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87 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Dave Bannion
Dirigida por Fritz Lang, se basa en un serial del Saturday Evening Post, de William P. McGivern, posteriormente editado (1952) como novela. Rodada en estudio, dispuso de un presupuesto modesto. Ganó el Edgar al mejor guión.

La acción tiene lugar en 1952 en una ciudad mediana de los EEUU, simbolizada por la inexistente Kenport, del imaginario condado de Parkway. Narra la historia del sargento de policía Dave Bannion (Glenn Ford), honesto, sencillo, casado con Katie (Jocelyn Brando) y padre de una niña de 2/3 años. Investiga el suicidio de un compañero de trabajo, Tom Duncan. Cuando se le ordena suspender la investigación, se ve enfrentado a una poderosa banda criminal.

La película denuncia la extensión a ciudades medianas y pequeñas del crimen organizado, que asienta su poder en el soborno y, donde éste no llega, en el crimen. La venalidad alcanza a personas de todos los estamentos públicos y privados. Tras máscaras invisibles, tejen una malla opresiva, que ahoga al ciudadano honesto. El sargento Bannion decide luchar contra el grupo mafioso de la localidad y sus conexiones. Su apuesta por la justicia, le costará un precio altísimo, que hará emerger en él una sed feroz de venganza. La película es extraordinariamente violenta. Los pesonajes se mueven en las aguas turbias de la ocultación, el silencio, el colaboracionismo, el miedo, el chantaje a la banda. La ambigüedad moral alcanza por unos momentos al propio Bannion, que se siente tentado por la belleza seductora de Debby Marsh (Gloria Graham), amante de un villano. Son escenas destacadas la secuencia emblemática de la obra (el sádico Vince Stone, en un arrebato de ira, echa café hirviente al rostro de su amante), el enfretamiento a tiros de Dave y Vince, la aproximación de Bertha al cuerpo sin vida del marido.

La música aporta una partitura orquestal, de viento y cuerdas, que incluye fragmentos románticos, festivos, dramáticos y de suspense, que confieren profundidad a la acción. La fotografía, de tono expresionista, recrea con la ayuda del claroscuro, la iluminación y las sombras, las atmósferas típicas del cine negro de los 30 y 40. La ambientación visual de los personajes refleja su mundo interior. La imagen de Lee Marvin le identifica como el villano de la obra. El guión desarrolla una narración habilmente condensada, unos diálogos acertados y brillantes, una correcta definición de personajes y una acción ágil. Define la honestidad, la bondad y la inocencia, que pone en contraste con la perversidad y la sed de venganza. La interpretación de los protagonistas y la de Lee Marvin es excelente. Katie (hermana de Marlon Brando) tiene una intervención convincente. La dirección deja en la obra su huella personal, su maestría en la recreación del mal y su sentido del drama.

Obra clásica del cine negro, cumbre del género. Imprescindible.
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104 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
NO PUEDES SER UNA ISLA, AFRONTARLO TODO SOLO Y SALIR A FLOTE COMO SI TAL
Toda una obra maestra del cine azabache con algunos de los ingredientes de este elegante género modificado por la sabia reconducción de este espléndido cineasta austríaco, uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán de comienzos del siglo XX, por ejemplo al invertir el tradicional papel de femme fatale ó en expresión castiza "mujer fatal", por un hombre fatal (e incluso si se prefiere la expresión por un hombre gafe), pues todas las mujeres con las que entra en contacto el personaje central masculino de la obra, el sargento del departamento de homicidios de la policía de la irreal ciudad de Kenport (interpretado de manera magistral por Glenn Ford), Dave Bannion, caen en desgracia.

El excelente guión fue escrito por el reportero de sucesos, guionista y productor norteamericano Sydney Boehm por el que recibió el premio Edgar al mejor guión en 1954, y para ello se basó en un serial del Saturday Evening Post del novelista y guionista para tv norteamericano William P. McGivern, quien posteriormente, en 1952, se encargaría de refundarlo en una novela homónima en su titulación original en inglés ("The big Heat") que en su tiempo causó bastante impacto y conmoción.

Al excelente guión, se une una maestría absoluta y un ritmo narrativo apoteósico, complementado por la extraordinaria ambigüedad moral de unos personajes que rallan por momentos la difícil línea de lo legal y lo ilegal, lo moral y lo inmoral.

Además en los aspectos técnicos la película no se queda atrás, pues a la intrigante banda sonora ensamblada por Daniele Amfitheatrof, se une una extraordinaria fotografía en blanco y negro a cargo de Charles Lang (que nada tiene que ver con Fritz) llena de sutiles y brillantes reminiscencias del famoso expresionismo del director austríaco.

Sin duda alguna esta es una magna obra paradigmática, influyente en la cinematografía posterior y de la que muchos cineastas se encargaron de encumbrar a la cima del olimpo del film noir.

Como dato anecdótico señalar la presencia de la hermana de Marlon Brando, Jocelyn Brando, interpretando el papel de amante esposa y "dulce degustadora" (compartiendo con su marido sorbos de cerveza, trozos de enormes bistecs, caladas de cigarros...etc) de los hábitos de su marido, el referido sargento de homicidios, Dave Bannion.

El mundo del crimen organizado forma un conglomerado donde hay mucho pez gordo implicado, hasta que alguien en un ataque de dignidad decide poner punto final al asunto.

Aunque como muy bien se encargó de señalar el personaje de la intrigante y maléfica Bertha Duncan (Jeanette Nolan) en una famosa frase que en EEUU se convirtió en el reclamo publicitario o tagline de la película; "Alguien va a pagar por ésto...porque se olvidó de matarme..." nos pone en antecedentes de lo que estamos a punto de ver

O B R A M A E S T R A
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75 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Café para dos
Impresionante obra maestra del gran Fritz Lang, a la que confiero la máxima puntuación por:

1) Lang es uno de los grandes entre los grandes, y en el cine negro encontró una quimera para dar rienda suelta a su imaginación y obsesiones. Muchas de sus películas que no pueden catalogarse dentro de este género guardan grandes similitudes con él (los diferentes Mabuse o Rancho Notorius, "un western negro").

2) Todos los personajes (excepto la ayudante coja del repuesto) buscan lo mejor para ellos durante gran parte de la película. Incluso el protagonista busca saciar su ansia de venganza aun a riesgo de comportarse como los asesinos.

3) Glenn Ford (al que no considero un gran actor) consigue una de sus mejores interpretaciones como el sargento Dave Bannion. Además, me encanta como cuando golpea se le "desengomina" el pelo y le cae un pequeño flequillo cuidadosamente ordenado (osadía de Lang, era un privilegio de Gable).

4) Hasta los grandes tipos y protagonistas muestran que también se equivocan. Yo me hubiera acostado con Debby Marsh (Gloria Grahame).

5) Gloria Grahame es una de las mujeres más bellas que han aparecido en pantalla, y aquí está más guapísima que nunca (opinión que mantendré, al menos, hasta que revisione cualquier otra película suya). Su paso de mera secundaria a actriz principal genial, como el paso de chica tonta a inteligente.

6) Es toda una delicia ver a Lee Marvin (Vince Stone) como un tipo sádico que viste elegante. Ojo a la camisa con cuello y puños a juego, rematados éstos con unos maravillosos gemelos.

7) Los diálogos son ingeniosos, especialidad del cine negro. ¡Cuántas veces en nuestra vida hemos intentado hablar así y nos han tomado por idiotas!

8) Todos hemos tenido alguna compañera maravillosa que bebía de nuestro whisky, fumaba de nuestros cigarros y comía parte de nuestros bistecs. (Y nos abandonaría quizá, ahora caigo, porque nos empeñábamos en hablar como si estuviéramos en pantalla. Con la rabia que siempre me dio que bebieran de mi vaso o comieran de mi plato).

9) El café puede perjudicar seriamente la salud. Incluso el descafeinado si se usa de la manera magistral de esta película. ¿Por qué no se ve a Marvin hacerlo y sí a la Grahame?

... continúa
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53 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Un tipo duro, el señor Bannion
Va a lo que va. "Los sobornados" es cine negro y punto, supongo que porque Lang, viendo la cara que ponía Glenn Ford cada vez que se trataba de mostrar sentimientos, decidió pasar página y ir a lo principal, zanjando todas aquellas secuencias que pudiesen estar teñidas de algún tipo de dramatismo (quitando la última) de un certero zarpazo. Sino, no se explican esos momentos cortados tajantemente mediante diálogos o fundidos a toda prisa que deja el bávaro en su obra.

Eso sí, Ford no sabe que cara poner cuando tiene que mostrar su desconsuelo, pero el tío interpreta de modo genial al detective Bannion, a ese tipo duro y contundente que no se deja intimidar, es más, que intimida a quien se le ponga por delante y no deja títere con cabeza con tal de seguir adelante con sus pesquisas, y los tipos malos están bien definidos, aunque algunos no cobren intensidad hasta el último tramo, y aunque la chica sólo haga una oportunista aportación final, también le da cierto punto oscuro a la cinta.

Al principio, el film se sigue como cualquier otro, con el detective investigando un caso por sospechas más que infundadas, realizando su rutina diaria, etc, etc... pero es llegada su segunda parte, cuando la propuesta de Lang cobra mayor vigor, en especial gracias a esta pequeña tensión que se va palpando en el ambiente, con lentitud, con naturalidad, y que se avalanza sobre nosotros como una pequeña sombra entre toda la turbiedad y ese fatídico punto que posee inaudita potencia y se nos muestra durante el clímax de la obra, cuando todos sus protagonistas se ven desbordados y las situaciones son llevadas al límite, impúdicas, desmesuradas, espeluznantes... en definitiva, cuando se hallan al borde de unas circunstancias que les han llevado a actuar con cierta vehemencia e impulsividad.
Y quizá, ese tramo final haga de "Los sobornados" una notable película, con la atmósfera propia y un buen puñado de virtudes que la hacen ser merecedora de estar entre lo mejor del cine negro sin necesidad de tramas enmarañadas, vueltas por los fueros o personajes que, por contradicción, dan la campanada en último momento.
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52 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El poder corrompe... Y a algunos les gusta.
Lang ataca sin piedad los estamentos. El comisionado es un cargo político que anda por medio entre el gobierno y la policía.
El comisionado es un corrupto y un hijoputa. El mando policial es corrupto. Duncan, policía, es corrupto y se ha pegado un tiro; su mujer, una zorra (zorra de raposa, que no de puta) y también es corrupta; todo el mundo es corrupto…
El señor Lagana, magnate y mafioso, manipula a todos esos corruptos, menos a la zorra viuda de Duncan que se ha atrevido a hacerle chantaje. Lagana espera su momento para obsequiarla con un flotador de cemento y tirarla al río.
De nuevo Lang nos presenta al personaje malévolo llevando los hilos del poder: El señor Lagana. Un ilustre empresario que idolatra a su madre, como buen hijo y buen ciudadano.
El pueblo ignora todo absolutamente de los tejes y manejes que mueven la política y la economía de una ciudad, como pasa hoy día: igual. Alguno dirá que esto es mentira, pero porque es más tonto que nadie o es un sobornado.
Entonces Lang nos presenta a Bannion. El sargento de policía que luchará contra toda esta mierda.
Lang no se corta… Deja viudo a Bannion, se carga a los chivatos, quema la cara de la novia del lugarteniente de Lagana, al lugarteniente también le quema, con dos cojones… Todo con tal de conseguir una excelente película, que coño, todo por hacer un trabajo serio, de interés, dramático, de denuncia… Con coraje, sin aspavientos ni violencia exagerada, ni florituras espectaculares; sino con clase, con solidez y con dominio total del relato.
Excelente todos, y el primero: Glenn Ford.
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36 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
A media asta...
Buena película de Fritz Lang, con momentos muy notables, pero ni por asomo encuentro aquí la obra maestra que advierte casi toda la comunidad cinéfila.

La vi hace un año, más o menos, pensé eso, y hoy, con una revisión en pantalla grande, me reafirmo.

Sería absurdo menospreciarla, porque es una muy sugerente muestra del cine negro de la época, pero le falta brillantez para alcanzar el pedestal de El Halcón Maltés, La Mujer Del Cuadro, Perversidad, Detour, Retorno Al Pasado, En Un Lugar Solitario y demás joyas del género.

Y mi dedo acusador se posa especialmente en Glenn Ford, un actor cuya filmografía está bastante por encima de su talento, me parece a mí, y al igual que por ejemplo Brad Pitt. No diré que hace el ridículo, el tipo tiene cierto carisma, pero el papel de sujeto amargado con pelotas como torpedos le supera estrepitosamente, en casi todas las secuencias de la película.

Hay una especialmente dramática, además, donde la sensación de dolor es tan artificial, tan irritantemente carente de fuerza, que me chirrió bastante. Claro que ahí la culpa también es de Lang, quizá.

Y, por otra parte, sus escenas idílicas con la familia, con su sonrisa de político y su pelo engominado, de verdad, me incomodan ligeramente, no lo puedo evitar.

Ahora bien, ese perro del infierno llamado Lee Marvin y la hipnótica Gloria Grahame se meriendan la película, y suyas son, de largo, las mejores secuencias.

Pulgar arriba, pero a media asta, vamos.
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29 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Las galletas tosta rica a lo suyo: a mojar
El inicio deja claro el talendo de un creador inigualable. Vemos una pistola encima de la mesa; un hombre la coge y se pega un tiro. Qué fácil es el cine para él. En dos minutos te cuenta toda la trama que cualquier director de medio pelo lo haría en media hora. Luego tenemos diálogos para oídos inquietos y sin cera: Debbie después de tirar café hirviendo a su amante le dice; te dolerá durante mucho tiempo Vince. Ahora no tiene mal aspecto pero mañana tu cara estará como la mía. Mírala, es horrible verdad, caminarás por calles oscuras y apartadas para que la gente no te vea. Luego tenemos actores de la categoría de Lee Marvin con su ¡¡¡cara de tonto!!! son capaces de hacer una escena comparada con la de Richard Widmark en El beso de la muerte. Y seguimos con Glenn Ford que para ser ¡¡¡inexpresivo!!! hace una demostración única cuando mira por última vez su casa después del asesinato de su mujer. Y dejamos para el final ¡¡¡la versión de mercadillo de la prota de Bola de fuego!!!: Gloria Grahame que construye uno de los pèrsonajes femeninos más admirables sin necesidad de ser una mujer fatal. Lang en 87 minutos deja una obra perfecta y demostrando que el cine sin él no sería lo mismo. Nicholas Ray, Alfred Hitchcock, Jacques Tourneur y Robert Siodmak son algunos alumnos que estuvieron en su clase. Y no tomaban tosta rica.
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26 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Fritz Noir
Pienso que, en líneas generales, la obra Alemana de Frtiz Lang ha resistido mucho mejor el tiempo que su trabajo en EE.UU. Películas como M (1931) o la trilogía del Dr. Mabuse son a día de hoy mucho más reivindicables que el cine clásico de estudios "made in Hollywood", donde el director alemán desarrolló su labor más como un funcionario que como un autor cinematográfico.

En Los sobornados, vemos a a un Glenn Ford interpretando al policía que en los años cincuenta encarna al hombre medio, el cual se enfrenta a una banda de hampones que ha corrompido incluso a la cúpula policial. Por supuesto no faltan los deseos de venganza por su amada asesinada a manos de los criminales mafiosos, ni los elementos propios del policiaco de los años cincuenta: tabaco, sombreros, femme fatale, whisky, barras de bar y un protagonista que al modo del Spencer Tracy de Furia (1936) se empeña en doblegar a las fuerzas ominosas del poder. El resultado es por tanto un relato intercambiable con cualquier otra variación "noir" de los años cuarenta y cincuenta (incluso con algunos westerns, a los que se aproxima sobre todo en alguna escena de pelea en el bar), que cuenta únicamente con el beneplácito de haber sido rodada por uno de los grandes maestros de todos los tiempos.
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27 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Referente del cine negro.
Una de las obras cumbre del cine negro y, seguramente, una de las mejores películas de Fritz Lang. El impecable guión hace que la película nos envuelva desde el primer instante, dejándonos impactados en algunas escenas por su enorme carga de violencia (la escena de la cafetera pasará a la Historia del cine), poco frecuente en la época en que se filmó, pero que contribuye, sin duda, a engrandecer la película.

Se trata de una densa historia sobre la corrupción policial existente en algunas ciadades americanas dominadas por personajes mafiosos, en la que cada personaje que aparece se encuentra perfectamente definido, encajando a la perfección en la misma.

Destacan las magníficas actuaciones de los dos principales protagonistas, Gloria Graham y Glenn Ford.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Habló conmigo una vez, y ahora esta muerto
Contada con un tono realista, tremenda película. La brutalidad que surge de las escenas de violencia, son apabullantes. En una ciudad donde todos están sobornados, donde la gente mira hacía otro lado ante asuntos, que mejor no saber de ellos, el sargento Bannion (Glen Ford) va a hacer su via crucis particular, buscando venganza, llegando su brutalidad a la misma que la de ellos, porque solo así se hacen las cosas.
Mención aparte, tenemos a Gloria Graham (la novia del matón), que cogerá un protagonismo en la película espectacular. Juvenil, ingenua, ambiciosa (yo antes era pobre, y ahora soy rica, y prefiero esta vida), muy bonita, pero su venganza lo pagara caro; realmente memorable escena, cuando Bannion le cuenta como era su mujer.
Todo el mundo habla de un antes y un después de El Padrino; yo creo que hay un antes y un después de Los sobornados. Gracias Fritz por ser tan bueno.
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18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
¡Qué grande eres Fritz!
Fritz Lang es uno de los mejores directores de la historia y "Los sobornados" es un referente y una de las obras cumbres del cine negro. Este film habla sobre la venganza; sobre como tomarse la justicia por cuenta propia, tal y como ya hizo el mismo Lang con "Furia" unos 17 años antes.

Glenn Ford interpreta al humilde padre de familia, feliz esposo y policía honesto Dave Bannion. Bannion investiga el suicidio de un policía corrupto, conforme avanza la investigación se va metiendo en problemas y los muertos van creciendo a su alrededor. Vemos como Bannion cambia su personalidad y como su sed de venganza le va cegando conforme avanza el metraje de ""Los sobornados". El final es un tanto convencional, pero la película en su conjunto es otra de las maravillas del género.

Obra maestra del cine negro con grandes interpretaciones de Ford y Gloria Grahame (Moll Deby, la novia Vince, un gángster de la banda de Lagana). ¡Qué grande eres Fritz!
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24 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
FRITZ LANG: Cine con MAYÚSCULAS
Estamos ante una de las cimas alcanzadas dentro del género de cine negro policíaco americano de los años 40 y 50 (la película es de 1953).
Lang ya nos había impresionado años antes con films tan soberbios como La Mujer del Cuadro o Deseos Humanos (tambien con Glenn Ford como protagonista) entre otras, las cuales abordaban temas tan habituales como el deseo, los celos, el odio o el crimen.
Pero es en Los Sobornados donde a mi juicio logra casi la absoluta perfección dentro del género, ofreciéndonos una película rebosante de violencia, corrupción y a la vez de grandeza por parte del protagonista y su universo personal (Glenn Ford es el sargento Dave Bannion, un policía íntegro y honesto) rodeado del cariño de una familia feliz, la cual forma como una especie de isla dentro del lodazal en que se desenvuelve su vida cotidiana.
Pero Lang nos muestra en este magnífico film, que éste tipo de vida honesta termina desencadenando "terribles daños colaterales" a quien se atreve a enfrentarse contra la corrupción y la falta de escrúpulos de ciertos indeseables personajes. La película, como se ve, sigue en parte vigente por su temática en nuestros días.
El guión, empleo de la fotografía en blanco y negro (no me la imagino en color), magníficos diálogos y la interpretación de todo el reparto de actores es insuperable y como el buén vino, el tiempo la hace cada vez más grande. De obligada visión.
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17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
En la antología.
No solamente la mejor película de Lang en Hollywood (casi seguro) sino también una de las cimas del cine negro/policiaco de los 50 y de toda la Historia del Cine. Repleta de fuerza y violencia, es un film antológico que narra la clásica e inmarchitable historia densa y compleja del mejor cine negro con una claridad expositiva abrumadora. Se trata de una historia de venganza de un policía (Ford) al que por meter las narices más de la cuenta en un corrupto y gangsteril asunto (el suicidio de un policía corrupto) le asesinan a su mujer (Brando), emprendiendo a partir de aquí una venganza en la que prima quizás más lo visceral que lo cerebral, la pasión que la ley. Ford siendo y actuando como un policía heterodoxo logra su principal objetivo aunque en el camino deja un reguero de cadáveres (spoiler); deja un afable carácter por otro agrio, cínico y desconfiado; deja de ser un policía de buenas maneras a ser tan despiadado como la red mafiosa que ha herido su vida.
Gloriosa, íntegra, seca, de tiralíneas, es un film muy violento (memorable la espeluznante secuencia en la que el rocoso y agrio Marvin arroja café hirviendo sobre la impoluta cara de Gloria Grahame: y que vengan ahora los acólitos de Tarantino, por ejemplo, a hablarnos de violencia, ja, ja, ja), resuelto de forma espléndidamente sintética, sin perderse en los múltiples recovecos de la historia, con unas interpretaciones maravillosas, sobre todo de un Glenn Ford, otra vez más, memorable. Una obra maestra total y absoluta del gran Lang.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La corrupción, un cáncer en la sociedad.
Adaptación de una novela de William P. McGibern, el relato de “The big heat” había sido publicado por entregas en el “Saturday Evening Post” y comprado de inmediato por la Columbia. En una gran ciudad de la que no se nos dice su nombre, un sargento de policía honrado, que sostiene su felicidad sobre la sólida base del amor de su familia, enreda su vida en la investigación de una compleja trama de intereses corruptos que alcanza a sus superiores.

Al parecer, la novela se inspiró en hechos reales, pero si son obligatoriamente verosímiles ¿cómo puede calificarse la estremecedora interpretación de Glenn Ford? Cuando el sargento Bannion recorre por última vez con la mirada su casa vacía, la casa donde compartió aquella última lata de cerveza y aquel último bistec (demasiado caro para un policía) con su mujer, asistimos a una de las mejores caracterizaciones del dolor y la soledad que se nos ha mostrado en la pantalla, y es gracias a la contención de Glenn Ford y a los tres planos de ese maestro llamado Fritz Lang.

Es sorprendente la absoluta modernidad de esta película, sesenta años después de su estreno. Era un guión clásico que capta el interés del espectador, con el suficiente ritmo para mantenerlo atento hasta el inesperado final. Pero eso no es suficiente para lograr una obra maestra; la interpretación de todos los actores debe ser excelente y, sobre todo, la sobria, contenida y eficaz dirección de Lang, al que nunca le sobra un plano son inmejorables. Hay muy pocos matrimonios en el cine tan reales como el que encarnan Glenn Ford y Jocelyn Brando, y tampoco se ha mostrado nunca con tanto acierto en qué consiste la felicidad de una pareja que se ama y se comprende en lo cotidiano.

Nadie puede ignorar que las dos secuencias más violentas son, la cafetera hirviendo que lanza el malvado Lee Marvin y la explosión del coche de Bannion, pero las dos fuera de campo. Es cierto que hay violencia pero Lang elude el ensañamiento, como elude la sensiblería en la magnífica secuencia con Gloria Grahame: ésta ya le había pedido a Bannion antes que le hablara de su esposa y él se negó, ahora le ofrece una descripción amable, cercana e informal. El cine de Fritz Lang, está dominado por el sentimiento de fatalidad y por la lucha solitaria del individuo en un medio generalmente hostil, el cineasta muestra un detenido análisis de los personajes, cuyas reacciones resultan siempre justificables. “Los sobornados” es un fiel reflejo de un universo en descomposición, como una negra pintura sobre una sociedad a la deriva.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Esto es cine negro
Tras ofrecernos un buen puñado de muestras de su talento, el realizador Fritz Lang volvía sus pasos,hacia el final de su carrera, sobre el género negro con un film no sólo de excelente calidad (como todo que tocaba el genial director) sino además atrevido. Desde sus inicios, los protagonistas del cine negro solían ser personas marginales (timadores, atracadores, gangsters etc.) que conformaban todo un submundo que vivía a la sombra y en connivencia de la opulencia del capitalismo, de quien en el fondo era víctima, y cuyos métodos eran muchos más expeditivos de lo habitual. Sin embargo, en este film, Lang dirigió esta mirada ambigua y oscura, no tanto al llamado "mundo del hampa", como a las instituciones, y entre ellas a la que, en teoria, debe velar por nuestra seguridad: la policia.

El protagonista del film, Bannion (Glenn Ford), encargado de investigar el suicidio de un policia, a medida que se adentra en el caso, va encontrando cada vez más indicios que parecen salpicar a varios cargos policiales. A diferencia de lo que es habitual en el cine negro, Bannion es un personaje "blanco", en el sentido en que no está metido en asuntos turbios, y al principio solo le mueve el deseo de esclarecer los hechos y hacer justicia, aunque posteriormente se convertirá en un asunto personal que tendrá repercusiones no sólo sobre él sino también sobre su familia. La elección de Glenn Ford no es casual, ya que su imagen cuadra a la perfección con la del honrado ciudadano americano medio, a través del cual, Lang nos muestra su lucha contra el crimen la corrupción (las sombras). Y es que con esa excepción, es difícil encontrar en el recorrido de Bannion a un personaje "limpio". A medida que se va adentrando en el caso, incluso cuando ya no le protege la placa, éste se va adentrando en un universo en el que cada vez cuesta más identificar a los "buenos" y a los "malos", poblado por policías corruptos que son protegidos por políticos aún más corruptos, y que éstos a su vez, están dirigidos por oscuros hampones, matones sádicos que disfrutan con su "trabajo" (excelente el Vince Stone que compone Lee Marvin), y cómo no, mujeres fatales con cara de vicio (arrebatadora Gloria Grahame, componiendo el papel modelo de toda "femme fatale" que se precie).




(sigue)
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14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Lánguido
Qué peliculón, por Dios! Si hay que morirse, que sea al lado de Glenn Ford! Es el tipo de película perfecta que podía salir con un poco suerte de la fábrica de Hollywood en sus buenos tiempos. Es un mecanismo de relojería suiza, sin trampa ni cartón. Todo funciona, el guión fluye, los actores están cómodos porque viven para sus papeles, el director acierta siempre, etc. En fin, un trabajo de equipo. Una obra de arte.
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20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Pues una película de lo más normal
No deja una impresión especial esta película y es uno de esos casos en los que ves la nota media y por más que te esfuerzas no consigues dilucidar qué es lo que te has perdido.

Si esto es un 8, entonces ¿qué es 'Laura'? ¿Un 15? ¿Y 'Perversidad'? ¿Qué es "Perdición"? Un 40 mínimo, digo yo.

'Los sobornados' no cuenta nada especialmente relevante u original. Eso no es tan importante, la mayoría del cine negro son historias de lo más normales. Pero es que tampoco tiene más. Los actores son regulares, aunque al lado de Glenn Ford parecen carismáticamente expresivos. Lee Marvin en un papel irrelevante con cara de tonto. Gloria Grahame versión de mercadillo de Barbara Stanwyck. Diálogos sin garra: no recuerdo una sola frase. Sorpresones muy previsibles. Ningún encuadre, imagen o escena que muestre que existe un ser humano detrás de la cámara. Todo como muy funcional, muy estándar.

Quiero creer que me he perdido algo, pero no puedo. Esta película es nada.
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31 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Por eso Glenn Ford fue el único hombre que abofeteo a Rita Hayworth
Este es el cine negro, precioso y magnético que se hacia en los Estados Unidos de aquella dorada época, un buen argumento (copiado innumerables veces), un guión magnífico, una fotografía excelente, interpretaciones soberbias (Glenn Ford, sea quizá el actor más versatil que ha dado el cine mundial, este hombre lo hizo todo y todo lo hizo bien), Gloria Grahame muy bien y en general toda la trama se desarrolla de manera ingeniosa y envolvente, esta es la clase de películas que deberian ver las futuras generaciones de cineastas (que muchos nisiquiera pueden narrar bien una película mediocre).
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18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El mérito y la culpa son del director
De todos los nombres propios que hay detrás el que sobresale por encima de todos es el del director, esencial en la historia del cine. Fritz Lang se merece el lugar en el que el tiempo le ha puesto y su importancia es incuestionable, ahora bien, "Los sobornados" no es por sí misma una razón crucial. Por fin le he metido mano y desaparecerá de una lista personal de recomendaciones en la que se encontraba desde hace muchísimo, eso sí, mi valoración no puede ser mayor porque hay cosas con las que no he puedo hacer la vista gorda y la más importante es el protagonista, Glenn Ford. Jamás había visto una interpretación tan forzada, tan mala, para dejarlo claro.

El engominado detective atrae todo el argumento, toda la atención y es por él que la película va de un lado a otro, es a través de él que los sucesos típicos del cine negro pasan uno tras otro, y yo, ante ese necesario monopolio pido más. Cuando aparece Lee Marvin se ven las diferencias, es opinión, por supuesto, pero incluso la desdichada Gloria Grahame se lo merienda. Pobre Glenn Ford realmente, todo el mundo se mete con él, y ante eso la culpa es del director, digo yo, que será el que lo decidió todo. La trama tampoco es que sea una pasada, he visto poco cine negro pero muchos más títulos están muy por encima, y eso no es sólo culpa del protagonista, elegir bien el guión es imprescindible en el enredo policíaco.

La fotografía y esas cosas estéticas que a algunos nos gusta tanto es impecable, pero claro, si de diez escenas Glenn Ford aparece en nueve, la cosa no acaba de despegar nunca. Los momentos de familia perfecta es difícil de aguantar. Así que justa, poco más que eso, el género cuenta con mejores títulos, qué digo, el mismo Lang cuenta con mejores títulos.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La ciudad desnuda
Obra maestra del cine negro y una de las mejores películas de Fritz Lang. Obra apasionante de principio a fin, con una dirección seca y concisa, un guión extraordinario, con diálogos afilados y llenos de rabia, y unas interpretaciones magníficas, en especial del nunca suficientemente valorado Glenn Ford, que dota a su personaje de la fuerza necesaria, en esta historia de corrupción y venganza, pero también de redención.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
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