16 Críticas de los usuarios

¡Qué recuerdos! Ya no se hacen series así. Recuerdo esta serie muy bien, yo tenía cinco años cuando comenzaron a emitirla. David es un gnomo que vive bajo la raíz de un árbol con su compañera Lisa. Él es médico, y con la ayuda de su zorro Swift acude rápido para realizar cualquier cura a los animales o a otros gnomos. David el gnomo es el más anciano del lugar, tiene 399 años y ellos "sólo" viven 400 años. A pesar de su edad David está en un estado de forma envidiable.

La serie transmite valores naturistas y ecológicos, de hecho, los gnomos al morir se convierten en árboles. Esta serie enseñó a muchos niños a ser respetuosos con el medio ambiente. Pero no sólo transmitía estos valores. Amistad, confianza, generosidad, fidelidad, y multitud de valores en horas bajas. Deberían de reponerla, era una hermosa serie.

Esta serie marcó la infancia de muchos niños, al igual que otras maravillas de la época como las también españolas "D'Artacan y los tres mosqueperros" o "La vuelta al mundo de Willy Fog".

He vuelto a escuchar el Opening de David el Gnomo y se me han puesto los pelos de punta.

Soy un Gnomo,
y aquí en el bosque soy feliz
bajo un árbol vivo yo
junto a su raíz.

Soy un Gnomo
y simplemente con mirar
todo lo que piensas tú
podré adivinar.

Soy 7 veces más fuerte que tú
muy veloz,
y siempre estoy de buen humor.

Soy un Gnomo,
el más anciano del lugar,
uso hierbas que yo sé
que pueden curar.

Soy un Gnomo,
muy diminuto y bonachón,
si me quieres conocer,
pon mucha atención.

Evitando a los enemigos,
a los trolls y a las mofetas,
con mi gorro y con mi zorro,
voy corriendo de aquí para allá,
ten cuidado no me pises
si es que estás cogiendo setas,
no sea que cometas una barbaridad.

Soy 7 veces más fuerte que tú,
muy veloz,
y siempre estoy de buen humor.

Una serie que te enseña a amar la naturaleza, con cuyos entrañables personajes te encariñas desde el primer episodio, cuya canción de apertura has cantado y cantarás innumerables veces…Ésa serie es, sin duda, David el gnomo.

Volviendo la vista atrás, te das cuenta de que las series con las crecimos (Willy Fog, Heidi, Marco, D´Artacan) han sido olvidadas y sustituidas por otras cuyo principal objetivo es, sin duda, tener a los niños sentaditos en el sofá durante veinte minutos y que así no den la tabarra a los mayores. Resulta realmente penoso que las series actuales no transmitan ningún mensaje que no sea que gana el que más hostias da, cuando lo que deberían hacer es enseñar a la par que entretener.

Continúa en spoiler

Producción esspañola de la época de Dartacán y Willy Fog, educativa y entrañable que se centra en reforzar los valores medioambientales y en transmitir la forma de vida de la fauna de los bosques. Está basada en los libros Los gnomos y La llamada de los gnomos (Die Kabouters), de los neerlandeses Will Huygen y Rien Poortvliet, escritor e ilustrador, respectivamente. ¿Quien no cantó la canción de la cabecera?. Pocas series como esta se ven hoy día. La que nos trata en cuestión aún sigue viéndose en alguna que otra cadena. Para poder ser emitida en Estados Unidos, la serie tuvo que ser retocada, ya que la censura televisiva de aquel país consideraba demasiado grandes los pechos de Lisa, e inadmisible que apareciera dando de mamar a sus hijos gemelos. ¡Vaya tontería!.

Me pilló allá por mis 8-9 añitos y en unas circunstancias pletóricas. Nunca he tenido una época como aquella. Sé que viví el mejor año de mi vida y desde entonces he asumido que ningún otro podría igualarlo.
Y David el Gnomo estuvo allí.
Fue la única temporada en la que mi familia y yo nos trasladamos a un lugar distinto del de siempre. Nueva población, nuevo colegio, nuevos amigos. Lo que me temía como un curso escolar duro, llegó a convertirse en un paraíso que terminó cuando regresamos a nuestro hogar de antes.
No he olvidado jamás aquellas tardes en las que una caterva de chiquillos nos sentábamos delante de la vieja tele del salón colectivo para tragarnos cada capítulo de la serie. Cosa rara: no se oía una mosca entre el chiquillerío. Nuestros ojos se bebían las aventuras de esos personajillos bonachones y amantes de la Naturaleza.
Una tía mía me regaló, libro a libro, la colección de 26 tomos de “David el Gnomo”, que me leí de cabo a rabo muchas veces. Disfruté con sus enseñanzas. Eran un universo muy completo sobre ciencia en general, ecología, botánica, zoología, relaciones sociales, rasgos culturales, leyendas, relatos y múltiples curiosidades que con el tiempo me han ido resultando útiles y provechosas.
La colección completa la conservo en una estantería, con los signos evidentes del uso y de los veintitantos años que ya cuenta, pero ilesa y lista para seguir viva en nuevas manos infantiles, las que tomarán mi relevo.
David fue mucho más grande de lo que marcaba su exigua estatura.

No sé vosotros pero ahora cuando mi hermano está viendo los dibujos animados la gran mayoría son máquinas, monstruos, etc que luchan para vencer a un enemigo; eso sin añadirle las influenciias de la era digital.

Antes los dibujos aportaban algo muy positivo, y entre esas series está David el Gnomo. Era, dentro del mal mayor de estar pegado al televisor, un bien muy grande. Aprendías cosas de la naturaleza, del mundo y te daba la oportunidad de concienciarte y cambiar de una forma didáctica y amena de los males del ser humano.

Tengo 24 años y aun cuando le puse el capitulo final a mi hermano lloré, por que es conmovedor.

Creo que a todos que nos gustaba este gran personaje lo considerábamos amigo de infancia.

Y siempre, cuando dos árboles tienen entrelazadas su ramas, son dos gnomos enamorados ;)

Decía aquel eslogan eso de que "No te haces más viejo, te haces más sabio"... Viendo con la siempre cruel perspectiva que da el tiempo ésta serie, he de reconocer que David no sólo venció a las polillas que acartonan los viejos recuerdos. En vez de eso, cuando revisitas la serie, percibes en cada capítulo un mimo y un acervo por contar una historia de calidad para niños y adultos. Convirtiendo la serie en un clásico para los que nacimos en los 80'.

David el Gnomo supo imbuir el acervo y el espíritu constructivo, imaginativo y soñador de toda una generación, ahí donde comienzan a formarse los valores y las identidades, una simple serie de dibujos animados consiguió eso sin pestañear y sin convertirse en un tostón infumable. Todos los capítulos son entretenidos y los personajes te atrapan y se hacen querer, hasta el punto que su epílogo final, traumatizó a una generación entera de la misma forma que hiciera el entrañable Chanquete.

Pero para la historia quedaron los cientos de aventuras frente a los malvados y torpes trolls, la batalla contra las arañas, entre otras muchas.

La realización es estupenda: canciones y melodías inolvidables y una calidad en el dibujado de los capítulos que, a pesar de los años, sigue conservando su estilo y lustre.

Fue tal el impacto de esta serie, que hasta una conocida marca de galletas sacó una maqueta de la casa de David el Gnomo bastante cuidada para los estándares de la época.

Valores. Esto es lo que aportaba esta serie a los niños que, como yo, la veíamos en nuestra tierna infancia. Humildad, generosidad, ser amigos de nuestros amigos, sentido de la justicia.
No llego a comprender porqué tiene esta nota tan baja, injusta a todas luces en mi opinión. Me gustaría que algún día mis hijos vieran esta serie y no Sinchan y cosas peores.
Enfin, siempre recordaré con cariño esta serie. Y no estaría de más que algunos adultos la revisarán.

Aparte de los enormes Ramón Langa y Matilde Conesa, que ponían palabras y sonidos en las bocas de Swift y Lisa, sobresalía, entre las voces de los actores de doblaje, la de Teófilo Martínez, el maestro, en las veces de narrador de toda la historia. Voz que resultaba, a la postre, uno de los tesoros de una serie inspirada en la Naturaleza, una serie que nos enseñó que nadie es mejor por ser más grande y que nos hizo llorar a lágrima viva: ese episodio final con árboles de por medio fue un trallazo a la línea de flotación de toda una generación hipersensible.
Un espacio bonito y respetable, DAVID, EL GNOMO; que muchos de nosotros sabemos ahora cómo y cuándo cambia el tiempo y hacia dónde sopla el viento porque lo aprendimos allí.

¿Quién no recuerda el maravilloso rap de David el Gnomo en la sintonía inicial de la serie?
Vamos, tenía el tío un flow que ni Eminem. "Evitando a los enemigos, a los trolls y a las mofetas, con mi gorro y con mi zorro voy corriendo de aquí para allá. Ten cuidado, no me pises, si es que estás cogiendo setas, no sea que cometas una barbaridad". Maravilloso.
Bromas aparte, sin duda es una serie que gustó e hizo llorar (ese final...) a muchas generaciones de niños y no tan niños españoles, que enseñaba buenos valores de valor y solidaridad y que era la mar de entretenida. Personajes entrañables, sensiblería y nada ofensivo para los que hemos sido niños en los 80-90 y añoramos unos dibujos animados más apropiados para la infancia.

David El Gnomo es una fábula que nos habla de la vida y legado mágico de los gnomos de los bosques. Cada capítulo es una lección altruista y ecologista del respeto que debemos tener a nuestro entorno, a los animales y a nosotros mismos.
Ideal para verla con niños y en general para todos los públicos.

Y por eso puestos a tratar ciertos temas, inevitablemente de manera algo imparcial, pues mejor que dicho enfoque resbale hacia el respeto de la naturaleza y la no intromisión en los procesos ajenos.

La moral de esta serie ayuda a los niños crecer en un entorno sano y saludable, con una mente más abierta de lo común. Puedo parecer una gilipollez pero lo pienso realmente.

Quitándo esto, lo mejor es que se reduce a menos de treinta escuetos capítulos. Y lo peor, si pudiéramos llamarlo así, es que realmente es una serie para niños, osea que la necesidad de que los que la añoran la vuelvan a ver es más bien escasa.

Un clásico.

Vaya por delante que es sábado por la noche y que acabo de llegar a mi casa bastante achispado. David el gnomo en realidad es una metáfora de la pederastia y la zoofilia. Si revisáis todos los episodios entenderéis de qué os hablo. Además, siempre metido en el bosque, es fácil interpretar que andaba todo el día metiéndose setas alucinógenas. De verdad amigos, no os dejéis engañar, esta serie hacía una apología bastante clara de la fornicación, la drogadicción y el consumo de todo tipo de drogas alucinógenas. No se la dejéis ver a vuestros hijos si no queréis que acaben tan desquiciados como este humilde crítico...

Pido perdón por adelantado a todas las almas cándidas a las que les gustaba la serie, pero es que a mi me parece un bodrio, me ponía enferma ver a David todo el día corriendo encima del animalito, que si ahora salvo a un ciervo, ahora me peleo con los trolls, ahora me como una seta, ahora dos. Lo único que recuerdo con cariño es la versión de la intro que aún me saca la sonrisa cuando la oigo.

Lo siento, no la soportaba. Ver al enanito con capirote soltar sus discursitos me producía arcadas. Era muy pesado ¡Pero mucho mucho eh!
Encima los malos tampoco tenían ningún encanto, se parecen todos a Messi.
Una de las terribles consecuencias que tuvo esta serie fue la cantidad de jardines de casas apareadas que aparecieron con setas y gnomos decorativos. Cuando tenías que entrar en una casa de esas había que hacer virguerías para llegar a la puerta.
La única información útil que aporta es eso de que al morir los gnomos se transforman en árboles. Propongo un plan de reforestación mundial, mediante degüello a poder ser.

Hoy he tenido un mal día y lo vas a pagar tú David el Gnomo.
Odio a David el Gnomo:
- "David es llamado desde todas las partes del mundo para resolver casos médicos difíciles" ¡Mentira cochina! No curas ni un constipao y te han puesto un hospital con los fondos de todos los gnomos ¡devuelve el dinero cabrón!
- "... gracias a sus conocimientos de las plantas medicinales cura a los gnomos de sus enfermedades y a los animales heridos"
Se engancharon a la morfina y al valium por tu culpa, y al pobre Swift siempre lo reventabas; lo tenías esclavizado. ¡Matasanos!
- "Hasta los gnomos reyes solicitan su consejo".
¿No crees en la democracia o qué? ¡Con que apoyas las dictaduras y los regímenes totalitarios! Te alegraste cuando Pinochet salió de la cárcel ¿eh? ¡Qué asco te tengo David el Gnomo!
- "David y sus colaboradores y amigos tienen que lidiar con peligros y dificultades como trolls, monstruos, incendios, inundaciones, sequías, frío, calor... y, a veces incluso, los seres humanos".
- ¿incendios, inundaciones, sequías, frío, calor, seres humanos? ¡Vente "pa" España y verás lo que es bueno! Tú no estás pasando una crisis con más de 3 millones de parados como nosotros... Encima te haces la víctima.
-"Nadie es mejor por ser más grande"
Pregúntaselo a tu mujer.
- "... y simplemente con mirar
todo lo que piensas tú
podré adivinar"
Sí, como Rappel, y lees los posos del café... ¡Anda, no me jodas!
- "uso hierbas que yo sé
que pueden curar"
Ya, ya, y lo juntamos con un poquito de garrafón y de perico y nos corremos una juerguecita. Y encima irás de garito en garito montado en Swift... A ver si te pilla un control de la Guardia Civil y te quita el carné de conducir.
- "ten cuidado no me pises
si es que estás cogiendo setas,
no sea que cometas una barbaridad"
Hum, mira tú por donde, no me gustan las setas... ¡Pero gracias a ti ya me gusta hasta la tarta de setas!
- ¿Eres siete veces más fuerte que yo?

A mi esta serie me la refinflaba. No me hacía ni puñetera gracia que los trolls fueran tan deficientes, y que los gnomos fueran tan perfectos, así de claro. No es que fueran perfectos es que eran pluscuamperfectos....rápidos, fuertes, vivían siglos y encima se transformaban en árboles.....pues vale mejor pa ellos. Además siempre todo les salía bien y sin aparente dificultad y a mi eso me reventaba. A mi me gustaban los dibus donde el malo era listo y cabroncete, y el bueno se las tuviera que ingeniar; pues eso, en estos dibus se reunía todo lo contrario.....así que.........estos gnomos pa ellos. Por favor que aprendan de la PANTERA ROSA, genia y figura.