196 Críticas de los usuarios

He visto... Once...
https://www.filmaffinity.com/es/film726030.html

Un 8. Película que es música de principio a fin. Pequeña, sencilla, intimista, suave... que si te pilla en el momento indicado resulta deliciosa. Uno de esos bocados emocionales que sólo se catan una vez, de ciento en viento.

Y yo la he pillado en un buen momento, que me ha hecho disfrutarla de principio a fin, como una canción que escuchas una vez de pasada y que te embelesa.

El caso es que pensaba que ya tenía vista esta película, porque no sé por qué la confundía con Begin Again. Mi cerebro me hace estas cosas de vez en cuando. Para mi, ambos títulos eran la misma película.

Me ha gustado la historia sencilla, los personajes supercivilizados, la música que me ha pillado en el momento emocional idóneo, lo que cuentan y su naturaleza efímera. El relato de un momento que sabes irrepetible mientras transcurre, de los que se producen no muchos a lo largo de la vida.

Vamos, que me ha tocado un puñado de fibras sensibles, y me ha dejado emocionado, con un punto de nostalgia. En este momento siento la película como maravillosa. Y ver que en FilmAffinity la meten dentro de una lista denominada "Pequeñas joyas: películas no muy conocidas que me gusta recomendar", me parece de lo más acertado.

No es una película para todo el mundo, ni para cualquier momento. Pero a quien le guste, le puede encantar.

"Once" es una gran película que se debe conocer y disfrutar, esta cuenta con una mezcla de varios géneros como es el drama, romance y junto a ellos se encuentra la música que va en armonía con ellos.

El encargado de dirigir esta gran película es "Jhon Carney", quien ha realizado un gran trabajo en términos de dirección para una obra que se nota que no ha contado con un alto presupuesto a sus espaldas, pero creo que su director y escritor ha sabido dar al espectador una historia para recordar durante toda la vida. En el apartado fotográfico me han gustado mucho algunos planos que van en armonía con los acontecimientos narrados en esta cinta y creo que es un apartado que se debe destacar sin lugar a dudas.

El guion ha sido escrito por el propio "Jhon Carney", quien nos ha traído una preciosa historia entre dos personas y que algo inesperado los acaba uniendo. A nivel de escritura de guion me parece un gran guion y sin duda me ha sorprendido mucho este pedazo de historia que sinceramente no conocía.

A nivel de interpretación me ha parecido un gran trabajo por parte del dúo que forman "Glen Hansard" y "Markéta Irglová", quienes se roban el "show" durante toda la cinta y esto es gracias al gran guion que nos ha propuesto Carney para esta fantástica historia.

La música, pese a no ser un género que escuche en lo personal, me han parecido unas grandes pistas musicales y más cuando te enteras de que han sido interpretadas, compuestas por los propios actores de la película "Glen Hansard" y "Markéta Irglová" quienes han realizado un gran trabajo a nivel vocal.

El vestuario me ha parecido una buena elección sin más y creo que para el presupuesto que cuenta la película ha sido bien escogido por parte del equipo de vestuario.

En resumen, una gran historia que nos trae su director y guionista con esta película irlandesa que en un futuro volveré a disfrutar sin duda porque se ha convertido en una de mis favoritas.

Nota: 8/10

Adorable historia, sencillos argumentos y brillante música (aunque no sea muy de mi estilo). Increíble, pero con estos ingredientes John Carney nos ha sabido transmitir el sentimiento de un amor y una amistad únicos.

Sin ser una joya técnica aporta lo que debería aportar la mayoría de las películas, transmitir emociones. La música contundente llena de sentimientos encontrados entrelazan las vidas de los protagonistas. Quien no ha sentido suya las letras de una canción. La BSO lo es todo en este caso, es el vestido de a medida, el traje perfecto que viste lo humano de la historia.

Los diálogos son idóneos, y bien encadenados. Las conversaciones entre los protagonistas son sencillas pero destilan insinuación, ingenuidad, amor, amistad. La actuación de sus protagonistas son sentidas y muy buenas, sobre todo con la novel Markéta Irglová.

En contra: no me va el rollo indi, aunque como he dicho anteriormente las canciones son auténticas y llenas de sentimiento. Aunque no es vital, hubiera estado bien un poco más de presupuesto para este proyecto.

Maravillosa película sobre el amor, las decepciones, la esperanza.... aderezada con preciosas canciones llenas de sensibilidad. Que bonito parece Dublin, bajo los ojos de los protagonistas.

Esta película es simplemente: HERMOSA.

No es una historia romántica convencional, ya que le da apertura, importancia y vitalidad a los personajes y a la música que los une y también los separa.

La película se desarrolla en un ambiente repleto de tensión, que puede aliviarse a través de la música. Es realista y a la vez mágica.

Sin dudas la recomiendo,
Víctor...

Sensibilidad y acierto pleno en la manera de plasmar esta historia de músicos callejeros de un modo tan sencillo como magistral y evitando el enfoque romántico de hollywood. Te llega. La banda sonora (Oscar incluído), también es muy destacable. Tan bien le salió a John Carney, que infructuosamente ha tratado de repetir fórmula y éxito.

A ver... la película no está tan mal, pero ni de lejos tan bien como apuntan las críticas que he leído. Al final, la cosa no deja de ser una muestra más de cine social, en esta ocasión musicalizado. Los británicos siempre han sido buenos en esto, y ahora parece que a los irlandeses tampoco se les da mal. Pero a "(Once) Una vez" le falta ritmo -cinematográfico, se entiende-, emotividad más allá de la música y, sobre todo, que pase algo de interés. Es, en general, y del principio al fin, demasiado comedida, demasiado tranquila, demasiado realista y esencialmente insatisfactoria.

PD.- El enfoque de mi crítica pretende ser puramente cinematográfico. En lo que atañe a la parte musical -supongo que lo único de esta película susceptible de ser disfrutado sin reservas-, no opino porque no tengo ninguna autoridad. Auditivamente soy un negado, y por ahí es casi imposible conseguir que me emocione con nada. Qué le vamos a hacer...

Las canciones muy bonitas. Stop.

Los paisajes muy bonitos. Stop.

¿Dónde está la película? Puntos suspensivos.

Aunque respeto a quien le haya gustado, la verdad es que no lo entiendo. La historia tiene poco jugo, no existe ninguna tensión dramática, las canciones se alargan y se alargan... Le pongo un 3 porque al menos el final es digno.

Si alguien quiere ver una película indie romántica en la que te crees de verdad la historia, con química en la pareja protagonista, echadle un vistazo a ALREADY TOMORROW IN HONG KONG; la he visto tres veces en poco tiempo y sé que la veré alguna más...

El amor que se plasma es: Inmaduro, empalagoso, contradictorio, desequilibrado, dañino, muy estúpido desde un punto de vista tanto psicológico como emocional. Las situaciones pican de casualidad fantasiosa y poco verídica, no me parecen que capten algo cotidiano y real. No sé qué tipo de público puede caer en algo así.

La música ciertamente y aunque no sea mi estilo, tiene la letra en algunos momentos pero le falta el sentimiento y lo decora con mucha parafernalia que no supone ninguna innovación. El rodaje está mal realizado, hay planos que verdaderamente son ridículos, desde el aspecto técnico.

En conclusión, una cinta que podría haber hecho cualquier pequeño bohemio, músico de ideas rosas y poco estables en un bar un sábado por la noche.

Artista del Maizal

Me pongo a criticarla, para ello necesito un café tras su visionado.

La banda sonora es buena, supongo que casi todo el presupuesto se ha ido en ese aspecto de la película. Me he aburrido y bostezado de vez en cuando, lo que es señal de haber salido por la noche o de que la película es del género somnífero.
El protagonista resulta estúpido al intentar acostarse con una mujer casada y perdonar más adelante los cuernos de su ex; son contradicciones demasiado grandes. Es un film independiente, pero que a la hora de la verdad ha tenido un presupuesto grande para la composición de las canciones.
El momento en que todos están en la playa jugando al freesbe... bueno, sólo diré que John Carney carece de sentido de la realidad.
El técnico del estudio de grabación les llama gilipoyas a la cara y, de repente, cambia su actitud radicalmente para acabar chupándoles la polla a todos a la orilla del mar.

En fin, once y no más.

La banda sonora del film, a cargo de Glen Hansard, suena excelente, es lo mejor de todo el film; con su encanto melódico atrapa nuestra atención y gustosa escucha.

La historia no es explosiva sino refrenada: en la atracción entre este hombre y esta mujer talentosos musicales, no hay locuras, no se atreven a que en la jerarquía de valores de su encuentro y conocimiento mutuo el primer de los peldaños sea para el amor, no, este lugar primordial del apasionamiento se lo dejan a la música. ¡Lástima, ambos se lo ganan y ambos se lo pierden!.

Lo que la película cuenta, a grandes rasgos, es el casi romance salpicado de canciones entre un músico treintañero irlandés y una joven inmigrante checa que queda prendada de sus composiciones.

Está muy bien que nos cuenten los sueños de unos personajes singulares. El chico ya no es un niño, tiene sus años y se supone que un bagaje con el cual resulta extraño que continúe siendo tan idealista, rasgo que sería más propio de ella dada su juventud. Sin embargo no es así, la chica sabe perfectamente lo que es tener que ganarse la vida repartiendo flores por la calle o limpiando casas. Cuando por fin llega a su humilde hogar por la noche, la jornada no acaba para ella: aún debe cuidar a su hija y ayudar a su madre en la tareas del hogar.

La contraposición con él es, por tanto, notable. Este tipo tiene un carácter de adolescente: arregla aspiradoras en la tienda de su padre y, cuando le parece, se marcha al centro de Dublín a darle un poco a la guitarra a ver si saca unos cuartos.

Aunque la película sugiera que los sueños pueden llegar a cumplirse, me resulta ciertamente inverosímil que el protagonista masculino no haya encontrado a esas alturas otro medio de vida y se pase el día lamiéndose las heridas causadas por un amor perdido.

Quizá el retrato de personajes se haya concebido como el cruce entre el acomodo de los ciudadanos que dentro de la Unión Europea gozan de cierto nivel de bienestar y el de aquellos que, procedentes de la Europa del Este, luchan por hacerse un hueco en el marco comunitario.

Una nota positiva es la calidad de las canciones interpretadas, si bien es verdad que ya hacia el final acaban resultando ciertamente repetitivas. Es muy destacable el plano secuencia en la que la cámara retrata a Markéta Irglová mientras regresa a casa en plena noche escuchando una música a la que pone letra mentalmente.

No es un filme que haya despertado mis sentimientos más profundos ni he salido del cine con un buen rollo que no me cabía en el cuerpo. Es solo una más.

No entro a discutir la calidad técnica, ni el presupuesto y/o ilusión que se puso en este proyecto. Ya se han ocupado casi todos de discutir eso. La historia es ramplona y simple como pocas, no entiendo tanto alboroto por la película. Y encima, un musical. Para mi, infumable.

Siento discrepar con todo el mundo, pero a mi esto me ha parecido un videoclip largo, y menos mal que el final me ha gustado, los 5 mejores minutos, los últimos. La cancioncita no estaba mal, estilo Coldplay, pero si la llego a oir una vez más...puff...como en la Naranja Mecánica... No respondo de mi.

... me planteo yo.

Arrastrado por la gran repercusión que en los ambientes "culturetas" está teniendo está película, me acerque a un cine de mi ciudad para ver si respondía a todo lo bueno que de ella había oído y leído. Craso error. Resulta que la "original propuesta" del Sr. Carney consiste en mezclar un pastelón de los de toda la vida (vease A3 o T5 cualquier domingo de sobremesa) con una especie de video promocional de la Gira 2007 de los Pearl Jam... sólo que ni el pelirrojo cabrón ni su rollete veraniego checo le llegan a la suela de los zapatos a los chicos del gran Eddie Vedder. Pos ná.... una menos que ver.... mil calas a la basura... y todo el mundo contento (especialmente los del cine). Eso sí, los irlandeses que se dediquen a montar pubs y hacer cervezas, en lo que son grandes maestros, y dejen de marearnos con "nuevas propuestas" de infima calidad (recuerdese "La memoria de los peces").

fdo.: Mo Cuishla