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27 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Drama rural emblemático
Film realizado por Vincente Minnelli y escrito por Harriet Frank Jr. e Irving Ravetch ("Norma Rae", 1979), adapta la novela de éxito "Home From The Hill" (1958), de William Humphrey. Se rueda en exteriores de Mississippi y Texas y en los MGM Studios. Es nominado a la Palma de oro (Cannes). Producido por Edmund Grainger y Sol C. Siegel, se estrena el 3-III-1960 (NYC).

La acción tiene lugar en un pequeño pueblo de Texas, en 1958/59. Presenta un drama rural, de pasiones desbordadas, en el que los problemas personales y familiares se ven condicionados por la maledicencia y las tergiversaciones de los convecinos. Construye un retrato detallado y veraz de la sociedad rural americana de la segunda mitad de los años 50 del s. XX. El padre, Wade Hunnicutt (Robert Mitchum) es poderoso, rico, rudo y mujeriego. La madre, Hannah (Eleanor Parker), es sensible, retraída, delicada y frágil. Theron (Geoge Hamilton) es el hijo de ambos, tiene 17 años y vive con ellos. Raphael "Rafe" Copley (George Peppard), de 23 años, es hijo natural de Wade.

El film elabora un relato de sentimientos primarios (rencor, odio, celos, venganza, egoismo), arrebatados y exagerados, que determinan la conducta de los personajes, sus relaciones, desavenencias, fricciones y choques. Junto a estos sentimientos, se revelan como causa de conflictos los prejuicios. Basados en ideas rígidas y simples, en ocasiones se refieren al papel prodominante del padre en el gobierno de la familia, la educación de los hijos y las relaciones con la comunidad. Otras veces se refieren a la diferente asignación de pautas morales de conducta al varón y a la mujer. A aquél se le permite/tolera/elogia quebrar compromisos adquiridos, llevar publicamente una vida licenciosa, desentenderse de los hijos, etc. Otros prejuicios generadores de conflictos son los que identifican los grandes objetivos de la persona humana con la consecución de poder, fuerza, éxito, riqueza, dejando de lado la solidaridad y la tolerancia. A los personajes del film les faltan capacidades de persuación y explicación. Adolecen, además, de falta de habilidades de relación personal y de gestión de los problemas que les afectan. Agrava la situación el escaso aprecio que sienten por la educación, fuente principal de adquisición de conocimientos y habilidades.

La música, de Bronislau Kaper ("Marcado por el odio", 1956), consta de 28 cortes, que combinan composiciones orquestales, ampulosas y solemnes, de tonos dramáticos ("Hunt"), trágicos ("Death") y románticos ("At The Attic"). La fotografía, de Milton Krasner ("Perversidad", 1945), ofrece un cuidado trabajo de cámara, con numerosos planos medios, abundantes tomas exteriroes y frecuentes encuadres elevados. Usa colores matizados y se sirve de escenarios recargados y lujosos, a tono con los gustos del gran público. La narración minuciosa, el buen gusto y la contención de Minnelli enaltecen y dignifican el film, emblemático de los melodramas desbordados de los años 50 y 60.
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35 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Pues sí que es different Texas. Menos mal que hay sólo una...
Lo primero en llamarme la atención además del título, traducido a saber cómo… ¿dándole al bombo de la lotería de las de plástico en casa? ¿Echando mano de los fascículos del Planeta de Agostini?, fue que el “La casa de la montaña” se había convertido en “Con él llegó el escándalo”. Más me sorprendió la calificación moral de la cinta: “no apta para menores de 18 años”. Será, porque para los tiempos que corren es un cine inocentón aunque del culebrón familiar que se despendola por las correrías y juergas de Mitchum líbreme Dios, no quisiera saber nada.

Otra vez en Texas. Todas las pelis ambientadas en Texas sirven polémica pantagruélica como para cubrir doscientos mil ejemplares de “Jara y Sedal”. En este caso porque la razón de ser del Big State texano, vuelve a ser la caza: caza de indios, de petróleo, chicanos, latinos, demócratas o jabalíes.

Ahí comienza la historia: el hijo apocado y aniñado de Eleanor Parker y de Roble Mitchum se enfrenta no sólo a su padre sino a la caza de sí mismo. Como dice Roble Mitchum: uno debe ir a la caza del hombre hasta descubrir que lo es. Para entendernos: estamos lidiando con un adolescente que de un día para otro tiene que hacerse machote, dejando preñada a una tía, matando a un jabalí de 500 kilos y durmiendo al raso. De dormir al raso le sale barba (no me explico tal acontecimiento).

Ya lo tenemos convertido en un hombretón, sólo 24 horas después de ser un imberbe atontado.

Con todo su empeño y voluntad el hijo trata de satisfacer al padre bravucón, empotrao como un armario. Lo consigue a la caza del jabalí más grande de Texas. Pero es que lo que es grande en Texas es colosal para el resto del mundo. Un coche es una camioneta, una camioneta un camión, un camión un tráiler, un aeropuerto... la NASA!

La proporcionalidad no existe: todo ha de ser desmesurado y si el mamotreto pesa menos de 900 kilos no será ni aceptable. Es el único Estado que conozco de Estados Unidos.

Nota mental: si entras en un bar de Houston y pides una ración de fajitas con guacamole, olvídate de terminar de comértelas hasta pasado mañana (evidentemente no esperé esos dos días después. El caso era huír de allí y de las fajitas que luego se convierten en fajas a ultrapresión). Señor...

A Roble Mitchum le va el papel como anillo al dedo. Eleanor Parker, que está guapísima, carece un poco de eso con lo que siempre jugó: mujer de carácter y poco predispuesta a dejarse vacilar, cuando aquí en cambio, además de recatarse demasiado no se impone sobre el mamotreto de su marido. Sam Sheppard (intérprete sobre el que siempre me he preguntado porqué no despuntó en el cine habiendo participado en cintas míticas como ésta o “Desayuno con diamantes”) trabaja sobre una interpretación más que buena que poco o nada tiene que envidiar a la de Mitchum.

Poco más. El desarrollo del film, se sucede a través de un culebrón familiar en el que queda claro es que, todo es grande en Texas, menos la estrecha moral.
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28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La Herencia de la Carne (1960) (10.0)
Maravillosa película, que desde sus inicios denota una maestría excepcional en sus grandes actuaciones, una historia inquietante, porque talvez toca nuestras nuestras fibras más profundas. Con sus giros inesperados, se hace emocionante sin caer en facilismos y por el contrario, tratando con mucha profundidad temas como la infidelidad, las relaciones de padres e hijos, la soberbia y ese futuro incierto, que nos inquieta en la adolescencia. Un guión notable, con grandes y estremecedores diálogos. Una película que nos deja muchas preguntas y respuestas sobre lo difícil de la condición humana. Magistral obra, inolvidable su historia y sus personajes.

"Al hogar llegó el marino,
al hogar llegó del mar
y el cazador llegó...
de la colina al hogar"
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
El mujeriego Wade Hunnicut
Intenso y muy acertado melódrama del gran Minnelli, (El loco del pelo rojo, Los cuatro jinetes del apocalipsis), que ahonda con mucho acierto en las, (muchas veces), complicadas relaciones entre padres e hijos, introduciendo además, espinosas tensiones sentimentales y largos y dolorosos rencores entre sus personajes principales.
Al frente del reparto, el gran Robert Mitchum, (Río sin retorno, La noche del cazador), interpretando a un feudal terrateniente con pocos escrúpulos, junto a la atractiva Eleanor Parker, (Scaramouche, Sonrisas y lágrimas), como su sufrida esposa, y la presencia de los irregulares George Hamilton,(El hombre que amó a Cat Dancing, Amor al primer mordisco), y George Peppard, (Desayuno con diamantes, Operación Crosbow), cuyas interpretaciones son muy notables.
Pese al paso de los años, esta película sigue cautivando a través de su tensa historia.
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16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Tapar, tapar y tapar.
Desatado melodrama sureño que brilla con luz propia en la edad de oro de este género, de la mano de Minnelli, maestro de la elegancia, la composición, el color y la pasión, nos presenta una historia asfixiante que nos dibuja una sociedad reprimida, machista e intolerante a través de los conflictos internos de una familia desestructurada.
Algún usuario que he leído por ahí, ha comentado que las historias que vemos aquí son muy feas.
Es cierto. Las historias son terriblemente feas.
Todo pivota alrededor de dos temas. La caza y el qué dirán.
Robert Mitchum es un macho y, por lo tanto, cazador. Hombre de fortuna, objeto de la envidia de sus conciudadanos, es mujeriego y prepotente, viril y arrogante, lo que en esa sociedad se entiende como un hombre.
Tiene un hijo del que no se siente muy orgulloso. Enmadrado y sensible, es objeto de las burlas del pueblo.
No ha ejercido de padre con él. Pronto averiguaremos por qué.
Eleanor Parker entra en escena. Una mujer bellísima, se encuentra amargada y oprimida. Guarda las apariencias y finge ser la esposa perfecta pero odia a su marido y vuelca toda su frustración en su hijo, al que hiperprotege y trata de educar para que sea lo contrario a su padre.
Así, en esta guerra matrimonial, el hijo es la pelota que utilizan los dos para tratar de llevarlo a su terreno y ganar una absurda batalla.
Pero el hijo está despertando a la vida y pronto reprochará a su padre su ausencia. Robert Mitchum tomará conciencia de ello y se hará cargo de él. Querrá convertirlo en un hombre con el resentimiento de su esposa que cree que así, pierde a su hijo.
Para ello, le enseñará a cazar, símbolo de virilidad, y encargará a un empleado suyo ( George Peppard) que ejerza de hermano mayor.
Pero pronto iremos viendo la evolución de los personajes. Hay un secreto en esa familia que desencadenará toda una tragedia y que nos hará comprender mejor a todos los personajes y a sus circunstancias.( spoiler).
Un magnífico melodrama lleno de excesos, narrados con mucha sensibilidad y exquisito gusto, a la manera de antes. Tragedia griega sin sombra de hipocresía ni gratuidad como las pelis de ahora, que analiza un montón de problemas reales y específicos de esa sociedad reprimida, y también muchos de los problemas actuales, no se crean ustedes, que muchos de los conflictos que nos cuentan aquí no han sido superados ni muchísimo menos.
A los amantes de los melodramas elegantes, esos que no se asustan con los sentimientos desatados, les recomiendo este film. Así, sí.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Mediocre y largo melodrama.
Vicente Minnelli fue un reputado director con bastantes éxitos de público y critica en su haber y también claro está algún que otro patinazo, más conocido por los musicales y las comedias tuvo también afortunadas incursiones en otros géneros, como por ejemplo el drama. Tampoco huía del melodrama como demuestra en esta desorbitada película, a mí entender sobrevalorada, en la que el exceso es omnipresente de forma casi constante y los golpes de humor, que a veces se agradecen, más bien son escasos.
Con él llegó el escándalo no es desde mi punto de vista uno de sus mejores trabajos, creo que es un resbalón evidente, sí se salva un poco es por la presencia de sus dos principales interpretes, algunas escenas relevantes y algunos pasajes del guión, que no todos, porque la mayoría es simplemente para olvidar. Tiene eso sí el empaque de las obras mayores pero nunca llega a alcanzar esa categoría.
Algunas de las situaciones por excesivas y desgarradas no son en absoluto creíbles y otras que se inician con un buen planteamiento, concluyen de forma torpe, precipitada o mal resueltas. Mitchum y Parker componen unas actuaciones mesuradas y bastante naturales, algo nada fácil en medio de tanta exageración, ello ayuda al resultado, pero con ser bastante, es solo una isla en medio del océano. El resto del reparto, no es que esté mal, concuerda más con el tono general de la cinta.
Minnelli ha dirigido películas mucho mejores, faltaría más, si no lo hubiera hecho, solo formaría parte de la historia del cine por ser el padre de Liza Minnelli.
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20 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El Macho Alfa.
79/29(30/03/20) Sugestivo melodrama realizado por Vincente Minnelli, un sentido relato con aires sureños propios de obras como En que el calor es fundamental como alegoría de las bajas pasiones. El matrimonio de Harriet Frank, Jr. e Irving Ravetch escribieron el guión (especialista en dramas sureños como el de “El largo y cálido verano”, 1958), adaptando la novela de 1958 homónima de William Humphrey, haciendo alteraciones claves en la historia de Humphrey, creando el papel del hijo ilegítimo de Mitchum e hicieron de su esposa una mujer aún deseable, aunque amargada, en lugar de la vieja anciana del libro. Para un relato donde se hace un retrato de una sociedad híper machista, donde reina la cacería como epítome de testosterona, campando por el metraje, el odio, la venganza, el adulterio, hijos bastardos, ritos iniciáticos, borracheras, jabalís, asesinatos, enmarcado todo en un microuniverso impregnado de prejuicios sociales, de chismologías, de secretos a voces, de puritanismo-fariseo, donde predomina el hetero-patriarcado, y en el centro las complicadas relaciones de los padres con los hijos dentro de una familia disfuncional, donde es el amo y señor un Macho Alfa grandioso encarnado por un majestuoso Robert Mitchum. Al que acompañan una bella Eleanor Parker, un notable George Peppard, y un histriónico George Hamilton. El título original de la película es de la última línea del poema corto "Requiem" de Robert Louis Stevenson. Película originalmente pensada para los actores Clark Gable y Bette Davis, pero los papeles fueron para Robert Mitchum y Eleanor Parker.

La cinta se puede dividir en tres actos catárquicos: En el primero nos presentan a los personajes de modo ágil desde primero una cacería (y termina circularmente en un clímax de cacería), donde el patriarca Wade (Robert Mitchum) termina siendo el cazado, enterándonos en pocos minutos que es gran aficionado a la caza, que es un mujeriego infiel que se acuesta con mujeres casadas, que tiene a su lado a un joven, Rafe (George Peppard) que lo cuida y mucho (levantando con ello un misterio de quien será realmente), que cuando llega a su casa la esposa, Hannah (Eleonor Parker) no le hace caso a la herida, con lo que sabemos que muy bien no se llevan. Para luego pasar al hijo Theron (George Hamilton), al que vemos es un pipiolo del que la gente del pueblo se ríe de él, con la vergüenza a cuestas su padre decide cogerlo bajo su regazo para hacerlo un ‘Hombre’, siempre bajo su varonil visión, ello en una escena apoteósica en la que cual Rey en su trono lo vemos en su cuarto de caza, con sillas de cuero, una nevera llena de cervezas, rodeado de cabezas de animales colgadas, con una gran chimenea, una alfombra de oso a sus pies, un armario de escopetas, cuadros de caza, y tres perros que lo veneran, que sirven de adorno al discurso en que Wade le dice como ser un genuino Hunnicut, sensacional y sublimes primeros minutos. Con diálogos ágiles, secos, brillantes. Este tramo llegaría hasta una especie de rito iniciático de Theron, en que espera sentir orgulloso de un padre al que admira, cazando un enorme jabalí; A partir de aquí cual despertar sexual inherente a la caza Theron siente los picores libidinosos y comienza a salir furtivamente con una joven. Este tramo llegaría hasta otro gran momento catárquico, cuando se le rebela a Theron un gran secreto que le hace replantearse su vida, y a partir de aquí entramos en el melodrama más intenso, con discusiones y diálogos cargados de intensidad y potencia dramática. Hasta desembocar todo en un rush final abrasante que da varios giros de campana. Llegando a un emocionante epílogo, original del film.

Ello en una historita en la que se deconstruye al Macho Alfa, se ataca su arrogancia, su fragilidad, su soledad, se nos hace ver que él no tiene sentimientos hacia los demás, si no que estos son trofeos de caza para él, asistimos a como su carácter machista le ha hecho perder a su esposa y a su hijo, ello además con una visión de la mujer muy misógina, reflejado cuando habla con Theron de la madre de Rafe, menospreciándola de modo vomitivo. La masculinidad vigorosa como algo alienante.

Todo esto en un desarrollo fluido que han hecho que sus dos horas y media se me pasen sin darme cuenta, pues los acontecimientos están medidos cual metrónomo, intercalando hábilmente remansos de paz, humor, emoción dolor, tensión, fricciones, acción, sensacional dirección que consigue atraparme en sus malsanas redes sudorosas. Tejiendo una red de ambiguas relaciones entre los cuatro personajes protagónicos, dando a cada uno su espacio, haciendo a cada uno de ellos tridimensional, con aristas, matices, defectuosos, muy humanos. Incluso los secundarios en poco tiempo dejan impronta de tener alma.

Robert Mitchum está homérico como el Macho alfa mujeriego Wade Hunnicut, seguro de sí mismo, duro, machista, cazador, desbordando carisma, los lugareños lo admiran, envidian y odian. El actor le da temple, con gestualidad sutil, con ese modo natural de encender un cigarrillo, con esa media sonrisa, esa mirada de medio lado, ese modo de sentirse el emperador del Mundo cuando se sienta en su cuarto de caza. Tiene muchas taras, pero aun así su actuación sabe hacérnoslo con empatía. Sus ententes con su esposa son radiantes de fulgor. Por poner hecho en falta algo más de él, su influjo es tal que cuando no está él en pantalla el magnetismo fílmico baja. Minnelli dijo lo siguiente sobre Mitchum: "Pocos actores con los que he trabajado aportan tanto de sí mismos a una película, y ninguno lo hace con una total falta de afectación como lo hace Robert Mitchum"; George Hamilton encarna a Theron (con gran parecido a Anthony Perkins), el que tiene más desarrollo durante el metraje, joven bisoño, que ha sido educado y guiado por la madre hasta los 17 años por un trato con el padre, en que este se quedó al margen… (sigo en spoiler)
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Se deja ver, pero Minelli ha tenido mejores días.
Un poco demasiado larga, tópica, y pasada de moda. Sin embargo, este melodrama sureño sobre los dramas familiares provocados por un cabeza de familia machito y en exceso promiscuo se deja ver con agrado, aunque a mí personalmente me haya impacientado bastante y haya estado lejos de entusiasmarme. Y no sé exactamente por qué. Porque, vamos a ver: el "rollo Tenesse Williams", con esos secretos de familia y esa humedad en el ambiente, late aquí con todas las de la ley. Y la estética y la música son muy parecidas a otros melodramas sureños similares como "La gata sobre el tejado de Zinc" (aunque aquí haya más exteriores, de modo que no resulta tan claustrofóbica). Incluso esa especie de pesadez típica de las superproducciones en cinemascope americanas de los cincuenta y sesenta, con esas puestas en escena tan envaradas (las cámaras pesaban como crías de elefante), en las que los personajes suelen transitar por unos espacios interiores -y a veces exteriores también- recreados minuciosamente en estudio, como si se tratara de escenarios teatrales observados desde la fila 10, esa pesadez, decía, está aquí también inevitablemente presente. Pero, por alguna razón, aunque el talento de Minnelli eleva el previsible tono de la función, le salió bastante mejor "Como un torrente" con Frank Sinatra y Shirley Maclaine, o aquel "biopic" estupendo con Kirk Douglas sobre Vincent VanGogh.
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9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El peso del apellido
He visto varias veces esta película y todavía me sigue pareciendo una verdadera maravilla. Una película que aguanta el peso de los años de una manera envidiable, y que décadas después sigue haciendo que el espectador se pegue a la pantalla con este drama.
Su director Vincente Minnelli realizó en 1960 un film que narraba una historia familiar donde los secretos y las mentiras eran algo cotidiano. Un drama en el que el patriarca es un hombre rudo al que todos respetan por el miedo que le tienen. Un hombre que es infiel por naturaleza, y que su fama de mujeriego pesa sobre su hijo. Un muchacho criado por su madre (la cual detesta a su marido) y que en la adolescencia quiere ser cada vez más parecido a su padre.
Su historia te atrapa desde el minuto uno y cuenta con escenas realmente memorables que no te dejan moverte del sofá. Momentos llenos de dramatismo que dan ciertos giros a la historia, y que producen que la trama tome otra dimensión mucho más elevada de lo que uno se pudiera imaginar.
Cuatro son los protagonistas de este impresionante film. Robert Mitchum da vida a ese hombre que cuenta con una dureza en su ser que es imposible traspasarla. Eleanor Parker es la mujer que asume la condición de su marido; pero que tiene la suficiente fuerza para aguantar los chismorreos y plantarle cara a su marido. George Hamilton es el hijo de este matrimonio que ha sido educado bajo la falda de su madre, pero que ahora necesita conocer el mundo de los hombres y su lado más oscuro. Por último, George Peppard da vida a un joven que trabaja en la finca de Robert Mitchum, el cual es capaz de dirigir la dureza de su jefe y que cuenta con una gran bondad en su interior.
Todas las actuaciones son realmente brillantes y regalan unos personajes únicos que emocionan con cada vivencia y con cada situación. Momentos duros llenos de un fuerte dramatismo nos introducen en esta familia que cuenta con un pilar central en la imagen del padre; el cual pudre todo lo que le rodea.
En fin, "Con él llegó el escándalo" es una de esa grandes joyas de la época dorada del cine de Hollywood. Un film que cuenta una historia dura que engancha desde el minuto uno; y que ofrece escenas que sorprenden y dejan boquiabiertos. Una película que resiste el paso de los años de una forma heroica, afianzando que es una historia de calidad y que está hecha para que todo el mundo la disfrute.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Peliculón
Posiblemente, mi película favorita, en ardua pugna con sólo dos o tres más. Fascinante Minnelli (como siempre) y uno de los más apabullantes papeles de Mitchum. Para verla más de una vez.
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8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Correcto culebrón
Melodramón algo barroco por lo tremendista, folletinesco y exagerado del argumento, con un aluvión de emociones y sentimientos desatados, que parecen sacados de una novela decimonónica de Clarín, pero que se deja ver con agrado pese a su algo excesivo metraje. Hay escenas que perfectamente podrían haber sido suprimidas o eliminadas sin alterar nada la trama y dándole algo más de agilidad a la misma.

Puede que Minnelli tenga mejores cintas de este estilo, pero esta no deja de ser buena. La ambientación entronca con otras películas de la época, como "El largo y cálido verano", con ese Sur machista, rudo, impregnado de calor, humedad y sudor. Por su argumento también recuerda a obras de Douglas Sirk. Además del buen hacer de Minnelli, a destacar algunas de las actuaciones. A Mitchum el papel le va como un guante, siempre contenido pero dándole ese toque de tipo duro y prepotente. Algo más endeble veo a Parker, y por supuesto al mucho más bisoño Hamilton, pero ninguno de ellos acaba de desentonar y mantienen el tipo. Luana Patten (Libby) da vida a una joven cuyo perfil no queda muy claro con un comportamiento errático, pero que pese a sus errores también demuestra un buen corazón.

Pero sin duda la gran sorpresa para mí es Peppard, que posiblemente realiza su mejor interpretación junto a "Desayuno con diamantes". Su personaje me parece el más interesante y acaba por convertirse en el verdadero protagonista de la cinta. Es un muchacho resuelto, espabilado, pero dotado de una inmensa bondad y rectos valores. Su origen no le convierte en un amargado lleno de odio y rencor. Desarrollo esta parte y otras en la zona spoiler.

Del absurdo título que se le puso en España, sin comentarios.
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6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Melodrama del sur.
Gran drama del sur. Aunque la novela es de William Humphrey, que no sé quien es, podría estar firmada por Capote, por Tennessee William o por Faulkner. Racialidad, riqueza de terratenientes que hacen lo que quieren en todo el pueblo, mujeres frustradas sexualmente, hombre bebedores e infieles que persiguen mujeres porque se les va la vida y porque en casa tiene una sargenta por pareja.
La educación sentimental de un hijo es una cuestión siempre difícil, incluso aunque todo vaya estupendamente bien y no surjan problemas especiales. Hacerse un hombre en un mundo rural tan sumamente potente y tan sumamente varonil es una cuestión complicada.
El reparto es un verdadero escándalo: Robert Mitchum en un papel -cuál no- que le va como anillo al dedo, la impresionantemente guapa Eleanor Parker en un rol de mujer amargada que no le va del todo. George Peppard con sus limitadísimas dosis interpretativas, junto con George Hamilton en un papel con mucho desarrollo que no le saca todo el desarrollo que podría. Es timorato e inseguro, poco firme en su determinación y algo acomplejado. Puede ser que el papel requiriese es tipo de presencia, pero no me parece que sea el que mejor se acomode a la historia. La que hace su novia es Luana Patten, actriz para mi desconocida.
El vértice: madre, padre, hijo es interesante, pero no me acaba de convencer, sobre todo la relación entre los dos adultos. No se explica cuál es la razón por la que la mujer mantiene esa frialdad con el marido, probablemente porque le ha sido infiel muchas veces, pero todo parece indicar que hay algo más, que no se explica, ni falta que hace, porque esto es cine, y en el cine hay códigos que funcionan a la perfección sin necesidad de muchas explicaciones.
Ser reconocido entre tus iguales es una necesidad absoluta del cualquier niño, de cualquier joven y de cualquier adulto. De eso también va la película.
Lo de Minnelli es un escándalo. Le tengo por un verdadero artista, pro un director con una gran creatividad, con películas extraordinarias, pero no sé por qué pero siempre le he encasillado en ese grupo de directores que no fueron bien tratados por la industria, que sus errores no se perdonaban y sus aciertos se minimizaban. Sea como fuere tiene no menos de 10 obras maestras en la historia del cine. Y me quedo corto. Uno de los grandes. No, en realidad lo que quiero decir es que es uno de los más grandes.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena.
Empiezo diciendo que me esperaba más de una película que había leído que era genial, casi una obra maestra.
Para empezar, algunas escenas sobran, simplemente las ponen por alargar metraje que al final se hace tedioso. También digo que otras escenas son muy buenas para su época.(a mí, en particular me gustó la de la caza del ¿jabalí?.)
Las actuciones son decentes. Destaco al genial Robert Mitchum y a George Peppard.

Destaca también la fotografía.
7/10
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9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Había mejores mimbres.
Pese a que Minnelli dirigió con tacto y oficio la película, ésta no llega a cotas brillantes, denotándose como un melodrama sureño perdido entre demasiados tópicos, diálogos y minutos. Queda, pues, una obra bien hecha y nunca aburrida pero también un desdibujado melodrama familiar y un desencadenado drama de personajes. Vamos, que había mejores mimbres para obtener un mejor cesto. Por cierto, la traducción al español del título original es literalmente absurda.
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8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Abel y Abel
Peliculón, peliculón... Tiene de todo y más: unos intérpretes de lujo -Robert Mitchum, total, y Parker aprovechando muy bien su delicado papel- junto a un par de hermanos distintos pero muy parecidos en el fondo... Y hay espacio para todos en cuanto a sus personajes por obra y mérito también del autor de la novela (a Minnelli ya le valoramos el oficio).

No sé qué más decir porque cuando una película es buena, por más desaforada que sea, una tiende casi siempre a acordarse de Garci y toda su troupe cinéfila para entonar junto a ellos -rezar también me vale-: "Que grande es el cine!", desde luego. Y dar las gracias por ello.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Buen melodrama, aunque no uno de los grandes
Por lo que a mí respecta, esta película tiene tres elementos que destacan, y uno que la convierte en un melodrama menor. Por un lado el reparto es espléndido: Mitchum, Parker y Peppard. La dirección si cabe, es mejor o igual de buena que el reparto, con Vincente Minelli tras las cámaras. El tercer elemento a favor de la cinta, y como he leído en una crítica especializada, es la estética de la película (la fotografía, ambientación), es decir, lo que viene siendo el apartado audiovisual en general, puesto que la calidad del sonido y la banda sonora también son destacables.

Sin embargo, tiene un punto en contra, que le impide ser una grande del género, y esto es la historia, o el argumento, que no es que no sea bueno, pero no es del nivel de otros melodramas como Picnic (por decir una de tantas) o El largo y cálido verano.

Dicho lo mismo pero al revés: el reparto, la dirección y el apartado audiovisual, convierten una historia poco original y más que vista, en una película bastante interesante y entretenida.

Sobre los personajes, comentar que a Robert Mitchum creo que lo eligieron porque su perfil daba el pego para el personaje escabroso que tenía que interpretar en este film. A Eleanor Parker siempre da gusto verla y George Peppard me encanta, no puedo evitarlo. En cuanto al personaje principal, el hermano de Peppard en la película, la verdad es que para mí es lo más flojo de Con él llegó el escándalo. Me aburren los niñitos pijos de las películas, mucho mejor el hermano mayor guaperas, macho dominante y tipo curtido que interpreta Peppard.

De Vincente Minelli, nada que comentar que no se sepa ya, solamente que esta vez, puso su talento al servicio de una historia no tan buena, pero su calidad en la dirección se ve reflejada como no podía ser de otro modo.

En conclusión: una película que, aunque su argumento no sea especialmente bueno u original, lo es lo suficiente como para que junto con su gran reparto, dirección y apartado estético, resulte una cinta bastante entretenida y que permite pasar un buen rato.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
UNA DE LAS OBRAS MÁS DESTACADAS DE MINNELLI
Magnífico melodrama sureño en el que Vincente Minnelli hace gala de una sobresaliente distinción en el manejo de emociones y personajes, mostrando igualmente su categoría en el tratamiento del color como elemento intensificador de las exaltaciones provocadas por las dolorosas relaciones familiares.

Las interpretaciones del cuarteto principal de actores son inmejorables, con un Robert Mitchum siempre imperial, una Eleanor Parker maravillosa dando vida a un personaje sensible, delicado, pero que no vacila a la hora de enfrentarse a su marido para proteger lo que más quiere, y sobre todo un excelente George Peppard a lo James Dean en el que posiblemente sea el papel de su vida. George Hamilton por su parte recuerda muchísimo a Anthony Perkins, tanto por su razonable parecido físico como por la definición psicológica de su personaje.

Gran película de carácter épico con base literaria en una novela de William Humphrey, un título que a pesar de su extensa duración, se sigue con vivo interés de principio a fin debido a los atractivos giros de una historia perfectamente narrada por Minnelli y caracterizada por un contundente poderío emocional, un relato significado por el contraste de personalidades con vehementes momentos de paroxismo familiar.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El de los puros, el que está encantado por que los planes salen bien, y el de el "love" y el "hate" en los nudillos.
Clásico culebrón americano ambientado en el sur.

Americano:
dícese del habitante de Estados Unidos.
Acepción secundaria: habitante del continente americano (Estados Unidos).
A veces, siempre dentro de un contexto, por continente americano se sobreentiende la suma de América, Canadá, Alaska, América Central y América del Sur.

Sur:
dícese de la comarca estadounidense más cercana a Centro América.
Acepción secundaria: uno de los cuatro puntos cardinales colocados sobre el horizonte, ubicado diametralmente opuesto al norte.

Tras fruncir el ceño en la primera escena, abrí la boca para no decir nada.
Tras cerrar la boca, arqueé las cejas y las mantuve así durante los minutos de metraje dedicados al jabalí.
Tras dar descanso a las cejas, se me disparó la comisura labial, y comencé a sonreir.
Me sentí por encima del film. Je, je, je... basura.
Y de pronto, The End.
¡Seré gilipollas!
Sin darme cuenta, la historieta me había capturado.
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18 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La emoción de la caza.
Esta excelente película, ni mucho menos de un tema agradable, ni apto para niños, que cuenta con un gran mensaje valorizante, y además, para todo aquel que sea cazador, se sentirá ampliamente identificado durante los 50 primeros minutos del metraje. (Yo soy cazador). El resto de la película es muy buena, pero trata un tema muy desagradable. Por esta razón, no la recomiendo a todo el mundo, pero reitero lo dicho, es una espléndida película.
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6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Él
Recuerdo que esta película me entusiasmó cuando la vi hace muchos años. Quizá lo que me pasó, ahora que lo pienso, es que me enamoré de él, de ese vaquero con la camisa siempre sudada y abierta, de cabello rubísimo, ojos azul pastel y sonrisa de ángel. Yo no sabía entonces que su nombre era George Peppard.

Puede que también influyera mi evidente inocencia, la cual hizo que me pareciese una historia escandalosa, increíblemente audaz y llena de un erotismo latente. Bueno, algo de eso hay, pero por encima de todo ello, «Con él llegó el escándalo» es, y esto es un descubrimiento, una historia que no gusta. Es decir, que estas relaciones te producen emociones encontradas entre la indignación y el desagrado: cuernos a granel, bodas de penalti y sin amor, y falta de diálogo entre los personajes, a veces imprescindibles dadas las situaciones; por ejemplo, entre Raf y Theron sobre determinada chica. Por cierto, Raf, ¿no te podías haber arrastrado un poco más ante ella...? Entiéndase la ironía, claro.

Bueno, a lo mejor mi perspectiva se vio alterada, muy en el fondo de mi misma, porque posiblemente quise ser como la señora de la casa: esa dama pelirroja y elegante, tan bella como glacial, tan rotunda y firme, como mujer enamorada que esconde una gran pasión. Eleanor Parker es una delicia, en todos los sentidos. Su pareja es otro grande, un Robert Mitchum poderoso e impactante, a su manera atractivo. La pareja que forman es dramática y, a decir verdad, poco explicada. Ella puede que tomase una decisión muy drástica en su momento, pero lo que está claro es que él no hace nada por reconquistar a su esposa, sino lo contrario, empeorarlo todo.

Vista hoy, «Con él llegó el escándalo» no me entusiasma como en el pasado, pero la peli tiene su gancho. El reparto lo vale.
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