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22 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Humor para sobrevivir a la dura realidad
La primera imagen que viene a la cabeza sobre “Polisse” es la de Maïwenn Le Besco recogiendo su Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes entre sollozos y prácticamente ininteligibles palabras. Un reconocimiento no exento de polémica porque muchas reacciones tras ver su filme allí no fueron precisamente positivas. Se le acacharon problemas de forma con sus parecidos razonables a “La clase” de Laurent Cantet y “Ley 627” de Bertrand Tavernier. Y esa forma precisamente hace que tal vez los méritos de su fondo no salgan a flote correctamente. La mirada es pretendidamente documentalista y la propia Maïwenn Le Besco se reserva un papel como fotógrafa que sigue a esa unidad del Departamento de Policía de París especializada en menores. No obstante, la directora y escritora del filme cita como referencia los documentales de Virgil Vernier sobre la policía.

¿Qué interesa de un departamento que tiene que lidiar con violencia sexual, explotación, malos tratos, etc. con menores? Ser parte de ellos en ese día a día conlleva enfrentarse a casos escabrosos y momentos extremadamente duros pero el humor se convierte en la única arma que encuentra la unidad para combatir con la miseria humana a la que se enfrentan en su jornada de trabajo. Es un proyecto valiente y arriesgado aunque con referentes obvios. Maïwenn Le Besco ha trabajado con completa libertad investigando y creando posibilidades en la historia (en una de ellas se convertían en policías corruptos y cometían un atraco huyendo a Las Vegas). Con las posibilidades que le ofreció el seguimiento a ese reparto coral se completaron 150 horas de material rodado listo para montar, que fueron reducidas a poco más de dos.

Ese diario nos mete de lleno en ese día a día de unos policías pero también pone rostros a víctimas y verdugos. El punto de vista también establece en algunos casos un previo a modo de incursión en los hechos para después pasar a su lado documentalista y enfrentar los testimonios frente a la cámara en los interrogatorios. Realmente el trabajo de esos policías es ese… No existe una conexión posterior con los verdugos o víctimas, simple desconexión para no acabar hospitalizados por depresión terminal. Meramente trabajan en numerosos casos de manera rápida y la involucración personal no tiene cabida; el espectador, al igual que los protagonistas, queda excluido de esa otra historia posterior que vivan los denunciantes y denunciados.
El grupo es retratado como un clan y se juega mucho en el guión con la práctica imposibilidad de conciliar la vida personal y familiar. Presenciamos cómo dan todo lo mejor de sí para poder ejercer lo mejor su profesión y ser unos anónimos héroes del día a día (dejando lo peor, salvo roces, para su vida privada). Reciben, eso sí, cierta incomprensión social e incluso palos secos desde sus superiores. Son también las víctimas del silencio y merecían una película tan honesta como la que les brinda Maïwenn Le Besco.
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21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El dedo en la placa
'POLISSE' explora el ámbito policíaco mezclando el tratamiento dramático y una realización más propia del documental que de la ficción. No hay protagonistas. Ni "polis" buenos ni "polis" malos. Todo el peso narrativo recae sobre los miembros de la Unidad Infantil de la Policía parisina, algo así como la brigada de protección de menores. Víctimas y verdugos también tienen su relevancia en la historia, pero la directora francesa prefiere en esta ocasión servirse de ellos como medio para llegar al fondo de cada uno de los miembros del Cuerpo.

Decir que los diálogos son excelentes sería quedarse corto ya que estos consiguen, ayudados por la destreza de la cámara, impregnar la cinta de naturalidad abrumadora y realismo a gran escala. Maïwenn y sus personajes trasladan la carcajada a su terreno acentuando, para bien y para mal, el sentido del humor francés. A saber: ácido, crudo, también autocrítico. Excesivamente ofensivo para los más sensibles y muy mal rematado en algunas escenas, pero tremendamente útil para pellizcar donde más duele. El caso es que golpea con fuerza hurgando en las heridas sin demasiados miramientos pero con tacto y profundo conocimiento de causa. Los franceses trabajan desde cotas intelectuales inapreciables para el resto. Hay que decirlo más en lugar de tacharles sistemáticamente de pedantes cada vez que tratamos de esconder nuestro estúpido complejo de inferioridad.

Lo mejor y más atractivo de 'Polisse'es que no utiliza su punto de vista para juzgar sino para mostrar los conflictos de un grupo de personas absorbidas por la dureza a la que se ven sometidos en el trabajo cada día. Dejémonos de demagogias: conviene que nos quitemos durante dos horas de nuestra vida la coraza del progresismo para reivindicar por fin la importancia de algunas funciones y labores que desempeñan ciertos sectores de la policía.

Todos los actores están soberbios y su casi anonimato nos ayuda a olvidarnos de su capacidad como intérpretes. Maïween se reserva para sí misma el peor personaje de la cinta, el más innecesario y el más agarrado al cliché. No se sabe muy bien qué pinta en medio de todo. Su personaje no suelta la cámara de fotos, quizá tratando de simbolizar la presencia de la visión como directora en mitad del cotarro. Quién sabe. Lo importante es que ha usado la otra cámara (la de cine) para filmar un tratado lleno de matices acerca del compromiso humano, social y profesional de un montón de individuos que viven y creen en su profesión.

Atentos a esta película que, pese a estar muy mal cerrada, incluye algunas de las mejores secuencias que se hayan rodado en la historia del cine europeo. Y mucho ojo con esta directora porque su película supone un repaso crítico y excepcionalmente bien filmado al estado social en que se encuentra la infancia en la vieja Europa.
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17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Poco argumento, mucha anécdota
Una película austera con una historia que es varias historias, de las cuales hay 2 preponderantes, pero todas con un común denominador: un principio sin un fin, o un final sin un inicio, o ambos. Esto les resta a la película pues a varios de los personajes los vamos conociendo poco a poco a lo largo de la trama y al final se antoja pudieron explotarse más las historias particulares, muy especialmente la del personaje que sobresale en el final, mostrando que sí había material de donde cortar para desarrollar un buen drama, incluso aunque fuera basado solo en ese personaje. Solo hay una escena de verdadero lucimiento actoral al final, la cual es la única interesante y la que da la sensación de que la película no fue únicamente un recuento anecdótico de eventos aislados, bastante fuertes en su mayoría pero manejados con poco dramatismo y una superficialidad algo fría, aunque bastante realistas.

Una obra entretenida, con un final fuerte y sorprendente que aunque puede interpretarse, a algunos puede resultarles extraño o inverosímil.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Porca miseria
Un abuelo que toca su nieta por debajo de la falda.

Una policía que vomita 3 veces al día y no consigue quedarse embarazada.

Una mujer que pajillea a sus bebés para que se tranquilicen y duerman.

La brigada de protección a menores bailando después del trabajo.

Unos niños rumanos que mendigan obligados por sus padres.

Un profesor de gimnasia enamorado de su alumno de 10 años.

Una adolescente que se la mama a unos chicos a cambio de un móvil.

Una fotógrafa capturando imágenes de la brigada de menores.

Un policía enamorándose de la fotógrafa que captura imágenes.

Un niño que llora porque su madre, inmigrante sin techo, lo abandona.

Un policía que llora porque el mundo es una mierda.

Gritos, amor, lágrimas, inocencia, culpabilidad... Una ventana.

Maïwenn Le Besco recogiendo el Premio del Jurado en Cannes.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Me gusta el cine cuando...
Me gusta el cine cuando es como "Polisse": sencillo y profundo, cómico y dramático, manejable e inabarcable. Si bien no se puede decir de "Polisse" que es una obra maestra, sí se puede decir, con boca llena, que es buen cine, bien facturado, bien interpretado, bien escrito, bien hecho.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Complejidades de la policía parisina
Polisse cuenta el día a día de la Unidad de Protección de Menores de la policía de París, la vida de sus agentes, los casos que llenan sus oficinas y sus misiones en los barrios más marginales del corazón de Francia. Una historia verosímil (no creo que se pueda aplicar la etiqueta de 'verdadero' en el arte), y por ello me sacude, me emociona, me hace reir y llorar, me entretiene a pesar de su largo metraje, me mantiene espectante, logra que me importen sus personajes y consigue que su discutible final reverbere en mi memoria días después de verla.

Polisse es una cinta casi redonda. El mérito está en la fotografía, influida por el estilo y sobre todo la ética de la Nouvelle Vague, el Dogma 95 o el estilo de los films de los Dardenne o títulos como Hoy empieza todo. Si alguien les dice que Polisse es un documental deben saber que no es verdad: existe un montaje y una disposición de la historia para nada objetiva, aunque la trama se nutra de casos reales vividos por el verdadero cuerpo policial parisino. Lo peor de Polisse, y en parte demostración de que Maïwenn explora más que innova, está en su uso de la música (la película no exigía banda sonora) y su final nada sutil y bastante efectista.

Polisse nos acerca los entresijos de una profesión que sabemos que existe pero que ni la televisión ni los trabajos periodísticos escritos o audiovisuales han retratado con certeza. Cinematográficamente es una historia perfectamente ensamblada, capaz de insertar comedia desengrasante cuando la historia lo requiere, un thriller casero nada desdeñable, e impactando cual navajazo directo a la boca del estómago cuando la dureza del momento lo precisa. Pocos repartos brillan tanto, en cantidad y en calidad. Y sobre todo, Polisse nos demuestra que es importante reflexionar hacia dónde va nuestra Europa multicultural con desigualdades sociales, a quiénes delegamos la responsabilidad de poner orden en medio de tanto caos; si es posible vivir a espaldas de lo que ocurre a nuestro alrededor, o si es posible no llevarse el trabajo a casa cuando el oficio acaba siendo un estilo de vida, y esa vida un viaje hacia la autodestrucción.

Polisse nos dice que probablemente las únicas personas capaces de mantener en equilibrio a toda una ciudad corren el riesgo de ser marginados sociales cuando deberían recibir tratamiento de héroes. Hay crítica pero mucho cariño en Polisse. Hay política. Hay la exposición de un tema local que acaba siendo metonimia de un problema global. Tiene el ímpetu de la artista en pleno estado de investigación y de creación, a veces víctima de su entusiasmo, y en los mejores momentos con la lucidez y la responsabilidad que precisa el tema elegido. Y ni qué decir que estamos ante una reflexión de la vida, del cine, de la vida en el cine, e incluso una demostración de cómo el buen cine puede cambiarnos la vida. Polisse es desde ya una obra importante y necesaria: descúbranla.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Santa polissía
Los grandes festivales cinematográficos (por ejemplo, Cannes, donde se presentó la película que ahora nos concierne) tienen en la redefinición del gusto agridulce uno de sus principales rasgos distintivos. Hablamos de los llamados ''(Grandes) Premios del Jurado'', aquellos en los que Quentin Tarantino pondría el encabezado ''buen intento''. Para entendernos, son los que nacen de la indecisión por parte de los miembros del máximo organismo ''judicial'' a la hora de decidir cuál ha sido la mejor película del certamen. Es una repartición de méritos que si bien cumple su función de reconocimiento, también hace lo propio con respecto a la eliminación inmediata de cualquier posibilidad para conquistar el máximo galardón de la cita en cuestión, llámese Palma, León, Oso o Concha de Oro.

Algo así como un regalo envenenado que le dice al autor (cuyo objetivo debe ser siempre conquistar la cima más alta) que tiene permiso para establecer su campamento base en una altitud nada desdeñable... pero que deje la conquista de la cumbre para otra ocasión. ''Tu película nos ha gustado... pero no lo suficiente'' debería ser la inscripción que se leyera en cada uno de estos galardones. ¿Es malo tener alguno de éstos en la vitrina? En absoluto... aunque sean un hiriente recuerdo de que teniendo la oportunidad, no se llegó a la línea de meta. No pareció importarle lo más mínimo a Maïwenn Le Besco, que recibió el Premio del Jurado de la 64ª edición de Cannes como si hubiera recibido el reconocimiento a la Mejor Película en los Oscar, o en los César (en los que por cierto, encabeza la lista de nominados, optando ni más ni menos que a trece estatuillas).

Una reacción más que comprensible por parte de la directora/guionista/actriz, al decidir conformarse con ser el segundo plato... cuando ni siquiera debería haber entrado en el menú. Valga como presentación del segundo largometraje de Maïwenn Le Besco (o "Maïwenn" a secas, como le gusta que la llamen... cosas de los artistas). Al final de la presentación en sociedad de 'Polisse' en el incomparable marco de La Croisette, abundaron los aplausos en el patio de butacas, aunque en esta ocasión éstos estaban del todo injustificados. La propuesta gira en torno a la Unidad de Protección de los Menores de la Policía. Un falso documental (ligeramente en la línea marcada por la ópera prima de la propia Maïwenn, el irregular pero a ratos interesante ejercicio metafílmico 'El baile de las actrices') que sigue las andaduras de unos agentes de la ley que se desviven para que nada ni nadie destruya la inocencia de los menores de edad.
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10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Fotografía de una sociedad (menor de edad)
Difícil película que se maneja entre el cine más puramente sociocultural francés del presente más presente de la sociedad en la que vivimos. La primera parte excepcional, pero luego vemos la posible trampa o lo que por debajo mueve a la directora, y es que mezclar a capricho las tramas sentimentales de los policías (de algunos). Se pierde la atención, la película sufre un gran parón en esa escena de la fiesta celebración en el bar a mitad de película. Y sí, claro, son policías y humanos y se tiene que reflejar que son personas. Pero lo que era una película centrada empieza justo aquí a irse por las ramas, querer abarcar demasiado y dejar el tema principal de lado. Entonces fue cuando me dejé de creer a algunos personajes y situaciones. Y al final, me levanté de la butaca dividido, pues estas idas y venidas en la trama, me tenían desconcertado. Así, frentes que abre (y deja muy bien abiertos al pensamiento lanzando preguntas por boca de los personajes/testimonios, como ese niño cuestionando que por que su pedófilo profesor si está enfermo no lo llevan a un hospital en vez de a la cárcel, o una adolescente asegurando que la juventud ya no es la misma y que con catorce años ya se folla) se queda a un lado y se turba con las historias y amoriles de los policias.

Lo mejor: Los primeros cincuenta minutos, es como tirarse de un tobogán en plancha.
Mención especial a un excelente y entregado reparto.

Lo peor: El guión se va por las ramas. Si se hubiera centrado en seguir la línea de la primera hora, tendríamos una película de 10 y que durase 90 minutos (no más de dos horas). Aunque bueno, una película de 10, francesa y sobre la juventud actual ya la tenemos hecha, se llama "La Clase" y es una obra maestra.
Mención especial al soso e intencionado carácter de la fotógrafa (Mäiwenn).
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Pura realidad.
Maïwenn nos deleita con un pseudo documental que se inmiscuye enla vida cotidiana de un grupo policial eu se encarga de los casos de pedofilia y todo lo relacionado con los menores.
Podríamos pensar, al principio, en una copia de L627, por ejemplo pero Polisse nos muestra otras cosas diferente, ni mejor, ni peor, pero los personajes y actores se muestran como si fueran amateurs, como si estuvieran viviendo realmente lo que cuenta la película.
Las escenas rutinarias del día a día presenciando las crueldades de esta sociedad que nos ha tocado vivir son rodadas de forma precisa, muy cercanas a los personajes. Para ello la propia directora se involucra en el proyecto con un personaje, interpretado por ella misma, que se dedica a fotografiar ese día a día. Pero nunca veremos sus fotos porque ya estamos viendo lo que nos mostrarían.
Película con algunas escenas antológicas, como el baile en la discoteca o la discusión de Karin Viard con su compañera, su gran peso viene dado por unos actores en estado de gracia. Incluso la presencia casi testimonial de Sandrine Kimberlain en un caso que detectan los polis, es una maravilla narrativa.
El final, aunque un poco grandilocuente, no es sino la plasmación de un crescendo que nos llega al corazón y a la cabeza, pensando que este mundo tiene difícil solución.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Brigada Antipedófila a su servicio
En toda película policial tenemos a un protagonista con una vida privada complicada. Si repasáramos la historia del cine y nos dieran un euro por cada divorcio que tiene cada inspector a sus espaldas seguramente seríamos ricos. No obstante, pocas veces va más allá de un típico y ligero vistazo y se centra más en el caso o casos principal a resolver. En la cinta que nos ocupa tenemos el día a día seguido con lupa (y con una fotógrafa que se les une durante un periodo de tiempo) de la brigada que se encarga de la protección del menor en París, centrándose principalmente en casos de pedofília pero pasando por cualquier tipo de explotación sufrida por los más indefensos de nuestra sociedad.

Al contrario de lo habitual, vemos como avanza la brigada en las relaciones entre ellos y en sus vidas privadas y no tenemos un caso especial, importante o central sino que estos van y vienen y son de lo más diverso. Mafias de carteristas, madres drogradictas, violaciones, niños mentirosos, tocando practicamente todos los palos posibles y pasando desde algunos muy duros hasta otros que pueden resultar hasta cómicos. ¿Cómo mantener el equilibrio entre esto y sus vidas privadas? Muchas veces ambos caminos se entrelazan e incluso se confunden o chocan hasta hacer imposible uno de ambos.

Con un reparto de lujo y con muchas de las caras más reconocidas del cine francés actual, Maïwenn Le Besco nos narra unos sucesos que ante todo son creíbles y no solo por las noticias que nos bombardean a diario en las noticias sino por toda la naturalidad que rezuma la cinta tanto en sus personajes como en su relato. Un recomendable drama que saca la mejor y la peor cara de ese ser llamado humano.

Nota: 7

En twitter: @er_calderilla
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Viaje a los sótanos
En el mundo hay miles de personas que dedican buena parte de sus energías a cuidar de los menores, a proteger a los niños. Y no me refiero a padres o madres que cuidan de sus hijos. Hablo de profesionales que, además, luego tienen que ejercer su paternidad o maternidad.
Trabajos duros, violentos, descorazonadores, que llevan de viaje a los sótanos infestados de ratas, alimañas y depredadores de todo pelaje.
Polisse es una película que habla de un grupo de policías franceses dedicado a perseguir a los delincuentes sexuales que abusan de menores, a todo aquel que pueda hacer cualquier daño a un niño. Es una película que habla de un asunto turbio, feo. Aunque, a pesar de utilizar este vehículo como locomotora de la acción, son muchos los asuntos que aparecen a lo largo de la cinta. La imposibilidad de una relación normal con los que no son sus propios compañeros porque sólo ellos entienden sus problemas; el trato con los hijos propios a los que no eres capaz de bañar porque sabes que todo lo inocente y cariñoso se puede convertir en sucio y asqueroso; la falta de opciones cuando el problema es uno concreto y la desesperación y angustia que eso provoca; la acumulación de tensiones que acaban con cualquiera.
La película presenta una estética que se aproxima peligrosamente al documental. Peligroso puesto que el guión se contamina y falta algo de profundidad y de continuidad. Maïwenn Le Besco, directora y guionista, intenta hacer que sus personajes crezcan aunque no ocurre. Todo se queda en la anécdota: explosiones de ánimo cuando no pueden soportar más; amores que no se explican ni en los que se indaga; relaciones de las que sólo sabemos lo que las recubre. No obstante, siendo esto un problema, la realizadora sí logra que demos un paseo por el fango sin que nos cueste excesivo trabajo. La película es muy entretenida, graciosa a veces, inquietante de principio a fin. No es gran cine aunque hablamos de una película muy interesante.
Sobresalen en sus papeles Karin Viard, Nicolás Duvauchelle (compañeros en Parlez-moi de vous), Marina Foïs y Joey Starr. La propia directora actúa del mismo modo aunque su papel no es destacado. Algo caótica la dirección actoral que hace juego con el resto del trabajo.
Tiene su merito hacer reír al espectador cuando lo que se ventila es un asunto tan repugnante. Las situaciones son tan surrealistas que se tratan desde el humor sin complejos (se nota un cuidado especial al elegir cuándo y dónde hacer estos movimientos). Tiene su mérito hacer que el espectador termine comprendiendo que, para muchos, es un trabajo y poco más; que lo único importante son la familia y sus compañeros (ampliación de esa familia); que la contención de los policías tiene un límite y les afecta muy profundamente a nivel personal.
Polisse es una estampa de algo sórdido convertido en algo comprensible. Una película de cine discreta aunque muy entretenida que plantea preguntas y deja que las respuestas las encuentre cada uno de nosotros.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Dramas, miserias, tópicos y algo de humor.
Recientemente he visto dos pelis francesas bastante aclamadas, "El odio" y "Polisse", ambas diferentes pero con ciertos puntos en común, y ambas me han encantado y me reafirman en mi idea de que en Francia se hace el mejor cine europeo actual, y a la vez me da cierta cosa en el estomago pensar si estos guiones hubieran caído en manos españolas.

La primera es bastante dura, la seguda también, pero trata de suavizar esa dureza con momentos de relax. La historia es el día a día en el departamento de menores de la policia francesa, pederastias, abusos, exibicionismos, niños que piden en las calles..., y es dura porque el trabajo es duro, es duro levantarte y saber que vas a arrancar a un niño de sus padres, pues por mucho futuro que vayas darles, no dejan de ser sus padres; y es duro ver lo que un adulto puede llegar a hacer, y es más duro ver como, a veces, no puedes hacer más que dejar que todo suceda ante tí sin poder solucionarlo.
La historia está muy bien rodada, y los principales problemas son más de guión, que dirección en sí misma, aunque la directora es la que decide lo que vale y lo que no. Todo esto va en la dirección a la que apuntan todas las críticas, sobra la fotógrafa, cierto toque romántico en las historias personales y el final, que es un poco...de aquella manera.
Es una película coral, todos tienen su parte de protagonismo, aunque algunos personajes tienen un poco más de peso que otros, y todo son convicentes, todos son creibles, todos aman su trabajo, pero su trabajo les absorbe, y les afecta a su vida privada, y en ocasiones no sabes si realmente si estás haciendo el bien o no, y dónde realmente te sientes comprendido es entre tus compañeros de departamento.

Por eso pienso que es importante reflejar el mundo de los personajes cuando no llevan la placa, cuando llegan a su casa, las discusiones, las tensiones acumuladas durante el día, para poner de manifiesto lo que conlleva tu trabajo.

A nivel técnico creo que la cámara apenas se nota en los momentos importantes, el problema es que se nota demasiado en los menos importantes, y esos momentos sobre todo corresponden a la fotografa, pero no voy a despotricar contra el papel de la fotografa, a la que le sobran minutos, y voy a darle un par de aspectos que aportan algo positivo a la peli, y uno de esos aspectos puede ser el como mostrar una imagen sesgada de la policia, la manipulación informátiva, fotografíar sólo ciertas cosas, digamos negativas, y no hacerlo con las más positivas, esa parte pienso que es interesante, pero eso es una escena con un par de tomas previas para reflejarlo; otro punto, aunque más dudoso, puede ser el mostrar la sensación de disparar un arma, pero eso es otra escena y más bien breve.

De los otros personajes ya hemos dicho que están geniales, pero igualmente surge otro pequeño problema, son muchos, los personajes como tales no evolucionan, ya están creados,, simplemente ves sus cinco minutos de gloria, quizás se ve cierta evolución en Nadine (la chica rubia) y su compañera y confidente Iris, y como mucho en Fred, aunque está ligado a un personaje de dudosa necesidad; la peli es como una sucesión de sketches reflejando diferentes momentos y diferentes casos, y a todos los miembros del departamento se les da su protagonismo en un momento dado para luego quedar como poco más que figurantes, y eso veces cuesta seguir.
Los momentos de distensión también son interesantes, pues al igual que tienes que mostrar la visa familiar, tienes que mostrar que por mucho que te impliques en tu trabajo tarde o temprano tienen que desconectar un momento para recargas pilas, para no volverte loco, y de esos momento para mi destaca especialmente el del autobus, que llega tras uno de los momentos más duros que tienen que vivir todos los policias; aunque el de la discotea quizás tenga su parte final un tanto forzada y deje de ser convincente.
Y así caso tras caso llegamos, llegamos al final que no es más que el inicio de una nueva temporada laboral tras el periodo estival pero con una guinda encima del pastel, y es que da la impresión que la directora perdió el norte y no supo que hacer con la historia, supongo que es dificil cerrar algo así como un documental que no lleva hilo argumental, y también es difícil mantenerse distanciado, aséptico, sin discursos moralizantes, partidarios, o de cualquier tipo, pero de ahí a como termina creo que hay varios niveles de gris, y no es porque lo que sucede no pueda suceder en realidad, pero ¿de esa manera y en ese momento? Es un final que cuesta digerir y entender, y más aún con la mezcla que hace.
Y si con todos los defectos le pones un 8, sin los defectos qué, pues lo mismo, digamos que omito los defectos en pro de las virtudes, me parece que merece la pena por como está tratado todo, la historia que cuenta y como la cuenta, y por supuesto por las interpretaciones, ahora cada uno que saque sus propias conclusiones, el arte no se puede juzgar de manera objetiva.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Muy buena
Buenísima. Es vibrante, ágil y dinámica pero también dura, directa, sincera e inclemente. Muestra el día a día de la Brigada y las relaciones entre sus personajes; no se recrea en los abusos a menores sino que da más importancia al trabajo y esfuerzo que tienen que hacer continuamente para no caer en el desaliento, aunque en algunos casos no lo consigan.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Polisse (Maiwenn Le Besco)
Polisse es una película francesa, estrenada el año pasado en el prestigioso festival de Cannes, en donde alcanzó el Premio del Jurado. Dirigida y escrita por Maiwen Le Basco, una francesa muy talentosa, que se apunta su segunda película, y que actúa también en el filme.

Le Basco, cuenta la historia inspirada en casos reales, de los dramas cotidianos de una Unidad Infantil del Departamento de Policía, que se encarga de distintos problemas relacionado con menores de edad, desde abusos físicos y sexuales hasta menores utilizados para efectuar robos.

Aunque pueda parecer a simple vista una película donde los niños o menores son el centro de atención, la verdad es que es una película que se centra mayormente en los “mayores”, sobre todo en los policías. Y Maiwen crea un personaje, que aunque parezca prescindible, no lo es. Ese personaje se encuentra constantemente recordándonos eso, que el foco de interés de la directora son detallas los conflictos sociales dentro de la estación. Problemas que abundan en cada uno de los personajes, y de la misma fotógrafa. Llegados a este punto, menciono uno de los problemillas que pienso que tiene el filme. Es cierto que son varios personajes policías, pero si en la historia tienen una relativa importancia, se debieron trabajar mejor. Y tuve la percepción de que algunos pierden importancia.

Aunque he mencionado que los “mayores” cobran importancia en el filme. No quiero decir que los menores no tienen importancia. Al contrario, son muy importantes, pero la “poca importancia” es un elemento utilizado para plasmar la superficialidad con la que varios de los agentes asumen algunos casos. Observamos varios momentos dramáticos con niños, que llegamos a conmovernos e indignarnos, y que seguro daría para una larga historia. Pero la película es enfocada desde el punto de vista de los policías, estos que cada día se enfrentan con muchos de estos casos, estos que han aprendido en cierta forma, y a la fuerza, no comprometerse emocionalmente con cada uno de los casos que llegan. E incluso a burlarse de algunos de los casos que llegan, que creo que es uno de los momentos donde el espectador puede sentirse un poco molesto con la actitud de los personajes.
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Con otro final sería mejor.
La mayor virtud de Polisse es su argumento, bastante atractivo para el público, pues hablar de situaciones que estremecen tanto siempre acongoja y te hace llevarte las manos a la boca, no obstante Maïwen Le Besco no se recrea en las imágenes y procura decirnos todo con palabras a través de unas interpretaciones muy buenas y creíbles (de hecho la mayoría de las nominaciones a los premios César que tuvo esta película eran en el apartado de interpretaciones) La película no decae hasta el final, que a mi juicio es bastante nefasto y tira por tierra todo lo visto anteriormente, y seguramente con diez o quince minutos más de metraje podría haberse definido mucho mas el final de la cinta, aun así creo que la película es digna de ver. Especial mención a la escena del parto, y la de la mujer subsahariana y el hijo.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Reality documental intimista
Una buena historia con unos grandísimos actores que han hecho un trabajo para merecerse un oscar y todos los premios habidos y por haber, desde los niños hasta los mayores que han trabajado en esta cinta, eso, empezando y dejando claro esto.
Si hablamos de la película, le sobran como mínimo 30 - 40 minutos de historia intimista que realmente no viene a cuento si estamos contando una historia de abusos a menores. Hay tantas historias de abusos y tanta historia en la intimidad policial que se pierde el hilo intentando comprender si la película te está contando la historia desde el lado de los policías lo duro que trabajan y lo que sufren sicológicamente ó desde el lado de los abusos a menores y lo que ellos sufren.
Creo que ha debido decantarse por uno de los dos aspectos y no mezclarlos ya que hay momentos llenos de relleno sin venir a cuento.
Hay entrevistas que de verdad rompen el corazón de la dureza, otros te parten el alma a reirte
y todo ese interés que te despiertan esas entrevistas, te la tiran por el suelo con un montón de historias aburridamente intimistas que te parten por la mitad cada vez que recuperas el interés en la historia.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El lado desconocido de un París en penumbra.
Avalada entre otros reconocimientos con el premio del público del Festival de Cannes, la cinta "Polisse" llega a Chile, al Cine Arte Alameda, precisamente con el factor humano como principal carta en el contenido de sus dos horas de duración.

Si bien la extensa duración puede leerse como una contra para algunos, la naturaleza de su temática da para mucho más; una brigada policial parisina encargada de los delitos contra menores es el eje de la trama donde aunque pueden preverse los temas a tratar, estos evitan el facilismo del shock explícito en los sucesos, apelando más a la globalidad que a los detalles.

De contenidos y trasfondos fuertes, cada caso es abordado con pasmante naturalidad y la crudeza se torna más psicológica que explicita, dando como producto una cinta de tipo cotidiana, lejos de los heroísmos superlativos e irreales, sino más bien cercanos y con defectos y virtudes, casi recordando sin filtro a ciertos docurrealitys policiales. Esa cercanía y sencillez es la que hace queribles a los personajes y hace comprender el premio del público en Cannes.

La película muestra el lado oscuro de la ciudad luz pero no en base a sentimientos fuertes o clímax constantes. Su directora, la también actriz Maiwen Le Besco, opta por crear cada personaje y su respectivo perfil con paciencia y tacto. Del mismo modo y meticulosamente prefiere intercalar situaciones en los entornos de trabajo de los protagonistas y con un humor negro pero real, se permite jugar por ejemplo con la ignorancia del ciudadano común en temas de abuso al menor y la cotidianidad de un trabajo complicado y claramente incomprendido.

Precisamente el costo personal de una labor que inevitablemente se traspasa a los círculos íntimos es uno de los saldos del film. Otro de ellos es que los trastornos que llevan a muchos a caer en la multiplicidad de delitos contra menores, continúan siendo vistos con desparpajo y como una nimiedad dentro de una sociedad que aún oculta temas tabú y teme exponerlos por miedos que encuentran múltiples excusas.

"Polisse" es una extraña mezcla de film basado en hechos reales y a la vez de tono documental, sin embargo y pese al trabajo de lento de creación de identidad de sus protagonistas, la falta de calidez del lente y un hilo conductor más definido -por ejemplo, centrado en una historia en particular- dejan un raro sinsabor que se ve exagerado con una catarsis final casi fuera de contexto. Sus puntos a favor, la realidad que trae adelante y una agudeza que debió reproducirse aún más para dejarnos en evidencia como un mundo actual sin mucho respecto por la niñez.


Recomendación:
Interesante. Meritorio trabajo de personajes aunque las escenas donde se desenvuelven divagan entre géneros sin definirse.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
HECHOS REALES
Las películas "basadas en hechos reales" siempre me ha causado cierta aprensión. Suelen relatar historias lacrimógenas sobre enfermedades, o lecciones de superación. Otras veces, como en este caso, se limitan a mostrar la rutina habitual de un colectivo. Aquí se trata de una brigada de la policía encargada de la protección de la infancia: abusos, violaciones... son sus objetivos (algo parecido al U.V.E. de Benson y Strabrel, pero con meno glamour). También con menos casos resueltos, má bién ninguno. Los casos presentados son tratados tan someramente que nunca sabemos si han sido resueltos o no.

Parece que interesa más contarnos la convivencia de los policías (nada carismáticos por cierto), pero tampoco logra que nos identifiquemos con ellos.

En este tipo de historias es mejor elegir otros colectivos, como el educativo (vease por ejemplo La Clase u Hoy Comienza Todo de Bertránd Tavernier), pues, si se trata de policias siempre se espera algo de acción, y menos filosofía vitál.
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6
Interesante pero con demasiadas aristas
Describe la vida diaria del departamento de protección de menores de la policía de Paris. Maïwenn Le Besco dirige con un estilo casi de documental, también es protagonista en un papel secundario muy laxo, hace de fotógrafa dándole la luz objetiva a las situaciones dramaticas que se vive dentro y fuera del departamento, los personajes tienen que buscar un equilibrio entre el trabajo diario y sus vidas personales no siempre se encuentra en la película, en general unas interpretaciones muy logradas, sobre todo las féminas Marina Fois, Karin Viard y Naidra Ayadi, una película amarga con demasiadas aristas por pulir, aun así es muy fructífera.
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7
Tan cruda como real y deprimente.
Polisse es una película que aunque buena e informativa, puesto que se nos presenta en forma de largometraje pero tiene mucho de documental, es ante todo deprimente pues nos hace partícipes de la rutina diaria de la brigada de menores del Departamento de Policía de París: abusos a pequeños, conflictos familiares, niños carteristas, sexo precoz, violaciones, y un largo etcétera. Es así como una vez más asistimos a la degradación humana que tienen muchos adultos hacia miembros de su propia familia o conocidos. Francamente, es tan asqueroso que incluso provoca cierta rabia en el espectador.

Paralelas a estas historias, que son muchas y entrecruzadas, tenemos las propias vidas de los policías que trabajan en la unidad infantil. Vidas, todas ellas destrozadas, y que desde mi punto de pista han sido rotas a causa del trabajo que llevan día a día. Nadie parece feliz en su día a día, lógico por otra parte. Pero brigadas así hacen falta para intentar moderar estos abusos, aunque en ciertas secuencias de la película también nos damos cuenta de la corrupción que hay dentro de la propia brigada.

Dentro de este entorno se conocen Fred, un policía que intenta cambiar las cosas rebelándose muchas veces a sus superiores y Melissa, una fotógrafa nombrada por el gobierno para colaborar con este cuerpo policial. Sus vidas también están al borde del declive, pero el destino hará que haya un pequeño sitio para el amor en todo este entorno caótico.

En fin, una película tan triste como necesaria.
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