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93 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Convencional, rutinaria... pero efectiva (6.5)
Más que con "El silencio de los corderos" hay que compararla con "Manhunter", la primera adaptación que se hizo de la novela "Red Dragon", de Thomas Harris, y que fue dirigida nada menos que por Michael Mann.

La calidad de ambas está pareja. La de Mann es mejor en algunos aspectos y ésta lo es en otros:


• Actuaciones y personajes.

Hopkins pega mucho más para el papel de Lecter que Brian Cox, al menos físicamente hablando; pero las situaciones y los diálogos que ponen en su boca en esta precuela no son tan inquietantes como los de "El silencio de los corderos".

Edward Norton lo hace mucho mejor que William Petersen. En "Manhunter" se arriesgaron mucho al construir al personaje de Will Graham como alguien tan extremadamente sensible que siente en su propia persona los asesinatos, y en ésta han sido demasiado convencionales; pero da igual, Norton siempre da lo mejor de sí mismo y arregla hasta la chapuza más grande.

Tom Noonan era muchísimo más inquietante que Ralph Fiennes. No es que Fiennes sea mal actor (más bien al contrario), pero Noonan tenía una cara de loco y una corpulencia que quedaban perfectas.
Emily Watson, en el papel de la ciega, tiene aquí aspecto mucho más delicado que el de Joan Allen. El personaje requería esa delicadeza.

Me gustan más los secundarios de "Manhunter" que los Keitel, Philip Seymour Hoffman y compañía.


• Narración, situaciones...

El final de ésta no me ha gustado nada. Demasiadas vueltas de tuerca.

El principio de ésta aclara el trauma que tiene Will Graham a raíz de la detención de Lecter. En la otra versión esto no se explicaba claramente y resultaba todo muy forzado, pero también es cierto que Petersen parecía mucho más afectado al llevar el caso que Edward Norton.
Lo correcto, en cuanto al personaje de Graham, habría sido mezclar algo de las dos versiones.

• Música
Es aquí donde cojea, y mucho, la versión de Mann. Tener a Elfmann en tu equipo siempre es apostar sobre seguro.
Es por la música que esta versión me ha parecido un pelín mejor; pero, si no, habría preferido la versión anterior.


Por lo demás, ambas siguen el mismo desarrollo argumental... más o menos.
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53 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
No es un remake de Hunter
La 3º película de Hannibal Lecter protagonizada por Anthony Hopkins está a la misma altura de la infravalorada Hannibal, film que como dije en su momento se resiente gravemente del guión de Zaillan, que cualquier otro guionista hubiera sacado mayor partido, como Ted Tally, guionista de esta película y de "El Silencio de los Corderos", por la que se llevó el Oscar al mejor guión adaptado.
El Dragón Rojo podría haber sido mejor película y ser tan buena como la original si en vez de contar con un director correcto como Brett Ratner, pero nada espectacular( Hora Punta 1, 2 y ahora 3, que están bien, son entretenidas pero ni de polvo obras maestras) hubiera estado el mismo Ridley Scott o Jonathan Demme, quienes con un material como éste podrían haber logrado un film de sobresaliente.
Si en Hannibal un "defectillo" era tener a Julianne Moore por Jodie Foster, ¿Por qué para esta película escogieron a Harvey Keitel en un papel que tenía que ser para Scott Glenn, el actor que lo interpretó en la pionera? Pienso que Keitel lo hace bien, pero también que si hubiera participado Glenn, el film ganaría enteros y daría mayor veracidad a la historia.
En cuanto a las actuaciones, todas fenomenales, sin excepción.
Por cierto, respondiendo a Riddick y a su spoiler, tengo que decir que sí que está equivocado...
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46 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El Gran Caníbal & El Hombre Vestido De Miedo
Segundo acercamiento a la figura del Dragón Rojo, después del "Manhunter" de Michael Mann. Esta nueva versión es más una excusa para volver a tener en pantalla al Hannibal Lecter de Anthony Hopkins, como atestigua el magnífico prólogo creado especialmente para dar un inicio al personaje. Concierto de música más cena de gala, e introducción del personaje de Edward Norton, que acude al renombrado psicólogo a pedirle consejo sobre una serie de misteriosas desapariciones. A partir de un enfrentamiento, se sucede un montaje de titulares de periódico gracias al cual sabemos del proceso a Lecter y de su encarcelamiento. Cuidadísimo e interesantísimo prólogo.

Centrándonos en la línea que da nombre a la película, Ralph Fiennes construye un maquiavélico y demente personaje, con un trauma de la infancia a lo "Psicosis". Su supuesta fealdad le lleva a querer transformarse en el Dragón Rojo (este concepto de transformación también aparecía en "El silencio de los corderos"). De hecho, la escena en que empieza a rasgar y a devorar literalmente la pintura de "El Gran Dragón Rojo & La Mujer Vestida De Sol" es espeluznantemente abrumadora. Emily Watson participa de su historia interpretando a una mujer ciega que quiere ver que hay más allá de la coraza de Fiennes. Las escenas "románticas" entre ambos pueden hacerse algo pesadas, pero son necesarias para entender el conflicto interno del Dragón Fiennes.

Edward Norton se mete en la piel del detective Will Graham, el hombre que encerró a Lecter, y que arrastra un conflicto interno a raíz de ello. No supo darse cuenta a tiempo de lo que tenía delante de sus narices, y vive retirado por miedo a volver a fracasar. Miedo que se incrementa cuando se ve forzado a acudir de nuevo a Lecter para que le ayude a resolver el caso del dragón. Es entonces cuando asistimos a una revisión de "El silencio de los corderos", sustituyendo a Clarice Starling por Will Graham. Se retoman los angustiosos encuentros a través del cristal, perdiendo originalidad pero recobrando profundización en los personajes, perdida en "Hannibal". En ambos casos Lecter ayuda a los protagonistas: con Jodie Foster, lo hacía por una especie de fascinación perversa, y con Norton por admiración. Lecter lo considera un digno contrincante porque fue capaz de atraparle, e incluso intenta ayudarle a despojarse de ese miedo que arrastra, demostrando que aparte de caníbal también es humano. La relación pues que se establece entre ambos es aquella de maestro y discípulo. Las dos son para quitarse el sombrero, aunque el caso de Norton se vea perjudicado porque ya se ha visto antes.

Un Philip Seymour Hoffman pre-Oscar, un Harvey Keitel sustituyendo al Scott Glenn de "El silencio..." y un Anthony Heald que repite corte de pelo para concordar con las fechas entre ésta y la primera completan el reparto de esta tercera incursión (primera cronológicamente) en la mente del caníbal interpretado con absoluta maestría por Hopkins (aunque ya no impacte tanto).
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27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Remake, pero recomendable
Basada en el libro que relata las primeras andanzas de Aníbal Lecter y, a su vez, remake de una interesante película del 86, Manhunter, de la que incluso copia alguna escena.

Con estas premisas no podíamos esperarnos una cosa muy allá...... Pero no es así, la película está francamente bien y contrasta mucho con la fracasada producción anterior "Hannibal" (del, a su vez, cada vez más fracasado Ridley Scott).

Ésta bebe de las fuentes del "Silencio de los corderos", es decir, Aníbal sale poco (norma nº1 de cualquier película de miedo: El malo que da miedo DEBE salir poco, si no, deja de dar miedo), tenemos a un excelente actor dándole la réplica a Hopkins (Edward Norton, aquí está
fantástico nuevamente), y un reparto de secundarios que cumple muy dignamente su papel. Pero la semejanza va más allá, la trama es muy similar y el desenlace, digamos, recuerda bastante a la primera de la saga.
Da igual, merece la pena verla (si te gusto "El silencio...", claro) y para espectadores con memoria, notarán varios guiños a las 2 anteriores (sobre todo a la primera).

El único "pero" que se le puede achacar es que no es original, viéndola nos da la impresión de estar rememorando "El silencio de los corderos"; no importa, merece la pena verla
.
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25 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Esta sí
Tras el pequeño fiasco que supuso (para mí) Hannibal, la saga vuelve a lo que mejor sabe y lo hace de manera genial.

Brett Ratner no es el tipo de director que suele hacer estas películas. De hecho, es mucho más comercial, aunque en todas sus películas hay pequeños destellos de genialidad, aunque sean minúsculos. Aquí los fogonazos se multiplican con planos que son auténticas delicias. El montaje hace del desarrollo una línea que une los puntos sin ningún bache, convirtiéndose en una ancha autopista en la que el espectador viaja placidamente disfrutando del paisaje. El guión adaptado es fenomenal, dejando espacio a todos los personajes para que se desarrollen casi por sí mismos. La música de Danny Elfman es bestial, y tiene mucha culpa de la atmósfera que se consigue, así como la fotografía de Dante Spinotti, casi infernal.

Edward Norton, Anthony Hopkins, Harvey Keitel o Philip Seymour Hoffman, cuatro actores a los que podrías poner frente a una cámara durante dos horas y obtener un material magnífico. Con ellos, todo se simplifica. Norton es, para mí, el mejor actor de la generación actual. La cantidad de registros que tiene es asombrosa e imprimer una personalidad tremendamente real a todos sus personajes. Aquí, más de lo mismo. Anthony Hopkins sigue aterrorizando con miradas o frases que en boca de otros sonarían casi cómicas, cosa que dice todo lo que hay que decir sobre una interpretación. Hoffman, pese a ser poco importante, deja un par de escenas grandiosas. Harvey Keitel es otro genio, capaz de moverse en un papel como el que aquí representa con una soltura bárbara. Emily Watson está a un nivel gigantesco. Su fría candidez sale de lo más profundo de su interpretación. Ralph Fiennes, sobrenatural. Inquietante desde el primer minuto que sale, con un trabajo que turba y no deja tranquilo a nadie. El elenco de actores es de matrícula de honor.

Resumiendo, que es gerundio: acercarse al Silencio de los corderos era un arma de doble filo. Los fans podrían haberse echado hacia atrás si algo hubiera fallado, pero Brett Ratner, Ted Tally, Danny Elfman, Dante Spinotti, Edward Norton, Anthony Hopkins, Ralph Fiennes, Harvey Keitel, Philip Seymour Hoffman y Emily Watson se encargan de que no sea así. Y los nombro a todos porque cada uno es tan importante como el anterior.
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20 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El genio superado
Cuando fui a ver esta película no sabía muy bien con lo que me iba a encontrar, había visto sus secuelas, las cuales me habían gustado, pero no confiaba mucho en su director, el pedante Brett Ratner. Pero por otro lado me tranquilizaba saber que Hannibal volvería a ser encarnado por el magnífico Anthony Hopkins y acompañado en el reparto por actores de la talla de Edward Norton, Harvey Keitel, Emily Watson o Philip Seymur Hoffman, y como no, el fabuloso Ralph Fiennes.
Lo cierto es que el film me gustó bastante, no llega al nivel de El silencio de los corderos (aunque en esta ocasión el asesino está mucho más logrado que Búffalo Bill), y por supuesto supera a la de Ridley Scott.
Mención a parte merece el rubito británico Ralph Fiennes. Hasta ahora el gran Anthony Hopkins no había tenido nunca un digno rival, pero en esta ocasión el aprendiz supera al maestro, y sin duda lo mejor del film es, una vez más, la estupenda interpretación de Fiennes.
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20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Ahora sí toca comparar
Me refiero a compararla con “Hunter”, película de 1986, y de la cual, ésta de Ratner es un remake, pues, por lo demás, a “El silencio de los corderos” prefiero seguir dejándola en paz en el altar que merece. Y es que la de Demme está por encima del bien y del mal.

Los acontecimientos, incluso algunas escenas, son calcadas y, sin embargo, “El dragón rojo” me parece infinitamente superior a la de Mann, muchísimo más cuidada y acertada.

Para empezar, la actuación de Norton, sin ser nada del otro mundo pese a tratarse de un gran actor, le da cien vueltas a lo que hizo Petersen. Asimismo, el personaje en sí es mucho más creíble en esta cinta y no cae en el ridículo. Por ejemplo, los soliloquios de Norton están dosificados y justificados, de forma que no resultan risibles, cosa que sí sucede en “Hunter”. Otro ejemplo de corrección verosímil frente a exageración bufonesca sería el primer encuentro al que asistimos del policía con el periodista. En la de Mann, Petersen le voltea en el aire, rocambolescamente, en una escena poco realista, mientras que en ésta, Norton le coge de la pechera y lo empuja contra un coche, lo cual resulta más creíble, ¿no? Y podría mostrar más ejemplos, pero no me voy a extender en esto. Lo resumiré en que el binomio actor – personaje es del todo superior en “El dragón rojo”.

La banda sonora aquí no chirría, no molesta, acompaña armónicamente a la narración. Todo lo contrario que en “Hunter”.

El personaje de Lecter, aparte de la ventaja que otorga contar con Hopkins (a quien ya asociamos de forma automática con él), tiene un peso específico en el curso de la acción, no es un mero pegote prescindible, que es la sensación que me dejó a mí en la de Mann.

Ralph Fiennes, sin embargo, no me parece el actor más apropiado para dar vida a Francis Dolarhyde, y no porque le falten cualidades a este actor, ni mucho menos, sino porque además de ser muy guapo (y se supone que Dolarhyde sufre, entre otros traumas, uno con su rostro desfigurado), tiene cara de buena persona. Pese a ello, el personaje está bien interpretado y todo lo referente a él está explicado de forma más rica y convincente que en la cinta de 1986.

En resumen, “El dragón rojo”, al margen ya de comparaciones con “Hunter”, me ha dejado un buen sabor de boca que ni siquiera ha logrado empañar su final, en mi opinión, un tanto “made in Hollywood”.

Y por cierto, menudo reparto de lujo entre principales y secundarios. Lo cual me hace añadir que Emily Watson es una actriz que me encanta.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Un soberbio duelo de actuaciones
Como thriller actual Dragón Rojo destaca por su soberbio reparto, música y buena dirección, pero como precuela al Silencio de los Corderos resulta únicamente buena y funciona como tributo a la misma. Predecible, pero interesantemente llevada, esta última adaptación del primer libro de Thomas Harris resulta un duelo de actuaciones que nos recuerda que tan grandiosos y camaleónicos pueden ser Anthony Hopkins y Edward Norton (Sin olvidar al siempre estupendo Ralph Fiennes).
Un buen paso en la trilogía, discreto, pero no hacia atrás a diferencia de la abismal Hannibal.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Y LOS DRAGONES SAGRADOS
Pocas veces se tiene la oportunidad de encontrar frente a frente a dos actores de la talla de Anthony Hopkins y de Edward Norton, enfrentados en un espectacular duelo interpretativo, acompañados, además, de tres ayudas excelentes como son la de Ralfh Fiennes, Emily Watson y Harvey Keitel. Este filme está perfectamente realizado por el director Brett Ratner que nos sorprende en esta faceta de intriga y suspense, demostrando que sabe hacer buen cine. Edward Norton sabe interpretar a cualquier personaje y con una capacidad camaleónica impresionante se transforma en otro sin necesidad de cambiar su aspecto exterior. Únicamente con un gesto (Las dos caras de la verdad), con una inflexión en su mirada (El club de la lucha), con un énfasis en su voz (American History x), sabe dotar al personaje de la identidad correcta. Estoy convencido que algún día se llevará el Oscar que tan merecido tiene. La película no tiene desperdicio, desde las primeras escenas podemos disfrutar de un cine de calidad que no recurre a los tópicos facilones de las películas de este género. Para mí, la excelencia para que una película tenga el derecho a ser llamada “obra maestra”, consiste en la originalidad, en la perfecta interpretación y en la magistral dirección. Lástima que a este filme le falte la originalidad porque le hubiera dado la mejor nota.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El cine es una empresa
El principal objetivo de una empresa no es otro que maximizar beneficios y con esta película el cine ha demostrado una vez más la etiqueta de empresa que se le ha puesto durante los últimos años. De todos es sabido que Hannibal Lecter se ha convertido en uno de los nombres más productivos de la historia dentro de la industria cinematográfica, y prueba de ello es esta nueva adaptación del primer libro de Thomas Harris, el Dragón Rojo (La primera adaptación se llamó Manhunter), y la creación de su precuela, Hannibal, el origen del mal, también basada en un libro de Thomas Harris, publicado en Estados Unidos en diciembre de 2006.

La película es muy comercial. La atracción son Lecter y el maestro Hopkins. El resto de personajes son meros adornos. Han añadido escenas presenciales de Lecter ya que si hubieran seguido el libro al pie de la letra solo habríamos disfrutado de su compañía un par de veces. Puede que solo una. Aun así Lecter tiene un gran peso argumental en el libro. Will Graham, el protagonista de esta historia, me da la impresión de ser alguien listo pero menos que en el libro. Ralph Fiennes hace una gran actuación, pero no cuadra del todo bien con la descripción del personaje del Dragón rojo a quien se le describe como alguien muy musculoso y fuerte.

En general, a pesar de los cambios argumentales que han introducido, que no son tantos, la historia está muy bien montada y planteada. No es como el libro pero no está mal.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
YA NADIE TEME AL DOCTOR HANNIBAL
Brett Ratner (Batman vs. Superman) dirige al más famoso psycho-killer de la historia del cine.
El Dragón Rojo es la prueba palpable de dos asuntos: primero, en una saga lo importante no es el resultado artístico sino la recaudación que se pueda obtener de cada entrega (ojalá The Matrix y El Señor de Anillos rompan con este sortilegio); segundo, gracias a un buen reparto es posible salvar un producto con aroma a serie B.
Thomas Harris
En 1981 se publica El Dragón Rojo, primera entrega de las andanzas de un psiquiatra asesino: Hannibal Lecter. Thomas Harris es su creador y apunta ya sus facultades analíticas y detallistas, producto de la experiencia heredada como periodista de sucesos criminales, lo que aporta a sus relatos una enorme verosimilitud y fuerza. El escritor alargaría la vida de su personaje principal en las dos siguientes entregas: El silencio de los corderos y Hannibal. Si las adaptaciones de estas dos conseguían captar la frialdad necesaria para trasladar la atmósfera literaria, en esta última se pierde por completo, y tal vez sea porque el interés desaparece en una película si ésta se filma en último lugar. Es un caso parecido al de George Lucas y su, ahora, infantil odisea galáctica.
Money, money, money
El productor Dino de Laurentiis ya adaptó El Dragón Rojo en una ocasión. Como la jugada no le salió bien, cedió los derechos de la segunda novela, y tras ver que Jonathan Demme conseguía cinco oscars y un abrumador éxito comercial, ha querido desquitarse. Para ello, fichó a Ridley Scott para Hannibal y recupera a Ted Taliy (guionista de El silencio de los corderos) ahora.
El resultado no pasa de ser un encargo correcto, pero soso. Se recurre más al efectismo que a un verdadero interés por conocer las razones que expliquen los actos del asesino. La idea de una infancia terrible, violenta y vejatoria, no deja de ser tópica e insuficiente. Además, Anthony Hopkins, que vuelve a interpretar sin pestañear, es una mera excusa alrededor de la cual se colocan extraordinarios actores (Edward Norton, Ralph Fiennes, Harvey Keitel) que consiguen salvar un trabajo carente de consistencia real. Danny Ellfmen acierta puntualizando la composición tenebrosa de Howard Shore. El guión dispone de una sólida estructura (las más de dos horas pasan volando), pero no explota la historia (de amor) más interesante (psicópata-ciega), lo que me lleva a recomendarles que recuperen la otra adaptación de Michael Mann: Hunter (1986).
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
El dragón comercial.
Esta película tiene el (honor) de ser una de las primeras precuelas o de instaurar que se hagan como una regla, ya cuando no saben como estirar tramas con las secuelas, se (inventan) las precuelas para contarnos el origen de lo que sea, mostruos, asesinos, etc.
En este caso es el origen de hannibal lecter, la película se limita a mostranos unas cuantas escenas perfectamente diseñadas por el manual del thriller comercial, es decir, un asesino ointeligente, un policia que termina siendo más, y demás obviedades.
No aporta nada, no lo pretende tampoco.
Pero decir que esta precuela, como las anteriores secuelas ni se acercan al film original de Demme.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El primo malo de Anibal Lecter.
Y mira que no es que Anibal sea un 'corderito' pero el primo este que le ha salido en este film tiene muy mala baba.
La peli pues esta bien argumentada, Anthony, lo clava con en las anteriores entregas de la saga, Edward Norton me encanta como trabaja, lo sabe hacer para que la gente vea una interpretación de vertigo.
Lecter sigue tan sádico como siempre, tan pertubado como siempre, vamos que no cambiara ni que lo fabriquen de nuevo, un psico-killer de primera a tener en cuenta.
Película de pasar el rato.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El olfato de Lecter.
Precuela de los hechos acaecidos con anterioridad a la obra de arte de "el Silencio de los Corderos".

A pesar de que cada una de las películas han sido dirigidas por diferentes autores, todas convergen en un thriller inteligente llenos de pequeños detalles manteniendo el suspense hasta el final, donde Hopkins, en sus apariciones, llena la pantalla en uno de sus personajes más logrados, al menos comercialmente y a nivel de su prestigio como actor, dando el protagonismo a Edward Norton y Ralph Fiennes que no logran superar al bueno de Hannibal Lecter.

Sobresaliente, 9.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Del silencio de los corderos a la cagada de un infame peluquero
La película no estaría mal si no fuera porque reproduce casi con toda exactitud el esquema argumental de "El silencio de los corderos", por no decir que lo imita descaradamente, sin el menor pudor.

Tenemos al mismo psicópata preso, a otro asesino en serie que el FBI busca, a otro poli que pide la ayuda de Lécter (en este caso a Jodie Foster la sustituye un Edward Norton absurdamente teñido de rubio y con el mismo carisma que un moco), al mismo director medio subnormal del psiquiátrico, la misma celda de Hannibal, el mismo pasillo con la misma silla... Es como un deja vù pero en cutre vù.

Esta simpática precuela no deja de tener su gracia; tenemos 11 años después de la película de Demme a un Anthony Hopkins, que curiosamente hace de Lécter bastantes años más joven. Claro, las precuelas se remontan a los orígenes de las historias. El problema es cuando el protagonista es el mismo y en la realidad es bastantes años más viejo. Como que algo no cuadra ahí.

Hopkins se limita a repetirse; es el mismo de El silencio, ni más ni menos ni menos ni más. Tal vez con un guión algo más cutrecillo, unos diálogos menos intensos y con mucha menos química con su partenaire, pero perfectamente reconocible en sus gestos, sus miradas, su actitud provocadora... vamos, nuestro Hannibal de toda la vida.

Si acaso hay una aportación novedosa e interesante en esta entrega es mi adorado Ralph Fiennes, que una vez más vuelve a hacer magistralmente de malo atormentado a pesar de esa carita de bueno que dios le ha dado. No destripo nada si digo que él es el asesino porque casi desde el principio el director nos revela su cara y hasta sus motivos. El quid de la historia está en el proceso policial para encontrarlo y atraparlo. Fiennes está estupendo, como siempre, y se termina comiendo con papas al resto del reparto, que a pesar de su espectacularidad no brilla demasiado.

Repito, no es un mal thriller; entretiene bastante y mantiene un ritmo tenso y expectante. Si no fuera porque esta peli ya la hemos visto pero con un guión mucho mejor tal vez la consideraría con algo más de generosidad. Eso sí, no perdono a ese infame Norton rubio de bote cuya imagen se me ha quedado grabada en la mente y desgraciadamente ya nunca podré olvidar.
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11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El heredero de Hannibal.
Basada en el libro El dragón rojo de Thomas Harris.
El film seria el segundo de la saga y cuenta con un amplio reparto, escenas muy buenas tanto ambientadas como interpretadas, una nueva historia con un nuevo asesino y mucha intriga durante todo el film.
Merece verla si gusto el silencio de los corderos pero yo aconsejo ver con anterioridad Hannibal el origen.
Lo mejor: Su reparto y la saga en si.
Lo peor: Que tanto esfuerzo en el tatuaje no se viera mas y estaría bien ver escenas con la infancia del asesino.
Mejor escena: El final.
Las frases: Nuestras cicatrices tienen la virtud de recordarnos que el pasado fue real.
Usted no debe tenerme miedo... ¡debe tenerme pánico!
Curiosidades: Brett Ratner en su película Rush Hour 2 eligió "El Dragón rojo" como nombre del casino.
El director de fotografía Dante Spinotti también participó en Manhunter, que es la primera adaptación de la novela El dragón rojo.
Para realizar el tatuaje trasero de Ralph Fiennes se invirtieron ocho horas.
Edward Norton usó su sueldo de la película para financiar La última noche.
A Anthony Hopkins no le gustó la idea de hacer la segunda y tercera parte de la película, porque pensaba que dañaba su imagen. Éste fue casi impuesto por los directores y aceptó porque dijo que era el papel en el que mejor le pagaban.
Según el propio director, hubo que reducir por ordenador el tamaño de los genitales de Ralph Fiennes para su escena de desnudo.
Dado que Hannibal tenía que parecer más joven, Hopkins se vio obligado a adelgazar diez kilos.
De la original Hunter se recupera a Frankie Faison, el celador de Lecter, aunque aquí es policía. Este es el único actor que ha salido en todas las partes.
Para el papel que interpreta Ralph Fiennes, se había pensado en Nicolas Cage y Sean Penn.
Transcurre ocho años antes de "El silencio de los Corderos" por lo que se pensó en sustituir a Anthony Hopkins por Jude Law debido a su avanzada edad. Que hubiera estado muy bien.
Para acercarse a su personaje, Ralph Fiennes leyó sobre diferentes casos reales que se parecían a los crímenes cometidos por este personaje de ficción, perfiles del FBI y documentos de cómo trataron de penetrar en las mentes de estas personas. Leyó memorias de algunos de estos tipos en las que manifestaban lo que les condujo a cometer semejantes aberraciones y atrocidades. También realizó una visita a un hospital mental en una cárcel de alta seguridad.
Para relajarse durante las escenas de desnudo, Ralph Fiennes pidió que en el plató le pusieran música de los Bee Gees de "Fiebre del Sábado Noche".
Otras cintas del director: Hora punta, Family man y X men la decisión final.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
La nueva entrega de la franquicia Lecter
Dado que Dino Delaurentis se gastó una pasta gansa en comprar los derechos de las novelas de Thomas Harris, debía seguir exprimiendo el jugo a ese monstruito franquicia en que se convirtió Hannibal Lecter, volviendo a adaptar una novela que ya había sido llevada a la pantalla pocos años antes. Cabía esperarse que le diesen un nuevo sentido a una historia que no dejaba de ser la tópica y manida película de psicópata con torturado detective tras su pista. Pero este "Dragón Rojo" es mas de lo mismo.

Anthony Hopkins sigue ejerciendo sus labores de mercenario cinematográfico poniendo su fachada al servicio del personaje que le dio la fama, pero dado que se supone que este argumento sucede varios años antes de "El Silencio de los corderos", resulta arto chocante verle evidentemente mas envejecido y algo fondón. Está claro que por mucho maquillaje que se aplique, el paso del tiempo es imposible de ocultar. Las apariciones de Lecter en esta película son lo mas explotado, dandole mayor protagonismo a su personaje del que tenia en la película de Michael Mann (que por cierto, su film poseía un tratamiento visual francamente interesante, lo único a destacar). Un buen número de caras conocidas son otro reclamo, pero alguna está francamente perdida, caso de Ralph Finnes, un actor quizás demasiado refinado y famoso como para dar vida al "malo" de la función.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una agradable vuelta atrás
Cuando tienes un reparto excelente, un guión bien construido y un trabajo de dirección competente se consiguen películas como esta; carente de originalidad pero totalmente efectiva a la hora de entretener. Para amantes del género. No perder detalle de la soberbia actuacion de Ralph Fiennes.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Mejora
Después del fracaso de Hannibal, esta película hace recuperar un cierto buen sabor de boca. Es cierto que es más de lo mismo, Hannibal Lecter, pero para esta película han completado el grupo protagonista con dos actores fantásticos, y que además lo hacen genial, como son Edward norton y Ralph Fiennes.
La historia es bastante entretenida, fiel al libro y creo que mantiene la tensión lo suficiente como para no perder el interés en la trama.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Se acerca al espíritu de la primera entrega de la saga
Sacando la inigualable primera parte, esta precuela le sigue en calidad e intensidad dentro de la saga.
Gran parte de su mérito radica en la sobria profundidad psicológica de sus personajes, pero sin olvidar que es una cinta de misterio y tampoco descuidando la morbosidad y el clima malsano que debe haber en un filme donde dos psicópatas adquieren respectivamente el protagonismo.
La historia se sitúa épocas anteriores a la primera entrega, justo cuando Hannibal Lecter cae prisionero. Paralelamente otro asesino serial “El dragón rojo” comienza a llamar la atención por la truculencia de sus asesinatos. La película sigue el estilo de la primera entrega donde es el mismo Lecter quien desde la prisión colabora para cazar al maniaco. Por ello creo que es la cinta que más se acerca a la original de Jonathan Demme, la que guarda más el espíritu de explayarse en el por qué de las motivaciones de los personajes, donde todo está bien orquestado y además hay suficiente dinamismo y movilidad desde la acción para que el frenesí no decaiga ni un instante.
Es un filme que sigue el estilo conservador de la primera parte donde se insinúa mucha atrocidad sin necesidad de explicitarse demasiado en lo estrictamente sangriento, y no por ello el filme es menos contundente.
Indudablemente que todo el elenco cumple muy bien con sus interpretaciones, de los cuales rescato en primer lugar al convincente papel de Edward Norton, seguido por la suficiencia y el peso específico de la composición artística del experimentado Anthony Hopkins, y acrecentado aún más por la digna labor de Ralph Fiennes como co-villano de turno.
La atmósfera está aptamente lograda desde su pretendida inquietud, en ello también colabora la banda sonora, que si bien sigue los formulismos del género en materia de melodías, se encarama como un elemento que fomenta las constantes sensaciones de amenaza que se desarrolla en el siniestro relato argumental.
En fin, me ha gustado bastante porque hay mucha demencia y aire malsano desde lo psíquico, y desde ese sustrato se proyecta la acción y la sangre. El horror está bien cimentado en el volumen de los personajes que están perfectamente desarrollados como para comprender bien sus intereses, traumas y miedos. Todo un filme de horror psicológico combinado con los protocolos del serial killer. El resultado es más que satisfactorio y queda en segundo lugar dentro de la saga, un escalón más abajo que “El silencio de los Corderos” y encima de “Hannibal” y “Hannibal: el origen del mal”
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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