones.
El director nos narra una historia épica de la lucha de un pueblo por un hueco en el mundo. De la lucha entre religiones y etnias. Una lucha interminable, y que hoy en día no tiene una solución clara.
Un barco llamado Éxodo inicia una marcha por liberar a un número de personas de ese campo, e intentar introducirlas en Israel. Ya dentro intentarán hacerse un hueco en la sociedad, y poco a poco ir arañando un poco de tierra de su sagrada Palestina.
Paul Newman encabeza esta marcha pacífica en busca de la tierra prometida. Una marcha que irá en paralelo junto con un número de personas que entienden la lucha no con el diálago, sino con las armas. Al lado de él, una mujer americana que no tiene mucho aprecio al pueblo judío, pero que por diversas circunstacias se verá involucrada en el conflicto.
"Éxodo" es una película que con el paso de los años sigue siendo actual debido a que el conflicto sigue vigente. Narra una historia que por desgracia a evolucionado poco, y nos adentra en una forma de vida que se entiende únicamente con las armas y el deseo.
En fin, película entretenida para ver sobre todo una tarde lluviosa ya que cuenta con una duración muy larga. Una película que no aburre y que cuenta con una maravillosa banda sonora.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El origen de Israel
Superproducción de Otto Preminger que narra la historia de un contingente de judíos que a través del buque "Éxodo" llegó a las tierras de Palestina con el objetivo de crear el estado de Israel.

Pese a su larga duración (más de 3 horas) el filme no se hace pesado; va recorriendo la vida de los distintos personajes profundizando en su sentimiento identitario en busca de una tierra que les acoja y represente como nación.
Unos lo harán de forma pacífica, otros harán uso de la violencia.

Respecto a la parte técnica mencionar el guión de Dalton Trumbo, adaptación de la novela de Leon Uris, así como la majestuosa música de Ernest Gold.

Gran elenco de actores encabezado por Paul Newman, Eva Marie Saint, Sal Mineo y Ralph Richardson.

Recomendable para seguidores del cine histórico.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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